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Apreciado Amigo:

La gente no sabe muy bien la gravedad de usar la boca de


una manera contraria a la Palabra del Dios Altísimo, pero al
leer todos estos versículos que hablan del problema de la
lengua, del uso inadecuado de las palabras, de la costumbre
arraigada hoy de usar permanentemente un lenguaje obsceno
o corrupto, de las groserías y las palabras indecentes, estoy
seguro que su mente cambiará y le pedirá a Dios mismo que
controle su hablar. Para ello siempre RECOMIENDO ESTA
CORTA PERO EFECTIVA ORACIÓN QUE ESTA EN LA MISMA
PALABRA DE DIOS, EN EL Salmo 141, 3: Señor, ponme en
la boca un centinela; un guardia a la puerta de mis
labios.

La importancia que Dios da a las palabras, la lengua y la boca


es sorprendente. Imagínese que El mismo ha podido crear el
mundo con solo imaginárselo, pero HABLÓ! “Y Dios dijo:” dice
la Biblia. En Proverbios puso Dios una sentencia que la gente
pasa por alto, pero que es sentencia de vida o muerte:
Proverbios 18, 21: “En la lengua hay poder de vida y muerte;
quienes la aman comerán de su fruto”.

Por supuesto todo lo anterior le será muy difícil entenderlo,


aceptarlo y practicarlo si no ha dado el primer paso: NACER
DE NUEVO.

Aquí está (http:// un artículo que escribí sobre JESUS en donde


se aprecia claramente su deidad y este termina con una
oración de fe que usted puede repetir en voz audible (es
importante este pedazo pues la Biblia dice que “si confiesas
con tu boca que Jesús es el Señor, y crees en tu corazón que
Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo. Porque con
el corazón se cree para ser justificado, pero con la boca se
confiesa para ser salvo” –Otra vez aquí también puede ver la
importancia de las palabras y de la boca!-).
Veamos las citas que Dios me dio sobre este tema.

Efesios 4, 29 a 30: No digáis palabras groseras, sino solo


palabras buenas y oportunas que ayuden a crecer y traigan
bendición a quienes las escuchen. No hagáis entristecer al
Espíritu Santo de Dios, con el que habéis sido sellados para
distinguiros como propiedad de Dios el día de vuestra
liberación definitiva.

Esfesios 5, 3 a 4: Entre ustedes ni siquiera debe mencionarse


la inmoralidad sexual, ni ninguna clase de impureza o de
avaricia, porque eso no es propio del pueblo santo de Dios.
Tampoco debe haber palabras indecentes, conversaciones
necias ni chistes groseros, todo lo cual está fuera de lugar;
haya más bien acción de gracias.

Colosenses 3, 5 a 11: Por tanto, hagan morir todo lo que es


propio de la naturaleza terrenal: inmoralidad sexual,
impureza, bajas pasiones, malos deseos y avaricia, la cual es
idolatría. Por estas cosas viene el castigo de Dios. Ustedes las
practicaron en otro tiempo, cuando vivían en ellas. Pero ahora
abandonen también todo esto: enojo, ira, malicia, calumnia y
lenguaje obsceno. Dejen de mentirse unos a otros, ahora que
se han quitado el ropaje de la vieja naturaleza con sus vicios,
y se han puesto el de la nueva naturaleza, que se va
renovando en conocimiento a imagen de su Creador.

Mateo 12, 37: (Dicho por el mismo Jesús) Porque por tus
palabras se te absolverá, y por tus palabras se te condenará."

Proverbios 8, 13: Quien teme al Señor aborrece lo malo; yo


aborrezco el orgullo y la arrogancia, la mala conducta y el
lenguaje perverso.

Santiago 3, 10: De una misma boca salen bendición y


maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así.
Proverbios 18, 7: La boca del necio es su perdición; sus labios
son para él una trampa mortal.

Proverbios 4, 24: Aleja de tu boca la perversidad; aparta de


tus labios las palabras corruptas.

Proverbios 10, 14: El que es sabio atesora el conocimiento,


pero la boca del necio es un peligro inminente.

Proverbios 15, 2: La lengua de los sabios destila conocimiento;


la boca de los necios escupe necedades.

Salmos 10, 4 a 7: El malvado levanta insolente la nariz, y no


da lugar a Dios en sus pensamientos. Y se dice a sí mismo:
"Nada me hará caer. Siempre seré feliz. Nunca tendré
problemas." Llena está su boca de maldiciones, de mentiras y
amenazas; bajo su lengua esconde maldad y violencia.

Salmos 39, 1: Me dije a mí mismo: "Mientras esté ante gente


malvada vigilaré mi conducta, me abstendré de pecar con la
lengua, me pondré una mordaza en la boca."

Mateo 15, 10 a 11: Jesús llamó a la multitud y dijo: Escuchen y


entiendan. Lo que contamina a una persona no es lo que
entra en la boca sino lo que sale de ella.

Salmos 34, 12: El que quiera amar la vida y gozar de días


felices, que refrene su lengua de hablar el mal y sus labios de
proferir engaños; que se aparte del mal y haga el bien; que
busque la paz y la siga.

Salmos 50, 16 a 19: Pero Dios le dice al malvado: "¿Qué


derecho tienes tú de recitar mis leyes o de mencionar mi
pacto con tus labios? Mi instrucción, la aborreces; mis
palabras, las desechas. Ves a un ladrón, y lo acompañas; con
los adúlteros te identificas. Para lo malo, das rienda suelta a
tu boca; tu lengua está siempre dispuesta al engaño.
Salmos 52, 4: Lengua embustera, te encanta ofender con tus
palabras. Pero Dios te arruinará para siempre; te tomará y te
arrojará de tu hogar; ¡te arrancará del mundo de los vivientes!

Salmos 64, 2 a 8: Escóndeme de esa pandilla de impíos, de


esa caterva de malhechores. Afilan su lengua como espada y
lanzan como flechas palabras ponzoñosas. Emboscados,
disparan contra el inocente; le tiran sin temor y sin aviso.
Unos a otros se animan en sus planes impíos, calculan cómo
tender sus trampas; y hasta dicen: "¿Quién las verá?"
Maquinan injusticias, y dicen: "¡Hemos tramado un plan
perfecto!" ¡Cuán incomprensibles son la mente y los
pensamientos humanos! Pero Dios les disparará sus flechas, y
sin aviso caerán heridos. Su propia lengua será su ruina, y
quien los vea se burlará de ellos.

Proverbios 10, 19: El que mucho habla, mucho yerra; el que


es sabio refrena su lengua.

Proverbios 12, 18: El charlatán hiere con la lengua como con


una espada, pero la lengua del sabio brinda alivio.

Proverbios 13, 3: El que refrena su lengua protege su vida,


pero el ligero de labios provoca su ruina.

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