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Nota elaborada por periodistas de la revista El Federal, quienes se embarcaron en un buque de la

Prefectura Naval que tuvo como misión proteger los recursos de nuestro Mar Argentino. Extractos de una
crónica alucinante ; a simple vista se parece a una ciudad en medio del mar , pero se trata de la flota pesquera
del calamar en el océano Atlántico , sus luces son tan potentes que la Nasa las retrato en imágenes satelitales.
[……] El Rio de la Plata se parece a una autopista con estacionamiento. Una docena de buques de gran
porte esperan la autorización del control de tráficos para amarrar .En el muelle, el guardacostas Azopardo
esta a punto de poner proa rumbo a las 200 millas marinas, la zona económica exclusiva de la Argentina, allí
donde esta concentrada la flota pesquera mas grande del mundo. En su mayoría son buques japoneses,
chinos, coreanos, rusos y españoles. Algunos se quedan en el atlántico Sur durante años, pescando calamar y
merluza. Son regularmente acompañados por un buque factoría que loa provee de víveres, agua combustible,
y les aliviana la carga. Luego siempre en aguas internacionales, transportan miles de tonelada de merluza y
calamar a los puertos orientales, EEUU, España, Alemania, Gran Bretaña y Francia., donde el público paga
50 dólares por un bocado de merluza negra, considerada el oro y el manjar de los mares.
Este tipo de pez abunda en aguas argentinas, aunque es casi desconocido por el común de la gente. La flota
caza los cardúmenes, que habitan en profundidad superior a los 1000 metros, desde las Is. Malvinas hacia el
norte. Y se sabe que donde vive la merluza, vive el calamar, su presa favorita. Miles de moluscos son
atraídos por los buques poteros que despliegan cada noche una cantidad de voltios equivalentes a 10 estadios
de River Plate juntos. Cada uno de estos barcos es un banco flotando, llevan una carga de miles de dólares la
tonelada. Si los calamares se acercan a la costa, los buques los divisan con facilidad ya que están dotados de
una tecnología ultramoderna, radares de gran alcance. Por ello, el gobierno esta estudiando la posibilidad de
extender la frontera marina a 350 millas marítimas. Una idea que Brasil y Rusia expusieron ante organismos
internacionales.
En la actualidad, hay más de 700 barcos argentinos autorizados para pescar en los 49 Km. de costa y sus
200 millas exclusivas. Aunque vale la pena recordar que la mayoría pertenecen a sociedades anónimas
foráneas con oficinas en Puerto Madero y ramificaciones en paraísos fiscales, en su mayoría de capitales
coreanos, chinos y españoles.
A fines de enero, la flota estaba pescando más allá del paralelo 42, al sur de Puerto Madryn. Los aviones
de la prefectura, que sobrevuelan ala flota, despegando desde Bahía Blanca contaron 170 barcos de todas las
banderas, algunos sin identificación. Un mal pensado podría inferir que la piratería, obtuvo simientes en el
nuevo milenio. Lo cierto es que los barcos despliegan sus artes de pesca, apenas dos o tres millas por fuera de
las 200millas. Nuestros buques guardacostas navegan todo el año por la linea que divide la frontera oceánica.

La III Conferencia sobre los derechos del Mar, en 1982 consagro la Convención sobre los derechos del
Mar y en particular reconoció a los países costeros a restringir la pesca dentro de una extensión que alcanza
las 200 millas marinas desde la linea de base a buques extranjeros. Existen avances en distintos países para
extender la frontera y proteger su fauna pesquera. Deben promoverse acuerdos con países que enfrentan un
problema semejante. Particularmente cuando se trata de especies migratorias que pertenecen al ecosistema de
nuestras plataformas y que los cardúmenes pueden ir mas allá de las 200 millas. Debemos revisar, además
nuestra Ley Federal de Pesca, acorde a la extinción verificada, de especies que fueron castigadas por
sobrepesca, incluso en nuestra ZEE y violando las vedas impuestas. En todo caso, el control adecuado y
responsable es el único camino para evitar un daño que puede ser irreparable. Debemos defender en los foros
internacionales nuestro derecho a extender la ZEE y evitar la depredación que produce la pesca ilimitada que
afecta el crecimiento y consolidación de las distintas especies, con grave impacto en nuestra economía.
Arturo Ravina
(Prof. De la UBA y UNLP de Derecho de navegación.)

La inmensidad del mar nos hace creer que sus recursos no se agotan. En la Argentina, la crisis económica
de la merluza marco un posible cambio en esa percepción. Nos dimos cuenta que el recurso más importante
del Atlántico sudoccidental podía dejar de serlo y que las consecuencias de su descontrol eran, la mayor
inactividad y desempleo del sector pesquero en las últimas décadas.
Hoy cuando hay un veranito para el sector, el peligro de que las capturas vuelvan a caer, esta a la vuelta de
la esquina. La devaluación que favorece a las exportaciones, unas temporadas excepcionales de langostinos,
las expectativas que siempre genera el calamar y una leve recuperación de la merluza, dan una sensación de
Relativa prosperidad. Pero al mismo tiempo, el desmanejo de los recursos puede sufrirlas, otra vez, quienes
viven de la pesca y el delicado ecosistema marino.
¿Como evitar que la pesca entre en crisis? Logrando una actividad más responsable, aplicando por ejemplo el
Código de Conducta de la FAO, y por el otro con una actividad mas controlada. Por desgracia la Armada y
la Prefectura parecen haber sufrido la falta de presupuesto, demostrada por discontinuidades en sus tareas de
control. El estado debe tomar conciencia de esto, porque no podemos permitirnos otra crisis.
Alejandro Arias
(Coordinador del programa marino de la Fundación Vida Silvestre).

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