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CAPITULO 2 1 Degradacién oxidativa de los aminoacidos En los animales superiores, los aminodcidos acttan de silla~ res constituyentes de las proteinas, asi como de precursores de otras importantes biomoléculas tales como las hormonas, las. purinas, las pirimidinas, las porfirinas y algunas vitami- nas. Sin embargo, pueden servir también de fuente energé- tica, particularmente cuando son ingeridos en exceso sobre las cantidades necesarias para reemplazar a las proteinas corporales. Empleados como combustible, los aminoacidos experimentan la pérdida de sus grupos amino; sus esqueletos carbonados residuales tienen entonces dos destinos principa- les: 1) la conversién en glucosa, en el proceso de la gluconeo- génesis (pag. 640), o bien 2) la oxidacién a CO; a través del ciclo de-los acidos tricarboxilicos. Los aminoacidos converti- dos en glucosa por los mamiferos deben experimentar primero la transformacién enzimatica en intermediarios que se incor- poran a la ruta directa para la sintesis de la glucosa, tales como el piruvato o los intermediarios dicarboxilicos del ciclo de los acidos tricarboxilicos. Esta claro que los aminoacidos que se convierten en glucosa seran también finalmente oxida~ dos por completo a través del ciclo de los acidos tricarboxilicos. Los vertebrados oxidan activamente tanto a los aminoaci- dos exégenos (procedentes de las proteinas ingeridas) como a los endégenos (procedentes del recambio metabélico de las proteinas corporales). A partir de los experimentos realizados con marcadores isotépicos, se ha deducido que en un hombre de 70 kgs de peso, con una dieta media, se produce un recam- bio de unos 400 g de proteina diarios. Una cuarta parte de esta cantidad experimenta degradacién oxidativa o conver- sién en glucosa, y es sustituida diariamente por la ingestién exégena; las tres cuartas partes restantes se reciclan. De 6 a 20 g de nitrégeno derivado de los grupos amino de los aminoacidos es excretada diariamente por la orina en forma de compuestos nitrogenados, principalmente de urea. Aun sin ingerir ninguna cantidad de proteina, una persona puede ex- cretar hasta 5 g de nitrégeno diatios,. correspondientes a la pérdida diaria de mas de 30 g de proteina endégena. Por otra parte, en la mayor parte de las bacterias, la degra- dacién oxidativa de los aminoacidos no constituye ningiin pro- ceso prominente. Las bacterias son generalmente mucho mas activas en efectuar la sintesis de los aminoacidos que su degra- 571 PARTE 2 CATABOLISMO Y PRODUCCIGN DE LA ENERGIA DEL ENLACE FOSFATO dacién, particularmente en caso de crecimiento rapido. Sin embargo, algunas bacterias pueden degradar los aminodcidos, sobre todo si representan la Gnica fuente de carbono. En las plantas superiores, la direccién neta del metabolismo de los aminodcidos se halla también generalmente desplazada mas hacia la sintesis que hacia la degradacién oxidativa, ya que las plantas tienden a crecer de modo continuo. En este capitulo se describe la degradacién oxidativa en los vertebrados de los 20 aminoacidos sillares, hasta acetil-CoA, el combustible del ciclo de los acidos tricarboxilicos, y hasta piruvato y otros precursores de la glucosa. Consideraremos también la formacién de los productos de desécho nitrogenados que se originan a partir de los grupos amino de los aminodci- dos, a saber, la urea, el amoniaco y el Acido tirico. La velocidad de utilizacién y 1a proporcién de los diferen- tes aminoacidos utilizados por los animales dependen de mu- chos factores, entre los que se cuentan: 1) la asequibilidad de otros combustibles, 2) la asequibilidad de los aminoacidos exégenos, 3) la necesidad del organismo respecto a los amino- acidos para la sintesis proteica, 4) la dependencia nutritiva del organismo de los aminodcidos esenciales (pag. 705), y 5) Ja necesidad de aminodcidos especificos como precursores de otras biomoléculas importantes. Protedlisis Los aminoacidos ingeridos por los vertebrados se hallan, en su mayor parte, en forma de proteinas. Puesto que los amino- acidos sélo pueden incorporarse en forma libre a las rutas metabélicas, tanto las proteinas como los péptidos son hidro- lizados, en primer lugar, por los enzimas proteoliticos del tracto gastro-intestinal. Estos enzimas son secretados por el est6- mago, el pancreas y el intestino delgado. La digestién de las proteinas comienza en el estémago. En 41, el enzima proteolitico principal, la pepsina (Pm 33 000), es secretada en su forma zimégena, el pepsindgeno, Pm 40 000), por las células principales de la mucosa gastrica. El pep- sinégeno se convierte en pepsina activa por accién del propio enzima, al pH Acido del jugo gastrico, con libe- sacion de 42 restos aminoacidos del extremo N-terminal de su tnica cadena polipeptidica. La pepsina posee una espe- cificidad muy amplia, pero ataca preferentemente a los en- Jaces peptidicos en los que intervienen restos de aminodcidos aromaticos, asi como metionina y leucina, rindiendo peptidos pero pocos aminoacidos libres (pag. 109). El jugo pancreatico, que es secretado al intestino delgado, aporta los zimégenos quimotripsinégeno, tripsinégeno, pro- carboxipeptidasas A y B y proelastasa. El quimotripsinégeno (Pm 24000) se convierte en quimotripsina activa por se- paracién de dos dipéptidos, por la accién de la tripsina y de la quimotripsina libres (pag. 233). La quimotripsina hidroliza los enlaces peptidicos que contienen grupos carboxilo de los aminoacidos arométicos. El tripsinégeno (Pm 24000) se convierte en tripsina activa por separacién de un hexapéptido N-terminal por la accién del enzima proteolitico enteroquinasa. La tripsina hidroliza los enlaces peptidicos en los que inter- vienen los grupos carboxilo de la arginina y de la lisina. La carboxipeptidasa A (Pm 34000), enzima que contiene Zn® 572 Fioura 21-1 Rutas de entrada de los esqueletos carbonados de los aminodcidos en el ciclo de los acidos tricarboxilicos. Algunos de los aminodcidos (leucina, triptéfano € isoleucina) experimentan fragmentacién, de fal manera que los productos se incorporan al ciclo por dos rutas diferentes. Capitulo 21 Degradacién oxidativa de los aminoacidos (pag. 239), hidroliza casi todos los tipos de enlaces peptidicos con carboxilos terminales, mientras que la carboxipeptidasa B escinde a los restos de lisina o de arginina C-terminales. Como resultado de la accién de la pepsina en el estémago, seguida de la accién de las proteasas pancredticas, las pro- teinas se convierten en péptidos cortos y en aminoacidos libres. Los péptidos cortos que quedan, se degradan después com- pletamente para dar aminoacidos libres por accién de las peptidasas que se encuentran en la mucosa intestinal y que son secretadas por la misma, particularmente la leucin-amino- eptidasa, otro enzima que contiene Zn*, el cual separa los restos N-terminales de los péptidos. Los aminodcidos libres resultantes son absorbidos hacia la sangre y alcanzan el hi- gado, en donde tiene lugar gran parte del metabolismo ulte- rior de los aminoacidos, incluida su degradacién. Las proteinas endégenas tienen también que degradarse hasta aminoacidos antes de que puedan ser utilizadas como combustible; sin embargo, se conoce muy poco acerca del me- canismo de Ja protedlisis intracelular, que en algunos tejidos, particularmente en el higado, puede tener lugar a una velo- cidad elevada en asociacién con el recambio metabélico de las proteinas corporales. Esquema de la oxidacién de los aminoacidos Para la degradacién oxidativa de los 20 diferentes amino- Acidos que se encuentran en las proteinas, existen 20 secuen- cias multienzimaticas diferentes en los vertebrados. Todas estas secuencias convergen finalmente en unas pocas rutas terminales que conducen al piruvato, al acetil-CoA 0 a los intermediarios del ciclo de los acidos tricarboxilicos. Tal como se muestra en la figura 21-1, los esqueletos carbonados de 11 de los aminoacidos rinden en iiltimo término acetil-CoA, Piruvato ‘También produce @-Oxoglutarato acetil-CoA, \ Suceinil-CoA Suceinato Fyrom | 573

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