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Comisión Investigadora Nº 12
Impreso en la Argentina
Editorial Miradas
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Comisión Investigadora Nº 12 de la Comisión Nacional de Energía Atómica
INDICE
Introducción…………………………………………………………….. Página 3
Capítulo I Antecedentes para la creación del “Centro Huemul”……. Página 4
Capítulo II Cronología y comprobaciones posteriores a la creación
del “Centro Huemul”…………………………………………………… Página 7
Capítulo III La cuestión científica…………………………………….. Página 23
Capítulo IV ¿Quiénes fueron los responsables científicos del proyecto
Huemul?..................................................................................................... Página 34
Capitulo V Promesas de Richter……………………………………….. Página 44
Capítulo VI Costo del proyecto Huemul………………………………. Página 46
Capítulo VII El aspecto administrativo………………………………... Página 50
Capítulo VIII Término de esta investigación………………………….. Página 61
Capítulo IX Otros asuntos:
1. Denuncia formulada por el capitán Mario A. de Ugarriza. 2. Denuncia formulada por
don Andrés Lene contra el doctor Alberto González Domínguez. 3. Denuncia contra el
ingeniero Armando Vengara Bai. 4. Expediente Nº 4118 “Esc/95” de la Comisión
Nacional de Investigaciones caratulado: Rabanal y otros / sobre irregularidades. 5.
Denuncia contra César Santiago Pagés. 6. Denuncia contra el ex administrador de las
Termas de Copahué, don Enrique Eguireun. 7. Asunto Miguel G. Roberts. 8. Asunto
Roger A. Pascal. 9. Expediente Saborens………………………………… Página 63
Anexo I Diversas comunicaciones recibidas por la Comisión luego de redactado el
informe…………………………………………………………………….Página 71
Conclusiones y Recomendaciones: El aspecto científico – Costo del proyecto Huemul
– El aspecto administrativo – otros asuntos -…………………………….. Página 72
Anexo II La responsabilidad jurídica de Ronald Richter………………... Página 76
Fotos……………………………………………………………………… Página 77
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Comisión Investigadora Nº 12 de la Comisión Nacional de Energía Atómica
INTRODUCCIÓN
La Comisión Investigadora Nº 12, cuyos miembros firman este informe, así como
también sus colaboradores, fue designada el 20 de octubre de 1955. En los dos meses y
medio transcurridos ha realizado treinta y seis sesiones, cuyas actas constan en los
legajos correspondientes; ha visitado la isla Huemul y aprovechado su viaje para tomar
declaraciones a diversas personas radicadas en Bariloche; ha tomado declaración
indagatoria a unas veinte personas, algunas de las cuales ocuparon dos sesiones de
varias horas cada una; ha revisado antecedentes que ocupan miles de fojas, etcétera.
En cuanto a otros asuntos, se dará, en el último capítulo de este informe una lista
completa de ellos, inclusive los que no han podido ser estudiados por falta de tiempo.
Los informes contables han exigido la revisión de centenares de documentos del archivo
de dicha Dirección Nacional, y han permitido precisar el costo total del referido
proyecto, con buena aproximación.
Capítulo I
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1.- En mayo de 1948 (foja 21 vuelta), el doctor Ronald Richter, estando en Paris (?),
“Fue llamado telefónicamente desde Suiza, por el señor Hellrick o Helferich, foja 24),
posiblemente arquitecto argentino, quien le manifestó que el profesor Tank (1) ,
invitado para venir a la Argentina lo había propuesto en su lugar. “El profesor Tank le
hizo llegar la invitación particularmente, pero la invitación oficial provenía del señor
Hellrick. El doctor Ronald Richter se había relacionado con el profesor Kurt Tank,
experto en diseño y proyectos de aviones al finalizar la guerra, en Inglaterra (foja 21) y
más precisamente, en Londres durante el mes de enero de 1947 (foja 29, vuelta), quien
por entonces se interesaba en la propulsión de aviones mediante energía nuclear (foja
21).
3.- Subsanadas las causas de aquel rechazo, Ronald Richter viajó a la Argentina, sin
haber firmado aún contrato, llegando a Buenos Aires el “16 de agosto de 1948”.
4.- El “24 de agosto” del mismo año (1948) fue citado por el presidente de la Nación
(foja 21, vuelta), con quien mantuvo una prolongada entrevista. Estaban presentes: el
profesor Tank (foja 21, vuelta y 31); el doctor Augusto Siebrecht y, posiblemente, el
brigadier San Martín y el brigadier Ojeda (foja 31). En esa reunión Richter explicó al
presidente que “existía teóricamente la posibilidad de realizar reacciones
termonucleares en cadena, y la posibilidad de que se pudieran realizar
experimentalmente”, a lo cual contestó el ex presidente (3): “entonces, métele nomás”
(foja 31; véase también 21, vuelta).
5.- Después de esto permaneció Richter cuatro meses en Córdoba, como huésped de
Tank (foja 22). En ese intervalo firmó un contrato con la Secretaría de Aeronáutica, de
él según afirma nunca obtuvo copia (foja 30), en “noviembre de 1948”. El brigadier
Ojeda ordenó la instalación, en Córdoba de un laboratorio particular para Richter (foja
22) de acuerdo con los términos de ese contrato.
6.- En dicho laboratorio se produjo en 1949, un pequeño accidente, a raíz del cual
Richter manifestaba que había sido violado su laboratorio, y que en esa forma él no
podía seguir trabajando en razón de que suponía que ese obedecía a un proceso de
espionaje (foja 128). El ex presidente puso el hecho en conocimiento del coronel
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Enrique D. González, quien se trasladó a Córdoba (foja 128, vuelta), donde se entrevistó
con Tank, “a cuyo pedido había sido contratado Richter”, quien le explico que lo
ocurrido fue que, a causa de un cortocircuito durante la noche, había sido necesario
violentar la puerta para que entrara el personal dedicado a la lucha contra incendios.
Esto sucedía, según Richter, en una entrevista secreta de González con Tank en Villa
del Lago (Córdoba) en “enero de 1949”; pero posiblemente fue algunos meses después.
8. Conviene aquí hacer notar que Richter atribuye al brigadier Ojeda la causa del
traslado del laboratorio, “por temor posiblemente a una explosión (foja 31). Esta
explicación no concuerda con la antes mencionada, quedó al coronel González el
profesor Tank, sin duda el más consecuente defensor de Richter. No será ésta la única
tergiversación de la verdad que le anotaremos.
9. En “junio de 1949” tuvo lugar (foja 22) una importante reunión en el despacho
presidencial, asistiendo el brigadier Ojeda, el general Sosa Molina, el ministro de
Marina, el director de Parques Nacionales, el mayor Monti (jefe de la guarnición
Bariloche), el teniente coronel Plantamura y el reverendo padre Bussolini (foja 22),
resolviéndose la creación del “centro Huemul” y poniéndolo bajo la dirección de
Richter.
Según el “diario” de Richter esta reunión habría tenido lugar en 21 de julio, asistiendo:
ministro de Asuntos Técnicos, mayor Monti, profesor Tank, doctor Siebricht. No había,
pues, asistido el reverendo padre Bussolini (su declaración, foja 208), ni el coronel
González (su declaración, foja 130), ni el teniente coronel Plantamura.
NOTAS:
(2) Se refiere al tiempo aquel en que este informe se escribe; hacia 1958. (nota del transcriptor).
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Capítulo II
1. Los planos para las construcciones en la isla Huemul fueron confeccionados por la
Dirección General del Ejército, bajo la dirección del general Sauri, con aprobación de
Richter “e inmediatamente empezaron los trabajos” (foja 22, vuelta), en el mes de julio,
con los desmontes y construcción de un camino (foja 85).
4. Desde “julio de 1949” la isla fue custodiada por el ejército, cuya guarnición estuvo
sucesivamente a las órdenes del mayor Monti, del mayor Grotz (foja 35) y del coronel
Fox.
5. El “31 de mayo de 1950” se dictó el decreto número 10.936 (foja 292) creando la
Comisión Nacional de la Energía Atómica, dependiente “directamente de la presidencia
de la Nación, por intermedio del Ministerio de Asuntos Técnicos”. Su artículo 3º dice:
“Integran la Comisión Nacional de la Energía Atómica los ministros que la respectiva
reglamentación determine”. Pero esta reglamentación nunca se dictó (1).
7. El “1º de marzo” del mismo año, el ex presidente dirige a Richter una carta mediante
la cual delega en él “su misma autoridad para ejercerla en la isla Huemul” (bibliorato Nº
1, foja 17 y 18). (4).
8. El “17 de mayo de 1951” se dictó el decreto Nº 9697 que corre agregado a fojas 294
y siguientes por el que se crean:
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9. Director nacional de Energía Atómica fue designado el señor coronel (R.) Enrique P.
González. Ejerció funciones hasta fines de “marzo de 1952”.
10. La primera tentativa para fiscalizar la obra de Richter tuvo lugar a principios de
1952. El coronel Enrique P. González, entonces director nacional, requirió la opinión de
los doctores T. Isnardi y J. B. Collo, quienes expresaron fundadas dudas sobre la
seriedad de las pretendidas investigaciones de Richter. Con tal motivo el coronel
González consideró indispensable formar una comisión –de la cual formaron parte los
mencionados físicos- para inspeccionar las obras de Huemul.
11. El “6 de marzo de 1952” se realiza la primera pericia científica sobre los trabajos de
Richter. Los expertos conceptúan de su deber “aconsejar la suspensión del apoyo moral
y material que se le ha venido prestando”. El reverendo padre Juan A. Bussolini, que
integraba la comisión de expertos, no firmó el acta respectiva (bibliorato 2, fojas 237 y
siguientes); pero tampoco dejó constancia de su disidencia, si la hubo. En su declaración
(foja 209) aseguró que no asistió a la reunión, aunque el acta lo da como presente. Dicha
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comisión estaba formada además, por el capitán Manuel Beninson, el doctor Jorge P.
Staricco y los ingenieros Mario E. Báncora y Otto N. O. Gamba (bibliorato 2, fojas 234
y siguientes). Esta comisión no visitó la isla Huemul.
12. El 4 de septiembre de 1952 se designa (bibliorato 2, foja 243) una segunda comisión
de expertos formada por: el doctor José A. Balsero, el capitán de fragata, ingeniero
Manuel Beninson, los ingenieros Mario E. Báncora y Otto Gamboa y el R. P. Juan A.
Bussolini. Esta Comisión presentó (15 de septiembre) por unanimidad, un informe en
conjunto, después de haber visitado la isla Huemul y presenciado seis experimentos de
Richter. Respecto del que debía ser decisivo dice (bibliorato 2, foja 253):
Y como resumen:
13. Además, cada uno de los miembros de la Comisión Técnica debía presentar su
informe técnico por separado (6) (foja 243, bibliorato 2); y otro también individual
complementario, sobre la impresión personal que les mereciera Ronald Richter (7), este
segundo a pedido del ministro de Asuntos Técnicos (bibliorato 2, fojas 346 y
siguientes). Todos ellos menos uno, están compilados en el bibliorato Nº2.
14. El dictamen de los técnicos fue objeto de una réplica de Ronald Richter, que en el
original alemán y su traducción al castellano ha tenido a disposición esta Comisión
Investigadora (bibliorato 2, fojas 301 a 337). Es de fecha octubre 11 de 1952.
15. La réplica fue, a su vez, rebatida por la Comisión Técnica (8) el 16 de octubre,
habiendo sido substituido el ingeniero Gamba por el ingeniero Silvio A. Torello (foja
328). La conclusión es ahora (foja 345, bibliorato 2):
"Los conceptos teóricos suministrados por el Dr. Richter carecen de los fundamentos
necesarios para permitir se abrigue alguna esperanza de una realización exitosa de sus
propósitos tendientes a lograr una reacción termonuclear mantenida y controlada" y
que, "De las experiencias realizadas, la Comisión Técnica tampoco ha obtenido
elementos de juicio que puedan justificar en modo alguno las afirmaciones de la
magnitud de las formuladas por el Dr. Richter, tales como el haber logrado reacciones
termonucleares, poder mantenerlas y controlarlas".
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“La falta de control para constatar el rendimiento de la fabricación de agua pesada, que
sólo exige métodos simples y de fácil realización, indican una negligencia experimental
muy seria.
“Por todas estas razones, nos adherimos totalmente a los informes presentados por la
Comisión Técnica designada por el excelentísimo señor presidente de la Nación”.
NOTAS:
(1) ”nunca se dictó” durante el régimen peronista de la tiranía de Juan Domingo Perón. (Nota del
trascriptor).
(2) La verdad es que Richter, simplemente mintió o exageró sus presuntos resultados positivos de las
investigaciones tal como veremos después. Además no fue controlado su trabajo por pares y fue elegido –
como se dijo en el capítulo anterior- a dedo por el dictador Perón “metele nomas” de había dicho. (Nota
del trascriptor).
(3) Perón no escucho otras razones que sus deseos de que tal cosa fuera posible. Este anuncio coloco el
nombre de Juan Domingo Perón en todos los diarios del mundo, primero con cierta admiración luego,
conocida la verdad, en mofa y burla. Solamente los diarios oficialistas del peronismo y sus publicaciones
partidarias seguían hablando de “la argentina potencia nuclear”. (Nota del trascriptor).
(4) Semejante delegación de autoridad está prohibida por la Constitución de la República Argentina. En
esos años regía la constitución peronista que también prohibía semejantes delegaciones de autoridad.
Perón escribió esa carta, Richter la aprovechó para hacer lo que quiso y nadie -dentro del entorno de
Perón- se atrevió a discutir la voluntad del amo. (Nota del trascriptor).
(5) Neuquén, fue territorio nacional hasta su provincialización (1955). A instancia del proyecto de ley
presentado por la oposición hacia 1952 el territorio nacional se convirtió en Provincia al igual que le
ocurriría al resto de ellos (excepto Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur que recién será
Provincia recién en 1991 y la Capitanía de Los Andes que desaparecerá). (Nota del trascriptor).
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(6) Contamos con el texto de los informes personales realizados por el Dr. José Antonio Balseiro y por
el Ingeniero Mario Báncora referente a la inspección realizada en la Isla Huemul en setiembre de
1952. Que textualmente dicen:
Tengo el honor de elevar a la consideración del Exmo. señor Presidente el informe que se me ha
solicitado sobre las experiencias presenciadas durante la visita realizada del 5 al 8 de setiembre del
corriente año a la Planta de Energía Atómica de la Isla Huemul.
Declaro ante el Exmo. señor Presidente que los hechos señalados en este informe son exactamente los
observados; que las interpretaciones y opiniones allí vertidas son expresiones fieles de mi leal saber y
entender y que son expresadas después de una detenida reflexión y estudio.
José A. Balseiro
Informe sobre las experiencias del Dr. R. Richter, según apreciaciones hechas por el subscripto
durante la visita hecha a la planta de energía atómica de la isla Huemul, del 5 al 8 de set. de 1952
El fundamento de las experiencias del Dr. Richter son las dos conocidas reacciones nucleares
H2 + H2 = H3 + Q + n Q = 3.18 Mev
Puesto que el Dr. Richter se ha referido en general a la primera reacción tomaré a ésta, en lo que sigue,
como ejemplo, en lo que se refiere a valores numéricos.
La reacción Li7 e H ha sido observada hasta un valor mínimo de unos 20 Kev de la energía cinética
referida al centro de masa de estos dos núcleos. Este valor representa el límite inferior de reacción por la
razón especificada al final de éste parágrafo.
Si una mezcla de Li e H se mantiene a una temperatura suficientemente alta puede originarse la reacción
de algunos núcleos, si la energía cinética de algunos de éstos alcanza el valor de 20 Kev. Si éstas
reacciones esporádicas son suficientemente numerosas, la temperatura de la mezcla se eleva y la
reacción se acelera, llegando a un estado de equilibrio cuando se cumple
k: constante de Boltzmann,
T: temperatura absoluta,
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Cierto es que, para iniciar tal reacción no se requiere una tan tremenda temperatura de 150 millones de
grados Kelvin, pues según la ley de distribución de Maxwell-Boltzmann, a temperaturas sensiblemente
menores a la mencionada, existen protones suficientemente energéticos como para iniciar la reacción. El
dato mencionado por el Dr. Richter es que es suficiente que del 1% al 2% de los núcleos tengan la
energía necesaria para iniciar la reacción. No obstante ésto, la temperatura necesaria para obtener este
porcentaje, es, igualmente, y como se muestra a continuación, sumamente elevada.
El cumplimiento de esta ley exige que el sistema al cual se refiere se encuentre en equilibrio
termodinámico. Este no es el caso, cuando, iniciada la reacción la temperatura comienza a aumentar. Sin
embargo, cuando el número de reacciones esporádicas no es suficientemente grande, como para que la
reacción de conjunto se inicie, la ley de Maxwell-Boltzmann representa una buena aproximación. En
estas condiciones, interesa saber cual es la temperatura necesaria para que haya un porcentaje DN/N
~1% de núcleos con energía igual o superior a E0 = 20 Kev. Esto queda dado por
Poniendo y = E/kT,
,
Para que el 1% de los núcleos posean la energía suficiente para iniciar el proceso de reacción se
requiere, pues, una temperatura inicial de 40 millones de grados Kelvin. Como comparación es de
interés señalar que la temperatura en la zona más caliente de un arco voltaico no alcanza a 4.000 °K y
que las temperaturas instantáneas más elevadas obtenidas en laboratorio por Kapitza son del orden de
100.000 °K.
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No es posible entrever a qué clase de fenómenos puede referirse el Dr. Richter, particularmente porque
su existencia no puede dejar de contradecir algunos conocimientos básicos que actualmente se poseen.
En primer término, si la reacción Li e H se efectuara para energías de colisión sensiblemente inferiores a
20 Kev ello implicaría una modificación fundamental de los conocimientos que actualmente se tienen de
la estructura nuclear y de la mecánica cuántica. En efecto, la energía de repulsión culombiana entre el
protón y el núcleo de litio
V = Ze2/r,
a distancias del orden del alcance de las fuerzas nucleares es V ~ 840 Kev. No obstante según lo mostró
Gamow, y como lo ha sido corroborado por la experiencia, existe una probabilidad finita que esta
barrera de potencial sea penetrada por partículas cargadas de energías sensiblemente menores al valor
mencionado. Pero el valor dado de 20 Kev representa el límite inferior al cual la probabilidad de que
ambos núcleos se aproximen hasta distancias del orden del alcance de las fuerzas nucleares es
prácticamente nula. Otra alternativa es que, en determinadas circunstancias, la ley de distribución de
Maxwell-Boltzmann no sea válida, como lo implicaría el hecho que a temperaturas del orden de las
obtenidas en el laboratorio exista el porcentaje suficiente de núcleos con la energía cinética de 20 Kev
necesaria para iniciar la reacción. Una excepción de este tipo implicaría que la bien fundada teoría
cinética de los gases es errónea.
wL = m H/(h/2pi)i,
La condición necesaria para que la mencionada resonancia pueda tener lugar es que el átomo o núcleo
del Li no sea perturbado por colisiones de origen térmico por los átomos o moléculas del Oxígeno y
Nitrógeno del aire, durante un lapso por lo menos mayor que 1/wL. En otras palabras que, término medio,
no se opere en este tiempo más de una colisión. Basta para mostrar que el número de choques es muy
superior a este valor crítico, un cálculo simple que aunque aproximado, es ampliamente ilustrativo para
este objeto.
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Aquí, con el objeto de simplificar el cálculo, puede recurrirse a aproximaciones en los datos
experimentales que no influyen mayormente en el resultado a obtener.
En primer término no se dispone de un gas homogéneo, sino de una mezcla de N, O, H y Li. Suponiendo
el caso extremo - y más favorable en el sentido de reducir el número de choques - es que, debido a la
temperatura todas las moléculas se encuentran disociadas, se puede atribuir al valor medio m ~ 10 M,
siendo M la masa del protón. Con la suposición que todas las moléculas se encuentran disociadas, puede
atribuirse a sigma el valor aproximado 10-7 cm.
se obtiene
El número de choques sufridos por el átomo de Litio en el tiempo de una precesión completa es, pues
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Las aproximaciones usadas para los valores de la masa m y de la temperatura T , afectan poco este
resultado, debido a que contribuyen a q con la potencia (mT)-1/2. Aun cuando se supusiera que el valor de
T es muy superior al asignado, correspondiente a la temperatura del arco voltaico no habría una
modificación considerable del resultado obtenido. La aproximación que resulta suponer que todas las
moléculas se encuentran disociadas, tiende a disminuir considerablemente el número de choques, pues
con esta suposición disminuye sensiblemente el valor de sigma2.
El resultado obtenido es pues, que el enorme número de choques sufridos por el átomo de Li en las
condiciones que se opera, imposibilita la realización de cualquier dispositivo de contralor, basado
en el principio mencionado por el Dr. Richter.
Además de los fundamentos de carácter teórico mencionados, es necesario añadir que, si bien en la
cámara de reacción existe un oscilador de radiofrecuencia, éste nunca ha funcionado durante la
realización de las experiencias. Además, excepto del electroimán que genera el campo constante, no
existe en las proximidades de la zona de reacción ningún dispositivo que pueda generar el campo
magnético oscilante que permita obtener así, el efecto de resonancia con la frecuencia de precesión de
Larmor, tal como ha sido señalado por el Dr. Richter.
La reacción de Li e H produce dos partículas alfa con una energía media de 8.5 Mev. Como esta
reacción se efectúa, según el dispositivo mostrado por el Dr. Richter, en el aire a la presión atmosférica y
en la zona de ignición de un arco voltaico, las partículas alfa son rápidamente frenadas en el aire, pues su
poder penetrante para esa energía es de pocos centímetros. Sería pues, muy difícil verificar que la
reacción nuclear efectivamente se realiza tratando de determinar la presencia de partículas alfa. Una
posibilidad de tal verificación consiste en determinar la presencia de fotones gamma blandos, originados
por la radiación de frenamiento emitida por las partículas alfa al pasar en las cercanías de núcleos de H y
O. El Dr. Richter cuenta para este objeto de contadores de Geiger. Estos contadores, cuando el
dispositivo funciona, marcan, en efecto, una gran cantidad de impulsos. Sin embargo, en la experiencia
realizada el día viernes 5 de setiembre, un contador monitor llevado por la Comisión Asesora no registró
la presencia de ninguna radiación gamma.
Ante este hecho el Dr. Richter sugirió el sábado a la tarde que durante el domingo haría los preparativos
para realizar el lunes a la mañana la reacción H 2 + H2 + He3 + n para verificar la presencia de neutrones
mediante hojuelas radioactivizables por estos neutrones. Realizada la experiencia no pudo verificarse en
ninguna forma que esta reacción se hubiera realizado, ninguna de las hojuelas se activó.
Frente a este resultado le fué solicitado al Dr. Richter que repitiera la experiencia del día viernes de la
reacción Li7 e H.
La Comisión Asesora había llevado elementos para realizar diversas comprobaciones. Algunas de ellas
fueron realizadas previamente a la última experiencia. Se comprobó:
a) Que los contadores que el Dr. Richter dispone en la cámara de reacción, tal como están instalados, no
son sensibles a la radiación gamma penetrante de una muestra patrón de Radium.
b) Solamente retirando el blindaje que los protege registraron una débil actividad frente a ésta fuente.
c) La misma fuente colocada en las proximidades de los contadores llevados por la Comisión Asesora
produjo una fuerte respuesta de los mismos.
d) Que hecho funcionar el arco voltaico del dispositivo de reacción, sin producir la inyección de la sal
de litio e hidrógeno, y en consecuencia no siendo posible ninguna reacción nuclear, los contadores del
Dr. Richter mostraron una fuerte actividad.
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e) Que funcionando el dispositivo en las condiciones en las cuales el Dr. Richter afirma se produce la
reacción termonuclear la respuesta de sus contadores tuvo las mismas características que en el caso
anterior.
f) Los contadores de la Comisión Asesora en los casos d) y e) mostraron una débil actividad. Esta, sin
duda, no proviene de la activación de los mismos por una radiación penetrante como lo indica el hecho
que funcionaron, también en el caso especificado en d).
Otras observaciones
4. El Dr. Richter mostró una instalación de producción de agua pesada a cargo del Dr. Ehrenberg.
Mencionó que, aunque de apariencias modestas, se han obtenido con ella grandes resultados.
Preguntado el Dr. Ehrenberg cómo verifican el enriquecimiento sucesivo del agua común en agua
pesada, respondió que no se ha realizado hasta ahora ninguna determinación de este enriquecimiento,
pues no cuenta con espectrógrafos de masa y no se han ocupado de hacer determinaciones
espectrográficas o de variación de densidad.
En tales condiciones no puede afirmarse que tal dispositivo efectivamente funcione como factor de
enriquecimiento del agua común en agua pesada.
5. El Dr. Richter sostiene que el reactor termonuclear en funcionamiento es una poderosísima fuente de
ultrasonido. Esta es la razón que dió como explicación porque las paredes de la cámara del proyectado
gran reactor, cuya construcción ha sido interrumpida por filtraciones de agua, tengan un espesor de unos
60 cm. Preguntado qué mediciones se han realizado de la gama e intensidad del flujo ultrasónico, en el
reactor en funcionamiento, respondió que ninguna, pues no cuentan con instrumentos de medida para ese
objeto. La razón por la cual conoce la existencia de este intenso ultrasonido no es otra que los efectos
fisiológicos de cansancio y neuralgias producidos por el mismo. Es evidente que sin cuidadosas
mediciones del flujo ultrasónico, no puede proyectarse la cámara del gran reactor de modo que
signifique un aislamiento adecuado respecto a tal ultrasonido sin que se corra el riesgo que este
aislamiento resulte ineficaz o bien incurrir en un derroche de material.
Conclusiones
Resumiendo, las consideraciones teóricas hechas y los elementos de juicio obtenidos y expuestos arriba,
permiten extraer las siguientes conclusiones:
a) Que en base de los conocimientos que actualmente se poseen de las reacciones nucleares y en
particular de las reacciones Li7 + H1 y H2 + H2 y de la teoría cinética de los gases no es posible que tales
reacciones tengan lugar en el dispositivo mostrado por el Dr. Richter. No es posible, por otra parte,
entrever qué clase de fenómenos afirma haber descubierto el Dr. Richter que invaliden leyes físicas bien
establecidas.
b) De lo expuesto en el parágrafo 2, se sigue que en base del principio señalado por el Dr. Richter para
obtener el contralor de la reacción termonuclear, no es posible en ninguna forma obtener el efecto de
resonancia que permitiría ese contralor. Esta conclusión es completamente independiente de cualquiera
sea la naturaleza del dispositivo de contralor y de cómo se aplica el efecto de resonancia para obtenerlo,
pues como queda allí expuesto, tal resonancia nunca puede ser lograda en las condiciones en que opera.
c) De las comprobaciones efectuadas durante el funcionamiento del reactor se sigue que no existe
ningún elemento de juicio que permita afirmar que una reacción de carácter nuclear se produce
realmente.
d) Los hechos señalados en los parágrafos 3), 4) y 5) muestran a mi juicio, que afirmaciones del Dr.
Richter no corresponden a hechos comprobados con criterio científico.”
José A. Balseiro
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Informe personal realizado por el ingeniero Mario Báncora referente a la inspección realizada en
la Isla Huemul en setiembre de 1952
Informe técnico
A los efectos de presentar una información en la forma más objetiva posible, el suscripto detalla las
constataciones efectuadas en orden cronológico y las reacciones que las mismas le han ido produciendo.
Constataciones
El Dr. Richter explica su método y aparatos para la obtención de agua pesada, cuyo fundamento parece
ser la distinta distribución de velocidades moleculares entre el agua común y la pesada.
Llama poderosamente la atención el hecho de que no se haya (halla) ningún control del factor de
enriquecimiento en todo el tiempo que la planta está funcionando, control que debió ser el punto de
partida para la instalación, sobre todo tratándose de un sistema cuyas posibilidades de funcionar
satisfactoriamente son tan problemáticas.
No ha sido posible observar ningún trabajo con emulsiones nucleares que se supone puede ser la tarea
más importante que debe desempeñar este laboratorio en un proyecto de esta naturaleza.
En una conferencia sostenida ante S.E. (Su Excelencia) el señor Ministro de Asuntos Técnicos, los
legisladores y la comisión especial, el Dr. Richter explica su método. En el mismo utiliza las reacciones
proton-litio y deuterón. Ambas tienen una baja energía de excitación, pero para que den lugar a una
reacción auto-sostenida son necesarias temperaturas del orden de 100,000.000 de grados Kelvin y una
zona de reacción de considerable volumen.
Según el Dr. Richter ha podido superar estas dificultades mediante la modificación de la ley de
Maxwell-Boltzmann que rige la distribución de energías cinéticas de traslación entre las partículas
individuales de un gas que posee una cierta energía térmica total. El Dr. Richter sostiene haber obtenido
en lugar de la curva clásica, representativa de esta ley, un "pico de resonancia" de tal manera que la casi
totalidad de la energía entregada se comunica a relativamente pocas moléculas (del 1% al 2% según el
Dr.) que de esta manera adquieren una alta energía cinética equivalente a varios millones de grados.
La posibilidad de lograr esto es la misma que la de comunicar a algunas bolillas de un bolillero una alta
velocidad de agitación, sin que esta velocidad sea comunicada a las otras bolillas contra las cuales
chocan constantemente.-
El Dr. Richter manifiesta obtener la "resonancia" mediante el efecto Larmor. Este efecto es la precesión
o giro que efectúan las órbitas electrónicas o el momento magnético del núcleo cuando se los somete a la
influencia de un campo magnético externo, alrededor del eje N-S del mismo. Es en un todo análoga a la
precesión que efectúa el plano ecuatorial de un trompo alrededor de la vertical del lugar.-
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Comisión Investigadora Nº 12 de la Comisión Nacional de Energía Atómica
En un gas sometido a violenta agitación térmica y a presión atmosférica, la orientación de sus átomos y
su sistema electrónico cambia constante y desordenadamente. En estas condiciones únicamente puede
cumplirse una ley estadística y no una ley selectiva como la que se requiere para que exista resonancia.
Además la resonancia requiere la presencia de un campo magnético variable. El aparato del Dr. Richter
emplea un campo constante. El único campo variable puede provenir de las oscilaciones
electromagnéticas engendradas por el arco - como se indica más adelante - pero estas oscilaciones son
sumamente inestables y acompañadas de un gran número de armónicas, por lo cual tampoco están
presentes las condiciones de resonancia.-
El Dr. Richter muestra en primer lugar una gran impedancia cuyo objeto, dice, es controlar el reactor
evitando su explosión. Luego nos conduce hasta un dispositivo constituido por dos electrodos de carbón
separados de unos 15 centímetros y rodeados de un pesado blindaje de plomo y hormigón. Entre ambos
electrodos se hacen saltar varias chispas que producen intensas detonaciones. Como elemento desusado
plantea el hecho que los carbones se enrojezcan en las partes medias y no en las puntas. El suscripto en
presencia del señor Ministro de Asuntos Técnicos explica el circuito. Se trata sencillamente de un
transformador de alto voltaje cuya corriente rectificada mediante un kenotrón, carga una batería de
condensadores. Cuando el voltaje de los mismos llega al de ionización del aire correspondiente a la
distancia entre puntas, se produce la descarga. El enrojecimiento de los carbones en su parte media, se
debe a que esta descarga es oscilatoria, y la impedancia que ofrecen los carbones hace que se enrojezcan
como cualquier resistencia por la cual circula una alta intensidad.
El Dr. Richter admite que la explicación es correcta, e informa que se trata de un dispositivo para
efectuar experimentos relacionados con su reactor. Justifica el blindaje diciendo que es para protegerse
de los rayos X, generados por la descarga. Dado que se trabaja a presión atmosférica, la posibilidad de
producir rayos X es completamente remota.
Se pasa luego al reactor propiamente dicho que consiste en dos electrodos de carbón colocados entre las
piezas polares de un electro-imán. Las piezas polares se hallan perforadas y por una de ellas se inyecta
hidruro de litio mediante hidrógeno a presión. Existe un tablero de control desde el cual se regulan las
corrientes del arco y la del electro-imán. Como elementos de control, existen los siguientes:
a) dos bobinas cruzadas para registrar la componente horizontal y vertical del campo magnético
alrededor del reactor. Estas bobinas están conectadas a sendos oscilógrafos Tectronic;
b) dos células fotoeléctricas, una de las cuales tiene un filtro rojo y que se hallan conectadas a
los amplificadores vertical y horizontal de un Varyplotter;
c) dos Geigers conectados, uno a un escalímetro decimal y otro a un integrador de impulsos que
a su vez regula el desplazamiento vertical de un Speedomax;
d) una célula fotoeléctrica con filtro rojo que regula el desplazamiento horizontal del mismo;
e) un espectroscopio que toma el espectro producido por el arco y los gases incandescentes que
lo rodean. Un ayudante aprieta un timbre que enciende una luz roja en el tablero cada vez que
aparece un espectro de rayas.
Efectuada la experiencia el Dr. Richter muestra como pruebas de una reacción atómica los siguientes
elementos: 1° : en determinado momento aparecen en los oscilógrafos Tec-Tronix, una serie de
oscilaciones que según el Dr. Richter son producidas por el "plasma" de electrones y átomos en estado
de alta agitación térmica; 2° : el escalímetro empieza a registrar un gran número de impulsos apenas se
enciende el arco. Este número se incrementa al inyectar el litio con el hidrógeno. 3° : en el Speedomax
se registra un incremento casi vertical en el registro controlado por el integrador, lo que está de acuerdo
con el gran número de impulsos en el escalímetro. El Dr. Richter, atribuye este incremento al haber
obtenido una excitación de alta energía que se traduce en una emisión de rayos ultravioleta, X y
gammas. Sobre esta experiencia se dan plenos detalles más adelante.
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Comisión Investigadora Nº 12 de la Comisión Nacional de Energía Atómica
El Dr. Richter realiza el experimento propuesto empleando agua pesada de procedencia norteamericana
(indicio de la inoperancia de su propia instalación). La experiencia, realizada en condiciones de riguroso
control con los monitores de la Comisión, da resultados negativos.
Ante esta situación el suscripto solicita la repetición de la experiencia anterior con el hidrógeno y el
hidruro de litio. En el ínterin aprovecha para comprobar la respuesta de los aparatos y sacar el circuito
eléctrico del reactor.
Estos elementos de juicio unidos a los ya expuestos le permiten llegar a las siguientes conclusiones:
Conclusiones
El dispositivo usado por el Dr. Richter, es el arco cantante descubierto por Dudell hace unos 50 años. La
resistencia negativa que presenta el arco, le permite neutralizar la resistencia positiva de un circuito
oscilante, constituido por la impedancia de "control" y dos condensadores en paralelo de un micro
faradio cada uno, que se hallan cerca del reactor. Esto da lugar a una serie de oscilaciones sostenidas
cuya frecuencia depende de la propia del circuito resonante. Estas oscilaciones pueden ser de suficiente
baja frecuencia como para ser audibles, (de ahí lo del arco cantante) o ser supersónicas (origen de los
ultrasonidos que manifiesta tener el Dr. Richter). Adicionando un campo magnético, e insuflando un gas
que enfríe el arco, por ejemplo hidrógeno, se logra elevar considerablemente la frecuencia posible,
llegándose a unos 300.000 c/s. Exactamente por este medio logró Poulsen en los comienzos de la
radiotelefonía comunicaciones inalámbricas a más de 500 kms de distancia.
Estos arcos emiten una luz de alta frecuencia que origina una gran cantidad de radiaciones en el espectro
ultravioleta, y ondas sonoras centimétricas las cuales sincronizadas por la intensa perturbación
electromagnética producida, son particularmente efectivas en accionar los contadores Geigers.
Para estar absolutamente seguro de esta afirmación el suscripto ha repetido las experiencias en su propio
laboratorio, obteniendo los mismos resultados, vale decir: a) el mismo tipo de oscilaciones en la pantalla
de un oscilógrafo conectado a una bobina exploradora; b) funcionamiento a la máxima velocidad posible
de un escalímetro conectado a un geiger situado a un metro y medio de distancia del arco.
En virtud de las constataciones y consideraciones que preceden, el suscripto se considera autorizado para
afirmar que no existe un fundamento científico serio en las afirmaciones del Dr. Richter de haber
logrado una reacción termonuclear controlada, lamentando profundamente el haber tenido que llegar a
esta conclusión.
19
Comisión Investigadora Nº 12 de la Comisión Nacional de Energía Atómica
(7) El informe individual complementario del Dr. José Antonio Balseiro referente a la opinión que le
merece el Doctor Richter dice Textualmente:
“Información suplementaria
Opiniones personales
Cumpliendo con el deseo manifestado por el Señor Ministro de Asuntos Técnicos, debo añadir al
informe técnico adjunto mi opinión personal sobre los trabajos realizados y sobre la personalidad del Dr.
Richter.
De acuerdo con lo expresado en el informe adjunto no me cabe ninguna duda respecto al carácter de los
trabajos allí realizados. Las experiencias presenciadas no muestran en ninguna forma que se haya
logrado realizar una reacción termonuclear controlada, tal como lo afirma el Dr. Richter. Todos los
fenómenos que allí se observan no tienen ninguna relación con fenómenos de origen nuclear.
Es de importancia señalar también, que la forma de operar del Dr. Richter deja mucho que desear del
punto de vista del método científico. En el informe adjunto se han citado algunos ejemplos que
fundamentan esta opinión, que por otra parte, no son los únicos.
Mi experiencia de trato con personas de formación científica y de criterios académicos me sugiere que
actitudes tomadas por el Dr. Richter están lejos de poder ser interpretadas como las divulgadas
excentricidades atribuidas a los hombres de ciencia. A esto debo añadir que en conversaciones
mantenidas con el Dr. Ricther sobre diversos temas de física ha mostrado, o un desconocimiento
sorprendente en una persona que emprende una tarea de tal magnitud, o ideas muy personales sobre
hechos y fenómenos bien fundados y conocidos.”
(8) Texto del Informe de la Comisión Técnica acerca de las réplicas del Dr. Richter
“El Dr. Richter pretende que el informe general se basa en suposiciones equivocadas al afirmar que la
reacción protón-litio no puede realizarse con energías de colisión sensiblemente inferiores a unos 20
Kev. Al hablar de una posibilidad de realización se entiende, siempre, en esta clase de procesos una
razonable probabilidad estadística. Por ejemplo, existe la posibilidad de que un libro sobre una mesa
salte de ella supuesto que llegue a producirse el hecho que todas las moléculas del mismo se muevan
simultáneamente hacia arriba por efecto de la agitación térmica. Tal posibilidad existe, pero su
probabilidad es tan pequeña que, sin restricción alguna, su producción puede calificársela de imposible.
Existe efectivamente la posibilidad que la mencionada reacción se produzca con energía tan baja como
la de 8 Kev (que por cierto no es sensiblemente inferior a 20 Kev) y aún menores, pero es un
despropósito pretender usar esa posibilidad, cuyo rendimiento es extremadamente pequeño, como base
de un proceso físico que involucra una reacción concatenada. Pero aún así, imaginemos que la reacción
puede producirse con una energía de 1 Kev. Para que el 1% de las partículas alcance una energía de este
valor, se requiere una temperatura de dos millones de grados. Se ve, pues, que aún en este caso
hipotético, para el cual no es posible esperar reacción alguna se requiere una temperatura tan grande, que
su producción escapa a todas las posibilidades técnicas de realización. Imagínese, en consecuencia,
cuáles son las posibilidades de iniciar la reacción termonuclear, contando para ello, solamente con un
arco voltaico, cuya máxima temperatura, en el mejor de los casos, no alcanza a 4.000 grados!
A continuación el Dr. Richter manifiesta "No está en lo cierto el informe general, si afirma que la técnica
de procesos aplicada por el Dr. Richter no tiene en cuenta la ley de distribución de velocidad de
Maxwell". Ante S. E. el Señor Ministro y las comisiones de Legisladores y expertos el Dr. Richter ha
manifestado claramente haber descubierto cierta clase de fenómenos que implican un tipo de
distribución de velocidades desconocida, llegando, incluso, a hacer gráficos representativos de tal
20
Comisión Investigadora Nº 12 de la Comisión Nacional de Energía Atómica
distribución. Mencionó también, que esta modificación la logra mediante la aplicación del efecto de
precesión de Larmor. Posteriormente, en la reunión de la comisión de expertos en el Hotel Pistarini, el
Dr. Richter insistió en haber obtenido este apartamiento de la ley de Maxwell, pero en esta oportunidad,
afirmó que el efecto de precesión de Larmor es usado, en realidad, para obtener el contralor de la
reacción termonuclear.
El Dr. Richter sostiene, ahora, en su respuesta, que la técnica del proceso aplicada muestra una
degeneración interesante de la ley de distribución de Maxwell. A pesar del cambio de calificativo, tal
"degeneración" no es imaginable dentro del cuadro de los conocimientos actuales, en particular el de la
teoría cinética de los gases, quedando, pues, en pié, las objeciones que se han hecho a este respecto en
varios de los informes individuales y en el informe general. La mención que hace de la ley de
distribución de Fermi o de Maxwell para el caso de electrones en metales o los emitidos en el efecto
termoiónico no tiene ninguna relación directa o analógica con la situación en cuestión.
Es de importancia señalar, por otra parte, que en su respuesta el Dr. Richter no menciona, en forma
alguna, la mencionada aplicación del efecto de precesión de Larmor acerca de cuya obtención se le han
señalado serias objeciones.
El Dr. Richter sugiere como única posibilidad para la realización práctica de su reactor un sistema de
circulación cerrado. En el informe general se menciona que, para el caso de la reacción litio-protón,
cuando la misma comienza a alcanzar el equilibrio, la temperatura en la zona de reacción debe superar
los 150 millones de grados, cifra que el Dr. Richter parece aceptar. Pretender que en una zona de un
recinto cerrado exista una tan tremenda temperatura y que las paredes del mismo se mantengan, digamos
a 5.000° C (temperatura que no resiste ninguno de los refractarios conocidos) es simplemente absurdo.
Para ver que efectivamente es así, basta tener en cuenta la ley integral de Stefan-Boltzmann,
E = s T4 ergios/cm2 seg,
s = 5.6 x 10-5 ergios/cm2 seg (grado K)4,
que da para la energía disipada por segundo y por cm2 de la superficie de la zona de reacción el
fantástico valor de 3 x 10 18Kw, o sea unos 4.000.000.000.000.000.000 HP por cm 2 y por seg. Para
disipar esta energía con un sistema de refrigeración de agua, siendo la temperatura inicial de esta 0° y al
final de 100° C p.e. se requeriría hacer circular unas 10.000.000.000.000 toneladas de agua por segundo
y por cada cm2 de superficie que presente la zona de reacción. Este es un volumen superior al de toda el
agua contenida en el lago Nahuel Huapi!
El Dr. Richter reprocha al Cap. Beninson y al Ing. Báncora de haber confundido el circuito de
rectificación con un circuito oscilante y los acusa de haber contravenido las normas de seguridad de la
isla Huemul al estudiar el circuito eléctrico del reactor. En oportunidad de la conversación mantenida en
el Hotel Pistarini el Ing. Báncora preguntó al Dr. Richter, en presencia del Padre Bussolini y del Dr.
Balseiro y el Cap. Beninson, si el mencionado circuito constituía un secreto, a lo que él respondió que
no, pero que, de todas maneras, él no se encontraba dispuesto a facilitarlo. Sobre la supuesta confusión
cabe transcribir lo manifestado por el Ing. Báncora: "El dispositivo usado por el Dr. Richter es el arco
cantante descubierto por Dudell hace unos 50 años. La resistencia negativa que presenta el arco le
permite neutralizar la resistencia positiva de un circuito oscilante, constituido por la impedancia de
‘control’ y dos condensadores en paralelo de 1 MF cada uno, que se hallan cerca del reactor". Por otra
parte, en el informe general, en parágrafo c) punto 2° ) se dice "el único generador de oscilaciones
electromagnéticas existente al realizarse la experiencia es el propio arco del reactor". Se ve, pues, que en
ninguna forma se ha afirmado algo que induzca al Dr. Richter a señalar que se ha cometido tal
confusión.
El Dr. Richter pretende justificar el blindaje de hormigón en el arco N° 1 afirmando que se trata de una
protección contra los rayos-X producidos por el Kenotrón. Estos dispositivos se construyen de modo que
la intensidad de rayos-X emitidos al exterior sea la mínima posible. Si se trata de resguardarse contra
estos rayos hubiera bastado un reducido blindaje de plomo. Sin embargo, el mismo Dr. Richter afirma en
su réplica que ha gastado toneladas de cemento y plomo para este objeto. Por otra parte cabe mencionar
la curiosa circunstancia de que el Kenotrón se encuentra situado cerca del borde del blindaje, lo que hace
que éste, a pesar de sus dimensiones, sea de todas maneras, relativamente ineficiente, debido a la
dispersión de los rayos-X en el mencionado borde.
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Comisión Investigadora Nº 12 de la Comisión Nacional de Energía Atómica
Con respecto al arco en sí, no hay la menor posibilidad de generación de rayos-X por el mismo.
El Dr. Richter afirma que los expertos no tuvieron un concepto claro de las oscilaciones del plasma cuya
existencia él supone en la zona de reacción. En el informe general se sostiene explícitamente que las
señales recibidas por las bobinas de inducción son originadas por las oscilaciones electromagnéticas del
propio arco cantante. A este respecto, el Ing Báncora ha realizado las comprobaciones experimentales
pertinentes de modo que tal afirmación no es una mera suposición. Igualmente se ha comprobado la
activación de los contadores Geiger por las perturbaciones que éstos sufren en las cercanías del arco
voltaico.
Los expertos están de acuerdo en que no existen conexiones directas entre los dispositivos de regulación
del reactor y los aparatos de contralor. Pero si se varía la intensidad luminosa de una fuente variando la
intensidad de la corriente de alimentación de la misma, es obvio que una célula fotoeléctrica acusará
todas las variaciones producidas a pesar de que no haya conexión eléctrica alguna entre la fuente y la
célula. Trazar una curva variando constantemente, como lo hace el Dr. Richter, los parámetros de los
cuales ésta depende, y esgrimir el resultado como un elemento de juicio es algo que no encuadra dentro
del método científico. El Dr. Richter dice luego, que no se tuvo intención de mostrar un desplazamiento
de las líneas del espectro. En esto incurre en un error de concepto, pues el efecto Doppler de
temperatura, que debe ser muy visible si se toman las prevenciones necesarias para temperaturas de
millones de grados, consiste en un ensanchamiento de las líneas y no en un desplazamiento de las
mismas. En repetidas oportunidades el Dr. Richter ha exhibido espectogramas como prueba concluyente
de haber obtenido una reacción nuclear, lo que no condice con la simple función de contralor que ahora
le asigna al espectroscopio.
El Dr. Richter ha manifestado al Dr. Balseiro, en presencia del Cap. Beninson y del Ing. Báncora no
haber realizado ninguna medición del flujo ultrasónico por carecer de instrumentos para este objeto, y
que el gran espesor de las paredes del edificio del gran reactor proyectado eran debidas a las medidas de
protección contra un flujo ultrasónico sumamente intenso. Ahora sostiene, por una parte, haber medido
la gama e intensidad del ultrasonido mediante un dispositivo de células fotoeléctricas. No es posible
entrever de qué manera se puede medir mediante fotocélulas la intensidad de un sonido si no se dispone
de alguna fuente patrón que permita efectuar una medida relativa.
Las afirmaciones hechas por la comisión de expertos acerca del dispositivo de fabricación de agua
pesada se basaron en la declaración hecha por el Dr. Ehrenberg, quien afirmó que hasta ese momento no
se había efectuado ninguna determinación del enriquecimiento del agua común en agua pesada. El Dr.
Richter afirma en su refutación, sin embargo, que se han efectuado determinaciones picnométricas.
Concluyendo, cabe destacar, que como es natural, los informes de los expertos fueron realizados en base
de las apreciaciones personales, de las manifestaciones e informaciones facilitadas por el Dr. Richter.
Del presente informe fluye que gran parte de las afirmaciones que el Dr. Richter hace en su refutación
están en manifiesta contradicción con aquellas previas informaciones.
Esta comisión al considerar detenidamente las nuevas manifestaciones del Dr. Richter y en base a ellas,
después de analizar las conclusiones a que llegara en sus informes anteriores, le cabe puntualizar que en
ninguna forma puede modificar la opinión vertida en el informe general, a saber qué:
"Los conceptos teóricos suministrados por el Dr. Richter carecen de los fundamentos necesarios para
permitir se abrigue alguna esperanza de una realización exitosa de sus propósitos tendientes a lograr una
reacción termonuclear mantenida y controlada" y que,
"De las experiencias realizadas, la Comisión Técnica tampoco ha obtenido elementos de juicio que
puedan justificar en modo alguno las afirmaciones de la magnitud de las formuladas por el Dr. Richter,
tales como el haber logrado reacciones termonucleares, poder mantenerlas y controlarlas".
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Comisión Investigadora Nº 12 de la Comisión Nacional de Energía Atómica
Capítulo III
1. Con lo que precede está probado, por las opiniones concordantes de personas de
autoridad científica y técnica, que no existió ninguna prueba que permitiera afirmar que
en los experimentos realizados por Richter en la isla Huemul se haya logrado producir
reacciones termonucleares en cadena y controladas y por lo tanto, que fue acertada la
resolución que puso término aunque tardíamente, el respectivo proyecto.
5. ¿En el estado de la ciencia entonces conocida –y aún ahora- era prudente confiar en
que una sola persona poseyera un secreto que permitiría aquella realización, sin exigirle
que lo expusiera ante personas capaces de juzgarlo?
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Comisión Investigadora Nº 12 de la Comisión Nacional de Energía Atómica
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Comisión Investigadora Nº 12 de la Comisión Nacional de Energía Atómica
los hombres que los Estados Unidos de América deseaba llevar a aquel país”. Esta
manifestación ha sido solo parcialmente corroborada por el doctor Fano, pues, desde
luego (foja 274, vuelta), manifiesta que no fue a requerimiento del coronel González,
sino espontáneamente que, de vuelta de su viaje a Italia, en enero de 1952, le comunicó:
“que el profesor Ferni le dijo en esa ocasión que el nombre de Richter figuraba en la
lista de los físicos especializados en física, tomados en consideración por los anglo-
norteamericanos en Europa, y ocupaba el penúltimo lugar sobre unos sesenta, de los
cuales aproximadamente cuarenta fueron contratados por Estados Unidos de América”.
Preguntado (ídem) “si está seguro de la fecha indicada” contestó: “que si, por cuanto se
encontró con el profesor Fermi a fin del año 1951”, Como se ve, hay por lo menos
diferencia de un año entre las fechas indicadas por uno y otro declarante para el mismo
hecho. Por otra parte, obra en poder de esta Comisión Investigadora (bibliorato 1, fojas
166 y siguientes), copia auténtica de una información producida para el ministro de
Asuntos Técnicos, el 30 de octubre de 1951, por el doctor ingeniero Juan B. de Nardo, a
la sazón en Chicago, y entregada a la embajada argentina, en la cual refiere una
conversación con el mismo profesor Fermi: “Me preguntó –dice Nardo- el doctor Fermi,
que pensaba yo del anuncio que sobre energía nuclear hizo Richter. Le comenté que no
conociendo a fondo el problema no podría opinar, pero que, teniendo fe en el anuncio
del señor presidente (2), suponía que lógicamente se habría comprobado el hecho antes
del anuncio.
De estas constancias resulta que ambas manifestaciones Fermi fueron hechas a fines de
1951, “después del anuncio del ex presidente (capítulo II 6.) y no en 1950. Además, en
octubre de aquel año, el profesor Fermi estaba en Chicago, y aún no tenía ninguna
noticia de Richter, por tanto, la lista a que se refirió al hablar con el doctor Fano a fines
del mismo año la conoció posteriormente en Italia, y sin duda recientemente, por lo cual
recordaba aún el detalle que Richter ocupaba el penúltimo lugar; y su nombre en ella le
llamó la atención a causa del anuncio del ex presidente. Tal vez fue este anuncio el que
determinó su inclusión. Es evidente que esta mención carente de toda significación, y se
refiere a una fecha (principios de 1952), en que ya se había invertido mucho dinero en el
“proyecto Huemul” (capítulo II, 3). El profesor Fermi, desgraciadamente, ha fallecido.
A este respecto su declaración es muy ilustrativa (hoja 28, vuelta). Preguntando: “¿Cuál
fue la presión en el interior del plasma y cómo la determinación? Contestó: La presión
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Comisión Investigadora Nº 12 de la Comisión Nacional de Energía Atómica
fue medida por el ensanchamiento de las líneas espectrales del hidrógeno y del litio,
registrado en forma continua con placa móvil. Se comprobó así que al iniciarse la
explosión se tiene un espectro molecular de bandas que se transforma en espectro
atómico de líneas de hidrógeno, de litio y de helio, y éstas se ensanchan hasta dar el
espectro continuo; y cuando el impulso disminuye, se produce nuevamente el espectro
de líneas. En el momento del máximo impulso y ensanchamiento, se produce, por efecto
Doppler, un corrimiento total del espectro hacia el violeta, de modo que, fotografiado el
espectro continuo, la posición del máximo de energía permite calcular con la fórmula
del efecto Doppler la velocidad de los átomos y, por lo tanto, la presión, y ésta es la
responsable de la multiplicación de la reacción”.
11. Richter confunde este segundo efecto con la “ley de desplazamiento de Wien”, que
se refiere a la posición del máximo de energía en el espectro “continuo” del cuerpo
negro, cuyo desplazamiento depende de la temperatura del cuerpo, y también permite
calcularla, “pero con otra fórmula”.
Además, ninguno de los tres fenómenos permite por si solo calcular la presión del gas
que emite el espectro de líneas, ni del “plasma” al que atribuye el espectro continuo.
12. Podría pensarse que Richter es un sabio tan especializado en física atómica que
pudo haber descuidado algunos conocimientos de física clásica. Pero es que, además, ha
incurrido en errores de la misma magnitud respecto de conocimientos elementales de
física atómica. En su réplica al informe de la Comisión Técnica (cap. II, 14) dijo: (bibl.
2, foja 305) “Debe hacerse presente a los expertos que por esta razón fue inyectada agua
común mediante nitrógeno, para poder utilizar las líneas atómicas del espectro del
hidrógeno como prueba de ionización.” Para eliminar toda duda acerca de la traducción
de este párrafo se transcribe el correspondiente texto en alemán (íben, foja 313): Die
Expert werden diaran erinnert, dess sus diesen Grunde das normale Wasser mit. Hilfe
von Stickstoff eingeprintzt Wurde, demit man das Atomlinienspectrum des
Wasseratoffes als Ionisationstest verwnden kann.
13. Todo esto en cuanto a sus conocimientos de física. En cuanto a su criterio crítico de
la experimentación, está dicho en el párrafo antes transcripto (Nº 9) que la
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Comisión Investigadora Nº 12 de la Comisión Nacional de Energía Atómica
15. Adviértase –y eso es lo importante a los efectos del cometido de esta Comisión
Investigadora (Nº 12)- que para llegar a las anteriores determinaciones no ha sido
necesario mencionar el pretendido secreto Richter, y por tanto, es evidente que si antes
de proporcionarle los costosos medios para realizar el “proyecto Huemul” se lo hubiera
enfrentado con los físicos argentinos, se habría puesto en evidencia su incapacidad para
llevarlo a cabo, sin necesidad de que revelara aquel secreto.
16. Cada vez que se invoca la ignorancia de alguien para negarle la posibilidad de un
hallazgo en contra de los principios admitidos por la ciencia, se trae a colación en
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Comisión Investigadora Nº 12 de la Comisión Nacional de Energía Atómica
contrario el ejemplo de Colón y los sabios de Salamanca. Conviene sin embargo tener
en cuenta:
1º) Que no eran tales sabios, pues negaban la redondez de la tierra, que ya conocían los
pitagóricos y aceptaban los griegos de Alejandría, quienes llegaron a determinar muy
aproximadamente la longitud de un meridiano (Eratóstenes; 236-195 a. J. C.);
2º) Que Colón estaba muy equivocado respecto de las dimensiones terrestres, y por lo
tanto de su posibilidad para llegar a las Indias orientales navegando hacia Occidente,
pues en contra de aquella determinación las suponía muchísimo menores, por lo cual, de
no haber existido el continente americano, contingencia que él no podía prever, se
hubiera perdido irremisiblemente en el mar con tres naves y todos sus tripulantes, como
estuvo a punto de que le sucediera; y como sucedió con el proyecto Huemul por confiar,
según veremos, en otros “sabios de Salamanca”.
17. Desde el punto de vista del cometido de esta Comisión Investigadora interesa la
siguiente cuestión: ¿Tenía efectivamente Richter algún secreto respecto de la
posibilidad de producir reacciones termonucleares? Aunque no pudiéramos llegar a una
respuesta categórica, debiéramos analizar su pretendido “secreto”. La dificultad para
ello consiste en que en diversas ocasiones ha dado diferentes versiones contradictorias
del mismo, y unas veces ha expuesto determinados fundamentos teóricos que ha negado
otras veces. Requerido por esta Comisión para que hiciera “la descripción del
experimento” que supuso exitoso, respondió (foja 37): “Que consistió en la inyección de
litio y de agua pesada en el plasma de un arco eléctrico; y en cuanto la fecha, 16 de
febrero de 1951. Preguntado: ¿De que eran los electrodos del arco? Contestó “Que en
ese experimento dispuso un tubo de aluminio de pared delgada lleno de los reactivos
litio y agua pesada conectado en sus extremos a dos gruesos electrodos de cobre y que
se hacía explotar por medio de la corriente” Además (foja 39, vuelta);
evaporado del plasma, pero no la onda explosiva, a la cual atribuye ahora las
condiciones indispensables para producir la reacción termonuclear.
20. Pues bien: hay repetidas constancias de que los experimentos que presenció la
mencionada Comisión Técnica no se hicieron en el interior de “un reflector cilíndrico de
dos metros de diámetro”, sino en un local cuadrangular de grandes dimensiones. La
instalación correspondiente ha sido minuciosamente descrita por varios miembros de
dicha Comisión, y ninguno de ellos menciona el reflector cilíndrico (bibliorato 2:
informe del capitán Beninson, foja 269; del ingeniero Bancora, ídem 282; del ingeniero
Gamba, ídem 287). Además, cuando esta Comisión Investigadora visitó la isla Huemul
(foja 79), tuvo ocasión de ver aquella instalación, acompañada por el doctor Balseiro
(ídem) y el señor Fernando Manuel Prieto, de los cuales el primero formó parte de la
Comisión Técnica y en su carácter de tal presenció las demostraciones hechas por
Richter, y el segundo permaneció siempre en Bariloche, asegurando que era la misma
empleada por el mencionado Richter, y que concuerda, por otra aprte, con las
descripciones mencionadas. Pues bien, tomando la descripción hecha por el capitán
Beninson, por ser la más breve, tenemos (foja 269):
“La parte medular del “reactor” la constituye un arco voltaico fijo y de potencia
graduable, con un circuito eléctrico oscilante, formando este conjunto una variante del
arco “musical” de Dudell, utilizando en radiotelegrafía por Poulsen y otros, antes del
advenimiento de la lámpara termoiónica.
21. Es evidente que la teoría anterior (Nº 13) “expuesta por primera vez” ante esta
Comisión Investigadora no se acomoda con este dispositivo experimental. Pero tenemos
que decidir si Richter “guardó el silencio que le impuso el ex presidente”, o si esto es
otro de sus subterfugios.
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Comisión Investigadora Nº 12 de la Comisión Nacional de Energía Atómica
si es auténtico del mismo Kart Tank, que la traducción habría sido motivada por él a la
misma persona a quien dirigió el memorándum. Esta Comisión Investigadora ha tratado
de averiguar quién fue esa persona, para lo cual dirigió la nota de fecha 9 de diciembre
del año 1955 que corre a fojas 388 a su excelencia el señor ministro de Aeronáutica,
quien, con fecha 30 de dicho mes, expresó que se trataba del brigadier don Heriberto
Ahrens (actualmente brigadier mayor). Teniendo en cuenta que el día 31 de diciembre
próximo pasado finalizó el cometido de esta Comisión, los integrantes de la misma se
vieron imposibilitados de efectuar la correspondiente averiguación. Se considera, sin
embargo, que el contenido del memorándum y la firma de Kart Tank en él son
autenticas.
22. Pues bien, dice el memorándum (foja 129: “3º El procedimiento propuesto por el
doctor Richter de la utilización de la energía nuclear, cuya realización está en
preparación, consiste en el hecho de iniciar de un modo diferente (que en la bomba de
hidrógeno) el proceso de encendido de la transformación técnica.”
“El doctor Richter descubrió, con motivo de sus ensayos experimentales en Alemania
durante la guerra, la posibilidad de hacer cuasi estable la estructura molecular por la
isomerización de los núcleos por medio de campos magnéticos. Por la superposición de
este estado con un campo magnético de frecuencia adecuada se forma un proceso de
resonancia por el cual el núcleo atómico resulta inestable y pasa a otro estado por el
suministro de energía de radiación. Por la selección de elementos adecuados se pueden
conseguir temperaturas por este proceso de transmutación nuclear (20 millones de
grados) que corresponden a la temperatura solar mencionada. Después de la iniciación
de este procedimiento de encendido se puede mantener de esta manera este proceso de
combustión “atómica” por el suministro adicional de otros elementos como los
mencionados en el Nº 2” (núcleos livianos).
No es necesario insistir sobre los disparates que se dicen en estos párrafos. El tal
proceso de resonancia fue demostrado imposible por el doctor Balseiro (capítulo II,
punto 16). Aun cuando no fuera así, el “proceso de transmutación” del pretendido
isómero de mayor energía con “suministro de energía” de radiación” no podría elevar la
temperatura, a menos que la energía radiante producida fuera absorbida térmicamente,
lo que está muy lejos de ser probable, tratándose de rayos gamma, como es el caso de
las denominadas transmutaciones isómeras, etcétera.
23. El informe anterior fue, evidentemente, dictado por Ronald Richter al señor Kurt
Tank, pues este (foja 22) no es físico atómico (y, sin ninguna duda, entiende muy poco
del asunto) en una visita que aquel le hizo en Villa del Lago. Corrobora nuestra
afirmación un indicio que, sin ser absolutamente seguro, lo es suficientemente para este
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Comisión Investigadora Nº 12 de la Comisión Nacional de Energía Atómica
a) Que Richter había descubierto “con motivo de sus ensayos “experimentales” durante
la guerra, la posibilidad de hacer cuasi estable la estructura molecular por la
isomerización de los núcleos por medio de campos magnéticos”. Pero en su declaración
en la Jefatura de Policía y refiriéndose a sus trabajos en Europa, dijo (foja 21): “Que
dedicado desde un principio a trabajos de investigación pura, trató de desarrollar la
“teoría” de obtener altas temperaturas de reacciones termonucleares mediante la
focalización exclusiva en un sentido análogo al de la carga hueca en balística.” Es,
como se ve, la teoría del reflector de la onda explosiva; esto dijo el 4 de octubre
próximo pasado, pero no hizo ninguna mención al proceso de isomerización mediante
campo magnético. Sabemos, además, por sus propias declaraciones (véase Nº 7) que
había trabajado experimentalmente en física nuclear, solo unos seis meses y en un
asunto totalmente diferente (con el generador Vandegraaf).
Todo esto está firmado y afirmado por el señor Kurt Tank, ausente ahora del país. ¡Que
su ejemplo nos sirva para ponernos en guardia frente a algunas “celebridades”
extranjeras, a que era un afecto el ex presidente! (véase página 446 del expediente).
25. A pesar del silencio que le impusiera, según él dice, el ex presidente (número 18), es
indudable que Richter expuso la teoría anterior a la Comisión Técnica (capítulo II, 12),
pues el doctor Balseiro, que no figuraba entre los firmantes de la pericia anterior
(capítulo II, 11) la relata extensamente en su informe (bibliorato 2, fojas 260 y
siguientes); y sin duda no pudo él inventarla ni adivinar que fuera la de Richter. Por otra
parte el ingeniero Bancora “manifiesta obtener la resonancia mediante el efecto de
Larmor”, que a continuación describe.
Por tanto: o no era ese el secreto de Richter o violó la consigna que le impuso el ex
presidente.
26. Los cálculos del doctor Balseiro mediante la fórmula de la precesión de Larmor
fueron tan concluyentes, que Richter ni intentó siquiera contradecirlos en su réplica. Por
eso la Comisión Técnica pudo después decir al respecto (bibliorato 2, foja 340): “Es de
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Comisión Investigadora Nº 12 de la Comisión Nacional de Energía Atómica
importancia señalar, por otra parte, que en su respuesta el doctor Richter no menciona,
en forma alguna, la mencionada aplicación del efecto de precesión de Larmor, acerca de
cuya obtención se le han señalado objeciones.”
Richter nunca tuvo secreto alguno que permitiera siquiera la posibilidad de obtener
reacciones termonucleares, controladas o no. Solo tuvo algunas vagas ideas que a él le
parecieron muy acertadas, a saber, sucesivamente:
2º Ensaya, además, las ideas más peregrinas. En algunos de sus experimentos colocaba
altoparlantes sobre el arco voltaico, los cuáles eran accionados por el oscilador y que
indefectiblemente terminaban quemados por la cercanía del arco (foja 241). Este hacho
ha sido relatado minuciosamente por un testigo presencial (foja 260, vuelta): “Que se
producía un arco voltaico entre carbones en un campo magnético producido por un gran
electroimán. Sobre el arco se colocaba un altoparlante de doce pulgadas que a veces era
sostenido por un arco de madera. Este altoparlante era excitado por un oscilador de
frecuencia audible variable, comenzando con un tono muy grave hasta llegar a un agudo
extremadamente penetrante. Al final del experimento se producía una llamarada de
calor muy rojizo y finalmente se quemaba el altoparlante.” Agrega que así se quemaron
seis u ocho de estos.
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Comisión Investigadora Nº 12 de la Comisión Nacional de Energía Atómica
En cierta oportunidad, Richter negó que utilizara altoparlantes (foja 241, vuelta); y esta
Comisión no ha podido decidir al respecto, pero no es imposible que lo hiciera.
NOTAS:
(1) No solamente dinero y recursos materiales y humanos; también el riesgo ecológico – ambiental que
estas actividades pueden traer si no son debidamente controladas. (Nota del transcriptor).
(2) Juan Domingo Perón, quien ese 24 de marzo llegó a decir “que la energía barata se compraría en
embases grandes y chicos como los de la leche”. (Nota del transcriptor).
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Comisión Investigadora Nº 12 de la Comisión Nacional de Energía Atómica
Capítulo IV
2. Su vinculación con la Argentina comienza cuando Kunt Tank lo propone para venir
al país (capítulo I, punto 1).
3. El mismo Kurt Tank lo vincula primeramente con los brigadieres San Martín y Ojeda
(capítulo I, punto 4) y con el ex presidente Perón. De una conferencia con éste arranca
la vinculación oficial de Richter con instituciones argentinas, comenzando por un
contrato celebrado con la Secretaría de Aeronáutica (véase capítulo VII. Pinto 1).
4. Hemos visto, además (III, 21), que Kurt Tank fue el vehículo que utilizó Richter para
hacer llegar a personas encumbradas sus extrañas ideas científicas. Con ello tenía dos
ventajas:
1º No se comprometía personalmente;
2º Se respaldaba en el prestigio de que gozaba Kurt Tank (1) como ingeniero diseñador
de aviones, ya que algunas de las personas a quienes se dirigía tal vez no percibían muy
bien la diferencia que media entre un técnico de esa especialidad y físico atómico.
6. A juicio de esta Comisión, Kurt Tank fue el primero y mayor responsable científico
de la iniciación y puesta en marcha del “proyecto Huemul”. Ya hemos comentado
(capítulo III, punto 24) la intervención de este personaje, actualmente ausente de nuestro
país (2).
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Comisión Investigadora Nº 12 de la Comisión Nacional de Energía Atómica
8. El profesor Kurt Fraenz declara a fojas 261 y vuelta que conoció a Richter
“oficialmente, en una reunión que tuvo lugar en el Ministerio de Defensa en los meses
de marzo o abril de 1950, según cree, en cuya oportunidad fue investigado por el
general Henneckens, director general de Fabricaciones Militares, en cuya repartición el
declarante trabajaba…”. “En esa primera reunión habló en primer lugar el padre
Bussolini, quien se refirió en términos generales a la estructura del átomo. A
continuación el ex presidente Perón presentó a la concurrencia a Ronald Richter,
diciendo entre otras cosas: “Ahora es nuestro, porque ya ha obtenido la carta de
ciudadanía”. Esta última mención fija aproximadamente la fecha de la conferencia, que
debió ser pocos días después de que Richter obtuviera su carta de ciudadanía que le fue
otorgada el 22 de marzo de 1950 (foja 252).
10. Manifestó, además, que no había asistido a la reunión en que se resolvió la creación
del centro Huemul, en contra de la declaración de Richter que lo dio como asistente,
pero no así el propio diario de éste (ver capítulo I, punto 9).
11. El capitán Pedro E. Iraolagoitía (foja 237, vuelta) “preguntado: Si sabe quién
asesoraba al ex presidente Perón en el proyecto Huemul, contestó que no; pero la
persona que el declarante en su carácter de edecán del ex presidente (Perón), introducía
varias veces en el despacho del mismo, en el año 1951, era el padre Bussolini, siempre
juntamente con el coronel González.” Esta referencia es, por tanto, posterior al anuncio
del ex presidente, de 24 de marzo de 1951.
12. Richter ha declarado, en cambio que: “En cuanto al padre Bussolini afirma que está
seguro de que en 1949 era el principal consejero y asesor del ex presidente hacia 1950,
en este proyecto Huemul. Supone, además, que el ex presidente confió en el
asesoramiento del profesor Tank, aunque éste no es un hombre especializado en materia
nuclear.” La intención de disminuir la responsabilidad del segundo es aquí evidente:
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Comisión Investigadora Nº 12 de la Comisión Nacional de Energía Atómica
Richter no puede dudar, o sólo suponer, su intervención anterior a 1950, pues con él
realizó la primera conferencia que tuvo con Perón. Su seguridad respecto de Bussolini
es, pues, dudosa no obstante una anotación en su propio “diario” de 1949. “Audiencia
con el general Perón. Conocí al padre Bussolini, quien seguramente opera como
mensajero del presidente, y también del coronel González”. “Junio 16: con el profesor
Tank, doctor Siedrecht y el coronel González visitó el observatorio de San Miguel.
Padre Bussolini es el director. El observatorio produce una excelente impresión”. Esta
es posiblemente la visita que ha mencionado el padre Bussolini (Nº 7).
13. Por tanto: a pesar de la declaración en contrario de Richter, no está probado que con
anterioridad a la declaración pública del ex presidente Perón (marzo 24 de 1951) el
reverendo padre Bussolini haya propiciado la realización del “proyecto Huemul”, salvo
en forma genérica, alentando ante el ex presidente “cualquier proyecto que significara
un enrolamiento argentino en el comercio mundial de la energía atómica”; ni tampoco
que haya recomendado hasta entonces a Richter como hombre de ciencia capaz de
desarrollar con éxito, un proyecto semejante. Por otra parte, el mismo padre Bussolini
insiste (foja 208), sin recordar la fecha, “Que respecto del proyecto mismo nunca tuvo
conocimiento del mismo, hasta muy posteriormente”.
14. La actitud del padre Bussolini después de aquella fecha está bien documentada. El
coronel González: “Preguntado (foja 130) si asistió al experimento del 16 de febrero de
1951. Conestó: que no; que en esa fecha se encontraba en las termas de Copahue,
asistiéndose de una afección reumática. Que en esa oportunidad recibió un radiograma
del coronel Plantamura haciéndole saber que debía viajar a Bariloche a cuyo efecto
pasaría a buscarle por Zapala en una avión de la fuerza aérea. Llegado a Bariloche, el
señor Richter le hizo saber que en una experiencia realizada el 16 de febrero había
logrado reacciones termonucleares y lo invitó a presenciar un experimento
conjuntamente con el ingeniero González (hijo del coronel) y el coronel Plantamura.
Que lo que el declarante vio fue un trabajo en reactor llamado chico, en el cual, según el
doctor Richter, utilizaba litio. Los aparatos de contralor, oscilógrafos, detectores,
contadores, acusaron reacciones impulsivas. Que en la observación que pudo hacer en el
espectrógrafo se observaba una desviación de la línea, o corrimiento de la línea de litio,
y además un halo circular que por observación directa era blanquesino. En una placa
fotográfica que mostró Richter cuando vino q Buenos Aires se observaba lo mismo,
detalle que fue señalado por el padre Bussolini al ex presidente, como de especial
significación…” “Que no recuerda exactamente si regresó inmediatamente a Buenos
Aires, pero que cuando lo hizo conversó con el ex presidente proponiéndole una
experiencia en presencia de técnicos, insistiendo que fueran argentinos, temperamento
que fue aceptado por Perón, el que luego cambió de opinión ignorando el declarante los
motivos, resolviendo finalmente hacer las publicaciones que son de conocimiento
público.”
15. resultaría de aquí que en el intervalo entre el 16 de febrero de 1951, fecha del
experimento, y el 24 de marzo del mismo año (declaración pública de Perón), el padre
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Comisión Investigadora Nº 12 de la Comisión Nacional de Energía Atómica
Esta conclusión es corroborada en parte por el mismo padre, cuando dice (fojas 208):
“Que como consecuencia de una segunda manifestación oficial y pública respecto del
mismo asunto, se le mostraron algunos espectrogramas en los que podrían admitirse
manifestaciones de liberación de energía atómica, supuesta la autenticidad de tales
espectrogramas. Que esta información la dio el ex presidente Perón, el coronel
González, Richter y alguna otra persona que no recuerda. Aclara, después de habérsele
presentado un recorte del diario “Democracia” de junio 22 de 1951, que la presentación
de los espectrogramas mencionados les fue hecha antes de la mencionada oportunidad
en que apareció en los diarios la crónica de la visita de los periodistas a Huemul”. Y
más adelante (foja 211): “Preguntado: ¿Qué caracteres de los espectrogramas a que
antes se refirió le hicieron suponer que podría haberse producido una reacción nuclear?
Contestó: Que fuera del espectro visible aparecían halos inexplicables en un espectro
común, que esos halos correspondían a la región ultravioleta. Preguntado si esos
espectrogramas habían sido microfotometrados. Contesto: que no recuerda.”
16. Como se ve, las dos versiones coinciden, salvo tal vez en cuanto a la fecha: según el
coronel González sería anterior al 24 de marzo; en cambio, el padre Bussolini sólo
recuerda que fue anterior al 22 de junio de 1951; pero hay otros detalles importantes que
inexplicablemente ha olvidado, como ser, si los espectrogramas fueron o no
microfotometrados. El coronel González no menciona haber proporcionado nada al
respecto. En cuanto a los halos que el padre Bussolini encuentra “inexplicables en un
espectro común” son por el contrario muy comunes cuando es muy grande la cantidad
de luz que entra al espectrógrafo, por estar la ranura demasiado abierta y/o ser fuente
luminosa demasiado brillante e intensa.
Los halos se deben a las reflexiones en las caras de los lentes. En una fotografía de la
explosión de la bomba atómica publicada en el célebre informe Smith, aparece en un
ángulo uno de tales halos circulares, pero en el informe se aclara que se trata de un
efecto de reflexión en las lentes de la cámara. Tal vez Richter la conocía y lo atribuyó a
la reacción nuclear de la bomba.
17. Ya se ha dicho (capítulo II, punto 12) que el 4 de septiembre de 1951 se nombró una
Comisión Técnica, de la cual formó parte el padre Bussolini. Esta comisión visitó la isla
Huemul; presenció experimentos realizados por Richter y presentó con fecha 15 del
mismo mes un informe de conjunto, cuya conclusión ya fue transcripta (ídem). Además,
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Comisión Investigadora Nº 12 de la Comisión Nacional de Energía Atómica
cada uno de los miembros debía presentar un informe individual (4) y así lo hicieron
todos en la misma fecha. Todos estos informes están compilados en el bibliorato 2, fojas
120 a 300, inclusive.
19. En ese informe dice textualmente (foja 221, in fine): “El que suscribe está
convencido que el doctor Richter no es un mistificador, como se ha dicho en el seno de
la comisión; es un científico, en todo el rigor de la palabra, que conoce perfectamente la
física. Más de seis horas de discusión pueden justificarlo, y la técnica experimental,
descontando la habilidad de haber sabido enseñar a su humilde personal adjunto al
manejo de los instrumentos electrónicos más complicados.”
Este juicio ha sido corroborado por el padre Bussolini ante esta Comisión (foja 209,
vuelta), repitiendo en otros términos lo dicho en el informe, sin rectificación.
Después de lo que ya sabemos (capítulo III, punto 14), es evidente que el padre
Bussolini confundió aquí locuacidad con sabiduría; y manejo rutinario del instrumental
con “técnica experimental”. El, por otra parte, según ya dijimos, no es físico. Respecto
de las discusiones a que se refiere, que se realizaron en el hotel Pistarini, el ingeniero
Bancora dice que en ella “el doctor Richter manifiesta ideas muy personales acerca de
física moderna” (bibliorato 2, foja 284).
20. Pero el padre Bussolini continúa aún: “Por lo demás, soy de opinión, que respecto al
profesor Richter, ninguno de los integrantes de la Comisión de expertos, es capaz de
atar científicamente las correas de sus zapatos, así como de haber dirigido
personalmente la actual instalación experimental de la planta piloto Huemul” (Foja
222). También esto ha sido repetido, en otra forma pero sin rectificación, ante esta
Comisión (foja 209, vuelta).
21. Preguntado el coronel González (foja 139): “Si tiene conocimiento de que al
proponer que cesara el proyecto Huemul alguien por el contrario, consideraba
conveniente continuarlo, contestó: Que sí, que en ese sentido se manifestaban
decididamente partidarios de la continuación el ex ministro Mendé y el padre bussolini.
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Comisión Investigadora Nº 12 de la Comisión Nacional de Energía Atómica
Este último no niega lo que antecede, pues (foja 209, vuelta): “Preguntado si asesoró al
ex presidente Perón apoyando el proyecto Huemul y a Richter, con posterioridad a la
creación de la planta, contestó: Que no, que nunca se le preguntó al respecto, excepto
cuando integró al comisión anteriormente mencionada (la de expertos).
Y en efecto: En los dos informes individuales ya citados dice que “en caso de que esta
magna empresa se continúe, se permitiría sugerir la conveniencia de que el profesor
Richter dilucide las dudas que se apuntan” (bibliorato 2, foja 254). Y concordantemente
en el informe secreto a Perón, foja 222) “en caso de continuar las obras, salvo mejor
juicio, me atrevería a sugerir a vuestra excelencia que dada la magnitud de los futuros
gastos en juego, convendría se designara una comisión colaboradora y no fiscalizadora,
para realizar tan magna empresa”.
22. En la foja anterior (222) del mismo informe dice: “La encuesta científica en la Isla
Huemul queda trunca y en consecuencia debería suspenderse el juicio definitivo
mientras no se destaque otra comisión de expertos que contrabalancee los prejuicios y
dictámenes de antemano adversos con que iba provista la que regresa, a pesar de las
aseveraciones de imparcialidad y de deseos de colaborar.” El doctor Richter tiene que
haber quedado persuadido de su éxito en la medida en que la Comisión sigue, como
fuera, persuadida de lo contrario. Los integrantes de la Comisión de Expertos
merecimos en un momento dado el calificativo de schwindeln, farsantes, etcétera.
23. A pesar de los repetidos juicios desfavorables que merecieron al padre Bussolini
todos sus compañeros de la Comisión de Expertos de la que fue “jefe interino (foja 220)
y su admiración por Richter, no merece crédito la actitud que éste le atribuyó, y que ha
sido referida en su declaración por el doctor Balseiro, cuyo relato es sin duda fidedigno,
a saber (foja 104, vuelta): “mientras se hacían los preparativos para la misma (los dos
últimos experimentos) el declarante y el ingeniero Bancora se dedicaron a llevar a cabo
los contralores que se habían proyectado; en esas circunstancias Richter se hizo presente
en un estado de ira completo increpándolos de pretender que era un farsante y que en
esas condiciones lo que a él le cabía era echarlos de la isla ya que había sido informado
por el padre Bussolini que ellos sospechaban la posibilidad de que él efectuara algún
experimento fraudulento”.
24. Las vacilaciones del padre Bussolini prolongaron el “proyecto Huemul”. En efecto,
el ingeniero Bancora ha declarado ante esta Comisión (foja 57): “De los informes
técnicos se dio vista al señor Ronald Richter, que formuló por escrito objeciones. A raíz
de éstas y de las dudas que expresara un miembros de la Comisión de Técnicos que
presumiblemente eran compartidas por el ex ministro citado (Mendé) y por el ex
presidente de la Nación, el capitán Iraolagoitía solicitó al declarante si podía repetir en
Buenos Aires un experimento que afirmaba en su informe anterior haber realizado en su
laboratorio, con el cual se obtendrían los mismos resultados registrados en Huemul.
Reunidos los elementos necesarios en la Escuela de Mecánica de la Armada, que no
fueron los mismos utilizados por Ronald Richter, se realizó el mismo experimento en
menor escala, que en síntesis consistió en la producción del conocido arco cantante de
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Comisión Investigadora Nº 12 de la Comisión Nacional de Energía Atómica
25. El padre Bussolini ha confirmado en su declaración ante esta Comisión (foja 209)
que “cuando, a la vuelta de dicha visita (a Huemul), por la Comisión Técnica, se
realizaron experimentos similares en la Escuela de Mecánica de la Armada, en base de
lo cual el declarante manifestó que aceptaba la idea de los demás colegas que de las
experiencias de Richter no se deducía acuse de energía atómica”.
Sin embargo el gobierno parece haber vacilado aún, sin que sepamos por qué; pues
designó una tercera Comisión Técnica, formada por los doctores Ricardo Gans y
Antonio E. Rodríguez, de la cual se hizo ya mención (capítulo II, punto 16),
transcribiéndose sus conclusiones (20 de octubre de 1952).
26. Preguntado el padre Bussolini (foja 210) “Cual es su opinión actual sobre el
proyecto Huemul, contestó: Que suponiendo que se hubiera procedido de buena fe,
científicamente hablando, los resultados de Richter fueron negativos, fracasos
admisibles en ciencias, que constituyen las más de las veces un aporte positivo”.
27. En resumen:
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Comisión Investigadora Nº 12 de la Comisión Nacional de Energía Atómica
reverendo padre Bussolini haya propiciado la realización del “proyecto Huemul” salvo
en forma genérica, alentando ante el ex presidente “cualquier proyecto que significara
un enrolamiento argentino en el comercio mundial de la energía atómica”; ni tampoco
que haya recomendado a Richter como hombre de ciencia capaz de desarrollar con éxito
un proyecto semejante (Nº 7 a 13).
d) Que posteriormente, cuando el padre Bussolini formó parte de una Comisión Técnica
que visitó Huemul, quedó muy bien impresionado por los conocimientos de Richter a
quien calificó de “científico en todo el rigor de la palabra, que conoce perfectamente la
física teórica… y la técnica experimental” (Número 19; véase capítulo III, número 14).
En cambio le merecen juicios muy severos y despectivos –desde luego infundados- los
físicos y técnicos argentinos que fueron sus compañeros de Comisión, quienes por otra
parte no pudieron llegar a conocerlos (Números 20 a 23).
e) Que el apoyo prestado por el padre Bussolini para la continuación del “proyecto
Huemul” demoró el abandono de éste y hubiera podido crear confusión a no ser la
invariable firmeza de los técnicos que él menospreciaba, debiendo finalmente reconocer
el fracaso de los expertos de Richter (Números 24 a 26).
A ellos, con la dirección del capitán Iraolagoitía, que estaba al frente de esta dirección,
se debió el abandono definitivo del proyecto, después del alejamiento del coronel
González, que también estaba convencido de su fracaso.
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Comisión Investigadora Nº 12 de la Comisión Nacional de Energía Atómica
ejercicio del rectorado doctor Carlos María Lascano se apresuró a otorgar a Ronald
Richter honoris causa el título de doctor de la Universidad de Buenos Aires (foja 349).
El diploma respectivo, cuya copia fotográfica se agrega, lleva las firmas del ex
presidente Perón, del arquitecto Julio V. Otaola (rector) y del doctor Emilio Pasini
Costadoat (secretario). La resolución respectiva fue “dejada sin efecto” por el
interventor Nacional de la Universidad de Buenos Aires, doctor José Luis Romero, con
fecha 26/10/1955.
NOTAS:
(2) Tras la caída del régimen peronista, estos proyectos debieron suspenderse, la economía argentina
estaba arruinada por los despilfarros del régimen; esta circunstancia hizo que los científicos traídos de
Alemania, en busca de nuevos trabajos y para ganarse el sustento debieran emigrar. Aunque muchos
miembros de su equipo se trasladaron a los Estados Unidos, Kurt Waldemar Tank, en febrero de 1956,
optó por irse a la India. Allí trabajó para Hindustan Aeronautics diseñando el Hindustan Marut, primer
cazabombardero militar construido por ese país. El primer prototipo voló en 1961, siendo retirado
definitivamente del servicio activo en 1985. (Nota del transcriptor).
(3) Reverendo Padre Juan Antonio Bussolini: Desde 1944 hasta su fallecimiento este sacerdote se
desempeñó como Director del Observatorio de San Miguel. En este pudo desarrollar su interés por ambas
ramas, la geofísica y la geodesia. Al construirse la Asociación Argentina de Geofísicos y Geodestas, el
Padre Bussolini estuvo presente desde el principio, siendo elegido Secretario de su primera Comisión
Directiva, el progreso de la AAGG y con el fortalecimiento de la Geofísica y Geodesia argentinas. (Nota
del transcriptor).
(4) Ver nota 6 capítulo 2: Informes personales de Dr. José Antonio Balseiro y por el Ingeniero Mario
Báncora referente a la inspección realizada en la Isla Huemul en setiembre de 1952. (Nota del
transcriptor).
(5) Ver nota 7 capítulo 2: (7) El informe individual complementario del Dr. José Antonio Balseiro
referente a la opinión que le merece el Doctor Richter. (Nota del transcriptor).
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Comisión Investigadora Nº 12 de la Comisión Nacional de Energía Atómica
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Comisión Investigadora Nº 12 de la Comisión Nacional de Energía Atómica
Capítulo V
“La construcción completa del laboratorio Nº 2 está terminada, así como las
instalaciones, de modo que dentro de unos días comenzaremos otra vez con las
operaciones de energía atómica. Objeto de la investigación: Obtención de radioisótopos,
especialmente cobalto 60.
“Probablemente no sea posible obtener grandes cantidades, puesto que todavía nos está
faltando un horno de reseción de paredes gruesas. De cualquier manera los preparados
radioactivos tienen una finalidad definida fuera de Huemul: demostrar que en Huemul
producimos energía atómica”.
3. Pero, además, Richter se contradice consigo mismo, pues preguntado: (foja 31,
vuelta) “Si prometió en declaraciones periodísticas o privadas la obtención de energía
atómica o de radioisótopos, contestó: Que en mayo de 1951 fue visitado en Bariloche
por periodistas a quienes manifestó que esperaba la obtención de energía atómica en el
gran reactor y en gran escala, y como sub producto la obtención de radioisótopos en un
plazo de alrededor de diez meses como plazo mínimo, sin haber plazo máximo”.
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Comisión Investigadora Nº 12 de la Comisión Nacional de Energía Atómica
Anótese esta última precaución, tres meses después del pretendido éxito del 16 de
febrero.
Después de la lectura se realizó un diálogo con los periodistas del cual extraemos el
siguiente párrafo de Richter:
“Con este proyecto la Argentina ha atacado en sus bases a los proyectos que sobre
terrenos similares se desarrollan en el exterior…”
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Comisión Investigadora Nº 12 de la Comisión Nacional de Energía Atómica
Capítulo VI
1. A los efectos de fijar el costo del “proyecto Huemul” y otros antecedentes financieros
esta Comisión Investigadora (Nº 12) requirió de su colaborador el capitán de navío
(R.E.) don Joaquín M. Urretabizkaya un amplio informe, según consta en la nota que le
dirigió, cuyo original corre a fojas 356 y 357. En respuesta, el señor capitán
Urretabizkaya produjo el informe que corre agregado a fojas 358 a 371, que satisface
ampliamente lo solicitado.
2. El párrafo a) de fojas 358 a 361, inclusive, arroja como costo del “proyecto Huemul”
la suma de $ 62.428.731,82 m/n, o sea en números redondos, sesenta y dos millones y
medio de pesos.
3. La cantidad anterior incluye todas las erogaciones imputables a dicho proyecto, según
puede verse en los detalles del mencionado informe.
Para mayor precisión al respecto, esta Comisión solicitó al capitán Urretabizkaya las
siguientes aclaraciones respecto del mismo (foja 410):
4. Alguno de los rubros del informe puede ser aproximadamente corroborado. Así por
ejemplo, las inversiones en construcciones fueron (foja 360) de treinta y dos millones en
números redondos ($ 32.175.236,5 m/n.). por otra parte, esta Comisión requirió del
experto don Fernando Manuel Prieto, actualmente en Bariloche, una valuación
aproximada de todos los edificios existentes en la isla Huemul, Playa Bonita y Planta
Experimental de Altas Temperaturas, es decir, todas las que fueron dependencias para el
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Comisión Investigadora Nº 12 de la Comisión Nacional de Energía Atómica
“Proyecto Huemul”. El informe respectivo corre a fojas 193/95 y arroja un valor total,
en números redondos, de veintiocho millones ($ 28.211.797,50 m/n.). La concordancia
es suficientemente satisfactoria, teniendo en cuenta dos circunstancias opuestas:
6. Se puede comprobar por otro camino que la suma de mil millones es enormemente
exagerada, a saber: el costo del proyecto Huemul no puede ser mayor –sino
considerablemente menor- que el conjunto de todas las sumas giradas por la Contaduría
General de la Nación a la Comisión Nacional de la Energía Atómica y a la Dirección
Nacional de Energía Atómica, durante los años 1950 a 1952 inclusive, en que se realizó
aquel proyecto, si además se agrega lo pagado posteriormente con relación al mismo y
lo que aun esté pendiente de pago.
Pues bien: esta Comisión requirió de la Contaduría General de la Nación, por nota que
corre agregada a fojas 308, información “sobre la totalidad de los fondos y partidas
acordadas y/o entregadas a dichas instituciones, “de cualquier origen”, etcétera.
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Comisión Investigadora Nº 12 de la Comisión Nacional de Energía Atómica
A lo que precede hay que agregar algunas erogaciones, por arrastre, abonadas en 1952,
y un saldo está en discusión, todo lo cual consta en el informe del señor capitán
Urretabizkaya (fojas 360/51), a saber:
Es decir, en números redondos, ciento once millones de pesos moneda nacional. Este es
el tope máximo al cual no puede llegar, y ni siquiera aproximadamente, el costo del
“proyecto Huemul”, pues las sumas recibidas debieron también proveer los fondos
necesarios para todas las demás actividades de la Dirección Nacional de Energía
Atómica, en su sede central y en otras comisiones, actividades, construcciones, etcétera,
durante los años mencionados, y de cuya intervención se hablará más adelante (capítulo
VII).
Lo que precede sólo tiene el propósito de comprobar cuán exagerada es la suma de mil
millones que se ha mencionado como costo del “Proyecto Huemul”, si bien no es
despreciable el costo consignado, que se gastó sin ningún provecho.
7. En resumen:
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Comisión Investigadora Nº 12 de la Comisión Nacional de Energía Atómica
destacada en Bariloche con motivo de vigilancia, y toda otra inversión relacionada con
aquel proyecto, cualquiera fuera el origen de los pagos.
NOTAS:
(1) Debido al terrible proceso inflacionario generado durante el régimen peronista. (Nota del transcriptor).
(2) La Cámara de Diputados de la Nación, llegó a tener solo siete diputados opositores al régimen
peronista (a pesar que toda la oposición sumaba un 40% de los votos), la razón fueron la reforma de la
Ley electoral en relación a la forma de elegir que favorecía vergonzosamente al partido peronista.
Santiago Israel Nudelman fue uno de ellos. Perteneció al Partido Radical y fue diputado entre 1952 –
1953. (Nota del transcriptor).
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Comisión Investigadora Nº 12 de la Comisión Nacional de Energía Atómica
Capítulo VII
“Esta exigencia legal –agrega- regía en noviembre de 1948, así como “el recaudo de la
autorización previa para las contrataciones”.
“En punto al contrato que se habría celebrado con el señor Ronald Richter, no se
registran antecedentes de esa convención ni de sus tratativas.”
Tal vez por ello no se entregó un ejemplar del mismo a Ronald Richter, quien ha
declarado no conocer sus “términos precisos (foja 30, vuelta)”; y “cuya copia nunca
recibió”.
Pues bien, el artículo 1º dice: “El contratado se compromete a prestar sus servicios
profesionales en el Instituto Aerotécnico en la ciudad de Córdoba, en calidad de
consejero científico en energía atómica, en cualquiera de sus establecimientos, fábricas
u otras dependencias de la República Argentina”.
El artículo 13 dice: “La Secretaría se obliga a poner a disposición del contratado, sin
pérdida de tiempo, un laboratorio instalado según sus indicaciones y todos los
elementos de trabajo, como talleres, máquinas, herramientas, aparatos de medición,
material de ensayo, oficinas, útiles, etcétera, en suficiente cantidad y a tiempo para no
entorpecer la buena marcha de las investigaciones, estudios, proyectos, construcciones y
ensayos, para que el contratado pueda realizar en forma práctica y efectiva los fines de
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Comisión Investigadora Nº 12 de la Comisión Nacional de Energía Atómica
Esta vaga limitación, por cierto insuficiente, es la única que se impone a los pedidos del
“contratado”; y si el contrato no tuvo validez, porque no fuera homologado, no por eso
dejó de cumplirse lo establecido en el artículo 13 transcripto todo a indicación y a
capricho de Ronald Richter, pero haciendo caso omiso del compromiso de “máximo de
economía”, como veremos en seguida.
El coronel González declara (foja 128): “Que en el año 1949, el entonces presidente
Perón le llamó para decirle que tenía un serio problema con un científico alemán que se
había incorporado al Instituto Aerotécnico de Córdoba (¿sin contrato?) que estaba
dedicado a investigaciones físicas”. “Que se trasladó a Córdoba, donde se entrevistó con
el profesor Tank, a cuyo pedido había sido contratado (?) Richter, etcétera”. “Que a su
regreso a Buenos Aires informó a Perón, recibiendo indicaciones de éste de que era su
deseo que Richter trabajara con la más absoluta independencia y que se le facilitaran
todos los asuntos para poder encarrilar su investigación” (foja 128 vuelta).
“Preguntado: ¿Quién dispuso que se proveyeran todos los fondos necesarios para el
desarrollo del proyecto Huemul? Contestó: que por disposición del ex presidente Perón”
(foja 129, vuelta). Esto evidentemente fue así, pues ningún otro hubiera podido hacerlo.
No sabemos, al respecto, que intervención pudo tener en ello la Contaduría General de
la Nación, pero posiblemente ninguna.
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Comisión Investigadora Nº 12 de la Comisión Nacional de Energía Atómica
b) El edificio para la usina eléctrica proveyendo inicialmente a orillas del lago; se había
hecho ya el emparejamiento del terreno en la roca se decidió cambiar su ubicación por
la actual (foja 86 y plano foja 198);
d) Una casa habitación (ver plano, foja 198), comprendiendo tres ambientes y
dependencias, construida para alojamiento del señor Ehremberg, colaborador de
Richter, nunca llegó a ser ocupada por él (foja 87); sirvió para depósito de instrumental
y posteriormente como comedor para el personal del grupo Richter.
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Comisión Investigadora Nº 12 de la Comisión Nacional de Energía Atómica
“Este reactor nunca llegó a utilizarse, pues Richter ordenó su demolición” (declaración
del señor Fernando M. Prieto, quien continúa). “En la pared lateral del reactor y en el
mismo plano se habían embutido unos quince tubos metálicos de hierro que el
declarante cree recordar fueron importados especialmente de Francia, de unos seis
centímetros de diámetro interior, colocados todos en el mismo plano horizontal y
apuntalados hacia el eje del cilindro, que, posteriormente, cuando Richter vio unos
caños de fibrocemento de unos veinte centímetros de diámetro, consideró indispensable
substituir los anteriores por éstos, pero el retiro de aquellos del muro de hormigón era
una tarea prácticamente imposible, por lo cual el mismo Richter ordenó que se
demoliera todo el cilindro. Otra razón que dio Richter para ello (foja 88) fue que de
acuerdo con los ensayos que ya había hecho en un pequeño reactor instalado en el
edificio Nº 2, convendría que el grande fuera construido en la roca. Finalmente, otro
inconveniente que mencionó fue el siguiente: Que una especie de chimenea en que
terminaba superiormente el reactor a través de la tapa, debía atravesar el techo para
permitir la expulsión de la mezcla explosiva (hidrógeno y oxígeno) que se ocasionaría al
producirse la reacción nuclear; pero eso no era posible porque esa chimenea quedaba
precisamente debajo de una de las cabriadas del techo”.
Este último detalle demuestra con qué inconsciente ligereza eran proyectadas y
ejecutadas obras que constaban muchos millones de pesos. El declarante (señor
Fernando M. Prieto) recuerda perfectamente bien que todo esto aducido y resuelto antes
de que Richter se enterara de una delgadísima fisura de contracción que presentaba el
nuevo reactor en el muro. A esta fisura dio después fundamental importancia para exigir
que se hiciera la demolición.
Esta última fue la única razón que dio Richter en su declaración como determinante de
la demolición del reactor (foja 36, vuelta), pero descargó en el coronel González la
responsabilidad de la orden de destrucción que a su término (de la construcción) se
comprobó la mencionada falla antes de haber sido usado; novedad que le fue
comunicada, y la orden de destrucción dada por el coronel González, estando el
declarante en Buenos Aires.
Refiriéndose a este reactor grande ha declarado el coronel González (foja 132) que “la
demolición fue dispuesta luego de ser consultado el ex presidente Perón, en razón de
que esta obra que insumió tres días y dos noches de trabajo fue tomada por un violento
temporal de lluvia y nieve que ocasionó un fragüe imperfecto, ofreciendo su estructura
marcadas rajaduras. Esta circunstancia originó una divergencia entre el jefe de la
compañía (de Construcciones del Ejército), capital Pasoli y Richter, y planteado el caso
en Buenos Aires, la decisión fue expresada más arriba, en contra de la opción de Pasoli,
que consideraba subsanable por defecto”. Nótese que el coronel González no vio la
falla, y que éste, según el testigo presencial, señor Prieto, solo era una “delgadísima
fisura de contracción”.
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Comisión Investigadora Nº 12 de la Comisión Nacional de Energía Atómica
7. Por orden del mismo Richter se comenzó a construir dentro del edificio Nº 1 un gran
recinto, similar al gran cilindro anterior, pero embutido en la roca, lo que demuestra que
fue cierta una de las razones que mencionó el señor Prieto como determinante de la
destrucción de aquel. Para ello (foja 89) se cavó en el edifico Nº 1 un foso, con
dinamita, que ocupa casi toda la extensión (23 x 26 metros) (foja 86) y hasta una
profundidad de 15 metros. Este pozo no llegó a utilizarse: sólo se llegó a hormigonar la
base, y Richter ordenó suspender las obras en virtud de filtraciones en la roca que ya
habían sido anteriormente observadas. Las filtraciones no eran de mucha importancia,
“puesto que en períodos de varias semanas sólo alcanzaba a acumularse hasta un nivel
de 2 metros de agua” (foja 89, vuelta). “Richter no aceptó en ningún momento las
soluciones que se le propusieron para subsanar el inconveniente. Dentro de ese pozo se
proyectaba construir un cilindro análogo al grande que había sido anteriormente
demolido. También proyectaba Richter unir el foso mediante un túnel de varias decenas
de metros de longitud, y hasta unos cien metros, posiblemente, para telecomando de
todas las manipulaciones, con un local al efecto”. “Este enorme pozo fue íntegramente
rellenado (foja 91. Vuelta) con hormigón de trescientos kilogramos de cemento por
metro cúbico… lo cual demandó el empleo de veinte mil bolsas de cemento que
importaban entonces cerca de un millón de pesos”. “Richter se opuso a que el pozo
fuera rellenado con piedras y recubierto con cemento, pues aducía necesidad de
homogeneidad que solo sería posible satisfacer utilizando cemento” (ídem).
Las declaraciones del señor Prieto, tomadas en Bariloche, son corroboradas por el
capitán Iragoitía, que las hizo ante la Comisión en Buenos Aires (foja 238 vuelta). En
ocasión de su primera visita a la isla Huemul y después de recorrer la totalidad de los
edificios de la misma, oportunidad en que el declarante pudo observar cómo se llenaba
con cemento un pozo de 16 metros de diámetro, etcétera y más adelante (foja 240):
“Que en el relleno del pozo a que antes aludió se había colocado columnas de hierro
simétricamente dispuestas, con el objeto, según Richter, de no distorsionar el campo
magnético terrestre en el lugar”.
También corrobora las mismas afirmaciones otro testigo presencial, el señor Ronald
Moser, en su declaración tomada en Bariloche, quien no sólo precisa que se usó
cemento de 350 kilogramos por metro cúbico, sino que también menciona las “cuatro
columnas de hierro de 18 o 20, que quedaron sepultadas en el hormigón” (foja 110).
En cambio Richter dice (foja 36 vuelta): “Que él ordenó la construcción del foso, de 10
a 12 metros de profundidad y 16 metros de diámetro”. “Que el foso lo construyó la
Compañía SACES, del marqués Incisa, amigo del ex presidente Perón, también fue
revestido por la misma compañía con cemento; pero al final se comprobó que había
filtraciones de agua que llenaron totalmente el pozo”. “Posteriormente el declarante
ordenó que el pozo fuera llenado con piedras y un recubrimiento de cemento, a objeto
de poder utilizar el edificio que se había construido sobre él”.
Como se ve, las dos afirmaciones que hemos subrayado no concuerdan con las
anteriormente citadas, que son concordantes entre sí, en lo que tienen de común.
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Comisión Investigadora Nº 12 de la Comisión Nacional de Energía Atómica
8. Los hechos que hasta aquí hemos relatado revelan un inadmisible desorden
administrativo y una extraordinaria desaprensión respecto de cuantiosas dilapidaciones
de fondos del erario público.
El responsable inmediato de todos ellos fue Ronald Richter, que los ordenaba en forma
dictatorial, generalmente verbal, en su carácter de director de la planta, de acuerdo con
el decreto 9677/51 (foja 294), y cuyas órdenes al respecto debían ser cumplidas por
quienes la recibían (foja 106, vuelta). En cuanto a la recepción de las obras, “todo estaba
librado a la decisión de Richter; pero nunca intervino ningún técnico de la Dirección
General de Ingenieros, por la necesidad de mantener el secreto” (foja 88).
Su autoridad estaba, además, respaldada por la increíble carta de puño y letra del ex
presidente Perón, cuya copia fotográfica ha tenido a la vista esta Comisión (una de las
cuales se ha agregado al expediente (fojas 447/8), y que dice:
Juan Perón”.
9. Sobre este mismo asunto hay una referencia en la declaración del señor Prieto (foja
93): “Preguntado: si tiene conocimiento de que el ex presidente Perón hubiera delegado
su autoridad en la persona de Richter para todo lo que se refiere a la zona del “proyecto
Huemul”. Contestó: Que si, le consta que en una oportunidad el coronel González
reunió al personal en Playa Bonita para comunicarle esa decisión del entonces
presidente de la República. Agrega que, con posterioridad a la divergencia entre el
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Comisión Investigadora Nº 12 de la Comisión Nacional de Energía Atómica
10. Aparte de la responsabilidad que recae en el ex presidente Perón por esta insólita
delegación de sus facultades presidenciales (2) (en un extranjero de origen), no puede
negarse la responsabilidad del coronel González, que no debía ignorar los hechos
mencionados, y el derroche de dineros públicos que ellos significaban. Debió exigir
perentoriamente que se les investigara y corrigiera, o abstenerse de continuar en todo lo
relativo a este proyecto, cuyos fondos, que ya importaban decenas de millones,
provenían de los asignados a la Comisión Nacional de Energía Atómica, cuya Secretaría
él desempeñaba, cumpliendo como tal las órdenes del ex presidente Perón, que también
la presidía, y cuyos únicos dos miembros restantes eran el ministro de Asuntos Técnicos
(Mendé), y el director de la planta (Richter). Aquello lo hizo más adelante; pero a juicio
de esta Comisión Investigadora, tardíamente.
11. En cambio, esta Comisión deja constancia de que no ha llegado hasta ella ninguna
denuncia de manejo doloso de fondos, que importara la sospecha de enriquecimiento
indebido de los principales actores en todo este proceso por apropiación directa o
indirecta de fondos destinados al mismo o a otros fines de la Comisión Nacional de
Energía Atómica. Interrogados al respecto los testigos responsables que los habrían sin
duda conocido, ninguno de ellos vaciló en afirmar que no conocía ningún caso.
En cuanto a otros agentes de menor jerarquía, se mencionan algunos expedientes con las
respectivas denuncias y actuaciones en el capítulo IX de este informe.
12. Una denuncia aparentemente más grave fue expuesta por Richter en su declaración
ante esta Comisión, a saber (foja 36, vuelta): “El declarante solicita del presidente de
esta Comisión revisen el contrato firmado por la Compañía SACES con el gobierno
nacional, porque considera que en él hay varias irregularidades. Agrega que el doctor
Hansing, de la GEOPE, manifestó que ese contrato era un escándalo”.
Como la respuesta demorara, el asunto fue incluido en la lista de que se hace mención
más adelante (capítulo VIII, Nº 3, b).
Posteriormente esta Comisión dirigió con carácter urgente una nueva nota al señor
delegado interventor, con fecha 4 de enero del corriente, haciendo referencia a la
anterior, y en la que después de exponer la urgencia del caso, le decía (foja 403): “En
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Comisión Investigadora Nº 12 de la Comisión Nacional de Energía Atómica
mérito a lo expuesto, estimaré del señor delegado interventor quiera tener a bien
disponer lo necesario para que la información, en aquella oportunidad requerida, sea
suministrada con carácter urgente, a fin de posibilitar la redacción del dictamen que
debe producirse con motivo de la investigación realizada”.
Por consiguiente, a pesar de los deseos de esta Comisión, no le ha sido posible formar
juicio sobre la denuncia de que se trata, y se limita a agregar al expediente copias
fotográficas del mencionado contrato (fojas 430 a 445).
Sin embargo, Richter no manejaba fondos, aunque “todas las inversiones hasta el mes
de septiembre de 1952 fueron autorizadas por él” (foja 364). Ejercía con gran
liberalidad la función de asignar sueldos, sobresueldos y comodidades al personal a sus
órdenes. El capitán Iraolagoitía (foja 242) preguntado: “Si tiene conocimiento de que
hubiera irregularidades administrativas en Bariloche. Contestó: que no cree que haya
habido irregularidades administrativas, pero que tiene la impresión de que se vivía, en
general, con mucha liberalidad con respecto a las comodidades y servicios a disposición
del personal. Como ejemplo puede citar el caso del hotel Pistarini, donde se alojaba el
personal de la planta con sus familiares, abonando una pensión muy baja, absorbiendo
la planta el quebranto provocado por esa situación”. Hay que tener en cuenta que se
trata de un hotel de lujo.
los apuntadores de la planta destacados en la estación, con el fin de evitar que algún
camionero desviara la totalidad de su carga”. Preguntado si tiene conocimiento de
alguna denuncia que se hubiera formulado respecto de evasión de materiales, contestó:
“que, efectivamente, en una oportunidad se ordenó investigar la procedencia del
cemento que operarios de la planta habían utilizado en la construcción de sus propias
viviendas en el barrio Nireco. El resultado de la investigación, realizada por la Sección
Especial de la Gendarmería Nacional –en la cual intervino el declarante-, demostró por
las boletas de compra que mostraron los acusados y por la apreciación de la cantidad de
cemento empleado, que nada de éste podía provenir de evasiones de la planta. En total
se trataba de cinco o seis pequeñas viviendas, en cada una de las cuales se habían
empleado entre veinte y veinticinco bolsas de cemento.
15. Fue una de las primeras preocupaciones de esta Comisión Investigadora establecer
el destino que hubieran tenido todos los fondos acordados a la Comisión y a la
Dirección Nacional de la Energía Atómica. Con ese fin se dirigió a la Contaduría
General de la nación, con fecha 31 de octubre próximo pasado, la nota cuya original
figura a fojas 308, pidiéndole que le informara “sobre la totalidad de los fondos y
partidas acordadas y/o entregadas a la Comisión Nacional de Energía Atómica, a la
Dirección Nacional de la Energía Atómica, o a la Planta Experimental de Altas
Temperaturas (4), provenientes de rentas Generales, Plan de Trabajo Público o
cualquier otro origen desde el año 1949 hasta el 16 de septiembre de 1955 inclusive,
especificando en cada caso el número de decreto o resolución pertinente”.
“Como consecuencia podría haber otras entregas registradas bajo otros rubros, inclusive
ejercicios vencidos, motivo por el cual estima conveniente la investigación de la
Inspección General de Contabilidad, a efectos de una información total.”
Así se resuelve (foja 311, al pie), designado para ello al señor contador fiscal doctor
Ciriaco J. Sarnelli (foja 314). El informe producido por éste comienza con el siguiente
párrafo (foja 313):
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Comisión Investigadora Nº 12 de la Comisión Nacional de Energía Atómica
Pero no diciendo cómo se calcula esta diferencia con los datos consignados en el
informe, esta Comisión no ha podido verificarla.
18. La cantidad total, cuyo origen no ha sido aún individualizado, fue extraída del libro
“Banco”, y alcanza a (foja 313): $ 9.819.235,90 (nueve millones ochocientos diecinueve
mil doscientos treinta y cinco pesos con noventa centavos moneda nacional).
Una parte de ellos, y tal vez la totalidad, puede provenir de lo siguiente, según
declaración del coronel Enrique González (foja 128, vuelta): “Que el problema para
satisfacer este deseo (de que Richter trabajara con la más absoluta independencia (véase
capítulo I, Nº 7), radicaba en la falta de una partida especial de presupuesto. Que como
al Dirección Nacional de Migraciones (cuyo titular era entonces el declarante) disponía
de fondos secretos, se autorizó la intervención de parte de éstos, hasta tanto se
regularizara su situación, aproximadamente dos millones de pesos hasta que se creó la
Comisión Nacional de Energía Atómica; que en razón de la característica de los gastos
pidió que fuera designado a estos efectos un funcionario de responsabilidad,
designación que recayó en el contador mayor Mario Chingotto, de la Contaduría
General de la Nación”.
Este aspecto de la investigación ha quedado, pues, trunco; pero sería fácil completarlo si
el tiempo disponible lo permitiera, lo que no sucede (5).
19. La suma total anotada (Nº 18) debe ser comparada con las investigaciones
documentadas en la Dirección Nacional de la Energía Atómica. Con ese objeto esta
Comisión Investigadora solicitó a su colaborador, el capitán de navío (R.E.) don
Joaquín M. Urretabizkaya, por nota de fecha 10 de enero de 1956, cuyo original obra a
fojas 424: “se sirva hacer conocer la descomposición, por conceptos de inversión, de la
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Comisión Investigadora Nº 12 de la Comisión Nacional de Energía Atómica
El señor director de administración produjo con tal motivo, el informe que corre
agregado a fojas 425/26, diciendo: “De acuerdo con lo solicitado en su nota de foja 1, se
detallan en planilla adjunta los distintos conceptos de inversión que conforman un total
de $ 215.795.640,78 suma ésta determinada por el importe de $214.466.040,78
habilitado y recibido de conformidad por esta Comisión Nacional, según informe de la
Contaduría General de la Nación, y por el importe de $1.329.600, producto de
recaudaciones de diversa índole, efectuadas directamente por esta Comisión (de Energía
Atómica) y los distintos organismos que de ella dependen.”
NOTAS
(1) Y, tal como se verá en el punto 8 una orden firmado por Perón en donde “delega su misma autoridad
en la isla” a Ronald Richter. (Nota del transcriptor).
(3) Luego de redactado el informe recibieron el resultado de la pericia solicitada. Se informa en Apéndice
I punto 3. (Nota del transcriptor).
(4) Esta es la dirigida por Richter en la isla Huemul (Bariloche, República Argentina). (Nota del
transcriptor).
(5) Urgencia requerida para la presentación del informe de la Comisión ya que con todos ellos se debía
confeccionar la impresión de los V tomos de la “Documentación Autores y Cómplices de las
Irregularidades Cometidas durante la Segunda Tiranía” con la cual se compilo luego “El libro Negro de la
Segunda Tiranía” (Nota del transcriptor).
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Comisión Investigadora Nº 12 de la Comisión Nacional de Energía Atómica
Capítulo VIII
3. Han contribuido no poco a demorar las tareas que se encomendaron a esta Comisión
las circunstancias siguientes:
4. No obstante la premura con que se ha visto obligada esta Comisión a dar término a su
cometido en plazo angustiosamente perentorio, considera:
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Comisión Investigadora Nº 12 de la Comisión Nacional de Energía Atómica
a) Han quedado terminados los siguientes aspectos del caso “Richter” o “Proyecto
Huemul”: Aspecto científico, capítulo III; responsables científicos del proyecto,
capítulo IV; promesas de Richter, capítulo V; costo del “Proyecto Huemul”, capítulo
VI.
c) Fuera del “proyecto Huemul”, esta Comisión ha considerado otros asuntos, sin agotar
la mayoría de ellos, de todo lo cual se da breve noticia en el capítulo IX.
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Comisión Investigadora Nº 12 de la Comisión Nacional de Energía Atómica
Capítulo IX
Otros asuntos
En el mismo caso están la mayoría de las afirmaciones del capitán Ugarriza (fojas 3, 4 y
5 del expediente citado) pues se trata de apreciaciones personales respecto de la
eficiencia de la Dirección Nacional de Energía Atómica, que en si misma no
constituyen irregularidades. No obstante se citó a declarar al capitán Iraolagoitía, que
sería el responsable de los hechos denunciados, y también el causante. Ambas
declaraciones constan en el respectivo expediente.
La del capitán Ugarriza quedó trunca (foja 21), como toda otra investigación. Pero en lo
actuado no encuentra esta comisión nada que justifique su continuación a los efectos de
examinar “presuntas irregularidades”, que es su cometido.
2. Denuncia formulada por don Andrés Lene contra el doctor Alberto González
Domínguez. – Expediente L. Nº 1.309/55 (CNEA). De la declaración del denunciante
ante esta Comisión resultaron las comprobaciones y conclusiones cuya copia figura a
fojas 300/1 del expediente principal. Además la Comisión llama la atención de la
expuesto en la misma copia a fojas 302, y lo que en consecuencia aconsejó al respecto,
al devolver el expediente al señor director nacional de Energía Atómica que lo había
sometido a consideración de esta Comisión.
3. Denuncia contra el ingeniero Armando Vengara Bai. - Esta denuncia había sido
diligenciada antes del nombramiento de esta Comisión Investigadora; y resultó
infundada. La Comisión se limitó a tomar conocimiento y aprobar las conclusiones;
todo lo cual fue comunicado a la Comisión Nacional de Investigaciones por nota cuya
copia obra a fojas 325 a 328 de expediente principal.
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Comisión Investigadora Nº 12 de la Comisión Nacional de Energía Atómica
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Comisión Investigadora Nº 12 de la Comisión Nacional de Energía Atómica
ex presidente: “Ese gran peronista, salvador de la patria, que viene muy a menudo a este
despacho, ése se queda con el veinticinco por ciento en dólares en el bolsillo”; a lo que
el ex presiente Perón contestó: “Que lo dejara así, pero que comunicara a todos los
ministerios y reparticiones nacionales que no se podía entrar en ningún negocio con el
señor Miguel Gregorio Roberts porque había demostrado que no era digno de
confianza”. El declarante deja constancia que le consta que se tomaron las medidas
indicadas por el ex presidente Perón y que el coronel González está informado de estos
hachos”.
Al mismo asunto se refiere un párrafo del informe del señor capitán Urretabizkaya, en
respuesta de una de las cuestiones que le formulara esta Comisión, a saber (foja 369 del
expediente principal): “Existe en esa Dirección de Administración un expediente del ex
Ministerio de Asuntos Técnicos S. Nº 12/53, con relación a los materiales adquiridos
por el señor M. G. Roberts, como gestor de compras en la misión especial en Estados
Unidos, Inglaterra e Italia, referente a recargos indebidos en la facturación respectiva,
que se pone a disposición de la Comisión Investigadora” (Nº 12).
Esta Comisión hace notar que según dicha síntesis “existe una diferencia o recargo del
32% lo que significa, aplicado a las adquisiciones un recargo de 118.400 dólares (ciento
dieciocho mil cuatrocientos); todo ello sin tener en cuenta: los gastos abonados al señor
Roberts y su apoderado, que importan 36.880 dólares (treinta y tres mil quinientos
noventa y un pesos moneda nacional).
El acta Nº 34, de fecha 5 de enero del corriente año, dice (foja 405): “Asuntos entrados:
1) Expediente Nº 11.233-R.E. (número once mil doscientos treinta y tres) de la
Comisión Nacional de Investigaciones, dirigido al señor director nacional de Energía
Atómica y que fuera abierto en la sede de la Comisión Investigadora Nº 12 por
equivocación. Se resuelve tomar conocimiento y pasarlo al señor director de la
representación citada dejando constancia de esta circunstancia. Este expediente,
caratulado “Comisión Nacional de Investigaciones-Comisión de Automotores”, se
relaciona con un pedido de informes relativo a la intervención que hubieran podido
tener los señores Miguel G. Roberts y Demetrio Vázquez en la adquisición de
materiales necesarios para la producción de energía nuclear”. Copia de la nota
respectiva se ha agregado a fojas 407. Como se dice en ella, se devuelve el expediente
secreto al señor director nacional de Energía Atómica. Independientemente de ello, esta
Comisión Investigadora aconseja: Poner el hacho denunciado en conocimiento de la
Junta nacional de Recuperación Patrimonial, a los efectos a que hubiere lugar.
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Comisión Investigadora Nº 12 de la Comisión Nacional de Energía Atómica
“Puede en este caso existir un presunto perjuicio para el Estado, lo que se determinará al
finiquitar el respectivo proceso del que se habla. Los originales están en poder de la
justicia; en esta Dirección de Administración se posee copia de lo actuado, que también
se pone a disposición de la Comisión Investigadora (Nº 12)”.
Como en el caso anterior y por la misma razón, esta Comisión no pudo abordar el
estudio del asunto. Según la copia a que se hace referencia, por decreto del 22 de enero
de 1954 se designa al procurador fiscal para que promueva las acciones a que haya
lugar, para el restablecimiento de la suma de un millón novecientos sesenta y nueve mil
doscientos treinta y tres pesos con cuarenta centavos moneda nacional (m$n.
1.970.233,40 a don Roger V. A. Pascal y otros, etcétera. Como en el caso anterior se
aconseja: poner el hecho en conocimiento de la Junta Nacional de Recuperación
Patrimonial a los efectos a que hubiere lugar.
Y más adelante (foja 211): “Preguntado: Si con anterioridad a la fecha en que se le pidió
resumiera el documento secreto antes mencionado había tenido conocimiento del
elemento denominado “Paulinum”. Contestó Que efectivamente algo había oído al
respecto, pero que ahora no podía precisar cuál fue la fuente de información; que
siempre se preocupó por ese problema solicitando varias veces la entrega del documento
reservado a los efectos de estudiarlo y continuar dichos estudios si fuera posible; que
esa solicitud la hacía al coronel González; pero que nunca accedió a su pedido”.
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Comisión Investigadora Nº 12 de la Comisión Nacional de Energía Atómica
La documentación original –si existió- no ha sido hallada. Entre los antecedentes que
preceden a la mencionada traducción figuran algunos inicialados y otros sin siquiera
este requisito; tres son originales. Las fojas 14 y 15 de las cuales la segunda está
inicialada E.P.G. (¿Enrique P. González?), contiene “algunos antecedentes relacionados
con el documento Saborens”. Allí se dice: “Habiendo llegado a conocimiento del
excelentísimo señor presidente de la Nación, general de ejército don Juan D. Perón, la
existencia de un documento de interés para el país, en lo que atañe a la energía atómica,
autorizó al secretario general de la Comisión Nacional de la Energía Atómica, coronel
Enrique P. González, a enviar a Europa, para estudiar su valor técnico y determinar la
conveniencia de su adquisición, al capitán de fragata ingeniero electricista (R.) don
Manuel Beninson, quien fue secundado en sus gestiones por el teniente coronel don
Nicolás Plantamura”.
Continúan aquellos antecedentes: “El informe adjunto del profesor doctor ingeniero don
Flemens Saborens fue estudiado y analizado durante varios días, en presencia de dos
personas: una, el intermediario, había pertenecido (según su propia manifestación) a la
custodia de Hitler, mientras que la segunda persona, a cargo del documento, formaba
parte de un grupo de cuatro interesados, que habían sustraído el mismo de la Oficina
Política del Reich, y lo tuvieron escondido durante más de cinco años, escapando a la
búsqueda constante y minuciosa de los vencedores”.
Pues bien: el mismo documento original dice respecto de la bomba atómica (traducción:
foja 57):
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Comisión Investigadora Nº 12 de la Comisión Nacional de Energía Atómica
“La verdad es que no se trata de ningún gran secreto que no se pueda expresar con una o
varias frases, que ponga al que las lee en condiciones de repetir el proceso”.
“En lo fundamental –continúa- el método está dado por los hechos físicos. Que son
conocidos de todos los especialistas, a los que, sin embargo, faltarían todos los detalles
particulares, que nosotros hemos obtenido después de años de investigación y grandes
sacrificios. Esto es lo que hemos introducido en este informe de cálculos e
introduciremos más adelante”.
En él dice que: “el informe no contiene ningún dato no conocido, a no ser los valores
numéricos de los volúmenes críticos de las bombas de U (235) y Pu (239)”, que serían
3.217,00 gr. Y 5.139,14 respectivamente. Es interesante anotar que estos datos,
consignados en el original alemán (fojas 30 y 31), no figuran en la traducción, por haber
sido cortadas las fojas en que sin duda figuraban, a saber los Nos. 58 y 59, después de lo
cual volvió a sellarse y numerarse esta última. El doctor Balseiro sintetiza su opinión
diciendo: “Es muy sugestivo que en un informe de esta naturaleza se abunde en tantos
detalles elementales y bien conocidos, y se incluyan tablas numéricas que en nada
intervienen en el desarrollo expositivo. Todo ello contrasta vivamente con la carencia de
detalles técnicos sobre los distintos aspectos que se tocan y que es de esperar contenga
un informe de esta naturaleza. Sería de esperar, por ejemplo, que el informante en vez
de explayarse sobre detalles bien conocidos diera el valor numérico de la sección eficaz
de fisión de neutrones rápidos, dato esencial para el cálculo del volumen crítico”…
…”Por esta razón es muy improbable que las cifras que se mencionan de los colúmenes
críticos de las bombas U (235) y Pu (239) sean valores fidedignos”. Por consiguiente, el
“documento” no contiene ni detalles técnicos ni cálculos fehacientes como se había
prometido.
Pero contiene cosas aún más sorprendentes. En el capítulo “Medios de defensa contra
las bombas de uranio UBI y UBII” se describe la producción de unos nuevos rayos
“ultrainfra” a los cuales se denomina también rayos “Satus” y que tendrían la propiedad
(traducción foja 62) de hacer explotar la bomba a 12 kilómetros de distancia; “pero, a lo
largo de las zonas amenazadas, se tenderán barreras de rayos Satus II, que mejorados en
su rendimiento, podrán alcanzar alturas de 20-30 kilómetros”. Se describe someramente
la producción de estos rayos; y desde luego, que resulta ridículamente absurda.
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por una corriente de alta frecuencia. Debido a esto “se obtiene un choque continuo de
electrones y protones sobre el foro F 2, que es imaginario (?), y en el que existen sólo
pocos átomos de He (gas introducido a baja presión después de extraer el aire).
Ese impacto de todos los electrones, protones y neutrones, emitidos por el cátodo, sobre
F2, se aclara fácilmente en parte por la frecuencia y en parte por la forma dada al
ciclotrón (sic), que hacen que todas las radiaciones emitidas por F 1 no se desvían de
sus trayectorias y se encuentren nuevamente en F2”.
Hay que ser muy ingenuo en cuestiones de física corpuscular para creer que con el
método puedan producirse protones y neutrones en cantidad apreciable; y que ellos, si
se produjeran, como así los electrones, se reflejaría siguiendo las leyes de la reflexión
irregular de la luz, concentrándose en el otro foco!
El informe continúa (fojas 69) con la tercera gran novedad diciendo “El resultado
obtenido es el siguiente: Obtención de elementos completamente nuevos, desde el
criptón, que es conocido, hasta el Paulinio que es el más pesado de los desconocidos,
con sus cifras Pau 246” 98.
“…las propiedades del mismo son de índole tal, que hasta hoy no tenemos una idea
clara acerca de la multiplicidad de sus aplicaciones. En primer lugar, tiene una vida
media de cerca de 50.000 años, a pesar de lo cual su radiación es tan intensa, que
aplicado en una capa de 0,1 mm. de espesor sobre una plancha de acero de 2.400 x
1.400 x 8 mm., haciendo descansar esta cara sobre la tierra y dejando la chapa en
libertad, ésta se eleva con una velocidad de 0,8 n/seg. (2,88 Km/hora)”.
Reputiendo lo dicho por el doctor Balseiro, solo cabe agregar: “No se dan detalles, y los
fantásticos resultados que se mencionan parecieran más bien propios de novelas de
ficción que de experiencias realizadas con seriedad”.
Lo malo es que la novela costó al erario público (200.000, sin contar gastos de viaje,
según recibo extendido sin mayor formalidad en una hoja de papel para carta del
“Albergo Mediterráneo”, en Roma, el 21 de diciembre de 1950, y firmado por Karl
Schretter. La autenticidad del recibo y la exactitud de su importe están asegurados por
una nota que a su regreso al país dirigió el teniente coronel Plantamura al coronel
Enrique P. González, con fecha 4 de abril de 1951.
Pero la novela no terminó allí. Fallecido el señor Schretter, la viuda inicia el expediente:
Ministerio de Asuntos Técnicos Nº 690/MAT a954 y en sucescivas cartas al ex
presidente Perón (17/I/54; 21/IX/54; 16/II/955) reclama el pago de una fabulosa suma
alegando que los $200.000 recibidos eran solo un anticipo. Ante tanta insistencia le
contesta el capitán Iraolagoitía que se abonó al señor Schretter la suma de $ 200.000; y
se le envía fotocópia del recibo correspondiente. La viuda insiste aún en otras dos cartas
(25/IV/955 y 21/VII/955) en la primera de las cuales le dice: “Creo que usted en calidad
de experto en este ramo reconocerá el valor enorme de los documentos y comprenderá
que esta pequeña cantidad nunca puede ser considerada como precio efectivo”.
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NOTAS:
(1) O el capricho del ex presidente Perón fue, como en otros casos, mayor. (Nota del transcriptor).
(2) El Doctor Balseiro fue uno de los integrantes de la Comisión de Técnicos que desenmascaró la
falsedad del proyecto atómico que Perón anunció como exitoso el 24 de marzo de 1951 y había encargado
al científico alemán Ronald Richter, conocido como “Proyecto Huemul”, quien afirmaba ser el único
poseedor de “su secreto”. (Nota del transcriptor).
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ANEXO I
1. Nota del señor general don Nicolás Plantamura (foja 461), en respuesta de la que
se le remitiera pidiendo diversas informaciones. Confirma que no asistió a la reunión en
la que se decidió crear el “Centro Huemul” (véase foja 6), e ignora quienes estuvieron
presentes.
Respecto del “informe Saborens” (véase foja 85 y sig.) manifiesta: “Que el documento
de referencia fue adquirido con la opinión científica del señor capitán Beninson, que el
precio fue convenido en Buenos Aires y que el suscrito (general Plantamura) tuvo
intervención en las conversaciones de trámite no así en las de orden científico que no le
concernían por no ser de su especialidad”. Finalmente expresa “que no tiene ningún
elemento de juicio al respecto de irregularidades que se hubieran cometido en la
Comisión y/o Dirección Nacional de la Energía Atómica”.
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CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
El aspecto científico
1º - El “caso Richter” que comprometió el prestigio y la seriedad científica del país, fue
un fracaso completo. Sus experiencias no condujeron a ningún resultado y nunca
presentó pruebas que tuvieran el más mínimo indicio de éxito. Esto no fue un
inconveniente para que el sueldo, fijado inicialmente en $ 5.000 mensuales, se
aumentara gradualmente hasta la suma de $ 20.000 mensuales.
anunciando su éxito (24 de marzo de 1951); salvo en forma genérica, alentando, como
lo hizo, “cualquier proyecto que significara un enrolamiento argentino en el comercio
mundial de la energía atómica”.
9º - El reverendo padre Bussolini, no es fisco, integró una comisión de expertos que fue
a Bariloche para dictaminar sobre la labor de Richter. Después de tratar, justamente con
sus compañeros de Comisión, cuestiones científicas con Ronald Richter, llegó a
formarse, según consta en sus informes, un alto concepto sobre su sabiduría y su
capacidad para las realizaciones experimentales. Contrasta con este juicio encomiástico
su juicio despectivo en grado sumo con respecto a los otros miembros de la Comisión.
Sus opiniones en tal sentido demoraron, sin duda, por algún tiempo, el abandono del
desgraciado proyecto.
11º - Contrastado con esta actitud de los círculos científicos y técnicos argentinos, el
entonces rector de la Universidad de Buenos Aires se apresuró a otorgar a Ronald
Richter, y desde luego sin asesoramiento técnico, el título de doctor “honoris causa”,
sólo dos días después del mencionado anuncio del ex presidente Perón, quien firmó el
correspondiente diploma.
12º - El costo del “Proyecto Huemul” fue, en números redondos, de sesenta y dos
millones y medio de pesos ($ 62.428.731,82), según constancia documentadas
existentes en la Comisión Nacional de Energía Atómica. Este enorme costo incluye los
sueldos y sobresueldos pagados a la guardia destacada en Bariloche; y todo lo invertido
para aquel proyecto, cualquiera fuese el origen de los pagos. Este origen ha sido
establecido para la mayor parte de los respectivos fondos; de otra parte del resto, unos
diez millones de pesos ( $ 9.819.235,90) no pudo establecerlo la Contaduría General de
la nación por la urgencia con que se le pidió el informe.
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El aspecto administrativo
No está probado, sin embargo, que ello obedeciera a un propósito inconfesable, y menos
aún a intención delictuosa. En este aspecto la investigación no ha podido ser exhaustiva,
por las causas que se mencionan en el informe.
Según un informe del señor contador colaborador de esta Comisión, el monto total de
las inversiones documentadas en igual a la suma de los ingresos de toda procedencia.
14º - El principal responsable de aquel despilfarro de los dineros públicos fue, sin duda,
el ex presidente Perón. A este respecto es asombrosamente ilustrativa la carta que él
dirigió a Ronald Richter, escrita de puño y letra, designándolo “mi único representante
en la isla Huemul, donde ejercerá por delegación, mi misma autoridad”.
Pero también participa de aquella responsabilidad el señor coronel (R.) don Enrique P.
González que fue secretario de la Comisión Nacional de la Energía Atómica durante
casi todo el tiempo en que se hicieron las investigaciones para el “Proyecto Huemul”.
Otros asuntos
16º - Además del “caso Richter” esta Comisión Investigadora (Nº 12) ha diligenciado
otros asuntos consignados en el capítulo IX del informe, de los cuales sólo se
mencionan a continuación los más significativos y/o que requieren trámites ulteriores.
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Esta Comisión considera que no le corresponde ulterior actuación en este asunto; por
cuya razón ha devuelto toda la documentación a la Dirección Nacional de Energía
Atómica, de la cual provenía.
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APENDICE II
1º. - ¿Es Ronald Richter jurídicamente responsable? Esta comisión ha tenido a la vista
(bibliorato 3, foja 514 a 527) un informe de que fue autor el doctor Carlos O. Franzetti,
médico militar que estuvo algún tiempo en contacto personal con Richter, en Bariloche
y en la Isla Huemul. Después de relatar numerosos episodios observados por el mismo
dice (foja 522):
“Esta serie de episodios son los recogidos en forma unilateral; cada uno de los
miembros que han actuado o actúan en el proyecto pueden reunir un cúmulo de los
mismos, los que reunidos dan amplio margen como para reconstruir un individuo
psicopatológicamente constituido”.
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Fotos
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