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Campaña admirable

Antecedentes:

Tras la Capitulación de San Mateo, que dio fin a la Primera República de Venezuela, gran
número de jefes políticos y militares de la república migraron al exterior, huyendo de las
represalias del jefe realista Domingo Monteverde: algunos se refugiaron en las Antillas y otros
en la cercana Nueva Granada, donde la poca acción realista no había afectado grandemente la
seguridad de la República, a pesar de que existían grandes divisiones entre las provincias. A
Nueva Granada fueron Simón Bolívar y José Félix Ribas, entre otros. Los militares venezolanos
pronto fueron enrolados en los ejércitos neogranadinos; Bolívar liberó el río Magdalena y llegó
hasta Ocaña, ciudad que también tomó. Con ello se habían abierto las comunicaciones con
Venezuela, alentando a Bolívar y a muchos de los venezolanos, quienes deseaban invadir por el
occidente. Desde Caracas, Monteverde movilizó sus fuerzas hacia la frontera con Nueva
Granada, pues planeaba invadir el Virreinato y someter a los rebeldes, concentrando al ejército
realista en San Carlos. Alarmado, el Congreso de Tunja decidió apoyar a los oficiales
venezolanos en su expedición contra Monteverde, proporcionando a Bolívar armas, dinero y
oficiales granadinos. El ejército, ya organizado con Bolívar como jefe, se dividió en dos
columnas, comandadas por los coroneles Ribas y Girardot, quienes partieron de Ocaña el 16 de
febrero hacia Cúcuta. El libertador murió en Colombia.

El plan inicial de Bolívar para la ejecución de dicha campaña, consistía en el despliegue sobre el
territorio venezolano de una ofensiva en 2 direcciones: una columna dirigida por Ribas debía
seguir por San Cristóbal-Selva de San Camilo-Barinas y después de libertar esta provincia se
reuniría con el grueso de las tropas en Guanare o en Araure; esta columna tenía además la misión
de conseguir en la provincia de Barinas, ganado y dinero para las fuerzas patriotas. La columna
de Bolívar, marcharía por la dirección de San Cristóbal-La Grita-Mérida-Trujillo. Para apoyar
esta estrategia operacional, el jefe republicano había adelantado al coronel Ribas hasta San
Cristóbal con tropas de Cundinamarca y algunas de Cartagena. No obstante, Bolívar tuvo que
desechar este plan, pues sólo tenía autorización de llevar sus fuerzas hasta Trujillo. En virtud de
lo anterior, el 17 de mayo llegó Bolívar a La Grita con el grueso de sus tropas y el 19 continuó
hacia Mérida, a donde arribó el 23 de mayo; encontrándose allí la vanguardia y las tropas que le
habían precedido. En esta ciudad recibió Bolívar importante ayuda en dinero y suministros de
todo género y la incorporación de 500 hombres. Durante su permanencia en Mérida, Bolívar se
puso al tanto de la ubicación y magnitud de las fuerzas realistas que operaban en Barinas y
Trujillo, comprendiendo que debía actuar con rapidez a fin de evitar la reunión y fortalecimiento
de las fuerzas españolas. En consecuencia, ordenó a la vanguardia comandada por Atanasio
Girardot que llevase a cabo la limpieza de la provincia de Trujillo. Para esto contaba Girardot
con los batallones 2°, 4° y 5° de la Unión y algunos efectivos de artillería y caballería; que en
total sumaban 488 combatientes.

La descubierta dirigida por el capitán Hermógenes Maza, la avanzada por el capitán José María
Ricaurte, avanzaron en la dirección Mendoza-Betijoque, en tanto que el capitán Manuel
Gorgorza, con un pequeño destacamento, marchó hacia Niquitao, por la vía de Las Piedras. En
síntesis, todas estas fuerzas tenían como objetivo fundamental, reunirse en Trujillo con las tropas
de Girardot. Paralelo al despliegue de la vanguardia, la retaguardia, bajo el mando del coronel
José Felix Ribas emprendía su marcha desde San Cristóbal reagrupando a todos los soldados que
habían quedado dispersos o retardados. El 3 de junio, en la tarde, los capitanes D'Elhuyar y Maza
dispersaron una fuerza de 50 hombres y luego desalojaron al coronel Ramón Correa de la
posición de Ponomesa (Edo Trujillo) en la cual el jefe realista tenía 200 hombres. Este triunfo
permitió a Girardot la ocupación de Trujillo el 9 de junio, donde Bolívar dictó días después, el 15
de junio de 1813, el célebre Decreto de Guerra a Muerte.

Posteriormente, ante el repliegue del jefe realista Manuel Cañas a Carache, Girardot se dirigió
hacia esa localidad con sus fuerzas el 17 de junio, en horas de la tarde. En horas de la noche, el
jefe realista abandonó la línea que ocupaba y llevó sus hombres a las alturas de Agua de Obispos.
El 18 de junio se produjo el enfrentamiento entre las fuerzas de Girardot y Cañas, resultando el
triunfo del jefe patriota y eliminándose las tropas que podían entorpecer el avance de Bolívar,
quien había llegado a la ciudad de Trujillo el 14 de junio, desde donde ordenó Ribas que
marchase lo más rápidamente de Mérida en dirección de Boconó, con el objeto de facilitar el
factor sorpresa. Mientras tanto a Girardot se le ordenó a replegarse sobre Trujillo.

El 28 de junio salió Bolívar de Trujillo en dirección a Barinas, donde el jefe realista Antonio
Tíscar tenía una fuerza cercana a los 2000 hombres. El 1 de julio hizo su entrada en Guanare,
ciudad que había sido abandonada por los relistas al tener conocimiento del avance de las fuerzas
de Bolívar. Días después, el 6 de julio ocupó Bolívar la ciudad de Barinas sin ningún tipo de
resistencia, ya que Tíscar se había retirado a Guayana, por la vía de Nutrias. A la vez que Bolívar
efectuaba su movimiento sobre Barinas, el coronel Ribas derrotaba al coronel José Martí en la
batalla de Niquitao, el 2 de julio; evitando que dicho jefe realista quien había salido de Barinas a
Niquitao, atacara la retaguardia de Bolívar. Liberada la provincia de Barinas de las fuerzas
relistas, Bolívar ordenó el regreso a ésta de Girardot, quien había sido enviado en persecución de
Tíscar, para luego enviarlo a Guanare. Por su parte, Ribas tuvo la misión de marchar sobre El
Tocuyo y Barquisimeto, con el objeto de enfrentar un contingente realista que avanzaba en esa
dirección. El 18 de julio tomó posesión de El Tocuyo y 2 días después siguió a Barquisimeto,
donde derrotó el 22 de julio al coronel José Oberto, en la llanura de Los Horcones. El 26 de julio
llegó Bolívar a San Carlos procedente de Guanare. El coronel realista Julián Izquierdo
comandante de las fuerzas que guarnecían esta ciudad, al tener conocimiento del avance de
Bolívar y de la derrota de Oberto en Los Horcones, decidió replegar sus tropas hacia Valencia, lo
que sin embargo fue impedido por una contraorden de Domingo Monteverde, quien le ordenó
regresar a San Carlos.

El 29 de julio Bolívar fue informado de la presencia del coronel Izquierdo en Tinaquillo, ante lo
cual se puso inmediatamente en marcha hacia ese lugar. En la mañana del 31 de julio se encontró
con la vanguardia enemiga en la sabana de Pegones. Ante esta situación, Izquierdo ejecutó un
movimiento retrógrado y se replegó en la sabana de Taguanes. Hacia este lugar enfiló Bolívar su
ataque con su infantería al frente y la caballería en el ala derecha, con la cual hizo un
desbordamiento del flanco izquierdo realista. En una maniobra desesperada que buscaba
neutralizar el ataque de las fuerzas de Bolívar, Izquierdo emprendió la retirada, pero durante la
ejecución de la misma fue derrotado por los republicanos. La victoria de Taguanes dejó expedito
a Bolívar el avance hacia Valencia, pues Monteverde se había retirado de Puerto Cabello al
enterarse en la sabana de Carabobo, del fracaso de Izquierdo. El 2 de agosto entró el brigadier
Bolívar a Valencia, mientras que el coronel Ribas había quedado en San Carlos como
comandante de dicha plaza. Días después siguió Bolívar hacia Caracas, hallándose el día 4 en La
Victoria, donde aceptó la capitulación que le propuso el gobierno español. Finalmente, el 6 de
agosto de 1813 entró triunfalmente a Caracas el pequeño ejército mandado por el brigadier
Simón Bolívar; había culminado exitosamente la Campaña Admirable y comenzado la gloria
para Bolívar.
La emigración al oriente.
La Emigración a Oriente fue un episodio de la guerra de independencia de Venezuela en el que
los patriotas venezolanos tuvieron que huir de la capital, Caracas hacia el oriente del país tras ser
derrotados en la batalla de La Puerta.

La Segunda República de Venezuela instaurada tras el éxito de la Campaña Admirable en 1813


había tenido una vida difícil producto de los constantes combates con los realistas quienes se
mantenían en el sur y centro del país y contaban con un gran apoyo entre las masas populares.
Uno de estos caudillos, José Tomás Boves seria el que traería abajo la República venezolana.

El año de 1814 sería conocido como el "año terrible" en Venezuela. Desde enero hasta diciembre
se suceden un sincesar de batallas y campañas militares que progresivamente van reduciendo el
territorio en poder de la República, hasta que el 15 de junio, la aplastante victoria realista en la
Segunda Batalla de La Puerta entrega a Boves los valles de Aragua y abre el camino a Caracas.

Boves tras dirigirse primero a Valencia y tomar dicha ciudad se encamina Caracas. Bolívar tras
haber pensado inicialmente resistir hasta la muerte en las defensas de la ciudad cambia de
parecer por lo escaso de su tropa y decide marchar hacia el oriente del país donde unira fuerzas
con los patriotas orientales.

El 7 de julio de 1814 se inicia la retirada. A los escasos 1.200 soldados que Bolívar tenía tras las
batallas de ese año se sumaron 20.000 civiles habitantes de Caracas quienes tomaron lo que
pudieron y se fueron igualmente a oriente, aterrados por las noticias de las crueldades de los
realistas. Bolívar marchaba a la retaguardia con los soldados para proteger a los civiles.

El mismo 7 de julio por la tarde entraron los españoles en Caracas proclamando degüello general
contra los blancos. Francisco Tomás Morales fue comisionado por Boves para perseguir a los
venezolanos y destruirlos. Al anochecer de ese día, los emigrados llegan a Guarenas donde
pernoctan. Apenas despunta el alba siguen su marcha. Pasan por Guatire y luego por Araira el
día 8 de julio. Los emigrados llegaron a Barcelona alrededor del 27 de julio. Muchos siguieron
hasta Cumaná, otros se internaron en los llanos, y otros tomaron, en Barcelona y en Cumaná,
embarcaciones que los llevaron hacia las antillas. Se estima que murieron unas dos mil personas
en el trayecto, víctimas de fieras, mordeduras de serpientes y la inclemencia de otros elementos
naturales. Entre los personajes ilustres que iban en la emigración, aparte del Libertador, se
cuentan: Eulalia Buroz, Luisa Cáceres de Arismendi.

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