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1-Hoy tengo, de Edith Mabel Russo

Hoy tengo para darte


el mundo que imagino,
donde caben los sueos
los tuyos y los mos.
Hoy tengo para darte
esas palabras buenas,
con las que intento siempre
enhebrar un poema.
La luna de mi cielo,
el sol de mi vereda
y un pincel con los rojos
de alguna primavera.
Hoy tengo para darte
los misterios del viento,
esta risa que ro
y esta pena que siento.
Un abrazo cerrado,
una mano en el hombro,
una atenta mirada
y un retazo de asombro.
Hoy tengo para darte
la magia repetida
de andar el mismo paso
y compartir la vida!

2-Ustedes y Nosotros, de Mario Benedetti


Ustedes cuando aman
exigen bienestar
una cama de cedro
y un colchn especial.
Nosotros cuando amamos
es fcil de arreglar
con sbanas qu bueno
sin sbanas da igual.
Ustedes cuando aman
calculan inters
y cuando se desaman
calculan otra vez.
Nosotros cuando amamos
es como renacer
y si nos desamamos
no la pasamos bien.
Ustedes cuando aman
son de otra magnitud
hay fotos chismes prensa
y el amor es un boom.
Nosotros cuando amamos
es un amor comn
tan simple y tan sabroso
como tener salud.
Ustedes cuando aman

consultan el reloj
porque el tiempo que pierden
vale medio milln.
Nosotros cuando amamos
sin prisa y con fervor
gozamos y nos sale
barata la funcin.
Ustedes cuando aman
al analista van
l es quien dictamina
si lo hacen bien o mal.
Nosotros cuando amamos
sin tanta cortedad
el subconsciente piola
se pone a disfrutar.
Ustedes cuando aman
exigen bienestar
una cama de cedro
y un colchn especial.
Nosotros cuando amamos
es fcil de arreglar
con sbanas qu bueno
sin sbanas da igual.

3-Volvern, de Gustavo Adolfo Bquer


Volvern las oscuras golondrinas
en tu balcn sus nidos a colgar,
y otra vez con el alba en sus cristales,
jugando llamarn;
pero aquellas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha al contemplar;
aquellas que aprendieron nuestros nombres,
sas... no volvern!
Volvern las tupidas madreselvas
de tu jardn las tapias a escalar,
y otra vez a la tarde, an ms hermosas,
sus flores abrirn;
pero aquellas cuajadas de roco,
cuyas gotas mirbamos temblar
y caer, como lgrimas del da...,
sas... no volvern!
Volvern del amor en tus odos
las palabras ardientes a sonar;
tu corazn, de su profundo sueo
tal vez despertar;
pero mudo y absorto y de rodillas
como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido..., desengate,
as no te querrn!

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