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LA LEYENDA DEL NACIMIENTO DEL NILO

En el ao de reinado nmero 18 del Rey Tcheser, hubo una gran sequa por
todo Egipto debido a que el Nilo llevaba 7 aos sin inundarse. Por ello,
cualquier grano escaseaba, los campos y los jardines no producan nada y por
tanto las personas no tenan alimento. Los hombres se debilitaban, los
ancianos fallecan, los nios lloraban de hambre y muchas personas se
transformaron en ladrones por el poco alimento que exista.
El Rey se acord del dios I-em-hetep, (hijo de Ptath), que en otra ocasin haba
librado a Egipto de parecido desastre; pero dicho Dios no hizo acto de
presencia frente a los rezos del mandatario de Egipto.
El Rey envi un mensaje preguntndole a Mater, gobernador del Sur, dnde se
ubicaba la fuente del Nilo y quin era el dios o diosa del ro.
De esta manera Mater le habl de la maravillosa isla de Elefantina, donde yaca
la primera ciudad que jams se conoci, que de ella sala el Sol para conferir
vida a la humanidad. En esta isla tambin exista una cueva doble, Querti, con
la forma de dos pechos, y de dicha cueva surga la inundacin del Nilo para
bendecir la tierra con gran majestad cuando el dios Khnemu abra la puerta en
la estacin apropiada del ao. Al saber quien era el dios encargado del ro,
procedi a ofrecer sacrificios e hizo splicas ante l en su templo.
El dios lo escuch y apareci ante el Rey angustiado y dijo:
-Yo soy Khnemu el Creador. Mis manos descansan sobre ti para protegerte y
para sanarte. Te doy un corazn Yo soy el que te cre y yo soy el Nilo que se
levanta a su antojo para conferir salud a quienes se afanan , yo soy el gua y
dirigente de todos los hombres, el Todopoderoso, el padre de los dioses, el
poderoso amo de la Tierra.
Y luego el dios le prometi al Rey que sbitamente el Nilo se levantara todos
los aos como antes y que la sequa se acabara y llegara el bien a la tierra;
tambin le cont al Rey lo abandonando que se encontraba su templo de
adoracin, fue por ello que se decret que las tierras en cada lado del Nilo
cerca de la isla donde moraba Khnemu deban ser conservadas como la dote
de su templo y el Rey orden que este decreto fuera tallado en una estela de
piedra y se colocara en un lugar visible como prueba duradera de su
agradecimiento al dios Khnemu, el dios del Nilo.

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