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INDICE

I. INTRODUCCIÓN A LA TEORÍA DE LA INTERVENCIÓN DEL


ESTADO EN LA ECONOMÍA

II. LA ECONOMÍA SOCIAL EN LA UNIÓN EUROPEA

III. LAS SOCIEDADES COOPERATIVAS EN LA CONSTITUCIÓN


ESPAÑOLA.

IV. JUSTIFICACIONES DOCTRINALES DEL PROTECCIONISMO


FISCAL Y FINANCIERO A LAS SOCIEDADES COOPERATIVAS

V. TRES MODELOS DE POLITICAS PÚBLICAS RELATIVAS AL


FOMENTO DE LA ECONOMÍA SOCIAL

- REINO UNIDO
- ITALIA
- ESPAÑA: COMUNIDAD AUTÓNOMA DE ANDALUCIA. EL
II PACTO ANDALUZ POR LA ECONOMÍA SOCIAL

VI. POLÍTICAS PÚBLICAS DE DESARROLLO Y PROMOCIÓN DE LA


ECONOMÍA SOCIAL EN EUSKADI

VII. ESQUEMA COMPARATIVO DE LOS DIFERENTES MODELOS


ANALIZADOS

VIII. BASES PARA UNA POLÍTICA ESTRATÉGICA DE FOMENTO DE LA


ECONOMÍA SOCIAL

2
-I-

INTRODUCCIÓN A LA TEORÍA DE LA INTERVENCIÓN DEL ESTADO EN LA


ECONOMÍA.

El origen del Estado1, tal y como lo entendemos hoy en día y cuyo nacimiento
es unánime que fue en el siglo XVIII, lo podemos fundamentar sin duda en el
desarrollo comercial regional e internacional y en la búsqueda de una
normativa que garantizase la posición de determinados comerciantes y
pequeña burguesía.

La intervención directa del Estado en la economía se concreta en el paso que


se produce de una política de subsistencia a una de intercambio comercial y en
la necesidad de atención precisamente a los intereses de aquellos
comerciantes, con criterios básicamente proteccionistas, pero con el sesgo de
servir tan sólo a los intereses de los mismos.

Según se va elaborando la teoría liberal se promueve el mercado como la


solución más eficiente, entendiéndose al mismo tiempo que la intervención del
Estado es fundamental en el propio desarrollo del capitalismo, pero además
pronto se convertiría esa intervención también en freno de posibles
revoluciones2.

Pero esta intervención del Estado a la que nos referimos, y frente a lo que se
pueda pensar, se ha dado prácticamente desde la aparición en cuanto
organización social máxima de éste. Ya en la antigua Grecia, los Imperios
Romano y Vizantino tenían un Estado interventor, lo mismo en la Edad Media,
etc.

Esta intervención no fue buen acogida por los padres de la economía clásica y
los fisiócratas, quienes pugnaron por el “laisse faire” que implica la nula
intervención del Estado en los asuntos económicos, salvados los aspectos
necesarios para la subsistencias de la sociedad, como era para asegurar la paz
exterior e interior y la garantía de la propiedad. Sin embargo, a pesar de la
propuesta de los clásicos, el Estado tuvo que intervenir en varios aspectos de
la economía en el siglo XIX. Debido al impacto de la industrialización, los
gobiernos (el inglés en primer lugar) tuvieran que intervenir para paliar las
pésimas condiciones de trabajo de la clase obrera; la factory reform inglesa de
la década de 1830 y 1840 limitó el empleo de los niños y las horas de trabajo
diario y reguló el empleo de las mujeres, al tiempo que nombró inspectores de

Sobre el concepto de Estado no podemos olvidar que estaremos utilizando constantemente el


desarrollado por Max Weber como “aquel que tiene el monopolio del uso legítimo de la fuerza
en hacer cumplir su orden en un área geográfica concreta”.
2

Señala Laura Lamolla, del Instituto de Gobernabilidad de Barcelona que “La existencia de
amplios sectores desfavorecidos era visto por los círculos académicos conservadores con
preocupación. Los marginados y los desposeidos son los que más legitiman una acción
revolucionaria. Para evitar la revolución, de hecho el objetivo último, y que las clases más
desfavorecidas cuestionaran el sistema capitalista y propusieran sistemas alternativos como el
socialista, se comenzaron a realizar políticas intervencionistas desde el Estado.

3
fábricas; la ley de salud pública de 1848 estableció normas que permitían la
intervención del estado en este campo.

Posteriormente, con el surgimiento del Estado de Bienestar, la intervención


estatal se amplió considerablemente al campo de los seguros sociales y a la
intervención en el mercado de trabajo, aspecto este último que –sostenido hoy
en el tiempo- entendemos fundamental en lo que a esta investigación se
refiere, sobre todo de cara a la justificación de unas particulares condiciones
interventoras en el referido mercado del trabajo.

Pero fue a partir de la depresión de 1929 y de la Segunda Guerra Mundial


cuando la intervención estatal se amplió de forma importante. El
intervensionismo en las épocas de guerra y de depresión económicas amplió
las funciones del Estado y aumentó el gasto público y aunque tras la vuelta a la
paz cierno algunos gastos, nunca retornaban a su nivel previo.

En el periodo de entre guerras surgieron los controles del comercio exterior y


las intervenciones en los mercados de divisas. En ese mismo periodo se
difundió la teoría keynesiana que proponía la intervención del Estado en la
economía, a través de la política fiscal y la política monetaria, para evitar la
crisis de desempleo. Por último, en el periodo posbélico se difundió la
participación activa en pos del desarrollo económico.

Sin embargo, es solamente después de la Segunda Guerra Mundial cuando se


generaliza en Europa la convicción de que es el Estado el sujeto económico
que debe impulsar el crecimiento económico.

En Europa, tras la reconstrucción de los 50, durante los años 60 y hasta


mediados de los 70, prevaleció la llamada “agenda política socialdemócrata”.
Tal agenda, entre otras cosas pretendía:

a) El Pleno Empleo y la protección económica de los ciudadanos como


uno de los grandes objetivos del Gobierno.

b) Contrarrestar los efectos negativos del mercado como gran reto de la


sociedad.

c) La regulación estricta de la vida económica, la promoción de la


democracia industrial y la consiguiente universalización de las grandes
prestaciones y el inevitable desarrollo de las grandes burocracias del bienestar.

Pero a partir de la gran crisis económica de los setenta se ha podido observa


cómo va emergiendo la llamada “agenda neoliberal”, la cual, y frente a la
anterior, supone:

a) Mercado abierto y competitivo.

b) La concepción de que los mayores fallos a los que se enfrenta la


sociedad no son fallos del mercado sino del propio Estado.

4
c) Las principales políticas en el orden económico consisten en
privatizaciones, desregulaciones, reducciones de cargas fiscales y sociales,
flexibilización del mercado de trabajo y reducción o limitación de las
prestaciones sociales.

Por tanto, y resumiendo las dos posturas, nos encontramos con una doble
corriente: por un lado el pensamiento liberal que promueve el mercado como
dinamizador de los flujos económicos obviando cualquier intervención de los
poderes públicos en el mismo, y por otro, el pensamiento socialdemócrata que
entiende la intervención del Estado como correctora de los desajustes del
propio mercado.

El siglo XX ha supuesto el fortalecimiento y definitivo asentamiento del


capitalismo y de la economía de mercado, lo que a todas luces no puede ni
debe significar, así lo creemos, un rechazo de la intervención del Estado para
paliar los desajustes del sistema en la búsqueda de igualdad de oportunidades
al objeto de que el sistema sea más equitativo, todo ello, claro está, en el
marco de la citada economía de mercado. Es más, pensamos que la presencia
económica y social de un aparato burocrático, fuerte, centralizado y social es
un elemento constitutivo básico en la modernización capitalista, cuyas políticas
estatales han afectado los mecanismos, modalidades y tasas de acumulación
de capital, y los mecanismos de distribución de los frutos del progreso técnico
contenido en la industria.

Si bien no podemos olvidar, incluso también desde una óptica socialdemócrata,


que los fallos del mercado por sí mismos no justifican una acción pública, es
preciso analizar cómo se comporta el Estado al realizar el papel que se le ha
atribuido3.

Pero la intervención del Estado presenta unas causas, algunas ya adelantadas,


y unos objetivos que hemos necesariamente que referenciar y recopilar de
forma conclusiva. Así, entre las primeras diremos que la formación y
organización de estos mercados necesitaban de un fuerte apuntalamiento
normativo para funcionar en forma adecuada. Desde la perspectiva del sistema
es importante la rentabilidad, pero sobre todo crear las condiciones que la
estabilicen a través de la construcción de una infraestructura básica, de ahí la
necesidad del Estado. Por lo tanto, se requiere de una instancia dotada de
capacidad para organizar como un "actor colectivo" el sistema de relaciones
económicas. Y, por último, no podemos olvidar que los mecanismos por si solos
acentúan la desigualdad y por ello requieren de intervenciones normativas que
contrarresten esas tendencias que pueden hacer peligrar la continuidad del
desarrollo.

En lo que hace referencia a los segundos -esto es, a los objetivos- el Estado se
nos debe de presentar –o lo debemos construir- como gerente social de la
igualdad de oportunidades, creando la estructura económica de una sociedad
de bienestar que proporciona educación, sanidad, protección y reparto del
trabajo.

3
BUCHANAN, James M. “Economía Constitucional”, Madrid, 1.993.

5
Por otro lado, el Estado debe poner orden en la economía y significar un
agente de cambio social y transformación económica. Para ello requiere de un
aparato burocrático que funcione fluidamente. Así mismo, y entre uno de los
objetivos primordiales de la intervención estatal, no podemos obviar el apoyo a
las inversiones privadas y a la creación de infraestructura asumiendo los
riesgos y promoviendo nuevas áreas de inversión, más si cabe en lo que a los
proyectos participativos y generadores de valores para todo el sistema como
son los provenientes de las empresas de la economía social. Es esta
dinamización de la participación de diversos grupos sociales en el desarrollo,
mediante la elaboración de la política económica en la cual se relacionen
aspectos políticos y económicos, la que nos interesa especialmente en este
trabajo. Para ello, los poderes públicos, deben aprobar objetivos, aplicando
instrumentos, organizando instituciones, evaluando las acciones aplicadas, y
estableciendo compromisos entre diferentes grupos sociales para procurar el
equilibrio.

De esta forma, y sin ánimo de polemizar, diremos que parece clara la idea de
que, en un régimen democrático, el Estado debería contribuir a impulsar
procesos sociales, donde lo democrático está en la toma de decisiones, en el
ejercicio del poder y en la gestión de las relaciones sociales, todo ello, ya nos
adelantamos, aspectos que encontramos en las empresas de la economía
social en general y en las sociedades cooperativas en particular. Son los
poderes públicos los que organicen las condiciones bajo las cuales los
ciudadanos –y las empresas por ellos constituidas-, en su calidad de entes
privados efectúan intercambios dando sustento al proceso productivo destinado
a la satisfacción de las necesidades sociales.

Incidiendo en esta cuestión, diremos que para conseguir una sociedad más
equilibrada y justa, y en ocasiones para acceder a equilibrios económicos
eficientes, es necesaria la cooperación social y no la actuación de los agentes
económicos según sus intereses individuales. El Estado puede justificarse
como la Institución que garantiza los comportamientos cooperativos o altruistas
de los agentes económicos, en contraposición al mercado que haría lo propio
exclusivamente con los intereses egoístas 4.

En la teoría económica, el surgimiento y consolidación del Estado de Bienestar


se explica a través del sistema keynesiano. Keynes inicia su análisis a partir de
la constatación de que el desequilibrio del sistema, en época de crisis, no
puede ser superado por los mecanismos autorreguladores del mercado. Por
tanto la situación de un pleno uso de los factores productivos es virtualmente
imposible. En las economías de mercado disminuyen los estímulos de inversión
y la propensión al consumo, con lo que se determina una reducción de la
demanda global y, por ende, se origina la falta de oportunidades con respecto a
la utilización plena de los factores productivos. De esta manera el Estado, a
través de las autoridades gubernamentales, se compromete
programáticamente a mantener en límites aceptables las secuelas funcionales
del mercado.

LASHERAS, M.A. Prólogo a la edición española del libro de Joseph E.Stiglitz “The Economic
Role of the State” Madrid, 1.993

6
Es este espíritu el que debe servir de base para un amplio consenso a nivel
internacional sobre una nueva división de roles y de responsabilidades entre el
Estado y la sociedad civil, nuevo espacio en el que, por lo menos en la Europa
occidental, las pequeñas y medianas empresas están llamadas a liderar la
capacidad emprendedora y a localizar en su seno a la mayoría de los empleos.
Esta intervención a la que venimos haciendo referencia deberá: Mejorar la
calidad y la disponibilidad de los recursos de uso general para el negocio,
Crear un sistema de reglas e incentivos que fomente el progreso, Facilitar el
proceso por el que las agrupaciones se desarrollan ya que estas son el motor
del desarrollo económico, sin olvidar que es preciso crear y divulgar una clara
visión económica para el país.

La planificación que hoy hacen los poderes públicos en una economía


globalizada5, surge como una actividad estatal que tiene como objetivo
fundamental la centralización y ordenación de una variada y extensa
intervención de carácter coyuntural en la economía que el Estado ha ido
acumulando. Así mismo, sirve de complemento del mercado, a fin de asegurar
las condiciones generales al mercado, asegurando las condiciones generales
del equilibrio y, por último, busca atenuar los efectos negativos derivados de la
distribución polarizada de los ingresos6.

5
No podemos obviar, siquiera brevemente, a la globalización como una fase más en la historia
económica y cómo el Estado y su vocación interventora debe de redituarse en esa nueva
realidad. Así, la globalización puede definirse como la fase en que se encuentra el capitalismo a
nivel mundial, caracterizada por la eliminación de las fronteras económicas que impiden la libre
circulación de bienes servicios y, fundamentalmente, de capitales. Algunas características de la
globalización que podemos resumir son la intensificación de la competencia mundial por los
mercados nacionales (macrocompetencia sustentada en la productividad); el aumento en el
volumen y valor del comercio mundial de bienes y servicios –particularmente de servicios
financieros -; la creciente parcialización del proceso productivo en economías de escala y
alcance, principalmente en las zonas económicas especiales; crecientes flujos de migración
internacional, la aceleración de los flujos de capitales entre los países del orbe; la revolución de
las telecomunicaciones y el avance científico y tecnológico de las economías desarrolladas y
las grandes corporaciones transnacionales.

6
Sobre la Intervención del Estado en la Economía hay una gran bibliografía. Tan sólo
enunciaremos, a título enunciativo, alguna con la que hemos trabajado. Así, nos ha parecido
especialmente ilustrativo el Curso de Planificación para el Desarrollo realizadas por el Profesor
Jaime Ramírez Faúndez del Departamento de Administración de la Universidad Autónoma de
México (referenciado por el también profesor de la citada Universidad Hidalgo Páez Héctor
Hernán), así como importantes autores de la literatura económica como: Arthur Andersen “La
privatización como alternativa”, José Ayala Espino, “Estado y Desarrollo”, Gilberto Calderón
"Notas sobre la globalización y su impacto en la economía y la sociedad", Juan Gonzáles
García y José Guadalupe Vargas Hernández "Estado y Globalización: las tareas pendientes",
así como Michael Kalecki “Estudios sobre la teoría de los ciclos económicos”.

Por último, no podemos dejar de citar autores de relieve histórico como Marx y Keynes,
referencia constante en cualquier estudio económico.

7
-II-

LA ECONOMÍA SOCIAL EN LA UNIÓN EUROPEA

INTRODUCCIÓN: LA UNIÓN EUROPEA COMO MARCO DE ACTUACIÓN

Antes de adentrarnos en los esquemas de formulación y elaboración de las


políticas públicas orientadas a la economía social y el cooperativismo en la
Unión Europea es necesario tener claro qué significa la propia Unión en
términos de marco de actuación. Esta consideración previa tiene una
importancia esencial, por varias razones: primero, no hay una única concepción
sobre la naturaleza política e institucional de la Unión Europea; segundo, es
impresdindible tener unas nociones mínimas sobre la organización política,
más cuando su naturaleza no es unívoca, para entender posteriormente cómo
funciona el proceso de formulación y elaboración de políticas públicas; y
tercero, la estructura política e institucional europea está sujeta a continuas
reformas que redimensionan su propio marco de actuación.

1. CÓMO ENTENDER LA UNIÓN EUROPEA

Siguiendo el planteamiento de Torreblanca (2000), existen por lo menos tres


marcos téoricos distintos a partir de los cuales se conceptualiza la actuación
política de la Unión Europea.

1.1 La Unión Europea como organización internacional

Según esta concepción la Unión sería el resultado de la voluntad de unos


estados soberanos de crear un organismo común para gestionar más
eficazmente las interdependencias económicas y los intereses comunes en
términos de seguridad. Pero, a diferencia de una entidad federal, no se daría
una delegación de soberanía, sino que la Unión actuaría como un espacio
político de soberanía compartida. Sus competencias sólo se extenderían a
aquellos ámbitos en los que los estados miembros creyeran obtener beneficios
tanto individual como colectivamente, y el resto de las áreas y competencias
permanecerían sujetas a los poderes nacionales. Es decir, sobre todo,
primarían los acuerdos pragmáticos más que una voluntad política inequívoca
de crear un sistema político supranacional.

De cara a la formulación y elaboración de políticas públicas, la principal


implicación de este esquema conceptual donde los estados nacionales son los
principales artífices y protagonistas del proceso político es que:

El estudio de la toma de decisiones se centra en los Gobiernos más que en las


instituciones europeas. La Comisión y el Parlamento europeo quedan en un
segundo plano, porque básicamente son los gobiernos de los veintisiete países
miembros los se discuten y acuerdan los contenidos, tipos y alcances de las
políticas a implementar.

8
1.2 La Unión Europea como sistema político

Según esta concepción la Unión, aunque con rasgos muy particulares, no deja
de ser un sistema político. La Unión Europea dispone y ejerce unos poderes
similares a los de un Estado nacional (ejecutivo, judicial, y legislativo), cuenta
con un sistema de organización territorial de carácter federal y aspira a tener
unas normas de carácter constitucional (en proceso de ratificación y/o reforma).

Este esquema se desdobla en dos enfoques de estudio, hasta cierto


complementarios, donde el primero incide más en los aspectos institucionales y
el segundo en los procesales.

Dentro de la visión institucionalista, los principales actores serían la Comisión


Europea, el Parlamento europeo, el Consejo de Ministros y el Tribunal de
Justicia.

En la visión procesual, además de los actores institucionales, se presta


atención a todos aquellos que forman parte en el proceso de agregación y
negociación de intereses socio-económicos a nivel europeo. Es decir,
sindicatos, patronales, consumidores, productores, etc. Bajo este punto de
vista, cobra especial importancia el espacio político donde los diferentes
intereses en liza entran en juego, y por esa razón, se subraya el papel de los
grupos de interés.

1.3 La Unión Europea como una nueva forma de dominación

Según esta concepción la Unión Europea sería mucho más que una
organización internacional7 y algo muy distinto de un sistema político de
acuerdo con su referente empírico principal que es el Estado nacional 8. La
Unión sería algo nuevo, un modelo organizativo sui generis, que cuenta con:

- instituciones supranacionales comunes que aplican criterios de


actuación distintos según las áreas funcionales. En una materias se establecen
políticas de integración, en otras de coordinación, etc.;
- con niveles competenciales dispares según esas mismas áreas
funcionales;
- que no afectan igualmente a todos los miembros (claúsulas de
integración y exclusión);
- sumamente flexible y dinámica en cuanto al número de miembros;
- y, sometida a continuos procesos de reforma institucional;

En esta concepción la Unión Europea se distinguiría por su dinamicidad,


heterogeneidad y apertura. Dentro de este esquema innovador existen distintas
corrientes algunas de las cuales se refieren a la Unión Europea como “cuarto

7
El derecho comunitario tiene primacía sobre las leyes nacionales, cuestión que no se da en
los organismos internacionales. Igualmente los organismos internacionales se rigen por la
unanimidad y el derecho de veto, y no por el principio de mayoría como en muchos ámbitos
europeos.
8
Más un Estado se asemeja a una Unión de Estados, donde la legitimidad democrática reside
en los estados mimebros y no en la Unión. Renuncia al uso de la fuerza, etc.

9
poder” o como “Estado regulador” en su acepción neoliberal de intervención
mínima.

En síntesis, estas distintas perspectivas de aproximación y análisis a la realidad


europea nos sitúan en un marco de actuación cuando menos complejo, abierto,
fragmentado y cambiante.

“La confluencia de esta pluralidad, que algunos califican de “anarquía


organizada” (Meny et al, 1996), con un diseño institucional deliberadamente
abierto y ambiguo en cuanto a sus finalidad política ha permitido afirmar:
primero, que independientemente de la configuración institucional final de la
Unión Europea, no será posible identificar un modo único de elaboración de
políticas; segundo, que dichos modos serán siempre más flexibles,
heterogéneos y específicos que los observados en las arenas nacionales y que
en poco se parecerán a ellos; tercero, que la implementación de las políticas
europeas seguirá teniendo lugar en los niveles nacional y sub-nacional, lo que
presupone una debilidad estructural del nivel superior; y cuarto, que la
“comitología” (término que se refiere a la proliferación de comités consultivos,
de gestión e implementación en la UE) seguirá dominando el proceso de
formación de políticas manteniéndose, por tanto, el carácter consensual,
expertocrático y opaco del proceso (Schmitter, 1996: 34-6)”.

Ello significa que no exista un patrón único de formulación de políticas públicas,


ni siquiera en el ámbito de la actividad económica. Al contrario, lo que
prevalece es una pluralidad de métodos y formas de intervención, y por tanto,
de articulación de los actores involucrados —desde instituciones
supranacionales, agencias reguladoras, gobiernos nacionales, agentes
privados, burocracias, hasta comités de expertos— también varía
sustancialmente de un caso a otro. Algunos casos prácticos pueden ser de
utilidad para ilustrar esta realidad.

En la formulación y definición de la políticas agrícolas —ámbito con


competencias exclusivas a favor la Unión Europea— la importancia de las
instituciones supranacionales es muy remarcable.

En las políticas de empleo, sin embargo, lo que prevalece es un modelo de


coordinación entre los poderes nacionales y los poderes supranacionales o
comunitarios, de tal manera que, la formulación de las políticas públicas se
concreta básicamente en términos de objetivos comunes a compartir por todos
los estados miembros. Bajo esta lógica, en la actuación pública europea en
materia de empleo cobra cierta relevancia la definición de normas y
estándares.

A su vez, en las políticas económicas vinculadas con el mercado interno y la


libre circulación de bienes, donde predomina el esquema regulador, una parte
importante de la formulación de las políticas públicas descansa en el desarrollo
de legislaciones marco.

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Modos de formulación de políticas públicas en la UE

Principio Actores Área de


organizativo principales aplicación
Comunitario Instituciones
Supranacional Política agrícola
comunitarias
Regulador Comités de
expertos,
Tecnocrático Mercado único
burócratas y
jueces
Multinivel Comisión
Política
Redistributivo Europea
estructural
Regiones
Coordinación Administraciones Empleo y
Estandarización
públicas Política social
Intergubernamental Política exterior y
de seguridad,
Cooperación Gobiernos
asuntos de
justicia e interior
Fuente: Torreblanca, J.I (2000)

Las dificultades para analizar de forma integral la formulación de políticas


públicas se reflejan claramente a la hora de revisar aquellas que tienen algún
efecto en la Economía Social y el cooperativismo dado que éstas se extienden
a múltiples áreas funcionales. Es decir, de forma transversal, los Planes y
Programas de las Direcciones Generales de Empresa, Mercado interno,
Innovación, Competencia, Educación, Empleo, etc., de la Comisión Europea
son susceptibles de ser observados bajo el prisma de las Cooperativas y la
Economía Social.

2. LAS POLÍTICAS PÚBLICAS EN EL ÁMBITO DE LA ECONOMÍA

Acabamos de señalar que en a efectos de este trabajo nos interesan todas


aquellas políticas que tienen algún efecto en la Economía Social y el
cooperativismo. Por tanto, aunque se trate de un lugar común, tal vez, no esté
de más anotar que nos estamos refiriendo a la economía en un sentido amplio,
que abarcaría el:

- Conjunto de la Política Económica que incide la gestión del empleo.

- La política fiscal.
- La política de seguridad social, cuotas prestaciones de desempleo, etc.
- Las políticas de ayudas públicas/subvenciones para nuevas actividades,
contratación de trabajadores, creación de cooperativas, etc.
- Las políticas de formación de los trabajadores y parados.
- Las políticas de intermediación en el mercado de trabajo, agencias
públicas de empleo, etc.

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- Conjunto de Políticas Públicas directamente vinculadas con la Política
Económica:
- Política monetaria
- Política fiscal
- Política industrial/sectorial
- Política de investigación y desarrollo

- Conjunto de Políticas Públicas indirectamente vinculadas con la Economía:

- Política de infraestructuras
- Política de telecomunicaciones
- Política educativa, universitaria y de formación profesional, etc.

A la luz de lo que hemos comentado en el epígrafe anterior, a la hora de pensar


este conjunto de políticas en el marco de la Unión Europea no sólo hay que
tener muy en cuenta la divergencia en los niveles de competencia de las
instituciones comunitarias en éstos ámbitos (ciertas competencias, como la
política fiscal, permanecen bajo el control de los Estados nacionales; otras,
como la política monetaria, están plenamente integradas en la Unión, aunque
su traslado se realice a velocidades y ritmos diferentes), sino los distintos
prinpicios organizativos que rigen la formulación de las políticas públicas.

2.1 HERRAMIENTAS Y MEDIDAS DE POLÍTICAS PÚBLICAS

En el marco de actuación de la Unión Europea, los poderes públicos disponen


de una serie de herramientas de intervención para la consecución de los
objetivos de interés general previamente acordados. Tal y como hemos
mencionado previamente, es importante recordar que la fase de
implementación de muchas de las políticas europeas tienen lugar en los niveles
nacional y sub-nacional, lo que significa que el recorrido de las políticas
europeas pasa también por los Estados nacionales y por sus respectivas
divisiones territoriales. En todo caso, a continuación recogemos
esquemáticamente los tres tipos de medidas de intervención en la economía de
que disponen las instituciones públicas a nivel comunitario, nacional y sub-
nacional:

 Actuación normativa

Las administraciones públicas —vinculadas con los poderes ejecutivo y


legislativo— son las encargadas de establecer el marco de referencia en el cual
se desarrolla la actividad económica. Se entiende que en el contexto normativo
existen tres ejes de desarrollo:

- Objetivo regulatorio de la actividad económica: de las empresas, de


los mercados, de los trabajadores, etc.
- Objetivo garantista: encaminado a la protección de la oferta
(garantizando la libre competencia) y de la demanda (protección del
consumidor, etc.)

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- Objetivo de fomento: canalización a través de formatos normativos
del fomento de la actividad económica entre las que se incluyen las exenciones
fiscales, de seguridad social, etc.

 Medidas económicas

Las administraciones públicas son las encargadas de gestionar los fondos


públicos —principalmente, a través de subvenciones y exenciones fiscales, y
otro tipo de contribuciones— para el fomento de la actividad económica 9. Las
herramientas de las que se dota suelen ser de tres tipos:

- Medidas incentivadoras: se trata de las actuaciones encaminadas a


fomentar que algún agente haga algo concreto. Para ello, la administración
facilita fondos vía transferencia o exención fiscal. Ejemplos de ello son, las
siguientes:

1. Las políticas de innovación e internacionalización: subvenciones para la


realización de soportes, webs, catálogos, etc. con la finalidad de mejorar la
presencia de los agentes beneficiarios en los mercados.
2. Las políticas de fomento de empleo. Existen distintos tipos de
desgravaciones fiscales o de los compromisos con la seguridad social, en la
contratación general, etc.

- Medidas generadoras de condiciones necesarias: aquellas actuaciones en


las que las administraciones públicas se ocupan de establecer las condiciones
físicas sobre el que apoyar una determinada actividad. Ejemplos de ello son,
las siguientes:

1. La construcción de zonas industriales, de parques


tecnológicos, los semilleros de empresas, etc.

- Medidas facilitadoras: aquellas actuaciones en las que las


administraciones se ocupan de establecer organismos, instituciones o agentes
intermedios cuya función es, precisamente, resolver cuestiones intermedias en
el desarrollo del proyecto empresarial. Ejemplos de ello son:

1. Las sociedades de capital de riesgo, normalmente


coparticipadas por agentes públicos y privados, con la finalidad de contar con
una herramienta financiera que facilite la necesidad temporal de fondos de un
determinado proyecto empresarial.

2. Las sociedades de garantía recíproca, normalmente


coparticipadas por agentes públicos y privados, con la finalidad de proporcionar
avales para un determinado proyecto empresarial.

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 Provisión de bienes y servicios económicos:

Es el tercer gran eje de actuación de las administraciones públicas como


proveedor de bienes que contribuyen a la dotación económica de la sociedad
(carreteras, puertos, infraestructuras) y, a su bienestar y calidad de vida
(educación, sanidad, servicios sociales), principalmente.

3. EL MARCO INSTITUCIONAL DE LA UNIÓN EUROPEA Y LA ECONOMÍA


SOCIAL

Dentro de la Unión Europea el organismo más relevante a efectos de


formulación de políticas públicas es, sin duda, la Comisión Europea, en la
medida en que es la única institución que goza de iniciativa legislativa. Además,
como órgano ejecutivo es la responsable de gestionar y ejecutar el presupuesto
de la Unión.

Tal y como sostiene Torreblanca, la Comisión está sujeta a ciertas tensiones


contradictorias. Por un lado, como burocracia se ve en la necesidad de
mantener cierta neutralidad política; por otro lado, como plataforma política, con
iniciativa legislativa en exclusiva, actúa como un actor político con
características muy particulares; este órgano colegiado debe actuar en interés
del conjunto de la Unión, pero sus miembros no son elegidos por el electorado,
sino que son nombrados por los gobiernos nacionales, con lo que, los límites
de su margen de autonomía pueden llegar a no estar del todo claros en más de
una ocasión.

A cada Estado miembro le corresponde un comisario, lo que significa que


actualmente este órgano está compuesto por 27 miembros. El trabajo de la
Comisión está organizado por áreas departamentales, y cada una de ellas
conforma una Dirección General. Son éstas las que conciben y elaboran las
propuestas legislativas, pero para sean adoptadas deben de ser aprobadas por
los comisarios. El proceso de toma de decisiones dentro de la Comisión es por
mayoría simple.

El reconocimiento institucional de la Comisión Europea hacia la economía


social se plasma en la creación, en 1989, de la Unidad de Economía Social que
desaparece como tal con la restructuración administrativa de la Comisión en
2000.

En febrero de 1994 la Comisión aprueba un Programa Multianual (MAP) de


trabajo para cooperativas, mutuas, asociaciones y fundaciones (CMAF). Su
objetivo es desarrollar la infraestructura necesaria para que el sector tenga
acceso a Europa. Sus prioridades eran:
- realizar un acercamiento horizontal, promoviendo estudios y estableciendo un
comité consultivo.
- apoyar acciones específicas en cuatro áreas: cooperación transnacional en la
búsqueda de nuevas actividades, intercambio de información, divulgación de
innovaciones sociales y fortalecimiento del rol de la economía social.

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- mejorar las estadísticas, apoyar la formación, la investigación y el desarrollo
del sector.

Este programa de trabajo avanzó en la elaboración de Estatutos Europeos


(para cooperativas, mutuas y asociaciones), en estadísticas, en la creación del
Comité Consultivo para las CMAF y en la puesta en marcha de tres proyectos
pilotos de financiación (SOFICATRA), formación (REEN) e información
(ARIES).

En 2000, la integración de la Dirección General para Políticas de Empresa,


Comercio Distributivo, Turismo y Economía Social dentro de la DG de Empresa
hace que el área de economía social se reparta en dos departamentos
distintos. Por un lado, las cooperativas cuyo marco de referencia institucional
de la Comisión Europea será la Unidad 3B de “Cooperativas, Artesanado,
PYMES y Mutualidades” integrada dentro de la Dirección de Empresas de la
Comisión Europea desde 200010. Por otro lado, las fundaciones y las
asociaciones se reintegran dentro de la DG de Empleo y Asuntos Sociales.

Esta unidad está centrada particularmente en los aspectos empresariales de


cooperativas, y mutualidades. Francoise La Bail, directora general adjunta de la
DG de Empresa e Industria, lo señala calaramente:

“la mayoría de los actores de la economía social entran dentro de la categoría


de pequeñas y medianas empresas. Este es el motivo por el que los agentes
de la economía social han sido incluidos bajo la política de la Comisión
Europea en materia de PYMES, cuya finalidad es fomentar el espíritu
emprendedor y facilitar la labor de todo tipo de empresas pequeñas. Se
pretende de esta forma responder a las distintas necesidades de las empresas
de la economía social, se trate de empresas dedicadas al desarrollo local, al
cuidado de las personas mayores, a la asistencia de los desempleados con
miras a reintegrarlos en el mercado laboral, u otros ámbitos de actividad sin
ánimo de lucro. Cuando se formulan nuevas políticas, siempre se tiene en
cuenta en primer lugar a las pequeñas empresas.”11.

Entre los objetivos de esta unidad destacan:

- El fortalecimiento de las actividades a favor de cooperativas,


mutualidades, asociaciones y fundaciones en las políticas y programas de la
Comisión.
- La consulta con las organizaciones representativas de cooperativas,
mutualidades, asociaciones y fundaciones.
- El desarrollo de vínculos con autoridades políticas responsables de la
regulación y desarrollo de la economía social en los Estados Miembro de la
Unión.
Entre las iniciativas institucionales promovidas por esta Unidad, cabe destacar:
10
Unit B3 of DG Enterprise – "Crafts, Small Enterprises, Co-operatives and Mutuals".
11
Implícitamente se reconoce sólo los agentes empresariales de la economía social, dejando
fuera aquellos otros actores, tales como las fundaciones o las asociaciones, y dentro del mundo
empresarial explícitamente se identifica la economía social con la pequeña empresa y con
contenidos bastante definidos. “Medidas emprendidas a nivel europeo a favor de las empresas
de la economía social”, documento presentado por La Bail para CEPES, el 18 de julio de 2006.

15
1. La Consulta realizada en 2002 sobre las empresas Cooperativas cuyos
resultados fueron recogidas en la Comunicación [COM(2004)18] sobre el
fomento de las Cooperativas, de la Comisión Europea al Consejo, al
Parlamento Europeo, al Comité Económico y Social Europeo y al Comité de las
Regiones. Los puntos esenciales de la Comunicación giran entorno a los
siguiente objetivos:
- fomentar una mayor utilización del modelo cooperativo en Europa,
mejorando la visibilidad, las características y la comprensión del sector
- seguir mejorando la legislación europea sobre cooperativas, y
- mantener y mejorar la situación de las cooperativas, así como su
contribución a los objetivos comunitarios.

Este documento de la Comisión Europea avanza las claves de hacia dónde


debería encaminarse la actuación comunitaria. En él se contemplan 12
acciones y se indica el área de la Política Comunitaria en la que debería estar
incluida la medida concreta relacionada con cada acción.

2. La aprobación del Reglamento (CE) nº1435/2003 del Consejo sobre el


Estatuto de la Sociedad Cooperativa Europea (SCE). Nueva regulación que se
enmarca en el proceso de consolidación del mercado interior, eliminando
obstáculos a los intercambios y a las estructuras de producción de escala
comunitaria.

3. El apoyo a la creación de experiencias intersectoriales, desde 1994, que


culmina con la constitución de un Comité Consultivo Informal para las
Cooperativas, Mutualidades, Asociaciones y Fundaciones, actualmente
integradas en la Conferencia Europea Permamente de Cooperativas,
Mutualidades, Asociaciones y Fundaciones (CEP-CMAF). Esta Conferencia
actúa como interlocutor institucional intersectorial en el ámbito de la economía
social en la Unión Europea.

4. La creación de una Manual para la elaboración de Cuentas Satélite de las


empresas de la economía social concluido en diciembre de 2006.

En síntesis, la Unidad 3 de la Dirección de Empresas de la Comisión Europea


funge como la principal referencia institucional de la Unión Europea para las
cooperativas. Su importancia se debe a que:

a) Concentra en su seno buena parte de la capacidad de iniciativa en el


proceso de formación de políticas (policy-making) vinculadas con el
cooperativismo y la economía social.

b) Se constituye como un actor fundamental en la fijación de la agenda y el


alcance de las políticas comunitarias en el ámbito de las cooperativas y al
economía social.

c) Se establece como uno de los principales interlocutores institucionales de


las cooperativas y la economía social.

16
d) Funge como principal observador institucional comunitario en la
implementación de políticas públicas de fomento de la economía social que se
extienden a los largo de las distintas áreas funcionales de la Comisión
Europea.

e) Tiene capacidad de evaluar los resultados de las políticas de fomento


cooperativo, y por tanto, también de formular recomendaciones y/o reformular
propuestas de actuación.

Por otra parte, desde 1990 en el Parlamento Europeo funciona un Intergupo


Parlamentario de la economía social. El Intergrupo de economía social funciona
como observatorio y como cuerpo de vigilancia en relación a las políticas
europeas vinculadas con la economía social (cohesión social, protección social,
salud, seguros, servicios de interés general, competencia, RSC, empleo, etc.).
Este intergrupo sesiona mensualmente, siendo un punto de reunión para
representantes de cooperativas, mutuas, asociaciones y fundaciones con
representantes del Parlamento Europeo, de la Comisión y del Comité
Económico y Social Europeo.

En octubre de 2007 el Intergrupo acordó un Memorándum de la Economía


Social en el que se incluyen una serie de recomendaciones.

4. FINANCIACIÓN EUROPEA

La mayoría de las líneas de financiación son generalistas, sin embargo, existen


algunas líneas de actuación con mención expresa a la economía social,
valorizando alguna de la especificidades de este sector económico y social.

MULTIANNUAL PROGRAMME FOR ENTERPRISE AND


ENTREPENEURSHIP

Action 2. Su objetivo es aumentar la visibilidad de las empresas sociales a


través de la divulgación de buenas prácticas.

EQUAL

Es una iniciativa comunitaria promovida por el Fondo Social Europeo. EQUAL


forma parte de una estrategia integrada para el empleo, tiene por objetivo la
lucha contra todas las formas de discriminación y desigualdad que se producen
en el mercado de trabajo y, en particular, contra aquellas que se basan en el
sexo, la raza, el origen étnico, las creencias o la edad.

Los Fondos Estructurales, como instrumentos de la política de cohesión social


y económica de la Unión Europea, complementan sus intervenciones generales
con las Iniciativas Comunitarias, propuestas por la Comisión para apoyar líneas
de actuación de interés específico para el conjunto de los Estados miembros.
El valor añadido de estas Iniciativas consiste en que hacen visible la acción
comunitaria desarrollada a través de una cooperación generalizada y aplicando
un enfoque integrado.

17
EQUAL conforma la principal fuente de financiación de las empresas de la
economía social. En el periodo 2005-2008 el presupuesto de EQUAL para la
economía social asciende a unos 300 millones de euros (un 10% del
presupuesto total del Fondo Social Europeo).

CORPORATE SOCIAL RESPONSABILITY

Revisar si en el 2008 el mantiene el programa de financiación anual.

RESEARCH POLICY

El 7º Programa marco de Investigación y Desarrollo Tecnológico. En el ámbito


de las Ciencias Sociales y Humanidades existen ciertas líneas de financiación
sensibles a la economía social.

18
-III-

LAS SOCIEDADES COOPERATIVAS EN LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA

Si entramos en el reflejo de todas estas cuestiones en la Constitución española


diremos que la misma reconoce en el artículo 38 la libertad de empresa en el
marco de la economía de mercado, pero la condiciona en el propio artículo a
las exigencias de la economía general y, en su caso, de la planificación.

Este reconocimiento de la economía de mercado lo debemos interpretar


también en muy directa conexión con otros preceptos de la misma
Constitución. Señaladamente con los artículos 128.1 (Toda riqueza del país en
sus distintas formas y sea cual fuere su identidad está subordinada al interés
general), 128.2 (Se reconoce la iniciativa pública en la actividad económica),
131.1 (El Estado, mediante ley, podrá planificar la actividad económica general
para atender a las necesidades colectivas, equilibrar y armonizar el desarrollo
regional y sectorial, y estimular el crecimiento de la renta y de riqueza en su
más justa distribución), y, en lo que a las cooperativas se refiere, con el 129.2,
que luego analizaremos; e incluso con el 9.2, cuando señala este último:
“Corresponde a los poderes públicos promover las condiciones para que la
libertad y la igualdad del individuo y de los grupos en que se integra sean
reales y efectivas; remover los obstáculos que impidan o dificulten su plenitud y
facilitar la participación de todos los ciudadanos en la vida política, económica,
cultural y social.

El citado artículo 38, que insistimos reconoce la libertad de empresa en el


marco de la economía de mercado, lo hemos de relacionar con la propiedad
reconocida en el artículo 33.1, y a su vez condicionada al interés social, todo
ello prueba sin duda del carácter mixto de nuestra Constitución que llevó
incluso a que se hablara en la fase constituyente de la existencia en nuestro
país de una economía mixta12.

Con todo lo visto, podemos hablar de forma evidente de la existencia de una


Constitución económica claramente diferenciada en el seno de la Norma
Suprema13 .

12
Sobre la referencia a la función social ya ha tenido ocasión de pronunciarse el Tribunal
Constitucional en la Sentencia 37/1.987, de 26 de marzo. Señala el más alto Tribunal: “Por ello,
la fijación del contenido esencial de la propiedad privada no puede hacerse desde la exclusiva
consideración subjetiva del derecho o de los intereses individuales que a éste subyacen, sino
que debe incluir igualmente la necesaria referencia a la función social, entendida no como
mero límite externo a su definición o a su ejercicio, sino como parte integrante del derecho
mismo. Utilidad individual y función social definen, por tanto, inescindiblemente el contenido del
derecho de propiedad sobre cada categoría o tipo de bienes (en parecido sentido las
sentencias del mismo Tribunal 319/1.993 y 89/1.994).
13
En este caso también ha tenido ocasión de pronunciarse el Tribunal Constitucional, y más
concretamente en la sentencia 1/1.982, de 28 de enero, señalando: “En la Constitución
española de 1.978, a diferencia de lo que solía ocurrir con las Constituciones liberales del siglo
XIX, y de forma semejante a lo que sucede en las más recientes Constituciones europeas,
existen varias normas destinadas a proporcionar el marco jurídico fundamental para la
estructura y funcionamiento de la actividad económica; el conjunto de todas ellas compone lo
que suele denominarse la Constitución económica o Constitución económica formal. Este

19
La lógica conclusión que podemos extraer de la casi literal exposición de los
artículos de la Constitución española es que la Norma suprema, frente a lo que
muchos opinan, no termina de definir totalmente el modelo económico. No
podemos olvidar que en el 78 no existía una predisposición hacia el liberalismo
económico basado sobre todo en la unánime opinión de que España es un país
que no vivió una revolución liberal14. En realidad, podemos afirmarlo, nuestro
país ha entrado realmente en la economía de mercado no de la mano de la
Constitución española sino de nuestra integración en la Unión europea.

Señala el artículo 129.2 de la Constitución española que “Los poderes públicos


promoverán eficazmente las diversas formas de participación en la empresa y
fomentarán, mediante una legislación adecuada, las sociedades cooperativas.
También establecerán los medios que faciliten el acceso de los trabajadores a
la propiedad de los medios de producción.”. Este artículo ha sido considerado,
siguiendo a VICENT CHULIÁ, como consecuencia lógica del principio de
igualdad sustancial del artículo 9.2 del citado texto 15, e incluso, extremando la
consideración, llega a ver en el precepto la constitucionalización y privilegiación
del cooperativismo en cuanto forma de iniciativa privada 16.

Atendiendo en esta ocasión a la profesora María Emilia Casas Baamonde, y


quizás en interpretación opuesta a la anterior, se puede afirmar que la acogida
dispensada por la Constitución de 1.978 a las cooperativas no resultó
especialmente calurosa, pudiéndose hablar incluso de cortedad y silencio de
las previsiones constitucionales17. Se ha llegado a pensar incluso que este
tratamiento tiene su base en un intento de distanciarse del intenso tratamiento
favorable que tuvieron las cooperativas sobre todo en la última fase del
franquismo.

Centrándonos ya en la Constitución española, el artículo 129.2 ha sido, hasta la


fecha, objeto de escasa atención por el Alto Tribunal. Sin embargo, sí podemos
citar la Sentencia del citado Tribunal 77/1.985, de 27 de junio, en la que los

marco implica la existencia de unos principios básicos del orden económico que han de
aplicarse, con carácter unitario, unicidad que está reiteradamente exigida por la Constitución,
cuyo preámbulo garantiza la existencia de un orden económico y social justo y cuyo artículo 2º
establece un principio de unidad que se proyecta en la esfera económica por medio de
diversos preceptos constitucionales, tales como el 128, entendiéndolo en su totalidad; el 131.1,
el 139.2 y el 138.2, entre otros (nos permitimos nosotros añadir el 129.2 relativo al fomento de
las sociedades cooperativas). Por otra parte, la Constitución fija una serie de objetivos de
carácter económicos cuya consecución exige la adopción de medidas de políticas económicas
aplicables, con carácter general, a todo el territorio nacional (arts. 40.1, 130.1, 131.1 y 138.1).
14

Hablamos en este caso de liberalismo no solamente como corriente económica sino como
corriente intelectual que proclama la plena libertad del hombre en todas las situaciones
humanas.
15
VICENT CHULIA, “La reforma de la legislación cooperativa”, Rev. Jurídica de Catalunya,
1.985, nº 2, pág. 86.
16

Ibidem, págs. 108 y ss.


17

Vid. CASAS BAAMONDE, Maria Emilia, “Regulación jurídica de las cooperativas: Distribución
competencial entre el Estado y las Comunidades Autónomas, I. Encuentros cooperativos de la
Universidad del País Vasco, Vitoria, 1.986, págs. 9-33.

20
recurrentes estimaban discriminatoria la preferencia, a la hora de regular los
criterios generales de prelación en el establecimiento de conciertos
económicos, a favor de centros docentes constituidos bajo la fórmula
cooperativa. Ahora bien, ha de tenerse en cuenta que tal preferencia era, por
así decirlo, de segundo grado, porque actuaba en segundo lugar y siempre
después de atenderse al primer criterio relativo a la satisfacción de las
necesidades de escolarización que atiendan a poblaciones escolares de
condiciones socioeconómicas desfavorables o que, además, realicen
experiencias de interés pedagógico. Señala en concreto el Tribunal
Constitucional: “La preferencia a favor de los Centros en régimen de
cooperativa se produce sólo entre los que cumplan con las finalidades
señaladas, y no fuera de éstas. Y ello, no es mas que el desarrollo del mandato
contenido en el artículo 129, número 2, que compromete al legislador a
fomentar, mediante una legislación adecuada, las sociedades cooperativas,
con lo que la diferencia de trato introducida tiene fundamento constitucional
expreso, por lo que no puede ser tachada de irrazonable” 18.

Sobre el citado fomento al que se refiere el precepto constitucional, es cierto


que el artículo 129.2 no concreta las medidas con las que se deben actuar en
relación a las cooperativas, como lo hace por ejemplo la Constitución
portuguesa, pero entendemos que el mismo debe interpretarse desde una
doble vertiente19.

a) Histórica. Desde principios de siglo se han previsto para las cooperativas


beneficios fiscales y financieros, por lo que no es difícil adivinar que el fomento
consistirá precisamente en eso: en un particular y ventajoso trato fiscal y
financiero.

b) Sistemática. La práctica totalidad de las Comunidades Autónomas han


asumido los beneficios fiscales y financieros, reconociendo el interés social del
cooperativismo como lógico desarrollo del principio de igualdad social.

Termina diciendo el autor citado que el fomento o trato privilegiado de las


sociedades cooperativas exigido en el artículo 129.2 del texto constitucional no
puede verse en contradicción con los derechos reconocidos en otros preceptos
de la misma Constitución, y tampoco como una mera expresión literaria 20.

18

Sobre una mayor interpretación del artículo 129.2 de la Constitución española, vid.,
principalmente, PAZ CANALEJO, Narciso, “La Constitución y las Cooperativas”,
Documentación Administrativa, 1980, núm. 186; PRADOS DE REYES, F.J. y VIDA SORIA, J.
“Comentarios al artículo 129. La participación social en el texto de la Constitución”, en
Comentarios a las Leyes Políticas y Constitución de 1.978; y PULIDO QUEVEDO, Manuel, “La
Constitución española”, Pamplona, 1.986, págs. 1.583 y ss.
19

VICENT CHULIÁ, Francisco, “Situación actual de las cooperativas en el marco constitucional


español: Legalidad autonómica, estatal y fiscal”, Revista de debate sobre economía pública,
social y cooperativa de CIRIEC-ESPAÑA, Octubre de 1.987, pág 32.
20

Ibidem, pág. 33.

21
En una primera conclusión, y atendiendo a las ya referidas realidades de
nuestro entorno debemos señalar que una política estratégica de los poderes
públicos relativa a las empresas de la economía social partiendo de un pacto
social, al que nos referiremos en capítulos posteriores, debe vertebrarse
teniendo como principales vectores de actuación el proteccionismo fiscal y
financiero; además –claro está- del que llamaremos político-institucional, esto
es, el que encuentra su base en un apoyo estructural de todo un sector
económico como es el de la economía social, teniendo como base esa
intervención del Estado a la que hemos hecho referencia en el capítulo anterior.

Pero, partiendo de la base de la legitimación del Estado, en nuestro caso de la


Comunidad Autónoma del País Vasco, para intervenir apoyando un concreto
sector, debemos acometer la reflexión de los motivos concretos a la hora de
justificar su intervención.

22
-IV-

JUSTIFICACIONES DOCTRINALES DEL PROTECCIONISMO FISCAL Y


FINANCIERO A LAS SOCIEDADES COOPERATIVAS

En este estadio de la exposición, nos podemos preguntar el por qué los


poderes públicos entienden que deben ser fomentadas las empresas de la
economía social en general, y a las cooperativas en particular, tanto fiscal como
financieramente, todo ello en el marco del artículo 129.2 de la Norma Suprema.

Pues bien, tal justificación la podemos centrar en los siguientes aspectos:

a) El propio concepto de estas empresas nos lleva a una agrupación de


personas voluntaria y democrática en la que rige el principio de puerta abierta,
características básicas de los modelos democráticos en la sociedad actual del
siglo XXI.

b) Son empresas en donde la causa o fin que une a los socios puede
satisfacerse con el simple desarrollo de la actividad de la sociedad,
participando entonces en el equilibrio social que pretende el Estado moderno
merced a su intervención. Esto es, intervienen en buena medida “en lugar” del
Estado tendentes a la consecución del referido equilibrio.

c) Desde una óptica sociológica, y siguiendo en esta ocasión a HERRANZ


GUILLÉN, la práctica ciudadana de los valores participativos, producen efectos
beneficiosos que transcienden a la propia persona debido a la existencia de
efectos externos que se proyectan a la totalidad de la sociedad. Continúa el
autor, en la justificación de la citada tesis, señalando algunos ejemplos, entre
otros, que él mismo considera de peso a la hora de valorar el carácter
beneficiosos para la sociedad de los reiterados valores participativos: aumenta
la información circundante al sistema, aumenta la igualdad de oportunidades al
romperse los procesos monopolísticos de concentración de poder, se aumenta
el grado de compromiso también en otros aspectos del entorno social,
contribuye a la interiorización de culturas de comportamientos organizacional,
incrementa el grado de confianza en el sistema, se desarrolla el potencial
endógeno de una zona territorial determinada al entenderse que las empresas
participativas están encaminadas a la apertura y desarrollo selectivo de
mercados y a la reactivación de zonas deprimidas precisamente por las
característica su vinculación a las personas y de estas últimas a su entorno 21.
Fomentando y potenciando estas empresas, por tanto, lo que hacemos es
fortalecer los principios participativos y democráticos en la sociedad.

d) La voluntad de formar y proteger, en la mayoría de los tipos societarios que


conforman la economía social, un patrimonio irrepartible, separado del
representado por el capital social o suma de las participaciones de los socios,
dividido en dos grandes conceptos: por una parte, uno afectado al riesgo de

21

Vid. HERRANZ GUILLÉN, Jose Luis, “La participación de las Instituciones participativas como
medida de política económica y de bienestar social´”, Revista de Debate sobre Economía
Pública Social y Cooperativa de CIRIEC-España, nº 24, Noviembre de 1.996, págs. 91-109.

23
empresa (hablaríamos a título de ejemplo en la Comunidad Autónoma del País
Vasco y en lo que a las cooperativas se refiere del Fondo de Reserva
Obligatorio), y otro, adscrito a la realización de los fines de educación y
promoción cuyo destino se puede hoy encontrar en toda la sociedad.
Recordemos que en nuestra Comunidad autónoma el artículo 67.2.a) de la Ley
4/93, de 24 de junio, de Cooperativas de Euskadi, dispone lo siguiente:
“Anualmente, de los excedentes disponibles se destinará: Al Fondo de Reserva
Obligatorio y al Fondo de Educación y Promoción Cooperativa una cuantía
global del treinta por ciento al menos, destinándose como mínimo un diez por
ciento al Fondo de Educación y Promoción Cooperativo y un veinte por ciento
al Fondo de Reserva Obligatorio”, sin perjuicio de que con el excedente
restante se puedan dotar fondos de reserva, de carácter voluntario y también
irrepartible, por previsión de los Estatutos Sociales, como autoriza el artículo
67.2.b).

Entendemos éste punto como uno de los aspectos fundamentales en la


justificación de la política proteccionista al considerar que estas empresas
disponen de un patrimonio irrepartible, y éste en última instancia (caso de
transformaciones o liquidaciones) deberá ser puesto a disposición, en la
Comunidad Autónoma del País Vasco, del Consejo Superior de Cooperativas
de Euskadi. Este patrimonio que pasa a manos en general de los poderes
públicos, se utilizará, conforme a los acuerdos de la citada entidad pública y en
el caso vasco, a la promoción y fomento del cooperativismo, todo ello conforme
al mandato del artículo 129.2 de la Constitución española.

En sentido contrario al manifestado se ha llegado a cuestionar en alguna


ocasión la política de fomento de las cooperativas invocando la propia
Constitución y la legislación comunitaria europea contra la competencia
desleal. Prueba de esta tendencia política es, por ejemplo, la enmienda nº 386
y 387 del grupo Coalición Popular al Proyecto de Ley de Ordenación de los
Transportes Terrestres cuando propugnaba la supresión del artículo 62 del
citado proyecto. Este artículo decía: “La Administración promoverá la
agrupación y cooperación entre sí de los pequeños y medianos empresarios de
transporte, protegiendo el establecimiento de fórmulas de cooperación y
especialmente de cooperativas”. La justificación a las enmiendas la encontraba
el grupo político en la necesidad de una total desregulación con relación a
aspectos del mercado y la obligación de las cooperativas de ajustarse al mismo
régimen administrativo y fiscal que otras empresas, sin ningún tipo de
discriminación a favor ni en contra, adaptándose al libre mercado en el marco
de la Unión europea.

Pues bien, en la actualidad, y obviando otras justificaciones de corte más


político, la existencia de Fondos Sociales con carácter irrepartibles, y cuya
titularidad en caso de desaparición de la cooperativa pasaría a manos de los
propios poderes públicos, se convierte en criterio y fundamento objetivo que
avala el proteccionismo tanto fiscal como financiero 22.

22
En este sentido cabe destacar la más reciente doctrina. Así, vid. ISPIZUA, Alfredo, “La
irrepartibilidad del Fondo de Reserva Obligatorio en las cooperativas”, Boletín de la Asociación
Internacional de Derecho Cooperativo, nº 28, Bilbao, 1.997, págs. 31-173.

24
e) Ya hemos nos hemos referido a la existencia en la Comunidad Autónoma
del País Vasco del Fondo de Reserva Obligatorio, el cual lo hemos afectado al
riesgo de empresa. Pues bien, conviene detenerse a continuación, aunque sea
brevemente, con el destino del Fondo de Educación y Promoción Cooperativo.
Pues bien, extiende el artículo 68.3 de la LCE en su apartado c) el campo de
aplicación del Fondo, siempre en cuanto a la promoción cultural, profesional y
asistencial, al entorno social en que se desenvuelve la cooperativa y a la
sociedad en general. Por tanto, entendemos que la aplicación de este Fondo,
particularmente en acciones socio-culturales, es amplísima: artes visuales,
plásticas, escénicas, líricas y en la danza; música, literatura y medios de
comunicación; patrimonio; ocio y deporte; participación social; consumo y
medio ambiente; ciencia y tecnología; trabajo social, particularmente en
organizaciones no gubernamentales que ayuden a sectores desfavorecidos;
promoción profesional; cooperativismo y economía social; y un largo etc. 23.

Todas estas acciones, y que insistimos pueden tener como destinatario la


sociedad en general, no vienen mas que a reafirmar nuestra idea de la
particular atención que deben tener los poderes públicos a este tipo societario
cooperativo en particular y las empresas de la economía social en general.

f) Se ha venido tradicionalmente hablando de la ausencia de lucro como


soporte justificativo del reiterado trato discriminatorio positivo por parte de la
Administración a estas empresas. Con independencia de posturas contrarias,
que evidentemente existen, entendemos que el “ánimo de lucro”, tal y como
aparece reflejado en los artículos 1.665 del Código Civil y 166 del Código de
Comercio, se ha venido definiendo de manera absolutamente mayoritaria como
“la finalidad de obtener ganancias y repartirlas entre los socios”. Siguiendo la
comentada doctrina, estas empresas –y muy especialmente las cooperativas-,
o bien no presentan ánimo de lucro o por lo menos éste aparece muy matizado,
y todo ello base a los siguientes argumentos:

1. Las propias definiciones legales nos llevan a pensar que el


objeto de estas empresas no son la obtención de ganancias tendentes a su
reparto sino el desarrollo “per se” de una actividad económica o social al
servicio de los miembros de su comunidad. No queremos decir que no se
obtengan ganancias sino que el objetivo en sí mismo no es ese sino la
satisfacción de unas concretas necesidades.

2. La propia existencia de una legislación autonómica –en este


caso sobre cooperativas- prueba que la cooperativa no es una sociedad con
ánimo de lucro en sentido estrictamente mercantil 24.

23

Sobre las acciones descritas, vid. GOMEZ DE LA IGLESIA, Roberto, “El Fondo de Educación y
Promoción Cooperativo, Vitoria-Gasteiz, 1.994.
24

Tenemos que recordar que el artículo 149.1.6, declara la competencia exclusiva del Estado en
legislación mercantil.

25
3. La existencia en muchas ocasiones de un patrimonio
irrepartible, según ya se ha comentado, que revierte en ocasiones a los
poderes públicos y en otras a la totalidad de la sociedad

4. Por último, la jurisprudencia también se ha hecho eco de las


opiniones doctrinales que han venido sosteniendo el carácter no lucrativo de
las empresas de la economía social. A título de ejemplo citaremos la Sentencia
del Tribunal Superior de Cataluña, de fecha 27 de junio de 1.989, que
establecía en su Fundamento de Derecho Segundo que “las cooperativas
tienen una actividad económica pero no solamente responden a esta actividad
sino también a objetivos sociales de orden humanístico y cultural...” Así pues,
el ánimo de lucro al que se refiere el artículo 116 de Código de Comercio no
forma parte, al menos inicialmente, del concepto de sociedad cooperativa.

Por tanto, no podemos ocultar que existen razones, como también las ve el
profesor CARRASCO25, para la diferenciación de este tipo de empresas y de su
proteccionismo fiscal y financiero. Comenta el citado profesor, no sin una clara
ironía que compartimos, que si el gran o pequeño empresario, pero con
mentalidad capitalista, no hace uso de estas fórmulas, será porque el
proteccionismo fiscal y financiero no es lo suficientemente atractivo para
compensar los condicionamientos contrarios a esa mentalidad capitalista que
para su disfrute se imponen26 .

25

CARRASCO CARRASCO, Manuel, “La empresa cooperativa actual: Ni mutualidad ni ausencia


de lucro. La justificación de una protección fiscal”, Cuadernos de trabajo de CIRIEC-ESPAÑA
nº 14, Valencia, 1.991, págs. 16 y ss.
26

Ibidem.

26
-V-

TRES MODELOS DE POLITICAS PÚBLICAS RELATIVAS AL FOMENTO DE


LA ECONOMÍA SOCIAL

-REINO UNIDO-

1.- Aproximación histórica al contexto económico-político británico


contemporáneo:

Para poder entrelazar las políticas públicas destinadas a fomentar la E.S.


británica, con el objetivo último de establecer las bases del análisis comparado,
es conveniente desarrollar una primera aproximación al contexto socio-
económico experimentado por el R.U. en las últimas décadas. Esta
aproximación nos proporcionará las claves para poder entrever cómo se ha
desarrollado el ámbito económico, y por ende de qué manera se ha
replanteado la labor pública en aras a establecer ciertas garantías sociales a
este crecimiento económico.

El devenir de la economía británica en las tres últimas décadas se podría


diferenciar en dos épocas con rasgos claramente distinguibles: el capitalismo
popular impulsado por Margaret Thatcher y la “tercera vía” como reformulación
de la socialdemocracia llevada a cabo por el laborismo de Tony Blair. Cómo se
verá a continuación, ambas corrientes ideológicas convergerán en la
privatización del ámbito económico y en la asunción por parte pública de ser el
garante del desenvolvimiento óptimo de los mercados.

Tras varios periodos de nacionalizaciones de la industria que se sucedieron


durante el siglo XX a manos de sucesivos gobiernos socialdemócratas, en el
año 1979 llegará al poder la posteriormente recordada como la “Dama de
Hierro”, acompañada de una batería de medidas neo-liberales. Contando con el
importantísimo asesoramiento de la “Escuela de Chicago”,Thatcher vendrá
decidida a desmantelar el sector económico de control estatal subsanando las
rigideces de un sector público poco eficiente mediante un profundo proceso
privatizador. Esta ola privatizadora abordará incluso la privatización de
empresas cuya propiedad pública venía justificada por la teoría clásica por los
fallos del mercado, y que eran públicas en la mayor parte de los países del
entorno (Cano Soler, 1998).

Las consecuencias de dichas políticas tuvieron una notable incidencia tanto en


el tejido económico del país como en el sector público. Un sector empresarial
público que en el año 1980 generaba el 20% del empleo y del valor añadido del
país, significaba para el año 1993 algo menos que el 5% (Cano Soler, 1998).
La profunda crisis industrial se solventaba a golpe de terciariar cada vez más la
economía. Pero tal y como defiende el autor Cano Soler (1998), tal vez el
cambio de mayor envergadura tuvo lugar en la mentalidad de las personas, las
cuales pasaron de ser ciudadanos pasivos a tomar de nuevo las riendas de su

27
futuro económico, asentándose en el capitalismo popular que restringía el
desempeño público en la vida económica27.

Esta mentalidad que iba haciendo mella en la sociedad británica también tuvo
su reflejo en el particular laborismo que se inició cuando Tony Blair se apoderó
del cargo de primer ministro. A lo largo de los años 80 las socialdemocracias
europeas debatían sobre distintos modelos que superasen la antigua
socialdemocracia y se ajustasen mejor a los nuevos tiempos. La denominada
“Tercera Vía”(Giddens, 1999), fundamentada principalmente por el laborismo
británico se erigió en el ideario que marcaría las pautas de las políticas
económicas venideras.

Esta reformulación de la socialdemocracia se situaba entre la fuerte


intervención estatal en la vida económica y social que preconizaba la
socialdemocracia clásica por un lado y la mínima expresión que concedía el
thatcherismo al papel del gobierno por otro. La “Tercera Vía” rechazaba el
Estado de Bienestar tal y como se había concebido hasta entonces, y
propondría una nueva manera de intervenir en algunos ámbitos socio-
económicos, y de no intervenir en los casos en los que dicha injerencia
supusiera un obstáculo para el normal funcionamiento de los mercados. De
plantear políticas públicas de protección a los más desfavorecidos, se pasará a
establecer las condiciones necesarias e infraestructuras pertinentes que
posibiliten la igualdad de posibilidades y el libre desarrollo de las personas en
el ámbito económico.

Para no extendernos más y volver a reenlazar esta primera introducción con el


tema que nos ocupa, destacaríamos dos aspectos del replanteamiento general
del Estado de Bienestar que resumen sustancialmente el contexto mediante el
cual se relacionan las políticas públicas y la E.S. en el Reino Unido a día de
hoy:

a) Por un lado, El Estado tomará la figura de Estado social inversor. Es


decir, el Estado, a través de sus inversiones en distintos ámbitos, creará las
infraestructuras necesarias y fomentará el capital humano de todos sus
ciudadanos en aras a que ellos mismos sean los que generen una mayor
riqueza y las estructuras que garanticen una mayor cohesión social (llámese
capital social).

b) Asimismo, el Estado de Bienestar se concebirá ahora como la


“Sociedad del bienestar”. Se abre el ámbito del gobierno a la participación de
administraciones locales, empresas que operan en el lugar y demás agentes
provenientes del Tercer Sector (asociaciones no lucrativas, agencias de
desarrollo, ONG´s, etc) pasando del Gobierno tradicional a lo que se ha venido
a llamar como “Gobernancia” (governance). La provisión de bienes de interés
general, justificación última de la intervención del Estado, quedará pues en

27
A tenor de ciertas encuestas realizadas entorno a la afiliación ideológico-política de los
británicos, los resultados muestran que más de la mitad de la población se define como liberal
(un 33% como conservador y un 20% como libertario, ambas corrientes son partidarias en un
Estado mínimo), un 18% como socialista y un 13% como autoritario, quedando un 15% residual
(Giddens, 1999).

28
manos de más agentes que el sector gubernamental (sector económico y
sociedad civil).

De esta primera aproximación a la economía británica se concluye que en lo


que a la E.S. se refiere, ha sido un sector que ha ido ganando importancia a
medida que se ha privatizado la provisión pública de ciertas actividades, y en
consecuencia, se ha ido ampliando y diversificando el amalgama de actores
que operan dentro de lo que podríamos considerar como Tercer Sector.

2. La economía social británica y sus componentes:

2.1. Economía Social: un concepto en desuso

Antes de identificar los principales agentes que forman parte de la que


podríamos considerar en sentido amplio como Economía Social (E.S.) o Tercer
Sector, es de vital importancia destacar que la Economía Social ni se entiende,
ni se reconoce y por lo tanto ni se denomina en la tradición anglófona de la
misma manera que en la tradición francófona.

Tal y como argumenta Monzón Y Chavez (2007) en el informe elaborado


recientemente a petición de la Comisión Europea, titulado “La Economía Social
en la Unión Europea”, el concepto de E.S. no es asumido ni por las autoridades
públicas, ni por el mundo académico ni por las propias organizaciones y
empresas que componen el sector. En lugar de dicho concepto, los conceptos
afines de mayor aceptación son Empresa Social (Social Enterprise) y Tercer
Sector (third-sector organizations). El non-profit sector (sector no-lucrativo o sin
ánimo de lucro) también es un concepto ampliamente empleado, aunque claro
está no se trata de un concepto capaz de englobar todas las organizaciones
pertenecientes a la E.S (en tanto que descarta todas las organizaciones que
obtienen beneficios).

Esta diferenciación no tiene que ver con intento alguno de apropiación de un


nuevo concepto. Responde más, en nuestra opinión, a los distintos enfoques
metodológicos que las distintas escuelas académicas necesitan emplear para
denominar realidades dispares. Aunque en los sustancial, tal y como se
defenderá a lo largo de este trabajo, ambos conceptos convergen en gran
medida, en la identificación de los agentes susceptibles de formar parte de las
mismas se perciben diferencias a tener en consideración.

Claro está que estas diferencias se corresponden con una distinta tradición y
evolución de las economías en cada país y de la necesidad de ampliar el
concepto a medida que surjan nuevas organizaciones que podrían ser
adscritas al sector. Es por ello que primeramente realizaremos un estudio
acerca de las organizaciones más tradicionales que conforman la E.S. británica
y acto seguido, abriremos un apartado donde se analizarán los nuevos ámbitos
de actuación donde operan nuevos agentes que se amparan dentro de lo que
denominaremos Empresa Social.

29
2.2. Organizaciones más tradicionales: Economía Social (E.S.)

Las organizaciones que cuentan con un mayor recorrido en la evolución


económica del R.U. son las que tradicionalmente se han concebido como
núcleo duro de la Economía Social, a saber: cooperativas, mutuas y
asociaciones voluntarias o sin ánimo de lucro.

En cuanto a la importancia de cada una de ellas, según los datos elaborados


por Eurostat en el año 1997 (desde entonces no se elabora un indicador de ese
tipo), las cooperativas daban empleo a 131.971 trabajadores, las mutuas a
27.500 personas y 1.473.000 personas trabajaban de forma voluntaria en
alguna asociación no lucrativa. En total, el sector empleado por la E.S.
significaba un 6,1% del empleo total (Chaves, Monzon, 2007) 28.

En lo que concierne a la propia composición interna de la E.S. salta a la vista


que dicho sector tiene un marcada sesgo hacia el “trabajo voluntario”. De 100
trabajadores de la E.S. en el R.U., 88 trabajan de forma voluntaria, 8 son socios
cooperativos y sólo 4 son mutualistas 29. Este predominio total del trabajo
voluntario nos proporciona una idea clave para aprehender la estructura socio-
económica británica (especialmente en lo concerniente a las políticas sociales y
los principales protagonistas de las mismas) y la tipología del Estado de
Bienestar al que responden, lo cual será analizado en capítulos posteriores.

En lo que a las cooperativas se refiere, las cooperativas más extendidas sin


duda alguna son las cooperativas de consumo con 104.000 socios-trabajadores
y más de 9,2 millones de miembros (Spear, 2002). La Co-operative Wholesale
Society (cooperativa que opera como minorista) es la principal referencia por
tamaño de empresa y por estructuras creadas en su seno que facilitan servicios
financieros a los propios miembros. En segundo lugar estarían las cooperativas
agrarias, con algo más de 12.000 empleados, y en último lugar las cooperativas
de crédito, con el Co-operative Bank al frente, que aun disponiendo de un
menor volumen de empleados, financia proyectos éticos de apoyo a los grupos
más desfavorecidos. Asimismo las Building Societis, mutuas financieras de
crédito hipotecario que se rigen por el principio una persona / un voto, contaban
en 2005 con alrededor de 35.000 empleados. No obstante, a partir de los años
80 y tal y como defiende la mayoría de autores (Apear, Chaves, Monzón, etc,)
se ha dado una clara desmutualización de dichas organizaciones, asumiendo el
principio de proporcionalidad del capital y rechazando lo sustancial de los
valores por lo que se crearon.

A propósito del sector voluntario, con un claro predominio del sector,


destacaríamos la relación existente entre éste y un Estado de Bienestar liberal
con un gasto público escaso y con una iglesia protestante con menor
participación en el bienestar social que la católica. Es por ello que el sector
voluntario se ha hecho cargo de la provisión de bienes de interés general

28
Datos elaborados por Eurostat para el año 2002-2003.
29
Del análisis comparado entre países de la UE se desprende que sólo Suecia y Países Bajos
superan al R.U. en el índice de porcentaje de voluntarios respecto de la población activa total
(5.1, 5.1 y 3.6 respectivamente. Sin embargo, en números absolutos, es R.U. el que mayos
número de voluntarios alberga. (Chaves, Monzón, 2007).

30
principalmente en sectores como los servicios sociales, la educación, la
investigación la cultura y el ocio.

Al hilo de lo que hemos expuesto hasta ahora sobre el modelo de bienestar


británico, las nuevas cooperativas y organizaciones de la E.S. que han ido
surgiendo en los últimos años, nacen como respuesta a los cada vez más
acusados “fallos de Estado”, en ámbitos como la provisión de viviendas, el
mercado laboral, problemas de desempleo o proyectos de desarrollo local. Se
abren, pues, por omisión nuevos campos de actuación en donde se están
gestando nuevos proyectos que además de impulsar el trabajo voluntario,
crean estructuras con cada vez mayor capacidad de autofinanciación y
autogestión.

2.3. Nuevos campos de actuación, nuevos agentes y nuevo concepto:


Empresa Social.

En la línea de lo expuesto hasta ahora, el desmantelamiento de la provisión


pública de ciertos bienes ha ampliado el campo de actuación de las
organizaciones empresariales y de la sociedad civil. Para poder integrar a
todas estas nuevas experiencias dentro de un denominador común, la escuela
anglosajona ha optado por emplear el concepto Empresa Social, que viene a
aglutinar a todas aquellas empresas con una marcada misión social, es decir a
todas las empresas que reinvierten la mayor parte de sus beneficios en alguna
obra social.

Tal y como defiende la eminente investigador de la Universidad Abierta de


London Roger Spear en el libro publicado en el año 2002 bajo el título The
Emergente of Social Enterprise (coord.Borzaga y Defourny), las nuevas
organizaciones que se identifican como Empresas Sociales se podrían resumir
en cuatro grande bloques: (i) nuevas cooperativas y mutuas; (ii) organizaciones
voluntarias de comercio; (iii) organizaciones de intermediación laboral, y; (iv)
empresas comunitarias (Spear, 2002). Veamos aunque sea someramente la
tipología de cada una de ellas:

(i) Nuevas cooperativas y mutuas: Desde los 80, han experimentado


un incremento sustancial principalmente dos nuevas empresas cooperativas:
las cooperativas de trabajo-asociado y las cooperativas sociales. Estas
iniciativas suelen establecerse a nivel local, creando pequeñas firmas que a su
vez crean redes entre ellas. Entre las cooperativas sociales, habría que
destacar las dos con mayor dinamismo: cooperativas de cuidados sociales
(social care co-ops) y cooperativas de empleo (social employment co-ops).
Todas estas nuevas cooperativas, junto con las empresas sociales (empresas
con un objeto similar pero sin forma jurídica cooperativa), han conseguido
incidir significativamente en el empleo de personas con discapacidades.

(ii) Organizaciones voluntarias de comercio: Estas nuevas


organizaciones son fruto de la progresiva profesionalización de las
organizaciones voluntarias. Se consideran empresas sociales las
organizaciones voluntarias que, financiadas mediante fondos benéficos,
comercian y distribuyen beneficios de alguna manera. Tiene cada vez mayor

31
peso en los proyectos de desarrollo local, en la formación y atención de grupos
muy específicos, en la organización de eventos culturales e incluso en
empresas de reciclaje de ropa.

(iii) Organizaciones de intermediación laboral: Estas son


organizaciones que emplean a la gente a tiempo parcial o completo, les ofrecen
formación pero siempre durante un periodo limitado, de tal manera que
consiguen comerciar con ciertos productos que de lo contrario nunca podrían
haber sido producidos. Cumplen así con un objetivo social y al mismo tiempo
generan valor añadido. Estas iniciativas están estrechamente vinculados con
programas de desarrollo local, al estilo de las agencias de desarrollo local que
conocemos en nuestro entorno.

(iv) Empresas comunitarias: surgidas en un principio en áreas rurales,


hoy en día se han expandido a espacios inter-urbanos. Con principios
parecidos a los cooperativos, los miembros de la comunidad compran
participaciones en las empresas comunitarias y de algún modo tiene capacidad
de decisión sobre ellas. Estas empresas ofrecen servicios de transporte y
abren establecimientos, creando actividades que redundan en beneficio de la
comunidad.

Todas estas nuevas organizaciones tienen distintas fuentes de financiación. La


mayoría no goza de subvenciones públicas (excepto las organizaciones
puramente voluntarias y algunas empresas comunitarias), de tal modo que
están obligadas a comerciar en el mercado para poder mantener su capacidad
de auto-financiación. Sin embrago, cabría señalar que dichos mercados son en
el fondo cuasi-mercados, ya que es el Estado quien delega, a través de la
concesión de contratos, en estas nuevas organizaciones la provisión de estos
bienes que hasta ahora eran de competencia pública. Sobre esta relación
contractual se entrará más en profundidad en el tercer capítulo.

En definitiva, se observa que la mayoría de las nuevas empresas sociales que


se han ido extendiendo concuerdan con una clara tipología de empresas de
tamaño limitado, con gran entronque territorial, buenas conocedoras de las
necesidades específicas locales, y con una marcada vocación a prestar los
servicios que desde los poderes públicos se descentralizan sobre las
autoridades locales y demás agentes de los programas de desarrollo local.

2.4. Algunas observaciones sobre el concepto Social Enterprise (S.E.)

Aunque el objeto de este trabajo no sea entablar un debate teórico acerca de la


conveniencia de adoptar el concepto anglosajón de Empresa Social, como una
aportación capaz de englobar a un sector más significante, consideramos de
interés recoger brevemente cuáles son los principios teóricos que delimitan
dicho concepto. La asunción de dichos principios, podría ser un instrumento útil
para que al fin y a la postre, los policy makers de cada país puedan identificar
en base a estos principios, sobre qué realidad deberían de incidir.

32
La definición propuesta por la red EMES30 en un artículo “Defining Social
Enterprise” (Defourny y Nyssens, 2006), distingue los criterios más económicos
de los indicadores que son eminentemente sociales.

Los criterios económicos vendrían a ser cuatro:

a) Una actividad prolongada en el tiempo en la producción y venta de bienes y


servicios. (quedarían excluidas las organizaciones voluntarias que no actúan en
el mercado) .

b) Un alto grado de autonomía (entendida como autonomía de decisión)

c) Un grado significante de riesgo económico (la continuidad del proyecto


dependerá siempre del éxito económico)

d) Una mínima remuneración del trabajo (no todo el trabajo puede ser
voluntario).

Los objetivos sociales serían:

e) Objetivo explícito de beneficiar a la comunidad (proyectos que buscan la


responsabilidad social a nivel local).

f) Iniciativas que nazcan de la propia sociedad (la empresa social como el


resultado de una dinámica colectiva previa).

g) El poder de decisión no depende del capital aportado (máxima democrática:


un miembro un voto).

h) Una esencia participativa, que involucre a las distintas partes afectadas por
la actividad (stake-holder model).

i) Distribución limitada de beneficios.

Así, las ideas fuerza que orientan la actividad de las Empresas Sociales son:
democracia, servicio a la comunidad y sostenibilidad económica.

3.- Políticas públicas y Economía Social

En el análisis previo sobre la composición de la Economía Social del R.U. se ha


visto que existe una relación muy estrecha entre la evolución del sector público
y la provisión privada de ciertos bienes y servicios. Se ha ido consolidando un
Estado de Bienestar de corte liberal que ha ido dejando en manos del sector
privado ámbitos en donde la intervención pública ha estado tradicionalmente
establecida, tales como: los servicios de empleo, la vivienda, el desarrollo local,
servicios financieros, y principalmente servicios sociales.

30
Red Europea de investigación, formada por académicos e investigadores de todos los países
de la Unión, que ofrece el mayor grado de conformidad entorno a la definición de la Empresa
Social. (www.emes.net)

33
En este capítulo desarrollaremos el marco teórico de la relación entre las
AA.PP. y la E.S., a través de las políticas públicas destinadas al fomento de la
misma, en base al esquema de trabajo que proponen Chaves y Monzón (2000),
en su capítulo sobre las políticas públicas: por un lado se analizarán las
políticas dirigidas a las organizaciones de la Economía Social por sus dos
vertientes: (i) políticas de oferta y; (ii) políticas de demanda. Por último, se hará
un breve acercamiento a las políticas de empleo que inciden indirectamente en
el ámbito específico de la E.S

3.1. Políticas públicas dirigidas al sector:

A) Políticas de oferta: medidas institucionales y financieras

a.1.) Reconocimiento institucional

Tal y como argumentará Mike Aiken en su artículo “Towards market or state?”


(Borzaga, Defourny, 2006), el contexto de la relación entre la administración
laborista y el Tercer Sector viene marcada por una creciente mercantilización
de la provisión social y un impulso explícito del gobierno central en apoyo de
las Empresa Sociales.

El marco de las políticas públicas ha venido dado por diversas estrategias inter-
departamentales, tales como la Social Enterprise Strategy 2002-2006, el cual
también ha sido aplicada por las administraciones regionales de Escocia, Gales
y Irlanda del Norte.

Esta estrategia ha sido dirigida por la Unidad para la Empresa Social, órgano
dependiente del Departamento de Industria y Comercio como subdivisión de la
Unidad para el Servicio a las Pequeñas Empresas. Vía esta unidad se estima
que en 2004, para el caso concreto de las entidades benéficas (charities), el
2% del gasto público total en R.U. (alrededor de 95 billones de euros) fue
destinado al sector voluntario (Aiken, 2006).

En mayo del 2006, se creó el Gabinete del Tercer Sector


(www.cabinetoffice.gov.uk/third_sector), fruto de la confluencia entre la Unidad
para la Empresa Social y la Dirección de Comunidades Activas. Este órgano se
creó en reconocimiento de la creciente importancia del Tercer Sector. Entre sus
cometidos, destacan la labor de coordinar el partenariado entre el Tercer Sector
y el Gobierno, obtener fondos para financiar proyectos de desarrollo, promover
una mejor reglamentación para el sector y elaborar informes y estudios que
mejoren el conocimiento acerca del sector. Mediante este órgano el sector se
dota de una amplia representatividad y una alta capacidad de interlocución con
los poderes públicos.

Se observa por lo tanto un claro compromiso adoptado por las administraciones


públicas de fomentar dicho sector. No obstante, cabría matizar que no todas las
Empresas Sociales reciben el mismo trato, ya que sin duda alguna, las grandes
protagonistas del sector son las organizaciones voluntarias, acaparando la
mayor parte de la ayuda pública, seguidas muy de lejos por las cooperativas.

34
No obstante, tal y como veremos a continuación, estas políticas de ayudas y
subvenciones son cada vez menos populares, y las políticas públicas se
canalizan por otros medios.

a.2.) Reconocimiento normativo y registral

Tal vez éste sea el aspecto menos desarrollado, en el sentido de que no existe
ninguna ley específica ni para las cooperativas, ni para las mutuas, ni para las
asociaciones voluntarias (Spear, 2002). Por iniciativa del gobierno y la Unidad
para las Empresas Sociales se introdujo en 2005 la figura legal de Community
Interest Company (Empresas de Interés Comunitario), pero tal y como
evidencia Aiken no hay visos de que todas las empresas sociales puedan tener
cabida en esta figura (Aiken, 2006).

Algo similar ocurre con el hecho registral. Las empresas sociales no disponen
de registros propios. Pueden registrarse bien como compañías (amparadas
bajo la ley de las compañías (company law) con unas cláusulas específicas por
ser compañías de garantía limitada, controladas por los propios miembros,
etc.), bien como sociedades industriales y de providencia (Industrial and
Provident society law), o bien como entidades benéficas (Charities Act 2006).
Existe a este respecto un Registro de Sociedades Amistosas (Registrar of
Friendly Societies), provisto para cubrir las necesidades de las I&P societies ,
que beneficia en mayor medida a las cooperativas registradas como tales que a
las empresas registradas como compañías.

a.3.) Medidas financieras

Para empezar, no existe ningún fondo ni producto financiero específico para las
Empresas Sociales. La infraestructura financiera existente para el fomento de
pequeñas empresas y el desarrollo comunitario, contempla por igual a todas las
pequeñas empresas o proyectos de desarrollo local, sin hacer mención alguna
sobre el hecho diferencial de las Empresas Sociales. Es por ello que las E.S.
pueden y de hecho optan a dichos fondos en igualdad de oportunidades que
cualquier otro proyecto empresarial.

Dicho esto, cabe recalcar que las ayudas directas al sector en forma de
subvenciones son cada vez menos importantes y se destinan principalmente a
las organizaciones voluntarias de mayor tamaño y tradición. Además de la
infraestructura de financiación mencionada, se desconoce que haya ningún
tratamiento fiscal específico que beneficie la actividad de las Empresas
Sociales Sin embargo, el mencionado apoyo gubernamental se hace cada vez
más vía políticas de demanda, mediante la relación contractual entre la
Administración y las E.S.

35
B) Políticas de demanda: la externalización de servicios de
bienestar social

b.1.) La contractualización

El enfoque de las políticas de demanda incide no tanto en la propia estructura


de la Economía Social, fomentando y fortaleciendo el sector, sino que pretende
apoyarlo por la vía de lo que hace, es decir, incentivando la actividad
económica que desempeña (Monzón y Chaves, 2000).

Se observa claramente que en el Reino Unido se hace más hincapié en este


tipo de medidas, que de algún modo logran desvincular al Estado del
fortalecimiento de la oferta, y desvían la actuación pública hacia la promoción y
profesionalización de la sociedad civil, a través de su estructuración en el
Tercer Sector. Este modelo encaja perfectamente con el modelo británico, ya
que como se ha visto existe una revalorización del Tercer Sector por parte de
los poderes públicos.

La relación entre los poderes públicos y la E.S. se establece principalmente en


base a contratos. Dicha relación contractual se materializa de la siguiente
manera: el sector público hace un uso cada vez más generalizado de la
contratación externa para la provisión de ciertos servicios (principalmente
servicios sociales). Esta relación contractual, establece otra relación entre el
financiado y el financiador, ya que la continuidad de la concesión no depende
tanto de la capacidad de presión de la empresa externa o de la voluntad de la
administración, como del éxito obtenido por dicha empresa externa en términos
de rentabilidad. De este modo, el gobierno evita que los fondos destinados a
ese fin caigan en saco roto y obliga al mismo tiempo a las empresas externas a
que desarrollen estructuras que sean competitivas en el mercado.

A esta especie de concurso público, las Empresas Sociales acceden como


cualquier otra empresa. En la elección del mejor candidato es en donde puede
actuar el gobierno, priorizando ciertas “cláusulas sociales” o “cláusulas de
inserción” frente a la selección en base al precio. Lo que ocurre es que no
siempre es facil cuantificar los beneficios sociales que se supone se
desprenden de la actividad de las Empresas Sociales, por lo que en la mayoría
de los casos las Empresas Sociales deberán competir en precios con los
demás aspirantes. Las posibilidades de hacer efectiva una discriminación
positiva por parte de las instituciones públicas en relación a las Empresas
Sociales, en ocasiones genera unas consecuencias un tantos perversas, en la
medida en que introduce la lógica puramente capitalista en la provisión de
bienes de interés general.

b.2.) La solvabilización directa

Esta es la segunda vía para fomentar las empresas sociales, que se basa en el
impulso indirecto a través de hacer solvente una demanda de ciertas
necesidades que serán provistas por las propias empresas sociales
(básicamente servicios sociales, servicios de cuidados y atención a los
domicilios). Se trata pues, de crear nuevos mercados incentivando la demanda.

36
A raíz de las recientes reformas en el Sistema Sanitario y de Cuidados, se
pretende des-institucionalizar el sistema sanitario, y desplazar la provisión de
dichos servicios a entidades locales y organizaciones de atención a domicilio.
Esta política va acompañada de un trasvase de fondos desde el Departamento
de Seguridad Social hacia los Departamentos Locales de Servicios Sociales.

De esta manera, el gobierno británico ha impulsado la creación de nuevas


Empresas Sociales a través de la concesión de ayudas a usuarios con
problemas de salud. Las personas que declaran tener alguna invalidez,
problemas de movilidad o necesidad de ser atendidas en casa, han podido
acceder a cada vez mayores ayudas sociales. Para la provisión de dichas
necesidades, convertidas en nuevas demandas gracias a la financiación
pública, se ha ido creando una inmensa red de cooperativas sociales y
organizaciones voluntarias (cada vez más profesionalizadas), ya que al tener
menor tamaño y tener un conocimiento más cercano, solventan con mayor
eficacia los problemas burocráticos de la sanidad pública y son capaces de
prestar una atención más personalizada.

Por el contrario, la adopción de dichas lógicas capitalistas en la provisión de


servicios de bienestar también ha acarreado consecuencias no deseadas, en la
medida en que los mercados que muestran mayores tasas de rentabilidad (por
ejemplo residencias para ancianos) son absorbidas por grandes empresas
privadas que son competitivas en precios, y sin embargo, los mercados con
menos margen de beneficios quedan en manos de grandes organizaciones
voluntarias, que aunque cada vez están más profesionalizadas, siguen
dependiendo en gran medida de las ayudas públicas. En definitiva, no hay
evidencia alguna que sugiera que mediante este sistema, pueda haber una
oferta consolidada para aquellos servicios sociales que por definición son
deficitarios (precisamente razón por la que se justifica la intervención pública).

37
ITALIA

ECONOMÍA SOCIAL: Término no muy significativo en Italia. Incluye a


cooperativas, mutuas, asociaciones y fundaciones. Dentro de la economía
social lo verdaderamente relevante son las cooperativas. Las cooperativas
sociales, a su vez, quedan enmarcadas también dentro del llamado Tercer
Sector. El Tercer Sector, es la parte de la economía social orientada en
beneficio del interés público sin distribución de resultados. Ésta última se
compone de:
 Asociaciones no reconocidas (associazioni non riconosciute): se refiere
comúnmente a asociaciones culturales, a veces llamadas, de promocion social.
Por ejemplo, las asociaciones culturales y recreativas non-profit
 Organizaciones de voluntariado
 Cooperativas sociales
 ONGD
 Asociaciones reconocidas y Fundaciones

Dentro de estas familias la figura clave es la cooperativa social. A ella nos


referiremos de forma detallada más adelante, para resaltar sus especificades y
su doble condición en tanto que cooperativa e integrante del Tercer Sector.
En las líneas que siguen, por tanto, no centramos en las sociedades
cooperativas.

1. LAS CIFRAS DEL COOPERATIVISMO EN ITALIA Y EMILIA ROMAGNA

Italia cuenta en la actualidad con más de 60.000


cooperativas, de las cuales casi 5.000 están en EMILIA ROMAGNA
Emilia-Romagna. El grueso de estas cooperativas La región de Emilia Romagna abarca
son precisamante, las asimilables a las cooperativas una extensión de 22.117,34 km²,
de trabajo, que de hecho representan más del 90% cuenta con 4.223.264 habitantes, y
del total de cooperativas italianas. Sin embargo, hay está integrada por las provincias de
Bologna, Ferrara, Forlì-Cesena,
que destacar el crecimiento de las cooperativas
Módena, Parma, Piacenza, Ravenna,
sociales en los últimos años tanto a nivel nacional Reggio Emilia y Rimini. La capital
como regional. regional toma asiento en Bologna.

El nuevo derecho societario introducido en 2003 ha El nivel de ocupación de Emilia


Romagna es el más alto de toda Italia.
reducido sensiblemente la tipología de la empresa
La tasa de desempleo apenas
cooperativa, reduciéndola a tres grupos: representó el 3,4% de la PEA en
2006. El PIB por habitante en 2005,
- sociedad cooperativa según datos del ISTAT, ascendía a
- cooperativa social: 29.298€, es decir, 5.107€ por encima
de la media italiana. En el ámbito
De tipo A- de servicios sociosanitarios y
europeo, según datos de EUROSTAT
educativos referidos a 2004, Emilia Romagna
De tipo B- de actividades diversas (comerciales, ocupaba el puesto 35 de un total de
industriales, agrícolas, etc.), destinadas a la 206 regiones en términos de unidad
inserción laboral de sectores desfavorecidos de poder adquisitivo por habitante2.
- consorcio cooperativo Al 31 de diciembre de 2006.
2
Informe anual sobre la economía regional,
Unione delle Camere di commercio dell'Emilia-

38
TABLA 1.
LAS COOPERATIVAS DE EMILIA-ROMAGNA EN CIFRAS
Italia Emilia-Romagna % de Emilia-
Romagna sobre el
total nacional
2000 2005 2006 2000 2005 2006 2000 2005 2006
Sociedades 66.488 64.934 71.53 4.677 4.451 4.925 7,03 6,86 6,88
cooperativas 4
Cooperativa 735 5.064 29 300 326 3,95 5,92
s Sociales
Consorcios 160 399 16 40 48 10,0 10,0 12,0
de 441 0 3 3
Cooperativa 67.383 70.397 4.722 4.794 5.299
s 7,01 6,81
TOTAL
Fuente: Elaboración propia con datos de Union Camere Emilia-Romagna

En el año 2005 Por número de cooperativas Emilia Romagna representaba el


6,68% del total nacional. En términos de facturación económica, sin embargo,
ese porcentaje alcanzaba el 8,5%. La supremacía de las cooperativas en
Emilia Romagna también se percibe en relación a las variables cooperativismo
y población, con una relación igual al 35,8 adherentes por cada mil habitantes.
De las 418 cooperativas más grandes de Italia, sólo Emilia Romagna alberga a
10831. En el ámbito del empleo cooperativo Emilia Romagna también está a la
cabeza del país (excluyendo el cómputo del sector agrícola) a más de 4 puntos
de la media nacional (9.8% de ocupación en el sector cooperativo frente al 5%
nacional). Por tanto, la incidencia del cooperativismo se plasma en las variables
económicas más importantes.
TABLA 2.
INCIDENCIA DEL COOPERATIVISMO EN EMILIA ROMAGNA
Ranking Ranking Provincia % de % cooperativistas por
nacional regional cooperativistas cada 1.000 hab
sobre población
ocupada
(exceptuando
sector agrícola)
1 1 Ravena 13,4% 40,8%
2 2 Reggio Emilia 13,1% 53,4%
5 3 Bologna 11,5% 45,4%
6 4 Forli-Cesena 11,2% 39,3%
9 5 Ferrara 9,9% 27,2%
14 6 Modena 8% 32,8%
17 7 Piacenza 7,6% 23,2%
37 8 Parma 5,8% 21,4%
68 9 Rimini 4,2% 14,2%

31
Le cooperative nell´ambito della struttura produttiva italiana nel periodo 2001-2005, Centro
Studi Legacoop, noviembre 2007.

39
Fuente: Área de estudio e investigación Unioncamere Emilia-Romagna. Primo
rapporto sull’econom cooperativa, Unioncamere Italiana e Istituto Tagliacarne,
Novembre 2004.

2. REPASO HISTÓRICO

La presencia cooperativa arranca realmente después de la Segunda Guerra


Mundial, con un cierto componente de desarrollo endógeno y de recuperación
de la actividad económica nacional.

A lo largo del siglo XIX, los límites que frenaron el desarrollo del cooperativismo
italiano fueron la falta de objetivos comunes, su heterogeneidad y sus
diferencias regionales. De esa época proviene ya la primera división ideológica
entre la corriente socialista (cooperativismo rojo) y la católica (cooperativismo
blanco). El núcleo fuerte lo constituían las grandes cooperativas de consumo
de los centros urbanos, con cierta incidencia en el mundo rural. En el seno de
la Lega Nazionale delle Coopertive e Mutue (Lega) el cooperativismo rojo era el
hegemónico.

En 1913 se crea el Instituto Nazionale di crédito delle Cooperazione, el primer


ente de financiación de las cooperativas.

En vísperas de la Primera guerra mundial el cooperativismo italiano había


adquirido rasgos de un movimiento de masas aunque mal organizado. Con el
estallido de la guerra el cooperativismo sufre una restructuración interna para
permitir integrarse en el aparato de movilización del Estado. Las relaciones con
el Estado se intensificaron, lo que provocó fuertes polémicas dentro del
movimiento. La base social de la Lega, mayoritariamente obrerista, reclamaba
su naturaleza de movimiento obrero y exigía la adopción de una postura no
colaboracionista con los intereses capitalistas, acercando con ello su discurso
al también no belicista partido socialista. La restructuración del cooperativismo
tuvo un carácter vertical, creándose en el seno de la Lega federaciones
nacionales de sector para las distintas categorías de cooperativas de trabajo,
de producción, de consumo, agrarias. Aunque cada federación logró un grado
de desarrollo diferente, compartían un rasgo común: surgieron como respuesta
a la necesidad de romper su tradicional aislamiento y dispersión.

El mundo cooperativo salió reforzado de la I Guerra Mundial al haber


demostrado su eficacia en circunstancias críticas. Se presentó como un
elemento clave para la restructuración económica del país. En poco más de
dos años se duplicaron las cooperativas de producción, se mantuvieron
constantes las de consumo y se redimensionaron las de crédito y las agrarias.

Reaparecieon las viejas disputas entre socialistas y católicos sobre el papel de


las cooperativas. Resultaba cada vez más difícil que la Lega siguiera jugando
el papel unitario que había desempeñado, surgiendo cooperativas, como la
Confederación Católica de Cooperativas, la Federación de Cooperativas de
Excombatientes, el Sindicato Nacional de las Cooperativas o el Sindicato
Italiano de Cooperativas, de corte fascista.

40
La corriente católica, hasta entonces integrada en la Lega, creó su propia
central cooperativa, denominada Confederazione delle Cooperative Italiane con
lo se materializó la aspiración de las cooperativas católicas a tener una
representación independiente que contrarrestase el poder de la Lega. Cada
una integraba a unas 8.000 entidades. La lucha por la hegemonía, que fue
trasladada a otros ámbitos como el sindical o el político, sería aprovechada por
el fascismo para llegar al poder del Estado.

El objetivo central del fascismo era el control del movimiento cooperativo. En


1922 se desató una oleada de violencia en forma de incendios y saqueos de
las sedes cooperativas, tanto socialistas como católicos, que llevó al arresto y
exilio a muchos de sus dirigentes. En 1924 los dirigentes de ambas
federaciones intentaron coordinar sus acciones para ofrecer un frente común al
fascismo, pero el recelo mutuo impidió que el proceso cristalizase.

En 1925 quedaron jurídicamente disueltas tanto la Lega como la CCI, siendo


sus cooperativas de base integradas obligatoriamente en los organismos
cooperativos dominados por el fascismo, concretamente en el Ente Nazionalle
delle Cooperative. Se porcedió a la nacionalización de los consorcios agrarios y
del Instituto del Crédito para la Cooperaación, con lo que el movimiento
cooperativo perdió toda su autonomía.

Tras la II Guerra Mundial, el cooperativismo recibió un fuerte impulso, al que


contribuyeron tanto la recuperación de las libertades, como la reaparicion de
los partidos políticos, deseosos de restaurar sus tradicionales bases de apoyo.
A ello se unirá también el deseo y la necesidad de todos los grupos sociales
por superar los problemas económicos que planteaba la reconstrucción del
país.

En 1945 reaparecieron la Lega socialista y comunista y la CCI católica. La


Democracia Criatiana promovió su propia federación autónoma, tanto en el
terreno sindical como en el cooperativo. Se creo la Confcooperative, con la
intencion de implantarse a través del asociacionismo “blanco”. Durante los años
50s, las dos centrales cooperativas acometieron un proyecto de
reestructuración interna, que culminó con la creación de modelos organizativos
más especializados.

En el seno de la Lega tuvo lugar la escisión del ala socialdemócrata y de los


liberales, creándose en 1952 la Allianze Generale delle Cooperative Italiane
(AGCI), no reconocida por los poderes públicos hasta 10 años más tarde. La
Confcooperative amplió su presencia creando uniones provinciales y regionales
y especializando sus actividades.

Con la creación de la Comunidad Europea se abría una nueva fase en el


desarrollo del cooperativismo caracterizada por su creciente especialización y
mayor penetración en el mercado. A principios de los 70 el movimiento
cooperativo demostraba haber avanzado considerablemente. En los 90, se
vivió un progreso general del cooperativismo en el plano empresarial, con la

41
creación de estructuras de segundo grado y la consolidación patrimonial de
algunas importantes cooperativas32.

3. ORGANIZACIÓN DEL MOVIMIENTO COOPERATIVO

Las organizaciones cooperativas son reconocidas por el Estado. Las cuatro


organizaciones de representación de mayor importancia han surgido al amparo
de sus respectivos movimientos políticos, y poseen una doble estructura:
vertical a nivel territorial y horizontal, a nivel sectorial.

Las organizaciones cooperativas italianas tienen como referente cultural y


político a las grandes corrientes de pensamiento político: católico, liberal y
socialista-comunista.

 Lega Nazionale Cooperative e Mutue (Legacoop). Nace del pensamiento


socialista y después comunista, y actualmente está vinculado a la DS
(demócratas de izquierda), herederos del antiguo PCI. Réune en su seno a un
gran número de de empresas de grandes dimensiones.

 Confcooperative. Surgida de una escisión de la Lega en 1919, ha estado


vinculada a la antigua democaracia cristiana. Agrupa a muchos consorcios y a
la mayor parte de la banca de crédito cooperativo.

 Union Nazionale Cooperative Italiane (UNCI). Nacida de una escisión de


Confcooperative.

 Allianze Generale delle Cooperative Italiane (AGCI). De filiación


socialdemócrata y republicana, también nace de otra escisión de la Lega en
1951. Su base social más pulverizada, reúne a muchas pequeñas empresas
con bajo nivel de capitalización.

 Unione Italiana Cooperative (Unicoop). La más reciente de todas, al


parecer de filiación conservadora.

Grosso modo, este esquema organizativo puede ser una garantía de cohesión
interna de cada una de las centrales cooperativas al ir asociadas a un proyecto,
o por lo menos, una deficinión política. Sin embargo, las limitaciones más
visibles de este esquema podrían ser: la falta de unidad de acción del
movimiento en su conjunto sobre problemas concretos y comunes a todas las
cooperativas; y la fragmentación en la representación y defensa de los
intereses de los cooperativistas asociados, es decir, que cada una de las
centrales cooperativas se ocupe de sus asociados perdiendo la perspectiva
nacional.

32
“Memoria histórica del movimiento cooperativo agrario en Europa durante el sglo XX: Síntesis
comparativa en la Unión Europea”, de Carlos Morales y Dolores Muñoz, en El futuro de las
cooperativas en una Europa en crecimiento, CIRIEC, 2004.

42
4. LAS POLÍTICAS PÚBLICAS Y COOPERATIVISMO

4.1 MARCO JURÍDICO

Reconocimiento jurídico y estatutario en razón de su identidad diferenciada.

MARCO JURÍDICO DE LA ECONOMÍA SOCIAL EN ITALIA

Constitución: Art.45
ITALIA Código Civil: Art. 2511-2545
Ley de Cooperativas 59/92
Ley Basevi, 1577/47 de Cooperativas sociales.
Ley Marcora 49/85
Ley 49/87 de ONGD
Ley 381/1991 de Regulación de las Cooperativas
sociales
Ley 266/91 sobre el voluntariado
Decreto Legislativo 460/97, sobre Disposiciones
relativas a las organizaciones no lucrativas
de utilidad social (ONLUS)
Ley 266/97 de Regulación de la pequeña sociedad
cooperativa.
Ley 460/97 de Organización no lucrativa de utilidad
social (ONLUS)
Ley 461/98 de Regulación de las Fundaciones
bancarias
Ley 155/06 relativa a la Disciplina de la empresa
social
EMILIA ROMAGNA Ley Regional 22/1990 Disposiciones sobre principios y
disciplina general para la cooperación.
Ley Regional 6/2006 De la cooperación que reforma de
la ley precedente.

4.2 ORGANISMOS PÚBLICOS DE APOYO AL SECTOR

En el Ministerio de Desarrollo Económico (Ministero delle Sviluppo Economico)


existe una Dirección General para las entidades cooperativas. Sus
competencias abarcan: políticas y programación del desarrollo cooperativo;
promoción y educación cooperativa; vigilancia sobre cooperativas y consorcios
cooperativos, y provisiones sancionadoras; liquidación forzosa; estudios,
investigaciones y monitoreo.

4.2.1 REGISTRO

El registro es obligatorio para todas las cooperativas independientemente

43
que sean de mutualidad predominante o no. El registro depende el Ministerio
de Actividades Productivas, y se realiza en las Cámaras de Comercio
regionales. Se compone de dos secciones: por un lado, las cooperativas de
mutualidad predominante y por otro, las de mutualidad no predominante.

4.2.2 DiÁLOGO SOCIAL

A nivel nacional:

Reconocimiento de la condición de interlocutor en el proceso de elaboración y


aplicación de las políticas públicas.

 El Consejo económico y social italiano (Consiglio Nazionale dell´economia e


del lavoro). Está compuesto por 121 consejeros: 12 expertos, 99 de los
sectores productivos de bienes y servicios y 10 de agentes de promoción social
y voluntariado. Dentro de la categoría de los sectores productivos la
composición de representantes se compone de: 44 en representación del
trabajo asalariado, 18 en representación de los trabajadores autónomos y 37
en representación de las empresas. Dentro de la categoría de los trabajadores
autónomos, cada una de las centrales cooperativas, salvo Unicoop, es decir,
Legacoop, Confcooperative, UNCI y AGCI, cuenta con un representante.

 En lo que respecta a las cooperativas sociales (y al Tercer Sector), en 1997


durante el gobierno de centro-izquierda se estableció un diálogo estructurado
en torno al Forum del Tercer Sector. También se estableció un comité
parlamentario sobre el Tercer Sector. Desde el año 2000 han predominado las
negociaciones bilaterales en detrimento de estos canales institucionales.

4.3 SISTEMA FISCAL

El tema de los tributos de las cooperativas ha sido una cuestión polémica. Tras
la reforma del derecho societario se distinguen claramente dos tipos de
cooperativas:

 Un cooperativismo orientado al mercado que tributa, y


 Un cooperativismo mutualista que goza de ventajas fiscales.

Las cooperativas que se orientan al mercado, deben hacerlo en igualdad de


condiciones que las demás empresas. Pero la legislación italiana ha reservado
un sitio de privilegio a las cooperativas de perfil mutualista o “cooperativas de
mutualidad predominante”. Son las que desempeñan su actividad
preferentemente a favor de los socios consumidores o usuarios de bienes o
servicios; en el desarrollo de su actividad se valen preferentemente de las
prestaciones laborales de los socios; y en el desarrollo de su actividad se valen
predominantemente de los aportes de bienes o servicios realizados por los
socios, que operan con sus asociados. Las cooperativas sociales y los bancos
de crédito cooperativo también se consideran como “cooperativas de
mutualidad predominante”.

44
A efectos de fiscalidad las cooperativas —según el decreto legislativo del 17 de
enero de 2003 que reforma las disposiciones relativas a las sociedades
cooperativas en el Código Civil—, se distinguen entre cooperativas de
mutualidad predominante y otras cooperativas. Esta división tiene una
importancia crucial porque sólo las primeras gozan de ventajas fiscales.

Cooperativas de mutualidad predominante:

1. Los estatutos de las cooperativas que contengan las siguientes cláusulas:

1.1 La limitación de distribuir dividendos por encima del interés máximo


de los bonos postales rentables, incrementado en un 2.5% 33; así como la
remuneración de los instrumentos financieros suscritos por los socios
cooperadores por encima del 2% del límite máximo previsto para los
dividendos.

1.2 La prohibición de distribuir las reservas entre los socios durante la


vida de la sociedad

1.3 La aplicación, en caso de disolución de la sociedad, del patrimonio


social íntegro —deducido sólo el capital desembolsado y lso dividendos
eventualmente producidos— a fines de utilidad pública conforme el espíritu
mutualista.

2. y, que desarrollen su actividad predominantemente (más de un 50%) con sus


propios socios

Adicionalmente, existen otras cooperativas calificadas de “mutualidad


predominante de derecho” entre las que se encuentran las cooperativas
sociales que respeten las disposiciones de la Ley del 8 de noviembre de 1991 o
los bancos de crédito cooperativo que respeten las normas de las leyes
especiales.

Otras Cooperativas:
Aquellas cooperativas que no cumplen con los requisitos anteriores.

Desde el año 2004 en el sistema fiscal italiano ha establecido un gravamen


único del 33% que regula el impuesto de sociedades (IRES, imposta sul reddito
delle società).

Por tanto, las cooperativas varias tributan con un 33%. A su vez, las
cooperativas de mutualidad predominante tributan con un 30%, salvo las
cooperativas agrícolas y sus consorcios, y las de “pequeña pesca” y sus
consorcios que tributan con un 20% sobre los resultados positivos netos
anuales.

Tanto en las cooperativas de mutualidad predominante como en las


cooperativas diversas, de acuerdo con la Ley 904/1977, no forman parte de la
base imponible las sumas destinadas a las reservas indivisibles, a condición de
33
Esta remuneración se fija mediante Decreto Ministerial.

45
que se excluya la posibilidad de distribuirlas entre los socios bajo cualquier
forma, durante la vida del ente y su disolución. Igualmente, el 3% que se
destina obligatoriamente por todas las cooperativas a los fondos mutualísticos,
regulado por la Ley 59/1992, es deducible de la base imponible del impuesto de
sociedades.

4.4 COOPERATIVAS SOCIALES

El hito más importante en el desarrollo de este sector se da con la Ley 381 de


1991 que, después de una década de negociaciones políticas, vino a
establecer el estatus jurídico de las cooperativas sociales. Hasta la fecha, ésta
es la única figura organizativa que se ajusta a la medida de las empresas
sociales. Y en ese sentido esta ley ha sido una inspiración normativa para
Bélgica, Francia y Portugal. Desde 2005 se está trabajando en un marco
jurídico más amplio que dé cabida a la creación de otros tipos de empresas
sociales34.

Antes de la Directiva europea sobre contratación pública, el registro como


cooperativa social de tipo B daba acceso a contratos públicos sin optar a
concurso. Las autoriades locales promocionaban las cooperativas sociales
concediéndoles algunos contratos, en el entendido de que ofrecían servicios
más baratos que el sector privado o público, y eran más flexibles. Así, las
cooperativas sociales de tipo B fueron haciéndose con la prestación de
servicios que comenzaban a ser mercantilizados por el vacío que había dejado
la familia tradicional.

Actualmente, el sector está en un proceso de transición desde un esquema


proteccionista a otro de libre mercado donde la contratación pública en régimen
de competencia se orienta básicamente por los costes del servicio más que por
la calidad del mismo.

Una de las características más reseñables de las cooperativas sociales son los
Consorcios. En la mayoría de los casos, los Consorcios se crean como
cooperativas de segundo grado, con el objetivo de servir a sus miembros en
cuestiones técnicas y de gestión. Actualmente, existen cuatro grandes
Consorcios nacionales de cooperativas sociales:

 Consorcio Gino Mattarelli (CGM) (Confcooperative)


Su proyecto estrella Italia Welfare. Una estrategia impulsada en mayo de 2005
bajo la nueva marca Italia Welfare con el objetivo de construir alianzas estables
con socios del sector público y privado combinando competitividad con
solidaridad.
 DROM (Lega)
 Impresa a rete (Lega)
 Farsi Prossimo (Caritas Ambrosiana)

Las cooperativas individuales se agrupan en Consorcios regionales y


nacionales, que les proporcionan servicios, tales como formación y consultoría
34
Social Enterprise: An international literature review, Informe realizado por GHK, en asociación con
Toby Johnson y Roger Spear, marzo de 2006.

46
empresarial. Además, al operar a escala nacional tiene acceso a la Unión
Europea, tanto como lobby, como socios de programas financiados por la UE.

4.5 PROMOCIÓN COOPERATIVA

4.5.1 LOS FONDOS MUTUALÍSTICOS

Todas las cooperativas, sean del tipo que sean, tributan un impuesto llamado
Fondo mutualistico, con una tasa del 3% de los beneficios anuales, que es
transferido a las Centrales cooperativas. Cada una las cinco Centrales
cooperativas tiene su propio fondo mutualístico para la promoción cooperativa;
la ley prevé que aquellas cooperativas que no estén adheridas a ninguna de
ellas destinen ese 3% a un fondo gestionado directamente por el Ministerio de
Desarrollo Económico35. Este fondo otorga préstamos y suscribe capital en las
cooperativas. Los fondos mutualísticos están subordinados a la vigilancia del
Ministerio de Desarrollo Económico.

1. Fondosviluppo de Confcooperative, es una sociedad anónima sin ánimo


de lucro. El Fondo no concede aportaciones a fondo perdido y tiene carácter
rotativo. La actividad que Fondosviluppo ha desempeñado hasta la fecha ha
favorecido iniciativas orientadas a promover la innovación tecnológica y el
desarrollo del empleo. En particular, sus operaciones se han orientado
principalmente a:

- conceder financiación por una duración límite de 5 años, con una devolución
prevista en cuotas semestrales.
- adquisirir participaciones en sociedades cooperativas, en calidad de socio
patrocinador por un porcentaje no superior al 49% del capital; estas
participaciones deben ser movilizadas en cinco años (adquiridas por los
socios de la cooperativa o por otros socios patrocinadores).
- financiar empresas cooperativas en fase de inicio a la espera de financiación
pública.
- financiar actividades formativas.

2. Coopfond es la sociedad que gestiona el fondo mutualistico para la


promoción cooperativa de todas las cooperativas adheridas a Legacoop (Lega
Nazionale Cooperative e Mutue) y del patrimonio residual da aquellas
cooperativas liquidadas. Fundado en 1993, está constituido como sociedad de
acciones. Su paquete accionariado está enteramente controlado por Legacoop
Nacional.

3. Promocop es la sociedad que gestiona el fondo mutualístico de las


cooperativas adheridas a la Union Nazionale Cooperative Italiane (UNCI).

4. General Fond es la sociedad de la AGCI.

Entre 1993-2006 Coopfond ha reunido 261 millones de euros (lo que significa
que las cooperativas de Legacoop han producido beneficios netos por valor de
8.5 billones de euros. En 2005 Fondosviluppo ha incrementado
35
Ley n. 59 del 31 de enero de 1992.

47
considerablemente sus fondos, dado que con la nueva norma introducida en
2003 los Bancos de Crédito Cooperativo se han normalizado debiendo aportar
también el 3% de sus beneficios netos a los fondos mutualísticos mientras
antes gozaban de una especial derogación que fijaba la base del cálculo en el
30% de los resultados netos. Como la mayoría de los bancos cooperativos
están adheridos a Fondosviluppo han elevado su recaudación, de tal manera
que en 2005, por primera vez las entradas de Fondosviluppo han supuesto 29
millones de euros frente a los 22 millones de Coopfond (Marco Bulgarelli:2006).
La dotación anual de fondos llega más o menos a los 60 millones de euros, de
los cuales se deben agregar el reingreso de las participaciones rotativas y el
reembolso de los préstamos concedidos a las cooperativas. Por tanto,
excluyendo el reingreso del Ministerio porque eroga las contribuciones a fondo
perdido, el capital de riesgo para la promoción cooperativa puede estimarse en
torno a los 90 millones de euros anuales.

TABLA 3.
RECAUDACIÓN DE FONDOS MUTUALÍSTICOS 1993-2006
Fondos Total acumulado 1993-2006
(millones de euros)
Coopfond 291*
Fondosviluppo 190
Generalfond 10
Promocoop 0,4
Ministerio de Desarrollo Económico 80
TOTAL
Cifras estimadas, salvo Legacoop, dado que el resto no hacen públicas las
series históricas.
Fuente: Marco Bulgarelli Coopfond e la nuova promozione cooperativa, en La
promozione cooperativa. Coopfond tra mercato e solidarietá, Il Mulino, 2006,
p.22.

Ya hemos señalado que desde su constitución Coopfond ha recibido de las


cooperativas asociadas a Legacoop recursos por una cantidad de 291 millones
de euros. La captación regional de los mismos se recoge en la siguiente tabla.

TABLA 4.
CAPTACIÓN DE COOPFOND POR REGIONES
REGION TOTAL (millones de euros)
Abruzzo 0,43
Basilicata 0,41
Calabria 0,59
Campania 2,07
Emilia Romagna 162,89
Friuli Venezia Giulia 3,58
Lazio 2,90
Liguria 13,07
Lombardia 21,71
Marche 4,18
Molise 0,18
Piemonte 14,92

48
Puglia 1,13
Sardegna 1,65
Sicilia 3,45
Toscana 40,15
Umbria 13,47
Vall d´Aosta 0,04
TOTAL 291,7
Fuente: Coopfond.

El modelo de promoción cooperativa de Coopfond está inspirado en los Small


Business Agencies británicos de la época de Thatcher, que trataban de
revitalizar el moribundo sector de las PYMES. Releyendo la esperiencia
tradicional de promoción a la luz de la experiencia británica, se llegó a trazar un
modelo que diez años más tarde Coopfond lo llevó a la práctica. La política de
promoción se centra en la creación de nuevas cooperativas, consolidación de
las existentes, búsqueda de nuevos mercados cooperativos, restructuración de
cooperativas en crisis, mérito social (criterios éticos en el emprendizaje),
relocazalización del patrimonio de cooperativas improductivas. Y su modelo
está caracterizo por:

- individualizar los interlocutores intereresados en colaborar para aumentar la


probabilidad de éxito de un proyecto de emprendizaje.

Dentro sistema cooperativo los sujetos y sus roles se describen de la siguiente


manera:

- estructura asociativa para la incubación del emprendizaje y sobre


todo para la validación social de los demandantes
- grandes empresas cooperativas para la tutelaje de la cooperativas
pequeñas
- consorcios sectoriales para la tutelaje y apoyo en la gestión del
aprovisionamiento, de la adquisición de trabajos (adjudicados y otros) o de
otras variables críticas sobre los costos de aquello que se quiere conseguir.
- estructuras financieras para la asistencia sobre el capital de crédito y
capital de riesgo
- Sociedades de Consulta y Formación para servicios profesionales
especializados

La asistencia potencial de este grupo de sujetos es notable, pero además el


círculo virtuoso es mucho más heterogéneo sobre el territorio nacional.

- Definir una gama de prestaciones útiles para aumentar la eficacia (consultoria


estratégica y en el momento del start-up, formación para el emprendizaje,
disposición logística (economías de escala a través de servicios comunes de
secretaría, contabilidad, etc.), disposición procedimental, asistencia financiera
(mejora de las condiciones de acceso al crédito), asistencia para la financiación
pública (mapa de las ayudas nacionales, locales y comunales), asistencia
tecnológica (validación del esquema tecnológico y de la relación
calidad/precio), asistencia al capital de riesgo (viabilidad de la participación de

49
Coopfond y de otros potenciales aliados), tutelaje (Asistencia realizada a través
de Consorcios o de grandes empresas cooperativas), estudio microsectorial
(dotación de estudios de viabilidad cooperativa), franchising cooperativo
(organización de know how y de servicios para la gestión activa de la
promoción).

- Definir un método de trabajo (primer contacto, prevaloración, valoración,


contrato,gestión y conclusión)

4.5.2 LA LEY MARCORA

Durante la crisis de los 80, en el contexto del aumento del gasto público
destinado a financiar los subsidios al desempleo, se elaboró la Ley Marcora. Su
propósito era hacer un uso más productivo el gasto público. Según esta
normativa se constituyeron dos fondos destinados a las cooperativas de
producción, trabajo y servicios, uno de para brindar créditos a tasas de interés
preferencial para las cooperativas de trabajadores –un fondo rotativo para la
promoción y el desarrollo del cooperativismo-, y el otro para fomentar la
participación de compañías de inversión en empresas cooperativas. La
condición básica era que los trabajadores de las empresas en crisis
comprometieran parte de las indemnizaciones por quiebra en el capital social
de la empresa.

En 2001 la ley fue modificada para adecuarse a la normativa europea sobre


apertura de mercados, con lo que la legislación pasó de ser una herramienta
para la recuperación de empresas en quiebra a convertirse en un mecanismo
ordinario de apoyo a proyectos cooperativos.

Efectivamente, la Ley Marcora (49/85), actualmente reformada en la Ley 57/01,


determina dos tipos de fondos en relación al cooperativismo. “La nueva ley
Marcora se compone de dos títulos. El primero regula el fondo de rotación para
la promoción y el desarrollo de la cooperación denominado Foncooper. El
segundo título es relativo a la institución y al funcionamiento del fondo especial
para las medidas de la protección de los niveles de empleo. Este segundo
instrumento permite a los/las trabajadores/as procedentes de empresas que
han cesado la actividad fundar cooperativas de producción y trabajo o sociales
beneficiándose de una participación minoritaria en el capital y de una
financiación por parte de una financiera creada apropiadamente por las
Centrales Cooperativas”36.

4.5.3 LOS CONSORCIOS Y LAS COOPERATIVAS DE GARANTÍA FIDI

Los consorcios y las cooperativas de garantia FIDI, sostenidas por


Unioncamere y la Cámara de Comercio de Emilia Romagna, en colaboración
con la Región de Emilia Romagana y las Asociaciones cooperativas:
- Fidindustria: Consorcio regional de garantia colectiva FIDI para la pequeña
y mediana empresa industrial de Emilia Romagna.
36
Dictamen 03/2: La cobertura financiera y legislativa para la constitución de empresas
de Economía Social, Fondo Social Europeo, p.20.

50
- Coop.E.R.Fidi: Consorcio FIFI regional para la PMI cooperativa de tudos los
sectores economicos para las asociaciones y fundaciones del espectáculo de
Emila Romagna.
- Cofiter: Consorcio de garantia FIDI para las empresas comerciales,
turisticas y de servicios de Emilia-Romagna.

4.5.4 LOS FONDOS EUROPEOS: EQUAL

De todos los estados miembros, Italia es el más activo en términos de


presupuestarios como en el desarrollo de partenariados. En la primera ronda
de los 99 millones de euros del Fondo Social Europeo Italia se hizo con el 40%
de los recursos disponibles para programas temáticos.

Dentro de los proyectos financiados por la UE, destaca el programa QUASAR.


Calidad para un sistema en red de las empresas sociales.

QUASAR aspira a construir un puente entre las empresas sociales y las


Cámaras de comercio. Imprimir la cultura de las empresas sociales de rasgos
más empresariales y dotar a las Cámaras de comercio de una cultura más
sensible a los compromisos sociales. El proyecto, ampliado a ocho provincias,
también ha creado Observatorios de la economía civil, que trabajan mano a
mano con las Cámaras de comercio. Con este proyecto la Cámaras de
comercio ofrecen un servicio más, que responde a las necesidades de un
sector en crecimiento rápido. Las empresas sociales, por su parte, fortalecen
su identidad, su reconocimiento legal, sus competencias de gestión, y la red de
apoyo regional.

51
ESPAÑA: COMUNIDAD AUTÓNOMA DE ANDALUCIA
EL II PACTO ANDALUZ POR LA ECONOMÍA SOCIAL

Dentro del estudio que presentamos, hemos querido detenernos en una


Comunidad Autónoma del Estado español. Y lo hacemos con la Comunidad
Autónoma de Andalucía al entender que presenta una singular importancia el II
pacto andaluz suscrito recientemente (en concreto el 23 de octubre de 2006)
por la Junta de Andalucía, la Confederación de entidades para la Economía
Social de Andalucía, Comisiones Obreras y la Unión General de Trabajadores
de Andalucía. En efecto, lo que se hace en el referido Pacto es diseñar un
modelo, algo que precisamente estamos buscando para su propuesta en la
Comunidad Autónoma del País Vasco.

Conviene aclarar que Andalucía no tiene una Ley de fomento de la Economía


Social –el referido pacto no tiene rango de Ley-, tan sólo una ley de sociedades
cooperativas que dedica uno de sus capítulos, el I del Título III a la promoción
cooperativa. En esto, no presenta muchas novedades respecto al resto de
comunidades que tienen atribuidas competencias exclusivas sobre la materia.
Es más, desde el inicio de la actual legislatura tampoco existe una normativa
específica sobre la materia con rango de Orden, con excepción de la Orden de
17 de abril de 2007 que conserva carácter específico de promoción de la
economía social con respecto a determinadas ayudas que se articula,
básicamente a través de las organizaciones representativas de las empresas
del sector de la economía social.

Por el contrario, en la actualidad, desde la dirección General de economía


Social y Emprendedores, dentro de la Consejería de Innovación, Ciencia y
Empresa, el fomento de las empresas andaluzas –es importante reseñar que
sean o no de economía social- se realiza a través de una regulación única y
mediante la Orden de 17 de abril de 2007, que a este respecto incluye
determinadas discriminaciones positivas para este sector pero siempre dentro
de este marco común.

Todo ello, hemos de remarcarlo, con independencia de que dicha situación, que
ha cambiado con el tiempo, no haya hecho que el montante cuantitativo de la
ayuda de la Administración que se destina a este sector siga siendo hoy en día
el más elevado a nivel de todo el Estado; motivo –por otra parte- también
importante para habernos detenido en esta Comunidad Autónoma.

Sin embargo, lo que entiendo es de singular importancia el II pacto por la


Economía Social firmado por el gobierno andaluz con las organizaciones más
representativas de la economía social andaluza y los sindicatos más
representativos, también andaluces, donde se diseñan las grandes líneas de
fomento de estas entidades para los cuatro años siguientes, que involucran a
las distintas Consejerías de la Administración Andaluza y que va más allá de lo
que son las tradicionales subvenciones o incentivos a estas empresas objeto
de regulación. En definitiva, como decíamos, que define un modelo de fomento
de la Economía Social, basado en el consenso y en la definición de criterios.

52
En el Pacto se definen 5 OBJETIVOS marco, 14 LINEAS ESTRATÉGICAS y 70
MEDIDAS, pero sobre todo se definen unas bases que luego se concretan de
forma pormenorizada.

Así mismo se incluyeron a la totalidad de Consejerías que estaban implicadas


en el fomento de estas empresas – a pesar de que luego fuera el tractor del
Plan la Consejería de Innovación- para que en nombre del Gobierno
negociaran un plan a cuatro años tanto con el sector empresarial de la
economía social como con los sindicatos más representativos. Hemos de dejar
constancia que en el pacto no intervienen las Universidades al haberse
entendido que las mismas ya realizan planes de formación sectoriales –en
ocasiones en colaboración con CEPES-ABDALUCÍA- y cargo a sus propias
Universidades y en el marco de la política educativa respectiva. En cualquier
caso, no se ha descartado la idea de su participación como observadores en
los próximos años.

El objetivo era proponer –y consensuar- en cada medida (son 70 como hemos


dicho) qué se quiere hacer, determinar el presupuesto, determinar los
indicadores de realización y los resultados. Por lo tanto, los vectores de
actuación serían:

- qué hacer
- con qué dinero.
- cómo evaluar.
- control del resultado.

A este respecto se determina en el Plan una Comisión de Evaluación


compuesta por el Consejero de Innovación, 4 Directores Generales de las
Consejerías afectadas, 4 miembros de CEPES, 2 de UGT y 2 de Comisiones
Obreras.

Al mismo tiempo se establece que la forma de evaluación se realice


fundamentalmente mediante las nuevas tecnologías. En concreto mediante la
descarga de datos en una web abierta a tal fin y mediante la cual los firmantes
del Plan conocen en tiempo real lo que se está haciendo. Esta herramienta
informática se ha puesto en marcha con fecha 16 de noviembre de 2007.

Si bien entendemos que lo que nos importa es la planificación, sí diremos que


desde un punto de vista financiero, se han destinado 103 millones de euros
para el Departamento que ejecuta el Plan, si bien la verdad es que la mitad
está destinada a la Economía Social y la otra mitad a los emprendedores en
términos generales y en donde también pueden entrar las empresas de la
Economía Social.

Entrando directamente en el Contendido del Pacto, señala el propio texto que


la Economía Social se ha manifestado en los países occidentales como un
sector emergente con afianzada presencia multisectorial y con variadas
modalidades constitutivas, cuya fortaleza no es más que el resultado de las
nuevas y mayores oportunidades de actividad productiva y distributiva, por un
lado, y de iniciativa social, por otro. La especialidad de este sector reside en la

53
doble correlación que se establece, por una parte, en el plano de los objetivos o
fines perseguidos entre interés empresarial y solidaridad y, por otra, la que en
el plano de lo organizativo enlaza participación con responsabilidad.

En el modelo andaluz estos constituyen los cuatro términos identificativos de la


Economía Social, los cuales concurren y aparecen íntimamente relacionados
en las muy variadas entidades que integran este sector, entre las que se
encuentran las sociedades cooperativas, las sociedades laborales, y las
organizaciones representativas de la Economía Social; todas ellas –así
entiende el pacto- susceptibles de políticas de fomento por los poderes
públicos.

Sin embargo, es necesario establecer la identidad de la economía social, así


como su alcance en el modelo andaluz. Así, para los redactores del Pacto, las
empresas de economía social persiguen un beneficio en el desarrollo de su
actividad económica. Desde la óptica andaluza hace tiempo que se superó la
polémica acerca de si estas empresas tienen o no “ánimo de lucro”. Lo tienen,
tanto es así que, cuando excepcionalmente carecen de él adoptan modalidades
que específicamente responden a esta circunstancia. Es el caso de las
“cooperativas de interés social”. Pero al mismo tiempo, la elección de objetivos
que transcienden lo estrictamente privado o la apropiación por parte de los
propios trabajadores o socios, de la rentabilidad que pueda generar su
actividad económica, sitúa de inmediato a los agentes de la Economía Social
en el ámbito de la ciudadanía que aporta trabajo para la consecución de fines
que contribuyen al interés general o bien común. Sin ánimo de extendernos en
esta cuestión, es posible que en el modelo andaluz no se haya diferenciado el
término ánimo de lucro –en términos mercantiles- de lo que nosotros hemos
venido a llamar, siguiendo a la doctrina italiana- lucro cooperativo, el cual no
esencialmente es mercantil.

En cuanto a la vertiente organizativa, la participación de los trabajadores y


socios en la propiedad y dirección de estas empresas tiene su correlato en la
responsabilidad conjunta de todos sus integrantes, tanto en la realización de su
actividad, como en sus resultados, incorporando, de esta suerte, un eficaz
dispositivo de estabilidad, y constituyendo un catalizador referencial para
inquietudes emprendedoras. De hecho, los objetivos de empleo estable y de
calidad, sostenibilidad y cohesión territorial que persiguen los firmantes del
Pacto, resultan coincidentes con los propios de estas empresas, que
desarrollan su actividad creando empleo, en muchas ocasiones, en territorios
donde la generación del mismo reviste una mayor dificultad.

Por ello, y en ese marco conceptual, la pujanza y el relieve alcanzados por la


Economía Social, ha hecho que desde Andalucía se haya considerado la
obligación del esfuerzo institucional de fomento para por ejemplo superar
obstáculos evidentes que todavía hoy existen como son la atomización del
tejido productivo del sector o ciertas carencias en la gestión, que han
ralentizado tanto su expansión, como el conocimiento de su realidad,
debilitando la posición negociadora que le correspondería, en relación con la
que despliegan otros sectores de la economía.

54
Nos parece oportuno mencionar cómo en el Plan se cita como uno de los
desafíos la necesidad de combinar valores, con visión emprendedora;
solidaridad, con eficiencia; y función social, con viabilidad económica. Empresa
no siempre fácil, de ahí que a la Economía Social en el pasado le haya costado
hacer valer su peso económico y su contribución social.

A la hora de determinar los rasgos característicos y diferenciales de las


empresas de economía social, y que luego justifican el propio Plan, cabe
destacar:

 Capacidad de generar empleo de calidad.


 Promoción de proyectos de desarrollo empresarial.
 Vertebración de la sociedad mediante el desarrollo de la actividad
económica en zonas geográficas en las que no existen alternativas.
 Creación de servicios y prestaciones sociales nuevos, que cubren
necesidades emergentes de la sociedad y ayudan a una mejor calidad de vida.
 Prevalencia de la iniciativa personal.
 Capacidad de acoger e integrar a todos los colectivos sociales.
 Democratización de las relaciones industriales.

Son éstas y no otras, las ventajas que desde Andalucía se consideran


estratégicas y objetivo de fomento y protección.

Por otro lado, reconocido el carácter particularmente heterogéneo de las


actividades que desarrollan las empresas de economía social, se presentó
como inevitable que las distintas estrategias, actuaciones y medidas que
fomenten su consolidación y progreso, se canalizaran a través de las distintas
Consejerías que componen la Administración Autonómica. Así, ya hemos hecho
referencia a la interrelación de todas las Consejerías ya que no basta a este fin,
con ser importante, que la Consejería que se pensó debía en un principio
asumir la iniciativa para alcanzar el presente Pacto, esto es, la Consejería de
Innovación, Ciencia y Empresa, y que integra en su seno a Centros Directivos
cruciales para el desarrollo del mismo, cual es el caso de aquellos a los que
competen las áreas de Industria, Desarrollo Energético, Universidad, Desarrollo
Tecnológico, o Emprendedores. Era –y es- necesario también involucrar
directamente en la ejecución de las medidas pactadas a otras Consejerías del
Gobierno Andaluz con competencias relevantes para la promoción de la
Economía Social como son, Agricultura y Pesca, Educación, Empleo, Medio
Ambiente, Turismo, Comercio y Deporte e Igualdad y Bienestar Social. Todas
estas Consejerías han demostrado una capacidad de concertación y
coordinación con los otros firmantes del Pacto como son la Unión General de
Trabajadores de Andalucía (UGT-Andalucía), Comisiones Obreras de Andalucía
(CC.OO-Andalucía), la Confederación de Entidades para la Economía Social
de Andalucía (CEPES-Andalucía), es el auténtico valor añadido que ha traído
como consecuencia las líneas estratégicas y medidas enmarcadas en los
objetivos que se exponen en el Plan.

Los objetivos que se establecen en el Plan son, como ya hemos adelantado, 5.


que pasamos a exponer.

55
OBJETIVO 1. FOMENTO DE LA CREACIÓN DE EMPRESAS DE ECONOMÍA
SOCIAL, ASÍ COMO IMPULSO A LA COOPERACIÓN Y ASOCIACIÓN DE LAS
MISMAS COMO FÓRMULA PARA SU MEJOR DIMENSIONAMIENTO.

Este objetivo busca medidas que impulsen su creación, o remover los


obstáculos que lo impidan o dificulten. Pero, tan importante como alentar la
creación de nuevas empresas, lo es consolidar las existentes, para lo cual, se
revela esencial la cooperación e integración de este tejido empresarial y de sus
estructuras asociativas. En torno a estas premisas se articulan las siguientes
líneas estratégicas:

Línea estratégica 1.1.


Ampliación y consolidación de empresas de economía social.

Medidas:
1.1.1 Acciones que fomenten el espíritu emprendedor.
1.1.2 Desarrollo de la Red Territorial de Apoyo al Emprendedor, asegurando las
acciones de apoyo y afianzamiento del programa Escuela de Empresas.
1.1.3 Apoyo a la ampliación y modernización de la capacidad productiva de las
empresas de economía social.
1.1.4 Estudio y posible reforma de aquellos aspectos legislativos que dificulten
u obstaculicen la creación y desarrollo de empresas de economía social.

Línea estratégica 1.2.


Fomento de la cooperación entre las empresas de economía social.

Medidas:
1.2.1 Campañas institucionales de difusión de las ventajas de la cooperación
entre las empresas de economía social.
1.2.2 Programas formativos en materia de cooperación para las empresas de
economía social.
1.2.3 Apoyo y asistencia técnica a estudios y/o ejecución de proyectos de
carácter productivo, comercial, tecnológico o de inversión en empresas de
economía social.
1.2.4 Impulso a la internacionalización de las empresas de economía social,
mediante su integración en redes europeas de cooperación a través de
proyectos existentes en la Unión Europea, y la elaboración de nuevos
proyectos en el marco de la cooperación con otros países. 30

Línea estratégica 1.3.


Fomento del asociacionismo y de la concertación asociativa en el sector
agroalimentario.

Medidas:
1.3.1 Promover la constitución e integración de las entidades asociativas
agrarias.
1.3.2 Ayuda a la contratación y mantenimiento de gerentes y técnicos en las
entidades asociativas agrarias para la mejora de su gestión.
1.3.3 Ayuda a la formación de los miembros de los órganos rectores y del
personal gerente y técnico de las entidades asociativas agrarias.

56
1.3.4 Apoyo al asesoramiento externo para las entidades asociativas agrarias.
1.3.5 Promover la participación de las entidades asociativas agrarias en el
capital social de otras entidades asociativas de segundo u ulterior grado, de
integración y de otras sociedades de nueva constitución o ya existentes.
1.3.6 Promover la constitución de un Observatorio, con la participación de los
firmantes del Pacto, al servicio del sector asociativo agrario de Andalucía para
la investigación y producción de la información estratégica que necesite para su
concertación.
1.3.7 Apoyo a la presencia del sector asociativo agrario de Andalucía en la
negociación
de las cuestiones que le afectan en los ámbitos regionales, nacionales e
internacionales.
1.3.8 Promoción y publicidad genérica del asociacionismo agroalimentario en
Andalucía destinada a los productores.
1.3.9 Desarrollo de macroservidores electrónicos para la oferta y la demanda
integrada de información, productos y servicios en el sector asociativo agrario
de Andalucía.
1.3.10 Promoción y apoyo a la participación e integración de las entidades
asociativas agrarias en los planes de investigación, desarrollo e innovación,
especialmente respecto a los proyectos orientados a mejorar la productividad,
calidad, los procesos de transformación y comercialización, así como la
transferencia de tecnología sobre seguridad alimentaria, calidad, bienestar
animal y conservación medioambiental.
1.3.11 Apoyo a la reorientación de las entidades asociativas agrarias hacia la
producción de biomasa.
1.3.12 Promover el diseño de instrumentos de incentivo al uso de las energías
renovables y biocarburantes en las citadas entidades.

Línea estratégica 1.4.


Impulso y apoyo a la vertebración y desarrollo del movimiento asociativo de la
Economía Social.

Medidas:
1.4.1 Apoyo a la implantación y vertebración en todo el territorio andaluz de las
organizaciones representativas de la Economía Social.
1.4.2 Impulsar el desarrollo de organizaciones sectoriales de economía social
de ámbito autonómico.
1.4.3 Creación del Consejo Andaluz de economía social, con la participación de
las partes firmantes del presente Pacto.

Línea estratégica 1.5.


Fomento del conocimiento de la relevancia y alcance de la Economía Social.

Medidas:
1.5.1 Establecer la coordinación necesaria con otras Administraciones o entes
regionales que generan datos para incrementar la información disponible sobre
la Economía Social, así como con otros organismos públicos o privados,
nacionales, de la Unión Europea, u otros de carácter internacional, para
alcanzar una mejor información y análisis estadístico del sector.

57
1.5.2 Proponer la incorporación de una línea de investigación estadística
diferenciada en materia de economía social.
1.5.3 Creación de un sistema de explotación de los datos estadísticos de la
Economía Social en Andalucía.
1.5.4 Financiación para la realización de estudios y acceso a fuentes de
información por parte de los firmantes del Pacto que faciliten un conocimiento
más preciso del sector y de su incidencia en la economía y sociedad andaluza.
1.5.5 Potenciar y reconocer a los investigadores andaluces en el ámbito de la
Economía Social.

OBJETIVO 2. DESARROLLO Y CONSOLIDACIÓN DE LOS FACTORES


INTANGIBLES DE COMPETITIVIDAD DE LAS EMPRESAS DE ECONOMÍA
SOCIAL.

En este objetivo se persigue el fomento de la integración de factores intangibles


que se unan a otros ya existentes en el seno de la economía social como son
su carácter integrador, o su gestión democrática. Estas nuevas líneas son la
responsabilidad social, la excelencia, el diseño, la calidad y en definitiva, la
innovación de productos, procesos y servicios, que también comparten esta
naturaleza, resultando en la actualidad esenciales para competir y prestar un
servicio integral.

Línea estratégica 2.1.


Acciones que potencien la responsabilidad social derivada de la propia
naturaleza de las empresas de economía social.

Medidas:
2.1.1 Difusión de los principios y valores que configuran la Economía Social
como elementos integradores del concepto de responsabilidad social de las
empresas.
2.1.2 Promover y fomentar entre los trabajadores y socios de las empresas de
economía social la sensibilización sobre las mejoras que supone la aplicación
de prácticas de responsabilidad social de las empresas.
2.1.3 Facilitar, en el seno de las empresas, la implantación de medidas de
responsabilidad social con la participación activa de la representación de los
trabajadores.
2.1.4 Distinguir y fomentar a las empresas de economía social que realicen y
apliquen acuerdos para la implantación de medidas de responsabilidad social
de las empresas.
2.1.5 Aplicar los sistemas de evaluación que se establezcan para medir el
desempeño de responsabilidad social.

Línea estratégica 2.2.


Promoción de sistemas integrados de calidad y excelencia empresarial.

Medidas:
2.2.1 Campaña de concienciación, promovida por los firmantes del Pacto,
acerca de la importancia de la calidad, y apoyo a la introducción de los
procedimientos y normas en que ésta se materializa entre las empresas de
economía social.

58
2.2.2 Apoyo a la formación de un personal especializado en la implantación de
sistemas de calidad y excelencia empresarial.
2.2.3 Convenios entre las partes firmantes y las Universidades que contribuyan
a la mejora de la calidad de los bienes y servicios producidos.
2.2.4 Desarrollo de una infraestructura específica de calidad para las empresas
de economía social.
2.2.6 Fomentar las candidaturas de empresas de economía social al Premio
Andaluz a la Excelencia.
2.2.7 Potenciar el acceso de la Economía Social a los recursos científicos de
excelencia.

Línea estratégica 2.3.


Fomento del Diseño Industrial.

Medidas:
2.3.1 Análisis y diagnóstico de necesidades específicas que requiere el sector
en esta materia.
2.3.2 Difusión en el entorno de la Economía Social andaluza de la
trascendencia y valor añadido que reporta una adecuada estrategia de diseño
industrial.
2.3.3 Financiación y apoyo técnico a las empresas de economía social para el
desarrollo de este área, al tiempo que se potencian las empresas del sector
que brindan servicios de diseño industrial.
2.3.4 Apoyo a la incorporación de empresas de economía social al futuro
Centro Andaluz de Apoyo al Diseño Industrial.
2.3.5 Fomento de la participación de empresas de economía social en el
Premio de Diseño Industrial de Andalucía.

OBJETIVO 3. FOMENTO DEL EMPLEO Y LA FORMACIÓN, ASÍ COMO DE


LAS CONDICIONES DE TRABAJO Y DE LAS RELACIONES LABORALES EN
LAS EMPRESAS DE ECONOMÍA SOCIAL.

La creación de más empleo y el fomento de su carácter estable constituye uno


de los objetivos primordiales del establecimiento de acciones concertadas entre
el Gobierno de Andalucía, los Sindicatos y la Economía Social.

Así, la Economía Social ha sido capaz de ir conformando un tejido empresarial


emergente que constituye un factor esencial para el desarrollo económico y
social, con unas connotaciones singulares al generar un empleo sostenible, de
carácter indefinido y con una alta participación de los trabajadores en el
proceso de toma de decisión de las empresas; esto es, un empleo de calidad,
que incluye un alto grado de estabilidad y flexibilidad.

De cara a seguir fomentando e impulsando este empleo de calidad, se


4establecen una serie de medidas, entre las que se incluye la creación de un
Observatorio de las relaciones laborales en la Economía Social como
instrumento de seguimiento y orientación, que se une al establecimiento de
planes de formación y cualificación del personal en las empresas de economía
social posibilita, por tanto, la mejora y desarrollo de la capacidad competitiva de
estas empresas. Paralelamente, la difusión de la cultura emprendedora, con

59
especial referencia al ámbito de la Economía Social, entre la sociedad entiende
el Plan-, en particular entre el colectivo de desempleados, contribuirá, con
carácter general, a crear una cultura empresarial.

Con todo, se impulsan unas relaciones laborales fluidas con el objetivo de


avanzar en la
cultura del acuerdo, y propiciar el desarrollo de la negociación colectiva que
facilite la promoción del empleo estable y de calidad, la seguridad y la salud
laboral, y la plena igualdad entre hombres y mujeres; todo ello como elemento
estratégico en el desarrollo económico y social.

Línea estratégica 3.1.


Fomento del empleo y singularmente del autoempleo asociado.

Medidas:
3.1.1 Apoyo a la inserción laboral en empresas de economía social.
3.1.2 Difundir los incentivos a la contratación laboral de carácter indefinido y
promover su aplicación en las empresas de economía social.
3.1.3 Promover la creación de empleo en ámbitos como la prevención de
riesgos laborales, la cooperación, y la calidad en las empresas de economía
social.
3.1.4 Fomento de igualdad en el empleo entre hombres y mujeres.
3.1.5 Fomento del empleo para personas con dificultades de inserción laboral
propiciando la contratación de personas discapacitadas e inmigrantes.

Línea estratégica 3.2.


Mejora de la formación de los trabajadores y socios en las empresas y
organizaciones de economía social.

Medidas:
3.2.1 Detección de las necesidades prioritarias de formación de los
trabajadores y los socios de las empresas de economía social, y ayudas para el
diseño y ejecución de un Plan de Formación Profesional para la Economía
Social, que incluirá programas específicos para los sectores estratégicos de la
misma.
3.2.2 Evaluación de la calidad de las acciones formativas incardinadas en los
Planes de Formación Profesional para la Economía Social.
3.2.3 Apoyo para el desarrollo de prácticas profesionales y proyectos
integrados en empresas y organizaciones representativas de la Economía
Social.
3.2.4 Ayudas a la realización de jornadas y encuentros de formación sobre la
cultura emprendedora, con especial referencia al ámbito de la Economía
Social.
3.2.5 Colaboración con la Fundación Escuela Andaluza de economía social
como centro de formación permanente en este ámbito.

60
OBJETIVO 4. GENERACIÓN, TRANSFERENCIA Y UTILIZACIÓN
DE LA INNOVACIÓN Y FOMENTO DE LAS TECNOLOGÍAS
DE LA INFORMACIÓN Y COMUNICACIÓN.

En este sentido el Plan señala que los poderes públicos no pueden generar ni
liderar un intenso proceso de cambio en esta dirección, pero puede apoyar
algunos factores clave del mismo, como resaltar la vinculación existente entre
innovación y competitividad en la economía actual, o propiciar la transferencia
de conocimiento de la Universidad a la empresa. Eso es lo que pretende este
objetivo.

Línea estratégica 4.1.


Promover una cultura de innovación en las empresasde economía social.

Medidas:
4.1.1 Sensibilización del sector empresarial de la Economía Social sobre las
ventajas y oportunidades que reporta la asunción de una cultura innovadora,
mediante campañas de información, seminarios y jornadas.
4.1.2 Diseño de un programa de evaluación del grado de innovación y
adaptabilidad de las empresas de economía social.

Línea estratégica 4.2.


Apoyo a la modernización y actualización de la tecnología utilizada por las
empresas de economía social.

Medidas:
4.2.1 Actuaciones integrales de renovación tecnológica de las empresas de
economía social, que incluyan el apoyo financiero a las mismas, redundado
todo ello en su productividad y modernización.
4.2.2 Promoción de empresas de economía social comprometidas con el
desarrollo industrial y la innovación tecnológica en nuestra Comunidad, con
capacidad de crecer, competir y aplicar el conocimiento científico.
4.2.3 Promover la incorporación de empresas de economía social a las
agrupaciones tecnológicas

Línea estratégica 4.3.


Fomentar la generación y transferencia de la innovación en las empresas de
economía social.

Medidas:
4.3.1 Ayuda a la realización de proyectos de I+D+I en las empresas de
economía social y al establecimiento de las infraestructuras necesarias para
tales fines.
4.3.2 Mejora de la difusión y utilización de la oferta pública de innovación y
desarrollo.
4.3.3 Fomento de la colaboración entre las empresas de economía social con
Centros de Innovación y Tecnología, Centros de Excelencia I+D+I o Centros
Mixtos Universidad-Empresa.

61
4.3.4 Asistencia técnica y asesoramiento para la ejecución de acciones,
programas y proyectos tecnológicos, así como la concesión de becas para la
gestión de los mismos.
4.3.5 Promover la transferencia de resultados de investigación de las
Universidades a las empresas de economía social y Centros Tecnológicos,
para impulsar la transformación del conocimiento en actividad empresarial.

Línea estratégica 4.4.


Fomento de la utilización de las Tecnologías de la Información y Comunicación.

Medidas:
4.4.1 Informar y difundir entre las empresas de economía social las ventajas y
oportunidades
que proporciona la incorporación de las Tecnologías de la Información y
Comunicación.
4.4.2 Fomento y apoyo de la utilización de Internet y correo-e, así como de la
implantación del e-comercio y la elaboración de proyectos de desarrollo de la
economía digital.
4.4.3 Impulso de la colaboración y trabajo en red de las organizaciones de
economía social y el sector público andaluz.
4.4.4 Ayudas para la elaboración y mantenimiento de páginas Web de las
empresas de economía social.
4.4.5 Diseño de programas formativos en Tecnologías de la Información y
Comunicación para las empresas de economía social.

OBJETIVO 5. IMPULSO DE LA PRESENCIA DE EMPRESAS DE ECONOMÍA


SOCIAL EN LOS NUEVOS YACIMIENTOS DE EMPLEO RELACIONADOS
CON LOS SERVICIOS DE PROXIMIDAD.

Se busca en este último objetivo el fomento de la creación y consolidación de


empresas de economía social, cooperativas y sociedades laborales, en el
ámbito de nuevos yacimientos de empleo relacionados con los servicios de
proximidad, y muy especialmente, en las zonas territoriales donde el tejido y la
inversión empresarial es muy débil.

Para ello se buscan fortalecer y desarrollar instrumentos que permitan financiar


las acciones acordadas, en las siguientes líneas:

1. Incentivos a fondo perdido para financiar y cofinanciar las inversiones y


actividades de las empresas y organizaciones representativas de la Economía
Social que se encuadren dentro del presente Pacto.

2. Incentivos reembolsables cuyos requisitos y plazo máximo de devolución se


determinará en la correspondiente normativa reguladora junto con las
características de las actuaciones incentivables a través de esta modalidad.

3. Bonificación de tipos de interés.

Desde un punto de vista financiero en el modelo andaluz se busca igualmente


Potenciar y desarrollar el sistema de garantías recíprocas para prestar avales a

62
las empresas de economía social, tanto en lo que concierne a aportaciones
específicas afectadas a la financiación de proyectos de inversión innovadores,
como ayudas directas a las Sociedades de Garantía Recíproca, destinadas a
reducir el coste de los avales para garantizar operaciones de financiación de
inversiones a través de la cobertura de las comisiones de aval. Así mismo se
desarrollan los préstamos participativos dirigidos a reforzar la estructura
financiera de las empresas de economía social, especialmente en sus etapas
de creación e implantación en el mercado. Por último, los Fondos puestos a
disposición de la Junta de Andalucía en virtud de disposición legal por parte de
las empresas de economía social en los casos de transformación, disolución, y
demás supuestos previstos legalmente, que revertirán a dichas empresas
mediante la financiación de las medidas del presente Pacto.

En definitiva, lo que se perfila en la Comunidad Autónoma de Andalucía es un


modelo de fomento basado en una definición prefijada de lo que es la
economía social y en una política consensuada con los diferentes agentes
sociales basada en los objetivos expuestos.

63
-VI-

POLÍTICAS PÚBLICAS DE DESARROLLO Y PROMOCIÓN DE LA


ECONOMÍA SOCIAL EN EUSKADI

1.- INTRODUCCIÓN AL CONCEPTO DE LA ECONOMÍA SOCIAL


CONCEPTO EN EL ÁMBITO VASCO

La Economía Social es una forma específica de hacer empresa, que tiene


comportamientos dinámicos y ágiles, así como una incuestionable presencia en
la sociedad. Según la tesis mayoritaria, el concepto, comprende cualquier
forma empresarial que integre a todas las novedades organizativas y sus
correspondientes figuras jurídicas, surgidos como respuesta a las diversas
necesidades que plantea la cohesión social.

En cuanto a los componentes de la Economía Social en cuanto a las formas


institucionales que la integran o el concepto afín que en cada país de la Unión
Europea se considera más reconocido, se ha constatado que éstas varían
significativamente de un país a otro, aunque existiendo un núcleo común
formado por Cooperativas, Mutuas, Asociaciones y Fundaciones, formas
genuinas nacionales que los expertos han considerado ser integrante de la
Economía Social de su país.

Junto a estos cuatro componentes estructurales, se citan adicionalmente


formas específicas. En el caso de España, las familias que engloban en
España la Economía Social, entendida ésta como otra forma empresarial de
producir trabajo y riqueza, son:

- Cooperativas: Una forma de organización empresarial basada en la


estructura y funcionamiento democráticos.
- Sociedades Laborales: Donde la mayoría del capital es propiedad de
los trabajadores.
- Mutualidades: Entidades aseguradoras que realizan una actividad
complementaria al sistema de la Seguridad Social.
- Fundaciones: Organización dotada de personalidad jurídica privada que
se caracteriza por perseguir, sin ánimo de lucro, fines de interés general a favor
de un colectivo genérico.
- Empresas de Inserción: Nacen como un instrumento para luchar contra
la pobreza y la exclusión social. Son iniciativas empresariales que combinan la
lógica empresarial con metodologías de inserción laboral en la misma empresa,
en una empresa ajena o en proyectos de autoempleo.
- Centros especiales de empleo: Empresas cuyo objetivo prioritario es
promover el empleo a trabajadores con discapacidad.

Todas estas familias que integran la empresa de la Economía Social, son


entidades que desarrollan una actividad con el objetivo prioritario de satisfacer
necesidades de personas, antes que de retribuir a inversores capitalistas y,
consecuentemente, formas de emprender en las que coinciden valores tales
como:

64
- Primacía de las personas y Objeto Social sobre el capital.
- Organización y cultura empresarial con vocación de gestión participativa
y democrática.
- Conjunción de los intereses miembros usuarios y del interés general.
- Defensa y aplicación de los principios de solidaridad y responsabilidad
entre sus miembros.
- Autonomía de gestión e independencia respecto de los poderes
públicos.
- Aplicación de la mayor parte de los excedentes a la consecución de
objetivos a favor del interés general, de los servicios a los miembros y el
desarrollo sostenible.

El compendio de valores expresados supone el fondo y la forma en que las


organizaciones de la Economía Social materializan la responsabilidad social,
en tanto que:

- Se fundamenta sobre los principios de solidaridad y en el compromiso


de las personas en un proceso de ciudadanía activa e implicación en la
Comunidad.
- Genera empleo de calidad así como una mejor calidad de vida, y
propone un marco adaptado a las nuevas formas de empresa y de trabajo.
- Desempeña un papel importante en el desarrollo local y la cohesión
social.
- Es un factor de democracia y de generación de Capital Social.
- Contribuye a la estabilidad y al pluralismo de los mercados económicos.

Entre los principales enfoques teóricos relacionados con el concepto de


Economía Social, cabe destacar el del Tercer Sector como punto de encuentro.

El Tercer Sector se ha configurado como el punto de encuentro de diferentes


conceptos, fundamentalmente el de “sector no lucrativo” y el de “Economía
Social” que, aunque describen realidades con amplios espacios comunes, no
son totalmente coincidentes. Además, los enfoques teóricos que se desarrollan
a partir de estos conceptos asignan al Tercer Sector el desempeño de distintas
funciones en las economías de nuestro tiempo.

El enfoque de la economía solidaria, desarrollado en Francia y en algunos


países iberoamericanos durante el último cuarto del siglo XX y vinculado al
importante crecimiento que el Tercer Sector ha venido experimentando en
relación a las nuevas necesidades sociales que afectan a numerosos
colectivos en riesgo de exclusión, presenta importante elementos de
convergencia con el de la Economía Social, de tal forma que también se utiliza
la expresión Economía Social y Solidaria. Además, desde un punto de vista
práctico todas las organizaciones que son contempladas como parte de la
economía solidaria también forman parte inequívoca de la Economía Social.

65
2.- LA ECONOMÍA SOCIAL EN EUSKADI

Antes de entrar a analizar las políticas públicas de desarrollo y promoción de la


Economía Social en la CAPV, se estima conveniente llevar a cabo un
acercamiento detallado al protagonismo que dichas sociedades tienen en
términos generales en el seno de la Economía de la CAPV.

A) ECONOMÍA SOCIAL Y ECONOMÍA DE LA CAPV

En virtud de los últimos datos, y a falta de la publicación de las Cuentas de la


Economía Social de la Comunidad Autónoma del País Vasco correspondientes
a los últimos ejercicios (2005-2007), podemos señalar que la Economía Social
ha tenido un comportamiento más dinámico respecto al crecimiento sostenido
experimentado a lo largo de los últimos 15 años que la correspondiente al
conjunto de la Economía de la Comunidad Autónoma del País Vasco. Este
proceso generativo de empresas está teniendo una tendencia que resulta
especialmente significativa en cuanto al número de microempresas
-fundamentalmente Sociedades Laborales-, que conviven dentro de la
Economía Social junto con colectivos de grandes establecimientos
empresariales, siendo éstos últimos quienes a través de sus planes de
inversión y de crecimiento han generado la mayor parte del empleo creado en
los últimos años.

En cuanto a la evolución del peso relativo del empleo de la Economía Social en


la economía de la Comunidad Autónoma del País Vasco durante los últimos 15
años, destaca la tendencia creciente y sostenida del empleo por encima del
ritmo de crecimiento del conjunto de la Economía de la CAPV; tendencia que
se ha visto incrementada durante los últimos años del periodo indicado, hasta
alcanzar aproximadamente el siete por ciento (7%), siendo el Territorio
Histórico de Gipuzkoa en el que la Economía Social mayor peso relativo
respecto al empleo global de su Territorio continúa presentando (53%), muy por
delante de Bizkaia (38%) y de Araba (10%). De esta forma se ha ido
acrecentando la importancia relativa del empleo de la Economía Social para el
conjunto de la CAPV. En este sentido, cabe destacar que las empresas de
Economía Social muestran una mayor dinámica de generación de empleo en
épocas de cierta contracción de la Economía. Así, la evolución del empleo en la
Economía Social viene superando con creces al generado por el conjunto de la
Economía de la CAPV.

De esta manera, del análisis de la evolución tanto del peso relativo de la


Economía Social en el conjunto de la CAPV como de la aportación del empleo
en el conjunto de la Economía de la CAPV en relación al peso relativo sectorial
se desprende un crecimiento importante, fruto de un crecimiento globalizado en
los sectores principales.

Por otro lado, son estas mismas empresas de Economía Social las que en la
práctica vienen demostrando una mayor capacidad de adaptación a los tiempos
que corren adoptando con mayor celeridad y éxito las medidas de carácter
social que muestran el grado de responsabilidad de las sociedades ante el
entorno que les rodea; sírvase como ejemplo la mayor importancia en términos

66
cuantitativos del empleo femenino en la Economía Social respecto a la
Economía de la CAPV.

Consecuentemente, todo lo anteriormente señalado tiene su reflejo


proporcional tanto en la evolución del peso relativo del Valor Añadido Bruto
generado por la Economía Social sobre el conjunto del Producto Interior Bruto
(PIB) de la Economía de la CAPV, el cual se ha visto incrementado en los
últimos 15 años en más de un punto porcentual, como en la evolución del peso
relativo de la Economía Social en la Economía de la CAPV, alcanzado más del
6%, y algo más del 7% respecto a la aportación al crecimiento del empleo y el
Valor Añadido Bruto.

Atendiendo a la evolución del peso relativo de las inversiones de la Economía


Social sobre la formación bruta de capital fijo en la CAPV, podemos afirmar que
el esfuerzo inversor en términos medios ha resultado más dinámico que el del
conjunto de la Economía de la CAPV, no debiendo olvidar que la mayor parte
de las inversiones corresponden a las Cooperativas debido a su mayor tamaño
medio.

Entre las acciones ejecutadas por la Administración Pública al objeto de


promover el desarrollo de cualquier actividad, proyecto…, la principal, tanto por
su materialización práctica y visibilidad social como por su fácil medición resulta
el análisis de su política financiera respecto a la materia en cuestión.

En este sentido por tanto, se debe analizar el apoyo financiero de la


Administración Pública a las empresas de la Economía Social de forma que se
puede poner en relación con las inversiones realizadas por estas empresas.

B) POLÍTICA FINANCIERA DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

Centrando la política financiera de la Administración en su política


subvencionadota, existen dos fuentes fundamentales de ingresos para las
empresas que provienen de las líneas de subvenciones:

- Aquellas Subvenciones Comunes que se incluyen como ingresos en la


Cuenta de Explotación (pérdidas y ganancias) de la sociedad y que financian la
actividad ordinaria de las empresas. Resultan especialmente importantes en
ramas de actividades como la Educativa (Cooperativas de Enseñanza) o la
Sociosanitaria.

El total de estas subvenciones asciende a casi 169 millones de euros en el


2004, un 37,9% por encima, en términos nominales, de los 122 millones de
euros correspondientes al ejercicio 2002, que a su vez supera en un 8% las del
ejercicio 2000.

La distribución sectorial de esta magnitud presenta un sesgo considerable


hacia el Sector Servicios, de forma que el 90,2% de la misma se dirige a las
ramas de este sector, por un 84% del ejercicio 2002, mientras que a las
empresas industriales les corresponde el 9,4% del total, por un 15% del
ejercicio 2002.

67
- La otra línea de apoyo a las empresas se corresponde con la
subvención de las inversiones en inmovilizado que se acumulan en la cuenta
de Subvenciones Oficiales de Capital, traspasándose al resultado del ejercicio
de manera anual y en función de la amortización correspondiente.

Con motivo del aumento del esfuerzo inversor, el incremento de estas


subvenciones ha sido superior durante los ejercicios 2003 y 2004 a los de años
anteriores. De hecho, el incremento entre el 2001 y el 2002 resulta
significativamente inferior al que se registraba entre 1999 y 2000 –situándose
incluso por debajo de la mitad, motivado como se indicaba por la disminución
del esfuerzo inversor durante el 2002 en comparación con el 2000.

En términos relativos sobre la inversión, las subvenciones oficiales se sitúan en


el 4% siendo este ratio claramente superior al 2,7% que se registró en el año
2002, en gran parte debido al incremento detectado entre las empresas del
Sector Servicios.

La dotación devengada como ingreso corriente a modo de Subvenciones


Oficiales de Capital Traspasadas al Resultado del ejercicio estudia la incidencia
que sobre el beneficio generado por las empresas de la economía Social que
suponen las subvenciones otorgadas a las empresas para la financiación de las
inversiones realizadas.

Así, en el 2002 esta magnitud se sitúa en un total de 12.606 mil euros, lo que
supone un 3,5% de los beneficios del periodo y un cierto incremento sobre el
ratio del 2000 –que se situaba en el 2,1%-, que se explica porque al tiempo que
se ha incrementado la dotación al resultado del ejercicio 2002, se ha producido
una reducción en los beneficios del periodo.

En el 2004 esta magnitud se sitúa en un total de 26.461 mil euros, lo que


supone un 7,2% de los beneficios del periodo y un claro incremento sobre el
porcentaje del 2002 –que se situaba en el 3,5%.

Al estudiar de manera agregada las magnitudes de las Subvenciones


corrientes como contribución a los ingresos de la Economía Social junto con los
ingresos traspasados al resultado del ejercicio motivados por las subvenciones
oficiales de capital, se estima en algo más de 195 millones de euros las
subvenciones recibidas por las empresas de la Economía Social, frente a los
135 millones del 2002.

Este incremento del 44,5% de dichas subvenciones ha influido en el resultado


final de las empresas de la Economía Social, y además, como se puede
apreciar, la evolución del peso relativo del total de las subvenciones ha ido en
aumento; mientras que en el año 2000 el peso de las subvenciones sobre los
resultados era de un 25% y en el año 2002 crecía hasta el 40%, en el año 2004
el peso relativo de las subvenciones superaron el 50%. Todo ello debido a la
disminución en los resultados del ejercicio 2002 respecto a los obtenidos en el
2000.

68
La muestra más evidente de la puesta en práctica de las políticas de desarrollo
y promoción de la Economía Social por parte de la Administración Pública lo
tenemos en la evolución de aquellas normativas y convocatorias publicadas por
éstas al objeto de subvencionar tanto la constitución de nuevas empresas de
Economía Social como la potenciación y consolidación de las ya existentes.

La Administración, en su intento de adaptar su organización y funcionamiento


(servicios, prestaciones…) a las necesidades cambiantes de la sociedad,
también ha tratado de cubrir las necesidades de este tipo de sociedades
mediante la actualización de su normativa subvencionadora a las necesidades
reales de las mismas.

C) POLÍTICAS PÚBLICAS DE DESARROLLO Y PROMOCIÓN DE LA


ECONOMÍA SOCIAL

En adelante nos centraremos en el papel que ha venido jugando hasta la fecha


y juega a día de hoy la “Economía Social” dentro de la Administración Pública
de la Comunidad Autónoma del País Vasco. Para ello, trataremos de analizar
las actuaciones llevadas a cabo y las acciones ejecutadas por la Administración
como políticas públicas destinadas al desarrollo, promoción y consolidación de
la “Economía Social” y las entidades que la componen.

C.1) LA ECONOMÍA SOCIAL EN LA ADMINISTRACIÓN

Una de las características propias del panorama socio-económico de la


Comunidad Autónoma Vasca es la peculiar incidencia que han tenido las
Entidades de Economía Social en el desarrollo del País.

Desde sus inicios, la Administración Pública de la Comunidad Autónoma del


País Vasco ha venido reconociendo la consideración fundamental de que la
Economía Social, liderada por las sociedades cooperativas, ha tenido y tiene
gran relevancia socio-económica en Euskadi.

Fruto de esta concepción, el Gobierno Vasco presta desde sus inicios una
atención y apoyo preferente a la Economía Social, recogiendo y reconociendo
su existencia e y relevancia en la sociedad a través de la regulación de una
Dirección específica sobre la materia dentro de la estructura y organigrama de
la Administración. Todo ello, como veremos más adelante, con independencia
de la denominación tanto de la Dirección como de la del Departamento al que
ésta se adscribe; siendo una constante su dependencia del Departamento
responsable de los aspectos laborales (trabajo, empleo...).

Tras un primer periodo inicial en el que la dirección se denominaba “Dirección


de Cooperativas y Entidades Asociativas Laborales”, adscrita al Departamento
de Trabajo a través de su Viceconsejería de Trabajo, en 1986 y como dirección
regulada dentro de la Estructura Orgánica del Departamento de Trabajo,
Sanidad y Seguridad Social (Decreto 19/1986, de 28 de enero), bajo la
responsabilidad de la Viceconsejería de Trabajo y Seguridad Social, pasa a

69
denominarse “Dirección de Cooperativas y Economía Social”, incluyendo por
vez primera en su denominación la terminología “Economía Social”.

Posteriormente, en 1987, y con motivo del reconocimiento de su señalada


relevancia social y económica dentro de la Comunidad Autónoma, la Economía
Social adquiere mayor relevancia socio-política mediante la designación como
órgano superior dentro de la Estructura Orgánica y Funcional del Departamento
de Trabajo y Seguridad Social (Decreto 240/1987, de 16 de junio) de una
Viceconsejería de Empleo y Economía Social, a la cual se adscribe además
una dirección que pasa a denominarse “Dirección de Economía Social”,
desapareciendo así toda mención a las cooperativas que quedan incluidas a
todos los efectos en la citada acepción.

Si bien en posteriores regulaciones de la Estructura Orgánica y Funcional del


Departamento de Trabajo y Seguridad Social desapareció entre sus
Viceconsejerías la dicción “Economía Social”, no es menos cierto que la
“Dirección de Economía Social” se ha mantenido hasta la actualidad, adscrita
siempre, como ya adelantábamos, al Departamento responsable en materia de
trabajo & empleo.

En la actualidad se encuentra enmarcada dentro de la Estructura Orgánica y


Funcional del Departamento de Justicia, Empleo y Seguridad Social, bajo la
responsabilidad de la Viceconsejería de Trabajo y Seguridad Social como
órgano superior.

Entre las competencias que le han venido siendo asignadas a lo largo de los
años a la actualmente denominada “Dirección de Economía Social”, cabe
destacar las siguientes:

 Asumir la Presidencia del Consejo Superior de Cooperativas de Euskadi.


En la actualidad, si bien en la práctica sigue siendo así como respuesta al
espíritu de la entidad, la normativa vigente en la materia no regula entre sus
funciones la citada.
 Registro de Cooperativas y Sociedades Anónimas Laborales, ejerciendo
las funciones atribuidas a dichos registros; calificación, inscripción y
certificación de los actos inscribibles...
 Gestión de Programas de Formación y Ayudas.
 Ejercer la función inspectora en relación con el cumplimiento de la Ley
4/1993.

70
% SOBRE % SOBRE
PRESUPUESTO PRESUPUESTO PRESUPUESTO ECONOMÍA PRESUPUESTO
EJERCICIO GV - EJ DEPARTAMENTO GENERAL SOCIAL DEL
DEPARTAMENTO
2000 5.173.760.937 euros 238.014.010 euros 4,60% 4.182.043 euros 1,76%
2003 6.185.000.000 euros 348.297.000 euros 5,63% 5.707.161 euros 1,64%
2005 7.117.102.000 euros 397.288.000 euros 5,58% 5.795.625 euros 1,46%
2006 7.623.134.200 euros 478.946.000 euros 6,28% 5.978.855 euros 1,25%
2007 8.740.181.000 euros 515.701.513 euros 5,90% 6.244.956 euros 1,21%
2008 9.939.662.000 euros 571.235.000 euros 5,75% 6.507.660 euros 1,14%

Nota Aclaratoria: Durante los ejercicios 2001, 2002 y 2004 hubo prórrogas presupuestarias por la falta de consenso suficiente en
el Parlamento Vasco para la aprobación de los presentados por el Gobierno vigente en cada caso.

71
C.2) PRINCIPALES ACTUACIONES LEGISLATIVAS

Entre las acciones realizadas por la Administración Pública al objeto de


desarrollar y promocionar la consolidación de la Economía Social cabe
destacar, además de su política subvencionadora que analizaremos más
adelante, su política legislativa.

 SOCIEDADES COOPERATIVAS

En este sentido, resulta imprescindible recordar algunas de las principales


iniciativas legislativas promovidas por la Administración Pública de la
Comunidad Autónoma del País Vasco y que han permitido no sólo la
consolidación de las empresas de Economía Social como parte fundamental de
la economía vasca, sino un desarrollo de las mismas superior incluso al del
resto de la economía.

Dentro de la Comunidad Autónoma, es innegable el papel motriz que han


desempeñado -y siguen haciéndolo- las cooperativas en particular y el
cooperativismo en general para el reconocimiento de la Economía Social por
parte de la Administración Pública.

Consecuentemente y como resulta lógico, las primeras iniciativas legislativas


en torno a la búsqueda de un desarrollo de la Economía Social estuvieron
dirigidas hacia este tipo de empresas cooperativa.

Por ello, en virtud de la competencia exclusiva de la Comunidad Autónoma en


materia de Cooperativas, a tenor del artículo 10.23 de la Ley Orgánica 3/1979,
de 18 de diciembre, de Estatuto de Autonomía para el País Vasco, en 1981
(Decreto 101/1981, de 14 de septiembre), se acordó por la Comisión Mixta de
Transferencias en materia de Formación Cooperativa, transferir a la Comunidad
Autónoma del País Vasco las funciones, dentro de su ámbito territorial, del
Instituto Nacional de Formación Cooperativa.

Posteriormente, en 1982 y como primer gran iniciativa legislativa de la


Administración, se publicó la Ley 1/1982, de 11 de Febrero, sobre
Cooperativas.

Así, fruto de esta consideración fundamental de que las sociedades


cooperativas han tenido y tienen gran importancia en Euskadi, motivo por el
que el Gobierno Vasco les presta una atención y apoyo preferente tal y como
se desprende del Programa de Gobierno de 1984-1988, se regulan también
(Decreto 84/1986, de 25 de marzo) las medidas de fomento de la Formación
Cooperativa.

Posteriormente, con motivo del transcurso del tiempo y de las necesidades que
se fueron planteando tanto en la gestión interna de las propias sociedades
cooperativas como las derivadas de un mercado cada vez más globalizado,
atomizado y competitivo, se ha procedido a la modificación de la normativa
vigente tratando de adaptarla a las demandas del sector cooperativo, entre las

72
que destacan la disminución del número mínimo de socios, el aumento del
porcentaje de contratación de personal asalariado...

Dichas modificaciones y adaptaciones se concretan en la Ley 4/1993, de 24 de


junio, de Cooperativas de Euskadi, posteriormente modificada tanto por la Ley
1/2000, de 29 de junio, de modificación de la Ley de Cooperativas de Euskadi,
como por la Ley 8/2006, de 1 de diciembre, de segunda modificación de la Ley
de Cooperativas de Euskadi. Finalmente, y como texto aclaratorio de algunos
de los preceptos recogidos en la mencionada normativa, se aprobó el
Reglamento de la Ley de Cooperativas de Euskadi (Decreto 58/2005, de 29 de
marzo).

De la citada regulación se desprende que la cooperativa es aquella sociedad


que desarrolla una empresa que tiene por objeto prioritario la promoción de las
actividades económicas y sociales de sus miembros y la satisfacción de sus
necesidades con la participación activa de los mismos, observando los
principios del cooperativismo y atendiendo a la comunidad de su entorno,
pudiendo realizar cualquier actividad económica o social, salvo expresa
prohibición legal basada en la incompatibilidad con las exigencias y principios
básicos del cooperativismo.

Todo ello, ajustando su estructura y funcionamiento a los principios


cooperativas, actuando con plena autonomía e independencia respecto de
cualesquiera organizaciones y entidades, públicas o privadas.

Al hilo de todo lo anteriormente expuesto, la Administración reguló también


(Decreto 189/1994, de 24 de mayo) un Registro específico que gestionado por
la Dirección de Economía Social del Gobierno Vasco y, posteriormente
derogado por el Reglamento de Organización y Funcionamiento del Registro de
Cooperativas de Euskadi (Decreto 59/2005, de 29 de marzo), actualmente en
vigor, gestionaba todos los actos jurídico-administrativos propios de los
registros públicos en relación a las sociedades cooperativas con domicilio
social en la Comunidad Autónoma.

Antes de finalizar, no podemos obviar dentro de este punto la política pública


de las Diputaciones Forales de los distintos Territorios Históricos respecto a la
regulación del régimen fiscal aplicable a las Cooperativas (Norma Foral 2/1997,
de 22 de mayo, de Gipuzkoa; Norma Foral 9/1997, de 14 de octubre, de
Bizkaia; Norma Foral 16/1997, de 9 de junio, de Araba). Estas Normas Forales,
junto con la recientemente aprobada reducción del tipo impositivo del Impuesto
de Sociedades (reducción de un punto porcentual para la cooperativas
respecto al tipo general -28%), implican una medida fundamental de
diferenciación y potenciación de este tipo jurídico de sociedades, y por ende,
del conjunto de la propia economía Social.

→ UTILIDAD PÚBLICA

Dentro del marco de la legislación cooperativa, especial mención merece el


Reglamento sobre procedimientos y requisitos relativos a las sociedades
cooperativas de utilidad pública (Decreto 64/1999, de 2 de febrero),

73
considerándose como tales aquellas en cuyo objeto social sea primordial
alguno de los siguientes fines: asistencia social, cívicos, educativos, culturales,
científicos y de investigación, deportivos, sanitarios, de cooperación para el
desarrollo, defensa del medio ambiente, fomento de la economía social,
fomento de la paz social y ciudadanía, o cualesquiera otros fines de naturaleza
análoga, gozando, entre otros derechos, de exenciones, bonificaciones,
subvenciones y demás beneficios de carácter económico, fiscal y
administrativo.

Son requisitos indispensables a tales efectos:

- Que los Estatutos Sociales recojan en su objeto social alguno o varios


de los fines señalados anteriormente.
- Que carezcan de ánimo de lucro:
. Los resultados positivos no podrán distribuirse entre los socios.
. Que las aportaciones desembolsadas por los socios, tanto obligatorias como
voluntarias, no podrán devengar interés alguno.
. Carácter gratuito del desempeño del cargo de los miembros del Consejo
Rector.
. Que las retribuciones de sus trabajadores, tanto socios como asalariados, no
supere el 150% del establecido por el Convenio colectivo aplicable al personal
asalariado del sector.
- Que se encuentren inscritas en el Registro de Cooperativas y en
funcionamiento con una antigüedad mínima de 2 años.
- En el caso de ser titulares de participaciones mayoritarias en sociedades
mercantiles, acrediten tanto su existencia como que coadyuvan al mejor
cumplimiento de los fines establecidos ante el Departamento de Justicia,
Empleo y Seguridad Social.

 SOCIEDADES LABORALES

Las Sociedades Anónimas Laborales (SAL) y las Sociedades Limitadas


Laborales (SLL) constituyen entidades mercantiles con una serie de
particularidades con respecto a las Sociedades Anónimas o Sociedades de
Responsabilidad Limitada al uso.

Aunque las escasas publicaciones sobre Sociedades Anónimas Laborales


contemplan como nacimiento de las mismas la década de los 50, cuando se
constituye SALTUV (Sociedad Anónima del Transporte de Valencia), este
referente tiene muy poca significación.

A nivel mercantil, estas especialidades se regulan a través de una norma de


ámbito estatal, esto es, la Ley 4/1997 de 24 de marzo, de Sociedades
Laborales, que vino a reformar la Ley 15/1986, de 25 de abril, de Sociedades
Anónimas Laborales, a fin de adaptar esta figura societaria a las normas
comunitarias y al nuevo marco societario, y que las define como aquellas
sociedades en las que la mayoría del capital social es propiedad de
trabajadores que presten en tales sociedades servicios retribuidos en forma
personal y directa, debiendo ser la relación laboral con la empresa por tiempo
indefinido.

74
Obviamente, todos aquellos aspectos que no regula esta Ley Especial, se
regirán por lo dispuesto en la normativa general sobre Sociedades Anónimas y
Sociedades de Responsabilidad Limitada.

La Ley sobre Sociedades Laborales prevé, entre otros, la creación de órganos


territoriales encargados de otorgar la calificación de sociedad laboral, así como,
el control del cumplimiento de los requisitos establecidos en la ley. Por ello, el
Real Decreto 2114/1998 de 2 de octubre, sobre Registro Administrativo de
Sociedades Laborales, regula las funciones, competencias y normas de
coordinación de los Registros de Sociedades Laborales de aquellas
Comunidades Autónomas donde se han recibido el traspaso de competencias
en la materia. Concretamente en el País Vasco, este órgano se denomina
Registro de Sociedades Laborales de Euskadi.

 FUNDACIONES

La Ley 12/1994, de 17 de junio, de Fundaciones del País Vasco, aprobada en


ejercicio de la competencia exclusiva que en virtud de lo dispuesto en el
articulo 10.13 del Estatuto de Autonomía corresponde a la Comunidad
Autónoma en materia de fundaciones, en tanto desarrollen, principalmente, sus
funciones en el País Vasco, pretende ofrecer un marco regulador inspirado
fundamentalmente en la libertad, desde una perspectiva de protección,
promoción y estímulo de estas instituciones no lucrativas reconocidas
constitucionalmente, considera como tal la organización constituida sin ánimo
de lucro, que por voluntad de su creador, tiene afectado de modo duradero su
patrimonio a la realización de fines de interés general, considerándose como
tales, entre otros, los de defensa de los derechos humanos, de las víctimas de
actos violentos, asistencia social e inserción social, cívicos, educativos,
culturales, científicos, deportivos, sanitarios, laborales, de promoción de la
acción social, de defensa del medio ambiente y de fomento de la Economía
Social, de promoción y atención a las personas en riesgo de exclusión por
razones físicas, sociales o culturales.

Su finalidad debe beneficiar a colectividades genéricas de personas,


considerándose como tales los colectivos de trabajadores de una o varias
empresas y sus familiares, para lo cual se regula un Reglamento de
Protectorado de Fundaciones del País Vasco (Decreto 100/2007, de 19 de
junio).

Además, al igual que en el caso de las Cooperativas, tienen reconocido por las
Diputaciones Forales de los tres Territorios Históricos un régimen fiscal
diferenciado y específico (Norma Foral 16/2004, de 12 de julio, de Álava;
Norma Foral 3/2004, de 7 de abril, de Gipuzkoa; Norma Foral 129/2004, de 20
de julio, de Bizkaia) que colabora en su desarrollo y consolidación.

75
C.3) ENTIDADES PÚBLICAS Y PRIVADAS PARTICIPADAS POR EL
SECTOR PÚBLICO DE FOMENTO DE LA EECONOMIA SOCIAL

Dentro de las distintas actuaciones de desarrollo y promoción de la Economía


Social, es muy destacable también la labor realizada desde las distintas
organizaciones y entidades que de intermediación y transmisión entre las
empresas de base de la Economía Social y la Administración Pública, es decir,
tendiendo puentes entre ambos.

Entre las distintas organizaciones existentes, cabe destacar tanto por su nivel
de representación como por sus funciones y competencias, las siguientes:

 CONSEJO SUPERIOR DE COOPERATIVAS DE EUSKADI –CSCE

Constituido en 1983 (Decreto 207/1982, de 15 de noviembre) como máximo


órgano de promoción y difusión del cooperativismo, se configura como una
entidad pública de carácter consultivo y asesor de las administraciones
públicas vascas para todos los tema que afecten al cooperativismo, gozando
de personalidad jurídica propia y plena capacidad de obrar para el
cumplimiento de sus funciones.

La regulación del Consejo Superior de Cooperativas de Euskadi (Decreto


338/1987, de 27 de octubre, de modificación parcial del Decreto 208/1982, de
15 de noviembre) establecía la reserva con carácter nato de la Presidencia del
Consejo a favor del Director de Economía Social.

Corresponden al Consejo Superior de Cooperativas de Euskadi las funciones


siguientes:

a) Difundir los principios del movimiento cooperativo, facilitar y colaborar en la


investigación, planificación y ejecución de los programas de desarrollo y
fomento del cooperativismo, y promover la educación y formación cooperativa.

b) Informar, con carácter preceptivo, los proyectos de disposiciones legales y


reglamentarias que afecten directamente a las cooperativas o a sus
organizaciones, así como realizar, estudios, proposiciones y dictámenes sobre
materias de su competencia.

c) Colaborar con la Administración en orden a la difusión y cumplimiento de lo


previsto en la presente ley y, en especial, de los principios cooperativos.

d) Organizar servicios de interés común para las federaciones de cooperativas


y, en su caso, para estas últimas.

e) Contribuir al perfeccionamiento del régimen legal e institucional del


ordenamiento socio-económico de la Comunidad Autónoma del País Vasco y
participar en las instituciones y organismos existentes para su logro.

f) Intervenir por vía de arbitraje en las cuestiones litigiosas que se susciten


entre las cooperativas, entre éstas y sus socios, o en el seno de las mismas

76
entre socios, cuando ambas partes lo soliciten o estén obligadas a ello a tenor
de sus Estatutos, Reglamento Interno o por cláusula compromisoria. En todo
caso, la cuestión litigiosa debe recaer sobre materias de libre disposición por
las partes conforme a derecho y afectar primordialmente a la interpretación y
aplicación de principios, normas, costumbres y usos de naturaleza cooperativa.

g) Las demás que le encomienda la presente ley.

Integrado por representantes de las cooperativas, que serán mayoría y estarán


representadas a través de las Federaciones en las que se integren, del
Gobierno Vasco y de las Universidades del País Vasco, su estructura,
composición y funciones de los órganos del Consejo, el sistema de elección y
atribuciones del Presidente (anteriormente –hasta 1999- reservado al Director
de Economía Social) y de la Secretaría General Técnica, así como el régimen
laboral de su personal, se determinarán reglamentariamente.

Bajo el principio de autonomía económico-financiera, el Consejo Superior de


Cooperativas de Euskadi aprueba y ejecuta su presupuesto, financiándose éste
con:

a) las cantidades que le sean asignadas en los Presupuestos Generales de la


Comunidad Autónoma de Euskadi, destacando en el cuadro siguiente el
incremento de la asignación correspondiente al último año como fruto del
“Acuerdo de Intenciones y Colaboración entre el Gobierno Vasco, el Consejo
Superior de Cooperativas de Euskadi y la Confederación de Cooperativas de
Euskadi”, que veremos más adelante.

EJERCICIO CUANTÍA INCREMENTO %


1995 87.000.000 ptas. -
1998 103.000.000 ptas. 18,39 %
2000 109.000.000 ptas. 5,82 %
2001 109.000.000 ptas. 0%
2002 655.103,20 euros 0%
2003 715.000 euros 9,14 %
2004 715.000 euros 0%
2005 744.690 euros 4,15 %
2006 769.237 euros 3,30%
2007 793.526 euros 3,16%
2008 971.932 euros 22,48 %

b) las cantidades definidas en el artículo 94.2, párrafos a) y e),


c) las aportaciones del movimiento cooperativo,
d) los productos de sus actividades y bienes,
e) cualquier otro ingreso que tenga reconocido normativamente o que reciba,
ya sea de origen público o privado, a título oneroso o lucrativo.

 OINARRI, S.G.R.

Sociedad de garantía recíproca participada, entre otros, por el Consejo


Superior de Cooperativas de Euskadi y especializada en las empresas de la

77
Economía Social y en las PYMEs vascas, nace debido a una doble
circunstancia:

- por una parte, la sensibilidad que tenían las Federaciones de


Cooperativas de Euskadi y la Asociación de Sociedades Laborales de Euskadi
respecto a la problemática financiera de sus empresas asociadas, y, por otra,
- la percepción por parte de estas empresas de la necesidad de una más
adecuada atención por parte de las entidades financieras.

Tras la preceptiva autorización del Banco de España, la Sociedad se constituyó


formalmente el 31 de Octubre de 1996 con el nombre de "OINARRI, Sociedad
de Garantía para la Economía Social, S.G.R." e inició su actividad avalista en
el mes de Febrero de 1997.

La Sociedad desde su inicio tuvo una gran aceptación por parte de las
cooperativas, sociedades laborales y autónomos cooperativistas de Euskadi, a
las que se limitó inicialmente su actividad. Posteriormente, y atendiendo a la
demanda del mercado, OINARRI acordó ampliar su ámbito empresarial,
operando en la actualidad con todas las PYMES vascas.

 ELKAR-LAN, S. COOP.

Cooperativa de segundo grado constituida en 2003 por el Consejo Superior de


Cooperativas de Euskadi, la Confederación de Cooperativas de Euskadi y la
Federación de Cooperativas de Trabajo Asociado, Enseñanza y Crédito de
Euskadi, recientemente ha sido declarada de Utilidad Pública y tiene como
objeto y finalidad última la promoción de empresas cooperativas y,
consecuentemente, la creación de empleo cooperativo y desarrollo económico
y social.

 ELKAR-IKERTEGIA, S. COOP.

Constituida el 19 de julio de 2005, esta Cooperativa tiene por objeto,


ostentando las facultades de coordinación necesarias para la consecución del
mismo, facilitar y complementar las funciones que legal y estatutariamente
tienen asignados sus socios (entre los que se encuentran tanto la
Administración Pública a través del Consejo Superior de Cooperativas de
Euskadi, como el Movimiento Cooperativo a través de la Confederación de
Cooperativas de Euskadi) mediante:

 El impulso del estudio y la investigación en relación con el


Cooperativismo, en lo referente a materias reguladas normativamente,
contribuyendo, así, a la mejora continua de la normativa cooperativa.
 La realización de estudios y análisis, por sí misma o en colaboración
con otros, sobre temas socio económicos que afecten a las cooperativas y/o
estudios que den soporte técnico a los/las representantes del Movimiento
Cooperativo en los diversos órganos institucionales.
 La captación y gestión de información relevante sobre la Economía
Social, entre otros, en el ámbito normativo a modo de observatorio
especializado.

78
 Cualquier otra actividad que contribuya a la generación de ideas y a la
reflexión sobre temas vinculados con el Cooperativismo y la Economía Social
contribuyendo, de esta manera, al fomento de la economía social, en general, y
del cooperativismo, en particular.

 INSTITUTO DE DERECHO COOPERATIVO Y ECONOMÍA SOCIAL –


GEZKI- DE LA UNIVERSIDAD DEL PAÍS VASCO

Centro creado por la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea


(Decreto 25571999, de 19 de octubre) fundamentalmente dedicado a la
investigación científica y técnica o a la creación artística, pudiendo realizar
actividades docentes referidas a enseñanzas especializadas o cursos de
doctorado y proporcionar el asesoramiento técnico en materia cooperativa.

C.4) PARTICULAR REFERENCIA AL ACUERDO DE INTENCIONES Y


COLABORACIÓN ENTRE EL GOBIERNO VASCO, EL CONSEJO
SUPERIOR DE COOPERATIVAS DE EUSKADI Y LA CONFEDERACIÓN DE
COOPERTAIVAS DE EUSKADI

A pesar de no tratarse de ninguna organización y/o entidad con personalidad


jurídica propia, especial mención merece el Acuerdo de Intenciones y
Colaboración formalizado el 1 de junio de 2005 por el Gobierno Vasco,
representado por la Dirección de Economía Social, el Consejo Superior de
Cooperativas de Euskadi y la Confederación de Cooperativas de Euskadi.

El Acuerdo tiene por objetivo la contribución eficaz al desarrollo económico y


social sostenible del País Vasco y, de acuerdo con las directrices generales de
política económica, social y presupuestaria del Gobierno, a colaborar
estrechamente en los siguientes ámbitos de actuación:

 La representatividad institucional del Movimiento Cooperativo Vasco.


 El impulso a la promoción de nuevas Empresas Cooperativas en
Euskadi y del empleo cooperativo.
 La potenciación de la intercooperación entre las Cooperativas Vascas y
de las actuales estructuras de integración empresarial y representativa para la
consolidación y aseguramiento del Cooperativismo en Euskadi.
 La potenciación de los instrumentos financieros existentes al servicio de
la promoción del Movimiento Cooperativo.
 El desarrollo y capacitación de las personas.
 La difusión y conocimiento del Cooperativismo Vasco.
 El desarrollo de la Cultura Cooperativa y de Códigos de Buen Gobierno.
 La potenciación del Consejo Superior de Cooperativas de Euskadi.

C.5) POLÍTICA SUBVENCIONADORA DE LA ADMINISTRACIÓN

En primer lugar, y antes de entrar a analizar la evolución de las políticas


públicas financieras –subvencionadoras- desarrolladas por la Administración
Pública de la Comunidad Autónoma del País Vasco para el desarrollo,
promoción y consolidación de la Economía Social, debemos señalar que a
pesar del amplio conjunto de tipos jurídicos que se engloban en la práctica

79
dentro de la acepción de Economía Social, tal y como describíamos al principio
del presente estudio, como podremos observar a continuación, la
Administración Pública vasca limita su política pública de apoyo financiero al
denominado Tercer Sector -Economía Social- a las sociedades cooperativas y
sociedades laborales, con independencia de que éstas sean Limitadas o
Anónimas.

Prueba de ello son las continuas menciones a ambos tipos jurídicos tanto en
las exposiciones de motivos como en los cuerpos de las normas que regulan
las ayudas a la Economía Social desde sus inicios y hasta la fecha actual.
Dicha tendencia puede observarse también en los informes relativos a las
estadísticas y cuentas de la Economía Social elaboradas por la propia
Administración Pública.

Centrándonos en lo que ha venido siendo y es la actividad subvencionadora –


política financiera- de la Administración Pública respecto a la Economía Social
con carácter de exclusividad, podemos afirmar que la misma ha sido muy
prolífica, basándose en un paquete de Programas que han sabido ir adaptando
al transcurso del tiempo y a las necesidades y demandas tanto sociales como
jurídicas y económicas emergentes de las sociedades de Economía Social
inherentes al tráfico mercantil en el que operan.

Por todo ello, a continuación pasamos a analizar de manera más detenida y


detallada la política financiera de la Administración Pública respecto a la
Economía Social, centrándonos en el mencionado paquete de Programas:

 ORDEN de 18 de julio de 2007, del Consejero de Justicia, Empleo y


Seguridad Social, por la que se articulan las ayudas para emprender en
Economía Social.

→ ACTUALMENTE

Se trata de ayudas tanto para la promoción y constitución de empresas de


Economía Social como la difusión de la cultura emprendedora.

Serán actividades subvencionables:


o La realización de acciones de promoción directamente
relacionadas con la constitución de una empresa de economía Social
o La constitución de empresas de Economía Social.
o Las actividades especificas de información y difusión de la cultura
emprendedora exclusivamente de economía social.
Serán entidades beneficiarias:
o Para las acciones de promoción de constitución de una empresa
de Economía Social --- Centros, entidades y entidades promotoras que reúnan
estos requisitos:
- Que su objeto social sea la promoción de la constitución de
Cooperativas o Sociedades Laborales y no coincida con las actividades
desarrolladas por la entidad promovida.
- Que sean entidades no lucrativas.

80
Para la constitución de empresas de Economía Social ---- Cooperativas y
Sociedades Laborales (entidades promovidas) con estos requisitos:
- Inscritos en el Registro de Cooperativas o en el Registro Mercantil entre
el 1 agosto de 2006 y el 31 de julio de 2007.
- Integradas con anterioridad a la concesión de la subvención en alguna
estructura asociativa de Economía Social legalmente constituida
- Entidades que realicen actividades de información y difusión de la
cultura emprendedora exclusivamente en Economía Social.

La cuantía de las subvenciones será:


- Para las acciones de promoción para la constitución de una empresa de
Economía social --- 50% del coste con un limite de 6.000€ por la
promoción de las 10 primeras empresas constituidas; 5.000€ por cada
una de las 10 siguientes y 4.000€ para cada una de el resto hasta el
limite máximo de 125.000€.
- Para la constitución de Cooperativas y Sociedades Laborales --- 3.000€
por cada socio trabajador incorporado y 4.000€ por cada socia
trabajadora incorporada con un limite de 30.000€.
- Si pertenecen a estos grupos se elevara a 6.000€ con un limite de
45.000€:
 La mayoría de las socias trabajadoras sean mujeres
 Tener la condición de persona discapacitada.
 Tener la condición de personas internas en tercer
grado y de liberadas condicionales.
 El padre o la madre de una familia monoparental
 Personas que hayan sido victimas de violencia
domestica.
 Personas que hayan finalizado su proceso de
inserción socio-laboral.
 Personas que hayan sido victimas de actos de
terrorismo.
 Personas ex – toxicómanas.
 Para las entidades que realicen información y
difusión de la cultura emprendedora --- 75% del
costo hasta 30.000€.

Además, dentro de estas mismas ayudas, existe una línea especial –


Intraemprendizaje de empresas- por las que se subvenciona con el 50% del
coste y un máximo de 60.000 euros:
- Acompañamiento técnico y estudio económico-financiero necesario para
el desarrollo de un proyecto de intraemprendizaje hasta la constitución
de una empresa de Economía Social.
- Seguimiento durante 1 año desde la constitución.

→ EVOLUCIÓN

Consistente en subvencionar fundamentalmente la promoción de entidades de


Economía Social (Cooperativas y Sociedades Laborales), su cuantía está
limitada y, consecuentemente condicionada, al compromiso económico de los
propios promotores, incentivándose la participación de personas pertenecientes

81
a colectivos con mayores dificultades para la inserción (ver “Ayudas al
Empleo”).

Las ayudas deben contabilizarse en todo caso como una Dotación a un Fondo
de Reserva Irrepartible.

En la década de los 80 (hasta 1991), la Administración, sensibilizada por la


problemática y las necesidades de la juventud, convocaron anualmente (VI) los
Concursos de Ideas para la Constitución de Sociedades de Economía Social,
que elaboren un proyecto o proyectos de constitución de Sociedades de
Economía Social para jóvenes entre 16 y 30 años que conlleven creación de
puestos de trabajo. Posteriormente, a partir de 1992 y hasta 1995 (VII-X), el
concurso tuvo continuidad bajo la denominación de Concurso Juvenil de Ideas
para la constitución de Empresas.

A finales de la década de los 80 (88), surge el Programa de Ayudas a la


constitución de Cooperativas y Sociedades Anónimas Laborales (Decreto 201),
no superando en este caso el 50% de los gastos subvencionables (derivados
de la puesta en marcha de la sociedad, excluidos los derivados de obligaciones
tributarias, adquisición de materias primas, stocks, así como cualesquiera otros
que no sean objeto de amortización contable) en el supuesto de las
Sociedades Anónimas Laborales y 50% del capital social realmente
desembolsado en las Cooperativas, con un límite máximo en ambos casos de
5.000.000 pesetas. En 1991 (Decreto 442/1991, de 23 de julio), la ayuda
consiste en una Subvención sobre la Constitución (50% de los gastos
producidos en la constitución), y otra sobre el Capital realmente desembolsado
(50% del capital, siempre que el mínimo realmente desembolsado fuera al
menos de 400.000 pesetas por socio, y con un límite máximo de 30.000 euros).

Este mismo Programa incluyó en su denominación entre 1992 (Decreto


130/1992, de 19 de mayo; Decreto 172/1993, de 15 de junio; Decreto
151/1994, de 29 de marzo; Decreto 344/1995. de 4 de julio) y 1996 (Decreto
67/1996, de 2 de abril) el término “consolidación”, estableciendo entre los
requisitos un capital desembolsado mínimo de 2.500.000 pesetas, y que
corresponde a un mínimo de 400.000 pesetas por socio con un límite máximo
de 5.000.000 pesetas en 1992, y un límite máximo de 6.000.000 pesetas en
1993; en 1996 corresponde a un mínimo de 500.000 pesetas por socio.

Entre las principales modificaciones en relación al Programa actual, cabe


destacar que en la actualidad la subvención se otorga en función del capital
suscrito en lugar de atendiendo al realmente desembolsado. Además, como
medida integradora, en la actualidad (desde 2006) se exige la certificación de
pertenecer a una estructura asociativa.

Antes de finalizar cabe destacar también que, en este mismo sentido, la


Diputación Foral de Bizkaia ha venido destacando por la actividad
subvencionadora desarrollada entre los ejercicios 2003-2006 a través de su
Departamento de Empleo y Formación para apoyar la constitución de
empresas de Economía Social, siendo la única de las 3 Diputaciones Forales
en hacerlo:

82
- Programa Lanera (2003, 2004 y 2005)
- Programa Sortulan (2006)

Probablemente tanto debido a la incompatilidad de estos Programas con las


Órdenes de ayudas del Gobierno Vasco, como a la menor cuantía de sus
dotaciones hayan provocado la no publicación de Programa alguno en tal
sentido en el ejercicio 2007.

 ORDEN de 5 de septiembre de 2007, del Consejero de Justicia,


Empleo y Seguridad Social, por la que se establecen ayudas dirigidas a la
consolidación de estructuras asociativas de las empresas de economía
social de la Comunidad Autónoma de Euskadi.

→ ACTUALMENTE

Las actividades subvencionables es la financiación de los gastos de estructuras


para el mantenimiento y consolidación de las entidades asociativas con el
objetivo de cumplir con los objetivos legales y estatutariamente asignados a
cada una de ellas, tendiendo la consideración de gastos estructurales:
 Los gastos de personal al servicio de la entidad asociativa, incluyendo
todos los relacionados con el puesto de trabajo y actividades derivadas del
mismo.
 Los gastos de funcionamiento incluidos los de compensación por
asistencia a Consejos Rectores y Comisiones y las cuotas abonadas a las
entidades representativas en las que participe.
 Los gastos externos relacionados con la actividad ordinaria de la
estructura, tales como informes jurídicos, auditorias, defensa y protección de
marcas, entre otros.
 El importe de las amortizaciones correspondientes al inmovilizado
propiedad de la entidad.
 Cualquier otro que , a juicio de la Dirección de Economía Social, este
relacionado con el funcionamiento ordinario de la entidad y sea necesario para
el mismo.
 En ningún caso se computaran como gasto las dietas y compensaciones
recibidas de los organismos a los que pertenecen.

Tanto los beneficiarios como las cuantías varían en función de las


características de las entidades asociativas:

 Ayudas a entidades asociativas de sociedades laborales y de


cooperativas de trabajo asociado, pudiendo ser beneficiarias las entidades
asociativas de cooperativas de trabajo asociado y de sociedades laborales de
ámbito de Euskadi, que teniendo su domicilio social en la Comunidad
Autónoma de Euskadi, cumplan con los requisitos legales y se hallen inscritas
en el registro correspondiente.

El Departamento de Justicia, Empleo y Seguridad Social subvencionara por la


representatividad sobre la base de 70.000 euros en función del numero de

83
personas socias trabajadoras y el numero de empresas a los que represente
cada entidad beneficiaria de acuerdo con el siguiente baremo:
Numero de las personas socias trabajadoras y el numero de personas socias
trabajadoras y el numero de empresas a los que represente cada entidad
beneficiaria:
 Desde 1 – 5000 persona trabajadora --- 6€ por cada
socia trabajadora.
 De 5001 a 10.000 --- 5€ por persona socia
trabajadora.
 De 10.001 en adelante --- 4€ por socia.

Numero de empresas que represente cada entidad beneficiaria:


 Desde 1 a 250 empresas ---- 80€ por empresa.
 De 251 en adelante --- 70€ por empresa.

Ayudas a entidades asociativas de cooperativas distintas de tipo de trabajo


asociado y a entidades asociativas de carácter confederal, pudiendo ser
beneficiarias las entidades asociativas de cooperativas que no integren las
cooperativas de trabajo asociado y sean de ámbito de Euskadi y las
Confederaciones de Cooperativas. Todas ellas deberán tener su domicilio
social en la Comunidad Autónoma del País Vasco, cumplan con los requisitos
legales y se hallen inscritas en el registro correspondiente.

El Departamento de Justicia, Empleo y Seguridad Social financiará, mediante


subvenciones a fondo perdido, el 50% de los gastos previstos en la
planificación que resulte aprobada por la Dirección de Economía Social,
siempre que acrediten necesidad objetiva de recursos propios y sin que la
cuantía exceda de 50.000€ por entidad solicitante.

→ EVOLUCIÓN

Se tratan de unas ayudas dirigidas en la práctica tanto a las distintas


Federaciones Sectoriales de Cooperativas de Euskadi como a la
Confederación de Cooperativas de Euskadi y a la Agrupación se Sociedades
Laborales de Euskadi (ASLE).

A finales de la década de los 80 fue cuando la Administración, a la vista de la


constitución de estructuras asociativas que integraban a las empresas que
componían la Economía Social, comenzó a publicar el Programa de ayudas
dirigidas al fomento y desarrollo de estructuras asociativas o representativas de
empresas de Economía Social (Decreto 93/1989):

Además, posteriormente, la puesta en marcha de Mercado Interior Europeo a


partir del 1 de enero de 1993 y la consiguiente necesidad de competir en
condiciones de mayor exigencia obliga tanto a las Cooperativas como a las
Sociedades Anónimas Laborales a organizarse en estructuras asociativas
sobre la base del principio de intercooperación, al objeto de obtener un perfil de
grupo cohesionado y de poseer cada día una mayor influencia con aumento de
su peso específico en las áreas de decisión de los distintos foros. El nivel de

84
desarrollo de estas estructuras seguía siendo todavía incipiente en el País
Vasco.

Todo ello con el fin de contribuir a la consolidación de las estructuras de la


Economía Social, constituidos por las empresas de Economía Social para la
representación y defensa de sus intereses o desarrollo de fines comunes,
mediante subvenciones a fondo perdido hasta el 50% del coste del proyecto,
con un límite máximo de 12.000.000 pesetas.

Se subvenciona la integración de empresas de economía social en estructuras


asociativas de carácter representativo que garantiza de forma eficaz la defensa
y promoción de sus intereses en cuanto tales sociedades y asegura su
configuración como movimiento societario y empresarial singular. Como se
señalaba, los beneficiarios de las ayudas son las estructuras asociativas
existentes, y si bien hasta el año 2007 los criterios para la determinación de las
ayudas se basaban en el número de entidades asociadas o de socios que las
componían (adoptándose la más beneficiosa) y el grado de autofinanciación,
siempre con un límite máximo, a partir del mencionado año las citadas ayudas
se determinan partiendo de un mínimo común a todas ellas, y un variable
atendiendo a los socios/as que representan, adaptándose además las citadas
ayudas a la nueva realidad estructural del movimiento representativo
cooperativo fruto de la fusión llevada a cabo por las Federaciones de
Cooperativas de Trabajo Asociado, Enseñanza y Crédito de Euskadi a finales
de 2006.

Cabe destacar que en el Programa correspondiente al ejercicio 2007 se han


variado los criterios de determinación de la cuantía de las subvenciones,
adaptando su regulación a la mencionad fusión entre federaciones y tratando
de dar con una fórmula que permita una distribución más equitativa y
proporcional de las subvenciones atendiendo tanto al número de empresas
como de socios/as representadas por cada entidad.

 ORDEN de 26 de julio de 2007, del Consejero de Justicia, Empleo y


Seguridad Social, por la que se convoca una Beca de Ampliación de
Estudios en materia de Economía Social.

→ ACTUALMENTE

Consiste en la convocatoria de una beca para la ampliación de estudios en


materia de Economía Social, en centros administrativos o institucionales de
reconocido prestigio de la Comunidad Autónoma de Euskadi que desarrollen su
actividad en dicho campo.

La ayuda, condicionada a estar en posesión de la licenciatura en


Administración y Dirección de Empresas, en Economía o en Ciencias
Actuariales y Financieras, confiere al beneficiario la capacitación para el
análisis de la eficiencia en la actividad administrativa de fomento en el ámbito
de la Economía Social.

85
Con una duración de 12 meses, está dotado con un máximo de 21.000 euros.

→ EVOLUCIÓN

Creada en el año 2006, pueden considerarse como sus antecesores los


Concursos (VII) de Ideas para la promoción, difusión y divulgación del Modelo
de Economía Social en Euskadi convocados por el Departamento de Trabajo y
Seguridad Social entre 1989 y 1995, con el objetivo fundamental del fomento
de la Economía Social, siendo especialmente significativo, en el ámbito de la
Comunidad Autónoma de Euskadi, la potencia del Movimiento Cooperativo, así
como la pujanza de las Sociedades Laborales.

Se subvencionaban los proyectos culturales, pedagógicos, editoriales,


recreativos y en general, todos aquellos que expandan y difundan las distintas
formas y principios de la Economía Social, presentados por personas físicas o
jurídicas radicadas en la Comunidad Autónoma del País Vasco, y la Dirección
de Economía Social seleccionaba un máximo de 10 proyectos, 2 de los cuales
ascendían a 8.000.000 pesetas, 4 a 4.000.000 pesetas y 4 a 2.000.000
pesetas. En 1994, los premios otorgados a los proyectos ascendían a
10.000.000 pesetas al 1er premio, y 6.000.000 pesetas al 2º.

 ORDEN de 18 de julio de 2007, del Consejero de Justicia, Empleo y


Seguridad Social, por la que se regulan las ayudas para la asistencia
técnica en las Empresas de Economía Social de la Comunidad Autónoma
del País Vasco.

→ ACTUALMENTE

Son actividades subvencionables:


A) Elaboración e implantación del Plan de Gestión anual y del Plan
estratégico.
B) Asesoramiento en la gestión a las personas administradoras de
empresas de Economía Social con menos de 50 personas trabajadoras
durante al menos un año previa implantación del correspondiente Plan
estratégico o de gestión.
C) Asesoramiento especifico en gestión comercial de las Cooperativas y
Sociedades Laborales con menos de 10 personas trabajadoras, que se
acojan al programa de ayudas para emprender en economía social o
hayan recibido ayudas de la Dirección de Empleo y Formación, en virtud
del Capitulo IV del Decreto 328/2003, de 23 de diciembre de Apoyo a la
cultura emprendedora durante el 2007.
D) Realización por parte de las máxima entidades representativas de la
Economía Social del estudio económico financiero previo necesario para
la prestación de garantías a sus entidades asociadas.

Podrán ser entidades beneficiarias:


- Las Cooperativas y Sociedades Laborales con domicilio social en la
CAPV, que cuenten con el asesoramiento de una entidad consultora
externa o entidad representativa de Economía Social y que no hayan

86
recibido anteriormente ayudas de esta administración para implantar el
mismo instrumento de gestión, exceptuándose de este último requisito
las Cooperativas y Sociedades Laborales con menos de 15 puestos de
trabajo, las cuales podrán volver a solicitar la ayuda, después de
pasados 4 años desde la ultima fecha de Resolución de concesión de
esta subvención.
- Las entidades asociativas de empresas de Economía Social.

La cuantía de la subvención será del coste neto por acción aprobada, con el
limite máximo de 9.000€, siguiendo estos criterios:

- Para las acciones B) y C) de las acciones subvencionables --- 75%


coste.
- Para la acción A):
 Si son llevadas a cabo por empresas del sector primario, la
enseñanza y las cooperativas de vivienda --- 75% coste.
 Demás casos:
< 50 trabajadores --- 75%
50-150 trabajadores --- 50%
150 trabajadores --- 25%
- Para la acción D) --- 75% del coste para cada una de las entidades
asociadas

→ EVOLUCIÓN

Las actividades subvencionadas, consistentes en la implantación de


instrumentos de gestión tales como Planes de Gestión y Planes Estratégicos; el
asesoramiento de los órganos de administración en aquellas empresas de
menos de 50 empleos; y el asesoramiento en gestión comercial en los
supuestos de empresas de menos de 10 empleos, están dirigidas a facilitar la
puesta en marcha de mecanismos de gestión profesionalizados que colaboren
en la consolidación de aquellas empresas de Economía Social que por su
dimensión, estado de situación económico-financiero… pudieran tener alguna
reticencia de cara a su implantación.

La implantación de cualquiera de los instrumentos de gestión anteriormente


indicados deberá realizarse con la colaboración de consultores/asesores
externos a la sociedad.

En los años 80, se regulaban ayudas similares bajo la denominación de


“medidas de promoción a sociedades anónimas laborales y cooperativas”
dirigidas a la elaboración de estudios y acciones que tuvieran por objeto la
racionalización y mejora de la gestión de la empresa, así como por aquellos
otros que tratasen de potenciar la cualificación empresarial mediante los
correspondientes programas de formación. La cuantía estaba limitada a un
máximo de 2 millones de pesetas, sin que en ningún caso se superase el 60%
del coste del proyecto.

En 1993 (Decreto 165/1993, de 1 de junio; Decreto 152/1994, de 29 de marzo;


Decreto 348/1995, de 4 de julio) y 1996 (Decreto 116/1996, de 21 de mayo), se

87
publicaron las subvenciones para la implantación de planes de gestión en las
empresas de Economía Social de Euskadi por el que se subvencionaba hasta
el 60% del coste de la implantación del Plan de Gestión en cada empresa, con
un límite máximo de 25.000.000 pesetas los dos primeros ejercicios y
30.000.000 el tercero, subvencionándose hasta un 75% del coste de
elaboración e implantación del mismo. Entre los requisitos, se exigía que las
empresas consultoras de Economía Social asesoraran prioritariamente a
entidades de Economía Social, revestir forma jurídica de Cooperativa o
Sociedad Anónima Laboral y contar con una experiencia mínima de 3 años;
actualmente sólo se requiere una experiencia contrastada en la implantación de
estos instrumentos de gestión.

Posteriormente, a partir de 1997 a las mencionadas actividades


subvencionadas (elaboración e implantación de planes de gestión), se les
suman la elaboración e implantación de Planes Estratégicos... a través de un
nuevo Decreto (Decreto 72/1997, de 8 de abril) que agrupa todas ellas bajo la
denominación de Ayudas a la Asistencia Técnica, subvencionando:
- La elaboración e implantación de Planes de Gestión Anual.
- La elaboración e implantación de sistemas de valoración de puestos de
trabajo.

A las Cooperativas y Sociedades Anónimas Laborales de dimensión PYME con


el apoyo y asesoramiento de una Entidad Consultora, hasta el 75% del coste
de las acciones con un límite de 1.500.000 pesetas.

- La elaboración de estudios para la realización de actividades y proyectos


de cooperación interempresarial entre empresas de Economía Social.

PYMEs de Economía Social, de forma individual o agrupada, que cuenten con


el apoyo y asesoramiento de una Entidad Consultora, hasta el 50% del coste
de las acciones con un límite de 2.500.000 pesetas.

- La constitución y lanzamiento de estructuras de cooperación


interempresarial que agrupen mayoritariamente a empresas de Economía
Social.

Las propias entidades de cooperación interempresarial, hasta el 50% del coste


de cada entidad con un límite de 5.000.000 pesetas.

Con anterioridad al año 2000, se incluían también dentro de los Programas de


ayudas que regulaban estas materias otras actividades tales como la
implantación de sistemas de valoración de puestos de trabajo (recursos
humanos). Además, había otra actividades que se incluían dentro de estos
Programas, como podrían ser la elaboración de estudios para la realización de
actividades y proyectos de colaboración interempresarial entre empresas de
Economía Social y que favorezcan su posición competitiva; la constitución y
lanzamiento de estructuras de cooperación interempresarial que agrupen
mayoritariamente a empresas de Economía Social… que actualmente están
enmarcados en el Programa de intercooperación.

88
 ORDEN de 11 de julio de 2007, del Consejero de Justicia, Empleo y
Seguridad Social, por la que se establecen las ayudas para la Formación
en la Economía Social.

→ ACTUALMENTE

Serán actividades subvencionables:


A) Acciones destinadas a la formación especifica societario-empresarial
en el ámbito de la empresa dirigida a niveles básicos, intermedios y
directivos
B) Acciones formativas de ámbito universitario y preuniversitario
C) Elaboración de materiales didácticos destinados a la formación de
socios y socias y trabajador@s, personal directivo o no que trasciendan
las necesidades puntuales y puedan utilizarse en proyectos futuros
D) Acciones formativas obre economía social dirigidas a miembros de
organizaciones sindicales
E) Edición de materiales didácticos sobre el apartado C)
F) Actividades de investigación en Economía Social que sean totalmente
novedosas e imprescindibles para el desarrollo de la economía social
vasca
G) Ediciones de publicaciones en cualquier soporte o formato así como
la creación de bases de datos y de bibliotecas
H) Organización de congresos, simposiums y jornadas
I) Organización de actividades para atender a grupos nacionales e
internacionales interesados en conocer ka experiencia cooperativa del
País Vasco.

Podrá ser beneficiarios:


- Las sociedades cooperativas y laborales cuyo objeto social sea la
formación y/o consultoria en organización y recursos humanos.
- Las sociedades cooperativas o laborales con cualquier objeto social
cuando la actividad formativa se destine a los socios y trabajadores.
- Las Uniones, Federaciones y Confederaciones de cooperativas,
agrupaciones de sociedades laborales.
- Las Facultades, Escuelas e institutos universitarios.
- Las entidades publicas o privadas con experiencia investigadora o
formativa en materia de economía Social.

La cuantía será de un máximo de 180.000€ por entidad beneficiaria, distribuido


de la siguiente manera:
 Apartados A), B), D), G), y H) --- en su totalidad máximo
60.000€
 Apartados C), E) y F) --- máximo 120.000€
 Apartado I) --- máximo 30.000€

→ EVOLUCIÓN

Se trata del más antigua de los Programas de ayudas a la Economía Social


regulado por la Administración Pública (1983), por el que se articulan las
medidas de fomento de la Formación Cooperativa (Decreto 137/1983, de 20 de

89
junio). De esta manera, los poderes públicos de la Comunidad Autónoma del
País Vasco asumen como interés social, la promoción, el estímulo y el
desarrollo de las Cooperativas.

Se trata de ayudas dirigidas a la realización de actividades formativas, de


investigación y divulgación acerca de los aspectos específicos de la Economía
Social, que se desarrollen en la Comunidad Autónoma del País Vasco,
pudiendo ser beneficiarias de las mismas además de las sociedades
cooperativas y sociedades laborales, las estructuras asociativas, las
Facultades, Escuelas e Institutos Universitarios, así como centros docentes y
entidades públicas o privadas con experiencia investigadora o formativa en
materia de Economía Social.

Entre las actuaciones subvencionables, cabe destacar las acciones destinadas


a la formación específica societario-empresarial en el ámbito de la empresa;
acciones formativas del ámbito universitario y pre-universitario, incluyéndose
los trabajos de investigación en general; elaboración de materiales didácticos
destinados a la formación de socios/as, trabajadores/as, personal directivo o
no, que por su especial contenido trasciendan las necesidades puntuales de
una empresa; acciones formativas sobre la Economía Social dirigidas a
miembros de organizaciones sindicales; actividades de investigación en
Economía Social que sean totalmente novedosas e imprescindibles en la
actualidad; edición de publicaciones, así como la creación de bases de datos y
de bibliotecas; la organización de congresos, simposiums y jornadas… siempre
que se inicien durante el año en curso de la publicación de la ayuda y se
finalicen antes del 31 de julio del ejercicio siguiente.

Las ayudas se materializan mediante subvenciones a fondo perdido del coste


neto de los proyectos que resultaren aprobados, como se señalaba, con un
límite máximo por entidad de 180.000 euros.

 ORDEN de 4 de julio de 2007, del Consejero de Justicia, Empleo y


Seguridad Social, por la que se regulan las ayudas para el fomento de la
promoción territorial planificada de empresas de Economía Social en el
ámbito de la Comunidad Autónoma del País Vasco.

→ ACTUALMENTE

Ayudas para el desarrollo de las actividades necesarias de difusión de la


cultura emprendedora y para la promoción territorial planificada de empresas
de Economía Social, basadas en la participación del trabajo, la creación y
distribución equitativa de la riqueza así como la generación de empleo, y que
estén entroncadas en un ámbito territorial determinado de base comarcal,
utilizándose como tal la división territorial en comarcas naturales establecida
por el Eustat, así como su área de influencia.

Se considerarán actividades necesarias para la promoción territorial planificada


de empresas de Economía Social, la elaboración, desarrollo y ejecución de un
Plan de Actuación que reúna los requisitos de descripción detallada de

90
objetivos, fases, estructura básica necesaria, gastos necesarios…; existencia
en el territorio de entidades educativas que puedan impartir la formación
técnica relacionada con los futuros proyectos a las personas que vayan a
desempeñar la actividad empresarial; participación en el Plan de Actuación de
empresas u organizaciones de Economía Social susceptibles de prestar
cobertura a los futuros proyectos.

La cuantía de la subvención consistirá en el 50% de los gastos generales de


promoción y difusión en el territorio al que se circunscribe la actuación del ente
beneficiario para emprender en economía social, con un límite máximo de
20.000 euros, y el 75% del gasto previsto en el Plan de Actuación que resulte
aprobado por la Dirección de Economía Social para cada proyecto empresarial
en Economía Social constituido, con un máximo de 30.000 euros por cada uno
de ellos. En todo caso, la cantidad máxima por beneficiario tendrá como límite
100.000 euros al año.

→ EVOLUCIÓN

Se trata de un Programa de ayudas que no tiene precedente como tal,


habiéndose publicado por vez primera en el año 2007.

 ORDEN de 4 de julio de 2007, del Consejero de Justicia, Empleo y


Seguridad Social, por la que se establecen las ayudas para la
intercooperación empresarial en la Economía Social.

→ ACTUALMENTE

Serán actividades subvencionables:


A) Gastos derivados de estudios de ínter cooperación, 50% del coste:
- Relativos a la posibilidad y viabilidad de la realización de
acuerdos de ínter cooperación.
- Elaborados entre entidades representativas de las empresas de
Economía Social
B) Gastos necesarios para la elaboración y la formalización de acuerdos
y la creación de empresas o estructuras de ínter cooperación empresarial,
hasta el 50%:
- Sobre materias de estudios de ínter cooperación.
Que realicen entidades de ínter cooperación ya constituidas entre
si siempre que el domicilio social radique en la CAPV
C) Gastos por la prestación de la asistencia técnica y formativa realizada
por las entidades representativas de cooperativas y sociedades laborales de
Euskadi, el 100%.
D) Gastos ocasionados por la fusión en la que participen entidades de
Economía Social, hasta el 75%.
E) Gastos ocasionados por la incorporación de una sociedad de
Economía social en empresas de ínter cooperación ya constituidas, 50% del
coste.

91
F) Gastos para la asistencia técnica y la formación necesaria respecto a
la realización de proyectos que tengan por objeto la creación de Grupos
empresariales de economía Social en el ámbito internacional, 50% del coste.
Podrán ser beneficiarios:
- Las sociedades cooperativas, laborales, organizaciones asociativas y
estructuras de ínter cooperación empresarial.
- Las máximas entidades representativas de las Sociedades Cooperativas
y Sociedades Laborales de Euskadi.
- Las empresas o estructuras de ínter cooperación empresarial de
Economía Social inscritas en el registro correspondiente con anterioridad
a la fecha de presentación de la solicitud

→ EVOLUCIÓN

Se subvenciona la elaboración de estudios de intercooperación (nuevos


productos; unificación de servicios; adquisición conjunta de tecnología;
mecanismos conjuntos de financiación…); la formalización de acuerdos y la
creación de estructuras de intercooperación empresarial; los procesos de
fusión; incorporación de las empresas en estructuras de intercooperación ya
existentes.

Se trata de un Programa de ayudas genéricas para todas las empresas de


Economía Social, independientemente de las características particulares de
cada una de ellas, si bien es la propia actividad subvencionada la que en la
práctica conlleva implícita la necesidad de unas condiciones específicas que le
posibiliten ejecutar tales acciones.

Se trata de unas ayudas con una antigüedad inferior a la década, y que en su


primera publicación regulaban como actividades subvencionables las
siguientes:

a) Para las Sociedades Cooperativas, Laborales, las organizaciones


asociativas y las estructuras de intercooperación empresarial de Economía
Social ya constituidas:
- La elaboración de estudios referentes a la posibilidad y viabilidad de la
realización de acuerdos de intercooperación referentes a materias que por su
contenido tengan repercusión en la cadena de valor, tales como la elaboración
en común de nuevos productos, el establecimiento de mecanismos de
colaboración en materia de comercialización, la unificación de servicios
postventa, la adquisición conjunta de tecnología, la utilización compartida de
nuevas tecnologías de la información, el empleo de mecanismos conjuntos de
financiación, el diseño en común de sistemas de calidad, la contratación de
servicios de forma unitaria y la adopción de mecanismos conjuntos para la
optimización de la gestión.
Hasta dos millones (2.000.000) de pesetas, (12.020,24 euros): La
formalización de acuerdos y la creación de estructuras de intercooperación
empresarial relativas a las materias reflejadas en el apartado anterior.
Hasta cinco millones (5.000.000) de pesetas, (150.253,03 euros): La
fusión en la que participen entidades de Economía Social, incluida la fusión por
absorción, cuando resulte la fórmula más adecuada para el cumplimiento del

92
objeto de las entidades fusionadas, y siempre que la empresa resultante sea
una entidad de Economía social.
El límite se situaba por tanto en cinco millones (5.000.000) de pesetas,
(150.253,03 euros).

b) Para las estructuras de intercooperación empresarial de Economía Social


inscritas en el registro correspondiente con anterioridad al 1 de enero de 1998:
- La realización de actividades por estructuras de intercooperación
empresarial de Economía Social ya constituidas que, formando parte de su
objeto social, no hayan sido efectivamente desarrolladas o que sean
consecuencia de la ampliación de su objeto social.
Así, hasta un millón (1.000.000) de pesetas, (6.010,12 euros) como límite.

Cabe destacar que este mismo Programa de ayudas, en su convocatoria


correspondiente al año 2002, regulaba como actividades subvencionables tanto
la diversificación de las estructuras de intercooperación, como la
transformación en sociedades de Economía Social. En este último supuesto el
límite máximo de la subvención ascendía a 2 millones de pesetas,
desapareciendo un año más tarde el citado límite, estableciéndose en su lugar
la subvención del 75% del coste del procedimiento de transformación.

 ORDEN de 4 de julio de 2007, del Consejero de Justicia, Empleo y


Seguridad, por la que se establecen las ayudas para la participación de
personas trabajadoras en empresas.

→ ACTUALMENTE

Son actividades subvencionables:


1) Realización de actividades de sensibilización de los agentes
económicos y sociales sobre los beneficios de la participación de las personas
trabajadoras en empresas, hasta el 75% del coste con un límite de 30.000 €,
siendo beneficiarias las entidades publicas o privadas.
2) Elaboración e implantación de un Plan de Participación institucional
de personas trabajadoras por cuenta ajena en los órganos de decisión, previo
diagnostico de una entidad consultora, de un Plan de participación institucional
de personas trabajadoras por cuenta ajena que posibilite su participación en los
órganos de decisión de la empresa, hasta el 75% del coste con un limite de
30.000 €, siendo beneficiarias las Sociedades con estructura empr4esarial que
no sean de Economía Social.
3) Incorporación como socios trabajadores o socias trabajadoras o de
trabajo a personas trabajadoras por cuenta ajena, en activo, en la Entidad de
Economía Social, 1.500 € por persona, siendo beneficiarias las personas
trabajadoras por cuenta ajena cuyo contrato sea indefinido de mas de un año
de antigüedad en la propia empresa.
4) Gastos generados a la empresa como consecuencia directa de la
suscripción de acciones o participaciones por sus personas trabajadoras, hasta
el 75% del coste con un limite de 1.000 €, siendo beneficiarias las sociedades,
que no sean de Economía Social, cuyos trabajadores suscriban acciones o
participaciones.

93
5) Suscripción d acciones o participaciones por las personas
trabajadoras, hasta el 75% suscripción de acciones con limite de 1.500 € para
cada una que suscriba, siendo beneficiarias las personas trabajadoras por
cuenta ajena que, constituyendo al menos un tercio de las personas
trabajadoras con contrato laboral indefinido de la empresa o de un centro de
trabajo de la misma en el que presten sus servicios, suscriban acciones o
participaciones de la sociedad, que representen, como mínimo, el 10% del
capital social.
6) Incorporación como socios trabajadores o socias trabajadoras o de
trabajo en una entidad de Economía Social como consecuencia de una
subrogación legal en virtud de una contrata de servicios o una concesión
administrativa, 1.500 € por persona con el limite del capital suscrito por la
persona beneficiaria, siendo beneficiarias las personas trabajadoras por cuenta
ajena con contrato indefinido en la entidad de procedencia7) Diseño e
implantación en las empresas de Economía social de instrumentos que
favorezcan la participación financiera de nuevas personas sacias trabajadores
posibilitando el relevo generacional, hasta el 75% del coste con limite de 6.000
€, siendo beneficiarias las entidades de Economía Social que hayan realizado
el diseño y la implantación.

→ EVOLUCIÓN

La actividad subvencionada es la gestión del proceso necesario para que los


trabajadores no socios/as de las empresas de Economía Social participen en
las mismas, siendo el criterio utilizado para la determinación de la cuantía el %
del coste del proceso.

Se incluye dentro de la presente Orden como actividad subvencionable tanto la


incorporación de los trabajadores por cuenta ajena en calidad de socios/as de
las sociedades, como la subrogación legal. Esta última como respuesta a una
necesidad social por la que la ayuda económica tiene como objetivo financiar,
al menos en parte, el desembolso correspondiente al trabajador para
adquisición de la condición de socio/a, tratando así de facilitar su ingreso en la
sociedad.

 ORDEN de 27 de junio de 2007, del Consejero de Justicia, Empleo y


Seguridad Social, por la que se regulan las ayudas para la incorporación
de personas socias a empresas de Economía Social.

→ ACTUALMENTE

Son actividades subvencionables:


- Incorporación de personas desempleadas a empresas con forma jurídica
de Sociedad Cooperativa o laboral en calidad de personas socias o de
trabajo de duración determinada.
- Incorporación como perdonas socias a cooperativas agrarias

Serán beneficiarias aquellas personas desempleadas que se incorporen como


socias trabajadoras a una sociedad laboral o cooperativa de trabajo asociado o

94
como socias de trabajo siempre que no hubiesen transcurrido mas de 5 años
desde la constitución de la entidad y que en el momento de la incorporación la
entidad cuente con un numero de socios trabajadores o de trabajo de carácter
indefinido que no supere los 100, y que cumplan los siguientes requisitos:
- Estar inscrita como desempleada con una antigüedad mínima de 3
meses.
- Adquirir la condición de socio trabajador o de trabajo con carácter
indefinido entre el 1 de agosto de 2006 y el 15 de septiembre de 2007.
- Permanecer como socio durante al menos 3 años.
- La cuantía variará en función de las condiciones personales del
beneficiario, si bien con carácter general será de 1.500 €. Las
excepciones serán las siguientes:
* 2.000 € para la incorporación en empresas de economía social
siempre que no haya transcurrido mas de 1 año desde la fecha de
constitución de la empresa y tenga entre 50 y 100 personas
(empleos).
* 2.500 € siempre que no haya transcurrido un alo y tenga entre 11 a
49 personas.
* 3.000 € siempre que no haya transcurrido un año y tenga menos de
10 personas.
* Incremento de 300€ si se es (mujer; discapacitado; personas
internas en tercer grado y liberadas condicionales; Padre o madre
de familia monoparental; Victimas de violencia de genero; Personas
que hayan finalizado su inserción socio-laboral; Victimas de
terrorismo; Ex – toxicómanos…).

→ EVOLUCIÓN

La ayuda consiste en la incorporación en las empresas de Economía Social en


calidad de socio/a trabajador/a y con carácter indefinido de personas inscritas
como desempleadas.

Se trata de una Orden de ayudas directas a la persona desempleada que se


incorpore a la sociedad para facilitar su incorporación en calidad de socio/a en
la sociedad, para lo que se concede una subvención económica en cuantía
predeterminada, que variará en función del tamaño de la sociedad, que
colabore en la financiación del desembolso de las cantidades necesarias para
la adquisición de tal condición de socio/a.

Es a partir de 1995 cuando la Administración Pública incluye entre las


actividades subvencionables la incorporación de personas desempleadas a las
empresas de Economía Social en calidad de socios/as trabajadores/as o de
trabajo (Decreto 347/1995, de 4 de julio). Para poder acceder a las citadas
ayudas resultaba requisito indispensable ser persona desempleada menor de
25 años o mayor de dicha edad siempre que llevase inscrita al menos 12
meses como parado/a en la correspondiente oficina de empleo con anterioridad
a su incorporación como socio/a trabajador/a o de trabajo, teniendo la
incorporación como requisito una permanencia mínima de 3 años.

La cuantía variaba en virtud de un baremo preestablecido:

95
 Personas desempleadas menores de 25 años: 250.000 pesetas
 Personas desempleadas mayores de 25 años y menores de 45:
- Hasta 350.000 pesetas si llevan inscritos/as como desempleados/as
entre 12 y 18 meses.
- Hasta 400.000 pesetas si llevan inscritos/as como desempleados/as
más de 18 meses.
- Personas desempleadas mayores de 45 años:
 Hasta 400.000 pesetas si llevan inscritos/as como
desempleados/as entre 12 y 18 meses.
 Hasta 450.000 pesetas si llevan inscritos/as como
desempleados/as más de 18 meses.

En 1996 (Decreto 66/1996, de 2 de abril), el requisito de acreditar un periodo


de desempleo superior a los 12 meses se incluye para las personas entre 25 y
45 años, incorporándose un nuevo subgrupo entre las personas desempleadas
con más de 45 años, subvencionándose también con 350.000 pesetas, al
contrario de cuanto acontecía el año anterior en el que quedaban excluidas, las
incorporaciones de personas con más de 45 años que lleven menos de 12
meses desempleado, 350.000 pesetas.

Al año siguiente -1997- (Decreto 75/1997, de 8 de abril), se disminuía el límite


de edad superior que diferenciaba los grupos, estableciéndose como edad
superior para la delimitación de las subvenciones la de 40 años, en lugar de los
45 anteriores que regían hasta la fecha.
Hasta el año 2005, esta Orden de ayudas establecía franjas en las cuantías de
las ayudas atendiendo además de al cumplimiento del resto de requisitos
establecidos a los efectos –pertenencia a grupo con mayores dificultades de
inserción…- al periodo de permanencia en el desempleo, siendo suficiente para
tener derecho a la subvención con permanecer un solo día en el desempleo.
Actualmente, el periodo mínimo por el que comienzan a establecerse las
citadas franjas es de 3 meses.

Este Programa de ayudas es una de las que mayor número de modificaciones


ha sufrido durante el transcurso de los años, pasando de ser una ayuda
genérica para todas las entidades, sin discriminación por número de empleos,
socios/as trabajadores/as…, ha ser una ayuda dirigida sólo a aquellas
empresas de reciente constitución (máximo 5 años de existencia) y de una
dimensión limitada (menos de 100 socios/as), discriminándose positivamente
en función del número de socios/as (cuanto menor número de socios/as, mayor
ayuda).

Además, amplía el requisito del plazo mínimo de permanencia como


desempleada de la persona que se incorpore a la sociedad, evitando así que
las empresas se beneficien de la ayuda, como sucedía a menuda en la
práctica, enviando a las personas que pretendían incorporar como socios/as
trabajadores/as al desempleo durante un período breve de tiempo (1 día), con
el único objetivo de cumplir los formalismos y vulnerando el espíritu de la
Ayuda.

96
Como es lógico, lo que se pretendía con estas modificaciones era redistribuir
las partidas presupuestarias destinadas a la presente ayuda potenciando la
consolidación y desarrollo de las empresas mediante la generación de nuevos
empleos durante el periodo objetivo en el que se produce la mayor tasa de
mortandad (3 primeros años), excluyendo de las mismas a aquellas empresas
que por su dimensión… se estima ya tienen consolidada su presencia en el
mercado.

Cabe destacar que durante la segunda mitad de los años noventa (1997), este
Programa de ayudas se denominó Nuevos Yacimientos de Empleo (Decreto
71/1997, de 8 de abril), y mediante ellas la Administración Pública trataba de
remover los obstáculos que impedían la materialización de conseguir el
desarrollo de los Nuevos Yacimiento de Empleo y convertirlos en auténticos
generadores de empleo.

En el año 2000, la cuantía por socio/a trabajador/a era de 700.000 pesetas, con
un límite máximo de 7 millones de pesetas; todo ello con independencia de las
características (sexo…) del socio/a trabajador/a, siguiendo enmarcadas dentro
de las ayudas denominadas Nuevos Yacimientos de Empleo.

Para ello, la Administración fomentaba la puesta en marcha de empresas


encuadradas en los denominados Nuevos Yacimientos de Empleo (las
actividades desarrolladas en servicios a domicilio, servicios personales y
servicios a la colectividad, servicios a la atención de la infancia, a la tercera
edad; actividades intensivas en mano de obra que habitualmente se realizan en
la economía informal o son proclives a caer en ella, tales como mecanizado de
piezas, montaje de piezas, aparatos y muebles…; actividades contempladas en
los Programas “Eurolan” y “Esparru” de las Diputaciones Forales de Bizkaia y
Gipuzkoa, respectivamente,…), siempre que conllevase la generación de
empleo.

Podían ser beneficiarios de las presentes ayudas:

- Las empresas cuyo objeto social sea promocionar la constitución y


lanzamiento de cooperativas y sociedades laborales, hasta 1.000.000 pesetas
por cada persona trabajadora incorporada dedicada exclusivamente a las
tareas asumidas en función del compromiso con la empresa promovida.
Además, podrán acceder a una ayuda de hasta 250.000 pesetas por cada
socio/a trabajador/a incorporado, en el momento de la solicitud, en las
empresas por ellas promovidas.
- Las cooperativas y sociedades laborales cuya actividad se corresponda
con las señaladas anteriormente en relación a los nuevos Yacimientos de
Empleo, hasta 700.000 pesetas por cada socio/a trabajador/a incorporado, en
el momento de la solicitud.
- Las entidades empresariales de cooperación interempresarial
promovidas por cooperativas y sociedades laborales, hasta 900.000 pesetas
por cada persona trabajadora incorporada en el momento de la solicitud; sólo
hasta el año siguiente 1998 (Decreto 199/1998, de 28 de julio).

97
Las cantidades se destinaban a un Fondo de Reserva Irrepartible hasta su
liquidación, sin perjuicio de su destino para la compensación de pérdidas.

 DECRETO 329/2003, de 23 de diciembre, por el que se regulan las


ayudas al empleo.

A pesar de tratarse de unas ayudas genéricas a las que puede acceder


cualquier sociedad, con independencia del tipo jurídico que revista, es
destacable que en su redacción se dedica un capítulo en exclusiva para la
regulación de los supuestos específicos de las cooperativas.

A pesar de su publicación en 2003, estas Ayudas siguen estando en vigor hasta


nueva publicación.

La especificidad viene marcada respecto a las Ayudas por renovación de


plantillas en sociedades cooperativas.

Son actividades subvencionables:


– El retiro de la actividad laboral por parte de los socios y socias
cooperativistas trabajadores o de trabajo, en los términos previstos en el
artículo siguiente.
– La contratación de personas desempleadas como consecuencia del
retiro de la actividad laboral a que hace referencia el párrafo anterior.

Dentro del señalado marco, y directamente relacionada con lo en él regulado,


se regulan las Ayudas destinadas al socio o socia trabajador o de trabajo que
se retire de la actividad laboral

Podrán ser beneficiarios de las presentes Ayudas aquellos socios y socias


trabajadores o de trabajo de una sociedad cooperativa que se retiren de la
actividad laboral, siempre que se cumplan los siguientes requisitos:
a) que al socio o socia trabajador o de trabajo le falte un máximo de cinco
años y un mínimo de dos para la edad reglamentaria de jubilación.
b) que, en el momento que alcance dicha edad, tenga cubierto el periodo
mínimo de cotización exigido para acceder a la pensión contributiva de
jubilación de la Seguridad Social.
c) que la jornada laboral que venía desarrollando en la empresa sea a
tiempo completo.
d) que, en el momento en que el socio o socia cese en la actividad laboral,
la sociedad cooperativa donde presta sus servicios realice contratos de
sociedad por tiempo indefinido, en calidad de socios o socias trabajadores o de
trabajo, a personas inscritas como desempleadas en un Servicio Público de
Empleo de ámbito autonómico o estatal dentro del marco de la Unión Europea,
en los términos descritos en el artículo 22 de este Decreto.
e) que la sociedad cooperativa aporte o haya aportado una cuantía
económica que, en concurrencia con cualquier otro tipo de prestación o
retribución económica que tenga derecho el socio o socia, y junto con la
subvención concedida en virtud de esta Subsección, garantice el 90% de la
pensión de jubilación a que hubiese tenido derecho al cumplir la edad
reglamentaria de jubilación en caso de haber mantenido el régimen de

98
cotización la cooperativa, así como el coste, en su caso, de la suscripción del
Convenio Especial con la Seguridad Social para la cobertura de la pensión de
jubilación.
f) que el socio o socia suscriba un plan de previsión con una Entidad
especializada en sistemas de Previsión Social de Empleo, que, a los efectos
del presente Decreto, actuará como endosataria de la subvención, percibiendo,
en consecuencia, la ayuda que le corresponda al socio o socia cooperativista
en virtud del mismo. A este Plan de Previsión se aportará, igualmente, la
cuantía económica que, en su caso, habrá abonado la empresa al socio o socia
cooperativista como consecuencia de su cese en la actividad laboral.
La cuantía de la subvención estará en función de la edad que le falte al socio o
socia para alcanzar la edad reglamentaria de jubilación de acuerdo con lo
siguiente:
– Si le faltan cinco años para alcanzar la edad reglamentaria de
jubilación: 11.725 euros.
– Si le faltan cuatro años para alcanzar la edad reglamentaria de
jubilación: 8.425 euros.
– Si le faltan tres años para alcanzar la edad reglamentaria de
jubilación: 5.875 euros.
– Si le faltan dos años para alcanzar la edad reglamentaria de
jubilación: 3.625 euros.

Otra línea de subvención es la de Fomento de las nuevas contrataciones, de


las que podrán ser beneficiarias las sociedades cooperativas que sustituyan el
puesto de trabajo vacante producido como consecuencia del retiro en la
actividad laboral del socio o socia cooperativista, siempre que la cooperativa
realice contratos de sociedad por tiempo indefinido, en calidad de socios o
socias trabajadores o de trabajo. Uno de los contratos se realizará a jornada
completa y el otro tendrá una jornada mínima de 1/3 de la jornada completa.

En el supuesto de varias contrataciones nuevas que traigan causa a su vez de


los correspondientes ceses en la actividad laboral, los contratos con jornada
inferior a la completa, podrán acumularse en una misma persona hasta
completar un contrato a jornada completa.

Asimismo, la sociedad cooperativa podrá contratar a jornada completa a dos


personas para sustituir una vacante. En este caso, la sociedad dispondrá de
una reserva de crédito, por la jornada laboral contratada en exceso, de la que
podrá hacer uso en posteriores actuaciones subvencionables reguladas en este
Decreto.

Esta reserva de crédito finalizará el 31 de diciembre del año en curso con


independencia de que a esa fecha haya sido o no agotada.

Los contratos de sociedad objeto de subvención se realizarán con personas


inscritas como desempleadas en un Servicio Público de Empleo de ámbito
autonómico o estatal dentro del marco de la Unión Europea.

99
La cuantía de subvención está referida a contratos realizados a jornada
completa, siendo dicha cuantía proporcional a la jornada efectivamente
realizada en el supuesto de contratos con jornada inferior a la completa.

La contratación de una persona inscrita como parada en un Servicio Público de


Empleo de ámbito autonómico o estatal dentro del marco de la Unión Europea
se subvencionará con 4.510 euros, excepto cuando se trate de la contratación
de una persona perteneciente a alguno de los siguientes colectivos (colectivos
con mayores dificultades de acceso al mercado de trabajo):

a) Personas mayores de 45 años que figuren inscritas como paradas al


menos con una antigüedad de tres meses.
b) Jóvenes menores de 30 años que figuren inscritos como parados con
una antigüedad mínima de 5 meses y máxima de 12 meses.
c) Personas que tengan reconocida una minusvalía física, psíquica o
sensorial de al menos un 33%.
d) Personas que padezcan una enfermedad mental, acreditada mediante
informe médico.
e) Personas paradas de larga duración, entendiendo por tales aquéllas que
figuren inscritas como paradas al menos con una antigüedad de doce meses.
f) El padre o la madre de una familia monoparental, siempre que figuren
inscritas como paradas con una antigüedad mínima de tres meses. A estos
efectos se entiende que se encuentra en esta situación aquella persona que
tenga a su cargo uno o varios descendientes que no desempeñen actividad
retribuida.
g) Personas que hayan sido víctimas de actos de terrorismo, en los
términos que a los efectos de fomentar su contratación establece el Capítulo III
del Decreto 214/2002, de 24 de septiembre, por el que se regula el Programa
de Ayudas a las Víctimas del Terrorismo, así como los hijos e hijas y el cónyuge
de una víctima de acto de terrorismo cuando ésta hubiera fallecido o resultara
en situación de invalidez que le impidiese el desempeño de una actividad
retribuida.
h) Personas que hayan sido víctimas de violencia doméstica, entendiendo
que se encuentran en esta situación cuando éstas o sus hijos o hijas hayan
sido víctimas de violencia física o psíquica, ejercida por su cónyuge o por la
persona que esté o haya estado ligado a ella de forma estable por análoga
relación de afectividad, siempre que estos hechos hayan sido denunciados
ante la correspondiente instancia policial o judicial.
i) Personas que hayan finalizado su proceso de inserción socio-laboral en
una empresa de inserción, reguladas en el Decreto 305/2000, de 26 de
diciembre, siempre que la contratación se celebre dentro de los doce meses
posteriores a la finalización del mencionado proceso. En el supuesto de que la
contratación se celebre inmediatamente después de finalizar el proceso de
inserción socio-laboral, no se exigirá la inscripción como parado.
j) Personas beneficiarias de las ayudas establecidas en el Decreto
198/1999, de 20 de abril, por el que se regula el Ingreso Mínimo de Inserción
(actual Renta Básica), y en el Decreto 199/1999, de 20 de abril, por el que se
regulan las Ayudas de Emergencia Social, en desarrollo de la Ley 12/1998, de
22 de mayo, contra la Exclusión Social.

100
k) Personas extoxicómanas (exalcohólicas y exdrogadictas), considerando
como tales a los efectos de las ayudas previstas en este Decreto, a aquéllas
que, habiendo superado a juicio del equipo terapéutico correspondiente las
fases de desintoxicación y deshabituación y llevando más de 6 meses de
tratamiento continuado, se considere de interés su adscripción a un programa
de reinserción social a través del trabajo.
l) Personas internas en centros penitenciarios que carezcan de cualquier
contrato de trabajo y cuyo régimen penitenciario les permita acceder a un
puesto de trabajo, y personas ex-reclusas, siempre que la contratación se
celebre durante los 12 meses posteriores a su liberación. En el caso de
personas internas en centros penitenciarios no se exigirá la inscripción como
parado.

En tales supuestos, las cuantías variarán de la forma siguiente:


a) Se subvencionará con una cuantía de 7.515 euros la contratación de
una persona perteneciente a alguno de los colectivos a que hacen referencia
los apartados a) y e).
Para la contratación de personas pertenecientes al colectivo regulado en el
apartado a), personas mayores de 45 años, no se exigirá la antigüedad de tres
meses en su inscripción como paradas.
b) Se subvencionará con una cuantía de 6.012 euros la contratación de
una persona perteneciente a alguno de los restantes colectivos.

Las cuantías previstas en los párrafos anteriores se incrementarán en 1.505


euros si la persona contratada fuese mujer, y en ningún caso el importe de la
subvención será superior al 60% del anticipo laboral bruto anual a percibir por
la persona contratada. Así, las obligaciones de las empresas beneficiarias
serán:
Garantizar la estabilidad del socio o socia trabajador o de trabajo cuya
contratación haya sido subvencionada, debiéndose reintegrar las ayudas
percibidas si se produjera la extinción de su contrato o, en aquellas empresas
cuyos centros de trabajo no sean móviles o itinerantes, su traslado a centro de
trabajo radicado fuera de la Comunidad Autónoma, y el trabajador o trabajadora
afectado no fuese sustituido mediante la contratación simultánea de un nuevo
socio o socia perteneciente al mismo colectivo al que pertenecía la persona
cuya contratación fue subvencionada. Esta nueva contratación no dará lugar en
ningún caso a una nueva ayuda de las programadas en las normas de
promoción de empleo de la Administración General de la Comunidad Autónoma
del País Vasco. No se exigirá el reintegro ni la contratación simultánea cuando
la extinción del contrato esté motivada por el fallecimiento, invalidez o jubilación
de la persona contratada.
 Mantener el nivel de empleo de la plantilla fija existente en el momento
de la celebración de las contrataciones subvencionadas, durante los tres años
posteriores a su realización. Sólo se exceptuarán las extinciones de contratos a
las que se refiere el apartado anterior.
 Informar a los propios trabajadores y trabajadoras de las medidas que la
Empresa pretende desarrollar en relación con las actuaciones subvencionables
recogidas en el presente Decreto, debiendo detallarse expresamente las
personas afectadas y el plan de contrataciones previsto, así como, en su caso,
las condiciones del cese de la actividad laboral.

101
 A los socios y socias que se incorporen a la empresa en virtud de
contrataciones subvencionadas al amparo de la presente, les serán de
aplicación las condiciones establecidas en la empresa para los de su categoría
profesional.

102
-VII-

ESQUEMA COMPARATIVO DE LOS DIFERENTES MODELOS ANALIZADOS

LOS MODELOS EUROPEOS

REINO UNIDO ITALIA


Reconocimiento Institucional Impulso explícito del gobierno central en apoyo de las Empresa  Reconocimiento explícito de los organismos de
Sociales: representación de las cooperativas en términos
 Gabinete del Tercer Sector institucionales, de promoción y fomento, control y
(www.cabinetoffice.gov.uk/third_sector), vigilancia del propio sector.
 Social Enterprise Strategy 2002-2006  Concreción institucional: Dirección General de
las entidades cooperativas del Ministerio de
Desarrollo Económico
Actuación Normativa
- Objetivo regulatorio  Charities Act 2006 (entidades benéficas)  Amplio desarrollo normativo.
 Community Interest Company (Empresas de Interés  Pioneros en al regulación de la Cooperativa
Comunitario) Social
 Síntesis: fuerte desarrollo regulatorio con amplia
descentralización operativa.
- Objetivo Garantista  Protección de la oferta: Contractualización.  Protección de la oferta: las iniciativas más
 Solvabilización de la Demanda: ayudas a usuarios. relevantes parece que tienen origen en la DG de
Competencia de la Comisión Europea.

- Objetivo de fomento  Exención fiscal para las charities  Ventajas fiscales para las cooperativas de
mutualidad predominante.
 Para el conjunto de cooperativas: no forman
parte de la base imponible el 30% destinado a
reservas indivisibles y el 3% destinado a la
promoción cooperativa.
Medidas Económicas
- Incentivadoras No le compete al Gabinete la financiación directa del sector, al contrario,  Política económica descentralizada: Cámaras de
desempeña la función de tutelar y orientar el sector sobre: comercio, centrales cooperativas, partenariados,
 Transferencias indirectas a través de diversos fondos etc.
genéricos (Capacitybuilders, Futurebuilders, etc.)  Protagonismo de la centrales de representación
 Guía informativa de subvenciones gubernamentales de las cooperativas en la puesta en marcha de
generales por departamentos. medidas económicas de apoyo al sector.
 Y exenciones fiscales para las charities  El Ministerio de Desarrollo Económico a través
de la Dirección General de Cooperativas
dispone de algunos programas de educación y
formación cooperativa, estudios jurídicos, etc.
- Generadoras de condiciones Creación de mercados sociales vía privatización del sector público  Política descentralizada a través de la dotación
necesarias (emplear a sectores más desfavorecidos) obligatoria del 3% de los resultados netos de
las cooperativas a los fondos mutualísticos
gestionados por las centrales cooperativas.
- Facilitadoras  Sociedades de capital de riesgo, y fondos de
garantía recíproca, con fuerte participación de
las centrales cooperativas.

103
EL MODELO ANDALUZ Y EL VASCO

EUSKADI ANDALUCIA
Reconocimiento Institucional Debido a la especial incidencia de las entidades de Economía Social Reconocimiento explícito de los organismos de
en el desarrollo del País, la Administración lo ha venido reconociendo representación de las cooperativas en términos
como fundamental: institucionales, de promoción y fomento, control y
vigilancia del propio sector.
Desde la “Dirección de Cooperativas y Entidades Asociativas
Laborales”, pasando por la “Viceconsejería de Empleo y Economía Concreción institucional: Dirección General de las
Social” y hasta la actual “Dirección de Economía Social”, integrada en entidades cooperativas del Ministerio de Desarrollo
el Dpto. de Justicia, Empleo y Seguridad Social del Gobierno Vasco. Económico

Actuación normativa B.1) OBJETIVO REGULATORIO ECONOMIA SOCIAL


Fomento del conocimiento de la relevancia y alcance
En este sentido, resulta imprescindible recordar algunas de las de la Economía Social.
principales iniciativas legislativas promovidas por la Administración
Pública de la Comunidad Autónoma del País Vasco y que han MOVIMIENTO ASOCIATIVO
permitido no sólo la consolidación de las empresas de Economía Social Impulso y apoyo a la vertebración y desarrollo del
como parte fundamental de la economía vasca, sino un desarrollo de movimiento asociativo de la Economía Social.
las mismas superior incluso al del resto de la economía.
Fomento del asociacionismo y de la concertación
Normativa reguladora tanto de las Cooperativas (1982) Utilidad Pública asociativa en el sector agroalimentario
(1999), como de las Sociedades Laborales (1997) y las Fundaciones
(1994), si bien estas últimas no son reconocidas como entidades de
Economía Social a efectos de la política subvencionadora del Gobierno
Vasco.

B.2) OBJETIVO GARANTISTA

El Consejo Superior de Cooperativas de Euskadi como máximo órgano


de promoción y difusión del cooperativismo a través de funciones como
el perfeccionamiento del régimen legal y la verificación del
cumplimiento de lo establecido por el artículo 94.2 de la Ley 4/1993 en
relación a los procesos de disolución y liquidación de las sociedades.

B.3) OBJETIVO DE FOMENTO

Al margen de las reformas posteriores a las normativas iniciales,


especialmente en cuanto a las Cooperativas, cabe destacar los
beneficios (exenciones, bonificaciones...) fiscales normativamente
reconocidas a estas entidades por las Diputaciones Forales. No puede
obviarse que la competencia en materia fiscal corresponde a cada
Territorio Histórico.

Medidas económicas Entre las acciones ejecutadas por la Administración Pública al objeto EMPRESAS, COOPERACIÓN Y RESPONSABILIDAD
de promover el desarrollo de cualquier actividad, proyecto…, la SOCIO- EMPRESARIAL
principal, tanto por su materialización práctica y visibilidad social como
por su fácil medición resulta el análisis de su política financiera Ampliación y consolidación de empresas de economía
respecto a la materia en cuestión. social.

En este sentido por tanto, se debe analizar el apoyo financiero de la Fomento de la cooperación entre las empresas de
Administración Pública a las empresas de la Economía Social de forma economía social.
que se puede poner en relación con las inversiones realizadas por
estas empresas. Acciones que potencien la responsabilidad social
derivada de la propia naturaleza de las empresas de
economía social.

104
C.1) INCENTIVADORA FORMACION Y EMPLEO

El apoyo financiero de la Administración Pública a las empresas de Fomento del empleo y singularmente del autoempleo
Economía Social buscando el desarrollo, la promoción y la asociado.
consolidación de este tipo de sociedades mediante la actualización de
su política subvencionadora: Mejora de la formación de los trabajadores y socios en
las empresas y organizaciones de economía social.
- Subvenciones comunes que se incluyen como ingresos en la INNOVACION Y NUEVAS TECNOLOGIAS
Cuenta de Explotación de la sociedad y que financian la
actividad ordinaria de las empresas. Promover una cultura de innovación en las empresas
- Subvención de las inversiones en inmovilizado que se de economía social.
acumulan en la cuenta de Subvenciones Oficiales de Capital,
traspasándose al resultado del ejercicio de manera manual y Fomento de la utilización de las Tecnologías de la
en función de la amortización correspondiente. Información y Comunicación.

Programas de Ayudas de la Dirección de Economía Social; Dpto. de Promoción de sistemas integrados de calidad y
Industria y Dpto. de Justicia, Empleo y Seguridad Social. excelencia empresarial.

C.2) GENERADORA DE CONDICIONES NECESARIAS Fomento del Diseño Industrial.

Entre las actuaciones generadoras de condiciones necesarias, cabe Apoyo a la modernización y actualización de la
destacar fundamentalmente tres líneas de actuación: tecnología utilizada por las empresas de economía
social.
- Dotación presupuestaria otorgada por el Gobierno Vasco a la
Dirección de Economía Social. Fomentar la generación y transferencia de la innovación
- Cantidades asignadas en los Presupuestos Generales de la en las empresas de economía social.
Comunidad Autónoma para el CSCE-EKGK.
- Ayudas de la Dirección de Economía Social para la consolidación ASPECTOS FINANCIEROS
de estructuras asociativas, intercooperación empresarial y fomento
de la promoción territorial planificada de empresas de Economía Incentivos a fondo perdido para financiar y cofinanciar
Social. las inversiones y actividades de las empresas y
organizaciones representativas de la Economía Social
Especial mención merece el “Acuerdo de Intenciones y Colaboración que se encuadren dentro del presente Pacto.
entre el Gobierno Vasco, la Confederación de Cooperativas de Euskadi
y el Consejo Superior de Cooperativas de Euskadi. Incentivos reembolsables cuyos requisitos y plazo
máximo de devolución se determinará en la
C.3) FACILITADORAS correspondiente normativa reguladora junto con las
características de las actuaciones incentivables a
Participación de la Administración Pública y de las entidades de través de esta modalidad.
Economía Social en organizaciones de apoyo, desarrollo y Bonificación de tipos de interés.
consolidación de la Economía Social, tipo OINARRI, S.G.R.; CES;
CRL; Sociedades de Capital Riesgo.

105
-VIII-

BASES PARA UNA POLÍTICA ESTRATÉGICA DE FOMENTO DE LA


ECONOMÍA SOCIAL

Una vez analizados los diferentes modelos, sobre todo de cara a conciliar una
propuesta para la Comunidad Autónoma del País Vasco, diremos que es
necesario sacar las lecciones potenciales del estudio comparativo y plantear
las bases de lo que entendemos debería ser la política de fomento de la
economía social. Las propuestas son las siguientes:

PRIMERA

Como primera de las propuestas entendemos que es destacable que se


apueste definitivamente por un concepto más amplio de Economía Social, que
no se limite a considerar sólo al mundo cooperativo y a las sociedades
laborales como partícipes de la misma. Existen en la realidad vasca diversas
experiencias empresariales no vinculadas a las citadas figuras jurídicas (nos
referimos principalmente a las empresas de inserción laboral, empresas
especiales de empleo, empresas de economía solidaria e incluso distintas
agencias de desarrollo local) y también un tejido asociativo importante en el
entorno del voluntariado (compuesto principalmente por asociaciones y
fundaciones), que en la medida en que busquen la consecución de ciertas
metas sociales, podrían ser consideradas como participantes de la Economía
Social. El modelo británico da buena muestra del potencial que puede tener el
Tercer Sector como agente socio-económico, no sólo por cuotas de mercado,
sino más bien por trascendencia social, en la medida en que sea capaz de
aumentar de dimensión y de capacidad asociativa.

Al hilo de lo comentado en el punto anterior, este aumento de escala del sector


se debería corresponder con un tratamiento más finalista por parte de los
poderes públicos, en tanto en cuanto fomenten a las empresas que realmente
contribuyan en el bienestar y la cohesión social, y no tanto a aquellas que se
ajusten a determinadas figuras jurídicas. Se prevé que para que este cambio
de visión pueda materializarse, las instituciones públicas tendrán que disponer
de nuevas herramientas e indicadores rigurosos (en la línea de la
Responsabilidad Social Corporativa o de las Auditorias Sociales que van
elaborándose desde distintos ámbitos) que evalúen a ciencia cierta “cuánto de
socialmente responsable” tiene cada empresa.

Es por ello, por lo que en los marcos de referencia europeos más importantes
se empieza a observar una importante revisión conceptual que inevitablemente
debe de ser la base de toda la política de fomento. Antes de saber cómo
fomentamos debemos dejar claro qué fomentamos,

En lo que respecta al ámbito conceptual de la Economía Social, el debate a


nivel europeo gira en torno al reajuste del propio concepto a una nueva realidad
que viene gestándose en las últimas décadas. De los informes más recientes,
elaborados por centros de investigación de renombre por encargo de instancias

106
comunitarias, se desprende que esta necesidad de abrir el concepto a nuevas
actividades empresariales se comparte ampliamente por los agentes más
representativos del sector.

Nos referimos más exactamente al Informe de la “Economía Social en la Unión


Europea”, publicado a finales del 2007, realizado por CIRIEC bajo la dirección
de Rafael Cháves y Jose Luis Monzón y revisado por un comité de expertos en
la materia (tales como Roger Spear). En este vasto trabajo se hace un
importante esfuerzo de re-conceptualizar la Economía Social, con el objeto de
que experiencias de diversa índole encuentren cabida en este nuevo concepto.

Así, la Economía Social entendida desde su acepción más tradicional, es decir,


compuesta por cooperativas, mutualidades y asociaciones, es reconocida como
tal principalmente en los países latinos, a saber, Italia, Portugal, España,
Bélgica y Francia (cuna esta última de dicho concepto). No obstante, existe un
segundo grupo de países en donde este reconocimiento es más parcial y más
difuso, en el sentido de que las empresas relacionadas con la Economía Social
no tienen porqué estar adscritas a las formulaciones jurídicas tradicionalmente
concebidas como tales (el caso del Reino Unido). Hay, por último, un tercer
grupo de países, compuesto mayoritariamente por países germánicos y de la
última ampliación de la UE, en donde el reconocimiento tanto institucional
como académico de la Economía Social es bastante marginal.

Esta diversidad de criterios contrasta sobremanera con la posición de las


instituciones comunitarias, comprometidas cada vez en mayor medida con la
expansión y difusión de prácticas empresariales atribuibles al “modo de hacer”
de las empresas de la Economía Social. Cabe remarcar que el citado Informe
fue auspiciado y financiado en última instancia por el Comité Económico y
Social Europeo. Tal y como argumenta el informe, la Economía Social se perfila
como el estandarte del modelo de desarrollo económico y social europeo,
merced a su función reguladora e integradora (capítulo 9, pp.117).

Dicho lo cual, y volviendo al plano conceptual, la definición de Economía Social


que se defiende en este informa aboga por la introducción de formulaciones
más flexibles, capaces de integrar a las distintas actividades económicas que
en sus misión empresarial pretendan contribuir de alguna manera en el
desarrollo y en la cohesión social. Define el informe la Economía Social como
el (extraído textualmente):

“Conjunto de empresas privadas organizadas formalmente, con


autonomía de decisión y libertad de adhesión, creadas para
satisfacer las necesidades de sus socios a través del mercado,
produciendo bienes y servicios, asegurando o financiando y en las
que la eventual distribución entre los socios de beneficios o
excedentes así como la toma de decisiones, no están ligados
directamente con el capital o cotizaciones aportados por cada
socio, correspondiendo un voto a cada uno de ellos. La Economía
Social también agrupa a aquellas entidades privadas organizadas
formalmente con autonomía de decisión y libertad de adhesión que

107
producen servicios de no mercado a favor de las familias, cuyos
excedentes, si los hubiera, no pueden ser apropiados por los
agentes económicos que las crean, controlan o financian”

Y se añade a continuación que:

“Se ha apostado por un concepto que prescinde de criterios


jurídicos y administrativos y se centra en el análisis de
comportamiento de los actores de la Economía Social”.

Este nueva concepción, más finalista y menos vinculada a determinadas


figuras jurídicas, se presenta como un punto de encuentro, digamos que un
espacio compartido por la tradición francófona y la tradición anglosajona (más
habituada al concepto de empresa social, tal y como se ha visto en el estudio
comparativo) a fin de articular un nuevo concepto asumible para todos los
países. En este sentido, y a la vista del modelo andaluz y el vasco, es evidente
que en ambos casos se sigue el modelo latino (francófono), apostando de
forma clara por la revisión de los mismos en el marco de los nuevos espacios
de desarrollo de este sector.

Pensamos que esta nueva concepción renovada de la Economía Social ha de


ser tomada en consideración a nivel de la Comunidad Autónoma del País
Vasco. Se percibe a nivel europeo una política de otorgarle una nueva
dimensión socio-económica a la Economía Social, de la cual pensamos que no
podemos quedar descolgados. Tal y como se ha venido defendiendo en
distintos informes previos, es preciso superar la visión más limitada de
Economía Social (compuesta en nuestro caso por cooperativas y sociedades
laborales) para pasar a una visión más holística, más integradora y más
finalista.

Nos consta, por diversos contactos mantenidos durante la ejecución de este


informe, que una amplia mayoría de los mencionados “nuevos agentes
susceptibles de conformar la Economía Social”, son abiertamente partidarios
de relanzar una ronda de contactos con las instituciones pertinentes en aras de
articular una nueva estructura institucional donde todos puedan tener cabida.
Entendemos, pues, que habida cuenta del interés mostrado por los agentes
involucrados, las instituciones públicas gozan de las disposiciones oportunas
para hacer frente a la mencionada innovación conceptual.

SEGUNDA

De entre las políticas de promoción de la Economía Social que ha venido


desarrollando la Administración Pública vasca, cabe destacar como potenciales
“acciones” a desarrollar o rescatar las siguientes:

- Reconocimiento de la Economía Social como un “tercer sector” en alza


dentro del espectro social y con su consiguiente reflejo en el
organigrama del ejecutivo (Gobierno Vasco); tratar de volver a obtener
una Viceconsejería o, en todo caso, mantener la actual Dirección de

108
Economía Social. En ambos casos al margen y con independencia del
Departamento al que se adscriba.

No debemos olvidar que la actual Dirección de Economía Social es fruto


de unos primeros años de reivindicaciones lideradas por el Movimiento
Cooperativo vasco, gracias a su influencia y repercusión social. Por ello,
se estima lógico deducir que sería conditio sine qua non que cualquier
proceso de cambio que pudiera proponerse respecto a las políticas
públicas de promoción y desarrollo de la Economía Social en Euskadi
estuviera “dirigido” por el cooperativismo, partiendo de la idea de que lo
que se pretende lograr es un Pacto Global y Unitario entre todas las
entidades que engloban la Economía Social.

- La existencia de una entidad, en este caso el Consejo Superior de


Cooperativas de Euskadi, con partida presupuestaria individualizada
dentro de los Presupuestos Generales de la Comunidad Autónoma del
País Vasco.

- Una política financiera (subvencionadora) diferenciada por parte del


Gobierno Vasco para las entidades de Economía Social, destacando
programas como las de Asistencia Técnica, la de Formación, contratos
relevo (Ayudas al empleo). A este respecto, debemos plasmar la crítica
existente en diferentes ámbitos en relación a las ayudas a emprender y
a la incorporación de nuevos socios por los siguientes motivos:

 No parece tener sentido subvencionar la constitución de una


sociedad por el mero hecho de constituirla. En todo caso, como
ayudas para el emprendizaje, podrían generalizarse las
actualmente existentes para el resto de tipos jurídicos. La
justificación de las ayudas a emprender radica en que son
sociedades más democráticas, se les presuponen unos valores,
características,..., pero en realidad con el modelo actual se
subvenciona sin garantía alguna de que en la práctica la sociedad
mantenga ese hecho diferencial.

 Entre las características que se les presuponen a las entidades


de Economía Social está el carácter societario de sus contratos,
no sólo la posibilidad de incorporarse como socios, sino el “deber”
de hacerlo.

- Una política fiscal diferenciada que se concreta en las siguientes


Normas:

 Norma Foral 2/1997, de 22 de Mayo, sobre Régimen Fiscal de las


Cooperativas de Guipúzcoa.
 Norma foral 16/1997, de 9 de junio, sobre régimen fiscal de las
cooperativas de Araba
 Norma Foral 9/1997, de 14 de Octubre, sobre Régimen Fiscal de
las Cooperativas de Bizkaia.

109
Por último, y Con independencia de que la política subvencionadora debiera
tener carácter finalista, en comparación con el marco actual sería
recomendable una política fiscal y subvencionadora general para todos los
tipos jurídicos que incluyera particularidades. A saber:

a) Diferenciación en relación a las entidades de Economía Social, es


decir, que se sobrevaloren a aquellas sociedades que reúnan una
serie de requisitos entre las que se encontrarían las innatas a las
entidades de Economía Social, y/o

b) Aplicación diferenciada de las subvenciones con motivo de las


especiales características de las entidades de Economía Social
respecto a las acciones subvencionables (por ejemplo las actuales
Ayudas al Empleo...).

TERCERA

Pensamos que se deben mantener, a la vista de la experiencia vasca, las


políticas fiscales y financieras desde el sector público en similares términos a
los descritos en el cuerpo del informe relativo al País Vasco, si bien
apostándose por criterios más finalistas y tanto objetivos. Se abre la vía en este
contexto de la privatización de los servicios sociales siempre que los mismos
sean gestionados por expresas de este sector que garanticen más eficacia que
los poderes públicos (único motivo que entendemos la justificaría) y que se
someta a importantes mecanismos de inspección y control, hoy por concretar y
desarrollar en el País Vasco.

Lo que no cabe duda es que ante la posibilidad de la privatización de los


servicios sociales (en los términos por ejemplo del Reino Unido), se deben
establecer cláusulas sociales en los pliegos de contratación administrativa, así
como la necesidad de que se garanticen otras variables como la
responsabilidad social, descartándose con rotundidad la decisión tan sólo
basada en las políticas de costes, ya que un menor coste no equivale a mayor
eficacia. Lo que entendemos no se puede obviar es que esta privatización se
está produciendo y que los poderes públicos la deben ordenar de forma más
adecuada y tendente, como estamos diciendo, a garantizar la eficacia en la
prestación de los referidos servicios.

CUARTA

En cuanto a las conclusiones de la presente investigación en relación a la parte


Institucional, cabe destacar que -a la vista de los distintos modelos que
actualmente existen en el marco de la Unión Europea respecto al papel de la
Administración Pública como agente activo e impulsor del desarrollo y
promoción de la Economía Social- se estiman convenientes las siguientes
propuestas de modificación respecto al modelo actual vigente en la Comunidad
Autónoma del País Vasco:

110
- La creación de una entidad pública de carácter privado de la Economía
Social con financiación directa de los presupuestos generales de la
Comunidad Autónoma del País Vasco que aglutine a todas aquellas
realidades jurídicas que tengan como singularidad y característica
diferencial su “modo de hacer”, dejando al margen la formulación jurídica
en la que se sustentan.

El objetivo que se pretende alcanzar con la presente propuesta sería


tratar de lograr una unión práctica que pudiera conllevar un posterior
reconocimiento público conjunto, todo ello al hilo de lo anteriormente
señalado respecto a la innovación conceptual resultado de la suma de
las concepciones existentes en Europa que rigen en la actualidad sobre
la materia.

Entre las consecuencias de esta propuesta estaría la reformulación,


entre otros, del Consejo Superior de Cooperativas de Euskadi y del
acuerdo de intenciones y colaboración entre el Gobierno Vasco, el citado
Consejo Superior de Cooperativas de Euskadi y la Confederación de
Cooperativas de Euskadi.

- Como consecuencia de lo señalado en el punto anterior, la mencionada


agrupación de las distintas entidades bajo un mismo paraguas
denominado “Economía Social” justificaría e incluso reclamaría un mayor
reconocimiento institucional que el actualmente otorgado por parte de la
Administración Pública vasca.

- Entre las competencias de la inicialmente señalada entidad pública de


carácter privado se encontrarían las siguientes:

 Toda la política financiera/subvencionadora respecto a las


entidades de Economía Social, es decir, la canalización de la
política pública de desarrollo, promoción y fomento de las
entidades de Economía Social.

 Asumir las funciones que actualmente son competencia del


Consejo Superior de Cooperativas de Euskadi; dictámenes;
resolución extrajudicial de conflictos que pudieran surgir,
ampliando BITARTU al resto de entidades de Economía Social.

QUINTA

Siguiendo en esta ocasión el modelo del II Pacto Andaluz suscrito


recientemente (23 de octubre de 2006), sería esta misma entidad la
responsable de reflexionar y establecer unos objetivos marco, desarrollando
para su consecución líneas estratégicas basadas en acciones concretas.

Apostamos de forma clara por la metodología plasmada en el citado Pacto. Así,


las acciones de fomento deberían estar provistas de un dotación económica
concreta que posibiliten su ejecución y, consecuentemente, la viabilidad de las

111
líneas estratégicas en las que, en última instancia, se sustentan los objetivos
marco; qué hacer y con qué dinero. Así mismo, estas acciones deberían estar
enmarcadas en una planificación plurianual.

SEXTA

Apuntado como referente en cuanto a la metodología el II Pacto Andaluz, es


destacable que debería buscarse de igual forma un gran pacto social con todos
los agentes implicados –no solamente el ámbito político y sectorial-. Lo que en
principio parece complicado se observa que en otros entonos se ha
conseguido.

No se pretende un acuerdo “interpartes” sino un reconocimiento social del


acuerdo que se formule. Se busca así la legitimación social de la economía
social y por ende de las políticas públicas que atiendan a este sector.

SEPTIMA

Hemos defendido la creación de una institución participada por la propia


Economía Social que canalice la política financiera/subvencionadota. Si esta
entidad no se concluyese sería en ese caso necesario la defensa de un mayor
reconocimiento institucional a través de la creación de una Viceconsejería de
Economía Social, tratando de entrelazar de alguna manera dicha
Viceconsejería la actual de Bienestar Social del Departamento de Bienestar
Social y Asuntos Sociales. Es decir, la creación de una Viceconsejería de
Economía Social no debería estar en caso alguno supeditada a un posible
conflicto competencial entre Departamentos, resultando por tanto el análisis de
su posible ubicación, en principio, y aunque no resulte meramente tangencial,
si al menos un asunto de menor calado.

Además de toda la política de fomento la citada Viceconsejería sería la


encargada de la creación de un cuerpo especializado en dependencia directa
para la inspección y fiscalización tanto del cumplimiento de la citada política
subvencionadora como de la correcta aplicación de los aspectos jurídico-
administrativo-procedimentales respecto a las acciones previamente
determinadas; cómo evaluar y control del resultado. Se trataría de un modelo
de inspección similar al actualmente existente en el modelo italiano, pero cuya
responsabilidad corresponda a la Administración Pública en lugar de a la propia
entidad, garantizando de tal manera la independencia de sus actuaciones.

En cualquier caso, a pesar de crearse la entidad privada, la inspección y control


general –sin perjuicio de los internos en la entidad- se concretaría en el seno
de la propia Administración General.

En esta capítulo de reflejo institucional y a la vista de la realidad actual, es


necesario detenerse en el hecho registral, hoy incardinado en la actual
Dirección de Economía Social del Gobierno Vasco.

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Pensamos que es imprescindible profesionalizar, independizar y uniformizar el
hecho registral que se derive de la entidades sobre las que existen
competencias exclusivas en la Comunidad Autónoma del País Vasco. Es decir:
proponemos la creación de un Registro de Entidades Jurídicas del Pais Vasco
que aglutine a Cooperativas, Sociedades Laborales, Fundaciones…, para lo
cual debería crearse un cuerpo registral similar al Registro Mercantil pero de
ámbito competencial vasco. Un registro totalmente especializado y en el que
los profesionales que lo compondrían pasarían a ser funcionarios del
mencionado cuerpo registral de forma y manera que su carrera funcionarial se
“limitara” al mismo, y en donde cabrían traslados ni comisiones de servicios con
otros cuerpos funcionariales (Departamentos…), garantizándose de esta forma
la tan ansiada profesionalización.

OCTAVA

Independencia de actuaciones promocionales de los poderes públicos con el


sector de la economía social. Así, este informe no defiende políticas de
promoción no diferenciadas de forma clara entre el sector público y el privado,
ni entidades coparticipadas entre estos dos ámbitos. Hemos definido unas
bases para una política pública y no hemos entrado en lo que a la promoción
se refiere que realizan las entidades en su seno o las que se realizan en el
marco de los grupos en los que participan, con cargo –por ejemplo- al Fondo
de Educación y promoción Cooperativo.

El caso italiano, si por algo se caracteriza es precisamente por la tradición en


esa delegación del hecho promocional en el propio sector como ya ha quedado
expuesto en el capítulo correspondiente (recordemos que incluso realiza la
inspección). Sin embargo, pensamos que si bien es posible fomentar que el
sector active también estos procesos a nivel interno, es necesario que las
políticas públicas tengan sede en el propio sector público con independencia de
la participación de los agentes afectados en estas entidades públicas que
defendemos o del derecho de aplicación –público o privado- en la gestión de
las mismas.

NOVENA

De todo lo anteriormente expuesto se desprendería una necesaria modificación


de la actual regulación del “sector” mediante un nuevo marco general que se
concretaría en una nueva Ley que posibilitara la promoción y el fomento
unificado de todo el sector de la Economía Social, con independencia de las
pertinentes regulaciones societarias para cada tipo jurídico. La reforma
legislativa a la que nos referimos no es mas que una ley de fomento que
ordene todas las políticas públicas, las defina y sobre todo las concrete para los
próximos años en el marco, claro está, de la normativa europea.

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