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A la dirección calumniosa de la Segunda Internacional

Por N. Krupskaya.

"Por qué la Segunda Internacional toma a Trotski bajo su protección"

A los Trotskistas y a los Zinovievistas no les interesa el destino de las masas. Lo único
que les importa es cómo tomar el poder, aunque sea con la ayuda de la Policía Secreta
del Estado Alemán y de los enemigos más salvajes de la dictadura del proletariado,
ansiosos por restaurar la sociedad del estado burgués y la explotación capitalista de las
masas de trabajadores en el país de los Soviets.

No es por accidente que Trotski, que nunca captó el carácter esencial de la dictadura del
proletariado, que nunca comprendió el papel desempeñado por las masas en la
construcción del Socialismo, Trotsky, que cree que el Socialismo puede ser construido
con órdenes desde arriba, optase por la vía de organizar actos terroristas contra Stalin,
Voroshilov y otros miembros del Buró Político que están ayudando a las masas a
construir el Socialismo.

No ha sido por casualidad que el inescrupuloso bloque en torno a Kamenev y Zinoviev


se haya juntado a Trotski, paso a paso, hacia el fondo del abismo de la traición de la
causa de Lenin, de la causa de las masas trabajadoras, de la causa del Socialismo.

Trotski, Zinoviev, Kamenev y toda su banda de asesinos, trabajaron codo a codo con el
fascismo alemán y formaron una alianza con la Policía Secreta del Estado alemán. A
partir de aquí es que todo el país exige unánimemente: "¡Estos perros rabiosos deben ser
fusilados!" Ellos han querido crear confusión en las masas. Han querido disparar al
Camarada Stalin, el corazón y el cerebro de la revolución, Y fallaron. La banda
miserable de canallas ha sido ejecutada. Las masas se han unido más estrechamente en
torno al C. C.; su lealtad a Stalin es más fuerte que nunca.

Tampoco es accidental que la Segunda Internacional se comporte como si hubiera


enloquecido, y se apresure a proteger la banda asesina de Trotski-Zinoviev que se
esfuerza en desintegrar el Frente Popular. De Brouckere, Citrine y sus compañeros,
perdonan todas las fechorías cometidas por los enemigos de la clase trabajadora de la
Unión Soviética, contra el Partido y sus líderes. En el aullido antisoviético levantado
por la burguesía mundial, la voz del la Segunda internacional es la más alta. La Tercera
Internacional nació de la lucha contra la Segunda Internacional. Con la ayuda de los
renegados, Katusky y su comparsa, la Segunda Internacional llevó a cabo una salvaje
campaña difamatoria dirigida contra la dictadura del proletariado, contra el poder
Soviético. La Segunda Internacional pretende extenuar y derrotar el orden capitalista
lanzando arena a los ojos de las masas trabajadoras. Por lo tanto, ahora apoya al agente
de la Policía Secreta del Estado Alemán, Trotski. Pero la tentativa ha sido un fracaso.
Nuestra tierra soviética se ha vuelto poderosa y alza cada vez más alto las banderas del
Comunismo. Con paso seguro avanza continuamente por el camino indicado por Marx,
Engels y Lenin. Ni los trotskistas, ni los partidarios de Zinoviev, ni la Segunda
Internacional, tendrán éxito en esconder este hecho y en lanzar arena a los ojos de las
masas. La tensa situación en el escenario internacional y la amenaza de un peligro de
guerra aumentará la vigilancia de los trabajadores e incrementará y fortalecerá el Frente
Popular de las masas trabajadoras del mundo entero.

Referencia: International Press Correspondence, 12 de Septiembre de 1936, Vol. 16,


No. 42, pag. 1162.

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