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DEL CIELO NOTA Igual que el tratado De 1a generacién y corrupeion, ef tratado Del cielo es un Complemento de ta Fisica, dedicado a es. tudiar un aspecto determinado de los se- res fisicos. Et tratado Del cielo es una verdadera cosmologia, es decir, un estu- dio de las ittmas cousas del’ universo, ¢onsiderado como un todo. Solo que en él, al nivel de una filosofia segunda, es- tas wltimas causas son solo relatinamente 1iltimas, y se ega tan. solo al primer mo- tor de tina manera indirecta y como com- plemento necesario de las causas ante- Fores a el . Segiin la sistematizacion de Aristételes, este tratado ocupa asi el lugar inme: diato a la Fisica. ‘pire eel0—ourands—tene en Ia filosofia griega un sentido, Se en- lende por éf la esjera eatrema que cir. cunda el Universo entero, Otra acepein de le misma palabra abarca ta region que hay entre ta esfera extrema y Ia Luna. Una ultima acepeién, finalmente, significa el Universo considerado como ‘un todo. La uranologia de Aristételes es- tudia, todas tas partes basicas que com- ‘prende et Universo entero. Los Ubros pri- mero y segundo, que ocupan tas dos ter- ceras ‘partes det tratado entero, se re- fieren a las regiones primera y segunda del_Universo que, en contraste con el ‘mundo sublunar, estén constituidas. por un quinto elemento divino e imperecede- 70, el eter. Los libros tercero y cuarto es- tudian, uego et mundo sublunar, consi- derando su constitucién a partir de 10s ‘ya conocidos cuatro elementos que com- Ponen ia tierra y la atmésfera. La concepeiin fundamental de 1a cos- mologia de. Aristoteles se podria esque- ‘matizar brevemente asi (1uego expondre- ‘mos ‘el orden 'y contenido particular de dos diversos libros): anssroreies,—23 PREVIA £1 Universo es es{érico, La cireunferen- cia extrema es 1a. tsfora de las estrelias fies y ta Tierra es €1 centro, Entre am bas hay otras varias esferas, de distintas especies de cuerpos. Desde’ la etreunje- rene enema Raa oh cnt, sou os se escaionan en esjeras, cuyo. grado Ge alvinidad es decresiente. Como es de- creciente su grado de permanencia, de forma, y de josesion de toe demas Gtr butos que Aflstteles airibuye a 1a. rus. tancia‘en ef aspecto de su dignidad, con- cepto de valor que no es ojeno @ ld flo. Sofia det ‘xtagtrita. ‘ia esjera extrema y las estrellas que eli’ conticne no se companen de Tusgo, fino de éler—un quinto lemento—en si forma nas pura, Este elemento se distin- Guede log” demas por st" movimiento Gireular, ‘Precisamente’ por ser” circular cae movimiento puede "er eterno. Lot otros, en camino, son perecederos._Ade~ smds,'ta sustancia de este quinto elemen- {0'tto tiene ‘ningin contrario, por quien Su actividad "pudiera ser destrusda. EL Univers6, al ser esferteo, e9 jtntio. Un cuerpo ingintto'es jundamentaimente una irpostoiidad, Porque todo cuerpo Supone una perfects delimitacion ens ings dimensiones, Nusséro mando condte~ ne trdon fog Cuerpos eaistentes y no eais- ten varios mundos, Fuera de muestra es: fora'no hay cuerpo, figar, vazio nt tem bo. Por es0 todo to que existe fuera de 21 debe ser incorpéred y de und natura teca ding, eterna y petfecta ‘En ta esfera, en 2onas concéntricas in- Jeriores, se hattan Yas Groitas de tos pla- fetes, nas dentro de Tas otras, tndlut os aud et sol'y Ta Luna Bt numero de {as esferas ‘controfa et Ode cada planeta, Esas esferas, introducidas para explicar las modificaciones y Fontes treguiaridades en tas fases' 22 tos 706 planetas, no giran alrededor de los mis- | ‘mos polos, nt en una misma direceion, j,!aripoce en ta misma en gue se mucne la esjera de las estrellas ftjas. Las esje- ras planetarias $e componen’ asimismo Gel uinto elemento, pero contaminado en su pureed segin su grado de prozi- midad ala Tierra ‘Las estrellas y los planetas permanecen fijos cn un pinto determiado de sus esferas y se mueven circularmente por 1a | rotacion de ‘toda ta esjera, No se. mue- ver por si mismos, sino por las almas de las esferas 0 por poseer motores in- moviles, segtin la ditima revision de la leoria. ‘Al no ser ellos concebidos como cons- tituidos por juego, a ja manera de las primitives cosmogenias, hay que recurrir @ una explicacton nueva dela Tu2 y el Calor que ellos emiten. Ello ve deve @ la Iriccién productda. por su contacto con el aire 0 ef fuego, ‘mientras ellos giran ens esferas —_ 1808, Cuerpos son ellos mismos de for- ‘ma esférica, . A continuacién de las esferas de éter vienen las regiones sublunares de 108 ele- mentos injeriores. Estos elementos son cuatro: dos extremos, el fuego y la tie- rra, y dos intermedios, el aire y ogre. La@ esencial y definitica propiedad de cada uno es la posesién de una fuente in- herente de movimiento, o bien de una tendencia natural a una determinada di- reccicn, lo cual, a su vez, depende de la posesion de wn’ lugar natural en el Unt- perso, hacia el que ta naturalesa de cada uno te tmpele ‘constantemente. Cuando uno de estos elementos Tlega a su lugar, la misma naturaiesa que causs su movt- miento es {a causa de su reposo, Su movi- ‘miento natural es ademds rectilineo. E3- Ya doctrina aporta asi una verdadera er- plicacién de la pesantez y Ia ligereza de {as cosas. EI peso es 1a'tendencia mo- inte natural hacia et centro; ligere:a, 1a tendencia motriz hacia la esfera extre- ma, o desde el centro De esta manera, el juego tiende y permanece en Ia cir- cunferencia, la tierra en el centro, el aire en ia region inmediata al fuego y el agua en la tierra, El fuego es absolutamente ligero y la dierrd abeolutamence pesada. El aire y el agua tenen 1m peso y nd Yigereza tan solo relativor. | 1 El movimiento de un elemento hacia su lugar natural puede expresarse en tér- ARISTOTELES.—OBRAS. minos que muestren que ello es solamen- te un caso particular de ta formula més amplia det "movimiento; es decir, como 1a" actuatizacion ‘de una ‘potencia 0” el estado final de un proceso de 1a materia @ ta plenitud de ia forma, Soio en su lugar naturat es plenamente actual wn elemento, ‘Ninguno de tos cuatro elementos, con- siderano como tal elemento, es eterno. Unos son engendrados a partir de 10s otros, y unos son modisicados por la ac- Cién de los otros, Esto, logicamente, 1 plica en todos eltos una materia comin. El Universo, Como un todo, ¢8, en cam: bio, ingenerado € indestructibie. Finalmente, la Tierra esta situada en el centro de todo el sistema cosmico, y su estado ‘propio es el de repos, Es 5- férica, y su masa, retativamente a la de las estrellas, no és grande. En su ideologia, ef tratado Del cielo plantea aigunas dificultades y discrepan- Clas serias respecto del resto del pensa- ‘miento aristotélico, La primera de estas Cuestiones es 1a de saber si la creencia en un motor primero, inmovil e incor- ‘poreo, se hallaba desde el comienzo en la feoria aristotélica del movimiento y, St no, en qué punto de sus escritos se in- iroduce. La Segunda es 1a de si ti doc- trina del ‘movimiento natural explicado en este tratado, se superpuso a la creen- cla de Aristoteles en la vitalidad de ta sustancia, hasta el punto de que, duran- te un tiempo legara el autor a explicar el movimiento de las esferas de una ma- nera puramente mecanicista, Por Ic que se refiere a la primera de estas cuestiones, hay que pensar to si- guiente, de acuerdo con. el pensamiento més genuino del Estagirita. BI automovi- miento es imposible. Pormie movimiento es actualteacion de\ una potencia. ¥ et agente debe estar en acto, es decir, debe estar 2n el estado a owe tiende la poten- Gia que cambia o se mueve, ¥ un mismo Ser no puede estar ala vez en potencia y en acto respecto de lo mismo. Por otra parte, la serie infinita es inadmisible y no etplica nada. Ademds, un ser naturat tiene una causa interna ‘de movimiento ¥,, puesto que el movimiento que se da en un ser puede ser natural y Gntinatural, hay que conciuir que, si un. movimiento es contrario @ naturaleza, el contrario @ gate debe ser conforme a su natu raleza. DEL CTELO.—NOTA PREVIA Son tres tas posibles causas det movi- | miento. Una es'ta naturalese, entendida Como use principio intrineeco'a tos seres Otra vs ta de un motor eatrinseco, que eneryeiice la. naturatega, “ba tercefa es tina Juerza externa que domina ta nat ralesd ia fuerza'a un movimiento ante hafurai, Estas tres causas. son coherent {5 con ne teorla del movimento, como {a'enpueste por aristoteles. De cara a et teorte ae ta materia y ta forma, del acto 1.ta potencia aaguiere alo ploka const encia, ya que el agente deve poseer la actuatidad Que indice. Asi, 1a fuersa in= frinseca det movimiento nadwral no que. da" amuieda por el motor eterno, Sino Stbordinada "ct Com eo, el tratado Del cielo parece si- lenctar et’ motor trascendene ¢ inmovil Tneluso ‘parece sugerir que, Aristoceles piensa en el cielo extrem como primer Ser. quien ‘con st Tolacton ‘autocuusada es rétponsable del’ movimiento de. cada tuna de\tas cosas en et Universo. Sinem: bargo, esta vision es aun. perfectemente Conetlabe con ta nocion d& aie motor sie perior e inmovil,sopre todo habia Cush fede que Aristételes concibe ta accion an at bien al chem supetor e ma bien 4/'al ejemplar superior Ge {odo bien y do todo ser “PO El Del clelo etiming et contraste entre los movimientos."reetifineos de. 108" ele- rmentos’sublunares-movimientos que. se Consideraban naturalesy fa. rovacion Circular ‘del eter ~considetada. como, v0- tuntarta-s, poniendo ta ultima en ta tinea de os priteros al aftrmar que ta mocion Ghrewar era’ no" menos natural que ta reettinea, sin embargo, no llega on este tratado @ conciuir la mpovitaidad deta ‘utomoctén, ni llega tampoco al concept det primer’ motor inmovd. ‘Con eso Te- Suled faci! ver como las alas de tos cuer- os celestes, considerados como, fuente de sy, movimiento, estumieron temporal. mente en una posteion ambiguae sais Jactoria, fen cuanto a la segunda de jas cuestio- nes, es dificl dilucldar timplamente ta Posicion ‘de Aristoteles” En eonjunto, Ta osicion suyia en ate iratado parece re- Presentar una. jase cain no. plenamente Pvotucionada desu pensamicnto cosmo. togieo 0 fistoo. Quted su actitud sea aqui nds preéiva que exclusiva, supuesto que ambdy teorias, fa de los Tugares natura. tee y ta de ta vitatidad deta sustencia, 101 no parecen adsolutamente inconcii es 1 contenido det tratado Del cielo, se- arin et orden expositieo de sus capitulos 8s el siguiente: ‘1 objeto de la cienoia fisica es la sus. tancia. material” o cuerpo, El cuerpo es luna extension en tres dimensiones. ES tina, magnitud completa. Es un continuo jen las tres dimensiones, divisible en to- das ellas hasta el infinito, De ello se deduse que todo cuerpo es geométrica- mente perfecto 0 completo, Sin emar- 90, tan solo et Universo como un todo Piiede ltamarse completo perfecto: tos Cuerpos son partes de él. Eso es el capi {alo aet primer. tibro. El capitulo 2 se dedica a demostrar que 1a sustancia componente del cielo es {in quinto elemento, Los elementos sor todos cuerpos naturales simples, que tie- nen en si un principio de movimiento. Al ser ellos simples, sus movimientos nat turales son simples. De.una manera ge- neral, ios movemientos ‘simples son el rectilineo y el circular. Y todo movimien- to simples movimiento de’ un cuerpo simple Demuestra a continuacién que la sus- tancia del quinio elemento es anterior fn maturaieaa a deo Guatro ele. ‘mentos. sublunates” y mas que ellos. Porque también entre las ineas simples solo la circular es completa o perfecta y anterior en naturaleza a las Feclltineas. ‘Las prusbas que confirman |esta afirmacion ‘entazan. con otra serie de pruebas supletorias sobre Ia existen- cia ‘del quinto elemento. ‘probada {a existeneia de este nuevo ele- | mento divin, el capitulo 9 ‘atudia tas propielades nds importantes del qui |slemento; 1 her. No es Hoero mi pesado, jereea y pesanter tmptican ta Pxistencia de un! movimiento rectilineo relacionado con un centro y una perife- ria, Es ingenerable e indestructible, por- que no tiene opuestos, como no 108 tie Re tampoco su, movimiento natural. No puede crecer, disminuir, sufrit alteracion, etectera...¥.’ finalmende, no Ray otros euerpos simples que los Cuairo elementos Sublinares y ef éler, porque tampoco hoy Sirosmovehientossbrbes. El capitulo 4 a dirigido a demostrar la idea base de la ingenerabilidad e in- destructibilidad del quinto elemento: que a nto—el” eircular—no tiene 708 opuestos. ¥ 10 prueba diciendo que et movimiento cirettar, euatguiera Sea. fa Gireooién en ‘que se’ considere, es stem pre un movimiento de @ 8. Considerada ya. ta sustancia constitu. tina del primer cielo, estudia: ya el capt- tuto “5. las "earactertstions det ‘mismo cielo, ¥ comlenza por demostrarnos que ho existe an cueryo infinito, Lo prusba primero. porque ef quinto elemento. no Puede ser infinilo, yu que se mucve To- Extoriamente’ y ningun’ cuerpo ‘nfinito puede moverse ast. Luego, ef capitulo ¢ hos prueba que tampoco los off0s cua fo Blement& pueden ser infinitos. , Fnatmente, dean modo general, et ca: do 7 og ace demlasira que ik Puerpo infintta ex una’ impos! una ‘contradicelén, y ‘4st pasomos a estudiar otra cuestion en‘et copituto #: la umicidad. det mun- 2. ‘Las pruebas de la wnicwtad se ex- Hlenden Rasta et capitulo 2, mientras que fog tres altimoy capttulos’ del 10 a! 12, estén dedicados @ 1a cuestién de ta inge neracion @ indestructibiidad det Mundo 0 Universo como tal. El ibro segundo esté destinado a es- tudiar la region intermedia entre la es- fera extrema del primer cielo y la region de los cuerpos sublunares. Comienza, por fular las. conclu- siones a que ha Wegado en el bro ante- rior—capltulo 1—. Et primer cielo, al Ser perfecto y eterno, "0 ‘puede impli. car esfuerzo dlyuno, Et capitulo 2 estu- dia la posibilidad de lugares diferencia- dos en el primer cielo. En él no hay arri- ba ni abajo, derecha ni izquierda. EL capitulo 3 de este segundo libro afronta otra cuestion dificil: el por qué tos pla- netas, el Sol y la Luna, tlenen movimien- ios cireulares distintos de 1a rotacién de 1a esfera de las estrelias jifas. Dice, ade- més, que si Ray un cuerpo en roeacion, debe asimismo de haber un centro, Este centro es la. Tierra. La ezistencia de la Tierra implica, a su vez, la de su con- trario, et fuego. Y tambien Ia de tos demas elementos intermedios. ¥ 1a exis- tencia, “de los cuatro elementos con- leva :a necesidad del cambio, de ta ge- junto te Yucs quede ser ‘elernd, al no te ellos ser eterno, al no Ser circular su movimiento. Volviendo al tema de las variantes en los movimien- tos circulares de las esferas de la segun- ARISTOTELES.—OBRAS |da. region del cielo, recurre a ta experien« cia, como consirmacion de que hay cam- bios que. se depen a 10s movimientos 70- tatorios secundartos, Con esto se demues- tra la necesidad de la existencia de los ‘movimientos planetartos. El capitulo 4 estudia ia figura det cie~ \to. Esa’ figura debe ser recesariamente la esférica, Porque el cielo es el primero de Hos cuerpos y Ja esjera et brimero de tos s6lidos 0 cuerpos de tres dimen- siones, La esfera es el primer sdlido por- oe esta rodeada por una sola superficie. 10. simple es stempre anterior a. lo compuesto, Et tltimo de log argumentos se basa en la experiencia, Vemoo la es fericidad de ia tierra, del t, etc, Ca~ da elemento esta en contacto con su in- ‘mediato superior, sin vacio alguno, Luego... luego, en los capitulos 5 y 6, problemas relacionadas con tas rotacio- nes celestes. Son esas uniformes, espe- |clamente en ia esjera de las estreltas Ji. jas, y tienen un sentido determinado, ‘Gqué_no es. arbitrario. De qué se componen Jas estrellas? Coherentemente, las estrelias se compo nen del qujnto élemento en que se mie~ ven, no de fuego. Pero {como explicar en- tonces su emision de luz y aun de calor, como en el caso del sol?” Senciltamente. la ignicién del aire esta debajo le ellas, ignicion caus por la fric- Gion. de su movimiento rotalorlo, Ese es et capitulo 7. El capitulo 8 nos explica cémo el mo- vimiento de las estrellas no es autocau- sado, sino debido a su posicién en un punto ji70, det clelo en. rotacion. Dedica luego el capitulo 9 a licar y @ rebatir la teoria pitagorica de la ar~ mnonia de las esferas. Esta vision armo- nica de la cosmologia parte de_dos su- Puestos: Ia necesidad de que todo mor miento vaya acompantado de sonido. y una correspondencia ‘matemdtica entre log intervalos de tas esferas y 10s inter- alos musicales de la octave, Aristételes basa su refutacion en que estos supuestos son jalsos Los capitulos 10, 11 y 12 estén dedi- cados, respectivamente, a la cuestion de Tas posiciones de las estrellas, a 1a esfe- ricidad de las mismas—porque la figura esférica es la mds apta para acomodarse @ der movimiento—y a la solucién de diftcultades, DEL CIELO.—NOTA PREVIA Finalmente, el capitulo 13 va destina- do avin Tierfa, a su situacton y figura, @ explicar por’ qué esié en repos0, etc. Comiensa gor 1a critica de ‘las’ teortas anteriores. Luego, la cuestion del Teposo Se teva a la det por que los elementos tie- nen movimientos naturales, y con ello se explana esta iitima teorta’ Y‘asi, el ca- pilulo 14 solo nos Tecapitula ya conctu- Stones Sobre la Tierra En ol libro tercero, estudiados ya los cuerpos celestes, con iuna. sola dertoacicn @ Ia Tierra, como una necesaria impit- Cacién de los movimientos rotatorios, considera Aristoteles 10s cuatro cuerpos Sublunares. "El tratado de los cuerpos sublunares implica el de la generacton y corrupeion. ‘Aristoteles resume unas notas previas a ta “generacion, recapitulando ' sistemas anteriores y sometigndolos a critica. ES el cometiao det capitulo 1 : EL capitulo 2 comienza por definir que todos 10s elementos tienen un movimien- to natural. Que todos los elementos tie- nen, ademés, pesantes 0 ligereza, Define luego la” naturaleza y la fuerza como causas motrices. Y acaba por sentar su principio de que es imposible 1a gene- Facion ex. nihilo, El capitulo 3. se centra exclusivamente @ ia cuestion de qué es un elemento, de Por que debe haber elementos, hattando fa causa de lo uittmo en Ia existencia stmulténea de ‘movimientos simples. En el capitulo siguiente recapitula y refuta todas las teorlas antiguas que abo- Garon por una infinitud en el nimero de {os elementos, Expone y rebate asi las teorlas de Anazdgoras, Leucippo, Demo- eritoy 10s atomistas, Pero, al mismo tiempo, es necesario que haya més de un solo elemento. El Capitwlo 5 se dedica, pues, al estudio y Tefutacion de las teorlas monisticas. ‘Esto supuesto, los elementos no’ son eternos. Al contrario, son generados 103 unos @ partir de 10s otros. Capitulo 6. gcomo tiene lugar esta genieracion? ES. fo, junto con la critica de las teorias an- tiglas sobre el particular, ocupa el capi filo 7. Esta critica, centrada ua en el platonismo, se continua en el capitulo 8. El Itbro cuarto esté dedicado en su mayor, parte al estudio de un fenome- no intimamente ligado en sus razones tl- 709 timas at del movimiento natural de los cuerpos: et de la pesantez y la lige rea. El capituo 1 esboea y justifica las de- finiciones de pesado y'ligero. Hay serves absolutamente pesados elementos que fol lo Son. relativamente.. Siempre’ la pesantes u Ia ligereza se dejinen como lina tendencia motrig natural hacia el centro 0 desde el centro. ‘Sentadas las definiciones, Aristételes enjuicia en et siguiente cayxtulo tos puntos de vista de los sistemas y filo Sofias anteriores. Con ‘eso queda nuevamente en claro ~capitito que pesantez y ligeresa de- en ser definidas como tendenclas, mo- trices como potencialidades. sa ‘misma pesantes o ligereza—capt- tulo 4 "determina en ios cuatro elemen- ios’ una serie de propiedades distinttoas. El fuego es absolutamente ligero, asi 00. mo ta terra. es absolutamente ‘pesada. EL aire y el agua, en. cambio, ton rela: ttoamende ‘igeros 0. pesados. Tagicamente, 12 tndergencrabitidad mu- tua de los elementos sublunares creaba un problema tmplicito: el de la. mate- Ta que subyacia a esos cuatro elemen- tos, “aristotetes estudia en ef capitulo’ 5 "as diferencias ‘distinttoas de la mate- tla de’ 10s cuatro elementos sublunares. En un sentido hay que entender que hay cuatro variedades de materia, subyacente, ‘puesto que cada no de los elementos re- Present tna potencialidad diversa, Pero, mismo tiempo, hay que conctuir que deve subyacer' a todos ellos und. sola y unica materia comin, pues, deo con. |brarto, no serian posibies las transforma. |ciones mutuas de tos elementos entre | "Finalmente, el capitulo 6 trata” w |cuestion marginal, casi a manera de es- Colio, 9 es la parte que tiene ta figura [0° forma en los movimientos. dé Tos | Cuerpos, (“Ast acaba et tratado Del cielo. i Para determinar su cronologia exac- ta a partir de las ideas que presenta, 0 al menos una cronologia relativa a ias dems obras (1), quizd 10 més tmportan- te sean las cuestiones que hemos ya ex puesto del olvido o pretericion del pri- ‘mer motor 0 aun quizd su coincidencia (1) _Recuérdese to que se dice en Ta Introduc- ‘ida’ genera, 11, 30, no con el primer cielo—aungue se hable de algo externo a la primera esfera, necesa- Tiamente incorporeo, eterno y perfecto—, y la cuestin de la sustancia y los movi mientos naturales de los cuerpos elemen- tales. Froduce a veces ta impresién de un. retroceso ideativo, si nos esforzamos por considerar este tratado posterior a Ta Fisica, Quizd fuera mas 0 menos si- multaneado, ‘aunque sistemdticamente deda considerarse posterior, Sin duda de- bio de ser anterior a la mayoria de la Metafisica. De todas maneras es un pro- blema critico de quizd no facil solucton. ARISTOTELES —OBRAS 268 8 | {nds tmagnitudes son divisibles In una en tha. Sol dimension "Ia. otra” en" dos, Dues igual que se haulan en°el orden del fiumero, dela misma’tnamtera, son par tieipes eta division: y de ia continue 268 269 a DEL ClELO.—LiB. 1 —caP, 2 m dad; una, en efecto, es continua respec- | blemas de las partes de él segun sus es- fo de una dimension o sentido; otra, |pecies, tomando pie de lo dicho (). respecto de dos, y la otra lo es en todos |" Decimos que todos los cuerpos natu los, sentidos y absolutamente (1 vales.y todas las magnitudes son por si Por tanto, las magnitudes que son di- movilés, en el orden del. lugar, pues visibles, esas misinas son tainbién con- |sostenemos que In naturaleza es en ellos Ynuas.” Pero que todas las "magnitudes [un principio intrinseco. del. movimiento. continuas sean también divisibles, toda- Ahora ‘bien? todo movimiento local, ai Via no resulta con evidencia de to que gue solemos Jamar trasiacién, es o bien hemos dicho, Pero una cosa queda, si,en recto, o circular, 0 mixto y compuesto claro, v-es que la transicion de una miag- |de ambos, EN efecto, movimientos de nitud w otra no pertenece a otro génevo |Lraslacién’ simples solo son posibles es- hn} supone un cambio de genero. por tos dos, va que también son estas las ejemp!s, de la longitud a fa superficie, ‘unicas "magnitudes simples, la recta y de la superficie al cuerpo. En efecto, esta |la circular. Bl movimiento de trasiacion tal maghitud en transicion sin duda no ‘circular es el que tiene efecto en torno es perfecta, pues es preciso que la tran- a un punto medio, es recto, en cambio, Siclon se haga apoyada en la deficien- aguel ‘por quien se va hacia arriba o ia; pero lo perfecto no puede tener una hacia abajo, Y de entre estos dos mo deticncia, pes es perteeto en todos tos |vimentcs, liamo “hacia arriba ‘al que Sentidas, Asi, pues, todos los cuerpos que parte del centro, y hacia abajo al que va Feolben la forma de una parte, cada uno hacia 1 centro es lo que Je corresponde segtin su o- | Por tanto, ius traslaciones simples ‘ion, ya. que todas las partes conservan y ‘son: una que. procede del punto medlo, {ienén ‘si dimensin 0 sus dimensiones. otra que se dirige hacia el punto medio, ‘Ahora bien: en 10 que esta ercano esto otra alrededor del punto medio, y estO se determina por et tacto, por lo cual necesarlamente, Esto es una consecuen- Gada uno de las cuerpos e% a la vez va- |cla logica de Jo que hemos dicho al co Has cosas. Mientras que el mismo todo ,mienzo: el cuerpo, en efecto, consta de de quien estas son partes es necesario|tres dimensiones y también’ su propio que sea perfecto, y debe serlo en todas | movimiento. sls partes y- absolutamente, como” su |" Ahora bien: supuesto que los cuerpos mismo nombre daa entender, y no serl0 son unos. simples’ otros compuestos. de en parte y en parte no serl. \estos simples—y llamo simples a los que Uenen un principio de movimiento con- forme ala naturaleza, como, por ejem- plo, el fuego, la. tierra, sus’ especies y fas’ cosas que tienen un parentesco eon CAPITULO 2 LA SUSTANCIA DEL CIELO CONSTITUYE UN QUINTO BLEMENTO, DIVERSO DE LOS (QUE CONSTITUYEN BL MUNDO SUBLUNAR PRIMERAS PROPIEDADES DE ESTA QUINTA ‘SUSTANCIA © BLEMENTO Es preciso que consideremos ahora la naturaleza del mismo Universo, tanto si es infinito en magnitud como si es fi- nito. Pero primero convendra que ha- age es una alusién o reminiscencia ela teorla.pitagoriea que Identifieaba Tas aie fensiones ‘con los nlimeros. “Asi el punto era ‘fual a) ‘la tinea, a, etc. Por tanto, si el punto es indivisible, linea debe ser el primer timero. divisible. ¥n cierto sentido. ce. tambie primer numero, porque la monada esta Tue jefia serie de os numeres, como. prineipro de 040. ellas—; es también ‘necesario que ‘los movimientos sean unas simples ¥ otTos mixtos; es decir, de alguna manera com- Duestos de estos’ simples, ¥ es necesario \que los movimientos de los cuerpos sim- |Bles sean simples y que los de los cuer- os. compuestos. sean’ mixtos, v que los Seres compuestos. se muevan’ por'el im. ulso del ‘elemento. que en ellos predo- (2) Bs decir, tos elementos, que son tas par- tes inmediatas de! todo, siendo las demas pare {es de"ias partes. Los elementos son tamblen oe géneros ‘upremoa o wltimas distinciones de M2 cosa, entre los cuerpos. (3) Ai‘habiar e_seuerpos que _contienen en si el principie del movimiento, por propia nati Falezay, Aristoteies no piensa eh el sentido am: pllo que a esta terminoiogia ha dado en Fisica, Ur,"donde et término incluye tas plantas." 1os m2 Por consiguiente, si en Ja naturaleza de las cosas el movimiento es simple, si el movimiento de rotacién es simple, si_un cuerpo simple posee un movimiento simple y el movimiento simple corres- ponde a un cuerpo simple—ya que si pertenece @ un cuerpo compuesto le co- tresponde con todo, gracias al elemento simple que en el compuesto predomina—, es necesario que sea de alguna manera un cuerpo simple el que sea apto para ser moyido por su propia naturaleza en un, movimiento circular 0 de rotacion. Puede, en efecto, ocurrir que cualquier cosa sea movida con este movimiento, que corresponde a un cuerpo distinto, por la violencia; pero no es posible que ello tenga lugar’de manera natural si a cada cuerpo simple le corresponde por naturaleza un solo movimiento deter- minado. Por otra parte, si este movi- miento, que es marginal a la naturaleza, es contrario al movimiento natural del cuerpo, y ‘un contrarlo se opone a un solo contrario, es necesario que, supues- to que la rotacién es un movimiento simple, si no est4 en el cuerpo que se mueve segin la naturaleza, esté en él contra 1a naturaleza (1). Por tanto, si este-cuerpo en rotacion €s, por ejemplo, el_fuego—cuerpo, decimos, en rotacién por violencia—, o bien algiin cuerpo and 1ogo, :U movimiento natural propio sera contrario a la rotacién, Ahora bien: un contrario se opone a un solo contrario, animales, sino en el sentido mAs estricto de Solos. es elementos. Hablando estrictamente, ues, solo eston pueden ser lamados poseedore Ge Un principio ‘de movimiento natural, mien- viene determinada por inseco a ellos, el ae una compllcada estructura, Probablemente simplicio tenia razon al decir ‘que la frase ecuerpos complestoss dice siempre Feferencia. en esta forma de expresién, alos lementes populares. ¢ agua, la tierra, ete como ellos aparecen a los sentides, Nosetros £0 ee vemos munca en. su. forma. perfectamente Dura, pero cada uno de ellos se conforma. a las Ioclates naturales de ios elementos pures, por ue cate prevalece suftcientemente en el” com- Puesto para gobernar la diteecion del todo. (i) Esta observaclon es. nesesatia, porgue, si ei'movimiento elteular fuera compliesto, nose podria aplicar et axtoma de que «a una conn 1e Eorrespande ua eontrarios. ‘Un movimiento eom- puesto no podria ser, en manera. alguna, na- ‘sino tan solo, como dlee Simplicio, «no ‘ge acuerdo con eu, naturaiena ‘rinelpio v= ‘2 su ven, depende ARISTOTELES.—oBaAS 269 8/269 b y 10s movimientos por los que los cuer- pos tienden o se dirigen a las partes de arriba y a las partes de abajo son con- trarios entre sf, Luego si hay un cuerpo cualquiera distinto que es movido orbi. talmente contra su naturaleza, tendré él segan. su naturaleza un movimiento cualquiera distinto. Pero eso es impo- sible, oves si este contrario fuera el mo- vimiento que leva las cosas hacia arri- ba, el cuerpo sera el fuego o el aire; si,’ por el contrario, es el movimiento que los lleva hacia abajo, sera la tierra el agua. Ahora bien: es igualmente necesario ue este movimiento de traslacion sea el primero; lo perfecto, en efecto, es anterior alo imperfecto por naturale- za, y el circulo es una de estas cosas perfectas, mientras que linea recta no hhay ninguna perfecta,, ‘no lo es. en efec- to, 1a Umea recta infinite, pues de ser perfecta tendria término y fin; ni lo os tampoco ninguna de las Iineas’rectas f\- nites, ya que fuera de todas ellas hay algo que es posible afiadir cualquiera de ellas a manera de incremento. De ma- nera que si un movimiento que posee una prioridad es propio de un cuerpo que posea naturalmente asimismo una | prioridad, y por otra parte la rotacién anterior ‘al movimiento en linea recta, ~ el mismo movimiento recto es: propio de guerpos simples el fuego, en efecto, se dirige a los fugares altos con un mo- |vimienfo en linea recta y con el mismo Movimento tienden a los lugares bajos y fl centro los cuerpos terrestres—, es ne- cesario que también 1a rotacién ‘sea un movimiento propio de cualquier cuerpo simple, pues dijimos que la traslacion de jos cuerpas mixtos tenia lugar por el impulso de aquel cuerpo simple que tic- ine mas fuerza y predominio en la mezcla, Por Jo dicho résulta evidente que exis- te naturalmente alguna otra, sustancia corporal fuera y ademas de las restan- tes. constituciones corporales que exis- ten agit, 1a cual sustancia es mas divina que todas estas y anterior a elias. ‘Adeinis, si todo movimiento es 0 bien conforme’a la naturaleza.o contrario 8 ella, y's: el movimiento que en un ser es |contrario a la naturaleza es en otro ser conforme a ella—comb ccurre en’ estos movirmentos que evan hacia arriba 0 hacia abajo, pues un mismo movimiento referido al fuego y a la tierra es contra- 269 b/270 a rio @ la naturaleza o conforme a ella, Tespectivamente—, también la rotacién, supuesto que respecto de estos cuerpos es un movimiento contrario a la natura- leza, debe necesariamente corresponder a algin otro cuespo segiin 1a naturaleza. Mas ain: ‘si la rotacién corresponde a algun cuerpo segin la naturaleza, es evidente que existe algun cuerpo sim: ple y anterior que se mueve as{ por su propia naturaleza, de la misma manera que naturalmente’el fuego va hacia arri- ba y la tierra va hacia abajo. Ahora Bien: si los cuerpos que se mueven en torno al centro se mueven en contra de su naturaleza, resulta muy digno de ad. miracién e incluso contrario & le légica que de entre los movimientos que estén en los cuerpos de manera contraria a su naturaleza este solo sea continuo y per- petuo, ya que en los demas cuerpos la ex- periencia nos ensefia que al existir un Movimiento contra la naturaleza, rapida- mente se consumen y perecen, De mi era que si segin el parecer de algunos fuera el fuego lo que se mueve en tote- elon, este movimiento no es menos con- trarlo a su naturaleza que el movimiento que lo lleva hacia abajo, pues la misma experiencia nos ensefa que el movi. miento del fuego es el gue, partiendo del centro, tiende a subir hacia arriba en linea recta, ‘Asi, pues, de estas razones que he- mos ‘expuesto podria alguien venir a creer que existe algin otfo cuerpo, ade- més de los cuerpos que existen aqui y a nuestro alrededor, independiente. y ‘se- parado, en posesién de una naturaleza | tanto mds digna de honor cuanto ma- yor es la distancia que la separa de es- tos cuerpos de aqui abajo. CAPITULO 3 OTRAS PROPIEDADES DE ESTE QUINTO ELEMENTO, SU CONFIRMACION POR EL ARGUMENTO DE LA EXPERIENCIA DEL CILO.—LIB, 1—caP. 3 ns tro intento actual; con todo, habiare- mos de ello con mayor precisién cuando tomemos en consideracion su propia esencia, Por consigulente, llamemos gra- Ve alo que es apto para ser llevado ha: cla el centro; leve 6 ligero a lo que es |apto para, ser movido desde el centro; muy pesado lo que esta debajo de todas Jas cosas que ge mueven hacia el centro, y muy ligero lo que se situa por encima Ge todas'las cosas que se mueven hacia arriba. #5 necesario que lo que se mue- |ve hacia’ arriba o hacia abajo. tenga Tigereza "0 pesadez, 0 bien ambas co ‘sas, aunque no desde el mismo aspecto 0 unto de vista 9 em relacion con lo mis. mo, pues ‘respecto de otros seres, unos Inisms seres son pesadas y tigeros; por ejemplo, el aire respecto del agua, y el ‘agua respecto de Ja tierra, ‘Ahora bien: el cuerpo este que se mueve rotatoriamente no puede. tener Desadez 0 ligereza, Bn efecto, o es. po- sible que este tal cuerpo, 0. bien con: forme'a su naturaieza o bien contra ella, ‘se mueva hacia el centro 0 alejandose cel centro, porque la traslacién en linea rec- ta no'se le conforma a él por natura: leza, ya que deciamos que cada cuerpo {simpie posee un solo movimiento de tras- lacion. "De manera que entonees seria déntico @ alguno de los demas cuerpos jue se mueven con un’ movimiento ‘en linea recta. ¥ si se mueye de modo con- trario'@ Ja naturaleza, #1 es contraria a su naturaleza la traslacion hacia abajo, ja trastacién hacia arriba ser, sin dude, conforme a su haturaleza, y'si esta es contraria a la naturaleza, sera aquella |im que sea conforme a ella, pues deter minamos y establecimos ya que si uno de Jas -movumentos contrarios es, en un ser, contrario a la naturaleza, el otro 10 corresponde de conformidad con ella | Ahora bien : supuesto que el todo ¥ 1a | parte son levados al mismo punto, segin su Raturaleza, por ejemplo, el conjunto de la tierra y una gleba menuda, resulta, en primer lugar, que aquel cuerpo no puede tener mi pesader mi ligereza nine De Jas cosas que hemos dicho unas |gunas, pyes podria, sin duda, ser movie son meras suposiciones, mientras que |do por su propia naturaleza o'bien hacia otras han sido demostradas, Es, pues, {el centro o bien desde el centro; en se- evidente que el cuerpo total no poseé jgundo lugar resulta imposible que se esadex, ni ligereza. Es preciso que por |tnueva coh un movimiento conforme a ahora supongamos qué 3 10 que llama- |un lugar, arrastrado hacia arriba o hi as pesadea"y qué es Jo que ilamamos cla abajo, pues mi de contormidad co ligereza, 10 cual es suficiente para nues: la naturaieza ni en contra de ella pue- nme de €1 mismo moverse con un movimien- to distinto, ni él mismo nt parte alguna de él, pues tanto el todo como la parte se atienen a una misma norma y nocién logica, ‘Be manera semejante es logico conce- bir este cuerpo como ingenerable e in- corruptible, inepto para experimentar un ineremento 0 un decrecimiento, € igual- mente inepto para ser sujeto de altera- clon ninguna, porque todo lo que es engendrado se hace a partir de un con- trarioy-de un determinado sujeto, & ldentleamente, lo que se destruye’ se destruye supuesta una determinada ma- teria sujeto'y desde un contrario al otro contranio, como explicamos en tratados anteriores. Ahora bien: los movimientos de trasiacion de cosas contrarias. son tambien ‘contrarios. Por consiguiente, st este cuerpo no puede tener ningun con- trario, puesto que no hay un movimien- to que sea contrario ala rotacion, la Naturaleza parece haber excluido 'sa- Dlamente este ser de. los contrarios, el ser, digo, que habia de ser ingenerable incorruptible, ya que Ja generacion y Ya destruccién estan en los mismos con- | trarios, Por otra parte, todo el ser que crece es inevementado’y todo el ser que de- crece muere por la adicién de un algo connatural y experimentando una reso- | lucién en la materia, respectivamen- te (1); pero esto no sé halla en el ser Ge qué ha nacido. ¥ si no puede crecer ni destruirse, es pensar 10 mismo el creer que no puede experimentar tampoco al- teracion alguna. La alteracion, en efec- to, es Un movimiento eh el orden de la Cualidad; ahora bien : el habito o la dis- posicion de la cualidad no tienen lugar sin cambio en las modificaciones, como, por ejemplo, la salud y la enfermedad. ¥ cuantos cuerpos naturales vemos que cambian en el orden de la pasion o la modifieacién, también los vemos. reci- bir incrementos y sufrir decrecimientos, como, por ejemplo, los cuerpos de los animales y sus partes, y también las partes, asi como lcs misinos elementos. Asi, pues, si el cuerpo que esté en ro- tacion no ‘puede experimentar ni in- (1) BL crecimiento yl decreeimiento son, Yealldad, tan 0:0 ejemplos particulares. de fo. absolutas © tha generacion’y corrupelon, simptes. ARISTOTELES.—OBRAS. 270/210 b crementos ni decrecimientos, es l6gico que también se vea libre de’ ser sujeto de alteracion alguna. De todo lo dicho resulta con evidencia que el cuerpo, que es primero de todos, es temo, y que de atenernos y creer To que hemos ‘supuesto, no crece ni de- crece, ni aumenta su senectud 0 los afios de su vida, y no esta sujeto a alters \ciones ni hodificaciones. Parece que la logica es un testimonio’ a favor de 10 que nos aparece en el mundo fenoméni- Co, y cue, @ su vez, los fendmenos que |cbservamas son testimonio fehaciente a favor de la logica v la razon. En efecto, tcdos ios hombres poseen cus ideas soore Jos dinses, y" todos los que creen en su existencia, ‘tanto. los griegos como” 10s, | parbaros, ‘concedieron ‘o atribuyeton a los dioses un mismo lugar supremo, ya que lo inmortal se conforma a los sees inmortales; es, en efecto, imposible de otra manera, Bor consiguiente, si existe algun ser divino, como realmente existe, todo lo. que hemos dicho de la primera sustancia de los cuerDos esta eta. y Sablamente dicho. sto se hace también claro por la sensacion y de manera suti- ciente como para hablar a la eredibili- dad humans, En efecto, en todo el tiem- po pretérito, por medio del recuerdo, transmitido’a Tos unos por los otros en generaciones sucesivas, nada aparece Gambiado nj en todo el cielo iltimo ni en ninguna de sus partes, Parece incluso ‘que el mismo nombre ha sido transmi- tdo, de unos en otros, desde los antiguos hasta nuestros dias. ‘desde los. antiguos, digo, que opinaron de igual manera. qué nosotros, pues es preciso que admitamios que estas’ otras opiniones. llegan a1 | Otros, no una ni dos ‘veces, sino un mi | mero'ilimitado de veces. Dé manera que, dado que el primer cuerpo algo as. jtinto de ta tierra y ef fuego, el aire y el agua, Mamaron éter al lugar supremo, |tomendo el nombre del mismo del «siem: pre corrers en un tiempo eterno. Ana- | xigoras, sin embargo, usa mal de este nombre’ “habla, en efecto, del éter en lugar det fuego! De lo dicho resulta también evidente por qué razén es imposible que los cuer- os que llamamos simples sean mas en hiimero, Fs, en efecto, necesario que el movimiento’ de un cuerpo simple sea también él simple, Ahora bien: dectmos gue 10s inigos movimientos simples son 270 b/2TLa estos: el circular y el recto, v que este compiende dos clases: e] moviiniento que se aleja del centro y el que se dirige hacia el centro, CAPITULO 4 NO EXISTE NINGUN MOVIMIENTO QUE SBA CONTRARIO AL DE ROTACION Que no existe un movimiento contra. rio-al movimiento de rotacién se puede venir creer por varias razones. En primer lugar, porque la linea que consi- deramas que'miis directamente se opone ala circular es la Ifnea recta, En efecto, Jo céneavo y lo convexo no solo parecen ser opuestds entre si, sino también se Hos manifiestan, tomados en su con- junto y simultaneamente, opuestos a lo Yecto. De manera que de existir una traslacién contraria, es necesario que el movimiento contrario al de trasiacion circular sea precisamente el que tiene lugar sobre una linea recta. A su vez, los que tienen lugar sobre Ja Ifnea recta son | opuestos entre si segiin log lugares, pues el arriba y el abajo son diferencias del lugar y una contrariedad (1). En segundo lugar, si alguien cree que en la linea recta y en Ja circular rige una misma nocién—por decir que ia traslacién que va de A a B es contraria ala que va de Ba A—, este tal habla de la traslacién que tiene lugar sobre la Imea recta; en efecto, esta es fintt Por el contrario, las traslaciones circu- Tares en torno a'los mismos puntos pue- den ser infinitas (2). ‘Lo mismo ocurse en un solo semicircu- lo; por ejemplo, una traslacién de © a D'y de D a G, pues esta es semejante a | Ja ‘que tiene jugar en el diametro. En efecto, siempre suponemos que cada ino de ellos dista de los extremos por medio de una linea recta. Lo mismo ocurre si alguien, constituido un circulo, supone (2) Ha sido omitida te attim: mento. Seria, mas 0. menos a tape del argu Feclilineas tienen clempre sus contrarlos; y se a dieho que tna macién simple solo ‘puede tener un contrarie. Luego ninguna mocién Tee linen puede tener como contrario uaa mocion circular, 2) Podriamos esquematizar ast estos tres = bi ° DEL CIELO—118. ‘Las mociones | owe, 4 15 que Ja traslacion que se realiza en un Semicirculo es contraria a la traslacion que tiene Jugar en el otro semicireulo; Dor ejemplo, en todo el circulo supone que Ja traslacion que va de BaF, en el Semicirculo G, es contraria a la que va de Fa Een ei semicireulo H (3). Pero aun- que ‘estas’ sean contrarias, no Jo son, Sin. embargo, por ello, las traslactones que tienen higar en el Gizculo entero. Es mas: ni tan siquiera la traslacion Jcircwar que desde A se dirige a B es contraria a la que va desde Ava C, pues esta traslacion se dirige al mismo sitio y desde el mismo sitio, mientras que 1a irasiacion contraria viene definida por lugares contrarios: en efecto, se va des. de-un contrario ai otro. contrario. Pero si la traslacion circular fuese con- traria @ la. traslacion circular, una de ellas serfa en yano, pues por medio de ambas se camina hacia un mismo punto, Ademas, 10 que se mueve rotatoriamen: te, sea cual sea el punto de que parte en que comienza, és necesario que lle- gue a todos los lugares contrarios. ¥ las contrariedades del lugar son el arriba y el abajo, el delante y el detrds, Ia de- Techa » la izquierda, ¥ las contrarieda- des de’ la trasiacion existen en las con- trariedades de los lugares, pues si fueran iguales, no existiria su movimiento (4), y si uno’ excediera ai otro, ese otro, sin dude, no existiria. De manera que de existir “ambas, existiria, sin dude, en vano uno de los cuerpos, al no estat su- {eto a su propio movimiento (8). in etes- ©, decimos que existe en vano la san- dalia que no tiene uso alguno. ¥ Dios y la Naturaleza no hacen absolutamente nada en vano, (3)_oto resulta claro, de acuerdo con ta ex- alleacién siguiente considerar los movitmlentos fn las dos iltades det circulo por separado, ee Imponefse unos limites artificiaies ; pero, ai $e miran como partes de los movimientos en torne Si cireulo entero, se vetun arranear slempre des- te et punto y fender siempre hacla e].mismo unto, Ahora. blen, movimientos opuestos deben fener prineipios ¥ terminos opuestos. Lego. 4} Porque tna de las dos seria inefectiva. (3) Para entender la fuers de este argu: [mento hay que recordar que, para Aristoteles, 1b existencia de un cuerpo de quien él sea most miento simpte implica Inmediatamente la exis- fencia de un cuerpo de quien él sea movimlen- to ‘natural. La concepelén de los dos movie mlentos circulates contrarics lleva, de hecho, & Te concepeiéa de dos bovedas o hemisterios ‘ce- lestiates, tendiendo a direcctones opuestas, ne ARISTOTELES.—OBRAS CAPITULO 5 DE LA IMPOSIBILIDAD DE QUE BXISTA UN ‘CUERPO INFINITO Probadas ya suficientemente estas co- sas, es preciso considerar las demas. Hay que ver, en primer lugar, si existe realmente algin cuerpo infinito, segun creyeron muchos antiguos, o bien si es esta una de las cosas que consideramos Amposibles, pues el que ello sea asi o sea de la otra manera importa, y no poco, sino mucho, y aun todo, para la visién | Clara de Ja’ verdad. Bn efecto, para los gue trataron de Ia Naturaleza ‘oda, este fue el principio de todas las contrarie- dades, y puede, sin duda, venir a serio, puesto que una ligera desviacion de 18 Verdad puede venir a ser mucho mayor bare los que 'ya. se desviaron de ella Si siguen mas adelante en sus consecuen- Cias. Por ejemplo, es este el caso del que dijera que una magnitud matematica es muy pequefia, pues, una vez supuesta minima esta inagnitud, sacaré de quicio las magnitudes matematicas mayores. La causa de ello esté. en que el prin- ciplo es mayor en fuerza que en. magni tua, por To cual lo que es pequeno en el principio, resulta muy grande en el final. ‘Ahora bien: el infinito tiene una fuer- 2a maxima de principio y de magnitud De manera que no es absurdo ni se sale Ge lo racional que la diferencia que se sigue del admitir la existencia de un Cuerpo finito sea sorprendente. Por esta azn sera preciso hablar de ello, repi- tlendo las’ cosas desde su comienzo. ‘Todo cuerpo debe necesariamente ser simple o compuesto, Con 10 cual el mis- mo infinito debe también ser simple o compuesto, Ahora bien es evidente que si 10s cuerpos simples son finitos, tam- bién, de necesidad, el cuerpo compuesto sera’ finito, pues lo que esta compuesto de elementos finitos en muititud y en magnitudes finito’ en. multitud y en magnitud, Sera, en efecto, de tal cuan- tia cuanta es ld que representan los se- res de que se compone. Por consiguiente, queda por ver si al- guno de los cuerpos. simples puede ser infinito en magnitud, o bien ‘si es im- posible que esto ccurra, y una vez, haya- mos visto y tratado esto respecto del 21 b/772 a |primer cuerpo, consideraremos luego las demas cosas, ‘Asi, pues, que el cuerpo sometido a Ja rotacioh es’ Hecesariamente finito puede verse con evidencia por lo que sigue, pues Si el cuerpo que se mueve rotatoriamen- te es infinito, también seran sin duda in- finitas las lineas rectas que parten del centro, pues un intervalo entre infini- tos es! también infinito. ¥ llamo inter. |valo de ins linens a aquel ruera del cual nose puede tomar ninguna magnitud |tangente a Jas lineas. Por tanto, es ne- necesario que este sea infinito, ya’ que un Intervalo de linens finitas es siempre finito, Podria ademas suceder que se tome siempre un intervalo mayor que el dado, con lo cual hay que aplicar el mismo concepto al espacio, de manera igual a como Usmamos infinito al nu- mero por el hecho de no ser el mayor. Por tanto, si es imposible lograr 1a tras- cendencia' del infinito y es necesario que el intervalo de lo que es infinite sea también’ infinito, ‘no puede, sin duda, conseguirse que ésto sea recorrido cireu- Jarmente. Ahora bien : vemos experimen- talmente que el cielo da vueltas, y defi. nimos ya logicamente con anterioridad que la rotacién era el movimiento pro- Bio de un cuerpo determinado. Por lo demés, sia un tiempo finito le restas un tiempo finito, es necesario que lo que resta sea también finito y ue, fenga un principio. Ahora bien el tiempo de un paseo tiene un principio, también tiene un principio el movimlen: Por lo cual también tendré un prin- cipio la magnitud aquella en que se ve- rifle el paseo. Las mismas nociones hay que aplicarias a todos los demis casos. | Sea, pues, la linea ACE infinita en cuan- to al exttemo , y luego, otra linea in- finita por ambas ‘partes "BB. Ast, pues, sila linea ACE describe un circulo con centro en ©, cortando en su érbita 1a linea BB alguna vez, sera levada 0 mo- vida durante un tiempo tinito. Bn efec- to, todo el tiempo en que el cielo ha gi- rado es finito, y por consiguiente, tam- bien es ‘inito e tiempo aquel que ha sido |restado, en el cual se movia Ia linea se- jcante. Habra, por tanto, un. principio jen ef cual primeramente’ ta linea ACE [corté a la linea BB. Pero eso es impo- sible. Luego tampoco puede admitirse que el infinito se mueva'rotatoriamente, de aiza/712b manera que tampoco se moveria asi el undo al fuera infinite, ‘Mas aun también de lo dicho ge de- duce con evideneia que no es posible que el infinito sen agitado po! algin movi: miento. Sea, en efecto, ia linea A, que se mueve a lo laro de 1a linea By una Tinea finite ‘a 10 largo de una linea finite, Hs necesario que simullaneamen- fe hayan sido recorridas y consumadas ia linea A por 1a linea By la linea B por In lines “AY pues 1a misma ‘cantidad’ de Ia une ocupara la otra cuanto a otra Ccupara de la primera. Por consiguiente, si ambas se Taueven en direcciones con: trarias, se acabara antes, y si se mue- ve alo largo de una que’ esta quiets, tardara mas en Tecorreria, moviendose Is Iinea que Tecorre a otre, siempre con la misma velocidad. ‘Queda, no obstante, una cosa en evie dencla:” que ‘es imposible que en “un flempo Saito nifgun ser recorra el in- finito, lo Tecorrera, por tanto, en Un tiempo infinite, Esto, en efects, 10 mos demostrado anteriormente’ en los tratados que hemos dedicado al. movie tiento. No hace absolutamente al” caso que cea 1a ines finite. Ia que Tecorra Ia fninita o que sea ia infinite Ia que. se mueva a 10 largo de ia infinite, pues cuando tina se mueve a lo largo de otra, fambiea parece la. otra recorfer la. prt mera: de andloga 0 semejante manera aise inueye que si no se mueve. No obs- fante, si gon‘las dos las que se mueven, Seran reciprocamente recorridas mas Tae pidamente. Aungue nada impide que Ia Tinea que. se mueve a lo largo de otra linea en reposo pase a veces mas rap damente que la que es movida en contra, Si alguien, por ‘ejemplo, quisiera: supo’ her que ins que se miueven en. direceio- nes contrariat son_ambas movidas muy Ientamente, mientras que Ia que se ™aue- ve sobre la linea en reposo se mueve Tuc cho mas Tapidamente que las otras. Por tanto, no abré ningun estorbo para la Iggica si una de ellas se mueve sobre una linea en reposo, ya que es posible ue A, de moveree sobre fa linea By ine liso ‘al experimentar esta. tia’ un movimiento, ia Tecorra mas lentamente, eomo dijimos ya. Por tanto, sies infinito ef tiempo en que es totalmente recorri- Gala lines fihita que experimenta, un ‘Movimiento, por igual motivo sera tam- DEL CHLO.—LiB. L—caP, 5 mt po en que Ja lines infinit recorreré 1a finite, Luego es imposible que él infi- nito se mueva, ya que es necesario que el tiempo venga a ser infinito, por pe- quefio que sea el movimiento, Ahora bien: el cielo efectia su rotactén en un tiempo finito y se mueve a lo largo de toda la érbita, De manera que recorre toda la circunfereneia interior, por ejem- plo, la AB, que es finita, Es, ‘por tanto, imposible que sea infinite todo aquello ue experiments una rotacién, ema, ue es imposible una linea que tlene limite dea infinite si no ¢5, a lo mas, en el aspecto de la longitud, ast tampoco es posible una su- perficie infinita en la que haya limite. ¥ cuando estuviere totalmente limite. da, no es ya infinita en ninguna de sus pattes; por ejempio, no Namaremos in- finitos' nia un cusdrado, nia un cfrcu- lo, ni a una eafera, como tampoco dire- ‘mos que es infinita una Tinea de un pie de largo (1). Si, pues, ni la esfera, ni he- jel cuadrado, ni el circulo son infinitos, al no serlo el circulo, tampoco lo sera el movimiento de rotacién; es decir, si al no existir el circulo no’existe 1a 'ro- tacién, al no ser el circulo infinito tam- poco sera infinita la rotacion; y si el circulo no puede ser infinito, un cuerpo infinito no podra moverse orbitalmente Por lo demés, si O es el centro, AB, por ‘su parte, es una linea infinite, y % es una. linea infinite en Ifnea recta y tam- bign es infinita la linea CD en movi- miento, nunca is linea CD sera total mente ‘recorrida por la linea E antes slempre estara en las mismas.circuns- tancias que Ja linea CE, pues corta siem- (2) Ei principio que rige esta comparacién entre Ia ines y el plano es quldsmico, La. co- Frespondencia es esta: una linea puede ser dee crits. como infinita, en cuyo caso nosotros debe- tos decir que siguificamos fnfinita tan solo en Tongitud, ya que, por deluiclon, la linea carece ‘Snchtira y de profunaidad: blen come fi ts, en cuyo caso sigulfleamos que no es infinite ex ninguna direccion. De manera semejante, 1a Suyerfeie descrita como. Jaflalta. 10. es solo’ en er plano, mientras que en profundidad es imi: ada, Dérdue, por defiaicléa, Ia superficie ca eee de profindidad. nora bien, lee detinicio- ee det eirculo 0 la esfera impiiean iimitacion en Ia tinea y superfele, como linea y como Supertcle, respectivamente. De donde e3_limpo: Sible Una esfera infinite © un efreuio. infinite, ‘Al decir ‘Avistoteles una’ linen ede un ple de latga» “pone como un ejemplo conereto de S- sn necesario que sea infinito el tiem. | mitacion, ns pre 0 es secante siempre en el_punto F, exactamente el mismo (). Luego 1a {ines tnfinita no se mueve circularmente. ‘Ademas, si el cielo. es infinito y se mueye cifcularmente, sin duda recon r4 el infinito en un’ tiempo finite. Sea, en efecto, el cielo que esta en repose Infinito, € igual a él a su vez, el cielo que se’ mueve en él, Asi, (puss, i se tueve circularmente, con’ ser_infinito, recorrers el infinito igual que él en un tempo finite. Ahora pien : deciamos an- tes que esto era, Imposibie. “rambign. ¢s posible argumentar al re- vés. Al ser finito el tiempo que ha em- pleado en su rotacién, es necesario que {ambien sea finita la’ magnitud que ha recorrido en su rotacién, “Ahora bien : ha recorrido en gu rotacién un espacio igual a s{ mismo, luego también el mismo Glo #s finito, ‘ES, pues, evidente que el cuerpo ert rotaéién no es interminado ni infinito, antes tiene un fin, CAPITULO 6 ES IMPOSIBLE QUE EXISTA UN CUERPO INFINITO, CONTINUA ‘Tampoco lo que se aleja del centro ni lo que tiende hacia el centro puede ser | infinito, Consta, en efecto, que las tras- Jaciones que llevan hacia, arriba y hacia abajo son contrarias, y las trasfaciones contrarias tienden a’ lugares contrarios. ‘Si uno de los contrarios es definido, tam- bién lo es el otro. También el centro esta definido, pues de dondequiera se mueve un sujeto hacia el centro y ha- cia abajo, no es posible que se mueva més alla del mismo centro. Por tanto, si el punto central esta definido, es ne- cesario que también esté definido'el pun- to més alto. ¥ si los lugares estan defi- nidos y son finitos, también los cuerpos seran finitos (2). Ademés, si el lugar superior y el lux gar inferior estan definidos, es también ecesario que estén definidos los luga- res intermedios entre ambos, pues de (1) En otras palabras, 1 tas dos tines ind nial son convergentes, serdn siempre divergen- tes por la olra parte, yuo podria se parale- Ins, Wenge el esquema ‘adjunto, ‘@y Ctr, Fistea, VIE, 8 ARISTOTELES.—OBRAS 272 b/278 b \no estar definido habria un movimiento Jinginito, 10 cual demostramos ya ante- riormente que era imposible Luego el lugar intermedio esta definido, y, en con- secuencia, también esta definido el cuer- bo que haya en él o pueda haber en él. Ahora bien: puede estar en él el cuerpo Que es Nevado hacia arriba o hacia aba- Jo, pues el uno puede moverse hacia |l'centro y e1 otro alejarse del centro por su propia naturaleza. (3). ‘De ello se deduce con evidencia que no cabe en la nocién logica de las cosas 1a existencia de un ser infinite 0 un cuer- po infinito. ¥ ademas, si no hay un peso Inginito, tampoco ninguno de estos cuer- por puéde ser infinito, pues el peso de un cuerpo infinite debe necesariamente ser también ¢] infinito. La misma forma de razonar habria que aplicar al caso de un cuerpo ligero; al existir, en efecto, una pesadez infinita, existe también una ligereza infinita, si es infinito el cuerpo que sobrenada a todas las cosas, Esto se puede ver con claridad por lo que va. a seguir. Sea, en efecto, un cuer- bo finite, y tomemos un cuerpo infini- to AB, cuyo peso sea C; restemos del infinito una magnitud finita BD, cuyo peso sea E; logicamente, el peso E sera, menor que'el peso ©, pues sin lugar a dudas es inferior el peso de una magni- tud inferior. ¥ hagamos que el peso me- Jnor mida el peso mayor, repitiéndolo un numero determinado de’ veces. Asi, pues, la proporcién que guarda el peso menor Tespecto del peso mayor es la que guar da también Ia_magnitud BD respecto de 1a magnitud BF. Es posible, en efecto, |restarle a la magnitud infinita una can: tidad cualquiera. Por tanto, si los pesos guardan respecto de 1as magnitudes una Telacion proporcional, y un peso menor corresponde a una’ menor’ magnitud, también el peso mayor correspondera 8 una magnitud mayor. Si, ademds, a un cuerpo mayor le corresponde un peso | mayor, el peso del cuerpo GB seré ma- yor que el peso del cuerpo FB, con lo cual el peso del cuerpo finito sera mayor que el del cuerpo infinito. ¥ seria el | mismo el peso de magnitudes desiguates, j (3), Aristételes use Ia misma palabra, para | sigmiacar, poeas ‘ineas més arriba, 1a resion 1o- fermedia, ¥ luego. para significar’ecentro. tin elemplo claro de ia incorrerible negigencla | de Avistoteles en el uso de lor Lérminos. 273 b/2T4 a ues es evidente que el intinito ¥ el th ito son magnitudes desiguales, No im- porta en absoluto que los mismos pesos Sean conmensurables 0 ineonmensura- bles. gn efecto, Ia forma logica de plan- tear la cuestidn seria la. misma en el caso de ser inconmensurables; por ejem= plo, si el peso E, al haber medido en res repeticiones ai C, le supera en algo. Pues si'se toman en su totalidad tres magnitudes BD, su peso ser mayor que el peso ©, con Io cual se vendra a parar a la misma imposibilidad. demas, es posible que se tomen 10s pesos conmensurables. No importa, en efecto, que se comience por el peso 0 por la’ magnitud. Por ejemplo, si se toma el peso H conmensurable respecto del eso C, y se resta, desde el comienzo, dein’ magnitud ‘que representa el peso E, es decir, BD, y que lego se res- fa otra magnitud BF, respecto de la cual la magnitud BD guarda la misma pro- porcign que hay entre el peso de la una ¥ el peso de Ia otra, es posible sacar de ella una cantidad cualquiere sila mag- nitud es infinita, En efecto, considera- das estas cosas, tanto lag ‘magnitudes como los. pesos eran sin dude conmen- surables entre si. Tampoco importa nada, para la demostracion, que la magnitud Sea de peso semejante ovde peso deseme- Jante, pues sera siempre posible tomar en consideracion pesos de ‘igual cuantia que’el de la magnitud BD, afadiendo al infinito o restando de él cualquier can- tidad. ‘Asi, pues, es evidente, por lo que di- Jimos, que el peso de ‘un cuerpo inti- nito noes finito. Debera ser, por tanto, infinito, Pero si esto no es posible, tam: poco puede existir un cuerpo infinito. ‘Ahora bien: de todo esto se puede de- Gueir que no puede existir un peso in- Tinito, pues si un peso de determinada cuantia recorre un determinado espacio © magnitud en un tiempo determinado, un peso de tanta cuantia o mas lo puede Tecorrer en menos tiempo, ¥ los tiempos estaran en una proporcion inversa a la que guardan los. pesos; ‘por ejemplo, si Un peso mitad se mueve en un determi nado tiempo, un peso doble se mueve en.un tiempo mitad de aquel. Ademas, fodo cuerpo finito recorre un espacio finito en un tiempo finito, con 10 cual, al ser esto ast, es preciso que, de existir un cuerpo infinito, él mismo se mueva y DEL CIELO—L1B. 1—caP, 6 ng no se mueva. Es, en efecto, necesario que se mueva en cuanto hay’ en. 1 una dantidad igual‘ una cantidad ‘finite, y ademas es, a stl yer, Necesario que nd |se mueva, por cuanto seria preciso que |se movlera’ en proporcién de la. cant. |daden que excede a la cantidad finite icha, 'y de Mmanera.contraria, es decir, cuanto mayor, en tanto menor tiempo: Ahora bien; entre el finito ¥ el infinite fo hay proporeién alguna, mientras que Si la hay entre un tiempo menor y Un |tiempo mayor finito, y Ia proporeiéh es- tara siempre en un tlempo menor, Ade- mds, no existe el minimo, y aunque exis- tiera, n> habria en ello ninguna wtilided, pues’ se tomaria en consideracién algun Ser finito determinado en Is misma pro- |porcion en que est lo infinito respecto |de otro ser mayor, de manera que, en tun tiempo igual'y por un mismo’ igual espacio, se moverian fo infinito y lo fini- | tor Ahora bien: esto es imposible. antes es hecesario que si el infinito se mueve en un tempo cuan grande se quiera, Dero finito con todo, fambién se Tnueva Otro. peso finito, en el mismo Hempo, a través de un espacio finito. Es, por tanto, imposible que existe tun peso’ {ntinito, 5 asimismo ‘ina ligeteza infinite. ¥ por consiguiente, no cabe entre las cosas res Tes idexistencia de’ cuerpos que tengan un peso'0 una ligereza tngtnitos. En consecuencia, es evidente que no existe “un cuerpo infinite, tants silo estudiamos de esta manera por razones | particulares ‘como si lo examinamos. de |una manera universal, no tan solo por Jas nociones, que hemhos” explicado “en Tuestros tratados sobre. les. principios “all, en efecto, hemos decidido ya que habia que pensar en general del infinito en primer lugar y iuego de como exis- tia y de como no existia—, sino también con’un método distinto. TLuego de esto hemos de examinar si aunque el. Universo no sea un cuerpo infinito ‘es, sin embargo, tan grande ‘que existan varios cielos, pues quiza al guien podria plantearse la dificultad de que nada impide que de la manera que Sta constituido este mundo que nos ¢ir- jcunda existan igualmente algunas otros Cielos en niimero, si, mayor que Uno, pero sin ser infinitos. Pero primero ha- blemos en general del infinito. 20 CAPITULO 7 NO PUEDE HABER UN NUMERO INFINITO. concLuYE Es necesario, pues, que todo cuerpo sea finito 0 infinite, Ses infinito, es preciso que conste de partes semejantes © desemejantes, y que si esta constituido por partes desemejantes, conste o bien de partes especificamente finitas o de partes especificamente infinitas. Hs evi- Gente que no puede constar de partes especificamente infinitas si nos es pei tmitido mantener nuestras primeras hipo- tesis, pues si los movimientos primeros © inmediates son’ finitos, es necesario que también las especies de los cuerpos Simples sean finitas, ya que el movi- miento de un cuerpo simple es también simple, Por otra. parte, los movimientos simples gon finitos, yes necesario que todo cuerpo natural tenga un movimien- to, Pero ai el infinito consta de elemen- tos finitos, necesariamente cada una de las partes debe ser finita; me refie- 70, por ejemplo, al agua 0 al fuego, Pero eso mo es posible; hemos demostrado, en efecto, que en el mundo de las cosas reales no existe una pesantez ni una l- gereza infinitas, ‘Ademas también los lugares de las mismes partes es necesario que sean de una extensién infinita, de manera que también los movimientos de todas ellas seran infinitos. Pero esto es, imposible Si suponemos que nuestras primeras hi- potesis son verdaderas y que ni lo que fe dirige hacia arriba ai lo que tende hacia abajo puede moverse hacia el in- finito, pues no puede producirse lo que no puede experimentar un nacimiento, tanto en el orden de 1a cualidad, en ef dela cantidad 0 en el del lugar. ¥ lo explico de esta manera: si es imposible que une. cosa sea blanca o tenga un codo le longitud, © que esté en Exipto, es tambida imposible que ninguna de estas cosas se produzca, Bs, por tanto, impo- sible ser Hlevado # un’sitio o @ uni punto al que no puede llegar ningin cuerpo que experimente una trasiacion. Por otra parte, aunque esté separado, no menos puede el fuego, de entre ellos, ser infinite. ‘Ahora bien : el cuerpo es aquello que tiene dimensiones en todos 10s sentidos. ARISTOTELES.—OBRAS. M0258 Asi, pues, jc6mo es posible que varias cosas sean desemajantes y cada una de estas mismas cosas sea infinita? Pues fs preciso que todo infinite lo sea en to- dos. los sentidos, | Pero. ni siguiera un todo de partes semejantes ‘puede ser infinito, pues. en primer lugar no hay otro. movimiento | fuera de estos; por tanto, tendra uno de estos, Pero si se admite esto, se Negara inevitablemente a la existencia de una | esanter yun ligereza intinites ‘en el orden real de las cosas. Pero no es po- | sible que un cuerpo que se mueve circu- lanmente sea infinito, pues no es posible ‘que el mismo infinito dé yueltas, y no Importa que sea esto o sea el cielo lo jue amamos infinito. Se ha demostra- lo ya que ello es. imposible, Pero hi tan siqulera es posible que el infinito experimente ningun. movimnien- to, En efecto, o bien se moverd con un moyimtento conforme a la naturaleza, 0 bien con un ‘movimiento violento. Ahora bien : st se mueve por violencia es por- que posee él un’ movimiento propio na- tural, De manera que existiré un lugar natural propio hacia el cual tendera y serd é1 Hevado por-su propia natura leza, Pero nos consta que esio es impo- Por 1o que vamos @ decir a continua- cidn, se ver que es absolutamente im- posible que el infinito reciba, modifica eign o influencia alguna de io finito o bien que obre é1 en lo tinito. Sea, en efecto, un infinito A, y un ser finito B, y ilamemos © al ‘tiempo en que mueve el finito o en que el in finito es movido, Si, pues, el ‘ser Aes |calentado ‘9 impulsado pot el ser B, 0 bien ha padecido cualquier otra cosa en el tiempo ©, suponemos que D es menor que By que un ser menor en menos ‘tempo ‘produce un movitnlento menor, ‘Supongamos que E es alterado por ei mismo ser D. sn consecuencia, 1o que D esa B, esa misma proporcion guardara E respécto de un infinito cualquiera. Su- | pongase que un ser altera @ otro igual en jun tlempo igual, que un ser menor en un Hempo Igual aifera a otro menor y que otro mayor altera igualmente a otro mayor, y tanto cuanto lo exija la pro- | poretgh que hay del mayor al menor, El |Infinito, ‘por tanto, no sera movido por ningin ‘ser finito én ningan tiempo. En efecto, un ser menor se movers durante 275 9/275 b un tiempo igual gracias a un ser me- nor, Tespecto del cual, 10 que es el Su- Jeto de la proporcion,’ sera sin dude fi- ito, pues el infinito no puede ligarse al ser finito por ninguna proporcién. Ahora blen: tampoco el Infinito mo- veré un ser finito, yen ningun tiempo. Sea, en efecto, el infinito A, el ser fini- to By el tiempo C. Asi, plies, Den ei tiempo © movers un ser menor que B. Le lamamos P, y la proporcién que ei todo BF guarda respecto de Pes la mismg que hay entre E y D. Luego E movers ‘el. misino BF en’ el tiempo C. Por consiguiente, un ser finito y el in- finito emplean ei mismo tiempo en pro- ducir una determinada aiteracion. Ahora bien: esto no es posible. Supusimos, en efecto, que un ser mayor producia una alteracign determinada en un tempo ‘menor. Pero el tiempo tomado haré, siem- pre lo mismo, de manera que no habra hingan tiempo en el que se produzca el movimiento. Pero no es posible que mue- va durante un tiempo infinito nf que sea movido durante un tiempo infinito, pues un movimiento de esta clase no tiene fin, mientras que Ia accién y 1a pasion tienen un fin. "Tampoco es posible que el infinito re- ciba alguna modificacion de un infinito. ‘Sean, en efecto, tanto A como B, infini- tos, ¥ sea CD el tiempo en el cual B re- cibe una accion de A. La parte = del Infinito, supuesto que todo B ha sido modificado, ha recibido la misma modi- fleacion, pero no en un tiempo igual. Supéngése, en efecto, que el ser menor es movido'en un tiempo menor, y sea E movido por A en el tiempo D. Asi, pues, 10 que es D respecto de CD. es inismo €5 H respecto de una parte finita, del ser B, Por tanto, es necesario que este heya sido, movido por ent el tlempo OD. ¥ supéngase, en efecto, que, movido por el mismo ser, recibe una mayor 0 menor modificacién en un tiempo mayor o me nor, divididos este mayor y menor segin a proporcion que rige los tiempos. Re~ sulta cue el infinito no puede ser mo- vido por el infinito en ningun tiempo fi. nito: Iuego deber serio en un tiempo infinito, Pero el tiempo infinito no tiene fin, mientras que 10 que es movido 10 ene, ‘Por _consiguiente, si todo cuerpo sen- sible posee una potencia activa o pa- siva, 6 incluso una y otra, es imposible DEL CIELO—Lm, car, 7 mi ‘que un cuerpo infinito sea sensible, Aho- ra bien: todos los cuerpos que estan en un lugar son sensibles. Por consiguiente, }no habré, fuera del cielo, ningun cuerpo |infinito, y tampoco finite. No habra, por tanto, cuerpo fuera del cielo, pues de ser inteligible, estaria, sin duda, en algun lugar. En’ efecto, ‘fuera y dentro dicen algun lugar, De’ manera que el cuerpo. sera sensible, y ningun cuerpo sensible esta fuera dé un lugar. | Bs posible aducir razones mas légicas |en lo que toca a esta cuestion. En efecto, un infinito que conste de partes seme- jantes no puede moyerse circularmente, puesto que el infinito no tiene un punto central. ¥, por su parte, lo que se mueve rotatoriamente, se mueve en torno a un centro. Tampoco puede moverse el infi- nito en lines recta, pues seria necesaria Ja existencia de un lugar infinito tan ‘grande como aquel al que tendiera natu- Falmente el ser infinito, y ademas otro atin de la misma magnitud al que fue- [fa Hevado en contra de su naturaleza. ‘Ademds, tanto si se mueve por su na- turaleza en linea recta como si se mue- ve en ella por la violencia (1), sin duda, |de uno y otro modo es preciso que las fuerzas que mueven sean infinitas, En efecto, Ias fuerzas infinitas pertenecen al infinito, y el infinito pose unas fuerzas. infinitas. Con lo cual resulta que tam- | bién el ser que causa el movimiento de- bers ser infinito. Ahora bien: hemos dicho en el tratado en que hemos ha- blado del movimiento que existe una n clén con 1a que se demuestra que ningun | ser finito pose una potencia infinita, y que ningin ser infinito posee una po- tencia finita, Por consiguiente, si lo que se mueve de conformidad con 1a natu- raleza puede igualmente moverse en con- tra de su naturaleza, habré dos infini- tos; es decir, el que mueve contra la hatiraleza y €1 que se mueve conforme ja ella. Por otra parte, zqué es esto que muc- ve el infinito? Pues si él se mueve a si mismo, sera, sin duda, un ser vivo (2) ) Wo poraue et mosimiento natural requie- ra Una fuerzaque no ia requiere--, sino sola mente porgue Is mocién natural impiiea la post- bilidad'ae Ia mocién en contra de Ia naturaleza. [ay “seguramente esto ga a entender que tan | solo esta en euestion y sobre ‘ol tapete el mo- wimiento antinatural. Si esto es asi, Aristoteles {eb signitiear que ei poder propio y caracteris- ma ¥ entonces, ;cOmo es posible la existen- cia de un animal infinito? ¥ si hay otra cosa distinta que Io mueve, habra enton- ces dos infinitas: el que mueve y el que es movido, siendo distintas la forma y la potencia No obstante, si el universo no es con- tinuo, sino que, como dice Deméerito de Abdera y Leucippo, los cuerpos estan se- parados’por el vacio, es necesario que el movimiento de todos los cuerpos sea uno solo. En efecto, los diversos cuerpos son distintos entre si por la figura, pero su naturaleza dicen que es la misma y \wnica, algo asi como si cada uno fuera una pepita separada de oro, Ahora bien: como hemos dicho, es preciso que ei movimiento de todos ellos sea Gnico. En efecto, con el movimiento con que se mueve la més menuda de Jas glebas, con el mismo se mueye también toda la Tie- rra, y todo el fuego, igual que la ultima centella, se mueven’ hacia un mismo 1u- gar, Ast, pues, si todas los cuerpos tie. en peso, no existira ningun cuerpo sim- plemente leye; si todos son leves 0 lige- ros, no habra'ninguno que participe de la pesantez. ‘Ademés, si tienen peso o ligereza, exis- tira o bien un término titimo del Uni- verso o bien un punto central. Pero 630 es imposible; hemos supuesto, en efecto, gue eta infinito, Y, en general, donde no hay un punto central ni un limite ter- minal ultimo, tampoco habra un arriba yun abajo; es decir, los cuerpas no tendrén en ‘é ningiin’ lugar de trasla- eo de ta a viva es el de mover su propio cuerpo, en Gireeciones antinaturales. para el, en Evuntto Cuerpo. El cuerpo es algo terrestre, ‘con cua su mocion ‘natural sera una tendencia cia abajo, pero él alma es una fuerza qUe Interviene ee modo que el cuerpo pueda modif- cer su motion natural, Eso puede recorgarnos ur. Hevando a sus bitimas conseeyeuciae 1a A Sofia enteramente desarrolltga. do aristoteles, cl eautomotors 0 xsemovientes. es, estrletamen te hattando, wha Imposibiidad, Buede parecer Gue Un amimal se muleve a si mismo; pero, de hneeno, €s una ‘parte de ¢i—el_ alma ia. que muere la. otra parte—el cuerpo, y el ima, iu tex, no puede toverse as} mlsmaeft. Pic Sica, ‘Viin. 2, 4-9 5. Pero probabiemente el Gratado Det cielo se cseribia. antes de haberse perfiado Ta docttina de la imposibilidad de 1a Eutomocign, ‘tal como nos aparece luego, en Fisica, VIE’ y VIEL vy que Aristételes aqui, ‘al hheblat de) animal Sesmovienie, acepta totalmen- a definlelOn_platoniea del alma’ lo que se ARISTOTELES.—oBRAS 275 6/276 a jelon, ¥ si no existe este lugar, no exis- tira simplemente el movimiento, En efec- to, es necesario que los cuerpos en mo- |vitniento se muevan o bien de manera conforme a su naturaleza o bien en con- tra de ella; ahora bien: estos movi- mientos vienen precisamente definidos por los lugares propios y los lugares que pertenecen a otfos. Finalmente, si aquel lugar en que un ser permanece contra su naturaleza o al que es Hevado contrariamente a ella es ecesario que corresponda naturalmente ‘a otro ser cualquiera—cosa que puede |resultar evidente por simple induccin—, resulta ser preciso que no todas las co: ‘sas posean peso 0 no todas ligereza, sino ‘que unas tengan una cosa y otras ten- gan otra. Por tanto, con lo que hemos dicho que- da demostrado con evidencia que el cuer- po del Universo no es infinito, CAPITULO 8 NO BS POSIBLE QUE EXISTA MAS QUE uw MUNDO Expliquemos ahora por qué razén_no es pusible ia existencia. de ‘varios clelos, Dijimos que habla que someter esta cuestién a examen en @l caso en que als Sulien pueda creer que no se ha demos- frado en general, para todos los cuer- pos, que no es posible fuera de este mun- Gola existendia de ninguno de ellos, Antes crea que el sistema que hemos ex: puesto se refiere tan solo a aquellos cuer- bos que se consideran infinites. ‘Todos fos Guerpes reposan.yse-muleven por la fuerza o por su naturaleza, Y aquel. Iu gar en el qe no permanecen por is vio VFencia es @l-que tienden por su natura: leza, yen aquel a! que no son Tlevades violéntamente, reposan y permanecen se- gin su aturalera. fn’ cambio, son. lle- Vados por la violencia a aquel lugar en fl que permanecen asimismo por 1a. vio- lencia, "Y ‘permanecen 'de_manera. vio- Jenta en aquel lugar al que son Ilevados jasimismo por fuerza, Y asi,” ademas, |aquel movimiento de traslacién ‘contr Ho le coresponde @ un ser por natura. leva, si este movimiento determinado, contrario a aquel, es violento para el ser Y'si la tierra es movida. por la. violet in desde aque! lugar a este punto me- 276/277 a DEL c1ELO, dio, se movera naturalmente desde aqui hacia equel lugar. ¥ si la tierra no per manece aqui vioientamente, se mover hacia aca naturalmente. Pero el movi- miento aguel que es conforme a la na- turaleza sera unico. ‘Adeinas, al ser todos os mundos de Ja. misma naturaleza, es necesario que es- tén compuestos de 16s mismos elementos © cuerpos. ¥ es necesario también que cada uno de los cuerpos tenga una mis- ma potencia, como, por ejemplo, la tie- | rma, el fuegd y los demas cuerpos que se ‘cuentan entre estos, pues si estos cuerpos concuerdan tan solo en no: bre, y los cuerpos que estan alli y aqui | no lds Namamog identicos en virlud de Ia forma, también el Universo se la- maré mundo tan solo de nombre. Es, pues, evidente que de entre Ios mismos, Uno es apto por su propia naturaleza | para moverse desde el medio, y otro para moverse hacia el medio, si es verdad que todo fuego posee una misina forma, igual que cada uno de los demas, como io son todas las partes del fuego en este mundo. Que estas cosas son asi necesariamente resulta evidente por las hipétesis en que fundames nuestras consideraciones en torno a los movimientos anteriormente. Pues 10s movimientos son finitos, y cada uno de los elementos se define por cada, uno de los movimientos. Asi, pues, si los movimlentes son los mismos, es’necesario que también sean idénticos en todas partes 10s elementos. Por consiguiente, las partes de tierra qué existen en otro mundo son tainbién ap- tas para ser movidas hacia este punto central, y también el fuego que existe alli puede ser levado por su propia na- turaleza a este limite ultimo. Ahora bien : esto es imposible. En efecto, si esto sucediera, seria necesario que, en su mundo, 14 tlerra se moviera hacia arriba y el fuego hacia el centro; de manera Semejante, seria necesario que Ia tierra que esta agui se moviera naturalmente, alejndose del centro, dirigiéndose hacia el centro de aquel inundo, puesto que esta es 1 posicion relativa que guardan entre si los mundos. ¥, en efecto, o bien no se puede admitir una misma natu- raleza en los cuerpos simples de los varios cielos, o bien de admitir una na. turaleza idéntica, es necesario que a mitamos un nico centro y un winico término ultimo, ¥ si esto es absurdo, es a. car, @ 3 imposible In existencia de mis de un mundo, Por otra parte, creer que la natura leza de los cuerpos simples es distinta Segiin disten. mas 0 menos ellos de los lugares propios es algo que trasciende los limites de Ia razon, pues ,qué im- porta decir que estan a tal o cual dis- lancla? Bn efecto, diferiran segin la razon tanto mis cuanto mayor sea la distancia, pero seguiran teniendo Ja mis- ma forma, Ahora bien: es necesario que tengan ellos algiin movimiento (1), pues es evi: dente que se mueven. ;Diremos, pues, que se mueven violenfamente con todas los. movimientos y sus contrarios? Sin embargo, lo que es absolutamente inepto Para moverse no es posible que se mueva por Ja violencia, Por tanto, si los mismos oseen algun movimiento conforme a la haturaleza es necesario que tengan un movimiento hacia un solo lugar, numéri- camente uno, tanto los cuerpos que tie |nen une forma Idéntica como cada uno de ellos; es decir, 2 un lugar central 0 a un lugar terminal dltimo, Pero si son idénticos en especie, aunque plurales en numero, por ser cada individuo una plu- ralidad, pero son diferencia especifica, una parte determinada no se acomodara, este si y en este no, sino de manera semejante a todos. Nos consta, en efecto, |que todos tienen entre sf una identidad especifica, aunque numéricamente una cualquiera difiera de otra cualquiera, Afirmo esto por la sencilla azn de que si Jas partes que hay aqui y las partes existentes en otro mundo son semejan- tes entre si, también una parte tomada de aqui en’ nada se diferencia de nin- guna de aquelias partes que existen en otro mundo y en el mismo, sino que es semejante respecto de todas, supuesto, Claro, que no difieren entre ‘si formal: mente, De manera, pues, que es nece- sario 9 bien rechazar estas hipdtesis o bien admitir que existe un wnico centro y_un nico extremo terminal. ¥ sl es asi, es necesario también que el cielo, por las mismas pruebas y por las mis: tas necesidades, sea uno solo y no va- ios, Por st parte, que existe algo hacia lo cual es apta la tlerra para moverse y (2) La cosa que no pudiera moverse no seria tun cuerpo en su plend sentido, 4 el fuego, resulta evidente también, por fo demas. En efecto, en general, ‘todo To que se mueve es cambio desde ‘a algo, y estas cosas, es decir, el desde qué y el a qué del camino, difieren es- pecificamente. Pero todo cambio es sin duda, finito;" por ejemplo, lo que es curado pasa’ de ja enfermedad a la sa- lud, y 10 que es acrecido pasa de una cantidad pequea @ una cantidad gran- de. Por tanto, lo que es transportado esta sujeto a la misma ley, en efecto, a tras lacion tiene lugar o efecto yendo desde este Iugar a aquel lugar. Por consiguien- te, es preciso que el punto desde que y el’ punto @ que difiera especificamente, de igual manera que lo que es curado no se dirige a un termino cualquiera sin discriminacion alguna, ni tampoco ‘a donde quiere el que mueve. Luego tam- bién el fuego y la tierra se mueven, no hacia el indeterminado, sino en direc- cion a los opuestos. Ahora bien; las cosas que en lugar representan la ‘oposicién son el arriba y el abajo, De to cual re- sulta que estas diferencias 0 dimensio- nes son los limites del movimiento de traslacién, En efecto, también la rota- cion tiene’como en alguna manera opues- tos los puntos que distan de ella la lon- gitud de un diametro; sin embargo, la fotalidad no tiene ningin contrario.’ De manera que también para estos seres el | movimiento se realiza, en algun sentido, hacia los opuestos; y es finito este movi- miento, Por tanto, si hay alguna salida © punto de partida necesarios, es tam- bign necesario que los seres estos n0 se muevan sin fin, ‘Una prueba de que no se mueven in- {initivamente parece que puede ser Io que sigue, En efecto, la tierra y el fuego, cuanto mas cercanos estan @ sus luga- res, aquella al centro, el fuego al término superior, tanto mas rapidamente se mue~ ven, Si’ el lugar fuera infinito, seria también infinita la aceleracién, e igual- mente Jo serian ia pesantez y ia ligere- za, Pues igual que un ser que se dirigiera a un punto inferior a otro, distinto en la aceleracion, seria veloz o acelerado por Ia pesantez, de igual manera si este in- cremento fuera infinito en la pesantez, también seria, sin duda, infinito el in- eremento de ‘la aceleracion. Pero uno de ellos se mueve hacia arriba y el otro se mueve hacia abajo sin ser movido o presionado, como dicen algunos, por otro ARISTOTELES.—OBRAS a1 a/217b ser o por la fuerza, Pues una cantidad mayor de fuego se moveria, més despa- clo hacia arriba, y una cantidad mayor de tierra se moveria también més lenta- mente hacia abajo si esto fuera asf. En |cambio, la experiencia nos ensens que |ocurre io contrario; en efecto, una can- tidad mayor de tego y una cantidad mayor de tierra tienden siempre a su |propio lugar mas rapidamente. ¥ tam- poco ve moverian mas rapidamente, cer- [ca ya de su término, si se movieran por Ja violencia y la presion, pues todas las casas que se mueven por estos procedi- mientos dichos—ta violencia o la. pre- sidn--, cuanto més distan del ser que les comunica su fuerza, se mueven mas len- tamente; y hacia el punto del que han [sido rechazadas por la violencia, hacia alli’ se mueven, no ya por la, vidlencia, sino por un impulso y tendencia propios. Asi, Dues, de estas cosas deriva una su- ficiente dosis de credibilidad a favor de Jo que decimos, ‘También se puede de- mostrar esto mismo por medio de razo- |nes sacadas de la filosotia primera (1), ly también por medio de la nocién mis: |ma de rotacion, la cual, tanto aquf como en los otros mundos, debe ser andloga- mente eterna ‘También resultaria evidente que ne- cesariamente el cielo es uno solo si en- focamos de otra manera nuestra consi- deracion, En efecto, al ser tres las di- mensiones de los cuerpos, tres, ni mas ni menos, serdn los lugares de los cuer- pos, Uno’ sera el lugar del cuerpo que Jesté. colocado debajo de todos los de- més, el cual esta en torno al punto cen- tral: otro, el del cuerpo que se mueve en érbita, el cual es el xiltimo, y el ter- cero es ej del cuerpo intermedio, que se halla entre estos otros dos lugares. En jeste lugar, en efecto, es necesario que se halle aquel cuerpo que sobresale en- tre los otros por su ligereza, pues de no estar ahi debera colocarse, sin duda, fuera, “Ahora bien: esto es imposible En efecto, un cuerpo carece de peso, otro lo tiene; ahora bien: el lugar dei cuerpo que tiene peso es inferior si el lugar intermedio es el propio del lugar que tiene peso, Pero resulta que no esta en este lugar ni siquiera en contra de la 42) Porque una pluralidad de mundos,signi- ‘catia una pluralidad de Motores Tnmovies. ¥ fs0 es Una Imposibitiaad amp/aea DEL cIELO.—L18, 1—caP, 9 m5 naturaleza, pues este lugar corresponde |veces, efectivamente, nada impide que naturalmente @ otro cuerpo, ¥ 0 hay |esto dcurra; por ejemplo, si solo 6e con- ningun otro lugar. Luego debe estar en |siderara un unico cireulo, pues aun ed al lugar intermedio, ‘Después explicare- este caso no menos seran’ uns cosa. dis- ‘mos cuales son las diferencias propias de este lugar (1). ‘Con Jo dicho quedé en evidencia cus Jes y cudntos son los elementos del cuer- po © sus dimensiones, cudl es el lugar de cada uno y finalmente cuantos son en mimero los lugares mismos. CAPITULO: 9 NO PUEDE EXISTIR MAS QUE UN MUNDO. CONCLUSION Una vex hayamos dado solucién, en primer lugar, @ una dificultad presen- tada sobre Ia cuestion, seré preciso que @igamos que no solo ‘existe un mundo winico, sino que incluso no es posible que existe mas de uno, y ademas que ‘mundo es eterno, ya que no puede gufrir ni la generaciin ni le destruc- n. En efecto, a los que enfocaran de esta ‘manera su ‘consideracion les podria pa- recer que es imposible que el mundo sea Unico, pues en todas las cosas que han sido hechas o bien por la Naturaleza ‘© bien por el arte es una cosa distinta la forma tomada en s{ misina y la forma tomada en su mixtion con Ja materia; or ejemplo, una cosa es 1a forma de 1a esfera y otra cosa distinta es una es- fera de oro o de bronce. ¥, a su ver, una cosa es la forma del circulo y otra dis- tinta es un circulo de bronce o de ma- dera, Em efecto, al asignar a la esfera 0 ‘al circulo una esencia, para nada men: elonamos en ello el oro 0 el. bronce, ‘Pues no son estas cosas la esencia; mien: tras que si indicamos una esfera’de oro ‘© de aronce, lo diremos asi, aunque no Podamos entender o considerar ninguna otra cosa fuera de lo singular (2); algunas (1) La region tntermediaria, tratada aqui como Una Unidad, contiene, pues, el aire ye fSgua, ‘cuyon enracteres expeciticos se “aiscuten eel 1b. IV. (Gh Devemos atender a la alstinetén, entre pura forma'y forma-en-ia-materia. puesto que 2 esta la que inmediatamente se nov aparece. Hi Taronamlento et tse" existe una plutaldad de objetos de ia misma cosa. que nos ayuda a ‘ver con los ojos 7 los sentidos 1a distineida en- |tnta el ser un eirculo y el ser este circu- jlo; de manera que aquel sera la forma, mientras que este sera la forma en la janet y el singular. Por consiguiente, supuesto que el. clelo es sensible, sit duda, sera un ser singular. Pues todo sensible est en la materia, Ahora bien: Si es singular, una cosa sera ser este Cielo ¥ Obra cosa ‘stinta sera simple- mente «cielor, Es, por tanto, distinto este cielo y simplemente cielo: este se entiende ‘como la especie y la forma; aguel, como 1 forma meztlada con Ia materia, De los que son la misma forma ola especie, o existen o pueden existir varios individualmente, Pues si son, co- mo pretenden algunos, formas, es nece- sario que tenga lugar esto; pero si nin- guno de estos seres existe’ separado, no @s menos necesario que’ ocurra esto mis- ‘mo, En efecto, en todos los seres en que la forma o Ia sustancia esta en Ia ma- teria Pos ensefa Ia experiencia que son | muchos os seres que existen y que hay infinites seres de la misma especie. Por tanto, 0 bien existen varios clelos 0 pue- den éxistir varios de ellos. ‘Asi Dues, por lo dicho podria alguien venir 3 creer que existen varios cielos jy ademas que pueden existir varios de énos. Hay que examinar, pues, cual de estas cosas esta bien dicha y' cual de | ellas 20 lo esta. |. Se dice, pues, con razén, que una cosa Jes"la nocign de la forma, desprovista de la materia, y que otra cosa distinta es la forma que esta en Ia materia; su- pongamos que ello es verdadero. No'obs- fante, esto no es razén bastante que ar- |guya 1a necesidad de que existan varios Mundos 0 puedan existir varios ‘mun- dos, puesto ‘oue este al que nos referi- mo Consta de toda ia materia, como en realidad nos lo demuestra el mundo fe- noméntco Qué es Jo que queremos decir, quiz |resulte mas claro de la manera siguiente. |e materia y forma, porque nos muestran ta misma forma en diferentes materias, Si existe [Un objeto que sea el Unleo mlembro en su cla fe, se nos ‘hard

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