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NEGLIGENCIA SENTIENTE

por Horacio Lobos Luna

Soy el rbol del perro.


Una oscura presencia,
una realidad diluida en formas efmeras
y tenues contornos,
puesto a mano ante la llamada
del instinto y la necesidad pasajera.
Una breve existencia
para la mirada que busca y esquiva,
y el olfato que rastrea y tropieza.
Ahora soy columna ocenica
puesta ante la quilla que avanza
entre indescifrables sargazos,
ahora puerto cordial a la hora
de la fatiga y el reposo.
Ahora borrosa figura desdibujndose
entre la distancia y el olvido.
Indiscernible.
Insubstancial y vacua.
Soy el rbol de perro.
En la quietud de m mismo espero,
altivo, sereno,
a que unas manos recuerden
y unos ojos abran la breve brecha
del minuto que me traer a la hoguera
del mundo,
en una efmero momento
de ser y de tiempo.
Soy el rbol de perro.
Cuando digo que estoy meado
de perro,
no es una simple metfora
para un estpido verso.

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