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Tres mil latidos y doscientos litros de sangre.

Si pudiera multiplicarme
paseara contigo
dndote las dos manos.

Quiero decir,
si pudiera ser dos yo,
yo dos veces
-entindeme-,
un alma repetida
como el rizo que se enredara entre dos dedos
y pareciera un meique
o los labios
que abrieran paso a una lengua
que precediera a un beso
que se duplicara buscando la eternidad,
colonizara tu hoy y tu maana,
te esperara donde estaras
y donde querras estar,
te extraara
viendo cmo tus besos crean goteras en mis pestaas
y al mismo tiempo te dibujara labios
llenos de saliva
en el centro de tu dedo corazn.

Si pudiera redoblarme
nos observara desde fuera
como quien mira a los ojos de la muerte:
con envidia.

Si pudiera estar aqu y all


estara en ti y en ti,
prendera fuego a Troya
mientras te regalo Pars,
te mirara dormir
y al mismo tiempo soara contigo.

Ya sabes a lo que me refiero,


si pudiera engaar a las coordenadas
creara un mapa donde solo cupieran
tus dedos de los pies
y esta necesidad ma de seguirte a todas partes.

Si pudiera ser la misma en dos mitades,


amor,
te vestira con el mismo nerviosismo
con el que me dejas desnudarte,
limara mis errores
para que el tropiezo fuera suave
y sera a la vez precipicio e impulso
de todos tus miedos y sueos.

Si pudiera,
mi amor,
convertira todo lo que ahora es singular
en plural.

Pero no puedo,
as que has de conformarte
con lo nico que puedo hacer:
quererte
-no el doble, ni por dos, ni al cuadrado,
sino con la fuerza de un ejrcito
de tres mil latidos y doscientos litros de sangre
que querindote dar ms de lo que tiene
te da todo lo que es-.

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