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Aragón 10
Campo
de Cariñena
Goya:
Fuendetodos
Daroca
Gallocanta
Jiloca
Teruel
Albarracín
10 A destacar
La ruta del sur.
La Extremadura aragonesa
El viajero parte de Zaragoza buscando las tierras de Teruel. Es
algo más que un camino. Es introspección, tierra roja de viñas,
Botorrita
Yacimiento del Cabezo huellas de la historia, dulce meditación y tiempo parado. Es
de la Mina
fiesta, naturaleza de ribera, algarabía en forma de mudéjar y
Muel
Taller Escuela de Cerámica celebración pagana en forma de Mayo o de Torico.
976 145 225
Museo Etnológico
La Calistra
976 140 178
Cariñena
Museo Parroquial
Museo del Vino
976 793 031
Bodegas visitables
Tierras lo pequeño y lo humilde se nos muestra
a través de arcos y fortificaciones.
convirtieron en vajillas utilizadas en días
de fiesta en todo Aragón.
en Cariñena
Fiesta de la Vendimia
de pucheros Continuando en nuestro viaje, nos
reciben las tierras de Muel. Rojas por
Muel esconde en su caserío un pa-
sado antiguo. Destacamos por ello la
y de vino
nacimiento, blancas y azules por apren- ermita de la Virgen de la Fuente. Para-
dizaje, el saber hacer de los alfareros las da obligada para observar los muros de
Peracense
Iglesia de San Pedro, 1740 Las tierras timas consideradas mudéjares mientras
el cuerpo eclesial es gótico.
la pena el puente del siglo XVIII sobre
el Jiloca.
del Jiloca
Ermita de San Ginés No nos detenemos. Continuamos Burbáguena posee castillo del siglo
Castillo de Peracense buscando el nacimiento del río. Visita- XII y una iglesia dedicada a Nuestra Se-
mos las tierras de Báguena y Burbágue- ñora de los Ángeles de trazas clásicas
Es tierra de martinetes, lavaderos de la- na. La primera famosa por la resistencia con el habitual chapitel barroco.
nas, rutas del Cid, azafrán o fortalezas aragonesa a las tropas castellanas de Seguimos río arriba. Luco de Jilo-
de frontera. Pedro I posee una torre mudéjar, estilo ca, cuya toponimia hace mención al
Nada más dejar Daroca la localidad habitual en el territorio, con una fábrica río protagonista de nuestro recorrido,
de San Martín del Río nos ofrece un del siglo XVI, es la iglesia de la Asun- posee un interesante, a decir de algu-
museo del vino que nos hace reencon- ción. Todo se articula en torno a la calle nos, puente romano, a decir de otros,
trarnos con los sabores tradicionales y mayor y dos plazas, la del convento de medieval.
recordar la antigua Alcoholera del Jilo- San Valentín y la propia plaza de la pa- Existen edificaciones palaciales como
ca. Destaca la torre de su iglesia, levan- rroquial. No perderse los restos de una el palacio de Montezuma, el rectorado y
tada la primera en la segunda mitad del torre de tapial y otra de sillería, a decir la iglesia parroquial.
siglo XVI y siendo, por tanto, de las úl- de algunos: fortaleza templaria. Merece Es lugar que absorbió despoblados
como los de Gascones y Entramba-
saguas, en alusión el segundo al punto
de unión entre el río de resonancias clá-
sicas, Pancrudo, y el propio Jiloca. La er-
mita de la Virgen del Rosario se encargó
de sacralizar este punto.
Poseía, luco, martinete, molino de
harina y de luz, serrería, chocolatería y
una nevera, a decir de Francisco Martín
y Fernando Herrero. Destaca en sus pa-
seos por los alrededores por la presen-
cia de chopos cabeceros. Todo es cal-
ma, tranquilidad y ver discurrir la vida.
Aunque a veces esa rueda nos lleva al
carnaval. Es el de Luco una buena fecha
para disfrutar de la fiesta de los Zarrago-
nes y las madamas.
Así llegamos a Calamocha. Villa fa-
mosa por su jamón. Es actualmente
cabecera de comarca. Parada absoluta-
mente recomendable. El Cid parece ser
que ya pasó por estas tierras. Hay que
dejar la carretera y pasear por la loca-
Monreal del Campo. Ojos del Jiloca. lidad.
Foto: Jesús Ropero
La iglesia parroquial de Santa María, Existen restos de un martinete y son Cuentan que cuando una casa vendía
de una sola nave, posee cubierta con muy recomendables de ver, aunque pri- tan preciado tesoro su fin estaba cerca.
bóveda de crucería y capillas entre los vados, los restos del lavadero de lanas. Era el último recurso, el fondo del saco
contrafuertes. Levantada en el siglo También destacan el molino de adentro gracias al cual muchas economías do-
XVI fue reformada en el siglo XVIII. Su y el de fuera, el puente romano. Propo- mésticas sobrevivieron.
fachada se abre a la calle en forma de nemos disfrutar del río y los chopos. Posee un interesante museo dedica-
gigantesco arco de triunfo. El convento Continuamos nuestro camino. Ca- do a este producto. En él podemos ob-
Aguarón. Casa del Gaitero.
de San Miguel Arcángel es otra de las minreal fue famoso en otro tiempo por servar a través de la reconstrucción de
referencias. ser lugar de carreteros. Era en la Edad la vida cotidiana cómo se separaba la
Dos capillas se encargan de delimi- Media el Camino Real. Destaca el ya- farfolla de los estambres y pistilos, que La Casa del Gaitero
tar el espacio ritual de Calamocha: la cimiento arqueológico, celtíbero en era lo que propiamente tenía valor. Se
del Santo Cristo del Arrabal y la de San cuanto a población, romano republica- denominaba esta actividad, nocturna y La Casa del Gaitero, su casa,
Roque. Es famoso en esta localidad el no en cuanto a trazado y construcción, adecuada para contar cuentos y leyen- se encuentra a 50 km de
baile y los dichos que se realizan todos en el que se han localizado importantes das, esbrine o esbrizne. Zaragoza. Junto a la localidad
los años en honor al santo. hallazgos. Posee la localidad unos interesantes de Cariñena. Los humildes
El urbanismo nos invita a pasear por La iglesia de Nuestra Señora de la Ojos del Jiloca. Humedales de interés instrumentos, ecológicos y
sus calles y disfrutar de edificios pala- Asunción puede poner el contrapunto, natural que, combinados con los paisa- artesanos, son el eje conductor
ciales que abarcan los siglos XVII al XIX. en vertical, a la visita a la localidad. jes de chopos cabeceros, bien merecen de una exposición que permite
viajar a través de los continentes
Avanzamos hacia Teruel. Las un paseo. Igualmente, un patrimonio
Monreal del Campo. gracias a la capacidad de
tierras de Monreal del histórico artístico notable del que des-
Iglesia parroquial. transportarnos y encantarnos
Campo son de azafrán. tacamos la casa de doña Concha o la
que tiene la música.
iglesia parroquial. No hay que perderse
Eugenio Arnao es el alma
la recreación medieval de la Fundación
mater, y, sobre todo, pater, del
de Monreal por la misteriosa Orden de
mismo. Su espíritu renacentista,
San Salvador. inquieto y burlón, está presente
Nos desviamos a las tierras de Pera- por todos lados.
cense. El castillo roquero bien lo mere- La Casa del Gaitero es
ce. Encaramado en lo alto. Mirando el una referencia dentro de la
horizonte. Agarrado a la piedra deno- arquitectura popular de la zona.
minada rodeno, denominada de San Desde la bodega pasando por
Ginés, es fortaleza de origen incierto. las alcobas para rematar en
Se han encontrado restos celtíberos y los graneros. Sólo le faltaba
romanos, pero lo que hoy vemos parece tener un taller de luthier y un
ser del siglo XIV. Parece ser que desde escenario. Y, encima, ¡lo tiene!
estas alturas se inició por Aragón la con- Combina hábilmente la tradición
quista de la sierra de Albarracín y que y la vanguardia a través de su
su misión primordial fue defender las sala de exposiciones, Tam-tam,
tierras del valle para evitar las invasio- como si fuera una llamada de
nes castellanas. Es visita absolutamente atención al visitante.
indispensable.
Un viaje a la Edad zona de las eras, la canalización final del
mítico acueducto de los moros, que,
A destacar Media: Cella, hoy sabemos, fue construido por los
romanos.
Gea y Albarracín
Albarracín Avanzamos hacia la sierra de Albarra-
Pinares de Rodeno cín. Nos recibe Gea con su monasterio
Pinturas rupestres del Carmen, los restos de fundiciones
Catedral El Salvador, s. XVI Llegamos a Cella. El antiguo castillo de hierro por el camino hacia Teruel,
Palacio Episcopal, s. XVII creó un urbanismo anular de calles que restos de hornos alfareros y canalizacio-
Iglesia de Sta. María, s. XVI enseguida se vio sobrepasado por el nes de sabor morisco.
Iglesia de Santiago, s. XVIII
interés de las grandes casas en mostrar El Guadalaviar nos invita a pasear por
Ermita de San Juan, s. XVII
Santa Bárbara, s. XV su poderío. Así, a lo largo de los siglos sus orillas vislumbrando masías, masa-
Cristo de la Vega, s. XVII XVI y XVII, las familias de los Lanzuelas, das y corrales junto a chopos y una rica
Convento de las Dominicas, Goyanes y Fuentes levantaron edifica- avifauna. Topónimos con la Torreta o
s. XVII ciones con a menudo impresionantes el Torreón o la proximidad de la sierra
Castillo patios y escaleras que rompieron el ur- Carbonera invitan al paseo, la charla y
Las Murallas, s.XIII-XIV banismo medieval. el descanso.
Centro de Interperetación Cella. Ayuntamiento.
de la Naturaleza de Destaca su edificio consistorial, sím- Es destacable la plaza del Obispo
Dornaque 978 681 004 bolo de poder civil, que responde a una Eijo por su sabor tradicional. Piedra,
Museo del Juguete tipología renacentista de tres plantas. los, aunque en este caso es historia, la barro, madera son los protagonistas de
978 710 282 La inferior, con arcos de medio punto a existencia en la zona del prado de una una arquitectura de la tierra bajo sopor-
Museo de Historia de la modo de porche, el piso superior o no- laguna que llegaba hasta Santa Eulalia. tales y presidido por fuentes públicas.
Ciudad 978 700 411 ble y una logia de arcos italianizantes en Esta fue desecada en el siglo XVIII para La iglesia, construida en mampostería,
Museo Diocesano
el superior. aumentar el espacio agrícola cultivado. dedicada a San Bernardo, fue levantada
978 710 093
La iglesia de la Inmaculada, con orí- Todavía pueden adivinarse restos de en el siglo XVII. Posee edificaciones civi-
Guadalaviar genes del siglo XIV, sufrió diversas trans- un monasterio cisterciense, de embar- les a su alrededor sobresaliendo dentro
Museo de la Trashumancia formaciones y cambios hasta el siglo caderos y puede visitarse un nevero. del caserío la Casa Grande de los Reyes
978 708 255
XVII-XVIII. Esta vinculada por leyendas También nos contaron que, hasta la de Aragón. Destacable y curioso, dentro
al pozo contiguo, artesiano y construi- aparición de los nuevos aladros con ho- de esta arquitectura urbana, son los ale-
do en el siglo XVIII. Es el más grande de jas de fundición modernas, los arados ros de madera, en especial aquel en el
Europa a decir de algunos y el segundo no podían hincarse en el suelo de este que aparece un gaitero. No perderse el
del mundo. Otros afirman que éste es el territorio porque las tierras en invierno convento de las Capuchinas, el azud de
nacimiento auténtico del Jiloca. se helaban. época Moderna, o el acueducto roma-
No es de extrañar que, con estos No es el único elemento hidráulico no, excavado en roca, que unía las aguas
antecedentes, suene a cuento de abue- destacable. Llega a Cella, a través de la del Guadalaviar con las del Jiloca.
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Diseño y producción: Fototype. Comunicación Gráfica. D.L. Z-265/08
Zaragoza
Rutas por
Aragón
10 Muel
Fuendetodos
Cariñena
02 03 05
HUESCA Mainar
13
01 04
12
06 Daroca
ZARAGOZA
11
Gallocanta
07
10 08
TERUEL Calamocha
09
Monreal del
Campo
Peracense
Fotos de portada
n Teruel. Óvalo.
Cella
Arriba, de izquierda a derecha:
n Albarracín.Vista de la localidad.
n Orihuela del Tremedal. Puerto.
Albarracín