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En primer lugar, los árboles más propicios son los situados en zonas de abrigo de media
montaña y, a la hora de elegir, por ejemplo, será preferible la parte del árbol que ha
estado orientada hacia el sur (F.J. Fétis dixit), también será aconsejable que no sean
partes demasiado cercanas a la raíz ni a la copa ni muy cerca del duramen del tronco
(L’Abbé Sibire). El árbol ha de ser talado en el momento más propicio del año. Según
se ha podido comprobar a lo largo de la historia, la luna influye en el crecimiento de los
árboles. El momento de la tala del árbol juega un papel crucial en el posterior
comportamiento de la madera (agrietamiento, resistencia, etc.). El árbol ha de ser
cortado en “buena luna”. Las lunas menguantes de invierno, momento en el que el árbol
está inactivo, son las más propicias para proceder a la tala. De igual manera, las épocas
menos adecuadas serán aquellas en la que el sol y la luna inducen al crecimiento: los
cuartos crecientes de primavera. Estas consideraciones tienen su importancia si tenemos
en cuenta que la madera ha de ser curada de forma totalmente natural.
El mejor abeto para la construcción de violines procede de Suiza y del Tirol, algunas
zonas del norte de Italia y del Haut Jura francés. Los árboles son seleccionados
cuidadosamente por especialistas, que son capaces de apreciar las cualidades sonoras de
la madera antes de abatir el árbol. Los mejores árboles crecen en valles protegidos del
viento y de una altitud de entre 1.000 y 1.500 mt. Estas condiciones (clima, altitud y
Las tapas se hacen siempre de dos piezas, sacadas a partir del mismo trozo de madera.
Esta pieza se trata de una cuña obtenida al cortar el tronco en forma radial , la cuña se
parte por el medio, obteniendo dos mitades adyacentes. El corte radial hace que las
vetas de la madera queden en posición perpendicular, ya no sólo longitudinalmente,
sino desde el punto de vista del alzado del instrumento, es decir con respecto al plano de
la propia tapa. Si la madera fuese cortada de forma tangencial o en paralelo, la más
utilizada para otros usos (tablones, panchas, etc.), las vetas de la madera quedarían
cortadas e interrumpidas al tallar las bóvedas lo que daría como resultado un madera
muda, frágil y que no favorecería la transmisión de las vibraciones. Hemos de procurar
que las vetas más estrechas queden hacia la parte central de la tapa.
El arce, destinado a servir para la confección del fondo y el mango, es elegido por la
relación entre dureza y elasticidad y un peso específico no excesivo (600-650 kg./m3)
que lo hacen idóneo para la función estructural para la que ha sido destinado ya que
debe ser capaz de soportar la presión que ejerce el alma sobre el fondo y la tracción que
las cuerdas ejercen sobre el mango sin ofrecer demasiada resistencia a la trasmisión del
sonido. Debido a sus cualidades sonoras, la madera de arce filtra determinadas
frecuencias y potencia otras, proyectando mejor las frecuencias del registro medio-
agudo y un dando un color más brillante al sonido.
El mejor arce proviene de los bosques de Bohemia, Dalmacia y Hungría. Los antiguos
sabían de la gran elasticidad y resistencia de esta madera, ya que era empleado para
fabricar los remos de las galeras. Los grandes maestros de la lutheria, incluyendo
Stradivari y sus contemporáneos, usaron el arce de Hungría, de un flameado de gran
belleza que confería un aspecto único a los instrumentos. Aunque el alto precio de esta
madera hizo que, en la mayoría de los casos, se hiciera uso de especies locales de arce,
de buena calidad acústica, pero de veta más junta y menos flameado, lo que confería a
los instrumentos un aspecto menos espectacular. Hemos de decir que el flameado no
A diferencia del abeto, el arce puede ser cortado tanto al cuarto (radial) como
tangencial, siendo preferible el primero de ellos ya que la veta no se ve interrumpida al
tallar las bóvedas. No obstante, el corte tangencial ha dado buenos resultados en
determinados casos, habiendo sido utilizado por los grandes maestros en la confección
de algunos de sus instrumentos. El fondo podrá ser confeccionado a partir de una o de
dos piezas, siendo válida cualquiera de ellas. En el caso de las dos piezas, éstas se
obtendrán de un trozo tal y como se hace con la tapa. En el caso de madera en corte
tangencial, el fondo será de una sola pieza, ya que, de lo contrario, sería poco resistente.
Otras maderas han sido empleadas para confeccionar los fondos de los instrumentos de
arco a lo largo de la historia: álamo, fresno, peral, nogal, ciruelo, caoba, etc., pero los
Para la confección de los aros y del mango, utilizaremos madera de arce de la misma
pieza empleada para el fondo, a fin de conseguir una uniformidad del flameado que dará
más prestancia al conjunto.
Bibliografía:
Hill, W.H, A.F., A.E.: “Antonio Stradivari, his life and work”. Londres 1902
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LICENCIA DE USO
Las maderas en los instrumentos de arco por Eduardo Francés Bruno es un artículo
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