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UNIVERSIDAD DEL VALLE

FACULTAD DE HUMANIDADES
DEPARTAMENTO DE GEOGRAFIA
CURSO: TECNICAS HISTORIOGRAFICAS Y HERRAMIENTAS PEDAGOGICAS
ESTUDIANTES: CINDY CAROLINA ARROYAVE CERON C.E. 0630189
DILIA ESPERANZASANCHEZ URBANO C.E 0640726

CONOCIMIENTO PREVIO, VENTAJA O DESVENTAJA PARA


LA ENSEÑANZA DE LAS CIENCIAS SOCIALES Y LA HISTORIA?

El saber pedagógico de las ciencias sociales y la historia es heterogéneo. Está


configurado por múltiples elementos: tradiciones, conceptos, experiencias y relatos
que no proceden de un ordenamiento regular. Su carácter polisémico ha
caracterizado el devenir de las prácticas en el aula de dichas disciplinas en un
intento constante por reorientar la mirada pedagógica del mundo. Este saber,
construido y renovado históricamente, procede del esfuerzo de cada sociedad por
resolver la pregunta sobre el sentido de la enseñanza de las ciencias sociales y la
historia. Las respuestas han sido múltiples: crear ciudadanos capaces de ser útiles
para una sociedad, capaces de tener una visión crítica y de aportar soluciones,
capaces de crear espacios de reflexión en la sociedad y desde una perspectiva
histórica ser capaces de comprender el pasado desde el presente y establecer
relaciones entre estos dos momentos históricos.

De ésta manera la práctica en el aula de estas disciplinas no se torna en algo


abstracto ni aislado, su saber y su qué hacer se encuentran estrechamente
relacionados con la sociedad y la cultura, es allí donde surge la necesidad de
crear un anclaje entre los conocimientos que un alumno puede obtener
culturalmente antes de llegar a una institución educativa y los nuevos
conocimientos que se empezarán a construir en esta.

En el texto CONSTRUIR Y ENSEÑAR LAS CIENCIAS SOCIALES Y LA


HISTORIA de Mario Carretero encontramos un deseo del autor por querer difundir
trabajos empíricos que fomenten la investigación y mejora de las ciencias sociales
y la historia, impulsando la importancia de estas disciplinas para el desarrollo
cognitivo de estudiantes responsables y críticos.

Carretero en su libro aborda temas de gran importancia, algunos de las temáticas


trabajadas por Carretero son epistemología y didáctica de las ciencias sociales y
la historia, perspectiva actual de las investigaciones enfocadas en estas
disciplinas, causalidad, conceptos y enseñanza de la historia, y el conocimiento
previo siendo este último el tema a desarrollar en este texto.

Desde la perspectiva de los alumnos las asignaturas como las ciencias sociales y
principalmente la Historia se ven como disciplinas de habilidades cognitivas
complejas, es decir les representa dificultad debido al contenido de conceptos
abstractos y difusos, lo cual les impide una rápida comprensión.
Debemos partir de que la Historia es una relación del pasado con el presente u
otros momentos históricos y pretende comprender el pasado a partir de
instrumentos conceptuales del presente. Estos conceptos históricos están
basados en una concepción previa de conceptos sociales o relacionados, creando
la necesidad de un anclaje conceptual. En este sentido, el dominio del tiempo
histórico es el que representa la diferencia de los contenidos de las Ciencias
Sociales y la Historia, exigiendo al alumno una capacidad de representarse dentro
de un mismo escenario histórico, situaciones que aunque se producen dentro de
un mismo escenario histórico no corresponde al mismo momento histórico. Esto
representa para los estudiantes una dificultad para entender el pasado desde el
presente.

Para facilita al estudiante la comprensión del tiempo histórico que como ya se


menciono anteriormente, esta ligado a conceptos sociales, es necesario una
reestructuración conceptual cognitiva, pero teniendo en cuenta que estudios
científicos han demostrado que los seres humanos creamos una reacción al
cambio de ideas y actitudes siendo capaces de deformar la información con el fin
de sostener una posición ideológica. Los conocimientos previos son importantes
para las ciencias sociales ya que estas siempre están vinculadas con las
experiencias, lo cual facilita la construcción de conceptos sobre un medio social, la
construcción de un espacio humanizado e histórico, generando múltiples, diversos
y la mayoría de las veces desorganizados e implícitos conceptos que sirven para
actuar en un medio. Estos esquemas conceptuales aunque no estén organizados
y sean imprecisos tienen una lógica y resultan útiles y operativos para la práctica
en el aula de las ciencias sociales y la historia.

Es importante resaltar que la Historia y las ciencias sociales no responden a un


explicación causal sino motivacional e intencional de sus agentes lo cual
representa una consideración diferente a la de las ciencias naturales que hay que
tener en cuenta a la hora de la enseñanza. Estas disciplinas son consideradas por
algunos estudiantes como disciplinas de razonamiento infrecuente donde prima la
actividad repetitiva y memorística. Para Vigotsky los conocimientos previos tienen
mucha potencialidad y los nuevos conocimientos se olvidan fácilmente o tienen
estructuras débiles, lo que da cabida a una gran actividad repetitiva. Siendo así el
aprendizaje de las ciencias sociales debe desarrollar la capacidad de que el
alumno procese la información a medida que va reconstruyendo el conocimiento
creado por la sociedad a lo largo del tiempo y realice una nueva interpretación de
la realidad.

Para otros estudiantes, en su gran mayoría, las ciencias sociales y la historia


representan una dificultad ya que requiere de distintos procesos de razonamiento,
como la interpretación, verificar posiciones y la autenticidad de fuentes y
comprender contenidos sociales e históricos de manera cercana a su complejidad
explicativa. Esta complejidad se ve principalmente reflejada en la comprensión de
conceptos históricos, ya que estos son cambiantes, es decir “temporales” su
significado cambia con el tiempo. Comprender estos conceptos genera
comprender y asimilar los contextos en que surgen. Como realizar esta
interpretación resulta tan difícil para los estudiantes, ellos optan por realizar
representaciones globales “prototipos” (generalizar en una misma categoría todo
lo que se parece). Los docentes pueden ayudar a sus estudiantes a efectuar la
transición a partir de lo desconocido, empleando el conocimiento previo que ellos
poseen. Las investigaciones aunque no son muchas, demuestran que podemos
adelantar el comienzo del aprendizaje al utilizar actitudes, experiencias y
conocimientos preexistentes, y salvar las distancias entre lo que se está enseñado
y lo que ya se conoce.

Según algunas encuestas tomadas del texto de Carretero, los estudiantes tienen
mucha dificultad para explicar por qué aprenden Historia o para qué les serviría
aprenderla, y la mayoría coinciden en definir la historia como examinar hechos del
pasado. Aunque en el mismo texto encontramos la historia como la posibilidad de
comprender acciones humanas a partir de la explicación de aspectos de la
realidad y su relación con diversos fenómenos económicos, políticos, sociales
ideológicos, culturales, etc.,
En este sentido conectar el conocimiento previo de los estudiantes
referente a la historia con el nuevo conocimiento que debe ser impartido en la
escuela es una difícil labor de reconstrucción conceptual por parte del maestro, y
en la que influyen diferentes variables como la disposición del estudiante donde
influyen otros factores de índole personal e impersonal como el autoestima,
autoimagen, capacidad de asumir riesgos y esfuerzos, pedir y dar ayuda. Otra
variable son las experiencias vividas y el contexto en que las vivió, representación
inicial de la tarea, interés por ella, y entre otra representación y expectativas en
relación al profesor y compañeros. Por otra parte, el alumno cuenta con
determinadas capacidades cognitivas generales o, en términos más corrientes,
con unos niveles de inteligencia, razonamiento y memoria que le van a permitir un
determinado grado de comprensión y realización de la tarea. Pero estas
capacidades generales no son únicamente de carácter intelectual o cognitivo. El
alumno cuenta también con determinadas capacidades de tipo motriz, de equilibrio
personal y de relación interpersonal, tal como se ha expuesto anteriormente. En
este sentido, entendemos, pues, que el alumno pone en juego un conjunto de
recursos de distinta índole que, de manera más o menos general y estable, es
capaz de utilizar frente a cualquier tipo de aprendizaje.

En estrecha interrelación con dichas capacidades, para llevar a cabo el


aprendizaje el alumno dispone de un conjunto de instrumentos, estrategias y
habilidades generales que ha ido adquiriendo en distintos contextos a lo largo de
su desarrollo, y de manera especial, en el de la escuela. Instrumentos como el
lenguaje (oral y escrito), la representación gráfica y numérica, habilidades como
subrayar, tomar apuntes o resumir, estrategias generales para buscar y organizar
información, para repasar, para leer un texto de manera comprensiva o para
escribir reflexivamente sobre un tema, son algunos ejemplos de este conjunto de
recursos de tipo general que pueden formar parte, en una u otra medida, del
repertorio inicial del alumno y con los que cuenta (o no) para afrontar el
aprendizaje del nuevo contenido.

Así, partiendo de la existencia de conocimientos previos en todos los ámbitos


educativos incluidos las ciencias sociales y la historia, tomamos la teoría del
aprendizaje significativo desarrollada por el psicólogo cognitivo D. Ausubel (1968),
entendiendo que el aprendizaje tiene lugar cuando el estudiante liga la información
nueva con la que ya posee, reajustando y reconstruyendo en este proceso ambas.

D. Ausubel comenta que una estrategia útil para que los profesores ayuden a sus
estudiantes a la memorización de la información empleada frecuentemente la
enseñanza de la historia, es el empleo de lo que él llama organizadores previos,
definidos como conceptos o ideas ya conocidas que funcionan como marcos de
referencia para los nuevos conceptos y las nuevas relaciones. De esta manera, los
organizadores previos se convierten en puentes cognitivos entre los nuevos
contenidos y la estructura cognitiva que posee el estudiante. A partir de dicha
conexión y búsqueda de relación, podrá desarrollarse el aprendizaje significativo
tanto en las ciencias sociales y la historia como en cualquier área de aprendizaje,
anclando conceptos previos de los estudiantes adquiridos en sus experiencias
sociales a unos conceptos nuevos de difícil comprensión como los empleados en
la historia.

Finalmente es indudable que los aspectos que acabamos de mencionar (la


disposición que presentan los alumnos frente al aprendizaje y las capacidades,
instrumentos, habilidades y estrategias generales que son capaces de utilizar)
constituyen elementos importantes del análisis de los alumnos al iniciar el
aprendizaje de un nuevo contenido histórico – social En este sentido, estos
conocimientos previos no sólo son una gran ventaja para la creación de un nuevo
conocimiento de ciencias sociales e historia sino que también le permite contactar
inicialmente con el nuevo contenido, que además, son los fundamentos de la
construcción de los nuevos significados. Un aprendizaje es tanto más significativo
cuantas más relaciones con sentido es capaz de establecer el alumno entre lo que
ya conoce, sus conocimientos previos y el nuevo contenido que se le presenta
como objeto de aprendizaje.
DOCUMENTACIÓN

 CARRETERO, M. y otros (1996). Construir y Enseñar las Ciencias Sociales y la


Historia. Madrid, Aique, 150 pag.

 AUSUBEL, D.P.; NOVAK, J.D.; FIANESIAN, H. (1983): Psicología educativa:


unpunto de vista cognoscitivo. México. Trillas.

 CARRETERO, M. y otros (1992): «Psicología de la instrucción, razonamiento y


conocimientos específicos». Infancia y Aprendizaje, 59-60, 11-42.

 POZO, J.I. y otros (1991): «Conocimientos previos y aprendizaje escolar».


Cuadernos de Pedagogía, 188,12-14.

 AUSUBEL, D.P, Novak, J. D. y Hanesian, H. (1968). Psicología educativa, un


punto de vista cognoscitivo. México: Trillas.

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