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TIO TIGRE Y LOS CHISMES

Escrito por Heinz Roth el 02 de diciembre de 2006.


Sujeto a revisión.

Iba caminando un día Tío Conejo por la selva refunfuñando: –


¡Ese desgraciado de Tío Caimán! finalmente agarró a Tío Garceta. Se
salvó de casualidad.
Diciendo esto Tío Conejo coge del suelo un palo y empieza a golpear
el aire varias veces, mientras seguía: – ¡Así, así y así! Así le daría yo
una paliza a Tío Caimán en venganza…

Lo que no sabía Tío Conejo era que mientras él decía todo esto
y descargaba su rabia, desde lo alto de una rama lo observaba Tía
Cotorra, quien había dejado de hacer lo que tenía en las manos para
fisgonear como siempre. Tía Cotorra Se acomoda mejor para
averiguar qué es lo que está tramando Tío Conejo. Abajo, éste
lanzaba palazos por todos lados: – ¡Toma y toma!
Tía Cotorra asombrada se lleva la mano al pico: – ¡Qué horror, Tío
Conejo va a darle una paliza a Tío Caimán!

Al rato, Tía Cotorra le está contando el chisme a su comadre Tía


Guacamaya.
–Pues sí, como te lo estoy diciendo. Tío Conejo va a darle una paliza a
Tío Caimán. Yo lo oí cuando decía que era por venganza…
–Pero comadre ¿cómo va a ser eso, si Tío Conejo es tan pacífico? eso
sí es muy vivo y maluco, pero no violento ¿Está segura de lo que me
dice?
– ¡Pues claro! Yo estaba en mi rama por casualidad, cuando lo vi
practicando con un palo largísimo que lo usaba como un arma…y te
digo una cosa más, manejaba esa arma como todo un experto.

Tía Guacamaya después se lo contaba a Tío Mono. –…pero no


vaya a decir nada, es que mi comadre, Tía Cotorra vio cuando Tío
Conejo practicaba con un arma grandísima porque le va a dar una
paliza a Tío Caimán. Mi comadre me contó que lo escuchó decir que
era por venganza. Pero lo peor no es eso. Parece que Tío Conejo es un
experto en el manejo de esa arma. ¿A cuántos no habrá dejado ya
maltrechos con eso?

Tío Mono se lo comenta a Tío Morrocoy: – ¡Que sí! Que Tío


Conejo practica desde hace tiempo con un arma secreta. Dicen que
es todo un experto y parece que ya dejó maltrecho al pobre de Tío
Caimán. Menos mal que yo me la paso aquí arriba en las ramas… No
quisiera encontrarme de frente con Tío Conejo. Dicen que anda loco
de sed de venganza.

Tío Morrocoy se encuentra a Tío Rabipelado: –Si compadre, que


el Tío Conejo le dio una tremenda paliza a Tío Caimán. Parece que
está muy malito, no sé. Pero lo que le puedo decir es que parece que
Tío Conejo le hizo eso porque estaba probando un arma secreta que
tiene para cobrarse una venganza. Dicen que es todo un experto, que
Tío Caimán no tuvo tiempo de reaccionar. ¡Pobre!
–Caramba, eso si está malo. ¿Y todo eso por una venganza? ¿Pero una
venganza contra quién?
Tío Morrocoy y Tío Rabipelado se quedaron un instante en silencio
mirándose uno al otro y con asombro dijeron al mismo tiempo: – ¡…
Tío Tigre!

Tío Rabipelado sale corriendo por la selva a la casa de Tío Tigre.


Apenas llega toca la puerta en una seguidilla de golpecitos: Toc-
toc.toc-toc; toc. Tío Rabipelado está muy nervioso y se cuida de que
nadie más lo esté viendo.
– ¿Quién es? Se oye desde adentro.
–Soy yo Don Tío Tigre, apúrese.
Tío Tigre apenas abre la puerta y rápidamente Tío Rabipelado se
cuela adentro dejando atónito a Tío Tigre, quien dice: –…Pero qué
pasa, qué es esa falta de respeto…
–Cierre la puerta Don Tío Tigre.
Tío Tigre ya molesto se dispone a regañar a Tío Rabipelado, –Óyeme
animalito del monte, yo no permito…
– ¡Que cierre la puerta que esto es muy grave!
Tío Tigre sorprendido cierra la puerta y cambiando su molestia por
curiosidad, le pide a Tío Rabipelado que le diga de una vez a qué se
debe esa manera de entrar.
–Bueno, cálmese primero y dígame a qué viene todo esto.
–Escúcheme bien Don Tío Tigre, usted está corriendo un grave
peligro…Tío Conejo le va a dar una paliza…
Apenas dice esto Tío Rabipelado y Tío Tigre lo lanza fuera de su casa
de una patada cerrando la puerta.
Tío Rabipelado vuelve a tocarle la puerta a Tío Tigre con más energía.
– ¡Que se lo digo en serio! ¡Ábrame la puerta!
– ¡Váyase y déjeme tranquilo que estoy muy ocupado! Dice Tío Tigre
desde adentro.
–Óigame Don Tío Tigre, es que ya Tío Conejo le dio una paliza a Tío
Caimán y lo dejó todo maltrecho…
Tío Tigre al oír eso abre la puerta y mete a Tío Rabipelado.
– ¿Cómo es eso de Tío Caimán?
–Le explico… En la selva se comenta que descubrieron a Tío Conejo
practicando con un arma secreta poderosísima. Dicen que ya se ha
vuelto todo un experto que para probarla le dio una paliza a Tío
Caimán.
Tío Tigre, con cara de preocupación le pregunta: –Pero ¿Es verdad
todo eso que me cuenta?
–Sí Don Tío Tigre, Tío Caimán quedó muy mal, no se sabe si
sobrevivirá a la paliza.
– ¿Tan grave así? Preguntó Tío Tigre.
–Ni se lo imagine Don Tío Tigre, dicen que el pobre de Don Tío
Caimán ni siquiera tuvo tiempo para defenderse. Pero eso no es lo
grave.
– ¿Y qué es lo grave?
–Lo grave en todo esto, y por eso es que me vine para acá, porque es
que yo a usted lo respeto y lo admiro mucho Don Tío Tigre, usted es
un hombre de pelo en pecho, un hombre de verdad, verdad…A veces
quisiera ser como usted, porque es que yo lo admiro…
– ¡Dígame de una vez qué es lo grave!
–Bueno Don Tío Tigre, lo que pasa es que Tío Conejo hizo todo eso
porque anda loco de sed de venganza y todo eso fue para practicar
–Ajá ¿y...?
–Que es que Tío Conejo a quien quiere darle la paliza es a usted, Don
Tío Tigre…
Tío Tigre, todo asustado pero disimulando le dice a Tío Rabipelado.
–Bueno…ejem… Pero eso quizás no sea cierto del todo. Tío Caimán es
un hombre muy duro y fuerte…Además, déjeme decirle que yo no le
tengo miedo a Tío Conejo ni a nadie en esta selva… Aquí el que mete
miedo soy yo… Váyase tranquilo mi querido Tío Rabipelado. Eso sí, le
doy las gracias por venir a avisarme, yo también lo aprecio mucho,
pero quédese tranquilo que yo sé resolver mis problemas…
Diciendo esto Tío Tigre acompaña a Tío Rabipelado hasta la puerta.
Prácticamente lo empuja cerrando la puerta.

Adentro de la casa queda Tío Tigre preocupado, dando vueltas y


rascándose la cabeza.
– ¿Será cierto todo eso que me dijo Tío Rabipelado? ¿Y si es verdad?
Es que no me puedo creer que el Tío Conejo pueda haberle dado una
paliza a Tío Caimán. ¡Es que es imposible! Tío Caimán es un tipo con
un cuero muy duro. Ni siquiera yo me atrevería a hincarle los
colmillos…
– ¡Bah! Deben ser exageraciones de la gente… Lo mejor es que vaya
a averiguar de verdad qué es lo que pasó.

Envalentonado y convencido que todo debía ser un


malentendido, Tío Tigre sale de su casa y se va por la selva, pero
volteando para todas partes. En ese momento lo están observando
Tía Cotorra y Tío Chicho.
– ¡Qué actitud tan rara tiene Tío Tigre! ¿verdad Tío Chicho?
–Es que seguro que ya sabe que Tío Conejo se la tiene jurada.
– ¿Tío Conejo?
–Sí, Tío Conejo lo está buscando para darle una paliza peor a la que le
dio a Tío Caimán.
– ¡¿Ya malogró al pobre Tío Caimán?! ¡Lo sabía! Yo oí a Tío Conejo
cuando estaba practicando con el palo…

Igual que al principio y en una sucesión de imágenes vemos como la


historia se repite. Tía Cotorra se lo cuenta a Tía Guacamaya. Tía
Guacamaya a Tío Mono, éste a Tío Morrocoy. Tío Morrocoy a Tío
Garceta…
Después de un tiempo Tío Tigre viene de regreso a su casa. Se
consigue a Tío Mono y le pregunta: –Mira bichito del monte, ¿qué
sabes tú de Tío Caimán?
–Buenas tardes Tío Tigre, no me vaya a hacer nada por favor.
–Contesta a mi pregunta.
–Bueno, yo sé lo que todos saben, que Tío Caimán está muy
malherido allá en su laguna…
Tío Tigre con los ojos desorbitados deja a Tío Mono hablando solo y se
va apresurando el paso hacia su casa.
(Tío Mono en off: –…Porque Tío Conejo es ahora un maestro en artes
marciales y tiene un arma secreta poderosísima, Si alguien se le
atraviesa, ¡zas! le cae a golpes…)

Mientras Tío Tigre continúa su camino, va observando cómo lo


miran los demás animales de la selva y cómo se persignan cuando lo
ven a él. Aterrado Tío Tigre emprende una carrera, llega a su casa y
tras cerrar la puerta, apaga la luz y cierra todas las ventanas.

Al otro lado de la selva viene caminando tranquilamente Tío


Conejo, tarareando una cancioncita, cuando se encuentra de frente
con Tío Rabipelado.
–Buenos días amigo ¿cómo anda la cosa?
Tío Rabipelado, en vez de responderle, muy asustado se pone a
temblar cerrando los ojos.
–Pero bueno ¿y qué le pasa a usted?
–No me haga nada Don Tío Conejo, que yo a usted lo admiro y
respeto mucho, no me haga nada, se lo suplico…
–Pero bueno, ¿a qué se debe esa actitud tan rara?
–Yo no le he contado nada a Tío Tigre, no me haga nada que yo no sé
nada, se lo juro…
Tío Conejo, ya molesto toma a Tío Rabipelado por un brazo.
–Quédese tranquilo que yo no le voy a hacer nada, pero ahora dígame
qué es lo que está pasando.
– ¡Ay Don Tío Conejo! Yo solo sé lo que sabe todo el mundo…Lo de su
venganza, lo de Tío Caimán…lo de Tío Tigre…su arma secreta…
Tío Conejo sorprendido y molesto sacude a Tío Rabipelado.
–Ahora me va a contar con todo detalle qué es eso que me está
diciendo.
–Pero no me maltrate a mí Don Tío Conejo, mire que ya Tío Tigre está
al tanto de todo y él también le tiene respeto…
Tío Conejo todo extrañado suelta a Tío Rabipelado.
–Sí mi Don Tío Conejísimo, Tío Tigre ya sabe lo que usted le hizo a Tío
Caimán y ya sabe que esa tremenda paliza que le dio fue solo para
practicar…
Tío Conejo dejó a Tío Rabipelado y se fue a ver qué estaba haciendo
Tío Tigre.

Apenas llegó a la casa de Tío Tigre, Tío Conejo se asoma por un


huequito de la ventana y se pone a espiar.
Tío Tigre está todo aterrorizado dando vueltas encerrado en su casa.
–Ay Dios mío, es verdad lo de Tío Caimán. Tío Conejo me va dar una
paliza. ¿Cómo es posible que yo no me haya dado cuenta que Tío
Conejo era tan vengativo y se ha vuelto ahora un peligro? ¿Qué arma
tan poderosa habrá utilizado para darle semejante paliza a Tío
Caimán? Si al menos supiera cómo es y cómo la usa yo pudiera tener
alguna oportunidad para salvarme…
–Yo como que mejor voy a visitar a Tío Caimán y así averiguaré cómo
hizo Tío Conejo…Ojalá que no me lo consiga en el camino.

Tío Conejo preocupado se sienta y comienza a pensar: –Pero en


qué paquete me metieron esta vez. Tío Tigre me tiene miedo de
verdad y si se va donde Tío Caimán y averigua que todo esto es una
mentira va a creer que fui yo quien inventó todo para ponerlo en
ridículo…y yo no quiero tener más problemas con Tío Tigre ¿Qué voy
a hacer ahora? Yo mejor me le adelanto, que ya se me ocurrirá algo
en el camino…

En una orilla de la laguna está Tío Caimán echado en la arena


con la bocota abierta cuando de repente llega Tío Conejo.
–Hola Tío Caimán, qué bueno que lo veo.
Tío Caimán apenas mira a Tío Conejo y continúa impertérrito con la
bocota abierta.
–Dígame Tío Caimán ¿No le han llegado los rumores que corren por
toda la selva?
– ¿Cuáles rumores Tío Conejo? Hace tiempo que nadie viene a esta
laguna desde que se me escapó Tío Garceta.
–Bueno, ¡los rumores Tío Caimán! Esos sobre Tío Tigre…
– ¿Y cuáles serán?
Tío Conejo con toda la picardía sonríe para sus adentros y continúa: –
Eh… bueno, Tío Caimán…este…… ¡Ah! Lo que pasa es que Tío Tigre
se la tiene jurada a usted y le ha prometido que vendrá para
comérselo cuando usted se descuide…
– ¡¿Qué qué?!
–Que sí Tío Caimán, que Tío Tigre quiere tenderle una trampa para
comérselo.
– ¡Ese desgraciado de Tío Tigre!
–Por eso es que me vine para acá. Para ayudarlo a usted. Ya sabe que
yo no quiero para nada a ese abusador. Por eso estoy aquí, porque
tengo una idea para ayudarlo…
–Dígame Tío Conejo ¿cuál es su idea?
–Bueno, lo que hay que hacer es engañar a Tío Tigre, hacerle bajar la
guardia. Si Tío Tigre cree que usted está indefenso no se va a
molestar en atacarlo por sorpresa.
– ¿Y cómo hacemos para que Tío Tigre crea que yo estoy indefenso y
debilitado?
–Ahh… Ahí es donde yo lo voy a ayudar a usted. Mire mi idea es
disfrazarlo con unas vendas y pintarle unos golpes falsos. Tío Tigre
creerá que está malherido. Pero usted también tendrá que ayudar
haciéndose el herido ¿no?
– ¡Me gusta esa idea Tío Conejo!

Al rato ya Tío Caimán está todo disfrazado con unas vendas y


Tío Conejo le está dando los toques finales pintándole un ojo morado.
–Ahora sí Tío Caimán, recuerde que tiene que hacerle creer a Tío
Tigre que está muy malherido y cuando se le acerque… ¡Zas! le mete
su mordisco de repente.
Tío Conejo se voltea porque oye unos ruidos que vienen de los
matorrales.
–Mire Tío Caimán, ahí como que viene Tío Tigre. Yo me voy a
esconder detrás de esas matas.
En ese momento aparece Tío Tigre con una cajita de regalo y unas
flores.
–Hola Don Tío Caimán ¿cómo se siente? ¿Puedo pasar?
–Ayy, ay, Sí Don Tío Tigre, pase, pase... Pero eso sí, con cuidadito y
muy despacito que estoy todo adolorido.
–Bueno, Tío Caimán yo venía a verlo a usted… a ver cómo está…
–Ayy, ay, muy malito Tío Tigre; estoy muy malherido y muy débil…
Pero cuidadito, no se me acerque mucho y camine despacito, que las
pisadas me producen dolor… Ayy, ay…
–Caramba Tío Caimán, pero cómo es posible que ese desgraciado lo
haya dejado así ¿es que lo sorprendió? ¿Lo agarró en un descuido?
–No me lo recuerde Tío Tigre, fue horroroso…
Tío Tigre traga grueso y pone cara de angustia.
–Dígame una cosa Tío Caimán ¿Y cómo era el arma ésa que usó?
–No sé Tío Tigre, fue tan rápido que ni siquiera supe qué fue lo que
me pasó…
Tío Tigre totalmente aterrorizado se pregunta: –Hay Dios mío ¿y ahora
cómo voy a hacer yo? Bueno, Don Tío Caimán… yo solo venía a
desearle que se recuperara pronto, yo me tengo que ir, pero aquí le
traje estas flores y unos chocolates…
Cuando Tío Tigre se le acerca a Tío Caimán para darle los regalos, en
ese momento sale tras la matas Tío Conejo gritando: – ¡¡Ahora,
agárrelo ahora!!
Y Tío Caimán le mete un mordico espantoso en el brazo a Tío Tigre
con caja de chocolate y todo. ¡Chas!
Tío Tigre logra sacar el brazo totalmente escacharrado de las fauces
de Tío Caimán, pero en ese momento también salta Tío Conejo con un
palo en la mano
– ¡Ahora no te me escaparás!
Tío Tigre totalmente aterrorizado sale corriendo, bufando como un
gato despavorido mientras Tío Conejo lo persigue con el palo
gritándole: –¡Párate cobarde! ¡Párate!
Todo esto lo está viendo Tío venado detrás de unos arbustos con los
ojos muy abiertos.
–Hay no, esto es fin de mundo…Yo creía que ese gatote era muy
macho….
FIN.

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