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Psicología Médica
UNIVERSIDAD DE
SAN MARTÍN DE PORRES
Integrantes
Introducción:
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USMP – FMH
Psicología Médica
En el análisis del costo del tratamiento son muchos los factores que intervienen y no,
como lo quieren hacer creer muchos, exclusivamente el costo del medicamento. El
énfasis se hace entre costo del tratamiento vs. el costo del medicamento. De manera
tradicional la política seguida por las instituciones ha sido la de contención del costo,
misma política que algunas agrupaciones han querido trasladar al ámbito de la
práctica médica, sobre todo la de carácter privado. Las políticas de contención del
costo, con una cortedad de miras importante, favorecen la disminución del costo de las
unidades farmacéuticas, sin importar la calidad y que llenen las perspectivas
terapéuticas de eficacia y seguridad, así como de la necesidad de un empleo racional
de los recursos.
Uno de los problemas con los que el médico se enfrenta en su práctica cotidiana, al
momento de prescribir, es el del empleo del mejor recurso terapéutico para el paciente
que tiene enfrente. Por un lado existe la presión de los laboratorios farmacéuticos que
promueven, de una manera incansable y muchas veces muy efectiva, sus productos.
Entre estos productos se encuentra una gama muy amplia que va desde productos
muy novedosos; otros que son modificaciones moleculares, dentro de familias
terapéuticas, que por lo general ofrecen pocas ventajas sobre sus antecesores; otros
son productos con bastante tiempo en el mercado y que siguen siendo eficaces y bien
conocidos por el médico. Otros laboratorios tienen prácticas comerciales en donde lo
que promueven son las ventajas, ya no terapéuticas de un producto, sino las ventajas
económicas que la prescripción de ese producto arroja al paciente.
Es también cierto que las autoridades sanitarias de muchos países revisan con
cuidado la información que el laboratorio fabricante aporta, pero habrá que recordar
que existen muchos productos que salieron al mercado y que después de algún
tiempo tuvieron que ser retirados por la existencia de reacciones adversas que no
habían sido detectadas en los estudios preliminares y que sólo se hacen evidentes
cuando el número de consumidores se amplía al momento de salir al mercado.
Definición:
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USMP – FMH
Psicología Médica
Industria Farmacéutica
Están sujetos a una variedad de leyes y reglamentos con respecto a las patentes, las
pruebas y la comercialización de los fármacos. La industria farmacéutica es
actualmente uno de los sectores empresariales más rentables e influyentes del mundo,
lo cual produce al mismo tiempo elogios por sus contribuciones a la salud, y
controversias por sus políticas de marketing y campañas para influir en los gobiernos,
con el fin de aumentar los precios, extender sus patentes y con ello sus beneficios
empresariales. Siendo acusadas por sus críticos de promoción de enfermedades, en
algunos casos, al contribuir supuestamente a medicalizar los problemas derivados del
modo de vida actual, al llamar la atención sobre condiciones o enfermedades
frecuentemente inofensivas con objeto de incrementar la venta de medicamentos.
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USMP – FMH
Psicología Médica
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1
González G. (1999). Remedios políticos para los medicamentos. Ediciones ISALUD, p. 7.
2
Henríquez R. D. (2000). El problema Medicamento. Revista del Instituto Juan César García.
Desde los estudios de Thomas Mc Keown se ha considerado que la reducción de la mortalidad en
Europa se debió a la combinación de diversos factores, entre los que se destacan: cambios de la
higiene pública y privada, incremento paulatino en los niveles de saneamiento ambiental,
mejoramiento de las condiciones de vida (alimentación) de la población.
Los cambios producidos en este indicador sanitario y de nivel de vida (mortalidad) fueron
producidos entonces por varios factores interrelacionados y no dependieron, en última instancia,
de la difusión y consumo de medicamentos. Lo anterior es importante tomarlo en consideración
por cuanto el siglo XX que acaba de concluir se ha caracterizado en términos de salud y medicina
por:
a) Erradicación de enfermedades
b) Aumento de la esperanza de vida
c) Surgimiento de potentes medicamentos
d) Aparición de reacciones adversas a los medicamentos (RAM).
En gran medida los avances incorporados en los tres primeros elementos señalados en el listado
anterior se debieron a la transformación radical experimentada a partir del descubrimiento en los
años veinte de vacunas muy eficaces (antitetánica y antidiftérica) y el hallazgo en los 30’s y 40’s
de las sulfas y la penicilina.
Fue precisamente a partir de la II Guerra Mundial, con la generalización del uso de los antibióticos
y diversas vacunas, que se opera un cambio antropológico básico en el modo de percibir
socialmente el uso y significado de las sustancias que curan.
De lo anterior resulta evidente entonces que el desarrollo social y económico ha tenido mayor
contribución a extender la vida que otras acciones utilizadas para este fin, lo cual permite que
algunos sectores de la población comiencen a comprender que ciertos cambios en los estilos de
vida tales como los hábitos alimentarios, el consumo de tabaco y alcohol, la drogadicción, el
sedentarismo, el estrés y las formas irresponsables de conducción de vehículos, entre otros, son
factores tan o más importantes para la salud individual y colectiva que el acceso a los
medicamentos.
Adicionalmente, han cobrado trascendencia las percepciones de que los cambios en los hábitos
de vida relacionados a determinados vínculos y acciones sociales como la solidaridad, el cuidado
del medio ambiente, el combate contra la pobreza y otros, permite reforzar el concepto y las
acciones integrales en torno a la salud como un hecho o proceso colectivo.
La utilización de sustancias consideradas medicinales puede ser tan antigua como las primeras
culturas, no obstante ello, la industria farmacéutica tiene una aparición tardía en la Revolución
Industrial, por lo tanto debe considerarse un producto del siglo XX y en realidad su desarrollo y
consolidación data de su segunda mitad.
Varios autores consideran que la gran madre del desarrollo fármaco-industrial fue la II Guerra
Mundial. La llamada explosión terapéutica tiene relativamente poco tiempo. Prácticamente las
industrias estadounidenses e inglesas no existían antes de la guerra y en ese período las
compañías norteamericanas existentes, sólo eran capaces de producir innovaciones mínimas, no
siendo ninguna de ellas considerada como una “investigación original” antes de la II Guerra
Mundial.
Debido a la posición adoptada por Alemania al inicio de la II Guerra Mundial – que suspendió la
provisión de drogas e insumos básicos a otros países que dependían fundamentalmente de ella y
dadas las necesidades causadas por la propia guerra; se crearon las condiciones que dieron un
impulso decisivo al desarrollo de la industria farmacéutica, tanto en los países beligerantes como
en los Estados Unidos.
No es de extrañar entonces que en la década de los 40s surjan los grandes dominadores tales
como la penicilina en 1940, la eritromicina en 1947 y en 1952 la acción de las amilasas
predecesoras de las cefalosporinas. Además aparecen dos grupos muy importantes por su
volumen de mercado: los psicofármacos y los cardiovasculares; que tuvieron su origen en 1964
con las benzodiazepinas y el propanolol.
Si bien la segunda mitad del siglo XX puede reconocerse como el momento que marcó el
surgimiento de los más importantes medicamentos de que se dispone hoy en día (analgésicos,
antipilépticos, anestésicos, antibióticos, etc, y todos los que hasta hoy conforman los 26 grupos
farmacológicos reconocidos) debe señalarse que paralelamente a este incremento de forma
exponencial en la disponibilidad de medicamentos durante los últimos 50 años, aparecieron
también en mayor proporción los efectos secundarios, las reacciones adversas así como
enfermedades yatrogénicas causadas por el uso indebido de los mismos.
En definitiva, lo anterior sirve para apuntar que la industria farmacéutica moderna invierte
cuantiosas sumas en negocios bajo el supuesto de que con ellas se resuelven problemas de salud
humana pero al mismo tiempo se crean otros problemas y surgen nuevas necesidades. Las
compañías farmacéuticas fueron creadas en diferentes países por empresarios o profesionales,
en su mayoría antes de la II Guerra Mundial. Allen & Hambury y Wellcome, de Londres, Merck, de
Darmstadt (Alemania), y las empresas norteamericanas Parke Davis, Warner Lambert y
Smithkline & French fueron fundadas por farmacéuticos. La farmacia de Edimburgo que produjo el
cloroformo utilizado por James Young Simpson para asistir en el parto a la reina Victoria también
se convirtió en una importante empresa de suministro de fármacos. Algunas compañías surgieron
a raíz de los comienzos de la industria química, como por ejemplo Zeneca en el Reino Unido,
Rhône-Poulenc en Francia, Bayer y Höchst en Alemania o Hoffmann-La Roche, Ciba-Geigy y
Sandoz (estas dos últimas más tarde fusionadas para formar Novartis) en Suiza. La belga
Janssen, la norteamericana Squibb y la francesa Roussell fueron fundadas por profesionales de la
Medicina.
Las nuevas técnicas, la fabricación de moléculas más complicadas y el uso de aparatos cada vez
más caros han aumentado según las empresas farmacéuticas enormemente los costes. Estas
dificultades se ven incrementadas por la presión para reducir los precios del sector, ante la
preocupación de los gobiernos por el envejecimiento de la población y el consiguiente aumento de
los gastos sanitarios, que suponen una proporción cada vez mayor de los presupuestos estatales.
Los importantes y crecientes gastos en Investigación y Desarrollo (I+D) que desde siempre han
caracterizado el surgimiento de nuevas drogas, unido al apoyo de la protección patentaria, reveló
durante el desarrollo de nuevos antibióticos, que esta producción constituía un excelente negocio.
En muy pocos años, esta industria se convirtió en líder mundial en I+D, producción,
comercialización, marketing y fundamentalmente en cuanto a niveles de ganancias. Baste señalar
que en la década del 60 la industria norteamericana de medicamentos creció a una tasa sostenida
superior al 10 %.
Entre 1963 y 1976 en cuanto a retorno de la inversión aparece primera en el ranking durante 7
años, en segundo lugar en 4 años, tercera en 2 y cuarta en 1 año. No es de extrañar entonces
que, en las últimas 4 décadas del siglo XX, las ganancias del sector
farmacéutico estuvieran entre las más importantes en EUA, siendo el promedio de las mismas
para las corporaciones de esta rama un 45 % más alto que la media de ganancias del total de
empresas. Los productos farmacéuticos vendieron 26 veces más que los automóviles, tres veces
más que el petróleo y el doble que las editoriales; siendo además el sector industrial más rentable.
Varios son los factores que explican este dinamismo lucrativo de la industria farmacéutica, la que
ha mantenido altísimos niveles de rentabilidad sobre las ventas en los últimos años. La expansión
del consumo, el sistema de protección social a la salud en los países desarrollados, la
globalización del mercado, la protección de nuevos productos a través de un sistema de patentes
que garantizan el monopolio y la inelasticidad de la demanda de los productos farmacéuticos, son
algunas de las razones que determinan esta evolución.
Uno de los elementos centrales que se destacan en el debate actual sobre los aspectos
económicos del medicamento y en especial en cuanto al altísimo nivel de precios de los mismos
es el hecho de que la innovación, vital para la industria farmacéutica, es en extremo costosa. Por
ejemplo, el desarrollo de nuevas sustancias activas (NAS) es un proceso científico, tecnológico y
productivo muy complejo, frecuentemente estéril y extremadamente caro. De (54x10)6 dólares
estadounidenses en 1976, se estimaba que el costo promedio de ellas se había elevado en 1994
a (231x10)6 USD.
Situación actual
La industria farmacéutica no afronta sola el coste de la investigación, ya que el sistema es mixto,
con participación pública y privada. Las compañías aducen que la mayor contribución proviene de
sus arcas, pero expertos independientes estiman que entre los gobiernos y los consumidores
financian el 84% de la investigación en salud, mientras que solo el 12% correspondería a los
laboratorios farmacéuticos, y un 4% a organizaciones sin fin de lucro.
En cuanto al costo, según la versión de la industria, cada nuevo fármaco que ponen en el
mercado requiere más de 800 millones de dólares en investigación. Sin embargo, un estudio que
recopiló datos de 117 proyectos de investigación concluyó que el coste rondaría solamente 75 u
80 millones de dólares.
Los medicamentos no son una mercancía cualquiera, sino un elemento necesario para mantener
la salud de los ciudadanos. Y aquí es donde empieza el conflicto de intereses, ya que por una
parte, existe el derecho de la industria farmacéutica a obtener beneficios que la incentiven para
seguir investigando, mientras por otro lado está el derecho a la salud, del que debería gozar todo
ser humano.
Los argumentos más empleados para justificar el incremento de los precios de los medicamentos
dicen que las nuevas técnicas, la fabricación de moléculas más complicadas y el uso de aparatos
cada vez más caros han aumentado enormemente los costes. Estas dificultades se ven
incrementadas por la presión para reducir los precios del sector, ante la preocupación de los
gobiernos por el envejecimiento de la población, el problema con las patentes y el acceso a los
medicamentos y el consiguiente aumento de los gastos sanitarios, que suponen una proporción
cada vez mayor de los presupuestos estatales.
Sin embargo, los críticos del sector sostienen que en realidad los costos de fabricación han
disminuido de manera importante, debido al empleo de aparatos y procesos industriales más
eficientes, y a la automatización de muchas etapas productivas, con la consiguiente reducción de
mano de obra. Por otra parte, la mano de obra se ha visto reducida en forma notable luego de las
mega fusiones de las principales empresas farmacéuticas que han ocurrido en la década del 90,
que han generado una ola de despidos del orden de varias decenas de miles de empleados.
Según los críticos de la industria farmacéutica, los altos precios tampoco están en relación directa
con la inversión en la investigación sino, más bien, con las ganancias producidas por la
comercialización de los medicamentos.
Algunos de estos conceptos fueron desarrollados por Marcia Angell, quien fuera editora en jefe de
la publicación científica New England Journal of Medicine por más de 20 años. Sus denuncias (ver
bibliografía) han generado una respuesta de la Asociación de Fabricantes e Investigadores
Farmacéuticos de los EEUU (Pharmaceutical Research and Manufacturers of America o PHRMA),
en la forma de un documento disponible en Internet.
Si bien es evidentemente absurdo que los profesionales médicos al ver a un inversor de propiedad
de una empresa imparcial, evaluación crítica de sus propios productos, hay amplias pruebas de
que la comercialización enmascaramiento como la educación hace aumentar el uso de una droga;
de hecho, si no, los jefes enrollaba en centros de negocios, ya que estas empresas no son de
beneficencia. Y así, ¿por qué la profesión pretender creer que las compañías farmacéuticas, en
contraste con todas las demás empresas, pueden proporcionar una información objetiva acerca
de sus propios productos?.
La industria farmacéutica tiene el mayor grupo de presión en Washington, DC hay más grupos de
presión farmacéuticos allí que los miembros del Congreso y que da copiosamente a políticos
campaigns.11 Como resultado, los medicamentos de receta por la legislación y las políticas que
salen de Washington se suele hacer a fin de que la industria. Aquí son sólo algunos ejemplos:
* Una serie de leyes ha permitido a las compañías farmacéuticas para ampliar la exclusividad
de comercialización de derechos de marca de medicamentos a través de una variedad de
maniobras, incluyendo demandar las empresas de genéricos, a veces en repetidas ocasiones,
para obtener más de 30 meses los períodos de exclusividad.
* Los frutos de la investigación financiada con fondos públicos son prácticamente dado a las
compañías farmacéuticas, sin necesidad de fijación de precios razonables.
* La FDA no requiere que las compañías farmacéuticas a probar sus nuevos fármacos contra
los viejos para la misma condición, incluso cuando varios fármacos de la misma clase ya están en
el mercado.
* La mayoría de deslumbrante, en 2003 el Congreso aprobó una de Medicare para recetas
médicas beneficio que prohíbe explícitamente el organismo de utilizar su poder de compra para
negociar precios bajos o descuentos. Esto hace que los medicamentos con receta única en el
programa Medicare, que los médicos no regula los honorarios y el reembolso del hospital. Por otra
parte, todos los otros grandes ofertas asegurador con las compañías farmacéuticas para bajar los
precios o descuentos, entre ellos el de los Veteranos de Asuntos Sistema y el Departamento de
Defensa.
No voy a tener espacio para discutir algunos de los otros excesos, como la creciente influencia de
las compañías farmacéuticas en el diseño y presentación de informes de los ensayos clínicos. Los
excesos concretos se ha señalado debe ser suficiente para mostrar por qué los gastos de
medicamentos recetados en los EE.UU. son tan altos y tan fundamental para la lucha para
contener el aumento de los costes sanitarios. Aunque las recetas ambulatorias representaron sólo
el 12% de EE.UU. personal de atención de salud de gastos en 2002, fueron su componente de
más rápido crecimiento, aumentando a un ritmo insostenible de alrededor del 15% year.12 Los
excesos de la industria farmacéutica son quizás el ejemplo más claro de la locura de permitir que
los gastos de atención de salud y las políticas a ser impulsadas en gran medida no regulada por
las fuerzas del mercado y el ánimo de lucro imperativos de los inversores de propiedad de las
empresas.
Generalmente los ensayos se llevan a cabo en hospitales, donde es posible organizar ensayos
denominados de doble ciego. Los pacientes se dividen en dos o tres grupos; uno de ellos recibe el
fármaco que se quiere probar, otro recibe un placebo (una sustancia inactiva) y a veces un tercer
grupo recibe otro producto con el que se quiere comparar el nuevo fármaco. Los tres compuestos
se presentan de manera que ni el paciente ni el médico tratante puedan diferenciarlos. Según
algunos diseños, sólo el farmacéutico del hospital sabe qué grupo recibe cada compuesto y no
divulga los resultados hasta el final del ensayo, cuando los médicos hayan evaluado los resultados
clínicos. En el caso de medicinas para animales, se realizan ensayos parecidos que son llevados
a cabo por veterinarios.
Conclusiones:
En los últimos decenios del siglo que acaba de concluir ha crecido la brecha en el
consumo de medicamentos entre ricos y pobres. En ello influyen múltiples procesos
económicos, sociales y culturales y la falta de sistemas eficaces y equitativos de salud en
la inmensa mayoría de los países subdesarrollados. Elemento primordial en la explicación
de esta situación es el dominio y orientación por parte de las transnacionales
farmacéuticas de la producción y comercialización internacional de medicamentos.
Para finalizar quisiera reflexionar un poco sobre lo que prescribir implica, ya que, como se
ha referido en otras ocasiones, la prescripción debe implicar un acto razonado que es parte
del acto médico y que debe ser producto de la integración de los procesos diagnósticos.
Las consideraciones sociales y económicas no deben estar ausentes en el momento de la
prescripción, pero ni pueden, ni deben ser las primeras consideraciones, como tampoco lo
puede ser la novedad del recurso. La prescripción debe ser un acto razonado, en donde se
valoren los riesgos y los beneficios, de una manera informada y consciente.
Referencias Bibliográficas:
o Baucus, Max (2002). “Doha y más allá: la función del Congreso en una nueva ronda de
comercio”.