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ISBN 92-5-304560-4
© FAO 2001
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LOS ORGANISMOS MODIFICADOS GENƒTICAMENTE, LOS CONSUMIDORES, LA INOCUIDAD DE LOS ALIMENTOS Y EL MEDIO AMBIENTE iii
Pre‡mbulo
L
os poderosos instrumentos proporcionados por la ciencia y
la tecnolog’a en los œltimos a–os han tenido profundos efec-
tos sobre el sector alimentario y agr’cola en todo el mundo.
MŽtodos innovadores de producci—n y elaboraci—n han revolucio-
nado muchos sistemas tradicionales, y la capacidad mundial para
obtener productos alimenticios destinados a la poblaci—n en
aumento ha evolucionado a un ritmo sin precedente.
Estas novedades han ido acompa–adas, naturalmente, de cam-
bios radicales en las fuerzas econ—micas y en la organizaci—n social,
as’ como en la ordenaci—n de los recursos productivos de la tierra.
Nuestra propia relaci—n con la naturaleza se ha visto trastornada
por unos avances tecnol—gicos que nos permiten no s—lo determinar
mejoras genŽticas mediante la selecci—n, sino tambiŽn modificar
organismos vivos y crear nuevas combinaciones genŽticas en una
bœsqueda de plantas, animales y peces m‡s resistentes y producti-
vos. Como es comprensible esas novedades suscitan invariable-
mente polŽmicas, y los argumentos en favor y en contra de su apli-
caci—n tienden a ser radicales y apasionados.
Desde hace varios a–os, la ingenier’a genŽtica ha generado plan-
tas con resistencia innata a las plagas y tolerancia a los herbicidas. Ha
permitido, por ejemplo, producir peces de crecimiento r‡pido y
resistentes al fr’o y vacunas m‡s baratas y eficaces contra enferme-
dades del ganado, as’ como piensos que aumentan la capacidad de
los animales para absorber nutrientes; y se ha estudiado su aplica-
ci—n en el sector forestal con miras a aumentar caracter’sticas valio-
sas de ‡rboles de plantaci—n como el ‡lamo. Cultivos modificados
genŽtica-mente que permitieran reducir los insecticidas podr’an
tener efectos positivos desde el punto de vista del impacto ambien-
tal y de los costos de producci—n para los consumidores, aunque no
ha habido tiempo suficiente para poder realizar an‡lisis a posteriori.
Reconocer el potencial y las contribuciones, hasta ahora presun-
tas, de los productos modificados genŽticamente a la producci—n
alimentaria mundial no significa pasar por alto sus posibles riesgos
en lo que respecta a la inocuidad de los alimentos y los peligros
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iv PRƒAMBULO
LOS ORGANISMOS MODIFICADOS GENƒTICAMENTE, LOS CONSUMIDORES, LA INOCUIDAD DE LOS ALIMENTOS Y EL MEDIO AMBIENTE v
vi PREçMBULO
Jacques Diouf
Director General de la FAO
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êndice
iii
Pre‡mbulo
1
Introducci—n
5
Los OMG y los derechos humanos
7
Cuestiones fundamentales para un examen Žtico
9
Los OMG en la cadena de suministro de alimentos
14
Los OMG y la salud humana
19
Los OMG y el medio ambiente
25
Conclusi—n
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FAO/11735/A. ODOUL
Tanto la
fitogenŽtica
tradicional como
las modernas
biotecnolog’as
dependen de una
materia prima
constituida por
genes presentes
naturalmente.
El mantenimiento
de la
biodiversidad es
objeto de gran
preocupaci—n en
todo el mundo.
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LOS ORGANISMOS MODIFICADOS GENƒTICAMENTE, LOS CONSUMIDORES, LA INOCUIDAD DE LOS ALIMENTOS Y EL MEDIO AMBIENTE 1
Introducci—n
E
n casi todas las culturas, la poblaci—n ha elaborado
muchas tecnolog’as que continœa utilizando y
adaptando. Algunas de esas biotecnolog’as, como
la manipulaci—n de microorganismos en la fermentaci—n
para fabricar pan, vino o pasta de pescado, o la utilizaci—n
de quimosina para fabricar queso, han sido documentadas
durante milenios. La ingenier’a genŽtica, es decir la manipulaci—n del patrimonio genŽtico de un
organismo introduciendo o eliminando determinados genes mediante tŽcnicas modernas de bio-
log’a molecular, constituye un subconjunto importante de las biotecnolog’as modernas. Por orga-
nismo modificado genŽticamente (OMG), denominado tambiŽn organismo vivo modificado
(OVM) u organismo transgŽnico, se entiende cualquier organismo vivo que posea una combina-
ci—n nueva de material genŽtico que se haya obtenido mediante la aplicaci—n de la biotecnolog’a
moderna1.
Tanto el fitomejoramiento cl‡sico como las biotecnolog’as modernas comprenden conjuntos de
instrumentos que utilizan genes naturales como materias primas. Por esta raz—n, el mantenimien-
to de la diversidad biol—gica constituye una preocupaci—n mundial. Ningœn pa’s puede prescindir
actualmente de recursos procedentes de otras partes. De esta interdependencia derivan los inte-
rrogantes Žticos acerca de los derechos de las personas pobres y carentes de poder a una distribu-
ci—n equitativa de los beneficios, un acceso equitativo a los recursos genŽticos y a las tecnolog’as y
la posibilidad de intervenir en el debate sobre estos recursos. Estos interrogantes y las cuestiones
relativas a las medidas complementarias son importantes y se est‡n tratando en otros foros y
documentos.
Aunque es en las zonas tropicales donde mayor es la diversidad genŽtica agr’cola, los instru-
mentos de la biotecnolog’a moderna son en gran medida propiedad de empresas del sector priva-
do de las zonas templadas. Las personas y las empresas utilizan esos instrumentos para fabricar
productos b‡sicos o productos en general, incluidos OMG, con miras a su distribuci—n. Los instru-
mentos utilizados para producir OMG ofrecen la posibilidad de una adaptaci—n m‡s precisa de los
genotipos a las condiciones ambientales, a las necesidades nutricionales y alimentarias y a las pre-
ferencias del mercado. Pero cabe preguntarse si los OMG est‡n aumentando la cantidad de ali-
mentos actualmente disponible y si est‡n haciendo que los alimentos sean m‡s accesibles y
nutritivos para las personas hambrientas, o si hasta ahora se han limitado a aumentar los benefi-
cios para las explotaciones agr’colas y las empresas. Los interrogantes Žticos acerca de los instru-
mentos que los investigadores utilizan para crear OMG podr’an centrarse en c—mo lograr que
contribuyeran en mayor medida a la seguridad alimentaria, especialmente en los pa’ses importa-
dores con dŽficit de alimentos.
1
Esta definición de OVM está tomada del Protocolo de Cartagena sobre Seguridad de la Biotecnología, Artículo 3 (g). En el Artículo 3 (i),
la «biotecnología moderna» se define como «la aplicación de:
a) técnicas in vitro de ácido nucleico, incluidos el ácido desoxirribonucleico (ADN) recombinante y la inyección directa de ácido nuclei-
co en células u orgánulos, o
b) la fusión de células más allá de la familia taxonómica, que superan las barreras fisiológicas naturales de la reproducción o de la
recombinación y que no son técnicas utilizadas en la reproducción y selección tradicional».
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2 INTRODUCCIîN
Algunos interrogantes Žticos se refieren al hecho de que casi todas las principales biotecnolog’as
que se utilizan en la actualidad estŽn patentadas. En un informe reciente2, las Academias Nacionales
de Ciencias de Brasil, China, Estados Unidos, India, MŽxico y el Reino Unido pidieron conjuntamen-
te a las empresas privadas y las instituciones de investigaci—n que tomaran medidas para intercam-
biar tecnolog’as de ingenier’a genŽtica con los cient’ficos encargados de aliviar el hambre y fomentar
la seguridad alimentaria en los pa’ses en desarrollo. Estas tecnolog’as est‡n sometidas en la actuali-
dad a rigurosos acuerdos sobre patentes y licencias.
Un segundo conjunto de interrogantes Žticos con respecto a la biotecnolog’a moderna se refieren a
las posibles consecuencias de utilizar OMG o cualquier nueva tecnolog’a para intensificar la produc-
ci—n de alimentos a fin de aumentar la seguridad alimentaria. La experiencia de la revoluci—n verde
que tuvo lugar hace 40 a–os llev— a algunos observadores a la conclu-
si—n de que los agricultores m‡s ricos se hab’an beneficiado antes y en
una medida mucho mayor que los dem‡s de las variedades sensibles a
los insumos. Mientras que en muchos lugares con una infraestructura
suficiente donde se ha llevado a cabo la revoluci—n verde se han obteni-
do beneficios netos, consistentes en unos alimentos m‡s abundantes y
baratos, mediante el funcionamiento de los mercados, las localidades
FAO/20005/J. SPAULL
2
Transgenic plants and world agriculture. Publicado bajo los auspicios de la Royal Society de Londres, julio de 2000. Washington, D.C.,
National Academy Press.
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LOS ORGANISMOS MODIFICADOS GENƒTICAMENTE, LOS CONSUMIDORES, LA INOCUIDAD DE LOS ALIMENTOS Y EL MEDIO AMBIENTE 3
Seguridad alimentaria
ÇPara alimentar a 10 800 millones de personas en el a–o 2050 habr’a que convertir 15 millones de millas cuadradas de selva vir-
gen, zonas silvestres y tierras marginales en tierras de cultivo que utilizan necesariamente productos agroqu’micos. Los cultivos
modificados genŽticamente constituyen la perspectiva m‡s esperanzadora para resolver el futuro problema de alimentar a cinco
mil millones de bocas m‡s en los pr—ximos 50 a–os.È
Michael Wilson, del Instituto Escocés de Investigación Agrícola, 1997
ÇLa mayor amenaza para la seguridad alimentaria en la tierra es la concentraci—n de la cadena alimentaria en manos de unos
pocos actores ricos y poderosos... Este intento de controlar la cadena alimentaria mediante la obtenci—n de organismos modifica-
dos genŽticamente amenaza con hacer de ellos los mercaderes del hambre en el tercer milenio.È
George Monbiot, periodista de Socialist Worker, 1999
ÇSigue habiendo personas hambrientas ... pero lo son porque no tienen dinero, y no porque no haya alimentos que comprar ... nos
ofende profundamente el abuso de que nuestra pobreza sirva a los intereses del pœblico europeo.È
(Como respuesta a la observaci—n de un cient’fico europeo de que Çquienes desean que se proh’ban los OMG est‡n empeorando la
situaci—n de las personas que sufren hambreÈ.)
Tewolde Berhan Gebre Egziabher, del Instituto para el Desarrollo Sostenible de Addis Abeba, Etiopía, 1997
Nutrición
ÇLa tecnolog’a genŽtica podr’a mejorar tambiŽn la nutrici—n. Si los 250 millones de asi‡ticos malnutridos que viven actualmente
del arroz pudieran cultivar y consumir arroz modificado genŽticamente para a–adirle vitamina A y hierro, los casos de carencia
de vitamina A ... se reducir’an, al igual que la incidencia de la anemia.È
Robert Paarlberg, Foreign Affairs, 2000
ÇLos agricultores asi‡ticos reciben arroz que ha sido modificado genŽticamente (y que no ha sido sometido a pruebas) y las
empresas de biotecnolog’a reciben el dinero, defraudando la confianza del pœblico.È
Fundación Internacional para el Progreso Rural, 2000
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4 INTRODUCCIîN
Las diversas cuestiones que se han planteado en relaci—n con los OMG son indicativas de algunos
de los interrogantes m‡s amplios con que se enfrentan actualmente la agricultura3, la ciencia, la
tecnolog’a y la sociedad. En su condici—n de foro intergubernamental, la FAO tiene la obligaci—n
de abordar cuestiones pertinentes para la agricultura y determinar modos de promover la equi-
dad y la lealtad y conseguir la seguridad alimentaria. La FAO facilita el intercambio de ideas y opi-
niones con objeto de promover la seguridad alimentaria, el desarrollo rural y la conservaci—n de
los recursos naturales en todo el mundo y, en particular, en los pa’ses en desarrollo (adoptando un
criterio Žtico). Adem‡s, la FAO proporciona asistencia tŽcnica, principalmente a sus Estados
Miembros en desarrollo. En este contexto, la Organizaci—n desempe–a una funci—n importante en
el examen y evaluaci—n de las reclamaciones que constituyen una parte fundamental del debate
mundial sobre los OMG.
En el presente documento4 se intenta aclarar y estudiar determinados aspectos de las reclama-
ciones planteadas en el debate en curso sobre los OMG desde una perspectiva Žtica. El objetivo
principal es poner de relieve la funci—n de las consideraciones Žticas en la alimentaci—n y la agri-
cultura, tanto a la luz del debate sobre los OMG como en relaci—n con la inocuidad de los alimen-
tos y el medio ambiente. Se exponen tambiŽn ciertas medidas que han de tener en cuenta la
comunidad internacional y el pœblico en general. ¥
3
La agricultura comprende la silvicultura y la pesca, pero el presente documento se basa sobre todo en la función de producción de alimen-
tos de la agricultura para examinar las cuestiones éticas asociadas con la obtención y utilización de OMG.
4
El Cuadro de Expertos Eminentes sobre la Ética en la Alimentación y la Agricultura utilizó un borrador de este documento como texto de
antecedentes en su primera reunión de septiembre de 2000.
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LOS ORGANISMOS MODIFICADOS GENƒTICAMENTE, LOS CONSUMIDORES, LA INOCUIDAD DE LOS ALIMENTOS Y EL MEDIO AMBIENTE 5
FAO/20636/E. YEVES
Algunos aspectos Žticos de los OMG entran en el
‡mbito del derecho a una alimentaci—n apropiada,
que deriva de la Declaraci—n Universal de
El derecho a
Derechos Humanos. En la Cumbre Mundial sobre la Alimentaci—n de suficientes alimentos
1996, la Declaraci—n de Roma sobre Seguridad Alimentaria Mundial y supone el acceso a
productos alimenticios
el Plan de Acci—n de la Cumbre Mundial sobre la Alimentaci—n reafir- nutritivos, inocuos y
maron el derecho de toda persona a una alimentaci—n apropiada. aceptables desde el
punto de vista
Tanto el ComitŽ de Derechos Econ—micos, Sociales y Culturales como cultural.
la Comisi—n de Derechos Humanos de las Naciones Unidas se han
ocupado del derecho a la alimentaci—n como seguimiento de la Cumbre Mundial sobre la
Alimentaci—n. En particular, se considera que los p‡rrafos que se citan a continuaci—n, relativos al
derecho a una alimentaci—n apropiada, son sumamente pertinentes para el an‡lisis de los OMG
que se ofrece en el presente documento.
El ComitŽ de Derechos Econ—micos, Sociales y Culturales considera que el contenido b‡sico del
derecho a una alimentaci—n apropiada comprende lo siguiente:
(E/C.12/1999/5)
ÇEs obligaci—n del Estado ofrecer una activa protecci—n contra otros elementos m‡s
vigorosos o combativos Ð o contra intereses econ—micos m‡s poderosos. Se trata, por
ejemplo, de la protecci—n contra el fraude, contra un comportamiento contrario a la Žtica
en las relaciones comerciales y contractuales y contra la comercializaci—n y el vertido de
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Otros principios importantes relacionados con los derechos humanos que podr’an repercutir
en los OMG, aunque no figuran en la Declaraci—n Universal de Derechos Humanos, son los dere-
chos a una elecci—n fundamentada y a una participaci—n democr‡tica.
La existencia de los OMG plantea la cuesti—n de la elecci—n fundamentada, que deriva del concep-
to Žtico de autonom’a de los individuos. Este principio puede aplicarse, por ejemplo, en el debate
sobre el etiquetado de los alimentos derivados de OMG para garantizar que los consumidores
sepan lo que est‡n consumiendo y puedan tomar decisiones fundamentadas. Una elecci—n funda-
mentada, y las medidas consiguientes, exigen acceso a la informaci—n y los recursos. No todos los
consumidores tienen el mismo acceso a la informaci—n y los recursos para tomar decisiones funda-
mentadas sobre los OMG. Especialmente en los pa’ses en desarrollo, puede que las personas muy
pobres (tanto mujeres como hombres) carezcan de la informaci—n m‡s b‡sica para tomar decisio-
nes que pueden afectar a su salud y a su capacidad de subsistencia. Toda estrategia de informaci—n
al pœblico debe incluir mŽtodos apropiados para llegar a los grupos menos instruidos, m‡s pobres
y m‡s desfavorecidos, de manera que puedan elegir en funci—n de sus necesidades.
El derecho a una participaci—n democr‡tica est‡ relacionado con la necesidad de justicia y equi-
dad. Otros principios de justicia podr’an incluir la igualdad entre el hombre y la mujer, la necesi-
dad, la rendici—n de cuentas, la responsabilidad, y procedimientos justos y democr‡ticos. Hay
tambiŽn hombres y mujeres j—venes (especialmente los que son pobres y carecen de poder) que
tienen poca instrucci—n y no disponen de una v’a de acceso social que les permita influir en las
decisiones sobre los OMG. Es necesario darles todo tipo de oportunidades para participar en el
debate sobre la repercusi—n de los OMG en sus vidas y sus medios de subsistencia, y sobre cuales-
quiera beneficios que pudieran presentarse. Deben tener derecho a elegir el producto que pueda
ser conveniente para ellos. Es preocupante el hecho de que las generaciones futuras no tengan voz
ni voto en las decisiones sobre los OMG, lo que significa que deben encontrarse los medios para
lograr que se tomen en cuenta sus intereses. Es necesario dejar a las generaciones futuras opciones
abiertas que les permitan enfrentarse a las necesidades, incluidas las que se deriven de cambios
imprevisibles en el medio ambiente. ¥
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LOS ORGANISMOS MODIFICADOS GENƒTICAMENTE, LOS CONSUMIDORES, LA INOCUIDAD DE LOS ALIMENTOS Y EL MEDIO AMBIENTE 7
Cuestiones
L
a inocuidad de los alimentos, el medio ambiente y
los OMG son cuestiones vinculadas entre s’ en la
Efectos sobre el medio ambiente. La posibilidad de que los OMG alteren el equilibrio de la natura-
leza es otra cuesti—n que suscita preocupaci—n en la opini—n pœblica. Los OMG son productos
ÇnovedososÈ que, cuando se distribuyen, pueden provocar ajustes, tal vez imprevistos en los eco-
sistemas. TambiŽn suscita preocupaci—n la posibilidad de que la polinizaci—n cruzada con pobla-
ciones silvestres ocasione una Çcontaminaci—nÈ genŽtica. Como sucede con los organismos
distintos de los OMG, se plantea la cuesti—n de si los ensayos antes de la distribuci—n (especial-
mente cuando se limitan a laboratorios o modelos de computadora) son una salvaguardia sufi-
ciente para el medio ambiente o si se debe ejercer tambiŽn una vigilancia despuŽs de la
distribuci—n. El grado de vigilancia despuŽs de la distribuci—n necesaria para proteger los ecosiste-
mas, especialmente en el caso de las especies que viven m‡s tiempo, como los ‡rboles forestales, se
convierte en una cuesti—n tanto Žtica como tŽcnica.
Riesgos y beneficios percibidos. Al formarse una opini—n sobre los OMG, los consumidores sope-
san los riesgos y beneficios percibidos de aceptar una nueva tecnolog’a. Puesto que pr‡cticamente
ninguno de los OMG derivados de plantas y animales que est‡n actualmente disponibles o lo esta-
r‡n en un futuro pr—ximo presenta beneficios evidentes para los consumidores, Žstos se preguntan
por quŽ deber’an asumir los posibles riesgos. Se dice que los consumidores corren los riesgos
mientras que los productores (o los suministradores o empresas) reciben los beneficios. En este
documento (p‡g. 14) se examinan tambiŽn los mŽtodos basados en principios cient’ficos que se
utilizan para evaluar los riesgos, junto con sus relaciones con la gesti—n y comunicaci—n de riesgos.
Transparencia. Los consumidores tienen derecho a la informaci—n con respecto a los OMG en la
agricultura, y est‡n leg’timamente interesados en ella. Para empezar son necesarias normas relati-
vas a la transparencia en el intercambio de la informaci—n pertinente y la comunicaci—n de los
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riesgos asociados. El an‡lisis de riesgos basado en principios cient’ficos tiene por objeto permitir a
los expertos tomar decisiones que reduzcan al m’nimo la probabilidad de peligros en el sistema de
suministro de alimentos y el medio ambiente. Sin embargo, puede que los consumidores deseen
tambiŽn m‡s transparencia para proteger su derecho a dar un consentimiento fundamentado por
s’ mismos. Un conjunto de medidas destinadas a proteger estos derechos que se debate a menudo
es el etiquetado de los productos derivados o no de OMG. En este documento se examinan el con-
sentimiento fundamentado y el etiquetado.
Rendici—n de cuentas. Puede que los consumidores deseen participar m‡s en los debates locales,
nacionales e internacionales y en las directrices normativas. En la actualidad hay muy pocos foros
a disposici—n del pœblico para examinar la amplia variedad de cuestiones relacionadas con los
OMG. La escasez de foros puede hacer que las personas interesadas en un aspecto de los OMG,
por ejemplo sus efectos sobre el medio ambiente, planteen sus preocupaciones en un foro estable-
cido para debatir otro aspecto, por ejemplo el etiquetado. Una cuesti—n conexa es c—mo lograr que
el sector privado participe de forma transparente en los foros pœblicos y, posteriormente, c—mo
conseguir que las instituciones de los sectores pœblico y privado rindan cuentas.
LOS ORGANISMOS MODIFICADOS GENƒTICAMENTE, LOS CONSUMIDORES, LA INOCUIDAD DE LOS ALIMENTOS Y EL MEDIO AMBIENTE 9
Los OMG
E
l sistema de producci—n y distribuci—n agr’colas
puede concebirse como una cadena de suministro
GOBIERNO
VENDEDORES AL
Activistas, POR MENOR
anunciadores
en medios de información,
grupos de presión
CONSUMIDORES
Fuente: Adaptado de Economic impacts of genetically modified crops on the agrifood sector: a synthesis. Working document of the Directorate General
of Agriculture, European Commission. La investigación bibliográfica relativa a este documento finalizó el 31 de marzo de 2000.
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No se puede pasar por alto la elecci—n de los consumidores en el mercado: no tienen por quŽ
comprar si eligen no hacerlo. Si no compran un producto, el proceso de producci—n simplemente
decae. Puesto que en ciertos pa’ses muchos consumidores se niegan a comprar los OMG actuales,
los productores de esos cultivos est‡n reconsiderando sus decisiones con respecto a la producci—n
y la industria agroalimentaria est‡ reestructurando r‡pidamente, e incluso modificando la orienta-
ci—n de sus esfuerzos de investigaci—n y desarrollo, para tener en cuenta esa respuesta.
Sin embargo, el mercado no es el œnico lugar donde los consumidores pueden expresar sus opi-
niones o preferencias. Es posible que deseen intervenir de forma m‡s directa en el modo en que se
producen sus alimentos pero, cada vez m‡s, los consumidores de todo el mundo viven y trabajan
lejos de los sitios donde se cultivan y elaboran sus alimentos. Esta falta de participaci—n directa en
el proceso de producci—n puede dar a lugar a que las opiniones de los consumidores sobre el siste-
ma agroalimentario y sus productos se pasen en gran medida por alto.
LOS ORGANISMOS MODIFICADOS GENƒTICAMENTE, LOS CONSUMIDORES, LA INOCUIDAD DE LOS ALIMENTOS Y EL MEDIO AMBIENTE 11
CUADRO 1
Selección de OMG que están disponibles actualmente
OMG Modificación Procedencia Finalidad de la Beneficiarios
genética del gen modificación genética principales
CUADRO 2
Selección de OMG que se están elaborando actualmente
OMG Modificación Procedencia Finalidad de la Beneficiarios
genética del gen modificación genética principales
conseguir que en estos OMG la toxina fuera producida por todas las cŽlulas. En la actualidad, hay
m‡s de 5 millones de hect‡reas plantadas de variedades transgŽnicas de Bt. Aunque no se hicie-
ron intentos de aumentar las tasas de crecimiento o el potencial de rendimiento de los cultivos
modificados genŽticamente con estas innovaciones, los agricultores han acogido con satisfacci—n
los cultivos de Bt por las posibilidades que ofrece de mejorar la lucha contra los insectos y redu-
cir los costos. Sin embargo, en los Estados Unidos los efectos de los OMG que contienen Bt sobre
el rendimiento de los cultivos y el nœmero de aplicaciones de insecticidas convencionales han
variado notablemente segœn los lugares y los a–os. Esto se explica en parte por las diferencias
entre los efectos previstos de los cultivos modificados genŽticamente sobre las plagas a las que
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est‡n destinados y sus resultados efectivos sobre el terreno. Estas diferencias se debieron en parte
a la distribuci—n desigual de la toxina dentro de las plantas durante el crecimiento, y en parte a
variaciones en las poblaciones de plagas a las que estaban o no destinados, y fueron tambiŽn el
resultado de la acumulaci—n de toxinas en las plagas de insectos de las plantas, que caus— la muer-
te de los predadores y par‡sitos que se alimentaban de dichas plagas.
Como en el caso de las variedades en que la resistencia de la planta huŽsped se ha obtenido
por medios convencionales, los agricultores deben aplicar a las variedades modificadas genŽtica-
mente un sistema de manejo integrado de las plagas y la producci—n basado en principios ecol—-
gicos, de manera que la respuesta se adapte a las variaciones en el medio ambiente. En AmŽrica
del Norte, la opini—n general es que estas variedades han reducido los costos de la lucha contra
las plagas. Se recomiendan junto con estrategias de manejo de la resistencia de las plantas hospe-
dantes para frenar la tasa de evoluci—n de las plagas que se alimentan de ellas.
La marca de tomates Flavr Savr fue el primer producto alimenticio modificado genŽticamente que se introdujo en el
mercado de alimentos frescos para su consumo por el pœblico en general. Los tomates se hab’an modificado genŽti-
camente para retrasar la maduraci—n y por consiguiente ten’an un per’odo m‡s largo de conservaci—n en la cadena
de suministro. La empresa Calgene de los Estados Unidos distribuy— esta marca de tomates modificados genŽtica-
mente en 1994.
La finalidad de este nuevo producto era ofrecer a los productores de tomates mœltiples beneficios, ya que:
¥ dejaba un per’odo de tiempo m‡s largo para el transporte;
¥ proporcionaba la oportunidad de una recolecci—n mec‡nica de los tomates con pocas magulladuras; y
¥ ofrec’a a los consumidores la elecci—n de un tomate que maduraba en la planta, a diferencia de los que se
recogen cuando est‡n todav’a verdes y deben ser pulverizados con etileno para que maduren.
En 1996, los tomates Flavr Savr se retiraron del mercado de productos frescos en los Estados Unidos. La manipu-
laci—n del gen de la maduraci—n ten’a al parecer consecuencias imprevistas como la piel blanda, un sabor extra–o y
cambios en la composici—n del tomate. El producto era tambiŽn m‡s costoso que los tomates no modificados.
Los tomates Flavr Savr se utilizan todav’a con Žxito en la producci—n de tomate elaborado. Su per’odo m‡s largo
de conservaci—n ofrece m‡s posibilidades de almacenamiento y transporte entre el lugar de cultivo y las instalacio-
nes de elaboraci—n.
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LOS ORGANISMOS MODIFICADOS GENƒTICAMENTE, LOS CONSUMIDORES, LA INOCUIDAD DE LOS ALIMENTOS Y EL MEDIO AMBIENTE 13
El caso del tomate Flavr Savr muestra que los vendedores al por menor son sensibles a la opi-
ni—n de los consumidores cuando est‡n cerca de ellos. La preocupaci—n por la confianza de los
consumidores puede pesar m‡s que la perspectiva de los beneficios a corto plazo que el elabora-
dor podr’a obtener si utilizara ingredientes derivados de OMG. Si el pœblico considera que los ali-
mentos modificados genŽticamente son insalubres o da–inos para el medio ambiente y por con-
siguiente rechazan algunos productos, puede que las empresas disocien sus productos de los
OMG. En la actualidad, algunas de las principales empresas del sector alimentario han elimina-
do los ingredientes derivados de OMG de sus productos porque temen el rechazo de los consu-
midores. Los cambios en la demanda de ingredientes derivados de OMG por parte de elabora-
dores y vendedores al por menor repercuten en la cadena de suministro de alimentos, afectando
a las decisiones de los agricultores con respecto a la producci—n de OMG.
14
Los OMG y la
salud humana
Análisis de riesgos
Existe mucha confusi—n en torno a
los riesgos de los OMG por lo que
respecta a la inocuidad de los ali- FAO / 19520 / G. BIZZARRI
Evaluación de riesgos
En el contexto de la inocuidad, el riesgo incluye dos elementos: i) el peligro, factor intr’nseco (por
ejemplo un agente biol—gico, qu’mico o f’sico, o una propiedad de un alimento, capaz de provocar
un efecto nocivo para la salud) que indica el da–o si se produce el suceso; y ii) la probabilidad o
posibilidad de que se produzca el suceso. Por consiguiente, en lo que respecta a los productos qu’-
micos, se considera que el riesgo es el peligro multiplicado por las posibilidades de exposici—n; en
lo que respecta a la cuarentena, es el da–o potencial causado por la plaga multiplicado por las
posibilidades de introducci—n, etc.
La evaluaci—n de riesgos es un proceso basado en conocimientos cient’ficos que consta de las
siguientes fases: i) determinaci—n del peligro; ii) caracterizaci—n del peligro; iii) evaluaci—n de la
exposici—n; y iv) caracterizaci—n del riesgo. Por consiguiente, se estudian los peligros, y la posibili-
dad de que se produzcan esos peligros, y se construyen modelos para predecir el riesgo. Esas pre-
dicciones pueden verificarse tambiŽn posteriormente, por ejemplo mediante estudios estad’sticos
(epidemiol—gicos).
Los dos componentes del riesgo contienen cierto grado de incertidumbre, y este grado de incer-
tidumbre es el centro de muchos debates. Por ejemplo, existen dudas en cuanto a si las metodolo-
g’as utilizadas en la estimaci—n del riesgo con determinados fines (residuos de plaguicidas en los
alimentos, introducci—n de plagas) tienen un valor predictivo suficiente para los OMG. En particu-
lar, el peligro, como componente del an‡lisis de riesgos, es objeto de un atento examen.
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LOS ORGANISMOS MODIFICADOS GENƒTICAMENTE, LOS CONSUMIDORES, LA INOCUIDAD DE LOS ALIMENTOS Y EL MEDIO AMBIENTE 15
Comunicación de riesgos
La comunicaci—n de riesgos es el intercambio interactivo de informaci—n y opiniones a lo largo de
todo el proceso de an‡lisis de riesgos entre las personas encargadas de la evaluaci—n de los riesgos,
las encargadas de la gesti—n de los riesgos, los consumidores, la industria, la comunidad acadŽmi-
ca y otras partes interesadas. El intercambio de informaci—n se refiere a factores relacionados con
los riesgos y a las percepciones de los riesgos, comprendida la explicaci—n de los resultados de la
evaluaci—n de los riesgos y de los fundamentos de las decisiones relacionadas con la gesti—n de
riesgos. Es imprescindible que la comunicaci—n con el pœblico sobre los riesgos proceda de fuentes
cre’bles y de confianza.
Los alimentos son mezclas complejas de compuestos caracterizados por una gran variaci—n en su
composici—n y valor nutricional. Aunque las prioridades var’an, la inocuidad de los alimentos es
motivo de preocupaci—n entre los consumidores de todos los pa’ses. Los consumidores desean
garant’as de que los productos modificados genŽticamente que llegan al mercado han sido someti-
dos a ensayos apropiados y que estos productos se vigilen para garantizar su inocuidad y deter-
minar los problemas tan pronto como surgen. Dada la complejidad de los productos alimenticios,
se considera todav’a que es m‡s dif’cil investigar la inocuidad de los alimentos modificados genŽ-
ticamente que llevar a cabo estudios sobre componentes como plaguicidas, productos farmacŽuti-
cos, productos qu’micos industriales y aditivos alimentarios. Por conducto de la Comisi—n del
5
Fuente: Informe del 23° período de sesiones de la Comisión del Codex Alimentarius, Roma, 28 de junio-3 de julio de 1999.
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Las diferencias entre los puntos de vista de los Estados Unidos y de la Uni—n Europea con respecto al etiquetado de
los OMG son ilustrativas de algunas de las cuestiones debatidas.
En los Estados Unidos, la ley exige que la informaci—n sobre los productos alimenticios sea clara e inequ’voca.
Las etiquetas tienen por objeto proporcionar informaci—n œtil, advertir a los consumidores y darles instrucciones. Se
estima que toda informaci—n adicional enga–osa o innecesaria est‡ en contradicci—n con el derecho de los consumi-
dores a poder realizar una elecci—n sensata y reduce la eficacia de la informaci—n esencial de la etiqueta. Si los OMG
no difieren de sus hom—logos tradicionales en lo que respecta a la nutrici—n, la composici—n o la inocuidad, se con-
sidera que el etiquetado es innecesario y tal vez enga–oso.
En la Uni—n Europea, el etiquetado se considera un medio para garantizar el derecho de los consumidores a cono-
cer cualquier aspecto que estimen importante; es un medio de dar a los consumidores la posibilidad de elegir e infor-
marles sobre los OMG. El criterio de la Uni—n Europea con respecto al etiquetado trata de llegar a una f—rmula de
transacci—n entre los sectores industrial, cient’fico y pœblico. En la Uni—n Europea, la cuesti—n no es si han de eti-
quetarse los productos obtenidos por mŽtodos biotecnol—gicos, sino c—mo etiquetarlos.
Codex Alimentarius y de otros foros, los pa’ses examinan normas para los OMG y medios que
garanticen su inocuidad. Un enfoque que se est‡ utilizando para evaluar los riesgos de los OMG se
basa en el concepto de equivalencia sustancial.
La equivalencia sustancial reconoce que el objetivo de la evaluaci—n no es establecer una ino-
cuidad absoluta, sino determinar si el alimento modificado genŽticamente es tan inocuo como su
hom—logo tradicional, cuando existe tal hom—logo. Es opini—n general que una evaluaci—n de esta
’ndole exige un enfoque integrado y progresivo, basado en las circunstancias de cada caso. Entre
los factores que han de tenerse en cuenta al comparar un alimento modificado genŽticamente con
su hom—logo convencional se incluyen los siguientes:
¥ identidad, origen y composici—n;
¥ efectos de la elaboraci—n y la cocci—n;
¥ proceso de transformaci—n, ADN y productos de la expresi—n de la prote’na del ADN introducido;
¥ efectos sobre la funci—n;
¥ posible toxicidad, posible alergenicidad y posibles efectos secundarios;
¥ posible ingesti—n y consecuencias alimentarias de la introducci—n del alimento modificado
genŽticamente.
Si se estima que el alimento derivado de un OMG es sustancialmente equivalente a su hom—lo-
go tradicional, ha de considerarse que es tan inocuo como Žste. Si no es as’, deber‡n realizarse
nuevos ensayos.
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LOS ORGANISMOS MODIFICADOS GENƒTICAMENTE, LOS CONSUMIDORES, LA INOCUIDAD DE LOS ALIMENTOS Y EL MEDIO AMBIENTE 17
La posibilidad de transferir alŽrgenos con la ingenier’a genŽtica se puso de manifiesto cuando un gen de la nuez del
Brasil productor de metionina se incorpor— a la soja para aumentar su contenido de nutrientes. El proceso fue expe-
rimentado por la empresa Pioneer Hi-bred de los Estados Unidos. Sin embargo, los ensayos realizados por los cien-
t’ficos confirmaron que el consumo de soja transgŽnica pod’a activar una respuesta alŽrgica en sujetos sensibles.
La naturaleza de las reacciones alŽrgicas era idŽntica a la que activaban las nueces del Brasil en sujetos sensibles.
Por consiguiente, la empresa decidi— no poner a la venta la soja transgŽnica. Este caso fue importante para sensibi-
lizar acerca de los posibles peligros asociados con la transferencia de genes cuando no se conocen bien sus caracte-
r’sticas funcionales.
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Este documento se basa en la información recogida hasta julio de 2000. En septiembre de 2000, una especie de maíz genéticamente modi-
ficada que contenía un gen para una determinada cepa de Bt, y cuyo uso como pienso pero no como alimento humano se había autorizado,
era disponible comercialmente en un producto alimenticio humano. La repuesta regulatoria del público fue rápida, y las consecuencias a
largo plazo de este caso se están examinando actualmente.
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Recientemente, el arroz se someti— a un proceso de ingenier’a genŽtica mediante la inserci—n de tres genes (de cla-
veles y bacterias) productores de las enzimas que hacen que los granos de arroz produzcan betacaroteno, capaz de
convertirse en vitamina A en el organismo. Este arroz transgŽnico produce granos de color dorado que contienen
betacaroteno suficiente para satisfacer las necesidades de vitamina A de una persona.
La posibilidad de crear arroz con mayor contenido de micronutrientes se ha esgrimido para ilustrar los modos en
que la ingenier’a genŽtica podr’a contribuir a reducir la malnutrici—n. La carencia de vitamina A, que est‡ muy exten-
dida en el mundo en desarrollo, puede ser causa de morbilidad y ceguera y contribuir a la mortalidad infantil.
El problema de la carencia de vitamina A puede abordarse de varios otros modos mediante el fomento de ali-
mentos que son naturalmente ricos en vitamina A, la alimentaci—n suplementaria y el enriquecimiento de los ali-
mentos. Estas tecnolog’as se est‡n utilizando ya y, aunque los expertos debaten las ventajas de cada una de ellas, se
considera que son eficaces para tratar la enfermedad. Es necesario determinar el valor del arroz dorado modificado
genŽticamente en relaci—n con esas otras opciones.
El reciente anuncio de que es posible conseguir que variedades de cultivos modificados genŽtica-
mente produzcan el precursor de la vitamina A suscit— una notable expectativa en cuanto a la
posibilidad de que productos derivados de esos cultivos pudieran contribuir a resolver el grave
problema de salud pœblica que plantea la carencia de vitamina A. Esta expectativa impuls— el
debate pœblico sobre la funci—n de los OMG como parte de las estrategias para abordar los proble-
mas mundiales de la nutrici—n.
Los cient’ficos est‡n experimentado tambiŽn tŽcnicas de ingenier’a genŽtica para prevenir pro-
blemas de inocuidad de los alimentos. Por ejemplo, el ma’z modificado genŽticamente con Bt, que
es resistente a los ataques de hongos productores de toxinas, se ha asociado con una disminuci—n
de la contaminaci—n con micotoxinas. Las micotoxinas son carcin—genas y pueden provocar c‡n-
cer de h’gado en los seres humanos. Se estima que el hecho de que se encuentren menos punciones
de insectos en el ma’z con Bt significa que hay menos posibilidades de infecci—n con hongos. ¥
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LOS ORGANISMOS MODIFICADOS GENƒTICAMENTE, LOS CONSUMIDORES, LA INOCUIDAD DE LOS ALIMENTOS Y EL MEDIO AMBIENTE 19
Los OMG y
A
unque el debate mundial sobre los OMG ha alia-
do normalmente a grupos dispares interesados
cias de esos efectos pod’an ser graves, es importante regular y vigilar eficazmente
todas las introducciones de OMG. En el ‡mbito de la ecolog’a, los experimentos
sobre el terreno tardan meses o a–os en validarse. Cualquier dato actual relativo a
los OMG sobre el terreno deber’a considerarse espec’fico del lugar, y las extrapola-
ciones de experimentos en laboratorio o simulaciones con computadora a situacio-
nes reales deber’an realizarse con cautela.
dencia a una labranza menos mec‡nica para los cultivos en gran escala, que reduce la
erosi—n del suelo primitivo. Desde el principio, los cient’ficos que se ocupaban de las
malas hierbas reconocieron y estudiaron las consecuencias para el medio ambiente de
la introducci—n de cultivos modificados genŽticamente, especialmente para la lucha
contra las malas hierbas.
En 1998, una reuni—n tŽcnica internacional, organizada por la FAO, sobre los bene-
ficios y riesgos de los cultivos transgŽnicos resistentes a los herbicidas lleg— a las
siguientes conclusiones:
1. La utilizaci—n repetida de un herbicida provoca un desplazamiento de la flora de
malas hierbas, ya que Žstas se ven sometidas a una fuerte presi—n de selecci—n para
E. PIGNETTI JR
que desarrollen biotipos que sean resistentes a los herbicidas asociados con plantas
transgŽnicas seleccionadas para resistir a esos herbicidas.
La mariposa monarca 2. El flujo gŽnico se produce cuando los genes se propagan a travŽs del polen y de la
ha generado la
investigaci—n m‡s polinizaci—n cruzada entre cultivos resistentes a herbicidas y especies de malas hier-
detallada sobre las bas afines. A falta del herbicida en cuesti—n, es poco probable que la posesi—n de esta
repercusiones de los
OMG en especies caracter’stica mejore el vigor de las malas hierbas, pero la aplicaci—n del herbicida
silvestres. mejorar’a dicho vigor y podr’a reducir los beneficios econ—micos de la resistencia a
los herbicidas.
La monarca (Danaus plexippus), lepid—ptero migratorio que se alimenta de asclepias, es la mariposa m‡s conocida
en AmŽrica del Norte. Un estudio sobre los OMG al que se dio mucha publicidad indic— que el polen del ma’z con
Bt era t—xico para larvas de mariposa monarca criadas en laboratorio. En un estudio posterior se recogieron ascle-
pias cubiertas de polen que crec’an cerca de campos de ma’z con Bt. Se comprob— que la proporci—n de larvas de
mariposa monarca alimentadas con plantas recogidas en esos campos que mor’an era mucho mayor que las que se
alimentaban con plantas libres de polen.
Los insecticidas convencionales, que son la alternativa dominante para combatir las plagas de lepid—pteros uti-
lizada actualmente en la producci—n de ma’z en AmŽrica del Norte, causan tambiŽn la muerte de la mariposa monar-
ca y de otras mariposas silvestres. Se han ensayado otras alternativas dentro de un marco de manejo integrado de
la producci—n y las plantas, entre las que se incluyen las siguientes:
¥ alentar a los predadores por medio de cultivos intercalados, refugios y alimentaci—n suplementaria durante
los meses en que los alimentos escasean;
¥ planificar la plantaci—n de manera que se eviten los vuelos migratorios de las plagas (especialmente en la pro-
ducci—n de ma’z tropical);
¥ rotar los cultivos para desalentar la concentraci—n de plagas;
¥ utilizar feromonas para confundir y atraer las plagas, reduciendo las posibilidades de apareamiento con Žxito
y concentrando las plagas para poder aplicar dosis m‡s bajas de insecticidas;
¥ crear plantaciones trampa para alejar las plagas de los cultivos comerciales, combinadas habitualmente con
aplicaciones mejor orientadas de insecticidas convencionales.
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LOS ORGANISMOS MODIFICADOS GENƒTICAMENTE, LOS CONSUMIDORES, LA INOCUIDAD DE LOS ALIMENTOS Y EL MEDIO AMBIENTE 21
3. Los riesgos de las transferencias de genes son superiores en las zonas de origen y de diversi-
ficaci—n. Es necesario actuar con cuidado para asegurarse de que la transferencia de genes
resistentes a herbicidas no afecte al germoplasma aut—ctono, incluidas las malas hierbas y las
especies silvestres afines.
Aunque las zonas donde se han plantado cultivos con Bt resistentes a insectos ocupan menos
de un cuarto de la superficie de las zonas plantadas con cultivos resistentes a herbicidas, los pro-
blemas comœnmente reconocidos est‡n siendo objeto de una investigaci—n intensiva. Esta inves-
tigaci—n se centra en los aspectos pr‡cticos de la ordenaci—n de agroecosistemas para la produc-
ci—n intensificada, pero el interŽs de la opini—n pœblica en el debate sobre los OMG ha alentado
tambiŽn estudios ecol—gicos m‡s b‡sicos por parte de cient’ficos de la comunidad acadŽmica y de
otras instituciones del sector pœblico, especialmente en lo que concierne a los efectos de los OMG
sobre especies no destinatarias. Por ejemplo, se ha observado que variedades con Bt segregan
toxinas de Bt en las zonas radiculares del suelo; estas zonas producen concentraciones de esas
toxinas m‡s altas que las que se encuentran normalmente, lo que puede afectar a las poblaciones
de insectos presentes en el suelo que no se alimentan de los cultivos.
La importancia de la mariposa monarca, insecto muy apreciado en AmŽrica del Norte, donde
m‡s extensas son las superficies plantadas de cultivos modificados genŽticamente, ha dado lugar
al estudio m‡s detallado de los efectos de los OMG sobre las especies silvestres, al tiempo que ha
suscitado un notable interŽs entre los consumidores.
Las cuestiones de reglamentaci—n, especialmente las relacionadas con la cuarentena, las espe-
cies invasivas y la seguridad de la biotecnolog’a, resultan muy importantes cuando los cultivos
modificados genŽticamente son objeto de desplazamientos internacionales facilitados por el
comercio. Los —rganos creados en virtud de un tratado internacional, por ejemplo la Convenci—n
Internacional de Protecci—n Fitosanitaria, el Convenio sobre la diversidad biol—gica y el Protocolo
de Cartagena sobre Seguridad de la Biotecnolog’a, participan activamente en la construcci—n de
un marco convenientemente viable. Mecanismos de reglamentaci—n m‡s espec’ficos son, por
ejemplo, un c—digo de conducta sobre la biotecnolog’a en la medida que influye en la conserva-
ci—n y utilizaci—n de los recursos genŽticos para la alimentaci—n y la agricultura, que est‡n elabo-
rando los pa’ses por conducto de la FAO.
En el Principio 15 de la Declaraci—n de R’o sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (aproba-
da con ocasi—n de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo
de 1992) se establece lo siguiente:
ÇCon el fin de proteger el medio ambiente, los estados deber‡n aplicar ampliamente el
criterio de precauci—n conforme a sus capacidades. Cuando haya peligro de da–o grave
o irreversible, la falta de certeza cient’fica absoluta no deber‡ utilizarse como raz—n para
postergar la adopci—n de medidas eficaces en funci—n de los costos para impedir la
degradaci—n del medio ambiente.È
La investigaci—n sobre la modificaci—n genŽtica de los ‡rboles forestales se realiza casi exclusiva-
mente con fines de aplicaci—n en plantaciones forestales. En la actualidad, estas plantaciones satis-
facen el 25 por ciento aproximadamente de las necesidades mundiales
de madera. Se prevŽ que la superficie de las plantaciones forestales, que
K.H. HAN & C. MA/UNIVERSIDAD DEL ESTADO
LOS ORGANISMOS MODIFICADOS GENƒTICAMENTE, LOS CONSUMIDORES, LA INOCUIDAD DE LOS ALIMENTOS Y EL MEDIO AMBIENTE 23
bilidades de explotar el gran nœmero de variaciones genŽticas, en general aœn sin explotar, que
est‡n disponibles en las especies de ‡rboles forestales en estado natural.
Es necesario examinar atentamente los aspectos relacionados con la bioseguridad de los ‡rbo-
les modificados genŽticamente, dado su prolongado per’odo de crecimiento, sus importantes con-
tribuciones al funcionamiento del ecosistema y la posibilidad de dispersi—n a larga distancia del
polen y las semillas.
En el sector pesquero, casi todos los OMG presentan un aumento de la tasa de crecimiento; por
ello, las preocupaciones acerca del riesgo para el medio ambiente se centran sobre todo en la pre-
daci—n, la competici—n y la contaminaci—n genŽtica. Los peces modificados genŽticamente
La Organizaci—n para la Conservaci—n del Salm—n del Norte del Atl‡ntico (NASCO), con m‡s de 12 Estados
Miembros, negoci— y empez— a aplicar recientemente elementos de un enfoque de precauci—n a la acuicultura y a
la modificaci—n genŽtica del salm—n del Atl‡ntico. Los diversos elementos, formulados en el curso de una reuni—n
tŽcnica Suecia-FAO en 1995, forman parte de un proceso din‡mico para establecer reglamentos y normas y orga-
nizar la ordenaci—n y la investigaci—n; esos elementos obligan a las autoridades a reflexionar sobre lo que se sabe
y lo que no se sabe, lo que est‡ fundamentado y lo que no lo est‡, lo que es pr‡ctico y lo que no lo es, y seguida-
mente a planificar una l’nea de acci—n en consecuencia. Los elementos de este enfoque de precauci—n son los
siguientes:
¥ la falta de certeza cient’fica absoluta no deber‡ utilizarse como raz—n para postergar actividades de orde-
naci—n;
¥ deber‡n establecerse puntos de referencia para determinar las situaciones deseables y los efectos no dese-
ables, por ejemplo puntos de referencia en cuanto al l’mite, tales como el porcentaje m‡ximo de semillas
de OMG en cada env’o, y puntos de referencia en cuanto a la orientaci—n, tales como la reducci—n del uso
de plaguicidas;
¥ deber‡n determinarse, convenirse y aplicarse planes de acci—n cuando se alcancen los puntos de referencia
l’mites o sean evidentes efectos negativos;
¥ deber‡ otorgarse prioridad al mantenimiento de la capacidad productiva del recurso o ecosistema;
¥ los efectos deber‡n ser reversibles en el plazo de dos o tres decenios;
¥ la carga de la prueba deber‡ imponerse con arreglo a las condiciones antes se–aladas y la norma de la prue-
ba deber‡ estar en consonancia con los riesgos y beneficios.
El establecimiento de puntos de referencia es fundamental e indicar‡ d—nde reside gran parte de la incertidum-
bre y, por consiguiente d—nde es necesaria gran parte de la vigilancia, la investigaci—n o el estudio. En el curso de
los debates de la NASCO sobre la conservaci—n del salm—n del Atl‡ntico, se revel— que no exist’an puntos de refe-
rencia para los niveles admisibles de introgresi—n genŽtica entre las poblaciones de salm—n cultivadas y silvestres.
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LOS ORGANISMOS MODIFICADOS GENƒTICAMENTE, LOS CONSUMIDORES, LA INOCUIDAD DE LOS ALIMENTOS Y EL MEDIO AMBIENTE 25
Conclusi—n
D
urante el proceso de elaboraci—n de cualquier
tecnolog’a agr’cola o alimentaria, hay siempre
interrogantes y preocupaciones que han de abor-
darse en cada etapa, y que comprenden desde el rendi-
miento del producto y el beneficio econ—mico hasta la
inocuidad para los consumidores y la respuesta de la
sociedad. Preguntas como ÇÀpor quŽ se est‡ elaborando el producto en cuesti—n?È, ÇÀCu‡les son
sus aplicaciones?È y ÇÀQuiŽn decide lo que es œtil?È son importantes y deben recibir una respuesta
lo m‡s transparente posible.
El examen de los OMG indica que esta tecnolog’a podr’a afectar a una gran variedad de pro-
ductos vegetales y animales y tener mœltiples consecuencias. TambiŽn implica que pueden desem-
pe–ar otras funciones adem‡s de la producci—n de alimentos en la agricultura. La biotecnolog’a
moderna, debidamente desarrollada, puede ofrecer nuevas y amplias posibilidades de contribu-
ci—n a la seguridad alimentaria. Al mismo tiempo, la aceleraci—n del cambio genŽtico posibilitada
por la ingenier’a genŽtica puede constituir un nuevo tipo de posibles efectos sobre la biosfera.
Sin embargo, no se pueden hacer generalizaciones de gran alcance acerca de los OMG; cada apli-
caci—n debe analizarse cuidadosamente caso por caso. El debate puede ser menos polŽmico y m‡s
constructivo si se realizan evaluaciones completas y transparentes de las aplicaciones de los OMG
y se reconocen sus consecuencias a corto y largo plazo.
Durante el per’odo relativamente breve de existencia de la ingenier’a genŽtica, un detenido
estudio del proceso de investigaci—n y comercializaci—n ha demostrado ser beneficioso al haber
permitido plantear cuestiones importantes y mejorar nuestra comprensi—n.
Los ciudadanos est‡n directamente interesados en las novedades tecnol—gicas, pero existen
obst‡culos a su participaci—n en la adopci—n de decisiones que deben ser reconocidos y superados.
El pœblico no ha sido debidamente informado acerca de la aplicaci—n de la tecnolog’a genŽtica a la
producci—n de alimentos y las posibles consecuencias para la salud de los consumidores y el
medio ambiente. Ante la desconcertante variedad de reclamaciones, rŽplicas, discrepancias cient’-
ficas, tergiversaciones de la investigaci—n, etc. que se presenta en los medios de informaci—n, el
pœblico est‡ perdiendo su fe en los cient’ficos y en los gobiernos.
Los cient’ficos, los gobiernos y la industria agroalimentaria han reconocido la necesidad de
informar al pœblico sobre los OMC, pero hay todav’a relativamente poca informaci—n disponible
para que un profano pueda tomar decisiones. Todos los interesados deber’an participar en evalua-
ciones ampliamente difundidas, exactas y objetivas de los beneficios y riesgos asociados con la uti-
lizaci—n de tecnolog’as genŽticas. Aun en el caso de que haya acceso a la informaci—n, esto no
garantiza que los profanos tengan conocimientos y capacitaci—n suficientes para interpretar los
documentos tŽcnicos y hacer uso de ellos.
Los expertos tienen la obligaci—n Žtica de tomar la iniciativa y expresarse en unos tŽrminos que
el profano pueda comprender. Algunas asociaciones profesionales han reconocido esto y han soli-
citado que se instruya al pœblico en general sobre tecnolog’as y principios genŽticos.
Es necesario crear m‡s oportunidades para el intercambio de informaci—n entre cient’ficos,
representantes de empresas, encargados de formular pol’ticas y el pœblico. Para formular leyes,
reglamentos y otras normas, se adoptan disposiciones institucionales como la creaci—n de comitŽs
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26 CONCLUSIîN
asesores; la inclusi—n de miembros del pœblico en esos comitŽs contribuir’a a garantizar que sus
perspectivas estuvieran debidamente representadas.
Los foros que permiten a los ciudadanos expresar sus opiniones deben constituir, de manera
sistem‡tica parte integrante del an‡lisis de las cuestiones relacionadas con las OMG y de la toma
de decisiones al respecto. Es necesario identificar claramente los foros nacionales, regionales e
internacionales y aclarar sus funciones respectivas con el fin de disponer de mecanismos eficientes
para examinar las cuestiones, llegar a acuerdos pertinentes y establecer instrumentos apropiados
para su ejecuci—n.
El derecho a una alimentaci—n apropiada, tal como se entiende hoy, lleva consigo la obligaci—n
por parte de los Estados de proteger la autonom’a de los individuos y su capacidad para participar
en los foros pœblicos donde se toman decisiones, especialmente cuando otros participantes son m‡s
poderosos, vigorosos o combativos. Esta obligaci—n puede comprender la asignaci—n de recursos
pœblicos para conseguir que esos foros se desarrollen en un esp’ritu de equidad y justicia. ¥