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Veamos

Aunque suene un poco irónico, esta asociación que está compuesta por compañías como
Sony, BMG, Warner y Universal, entre otras, exigen el cobro de un 3% de los ingresos
netos de cada establecimiento que ponga música desde las peluquerías que tengan un
radio sonando, hasta las escuelas que organicen un baile, pasando por las emisoras de
radio y canales de televisión.

Pero también los bares y restaurantes tendrán que pagar por poner música para
entretener a sus clientes, la tarifa será entre ¢19.338 y ¢25.784, de acuerdo a la
capacidad del establecimiento.

Los salones de bailes, clubes nocturnos, aeropuertos, y hasta los aviones que lleven
música a bordo para entretener a los pasajeros deberán pagar entre ¢45.122 y ¢64.460.

Pero no solo los establecimientos comerciales tienen que pagar por poner la radio,
también deberán hacerlo los hospitales, clínicas privadas y similares que lo hagan

Los gimnasios deberán escoger entre poner a sus clientes a hacer ejercicios en silencio o
pagar entre ¢16.115 y ¢32.230 por mes, lo mismo aplica para las escuelas o academias
de danza, baile y similares.

Y quienes se dedican a enseñar aeróbicos tendrán que pagar por mes entre ¢64.460 y
¢128.920. También los topes, carnavales y hasta las fiestas de quinceaños y matrimonios
tendrán que pagar por poner música.

Es increíble, como es posible que esto de verdad esté sucediendo? ya no se puede


escuchar música tranquilo en el bus o en algún espacio público, y lo peor del caso es
que es ley:

El cobro lo realizan con base en la ley 6683 de Derechos de Autor, mediante la cual se
establece el pago de una remuneración que será distribuida entre los artistas, intérpretes
y ejecutantes.......

PRISMA

PAGAR POR ESCUCHAR MÚSICA


Por Mario Ugalde C
Subdirector
mugalde@diarioextra.com

Aunque parezca increíble, la Asociación Costarricense de la Industria


Fonográfica y Afines, Fonotica, está cobrando por oír música. Así como lo
leen; aunque suene irónico esta asociación exige un 3% de los ingresos
netos de cada establecimiento que programe música para entretener a sus
clientes, pero no crean que es broma, si en una peluquería encienden el
radio y llega un “inspector” de Fonotica, inmediatamente hace el reporte
para aplicarle la ley 6683 de Derechos de Autor, de tal forma que muy
pronto en algunos lugares cuando usted pregunte ¿cuánto vele el corte?
Seguramente le contestarán ¿con música o sin música? Pero eso no es
todo, las fiestas de matrimonios y quinceaños deberán pagar ¢21 mil por
poner música, aunque sea de “Radio Tres Dedos”.

El cobro lo realizan con base en la mencionada Ley, mediante la cual se


establece el pago de una remuneración que será distribuida entre los
artistas, intérpretes y ejecutantes. De manera que una discoteca con
capacidad para 200 personas deberá pagar el equivalente a 5 salarios
mínimos que serían unos ¢32.230.

También los bares y restaurantes tendrán que pagar por poner música para
entretener a sus clientes, la tarifa será entre ¢19.338 y ¢25.784 mensual,
de acuerdo a la capacidad del establecimiento. Los salones de bailes,
clubes nocturnos, aeropuertos, y hasta los aviones que lleven música a
bordo deberán pagar entre ¢45.122 y ¢64.460. Vamos más allá, porque en
este tema los extremos son válidos y están autorizados por la ley, ya que
no solo los establecimientos comerciales tienen que pagar por poner la
radio, también deberán hacerlo los hospitales, clínicas privadas y
similares, por ejemplo, los que tengan hasta 50 habitaciones pagarán
¢32.230 y las que tengan más de 100 habitaciones ¢96.690 por mes. ¡Ay
Dios mío... Si los hospitales no tienen ni para las pastillas mucho menos
para pagar música!
Los gimnasios deberán escoger entre poner a sus clientes a hacer
ejercicios en silencio o pagar entre ¢16.115 y ¢32.230 por mes, lo mismo
aplica para las escuelas o academias de danza, baile y similares. ¿Se
imaginan los aeróbicos sin música? Ja...ja...ja. Deberán capacitar al
instructor para que “cante” y que sus clientes lo sigan a como salga, ya
que de lo contrario tendrán que pagarle a Fonotica entre ¢64.460 y
¢128.920 por mes. O sea, que a esta gente no le va a alcanzar la
mensualidad ni para pagar la música.

Así somos en tiquicia de “bañazos” y extremistas, por eso no es de


extrañar que muy pronto cobren una mensualidad a los que escuchan
música en su carro, o a los que andan con su radio corriendo en la Sabana,
porque todo indica que de esta “absurda” ley no se salvarán ni los topes y
carnavales.

En verdad el temita se las trae, ya que nadie sabe como será el cobro, y en
algunos casos cobrarán doble o triple, por ejemplo si le cobran a la
emisora de radio o de televisión por programar música y yo pongo la radio
en el quinceaños de mi hija, me vuelven a cobrar. O sea que además son
usureros.

Pereciera que alguien está interpretando la ley a su antojo, y seguramente


muy pronto el tema caerá en manos de la Sala IV para que ponga los
límites al asunto y no deje que algunos se abusen de la “nobleza de los
ticos”. Mientras eso ocurre estén muy atentos para que no los sorprendan
escuchando música sin pagar, o apréndase las canciones y tararéelas para
que se entretenga, porque la cosa va en serio, incluso ya la radioemisora
Columbia Estereo fue llevada a los tribunales y condenada a no programar
música de las compañía Sony, BMG, Warner y Universal, que integran
Fonovisa. No sé ustedes pero yo invertiré mi tiempo en otras cosas que no
tengan que ver nada con la música y así me evito inconvenientes.

LUNES: Músicos y autores desmienten a Canara


Fuente: http://informa-tico.com/index.php?scc=articulo&edicion=20090404&ref=03-04-090022

La Asociación Nacional de Intérpretes y Ejecutants Musicales de Costa Rica desmintió


categóricamente una campaña de propaganda de la Cámara Nacional de Radio (Canara),
en la que se da a entender que los ciudadanos van a tener que pagar por escuchar
música.

"Se le ha hecho creer a la opinión pública que de ahora en adelante todos vamos a
tener que pagar por escuchar música y esto es incorrecto", advirtió la Asociación en
un comunicado. La Asociación cuenta con más de 260 intérpretes y ejecutantes
musicales costarricenses, solistas o integrantes de agrupaciones.

Canara tiene una propaganda masiva en las radioemisoras en las que incluso hace
creer que una pareja que se va a casar deberá apartar una buena cantidad de
dinero para pagar la música con la que van a celebrar la fiesta

"Sólo deben pagar quienes utilicen la música para conseguir un beneficio o ventaja
económica. Queremos dejar claro que esta remuneración que la ley otorga a los
intérpretes y ejecutantes musicales, nunca se ha llevado a cabo, salvo en algunos
bares, restaurantes y hoteles", advirtió la Asociación.

Vieja disputa entre CANARA y FONOTICA

La Asociación de Interpretes señaló que "la disputa que la Cámara sostiene con la
Asociación Costarricense de la Industria Fonográfica y Afines (FONOTICA) por el
cobro de los derechos de propiedad intelectual, cuya titularidad ostentan los
productores de fonogramas y los intérpretes y ejecutantes musicales" se viene
dando desde hace varios años.

La Asociación señaló que "los Derechos de Propiedad Intelectual que ostentan los
Intérpretes y Ejecutantes Musicales y los Productores de Fonogramas (conocidos
como Derechos Conexos) son absolutamente legítimos y están ratificados tanto en
la Ley de Derechos de Autor y Derechos Conexos de la República de Costa Rica
(vigente desde 1982)", así como en otros acuerdos internacionales.

Asimismo señaló que "la gestión de los Derechos Conexos no es una situación
propia de nuestro país, ésta se lleva a cabo de forma exitosa en más de 60 países a
nivel mundial (de los cuáles 17 son latinoamericanos)".

Asimismo, aclaró que "el cobro por Derechos Conexos que gestiona FONOTICA ante
CANARA y otros usuarios "no se distribuye solamente entre las compañías
discográficas transnacionales", como se ha mencionado en estos comentarios, ya
que por mandato de la Ley de Derechos de Autor y Derechos Conexos de Costa
Rica, el 50% de lo recaudado debe ser entregado por FONOTICA "a los Intérpretes
y Ejecutantes Musicales", representados por nuestra asociación, como
remuneración justa y equitativa por el trabajo que estos realizan".

"Debe considerarse también que FONOTICA no sólo representa a los productores


discográficos extranjeros, también representa a todos los productores discográficos
costarricenses que deseen asociarse a esta entidad, como así lo están haciendo en
este momento las compañías discográficas costarricenses Papaya Music y La Butaca
Producciones".

No se trata de un impuesto

La Asociación también aclaró que no se trata del combro de un impuesto.

"El cobro que se gestiona no es un impuesto: es la justa retribución económica que


los creadores, los intérpretes y los productores fonográficos deben recibir de parte
de quienes explotan comercialmente su música y sus discos, así reconocida por la
normativa nacional e internacional", apuntó.

"Se le ha hecho creer a la opinión pública que de ahora en adelante todos vamos a
tener que pagar por escuchar música y esto es * incorrecto.Sólo deben pagar
quienes utilicen la música para conseguir un beneficio o ventaja económica.
Queremos dejar claro que esta remuneración que la ley otorga a los intérpretes y
ejecutantes musicales, tal y como se menciona en el comentario de Panorama del
día 18 de marzo del 2009, nunca se ha llevado a cabo, salvo en algunos bares,
restaurantes y hoteles", puntualizó

En la música también hay disputas por derechos de autor

CANARA se sacude por sumas exhorbitantes que cobran transnacionales y


músicos nacionales quieren su tajada...

Geovanny Jiménez S, Culturacr.net., febrero de 2009, San José, Costa Rica

Aunque CANARA dice estar conciente de que los autores de música deben recibir el
pago por derechos de autor, afirman que "no podemos pagar las sumas abusivas
que exigen las transnacionales de la música", en su campaña por televisión.

En este caso, como en el de los libros, la situación ahora se ha intensificado


después de la aprobación del Tratado de Libre Comercio con Centroamérica, EE.UU.
y República Dominicana.

En el capítulo 15 de este acuerdo comercial que tiene consecuencias en la sociedad,


los derechos de propiedad intelectual y derechos de autor están defendidos para las
transnacionales y productoras de obra intelectual, artística y comercial, como es el
caso de los libros, la música, los medicamentos y muchos más.

Para el músico Gerardo Soto "esto no es mas que publicidad engañosa, y es un


poco dificil expresarlo siendo uno músico, pues se arriesga a que se le cierren las
puertas, pero quiero aclararlo".

Según Soto los derechos de autor no son nada nuevo en el país ni se deben al TLC,
sino a leyes y convenios previos como "Convenio de Roma, el Convenio de
Fonogramas, Tratados de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual sobre
Interpretación o Ejecución y Fonogramas (WPPT) y el Acuerdo sobre los aspectos de
los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC))" que
datan desde 1982.
Los difusores de la obra intelectual, como las emisoras de radio, se encuentran
ahora en el dilema de recibir presiones y cobros que llaman "abusivos". Por otra
parte, los libros se encuentran con el tema del fotocopiado para fines didácticos.

En el caso de la música "lo cierto es que a los que se les esta cobrando el canon es
a aquellos que LUCRAN de la música", afirmó Gerardo Soto.

La Asociación de Nacional de Intérpretes y Ejecutantes Musicales de Costa Rica


aclaró que "el cobro por Derechos Conexos que gestiona FONOTICA ante CANARA y
otros usuarios 'no se distribuye solamente entre las compañías discográficas
transnacionales', como se ha mencionado en estos comentarios (en la campaña
publicitaria televisiva), ya que por mandato de la Ley de Derechos de Autor y
Derechos Conexos de Costa Rica, el 50% de lo recaudado debe ser entregado por
FONOTICA "a los Intérpretes y Ejecutantes Musicales", representados por nuestra
asociación, como remuneración justa y equitativa por el trabajo que estos realizan".

Según informaron FONOTICA no solo representa intereses de transnacionales, sino


también de compositores nacionales que deseen aliarse a esta entidad "como así lo
están haciendo en este momento las compañías discográficas costarricenses Papaya
Music y La Butaca Producciones (del artista costarricense Arnoldo Castillo)".

No obstante, la campaña televisiva insiste en decir que los cobros son abusivos a
favor de transnacionales de la música.

Por otra parte, el comunicado de prensa de la Asociación intenta desmentir la


campaña de CANARA porque "se le ha hecho creer a la opinión pública que de
ahora en adelante todos vamos a tener que pagar por escuchar música y esto es
incorrecto. Sólo deben pagar quienes utilicen la música para conseguir un beneficio
o ventaja económica", aclararon.

Mientras la Cámara del Libro libra su propia batalla para salvar al libro de la
amenaza que Ramón Mena -de la Librería Francesa- ha llamado fotocopilla, la
Asociación de Intérpretes ahora libra su batalla contra CANARA, la Cámara Nacional
de Radio que aglomera una buena parte de los difusores del dial costarricense.

Cada entidad defiende sus intereses con las leyes de derechos de autor y propiedad
intelectual, que ahora adquieren mayor vigencia desde la aprobación del TLC,
aunque ya Costa Rica tenía su propia Ley de Derechos de Autor y derechos conexos
(Ley No. 6683).

Pareciera que mucho de esto será dilucidado en los tribunales correspondientes,


mientras que en San José la piratería de discos abunda en cada esquina. "A pesar
de que este es un derecho legítimo y se trató de negociar con las emisoras al
respecto, después de más de DOS AÑOS, se tuvo que ir al medio legal pues no se
pudo llegar a un acuerdo", afirmó el músico Soto en una amplia nota escrita en su
Facebook.

"Además les cuento, que esto mismo está pasando con las televisoras nacionales,
las cuales cobran millones de colones en publicidad. Con ellos tampoco se pudo
llegar a un acuerdo, y ahora pues se tuvo que pasar al medio legal", amplió. "Triste,
mientras tanto en otros mas de 60 paises estos derechos se respetan sin mayor
problema", concluyó.

El tema tiene opiniones encontradas y a muchos corazones con opiniones divididas.


Incluso hay gente que se encuentra en un dilema emocional con el tema: por un
lado el derecho al conocimiento y la creación por parte de la mayoría y por otro el
derecho del autor a ganar y vivir de su obra.

RECOLECCION
VIRTUAL DE
FIRMAS

Las disqueras multinacionales pretenden


que las emisoras de radio, la televisión,
los hoteles, los restaurantes, centros
comerciales y hasta a usted mismo,
tengamos que pagar por escuchar
música.

Participe en nuestra recolección de


firmas virtual y defendamos nuestro
derecho a escuchar música.

No permitamos los cobros abusivos,


defendamos la música y nuestro derecho
a escucharla

sociación de disqueras pretende pago del 3% de los ingresos brutos mensuales de cada
empresa que

programe canciones

Disqueras cobrarán a radios por poner música

• Empresarios prevén cierre de algunas radioemisoras; dos ya enfrentan demandas

• Medida también obligaría a cobrar por música en bares, hoteles e incluso en fiestas
privadas y matrimonios

Yessenia Garita

ygarita@larepublica.net

La relación entre música y radio es tan estrecha que difícilmente una persona podría
hacerse una idea de cómo sería el medio sin la existencia de canciones.

En los espacios informativos, en las tertulias, en los anuncios, siempre hay un lugar para
la música. Sinembargo, esto podría cambiar.

Esto por cuanto la Asociación Costarricense de la Industria Fonográfica y Afines


(Fonotica), que agrupa a casas disqueras como Sony Music, Universal Music, Dideca,
NMI, DDM, pretende cobrar un 3% de los ingresos brutos mensuales de cada
establecimiento que programe música.

La medida va más allá, pues no solo implica el cobro a las radioemisoras. También toca
a bares, restaurantes, salones de baile, discotecas, hoteles, estadios, plazas de toros, e
incluso hasta fiestas privadas de cumpleaños y matrimonios.

Todos estos lugares donde se programe música deberán cancelar un monto por
difundirla, al amparo de los artículos 82 y 83 de la Ley de Derechos de Autor y
Conexos.

Esto ha provocado la molestia de los dueños de las radioemisoras y locales que


programan música, quienes emprendieron una campaña para defender el derecho a
seguir programando sin pagar por ello o de lo contrario, dejarán de transmitirla del todo.

Incluso, están lanzando cuñas radiales advirtiendo acerca de la situación que están
viviendo e informando a la población de la eventual necesidad de suspender las
transmisiones de música.

Para los radiodifusores es una situación confusa, pues alegan que incluso las casas
disqueras tienen promotores, los cuales acuden en busca de ayuda para promover cada
lanzamiento musical.

“Cuando hay un lanzamiento, los promotores acuden a la radio para darlo a conocer.
Incluso, en ocasiones se cuenta con la participación de los mismos artistas, quienes son
los autorizados para la difusión de la sobras. Ahora, basándose en la ley de derechos de
autor pretenden cobrar un porcentaje por difundir esa música”, dijo Luis Enrique Ortiz,
presidente de la Cámara Nacional de Radio de Costa Rica y vocero de las cadenas
radiales.

Quien incumpla esta medida, podría exponerse a demandas y a que se le impongan


medidas cautelares, cuyo fin es el de suspender el uso total de los fonogramas (discos).

A juicio de los representantes de las emisoras, esto representaría el cierre de pequeñas


radioemisoras que transmiten mayoritariamente música.

“Si desaparece la música de la programación, habrá un automático crecimiento de


estaciones en las que lo que impera es la locución y el mercado nacional no soportaría la
competencia en una sola modalidad”, agregó Ortiz.

El cobro a los establecimientos se impone porque las productoras discográficas tienen


que entregar el 50% de lo recaudado a los artistas, intérpretes y ejecutantes.

Esto a pesar de que en el país existe la Asociación de Compositores y Autores Musicales


de Costa Rica (ACAM), que se encarga de recaudar los dineros por concepto de
derechos de autor. Estos dineros son repartidos en beneficio de los artistas y autores
musicales.

“Ya nosotros estamos pagando por los derechos de autor a ACAM. Una cosa es poner
en regla las cosas y hacer cobros justos y racionales por el uso lucrativo de la música y
la propiedad intelectual, pero no se puede cobrar dos veces el derecho sobre lo mismo,
es decir, si se le está cobrando a una emisora el derecho de transmitir la música de un
artista, cómo se va a cobrar de nuevo a quien escuche dicha radio o la tenga puesta en su
lugar de trabajo”, dijo Raúl Quesada, gerente de Radio Columbia.

El cobro por difundir música va más allá de las emisoras radiales. Fonotica tiene tarifas
establecidas para aplicar en bares, eventos especiales, hoteles, restaurantes, aeropuertos
que programen música. 1/2

Esto es considerado por representantes de la Cámara Costarricense de Restaurantes y


Afines (CACORE) como un cobro arbitrario.

“Los negocios se ven amenazados con políticas arbitrarias, medidas que representan un
atropello para nuestros afiliados”, indicó Edgar Marín, presidente de CACORE.

A pesar de las posiciones de productores radiales y de establecimientos comerciales,


Fonotica continuará su lucha por cobrar, lo que según ellos es justo por la reproducción
de los fonogramas.

“La música es un insumo muy importante para la radio y la televisión, quienes están
lucrando con su difusión. La música les deja millonarias ganancias y es justo que los
artistas, intérpretes y ejecutantes reciban los fondos que les corresponden”, dijo Róger
Hernández, representante de Fonotica.

Dos emisoras ya fueron demandadas, a las cuales se les aplicaron medidas cautelares de
cesar por completo el uso del repertorio musical de las compañías asociadas a la
Fonotica, tanto en la radio como en Internet.

No obstante, estas emisoras (Radio Puntarenas y Columbia Stereo) apelaron las medidas
y por lo tanto continúan programando la música.

“Las canciones y vídeos son propiedad del autor, y por lo tanto, las emisoras que
programen música vieja, igual deberán pagarle a la Asociación por su uso, porque así lo
establece la ley”, puntualizó Hernández.

Derechos de
propiedad intelectual
benefician a grandes
transnacionales de la
música )SEM
universidad)
Escrito por LORNA CHACÓN (lorna.chacon@semanario.ucr.ac.cr)

Pugna entre
organizaciones evidencia “olvido” de
radioemisoras hacia los músicos
costarricenses.
Una reciente pugna entre la Cámara Nacional de Radio (CANARA) y la Asociación
Costarricense de la Industria Fonográfica y Afines (FONOTICA) por el cobro de
derechos de propiedad intelectual en la música, ha puesto en evidencia una falta de
conocimiento sobre el tema en la sociedad costarricense y la desventaja en la que
quedan los creadores nacionales frente a las transnacionales.

La pugna surge por el cobro de derechos establecidos en la Ley de Derechos de


Autor y Derechos Conexos (No. 6.683) que data de 1982, que fue reformada en
1994, así como en una serie de acuerdos internacionales suscritos por Costa Rica
como el Acuerdo de la Organización Mundial de Comercio (OMC) sobre los Aspectos
de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC).

Pese a la vigencia de esta legislación, no es sino hasta ahora cuando en Costa Rica
se comienza a realizar la gestión de estos cobros, luego de años de negociaciones
infructuosas entre las partes afectadas, pues éstas no lograron ponerse de acuerdo
en el monto que debería pagarse por estos derechos.
¿Quiénes son las partes involucradas? En este caso son los sellos disqueros (que
representan a los artistas) y los usuarios (radioemisoras, canales de television,
hoteles, restaurantes y bares) que lucran con esta difusión.
El esquema se reproduce de forma similar en el caso de obras literarias con las
grandes editoriales y en el resto de obras artísticas con empresas productoras.

Pero ¿qué son derechos de autor y qué son derechos conexos? ¿Cómo se cobran y
cómo se reparten?
Mario Campos, director general de la Asociación de Compositores y Autores
Musicales de Costa Rica (ACAM) explicó a UNIVERSIDAD que el derecho de autor
“protege las creaciones de los compositores, autores y editores de obras literarias y
artísticas”.

El derecho de autor se divide en dos partes. El moral, que lo lo ejercita directamente


el autor y tiene que ver con la paternidad que tiene éste sobre su creación; y el
derecho patrimonial, el cual se trata de un derecho económico que lo puede ejercitar
el autor mismo (gestión individual), o bien darlo en administración a una entidad
que lo represente, no solamente a él, sino a una comunidad autoral, nacional e
internacional (gestión colectiva).
Por esa razón, surgen las entidades de gestión colectiva de derechos de autor y
conexos como es el caso de ACAM, la cual recauda el derecho de autor en Costa
Rica, tanto en nombre de sus 1.600 compositores, autores y editores (titulares de
derechos) afiliados y, además, tutela los derechos de más de tres millones de
titulares afiliados a entidades similares en el mundo, a las cuales ACAM representa
en el país.

Por otra parte, los titulares de derechos conexos (productores de


fonogramas (CD, DVD musical, o cualquier otro soporte que contenga música
grabada), artistas, intérpretes o ejecutantes y organismos de radiodifusión), se
agrupan en entidades de gestión que les representan de manera similar a los
organismos de derecho de autor.

En el caso de los productores y los intérpretes, éstos perciben sus derechos cada
vez que un fonograma es ejecutado públicamente, en sitios tales como bares,
discotecas, la radio o la televisión.
En el caso de Costa Rica, se creó una especie de “ventanilla única” (para que una
sola entidad recaude todos los derechos) que es FONOTICA, la cual representa a los
grandes sellos disqueros: EMI Group, Sony BMG Music Entertainment, Universal
Music Group y Warner Music Group.

Los sellos disqueros nacionales aún no han logrado ser parte de FONOTICA aunque
han solicitado su ingreso (Ver recuadro “Músicos nacionales en el olvido”).

De acuerdo con la ley, un 50% del dinero recaudado por los derechos conexos por
parte de estas productoras discográficas deben entregarse a los artistas e
intérpretes a través de su entidad de gestión colectiva, que en Costa Rica es la
Asociación de Intérpretes y Ejecutantes Musicales (AIE).

FONOTICA le encomendó a ACAM la gestión de los derechos conexos en los


establecimientos denominados usuarios generales y se reservó la gestión de
derechos frente a “grandes usuarios”, como son las radioemisoras, los canales de
television, los hoteles y los proveedores de contenidos digitales en Internet.

Y es con los “grandes usuarios” con quienes se inició la disputa, pues éstos se
niegan a pagar las tarifas que FONOTICA quiere cobrarles con base en la Ley 6.683.
Cabe destacar que estos sellos no cobraban los derechos conexos a los medios
porque, a cambio, obtenían publicidad gratuita para sus artistas internacionales.

CANARA PEGÓ EL GRITO AL CIELO

El Juzgado Tercero Civil de Mayor Cuantía San José condenó la semana pasada a la
radioemisora Columbia Estéreo y a Radio Puntarenas a no programar música de los
afiliados a FONOTICA por no pagar los respectivos derechos.
De acuerdo con la ley, una radioemisora comercial debe pagarle a FONOTICA el 3%
sobre los ingresos mensuales por venta de publicidad. En caso de radioemisoras
que no tienen ingresos por venta de publicidad, éstas se clasifican en tres
categorías, las cuales deben pagar un monto mensual que oscila entre 20 y 40
salarios mínimos.

Por otra parte, las discotecas, los bares, hoteles y restaurantes tienen que pagar de
acuerdo con la capacidad del establecimiento, pero una fiesta privada o una emisora
cultural que no lucre con la música, no debe pagar.
Al conocer el fallo del juzgado, CANARA comenzó con una agresiva campaña a
través de su programa diario “Panorama” en la que confundió a la opinion publica
cuando afirmó que este conflicto se daba “con ocasión de la entrada en vigencia del
Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos”.

En su editorial del pasado 17 de marzo, CANARA afirmó que “cinco multimillonarias


empresas” haciendo “mancuerna común a sus intereses, han venido al país a
decirnos: o pagan lo que nos dé la gana…o se callan”.
CANARA, que curiosamente fue una de las principales defensoras del TLC con
Estados Unidos, calificó a los miembros de FONOTICA de los “Walker” del momento.

UNIVERSIDAD solicitó desde el 18 de marzo pasado una entrevista con algún


representante de CANARA, pero el director ejecutivo, Juan Sepúlveda, dijo que el
presidente de la entidad, Luis Ortiz, únicamente se referiría al tema por escrito, lo
cual no sucedió antes del cierre de edición (lunes 23 de marzo).

SIN LOGRAR NEGOCIACIÓN

El gerente general de FONOTICA, Róger Hernández, dijo a UNIVERSIDAD que el


objetivo de esa entidad “es la recaudación del derecho conexo, el cual se cobra
desde hace tres años y medio en diferentes lugares bares, cantinas y restaurantes”.

Hernández dijo que en esa época se realizó una primera mesa de trabajo con los
grandes usuarios como los canales de televisión, las radios y las cableras, pero “no
se logró nada y ellos han ido ganando tiempo”.
“Hace 14 meses se formó una segunda mesa de trabajo con CANARA y tampoco se
llegó a ningún acuerdo, por lo que no hubo más remedio que acudir a los tribunales
de justicia, donde se nos dio la razón”, explicó.

Agregó que comenzaron con las radioemisoras Columbia Estéreo y Puntarenas, y


seguirán con “todas las demás”.
Por su parte, Dennis Solera, vocero de la Asociación de Intérpretes y Ejecutantes
Musica (AIE), reconoció que efectivamente FONOTICA lleva varios años negociando
con las radioemisoras “y no han llegado a un arreglo”.
“La posición de AIE Costa Rica es muy clara: la defensa de los derechos de
propiedad intelectual que ostentan nuestros asociados, intérpretes y ejecutantes, y
los derechos en general que están en esos tratados internacionales y en la ley”, dijo
Solera.

El vocero de AIE abogó porque “las partes tengan la voluntad suficiente de sentarse
y negociar para llegar a acuerdo satisfactorio”.
Solera destacó “el desconocimiento tan grande que hay en materia de propiedad
intelectual” y lamentó que CANARA haga alusión al TLC cuando en realidad no tiene
relación directa con este tema pues la legislación existía desde mucho antes.
Solera dijo que quienes deben pagar por la explotación comercial de la música son
quienes lucren con ella y, en ese sentido, recordó que muchas radioemisoras y
canales de televisión costarricenses reciben altos ingresos por facturación de
publicidad, pero se niegan a pagar derechos establecidos por ley.

Músicos en el olvido
Varios artistas costarricenses coinciden en que en esta disputa entre CANARA y
FONOTICA quienes menos se benefician son los artistas nacionales.
Toda la campaña de CANARA se fundamenta en contra de las transnacionales de la
música, pero esa posición resulta muy curiosa si se toma en cuenta que las
emisoras nacionales otorgan menos del 15% de su programación a las producciones
costarricenses.

Papaya sin respuesta

Papaya Music solicitó la inscripción a FONOTICA desde hace más de un año, y aún
no ha obtenido una respuesta formal.
Si las cosas no cambian, lo que va a pasar es que FONOTICA va a terminar
cobrando los derechos y a los productores nacionales no les va a tocar “ni un
centavo”.
Si las disqueras no tuvieran tanto poder en este país, habría una industria
discográfica más pujante.

Francisco Murillo, cantautor

Desgraciadamente, estamos viendo un sistema de recolección y cobro para las


grandes discográficas.
Por eso, hasta que nosotros no desarrollemos una industria local de la música no
nos vamos a ver beneficiados y eso sólo va a cambiar cuando la música
costarricense comience a sonar en la radio.

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