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El Mimo y El Clown - Jesus Jara PDF
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de respeto.
As pues, ya vemos que estamos hablando de gente no muy bien
considerada: ademanes ridculos,
gnero ms bajo, mamarracho.
Gente que ha sido censurada,
rechazada, ensalzada o despreciada
segn pocas y gustos.
Gente irreverente, espritus libres que
han hecho de su arte burla del poder,
las normas, la religin (durante muchos
siglos de cristianismo el mimo lo tuvo
muy difcil). Mimos, clowns, bufones,
magos, volatineros, titiriteros, etc.,
componen un abigarrado conjunto de
gentes que son considerados como un
especie de patitos feos de las artes y
de la sociedad. En el Imperio Romano
el mimo tena su sitio en los descansos
o al acabar la representacin de una
tragedia, y su actuacin serva para
ayudar a secar las lgrimas de los
espectadores, como declaraba un escoliasta de Juvenal. Y cuando consigue
ms popularidad entre los romanos su
lugar ser los ludi florales, que estaban
colocados bajo el signo de arte menor.
Incluso hubo, en el siglo XIII, un famoso trovador de la corte de Alfonso X de
Castilla, Guiraut de Riquier, que pidi a
su seor que fijara una nomenclatura
exacta para distinguir a los representantes nobles de los vulgares dentro del estamento de los comediantes, pues era
totalmente injusto que los recitadores,
con cuyas canciones y versos bien compuestos se deleita un pblico cortesano,
jess jara
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educacin o el autoconocimiento.
Tambin la popularidad de gente como
Marcel Marceau o Charlie Rivel, con
estilos diferenciados, en las ltimas
dcadas, han hecho aparecer mimo y
clown como lenguajes distintos. Pero,
al mismo tiempo, esa popularidad nos
habla bien a las claras de lo profundo
de los lazos que existen con el pblico,
a pesar del gran desarrollo del teatro de
texto o de autor que se ha producido en
el ltimo siglo.
As pues, concluir diciendo que, lejos
de la visin incompleta de lo ms cercano, mimos, payasos titiriteros, magos,
teatreros de calle de todo tipo, seguirn
caminando por la senda comn de la
permanente alternativa al teatro culto.
Y en muchos casos, con mayor impacto, con mejor aceptacin entre el
pblico.
Y es que el nico teatro que existe desde siempre, que no entiende de gneros mayor o menor, de elitista o popular, es aquel que representa una persona e interesa a otra.
Cualquier otro debate sobre jerarquas
en el teatro deviene estril e innecesario.