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HIPERONIMIA E HIPONIMIA

HIPERO

Entre algunas palabras de la lengua española se establecen relaciones basadas en la extensión


del significado, de tal modo que unas incluyen el significado de otras. Así ocurre, por ejemplo,
con la palabra flor, cuyo significado abarca el campo de otras muchas palabras: clavel, rosa,
jazmín, margarita, azucena… Este tipo de relación nos permite distinguir entre términos
hiperónimos y términos hipónimos.

Los hiperónimos: son términos que tienen un significado de gran extensión y, por tanto,
incluyen otros más concretos o específicos. En el ejemplo anterior, la palabra flor es un
hiperónimo respecto a palabras como clavel, jazmín o margarita.

Los hipónimos: son palabras de significado restringido con las que se puede concretar la
realidad a la que hacen referencia otras de significado más amplio. Las palabras clavel, jazmín
o margarita, por ejemplo, son hipónimos de flor.

Los hiperónimos se utilizan mucho en las definiciones. Frecuentemente, cuando definimos una
palabra, empleamos un hiperónimo al que añadimos los rasgos específicos que distinguen al
objeto o ser que se define de otros de su misma clase. Así, para definir el término rosa
emplearemos el hiperónimo flor y le añadimos sus rasgos distintivos específicos y distintivos:
flor del rosal, aromática y de intenso colorido, formada por muchos pétalos superpuestos...
Otros ejemplos:

Hiperónimo: deporte. Hipónimos: golf, fútbol, baloncesto, atletismo…

Hiperónimo: mueble. Hipónimos: cómoda, mesita, escritorio, armario…


Hiperónimo: mamífero. Hipónimos: gato, perro, lobo, ballena, ratón…

Ejercicio:

Hiperónimo Hlpónimo

Cereales

Árboles

Mamíferos

Flores

Planetas

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