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OBJETIVO ¿CUMPLIDO?

La Real logró matemáticamente la permanencia el pasado domingo tras empatar con el


Celta de Vigo y tras la derrota del Alavés en Zaragoza. En boca de jugadores,
entrenadores y aficionados está el “Objetivo Cumplido” y se inicia el tiempo para la
reflexión y el análisis de puertas adentro en el club de cara a poner las bases y los
cimientos necesarios y obligados para que no se vuelva a repetir una nueva temporada
de dificultades clasificatorias.

Cuando termina una temporada, la mirada de los técnicos y dirigentes deportivos se


dirige hacia el futuro, a la próxima temporada y es el tiempo para palabras como
programación y planificación. Todos los grupos o entidades deportivas deben perfilar la
siguiente temporada en base a unas metas y unos objetivos a cumplir a lo largo de la
misma, que en la mayoría de las ocasiones, suelen ser exclusivamente de resultado final.
Es decir, se establecen objetivos de resultados del tipo: “El objetivo para la temporada
que viene es quedar entre los 10 primeros, entrar en Europa o en el mejor de los casos,
Ganar la Liga.” Pero además de programar un objetivo final, hay que espaciar en el
tiempo pequeños objetivos de resultado que nos permitan ir dando pasos hacia el
objetivo final, mediante objetivos a corto y medio plazo.

Uno de los mayores errores que se cometen en el establecimiento de objetivos al


principio de la temporada en la Primera División es establecer objetivos demasiado
ambiciosos e irreales, que suscitan una elevada expectación en dirigentes, futbolistas y
aficionados y que la realidad de la competición se encargan de derribar y poner las
cosas en su sitio. La pregunta es: ¿Cuántos equipos comienzan la temporada con el
objetivo exclusivo de la permanencia ? La mayoría de las veces únicamente los recién
ascendidos de Segunda División.

Los objetivos de resultado sin embargo, no son suficientes de por sí, deben estar
acompañados por objetivos de realización, objetivos centrados en las conductas que
deben realizar los futbolistas para lograr los objetivos de resultado. Por lo tanto, serán
necesarios proponer objetivos de realización a nivel individual, para cada futbolista y a
nivel colectivo, para todo el equipo. A través de los objetivos de realización
individuales, lograremos que los futbolistas a nivel individual y colectivo centren su
atención en aquello que deben realizar y mejorar, facilitando el autocontrol de la
situación y el control y evaluación objetiva de la mejora producida y como
consecuencia aumentarán su motivación y autoconfianza, a medida que vaya logrando
los objetivos establecidos. Aunque debemos tener en cuenta que el resultado final en
una competición tan larga como la Liga depende de muchísimos factores, no sólo del
equipo sino que los rivales, los arbitrajes, los estados de forma de los futbolistas, las
lesiones...etc.

¿ Existe realmente una formulación de objetivos de resultado y de realización en los


equipos de Primera División? Los clubes de la Primera División son organizaciones
deportivas que manejan enormes sumas de dinero en su gestión y en las que se supone
que existe una planificación y programación del futuro. Sin embargo, los hechos
muestran en no pocas ocasiones que el día a día durante la temporada se realiza en base
a la continua improvisación que provocan los resultados, rendimientos peores o
mejores de futbolistas y coyunturas varías.
Aritz Olagoi Olazábal
Responsable de KirolPsikologia.com

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