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Aunque suene un poco irónico, esta asociación que está compuesta por compañías como
Sony, BMG, Warner y Universal, entre otras, exigen el cobro de un 3% de los ingresos
netos de cada establecimiento que ponga música desde las peluquerías que tengan un
radio sonando, hasta las escuelas que organicen un baile, pasando por las emisoras de
radio y canales de televisión.
Pero también los bares y restaurantes tendrán que pagar por poner música para
entretener a sus clientes, la tarifa será entre ¢19.338 y ¢25.784, de acuerdo a la
capacidad del establecimiento.
Los salones de bailes, clubes nocturnos, aeropuertos, y hasta los aviones que lleven
música a bordo para entretener a los pasajeros deberán pagar entre ¢45.122 y ¢64.460.
Pero no solo los establecimientos comerciales tienen que pagar por poner la radio,
también deberán hacerlo los hospitales, clínicas privadas y similares que lo hagan
Los gimnasios deberán escoger entre poner a sus clientes a hacer ejercicios en silencio o
pagar entre ¢16.115 y ¢32.230 por mes, lo mismo aplica para las escuelas o academias
de danza, baile y similares.
Y quienes se dedican a enseñar aeróbicos tendrán que pagar por mes entre ¢64.460 y
¢128.920. También los topes, carnavales y hasta las fiestas de quinceaños y matrimonios
tendrán que pagar por poner música.
El cobro lo realizan con base en la ley 6683 de Derechos de Autor, mediante la cual se
establece el pago de una remuneración que será distribuida entre los artistas, intérpretes
y ejecutantes.......
PRISMA
También los bares y restaurantes tendrán que pagar por poner música para
entretener a sus clientes, la tarifa será entre ¢19.338 y ¢25.784 mensual,
de acuerdo a la capacidad del establecimiento. Los salones de bailes,
clubes nocturnos, aeropuertos, y hasta los aviones que lleven música a
bordo deberán pagar entre ¢45.122 y ¢64.460. Vamos más allá, porque en
este tema los extremos son válidos y están autorizados por la ley, ya que
no solo los establecimientos comerciales tienen que pagar por poner la
radio, también deberán hacerlo los hospitales, clínicas privadas y
similares, por ejemplo, los que tengan hasta 50 habitaciones pagarán
¢32.230 y las que tengan más de 100 habitaciones ¢96.690 por mes. ¡Ay
Dios mío... Si los hospitales no tienen ni para las pastillas mucho menos
para pagar música!
Los gimnasios deberán escoger entre poner a sus clientes a hacer
ejercicios en silencio o pagar entre ¢16.115 y ¢32.230 por mes, lo mismo
aplica para las escuelas o academias de danza, baile y similares. ¿Se
imaginan los aeróbicos sin música? Ja...ja...ja. Deberán capacitar al
instructor para que “cante” y que sus clientes lo sigan a como salga, ya
que de lo contrario tendrán que pagarle a Fonotica entre ¢64.460 y
¢128.920 por mes. O sea, que a esta gente no le va a alcanzar la
mensualidad ni para pagar la música.
En verdad el temita se las trae, ya que nadie sabe como será el cobro, y en
algunos casos cobrarán doble o triple, por ejemplo si le cobran a la
emisora de radio o de televisión por programar música y yo pongo la radio
en el quinceaños de mi hija, me vuelven a cobrar. O sea que además son
usureros.
"Se le ha hecho creer a la opinión pública que de ahora en adelante todos vamos a
tener que pagar por escuchar música y esto es incorrecto", advirtió la Asociación en
un comunicado. La Asociación cuenta con más de 260 intérpretes y ejecutantes
musicales costarricenses, solistas o integrantes de agrupaciones.
Canara tiene una propaganda masiva en las radioemisoras en las que incluso hace
creer que una pareja que se va a casar deberá apartar una buena cantidad de
dinero para pagar la música con la que van a celebrar la fiesta
"Sólo deben pagar quienes utilicen la música para conseguir un beneficio o ventaja
económica. Queremos dejar claro que esta remuneración que la ley otorga a los
intérpretes y ejecutantes musicales, nunca se ha llevado a cabo, salvo en algunos
bares, restaurantes y hoteles", advirtió la Asociación.
La Asociación de Interpretes señaló que "la disputa que la Cámara sostiene con la
Asociación Costarricense de la Industria Fonográfica y Afines (FONOTICA) por el
cobro de los derechos de propiedad intelectual, cuya titularidad ostentan los
productores de fonogramas y los intérpretes y ejecutantes musicales" se viene
dando desde hace varios años.
La Asociación señaló que "los Derechos de Propiedad Intelectual que ostentan los
Intérpretes y Ejecutantes Musicales y los Productores de Fonogramas (conocidos
como Derechos Conexos) son absolutamente legítimos y están ratificados tanto en
la Ley de Derechos de Autor y Derechos Conexos de la República de Costa Rica
(vigente desde 1982)", así como en otros acuerdos internacionales.
Asimismo señaló que "la gestión de los Derechos Conexos no es una situación
propia de nuestro país, ésta se lleva a cabo de forma exitosa en más de 60 países a
nivel mundial (de los cuáles 17 son latinoamericanos)".
Asimismo, aclaró que "el cobro por Derechos Conexos que gestiona FONOTICA ante
CANARA y otros usuarios "no se distribuye solamente entre las compañías
discográficas transnacionales", como se ha mencionado en estos comentarios, ya
que por mandato de la Ley de Derechos de Autor y Derechos Conexos de Costa
Rica, el 50% de lo recaudado debe ser entregado por FONOTICA "a los Intérpretes
y Ejecutantes Musicales", representados por nuestra asociación, como
remuneración justa y equitativa por el trabajo que estos realizan".
No se trata de un impuesto
"Se le ha hecho creer a la opinión pública que de ahora en adelante todos vamos a
tener que pagar por escuchar música y esto es * incorrecto.Sólo deben pagar
quienes utilicen la música para conseguir un beneficio o ventaja económica.
Queremos dejar claro que esta remuneración que la ley otorga a los intérpretes y
ejecutantes musicales, tal y como se menciona en el comentario de Panorama del
día 18 de marzo del 2009, nunca se ha llevado a cabo, salvo en algunos bares,
restaurantes y hoteles", puntualizó
Aunque CANARA dice estar conciente de que los autores de música deben recibir el
pago por derechos de autor, afirman que "no podemos pagar las sumas abusivas
que exigen las transnacionales de la música", en su campaña por televisión.
Según Soto los derechos de autor no son nada nuevo en el país ni se deben al TLC,
sino a leyes y convenios previos como "Convenio de Roma, el Convenio de
Fonogramas, Tratados de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual sobre
Interpretación o Ejecución y Fonogramas (WPPT) y el Acuerdo sobre los aspectos de
los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC))" que
datan desde 1982.
Los difusores de la obra intelectual, como las emisoras de radio, se encuentran
ahora en el dilema de recibir presiones y cobros que llaman "abusivos". Por otra
parte, los libros se encuentran con el tema del fotocopiado para fines didácticos.
En el caso de la música "lo cierto es que a los que se les esta cobrando el canon es
a aquellos que LUCRAN de la música", afirmó Gerardo Soto.
No obstante, la campaña televisiva insiste en decir que los cobros son abusivos a
favor de transnacionales de la música.
Mientras la Cámara del Libro libra su propia batalla para salvar al libro de la
amenaza que Ramón Mena -de la Librería Francesa- ha llamado fotocopilla, la
Asociación de Intérpretes ahora libra su batalla contra CANARA, la Cámara Nacional
de Radio que aglomera una buena parte de los difusores del dial costarricense.
Cada entidad defiende sus intereses con las leyes de derechos de autor y propiedad
intelectual, que ahora adquieren mayor vigencia desde la aprobación del TLC,
aunque ya Costa Rica tenía su propia Ley de Derechos de Autor y derechos conexos
(Ley No. 6683).
"Además les cuento, que esto mismo está pasando con las televisoras nacionales,
las cuales cobran millones de colones en publicidad. Con ellos tampoco se pudo
llegar a un acuerdo, y ahora pues se tuvo que pasar al medio legal", amplió. "Triste,
mientras tanto en otros mas de 60 paises estos derechos se respetan sin mayor
problema", concluyó.
RECOLECCION
VIRTUAL DE
FIRMAS
sociación de disqueras pretende pago del 3% de los ingresos brutos mensuales de cada
empresa que
programe canciones
• Medida también obligaría a cobrar por música en bares, hoteles e incluso en fiestas
privadas y matrimonios
Yessenia Garita
ygarita@larepublica.net
La relación entre música y radio es tan estrecha que difícilmente una persona podría
hacerse una idea de cómo sería el medio sin la existencia de canciones.
En los espacios informativos, en las tertulias, en los anuncios, siempre hay un lugar para
la música. Sinembargo, esto podría cambiar.
La medida va más allá, pues no solo implica el cobro a las radioemisoras. También toca
a bares, restaurantes, salones de baile, discotecas, hoteles, estadios, plazas de toros, e
incluso hasta fiestas privadas de cumpleaños y matrimonios.
Todos estos lugares donde se programe música deberán cancelar un monto por
difundirla, al amparo de los artículos 82 y 83 de la Ley de Derechos de Autor y
Conexos.
Incluso, están lanzando cuñas radiales advirtiendo acerca de la situación que están
viviendo e informando a la población de la eventual necesidad de suspender las
transmisiones de música.
Para los radiodifusores es una situación confusa, pues alegan que incluso las casas
disqueras tienen promotores, los cuales acuden en busca de ayuda para promover cada
lanzamiento musical.
“Cuando hay un lanzamiento, los promotores acuden a la radio para darlo a conocer.
Incluso, en ocasiones se cuenta con la participación de los mismos artistas, quienes son
los autorizados para la difusión de la sobras. Ahora, basándose en la ley de derechos de
autor pretenden cobrar un porcentaje por difundir esa música”, dijo Luis Enrique Ortiz,
presidente de la Cámara Nacional de Radio de Costa Rica y vocero de las cadenas
radiales.
“Ya nosotros estamos pagando por los derechos de autor a ACAM. Una cosa es poner
en regla las cosas y hacer cobros justos y racionales por el uso lucrativo de la música y
la propiedad intelectual, pero no se puede cobrar dos veces el derecho sobre lo mismo,
es decir, si se le está cobrando a una emisora el derecho de transmitir la música de un
artista, cómo se va a cobrar de nuevo a quien escuche dicha radio o la tenga puesta en su
lugar de trabajo”, dijo Raúl Quesada, gerente de Radio Columbia.
El cobro por difundir música va más allá de las emisoras radiales. Fonotica tiene tarifas
establecidas para aplicar en bares, eventos especiales, hoteles, restaurantes, aeropuertos
que programen música. 1/2
“Los negocios se ven amenazados con políticas arbitrarias, medidas que representan un
atropello para nuestros afiliados”, indicó Edgar Marín, presidente de CACORE.
“La música es un insumo muy importante para la radio y la televisión, quienes están
lucrando con su difusión. La música les deja millonarias ganancias y es justo que los
artistas, intérpretes y ejecutantes reciban los fondos que les corresponden”, dijo Róger
Hernández, representante de Fonotica.
Dos emisoras ya fueron demandadas, a las cuales se les aplicaron medidas cautelares de
cesar por completo el uso del repertorio musical de las compañías asociadas a la
Fonotica, tanto en la radio como en Internet.
No obstante, estas emisoras (Radio Puntarenas y Columbia Stereo) apelaron las medidas
y por lo tanto continúan programando la música.
“Las canciones y vídeos son propiedad del autor, y por lo tanto, las emisoras que
programen música vieja, igual deberán pagarle a la Asociación por su uso, porque así lo
establece la ley”, puntualizó Hernández.
Derechos de
propiedad intelectual
benefician a grandes
transnacionales de la
música )SEM
universidad)
Escrito por LORNA CHACÓN (lorna.chacon@semanario.ucr.ac.cr)
Pugna entre
organizaciones evidencia “olvido” de
radioemisoras hacia los músicos
costarricenses.
Una reciente pugna entre la Cámara Nacional de Radio (CANARA) y la Asociación
Costarricense de la Industria Fonográfica y Afines (FONOTICA) por el cobro de
derechos de propiedad intelectual en la música, ha puesto en evidencia una falta de
conocimiento sobre el tema en la sociedad costarricense y la desventaja en la que
quedan los creadores nacionales frente a las transnacionales.
Pese a la vigencia de esta legislación, no es sino hasta ahora cuando en Costa Rica
se comienza a realizar la gestión de estos cobros, luego de años de negociaciones
infructuosas entre las partes afectadas, pues éstas no lograron ponerse de acuerdo
en el monto que debería pagarse por estos derechos.
¿Quiénes son las partes involucradas? En este caso son los sellos disqueros (que
representan a los artistas) y los usuarios (radioemisoras, canales de television,
hoteles, restaurantes y bares) que lucran con esta difusión.
El esquema se reproduce de forma similar en el caso de obras literarias con las
grandes editoriales y en el resto de obras artísticas con empresas productoras.
Pero ¿qué son derechos de autor y qué son derechos conexos? ¿Cómo se cobran y
cómo se reparten?
Mario Campos, director general de la Asociación de Compositores y Autores
Musicales de Costa Rica (ACAM) explicó a UNIVERSIDAD que el derecho de autor
“protege las creaciones de los compositores, autores y editores de obras literarias y
artísticas”.
En el caso de los productores y los intérpretes, éstos perciben sus derechos cada
vez que un fonograma es ejecutado públicamente, en sitios tales como bares,
discotecas, la radio o la televisión.
En el caso de Costa Rica, se creó una especie de “ventanilla única” (para que una
sola entidad recaude todos los derechos) que es FONOTICA, la cual representa a los
grandes sellos disqueros: EMI Group, Sony BMG Music Entertainment, Universal
Music Group y Warner Music Group.
Los sellos disqueros nacionales aún no han logrado ser parte de FONOTICA aunque
han solicitado su ingreso (Ver recuadro “Músicos nacionales en el olvido”).
De acuerdo con la ley, un 50% del dinero recaudado por los derechos conexos por
parte de estas productoras discográficas deben entregarse a los artistas e
intérpretes a través de su entidad de gestión colectiva, que en Costa Rica es la
Asociación de Intérpretes y Ejecutantes Musicales (AIE).
Y es con los “grandes usuarios” con quienes se inició la disputa, pues éstos se
niegan a pagar las tarifas que FONOTICA quiere cobrarles con base en la Ley 6.683.
Cabe destacar que estos sellos no cobraban los derechos conexos a los medios
porque, a cambio, obtenían publicidad gratuita para sus artistas internacionales.
El Juzgado Tercero Civil de Mayor Cuantía San José condenó la semana pasada a la
radioemisora Columbia Estéreo y a Radio Puntarenas a no programar música de los
afiliados a FONOTICA por no pagar los respectivos derechos.
De acuerdo con la ley, una radioemisora comercial debe pagarle a FONOTICA el 3%
sobre los ingresos mensuales por venta de publicidad. En caso de radioemisoras
que no tienen ingresos por venta de publicidad, éstas se clasifican en tres
categorías, las cuales deben pagar un monto mensual que oscila entre 20 y 40
salarios mínimos.
Por otra parte, las discotecas, los bares, hoteles y restaurantes tienen que pagar de
acuerdo con la capacidad del establecimiento, pero una fiesta privada o una emisora
cultural que no lucre con la música, no debe pagar.
Al conocer el fallo del juzgado, CANARA comenzó con una agresiva campaña a
través de su programa diario “Panorama” en la que confundió a la opinion publica
cuando afirmó que este conflicto se daba “con ocasión de la entrada en vigencia del
Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos”.
Hernández dijo que en esa época se realizó una primera mesa de trabajo con los
grandes usuarios como los canales de televisión, las radios y las cableras, pero “no
se logró nada y ellos han ido ganando tiempo”.
“Hace 14 meses se formó una segunda mesa de trabajo con CANARA y tampoco se
llegó a ningún acuerdo, por lo que no hubo más remedio que acudir a los tribunales
de justicia, donde se nos dio la razón”, explicó.
El vocero de AIE abogó porque “las partes tengan la voluntad suficiente de sentarse
y negociar para llegar a acuerdo satisfactorio”.
Solera destacó “el desconocimiento tan grande que hay en materia de propiedad
intelectual” y lamentó que CANARA haga alusión al TLC cuando en realidad no tiene
relación directa con este tema pues la legislación existía desde mucho antes.
Solera dijo que quienes deben pagar por la explotación comercial de la música son
quienes lucren con ella y, en ese sentido, recordó que muchas radioemisoras y
canales de televisión costarricenses reciben altos ingresos por facturación de
publicidad, pero se niegan a pagar derechos establecidos por ley.
Músicos en el olvido
Varios artistas costarricenses coinciden en que en esta disputa entre CANARA y
FONOTICA quienes menos se benefician son los artistas nacionales.
Toda la campaña de CANARA se fundamenta en contra de las transnacionales de la
música, pero esa posición resulta muy curiosa si se toma en cuenta que las
emisoras nacionales otorgan menos del 15% de su programación a las producciones
costarricenses.
Papaya Music solicitó la inscripción a FONOTICA desde hace más de un año, y aún
no ha obtenido una respuesta formal.
Si las cosas no cambian, lo que va a pasar es que FONOTICA va a terminar
cobrando los derechos y a los productores nacionales no les va a tocar “ni un
centavo”.
Si las disqueras no tuvieran tanto poder en este país, habría una industria
discográfica más pujante.