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MI VIVIR COMO DOCENTE

Elaborado por: ING. JORGE ALEXANDER RAMÍREZ RODRÍGUEZ

DOCENTE EN MATEMÁTICAS E INFORMÁTICA

I.E.D. MIGUEL SAMPER AGUDELO – GUADUAS, CUNDINAMARCA-

Mi nombre es Jorge Alexander Ramírez Rodríguez, soy Ingeniero de Sistemas y


desde el año 2006 ejerzo el oficio de Docente. Antes de ingresar al servicio
docente, tenía el concepto que tiene la mayoría de la gente sobre nuestro trabajo,
el cual está un poco desenfocado de la realidad. Pensaba que el ser docente era
una tarea fácil y excelentemente remunerada, que los profesores solo tenía que
repetir lo que sabían todos los días, sin importar que pasara con el estudiante y
que tenían muchos tiempos de descanso.

Pocos días después de empezar a a trabajar me doy cuenta de muchas cosas. En


el Instituto Educativo El Pozo Petrolero de Trinidad Casanare, se vive con muchas
problemáticas sociales y académicas con las cuales el docente debe llevar a cabo
su labor y muchas de las veces solucionar esas problemáticas. Este colegio por
ser un colegio rural tiene deficiencias de energía eléctrica, en ese momento mi
carga académica era de informática y tecnología, por esto empecé a tener
problemas, ya que mis clases las preparaba sujetos al computador, en donde
tacaba tener dos planes de trabajo, uno con el ordenador y otro en la parte teórica.
Esto conlleva a doble trabajo, que antes no comprendía y era la preparación de
clase. El docente por más que sepa el tema que va a guiar, no puede ingresar al
salón a improvisar. Ose que solo con este suceso, comprendí que ya no se tenía
tanto tiempo libre como lo pensaba.

En el transcurso de las clases empiezo a ver el comportamiento de algunos


jóvenes los cuales son los que interrumpen clase y molestan a los demás
compañero, he hay otra cosa con la que yo no contaba, tener que lidiar con las
personalidades de tan variadas formas, lo cual empieza a chocar y empieza uno
como docente a errar. ¿Por qué a errar?, porque uno piensa que la única forma de
controlar estos jóvenes es reprimiendo disciplinariamente, y comienza la pelea en
clase, de cállese, siéntese, quédese quieto, no hable, etc.

En la zona en la cual trabaja se había vivido un régimen de violencia por parte de


la guerrilla y los paramilitares, y el 90% de los estudiantes por lo menos tenía un
familiar muerto por estas causas, o tenia vinculo con alguno de los dos grupos,
especialmente con los paramilitares. Lo cual genera un ambiente tenso de trabajo,
ya que uno era el recién llegado a la región, no conocía a las personas ni sus
orígenes y esto crea cierta zozobra. Muchos de estos jóvenes tienen traumas
psicológicos por esta violencia y estos traumas los llevan a comportase de ciertas
formas o de solucionar sus problemas de forma violenta.

En la parte de trabajo, también me pude dar cuenta que el gremio es difícil de


llevar o de tratar, no porque sean malas personas, sino porque al haber tantos
conocimientos dentro de un mismo ámbito, cada uno quiere contextualizarlo a su
área, y la aptitud al cambio en cualquiera de sus formas es tomado como un
atropello, esto no lo digo por 100% de docente, si no por una minoría que puede
ser el 10% o 20%, pero estas personas se hacen sentir y crean también
malestares en la labor.

Después de un tiempo soy nombrado coordinador y esto me lleva a un escalón


mas arriba de lo que estaba, y esto me sirve para ver también el nivel
administrativo y como se observa desde allí el comportamiento del colegio. Esto
me sirve para entender más a los estudiantes, entender más algunos docentes,
desmentir a otros y no tener en cuenta a otros por sus percepciones. Es un
cambio total de perspectiva y de trabajo, un cambio de mundo en el mismo
mundo.

Y aparte de todo lo anterior se ve la presión política del los colegios públicos en


donde muchas de las decisiones que se toman es por conveniencia política y no
pedagógica, en donde un docente o estudiante es reubicado por favor político y
otros que son sostenidos sin importar su labor también por el mismo estamento
político y burocrático.
Estos son los contextos que tuve que vivir en mi primer año de docente, luego se
siguen presentando estas situaciones, pero ya uno sabe cómo abordarlas y
tomarlas en cuenta o no.

Actualmente laboro en Instituto Educativo Departamental Miguel Samper Agudelo


de Guaduas Cundinamarca. En donde se viven las mismas experiencias del
anterior pero cambian muchas cosas.

En este colegio se trabaja con todas las clases sociales de estudiantes y esto
muestra cómo influye el modo de vida en los jóvenes y su parte académica. Con
respecto a esto, mi discurso o mi posición es que todos valen lo mismo y todos
deben saber lo mismo en un instante dado, la persona en si debe ser la que
decide como utilizar ese conocimiento. Si ponemos a dos muchachos con los
mimos conocimientos y la misma situación, cada uno toma una alternativa, yo
como docente les doy una guía o una directriz tratando de ser lo más objetivo
posible, sin tomar partido dicho de otra forma. El estudiante decide si tomar el
camino que le indico o tomar otro, el mismo se está labrando su destino.

Encontramos en esta sociedad mucho joven o niño abandonado a si viva con sus
padres, ya que en la actualidad se preocupan más por el trabajo y comprar cosas
que por velar por el bienestar de sus hijos, padres que no les interesa ver como
esta académicamente su hijo, si no tener el reporte de notas o certificación
académica para para poder cobrar Familias en Acción. Otros hogares que no les
importa que haga su hijo porque son permisivos con ellos, o como los mismos
padres lo expresan “no sé qué hacer con él” o “se me salió de las manos”. Con
respecto a estos jóvenes, personalmente trato de acercarme a ellos y darles
consejos, algunos han sido muy atentos a las cosas que se les dicen y tratan de
cambiar, otros le llevan la idea a uno por el momento, y otros que no les importa
nada. Yo quedo satisfecho que de 5 estudiantes a los que yo les hable, uno
endurezca el camino.

Hablo mucho sobre la vida fuera del colegio, creo que estoy tratando de educar
jóvenes para enfrentar la vida, para que se valgan por sí mismo y para
concientizar que la vida fuera del colegio no es fácil. No me importa utilizar mis
dos horas de matemáticas con grado séptimo o mi hora de física con grado
undécimo, hablando sobre la vida, y no darles el tema de movimiento armónico
simple, estoy ayudando a formar seres pensante y los quiero útiles para la
sociedad empezando por su comportamiento social.

Las incomprensiones de la labor docente no vienen directamente de los


estudiantes, con ellos no me siento incomprendido, si no muchas veces me siento
decepcionado y un poco desmotivado, ya que trato de dar mi mejor esfuerzo para
beneficio de ellos. La incomprensión viene de parte de los padres y directivos de la
institución, en donde el padre de familia juzga al profesor sin mirar en que está
colaborando en casa. Y la parte administrativa es juzgando al docente por
estadística y resultados y no por su empeño y labor diaria.

Si un estudiante pasa, el padre de familia dice “mi hijo es muy inteligente”, pero si
pierde “el profesor es un incompetente”. Los directivos afirman “es que debemos
ser flexibles dar oportunidades, paro en que sea avanzado en el programa, esta
atrasado debemos cumplir planes de estudio”, donde está la coherencia de los
administrativos. Siempre el profesor es el juzgado, y eso sin mirara que pasa
cuando llegan sus famosas pruebas SABER, y donde no se tenga los resultados
deseados, el docente es el responsable, pero nunca el estudiante que no puso de
su parte en todo el proceso formativo.

En conclusión la profesión docente hayamos llegado de la forma que hayamos


llegado, deber ser tomada como una vocación, un trabajo social y seamos
sinceros y francos, sin ningún reconocimiento real, ni siquiera de nuestra propia
parte.

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