Está en la página 1de 6

El curso se centrará en el comportamiento electoral de los españoles, desde el inicio de la

democracia hasta las elecciones del 2000. El propósito es evaluar el peso de los distintos
factores del voto. Ello permitirá, además, contrastar las distintas explicaciones que se han
dado al declive electoral del PSOE y al aumento de los apoyos al PP. Se comenzará con
el análisis del efecto de las reglas electorales en la participación y en la decisión de voto.
Se estudiará la incidencia de la clase social, la religión, la región y la ideología. También
se prestará atención a cómo los ciudadanos reaccionan ante las buenas y malas
actuaciones de los gobiernos, así como ante la marcha de la economía. Finalmente, se
evaluará el impacto de las campañas electorales.
Temario
Tema 1: Elecciones en España. Reglas y resultados. (Esto se estudió en la 1ª y 2ª
sesiones, el resto de temas es la tercera sesión)
Rasgos del sistema electoral. Efectos sobre la proporcionalidad y fragmentación
partidista. Efectos sobre los electores : voto estratégico.
Los resultados de las elecciones (1977-2000).
Tema 2. La participación en las elecciones.
Niveles de participación.
Factores de la participación: recursos individuales y factores políticos e
institucionales.
Tema 3. Las bases sociales del comportamiento electoral.
Clase social. Religión. Región y nacionalismo.
La composición sociológica de los electorados de los principales partidos.
Tema 4: Factores políticos del comportamiento electoral.
Identificación con los partidos y los líderes.
El voto por proximidad ideológica.
La reacción de los ciudadanos a la actuación de los gobiernos y a los ciclos
económicos: (i) valoración de los gobiernos y de sus políticas; (ii) voto económico;
(iii) el coste electoral de la corrupción política.
Tema 5: El efecto de las campañas electorales.

Bibliografía
Tema 1: Elecciones en España. Reglas y resultados.
- Gunther, Richard, 'Leyes electorales, sistema de partidos y élites: el caso
español', Revista Española de Investigaciones Sociológicas, 47, 1989: 73-106.
Montero, José Ramón y Mariano Torcal, 'Sistemas electorales en España: una
recapitulación', Revista Española de Investigaciones Sociológicas, 58, 1992: 7-56.
- Castillo, Pilar (del), Comportamiento político y electoral. Madrid: Centro de
Investigaciones sociológicas, 1994.
Tema 2. La participación en las elecciones.
- Anduiza, Eva. ¿Individuos o sistemas? Las razones de la abstención en Europa
Occidental. Madrid: Centro de Investigaciones Sociológicas, 1999.
- Boix, Carles y Clara Riba, 'Las bases sociales y políticas de la abstención en las
elecciones generales españolas: recursos individuales , movilización estratégica e
instituciones políticas'. Manuscrito no publicado, 1998.
- Font, Joan. 1995, 'La abstención electoral en España: certezas e interrogantes',
Revista Española de Investigaciones Sociológicas, 71-72, 1995: 11-37.
- Justel, Manuel. La abstención electoral en España. Madrid: Centro de
Investigaciones Sociológicas, 1995.
Tema 3. Las bases sociales del comportamiento electoral.
- Echevarría, Javier, 'Movilidad social y comportamiento electoral', Revista
Española de Investigaciones Sociológicas, 83, 1998: 237-267.
- Feldman, Arnold, Menes, Jorge y Natalia García-Pardo, 'La estructura social y el
apoyo partidista en España', Revista Española de Investigaciones Sociológicas, 47,
1989: 7-72.
- González, Juan Jesús, 'Clases, ciudadanos y clases de ciudadanos. El ciclo
electoral del pos-socialismo (1986-1994), Revista Española de Investigaciones
Sociológicas, 74, 1996: 45-76.
- Gunther, Richard y José Ramón Montero, 'The anchors of partisanship: a
comparative analysis of voting behavior in for Southern European Democracies',
Instituto Juan March, WP 150/2000.
- Montero, José Ramón, 'Religión y elecciones en España', Claves, 62, 1996: 26-
37.
- Montero, José Ramón y Joan Font, 'El voto dual en Cataluña: lealtad y
transferencias de votos en las elecciones autonómicas', Revista de Estudios
Políticos, 73, 1991: 7-34.
- Pérez-Nievas, Santiago y Marta Fraile, 'Is the nationalist vote really nationalist?
Dual Voting in Catalonia, 1980-1999', Instituto Juan March, WP 147/2000.
- Torcal, Mariano y Chhiber Pradeep, 'Elites, cleavages y sistema de partidos en
una democracia consolidada: España (1986-1992)', Revista Española de
Investigaciones Sociológicas, 69, 1995: 7-38.
Tema 4: Factores políticos del comportamiento electoral.
- Barreiro, Belén e Ignacio Sánchez-Cuenca, Los efectos de la acción de gobierno
en el voto durante la etapa socialista, Madrid: Centro de Investigaciones
Sociológicas (en prensa).
- Bosch, Agustí, Diaz, Aida y Clara Riba, 'Las funciones de popularidad. Estado de
la cuestión y principales debates', Revista Española de Investigaciones
Sociológicas, 85, 1999: 171-197.
- Castillo, Pilar (del), 'Aproximación al estudio de la identificación partidista en
España', Revista de Estudios Políticos, 70, 1990: 125-141.
- Maravall, José María y Adam Przeworski, 'Reacciones políticas a la economía',
Revista Española de Investigaciones Sociológicas', 87, 1999: 11-52.
- Rodríguez Menes, Jorge, 'Elecciones y hegemonía política en España', Revista
Internacional de Sociología, 16, 1997: 83-114.
Tema 5: El efecto de las campañas electorales.
Barreiro, Belén e Ignacio Sánchez-Cuenca, 'Análisis del cambio de voto hacia el
PSOE en las elecciones de 1993', Revista de Investigaciones Sociológicas, 82,
1998: 191-211.
Fernández, María, '¿Para qué sirven las campañas electorales? Los efectos de la
campaña electoral española de 1993', Instituto Juan March, WP 148/2000.
Volatilidad (Índices de)
Josep Maria Reniu i Vilamala
Universitat de Vic

>>> ficha técnica

RENIU, J.M.: Abstencionismo | Coaliciones electorales | Coaliciones gubernamentales | Coaliciones parlamentarias


Coaliciones políticas | Fragmentación | Procedimiento electoral uniforme (PEU) | Transfuguismo

Los indicadores o índices de volatilidad son una de las herramientas más comúnmente utilizadas en los
estudios electorales, en tanto que son un instrumento útil para formarnos una idea general de los cambios
en el comportamiento electoral producidos entre convocatorias electorales consecutivas.
Son así unos indicadores de la estabilidad o variación del formato del sistema de partidos, a nivel de
agregados, puesto que para su confección se toma en consideración las diferencias porcentuales de los
votos obtenidos por los diferentes partidos entre dos elecciones. Es por esto que no pueden interpretarse
dichos índices como un indicador de cambios individuales de comportamiento, si bien al ser función de las
variaciones en la implantación de los partidos entre elecciones nos puede dar una idea genérica de
importancia de los cambios de comportamiento entre ambas elecciones. Son, a fín de cuentas, indicadores
que como expresión grosso modo del mayor o menor volumen de cambios de comportamiento vienen
siendo utilizados.
1.El índice genérico es la volatilidad neta o total, que es el equivalente a la semisuma de las diferencias en
términos absolutos en el porcentaje de cada partido entre una elección y otra. El resultado ofrece, de
manera aproximada, el porcentaje mínimo necesario de electores que habría cambiado de opción de voto
entre una elección y otra para explicar los cambios producidos en los resultados. Su representación
algebraica sería:
|A1-A2|+|B1-B2|+......|n1-n2|
VT =--------------------------------------------
2
donde A1 sería el porcentaje obtenido por el partido A en la última elección y A2 en porcentaje obtenido en
la elección previa, y así para todos los partidos que hubiesen obtenido votos en cada una de las consultas
electorales. No obstante debemos tener presente que es una medida aproximada, puesto que no tiene en
cuenta ni las variaciones en la tasa de participación, ni los cambios derivados de la incorporación de nuevos
votantes y la desaparición de otros. Una posible forma de suplir dicha carencia es añadir, al cálculo del
índice de volatilidad, la correspondiente variación en el porcentaje registrado por la abstención, a modo de
partido, con lo que se reflejaría en el resultado final los incrementos/decrecimientos de la participación. No
obstante, hemos señalado anteriormente el carácter agregado de esta herramienta, por lo que no puede
utilizarse para la explicación de comportamientos individuales.
De todas formas sí nos permite efectuar una primera aproximación a la realidad de los sistemas de
partidos, en tanto en cuanto que podremos inferir, del índice de volatilidad neta o total, el grado de
solidificación del sistema de partidos objeto de estudio. Así, podemos observar (cuadro 1) como de entre los
países europeos, los mediterráneos (Portugal, España, Italia y Grecia, para el período 1974-1994)
presentan una volatilidad media de casi el doble que el resto de países europeos para el período 1974-
1989. Exceptuando a Italia, los 3 son países de reciente democratización, cuyos sistemas de partidos han
ido solidificándose, factor que explica dichos índices de volatilidad.
Cuadro 1.- Volatilidad electoral media en los países europeos, 1974-1994.
País Media Años
España 16,7 1977-1993
Italia 14,8 1977-1994
Portugal 13,2 1974-1993
Francia 13,0 1978-1988
Grecia 12,4 1974-1993
Noruega 10,8 1977-1989
Dinamarca 9,8 1977-1988
Reino Unido 9,8 1974-1987
Suecia 9,3 1976-1988
Finlandia 9,1 1975-1987
Bélgica 8,7 1977-1987
Holanda 8,3 1977-1989
Irlanda 8,2 1977-1989
Suiza 6,5 1975-1987
R.F. de Alemania 6,2 1976-1987
Austria 4,0 1975-1986
Promedio sur Europa
(1974-1994) 14,1 (25 elecc.)
Promedio resto
(1974-1989) 8,1 (41 elecc.)
Fuente: GUNTHER, Richard y MONTERO, José Ramón: "Los anclajes del partidismo: Un análisis
comparado del comportamiento electoral en cuatro democracias del sur de Europa", en DEL CASTILLO,
Pilar (Ed.) Op. cit., pág. 471.
En este sentido, debemos tener presente que se trata de valores promediados, con la consiguiente
ocultación de datos puntuales que justifican la aseveración anterior. Así, y centrándonos en el caso español
(cuadro 2), podemos ver cómo la volatilidad total (VT) ha ido descendiendo desde el hito que supusieron las
elecciones de 1982. En ellas, la aplastante victoria del P.S.O.E. con el consiguiente vuelco dado al sistema
de partidos hizo que España obtuviera el mayor índice de volatilidad total alcanzado en Europa para el
período reseñado.

Cuadro 2.- Volatilidad electoral en España. (1979-1993)


VT VIB VEB IR
1979-1977 10,8 8,6 2,2 20,4
1982-1979 42,3 35,6 6,7 15,8
1986-1982 11,9 9,5 2,4 20,2
1989-1986 8,9 7,2 1,7 19,1
1993-1989 9,5 7,8 1,7 17,9
Promedio 16,7 13,8 2,9 17,4
Fuente: GUNTHER Y MONTERO, Op. cit. pág. 477.
A este alto índice de volatilidad total alcanzado por España (42,3) en las elecciones de 1982 le sigue, como
vemos en el cuadro, el alcanzado por Italia en las elecciones de 1994 (41,9), en las que se modificó el
sistema electoral dando paso a la II República. La desaparición y aparición de nuevos partidos en la arena
política implica, tal y como se deriva de la fórmula empleada, un incremento significativo de la volatilidad
resultante.
Es, por tanto, una "certificación" de que el formato del sistema de partidos se ha visto modificado por los
cambios operados en el comportamiento del electorado, si bien no debemos olvidar las modificaciones del
número de partidos en liza, cuya repercusión sobre el índice es asímismo significativa. A sensu contrario,
podemos observar cómo, en situaciones de consolidación del sistema de partidos, los índices de volatilidad
permanecen entorno (incluso por debajo) de la media del período (8,1): son los casos de las dos últimas
elecciones generales en España (8,9 y 9,5 respec.); la última portuguesa (9,5 en 1991-1987); el período
1953-1987 en Italia, con un promedio de 6,4 o el período 1981-1990 en Grecia (5,2).
2.Complementario a este índice es el que mide la volatilidad entrebloques (VEB), definida como "la
magnitud del intercambio electoral que atraviesa la línea que divide a los partidos que representan los lados
opuestos de una división (cleavage)". Su cálculo se realiza al igual que la volatilidad total o neta pero, en
lugar de sobre los resultados de los partidos, se halla sobre los resultados conjuntos de los partidos de las
mismas famílias ideológicas.
Observando el caso español (cuadro 2) se deduce, excepto para las elecciones de 1982, que la frontera
ideológica (el cleavage derecha-izquierda) es de difícil franqueo, tendiendo a "endurecerse" mucho más a
partir de las elecciones de 1989 y 1993, con unos índices de 1,7 para ambas. De ello se deriva que la
competencia electoral se realiza dentro de cada família ideológica, con lo que podemos decir que se estaría
produciendo un proceso de concentración bipolar en el sistema de partidos español, con un partido fuerte
en la derecha (P.P.) y otro en la izquierda (P.S.O.E.), aglutinantes de los votos y con posibilidades ambos
de acceder al gobierno.
3.Respecto a la medición de dicha competencia interna usaremos el índice de la volatilidad intrabloques
(VIB), esto es, la volatilidad que se produce exclusivamente en el interior de cada uno de los bloques o
grupos de partidos. Para su cálculo restaremos la volatilidad entrebloques a la votalidad total:
VIB = VT - VEB. Observamos así (cuadro 2) que los índices resultantes señalan una ligera tendencia al alza
en las últimas convocatorias electorales (7,8 [1993] por 7,2 [1989]), aspecto que pone de relieve la
competencia interna en las famílias ideológicas del sistema de partidos español, puesto que ya hemos
constatado la reducida proporción de votos que traspasan la "barrera" del cleavage derecha-izquierda
(VEB).
4.De esta forma, el último índice que tenemos para explicar dichos cambios en el formato del sistema de
partidos es el índice de relieve, cuyo cometido es medir la proporción de la volatilidad total o neta que es
explicada por la volatilidad entrebloques. Su cálculo se obtiene multiplicando por cien el cociente de la
división entre la volatilidad entre bloques y la total: IR = (VEB/VT) x 100.
Aplicando este índice al caso español (cuadro 2) constatamos una vez más que los votantes españoles se
muestran reacios a dar su voto a partidos de fuera de su bloque preferido, por lo que, una vez más
observamos que la competencia se halla delimitada dentro de los bloques o famílias ideológicas.
En resumen, los índices de volatilidad nos permiten tener una primera aproximación a la geografía de los
cambios producidos en el formato del sistema de partidos, si bien dicha visión podría calificarse de "a vista
de pájaro". No obstante, su interés y utilidad quedan de manifiesto en tanto en cuanto que nos ilustran
acerca de los caminos por los que discurre la competencia electoral, puesto que los índices de VEB y VIB
nos marcarán las vías por las que nuestro análisis debe encauzarse. A fín de cuentas, todo parece indicar
que los sistemas de partidos necesitan de una media de 15 años para su consolidación, lo que explicaría los
índices de volatilidad registrados en España desde la reciente reintroducción de la democracia y, por ende,
del sistema de partidos.
COMPORTAMIENTO ELECTORAL MUNICIPAL ESPAÑOL, 1979-1995
Irene Delgado Sotillos (Ed. Centro Investigaciones Sociológicas)
Precio:11,56 €
ISBN: 84-7476-241-3.
368 p. ; 21x14 cm. (03/1997).

Este libro analiza el comportamiento electoral municipal de los españoles desde


las primeras elecciones municipales del período democrático, las de 1979,
hasta las recientes elecciones municipales de 1995. Partiendo de un marco
teórico difuso, dada la escasez de análisis electorales locales en España y fuera
de nuestras fronteras, afronta las convocatorias municipales tomando como
referencia el comportamiento electoral en las elecciones legislativas. La
creciente nacionalización y politización de las elecciones municipales es uno de
los elementos que obligan a precisar con detenimiento cuál es el carácter y la
naturaleza que guía a estos comicios. Con datos agregados y de encuestas se
determinan tres ejes analíticos diferenciados: la participación electoral en la
arena municipal; la influencia de la sistemática electoral en la configuración de
la dinámica partidista; y los actores políticos que participan en la competición
electoral municipal. La creciente importancia que han ido adquiriendo este tipo
de elecciones subnacionales en el escenario político ha sido ampliamente
destacado y reconocido. Su influencia en la dinámica política nacional les ha
conferido cierto carácter de predicción sobre una convocatoria nacional,
además de convertirlas en un "barómetro" de la situación política nacional. Sin
embargo, las elecciones municipales tienen un objetivo muy distinto a éste.
Han de proveer de legitimidad a un órgano de gobierno específico y han de
articular unas demandas específicas de un ámbito político subnacional. Esta
investigación intenta, en definitiva, contrastar estos dos planteamientos, la
nacionalización y el localismo del ámbito municipal, para tratar de buscar el
significado propio que rige estos comicios. El libro pone de manifiesto la gran
complejidad y pluralidad de significados de las conductas en las elecciones
municipales. La diversidad local a la que nos hemos enfrentado tiene
consecuencias muy amplias. El elevado número de municipios que configuran
el mapa territorial municipal -más de 8.000- ha jugado en detrimento de
unificar criterios de actuación. La variable discriminante de tamaño de
población ha sido, en este caso, la que ha guiado nuestros pasos, para
descubrir que multitud de comportamientos están influidos directamente por el
ámbito territorial en el que el ciudadano se mueve. De ahí que podamos
distinguir un voto rural y un voto urbano con importantes consecuencias para
la esfera nacional y para orientar las estrategias de los partidos políticos.

También podría gustarte