Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
MERCADOTECNIA Y PUBLICIDAD.
HABILIADAES SOCIALES.
PROF. ANDREA CRUZ AQUINO
CAPTITULO 6
EL BUEN HUMOR.
Practicar el buen humor nos dota de mayor control consciente sobre nuestras
emociones. Tomarse la vida con buen humor es tener la capacidad de razonar las
cosas que nos pasan, apreciar la diferencia entre lo que desearíamos y lo que
realmente sucede. Para desarrollar el sentido del humor es nuestra vida, es necesario
adoptar una distancia entre nosotros y los acontecimientos.
El humor es una forma de percibir la realidad donde todo adquiere una estrategia más
relativa, nueva y feliz. El buen humor es un estado de ánimo, una predisposición a
interpretar los acontecimientos de la ,vida. Puede situarse en dos polos: el positivo
(alegría) y el negativo (tristeza, que unida a la angustia, produce desolación.
Ambos polos contrarios se ven distanciados por una amplia gama de variaciones
anímicas, que son normales dentro de unos limites (eutimia), traspasados los cuales
entramos en los externos (manía y depresión).
Las personas de buen humor, están dispuestas a entablar relaciones con los demás,
son personas interesadas por las cosas; la gente divertida y alegre son más seguras
de que controlan sus vidas. Las personas optimistas se sitúan en un circulo que se
retroalimenta, dando consistencia al buen humor. La persona con sentido del humor se
plantea la vida con una forma que le permite dejar tomarse todo tan en serio; así juega
a ganar, juega a divertirse y a gozar. Cuando falta el buen humor razonable, es
conocido como <<sentido común>>.
El buen humor razonable es un sistema de defensa psicológico que nos advierte de
cuando estamos sacando las cosas de sitio y nos protege contra esta capacidad para
auto-atormentarnos.
Los argumentos que se usan, cuando falta el buen humor se clasifican en tres
posturas:
1. Exigir: <<no estoy dispuesto a tolerar que las cosas no sean como yo quiero>>
(enfado con otros) Este argumento justifica que la persona se muestre
dogmática y no dialogue, cerrándose a nuevas posibilidades.
2. Indignarse: <<es desolador que las cosas no sean exactamente como yo
quiero>> (castigarse a uno mismo) Este argumento justifica que se sientan
emociones negativas como la pena, la rabia, la angustia… sin restricción hasta
el punto de anular las propias defensas o el instinto de supervivencia.
3. Denigrarse: <<el que las cosas no sean exactamente como yo quiero es da;ino
para mi>> (me insulto a mi mismo) Este argumento justifica que la persona
pueda dañar su autoestima cada vez que las cosas no son exactamente como
quiere.
1. Evita las discusiones inútiles: Actuar como si la otra persona hubiese logando
convencerte. Se trata de un mecanismo para ver las cosas desde otros puntos
de vista. Notaras que surgen ideas a favor de la opinión de la otra persona
mejorando la comunicación.
2. Busca el absurdo: Esta justificado que hacer tonterías, amargarse y
desvalorizarse, siempre que algo no es tal y como deseamos
3. Juega a la burla reciproca: Se refiere a la empatía.
CAP.7
EL JUEGO
Puedes sorprenderte jugando en muchas situaciones cotidianas, al margen de los
motivos reales aparentes. El juego es algo más que un conjunto de deportes y
pasatiempos, es una manera de estar, una decisión interior.
LA BONDAD
Ser bueno es tender a obrar bien. La finalidad de una acción es incluso más importante
que la propia acción.
La maldad es la escasez de bondad. Esta incapacidad puede venir dada por lesiones o
limitaciones físicas en el cerebro. La violencia es una conducta común en
personalidades impulsivas que toleran mal las frustraciones, y en algunas psicopatías
es un rasgo individual.
La evolución de la bondad
Somos extremadamente dependientes y esperamos que todo lo que nos rodea nos
proporcione placer (los psicoanalistas han llamado a este hecho “narcisismo inicial”).
Si esta discrepancia entre el sujeto y los objetos que lo rodean es demasiado grande,
el mundo se presenta como algo hostil y el niño desarrolla una personalidad de
tendencia destructiva o agresiva.
La persona malévola, no percibe los intereses del otro y piensa que debe ser amada
por todas las personas importantes para ella, sin que importe el esfuerzo o retribución
que ella pueda dar.
Este sentimiento egoísta puede crear una interacción negativa, que llegue a manipular
la vida de la otra persona. Su propia desconfianza y actitud reivindicativa les hace
cosechar una lista inacabable y dolorosa de frustraciones y fracasos.
La persona buena está en paz consigo misma, se satisface primero a sí misma, pero
sin perjudicar a otros, y pretende que se haga por ella lo que ella hace por los demás.
La persona buena en sentido superior (filantropía) trasciende sus intereses y actúa por
amor al prójimo.
Esta bondad se desarrolla superando una serie de etapas: necesitamos ser sanamente
egoísta para ser honestos y ser honestos para ser filántropos.