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DESARROLLO
“no tiene nada que ver con estar solo físicamente sino con estarlo
mentalmente”
(Uta Frith ,1991)
El origen del autismo como síndrome fue definido en 1943 por el psiquiatra
austriaco Leo Kanner en su artículo “Los trastornos autistas del
comportamiento afectivo”, en el describe detalladamente los casos de 11 niños
cuyas características resumía en tres fundamentales:
Pocos meses después, otro médico vienés Hans Asperger, publicó en 1944 el
artículo “la psicopatía autista de la niñez”, donde apuntaba que la
característica fundamental de estos niños era la limitación de sus relaciones
sociales, señalando además las extrañas pautas expresivas y comunicativa; las
anomalías prosódicas y pragmáticas de su lenguaje (entonación o su falta y el
uso restringido del lenguaje como herramienta de comunicación), la limitación,
compulsividad y carácter obsesivo de sus pensamientos y acciones, y la
tendencia a guiarse exclusivamente por impulsos internos, ajenos a las
condiciones del medio. Asperger se preocupó, al contrario que Kanner, por la
educación a pesar de que sus intereses educativos estuvieron durante 20 años
relegados debido a que se tardó 47 años en traducir su artículo al inglés y a
que la investigación del autismo en esa época estaba teñida de equívocos y
mitos que no hacían fácil un enfoque coherente del autismo.
Comentaremos brevemente las tres épocas principales del estudio del autismo
para dar una clara visión de las dificultades que ha conllevado su estudio,
diagnóstico y puesta en marcha de proyectos para los afectados. Desde las
ideas que hoy consideramos totalmente falsas, pero que tuvieron una gran
influencia en los primeros veinte años del estudio hasta los cambios en el
encuadre de la enfermedad como trastorno generalizado del desarrollo.
Las inespecíficas teorías de los años anteriores se han sustituido por otras más
rigurosas y fundamentadas en datos de los investigadores del Medical
Research Council de Londres, los cuales han formulado un modelo por el cual el
autismo es un trastorno específico de una capacidad de la mente. A nivel de
neurobiología, también ha habido grandes adelantos que han permitido
descubrir alteraciones que nos acercan cada día al desvelamiento de las
causas del autismo.
En los últimos años la educación, se ha caracterizado por un estilo más
comunicador, integrador, natural y pragmático centrado en la comunicación
como núcleo esencial del desarrollo y respetuoso con los recursos y
capacidades de las personas autistas. De forma complementaria, el desarrollo
de sustancias farmacológicas eficaces para tratar algunas alteraciones
asociadas.
DSM-IV
1. El Trastorno Autista.
• Hiperactividad.
• Ámbitos atencionales muy breves.
• Impulsividad.
• Agresividad.
• Conductas auto lesivas.
• Rabietas en los niños.
2. El trastorno de Asperger.
Los niños y los adultos con síndrome de Asperger tienen capacidades normales
de “inteligencia fría”, y frecuentemente extraordinarias en campos
restringidos. En este trastorno hay diferencias entre los investigadores, para
unos las personas con Síndrome de Asperger son autistas de nivel intelectual y
lingüístico alto y para otros debe distinguirse cualitativamente del trastorno
autista.
3. El trastorno de Rett.
Son aquellos en los que falta claridad suficiente para decidirse por uno de los
cuadros a los que nos hemos referido hasta ahora. En esta categoría se incluye
el peculiar “autismo atípico”.
1. Las fronteras entre los cuadros descritos son muy imprecisas. Hay niños
que se corresponden típicamente con alguno de los trastornos, pero
muchos son en realidad “atípicos” o se sitúan en límites difusos.
2. Muchas desviaciones y deficiencias del desarrollo, que no se incluyen en
las descritas, se acompañan de síntomas autistas.
3. Existe una gran heterogeneidad en las personas autistas dependiendo de
factores tales como la edad, el nivel intelectual del que lo sufre y la
gravedad de su cuadro.