Está en la página 1de 1

Los sentimientos son las impresiones que causan a un nivel espiritual determinadas

cosas o situaciones y a partir de las cuales, es decir, del sentir que estas nos producen
internamente, los seres humanos actuamos. Es por esto que si por ejemplo nuestra
vida es una sucesin de desgracias y feas situaciones, nuestros sentimientos no sern
de lo ms positivos, buenos y armoniosos, por el contrario, el resentimiento, a veces
llegando hasta el odio, se convertirn en la medida de nuestros actos. En tanto, una
persona que se topa recurrentementecon buenas experiencias es casi seguro que
tender a producir en su interior buenos y nobles sentimientos.
Lo peor que puede hacer una persona ante un sentimiento es ocultarlo, inhibirlo,
porque esto es lo mismo a fomentar un deseo irrefrenable que luego adquirir
inevitablemente la forma de frustracin, la peor aliada que puede conseguirse una
persona en su desarrollo como tal. Por ejemplo, una mujer que se oculta a s misma y al
resto, el amor que siente por un hombre, ya sea que este est o no comprometido,
seguramente, deber lidiar con una existencia frustrada, producto de ese ocultamiento.

Si bien los seres humanos experimentarn varios sentimientos a lo largo de su vida,


hay dos sentimientos bien contrapuestos entre s y que son los que mayor publicidad
han recibido a lo largo de la historia de la humanidad, estos son por un lado el amor
que est ampliamente vinculado al goce, lo placentero, la armona, el estado ideal que
cualquier persona aspira a alcanzar en relacin con las personas y porque no tambin
con algunas cosas materiales sobre las cuales se depositan cargas emotivas positivas e
importantes por estar relacionadas con alguien. El amor es el sentimiento fundamental
por el cual se unen las parejas, nacen los hijos, los nietos, etc.
Y del otro lado del ring tenemos el odio, que claro, observa entre sus caractersticas
todo aquello que se opone al amor, siendo lo negativo, lo violento, el disgusto, el
desprecio sus principales componentes.

También podría gustarte