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INTRODUCCION.

CONCEPTO DE PSICOLOGIA CLINICA Y CAMPO


DE APLICACIÓN.

A) CONCEPTO DE PSICOLOGIA CLINICA Y CAMPO


PROFESIONAL DEL PSICOLOGO.
La del psicólogo es una profesión que, en la actualidad, esta naciendo.
Todavía hay mucha gente, muchísima que piensa que lo único que el
psicólogo puede hacer es enseñar psicología.

Pero el hecho real es que, con o sin reglamentación oficial de sus


derechos y funciones, con o sin reconocimiento oficial de la de psicólogo
como profesión, cada día es mayor el número de los que, en todos los
países. La ejercen en campos distintos del de la docencia. Y el que esto
ocurra, no se debe a capricho o inmoralidad de los que hacen la psicología
su profesión; si no a tácito reconocimiento oficial de que los psicólogos son
necesarios.

La psicología clínica es una forma de psicología individual y como tal, su


objeto es conocer, no la vida psíquica en general, (sus principios, leyes y
fenómenos en lo que estos tienen de manifestación común a grupos más o
menos grandes de individuos); sino las peculiaridades de la evolución y
comportamiento individuales.

El interés del clínico se centra en descubrir y describir para evitarlo,


corregirlo o compensarlo. Lo que en el comportamiento humano haya de
anormal y excepcional, si tales aspectos suponen mengua de salud o de
rendimiento. Por ello la clínica dirige su atención al estudio individual, ya sea
que le interese el individuo como organismo, como psiquismo, o, como
afortunadamente empieza a interesarle, como persona.

Así pues, podemos señalar como primera característica de la Psicología


Clínica ésta: es una forma de psicología individual.

Pero, no toda forma de psicología individual, es Psicología Clínica. No


siempre que buscamos diferencias individuales estamos haciendo Psicología
Clínica. A la afirmación de que la Psicología Clínica es una forma de
Psicología individual, es preciso añadir que: el psicólogo clínico, estudie
sanos o enfermos, tiene siempre como objetivo o preocupación, la
salud mental.

La Psicología Clínica es necesariamente antropológica e individual.


Es decir, su objeto es el estudio de las peculiaridades individualidades de la
lucha intrapsíquica entre las pautas reacciónales derivadas de los factores
endógenos (disposición), y las derivadas de los exógenos (ambiente) y
consecuentemente, el análisis de las formas de conducta resultantes. Todo
ello envista de cooperar en la vigilancia, mantenimiento o recuperación de la
salud mental, o en su defecto, para ayudar al sujeto en su esfuerzo de
compensación o aceptación del déficit funcional derivado con carácter de
irreversible, de enfermedad, anomalía o accidente.

La Psicología Clínica, extiende sus campos de acción a la Higiene Mental.


Y en ella realiza un nuevo encuentro: clínicas de orientación para el manejo
del niño y para adolescentes y adultos, centros de higiene materno-infantil,
son terrenos en los que la Psicología Clínica funde sus objetivos y técnicas
con la Psiquiatría y con el resto de las especialidades médicas. La
Psicología Clínica, se aproxima más y más a la Medicina interna.

Las técnicas de investigación psicológicas surgieron antes en los


hospitales psiquiátricos que en los centros de salud. En la mayoría de los
países, los psicólogos clínicos han empezado a trabajar como colaboradores
de los psiquiatras y educadores en los manicomios, centros de rehabilitación
para niños con deficiencias mentales y en los que se consagran a niños y
adolescentes con graves trastornos de conducta.

La Psicología Clínica, estudia a cada individuo como unidad


somatopsíquica y social que funciona impulsada por estímulos internos y
excitada por los agentes del mundo exterior (principalmente social), no solo
en lo que este tiene de constelación más o menos permanente y general;
sino como situación. Es decir, como conjunto de factores ambientales que
constituyen su mundo individual en un momento dado.

La Psicología Clínica no es ciencia pura, sino ciencia de aplicación. No


aspira solamente al conocimiento. Su finalidad no es sólo informativa, sino
normativa. Diagnostica, describe, adelanta pronósticos; pero sobre todo,
aspira a conducir.

La misión específica del psicólogo clínico es: la descripción del enfermo


y de su enfermedad; y consecuentemente un intento de modificación de
los fenómenos patológicos que descubre.

La actividad del psicólogo clínico se caracteriza por el criterio


metodológico y las técnicas que emplea.
Cuando un psicólogo emplea las técnicas y criterios que llamamos
"método clínico", (tests, cuestionarios, entrevistas) los mecanismos mentales,
sean normales, anormales o patológicos, aparecen con aspectos que otros
modos de investigación clínica no descubren, y al aplicar sus técnicas
específicas de corrección, (psicoterapia) consigue efectos peculiares sobre
los mismos. Y es en esta originalidad donde reside su utilidad profesional.

El método clínico no es una forma especial de observación,. Ni una


técnica experimental particular, sino una modalidad, un criterio de
observación y experimentación en vista a la consecución de los fines que a la
Psicología Clínica se asignan.

El psicólogo clínico se acerca a cada caso, por lo que al modo de


investigación se refiere, dispuesto a plegarse a las exigencias del momento;
y así observa directamente, (entrevista) o indirectamente, (encuesta) cuando
lo considera necesario; y recurre a la experimentación (aplicación de tests,
cuestionarios, etc.) si las circunstancias lo aconsejan y permiten.
Observación y experimentación se integran en una unidad de fines en el
método clínico.

El psicólogo clínico, necesita ser un gran improvisador; pues el aspecto


de la realidad a que se enfrenta, el comportamiento, varia constantemente y
es siempre nuevo.

Cada sesión psicoterápica cada momento de una entrevista, exigen de el


sagacidad para captar su significación y determinar hacia donde encaminar
los nuevos pasos; ductilidad para plegarse a las circunstancias del momento,
y elasticidad para adoptar actitudes y modos de conducta de los que
razonable y científicamente quepa esperar que en el sujeto provocarán las
reacciones que el clínico busca y espera.

No puede, si quiere hacer psicología clínica, ser el espectador pasivo de


las reacciones de un sujeto ante una situación standard, más que cuando
aplica un test.

Otra nota que caracteriza al psicólogo clínico, es la integración de la


observación con la experimentación. En este aspecto el criterio clínico
implica no tomar partido en pro ni en contra de alguno de los dos caminos en
exclusión del otro. Conducen al mismo fin complementándose, y cualquiera
de ellos es suficiente en psicología clínica.

La labor del psicólogo debe ser siempre una labor en equipo.

Su papel en los equipos clínicos dependerá más de la naturaleza del


problema que la clínica se plantee, y de su propia capacidad y madurez
como psicólogo clínico que de un fijo y previo patrón sobre la misión de la
Psicología Clínica dentro de las diversas especialidades.
Si queremos precisar las tareas del psicólogo clínico dentro del equipo
psiquiátrico, debemos distinguir las siguientes categorías de funciones
psiquiátricas: a) médicas, b) preventivas, c) terapeúticas, d) rehabilitatorias.

La situación del psicólogo clínico en los distintos países es diferente,


debido a su formación y al grado y modo de organización de la asistencia
psiquiátrica en cada país, en un momento dado.

Salvaguardando la independencia científica y profesional, el psicólogo


clínico debe saber integrarse en un equipo psiquiátrico, sin resistencia y si
sentimiento de inferioridad.

El psicólogo clínico, colabora o debe colaborar en el establecimiento del


diagnóstico, del pronóstico, y por tanto en el control del tratamiento, más no
en su determinación.

La acción del psicólogo clínico psicoterapeuta se limitara al empleo de las


técnicas psicológicas de corrección o curación estándole vedado el uso de
medios biológicos en tratamiento. El psiquiatra, como médico, sea quien
prescriba y supervise la acción del psicólogo psicoterapeuta, pues son
borrosas en la enfermedad las fronteras entre lo físico y lo mental.

En el establecimiento de un pronostico basado en la evaluación de sus


posibilidades de recuperación, en su capacidad de adaptación a las
circunstancias clínicas de la enfermedad y a las implicaciones sociales que
esta acarrea, y en la determinación de la posibilidad de un tratamiento,
indicando el tipo de psicoterapia que hay que enfocar y valorando los
progresos de la misma.

La colaboración del psicólogo en las tareas psicoterápicas no se limita a


la determinación de las posibilidades de un tratamiento de tal tipo, ni al
control de los progresos que el tratamiento procura al enfermo. Siendo estas
aportaciones de la Psicología Clínica a la Psicoterapia muy importantes, no
son las únicas ni, acaso, las principales. A continuación, se presentan
algunos ejemplos de los casos o las situaciones que se encomiendan al
psicólogo clínico:

A-1) PAPEL DEL PSICOLOGO CLINICO EN LA REHABILITACION DE


SUJETOS CON PROBLEMAS DE AUDICION Y LENGUAJE.

Todo trastorno de lenguaje es sintomático o causa de alteraciones que, si


bien pueden afectar directamente a determinado plano de la personalidad, de
modo indirecto rompen el equilibrio intrapsíquico del individuo y el de éste
con el ambiente, que es la esencia de la salud mental.
Todo fenómeno mental tiene sus concomitantes fisiológicos y nada pasa
en el soma que, de modo visible o no, deje de afectar a nuestro acontecer
psíquico. Lo que llamamos fenómenos mentales y los de la vida fisiológica
son dos aspectos de una misma realidad. Si queremos entender los
trastornos del lenguaje, debemos tener presente el punto de vista
fundamental de la Psicología Clínica, es decir, la unidad funcional
somatopsíquica del individuo y su simbiosis con el ambiente. Solo así
podremos acercarnos al conocimiento de lo que su trastorno lingüístico
significa.

Se hace indispensable el estudio del medio en el que tal individuo se


desenvuelve y que es factor importantísimo de su equilibrio vital. Son
muchas las anomalías lingüísticas que tienen como factor etiológico, principal
o coadyuvante, condiciones ambientales desfavorables, y el ejemplo más
llamativo es la tartamudez, disartria funcional que hemos de considerar
síntoma neurótico.

Quien padezca una anomalía lingüística debe ser considerado en


principio, no como un sujeto sano o normal con un síntoma aislado, sino
como un sujeto con un trastorno que seguramente repercute en otras esferas
o funciones de la personalidad o emana de la alteración de ellas; aunque
para nosotros, o para el sujeto, sea el trastorno del lenguaje el síntoma más
visible o importante. Es más, ocurre en muchos casos que la alteración en
esferas o funciones no lingüísticas es tan pequeña que en la práctica no
puede tomarse en cuenta por carecer de significación clínica.

Las consideraciones que anteceden obligan a diseñar un plan para el


diagnóstico y análisis de las alteraciones lingüísticas, que abarque los
aspectos somáticos, mentales, sociales y lingüísticos, y por ello la
cooperación de la Psicología Clínica en los Institutos para la corrección de
trastornos lingüísticos es indispensable.

Los trastornos lingüísticos centrales, los reproducidos por lesiones o


anomalías somáticas que, con o sin localización precisa, radican en el
sistema nervioso central, bien sea en el encéfalo, principalmente en los
hemisferios cerebrales, (disfasias) o en los sistemas piramidal o
extrapiramidal (disartias orgánicas centrales).

Para la diferenciación de las distintas formas de alteración lingüísticas se


requiere no solo el estudio audiológico, foniátrico y neurológico sino
específicamente el de las funciones mentales y lingüísticas. Estos dos, son
campos de acción del psicólogo clínico.

A-2. PSICOLOGIA CLINICA, PEDIATRIA Y GINECOLOGIA.

El niño, por su inmadurez y por su menor experiencia, tiene un más


exiguo repertorio de respuestas habituales, y por ello, es más plástico, como
conviene a su necesidad de una más activa asimiliación de formas de
comportamiento. El mundo del niño esta constituido por fuerzas mucho más
poderosas que la estructura de su personalidad, que se haya en fase activa y
expansiva de desarrollo.

Se han publicado cifras elevadas de retardo mental existente en nuestro


país entre la población infantil. El porcentaje de niños con retardo mental
bien definido, no es tan elevado, sino lo que existe es una gran masa de
niños que provienen de hogares con privación cultural que no les ha
permitido un desarrollo optimo de las arreas perceptivo-motrices y del
lenguaje, y esto a su vez ha interferido el desarrollo intelectual adecuado de
estos niños, siendo el fracaso escolar, así como la deserción escolar, una de
las consecuencias.

Se ha demostrado la eficacia de la estimulación para modificar, en sentido


positivo, la condición mental de sujetos deficientes mentales de los grados
ligero y limítrofe.

El desarrollo mental del niño, es a grandes rasgos, el estudio de la


pediatría.

Psicólogo clínico y pediatra han de trabajar juntos, pues aunque es


indispensable que el pediatra tenga amplia preparación psicológica, la
presencia del especialista es indispensable.

La Higiene Mental Infantil, es zona de contacto entre la Psiquiatría, la


Psicología Clínica y la Pediatría. La vigilancia del desarrollo del niño sano y
normal, en los centros de higiene materno-infantil, es un extenso campo para
el psicólogo clínico.

La psicología Clínica también se relaciona con la Ginecología y la


Obstetricia, puesto que la higiene mental del niño debe empezar con la de la
futura y actual madre.

Madres, futuras madres y en general los padres, necesitan del apoyo y


guía del psicólogo clínico como consejero.
La educación de la madre para el parto, exige del ginecólogo preparación
psicológica y colaboración con la Psicología Clínica y la Psiquiatría.

La higiene mental de la embarazada intenta cambiar la actitud de esta


hacia su estado, lo que supone, también, un cambio del ambiente familiar
hacia ella Dirigir esta tarea es labor del psicólogo clínico. Educación y
psicoterapia, se dan la mano.

Lo principal de la psicoterapia con niños, es la acción que va desde el


consejo y guía de naturaleza pedagógica a través de una psicoterapia
menor, hasta la terapia reconstructiva, cuando los síntomas que los niños
presentan sean, en realidad reflejos de trastornos de los padres, que no de
sus errores. Pero en muchos casos, el daño hecho al niño, habrá
cristalizado ya en estructuras de su personalidad que, un cambio de
comportamiento de las figuras adultas causantes, no podrá modificar.
Entonces, la acción específica de la psicoterapia sobre el niño, con técnicas
y profundidad condicionadas por su edad y nivel de desarrollo se hace
indispensable, y un psicólogo especializado en este tipo de trabajo es
profesional perfectamente idóneo para llevarlo a cabo.

A-3. PSICOLOGIA CLINICA Y PEDAGOGIA TERAPEUTICA.

La Psicología Clínica se preocupa por el aprendizaje y la formación de la


personalidad del alumno. La formación de la personalidad implica que ésta
adquiera y conserve un perfecto ajuste al ambiente, lo que es la esencia de
la salud mental. Esa es la relación que existe entre la Psicología Clínica y la
Psicología Educativa.

También coinciden en el campo de la pedagogía terapéutica; la educación


de los niños anormales y la de los deficientes mentales, exige su
identificación y la evaluación de sus posibilidades educativas. Identificarlos
como entidad clínica, fundamentar un pronóstico y establecer una terapia
física, psicológica y educativa, es función de un equipo médico, psicológico,
pedagógico y social.

Distinguir entre una deficiencia mental ligera y una neurosis que atenace y
estorbe el trabajo intelectual del que la sufre, o una deficiencia intelectual por
carencia o déficit de estimulación derivada de una desfavorable situación
socio-cultural, es a veces muy difícil y requiere toda la sagacidad técnica de
la Psiquiatría y la Psicología Clínica.

El diagnóstico diferencial, entre dislexia y oligofrenismo, requiere del


psicólogo clínico.

Por ser los oligofrénicos sujetos con déficit en las funciones intelectuales,
presentan necesariamente trastornos en el delicado engranaje entre las
funciones mentales jerárquicamente superiores y las inferiores. La
integración del plano afectivo-emocional con el cognoscitivo o intelectual, es
en ellos deficiente, con las características generales de la hipoevolución y
alteraciones cualitativas que se traducen en anomalías de la conducta que
para su corrección, exigen una descripción científica y la aplicación de
procedimientos de Pedagogía Especial y Psicoterapia. Esta labor, la dirige el
Psicólogo Clínico.

A-4. PSICOLOGIA CLINICA E INVESTIGACION CIENTIFICA.

Son los puntos de vista y técnicas de exploración de la Psicología Clínica


eficaces instrumentos para la investigación científica.
La terapéutica química o quirúrgica sirve de comprobación o de detector
de aspectos de la vida psíquica que de otro modo quedarían ignorados.

La Psicología Clínica suministra técnicas de control del efecto que los


diferentes agentes físicos y químicos empleados por la medicina producen, y
de este modo, presta a la investigación, médica un notable servicio, así como
ventajas a la investigación psicológica.

La profesión del psicólogo clínico se ocupa de los problemas psicológicos


de diagnóstico, tratamiento y prevención de enfermedades mentales y
perturbaciones emocionales y de la personalidad. Dirige exámenes
psicológicos, recomienda planes de corrección, y se relaciona y colabora en
equipo con profesionales de otras ramas de la psicología.

Puede denominarse, según la especialidad en que trabaja: psicólogo de la


infancia, criminalista, etc. Puede actuar de educador preparar publicaciones
técnicas y desempeñar funciones administrativas.

B) EL METODO CLINICO.
Las insuficiencias del método experimental, especialmente tal como era
practicado en los laboratorios de psicología entre fines del siglo XIX y
comienzos del XX, inclinaron a muchos psicólogos al empleo de un método
de enfoque opuesto, que en lugar de tender primordialmente al empleo de un
enunciado de leyes generales permitiese aprehender en su singularidad las
peculiaridades de un organismo individual. Tal es la característica
fundamental del método clínico. Derivado de la atención a los enfermos se
aplica a la consideración pormenorizada y prolongada de casos y situaciones
individuales, en las condiciones reales en que se verifican, y con la intención
de prestar ayuda.

Entre las técnicas utilizadas en el método clínico, la más importante es la


entrevista, cuando se trata de aplicar el método clínico a individuos, y a ésta
se agregan la anamnesis, la observación del comportamiento en situaciones
familiares, de trabajo u otras, el examen de productos de la actividad del
sujeto, -cartas, dibujos, objetos diversos, tipo de escritura (examen
grafológico), etc. En cuanto a los tests y a los cuestionarios, ya indicamos
que aunque consisten en un procedimiento experimental, al someter
deliberadamente a los examinados a estímulos determinados en lugar de
observarlos en sus circunstancias comunes, su aplicación constituye a la vez
una técnica clínica destinada a observar (y eventualmente a corregir)
situaciones individuales. Existen asimismo técnicas de comparación de
semejanzas y diferencias en el comportamiento según las diversidades de
edad, sexo, condición cultural, etc., así como estudios longitudinales (esto
es, evolutivos) para un mismo sujeto o grupo, y estudios transversales o de
grupos paralelos, en los que se investiga comparativamente una determinada
función o fenómeno.

C). LA ENTREVISTA PSICOLOGICA.


Configura una situación interpersonal en que, a través de las estructuras
de comportamiento que manifiesta el entrevistado en relación con el
entrevistador, éste toma conocimiento de rasgos característicos de su
personalidad, de aspectos de su problemática vital y de los conflictos que
pueda estar atravesado.

Las entrevistas pueden ser cerradas, tipo cuestionario, y abiertas, en las


que el entrevistador formula libremente sus preguntas según como se va
desarrollando la situación, en lugar de ajustarse a un ordenamiento previo.

No sólo las respuestas dadas revisten la importancia para el diagnóstico


psicológico, sino también la actitud general del entrevistado, esto es, los
aspectos averbales de la comunicación que establece.

La ansiedad surge inevitablemente en el curso de la entrevista, cada vez


que alguna pregunta, o las mismas asociaciones del entrevistado, tocan
alguna zona sensible, esto es, cuando se siente alguna amenaza contra la
autoestima o contra la estima ajena.

Reconocer la presencia de la ansiedad, explorar los orígenes y entender


su significado es uno de los más fecundos recursos para la comprensión
psicológica.

Uno de los más importantes requisitos para ser un eficiente entrevistador


es reconocer y controlar la propia ansiedad, para que no deforme el juicio
profesional.

Las entrevistas operativas, que son a la vez de índole diagnóstica y


aisistencial, pues obedecen a la finalidad de resolver con urgencia un
problema delimitado, pero esclarecer psicológicamente una situación dada, a
veces puede modificar actitudes más generales.

La entrevista ofrece la gran ventaja de observar de modo directo.

Sin embargo, conviene completarla con otros medios, de los cuales los
más comúnmente empleados son los tests y las anamnesis.

La anamnesis consiste en la recolección de datos sobre la historia de vida


de una persona, suministrados por este mismo o por personas allegadas,
como ocurre en el caso de niños, de enfermos mentales, o en algunos otros
casos particulares.
En tanto que a través de la anamnesis se obtiene una información de
segunda mano, cabría decir, sobre todos estos puntos, en la entrevista
psicológica bien llevada muchos de ellos afloran de modo espontáneo en el
curso del proceso, que no es más, en realidad, que una de las tantas
situaciones vitales por las que el entrevistado debe pasar y en la cual se
comporta, en consecuencia, como persona que es.

Dentro de la psicología clínica, se siguen diversas corrientes


psicológicas, dependiendo de la ideología del terapeuta. En este trabajo,
explicaremos, además de las características de la psicología clínica, cuales
son las carácterísticas de una corriente en partícular: LA CORRIENTE
HUMANISTA.

Humanismo es el nombre con el que se le conoce al movimiento originado


en Italia en la segunda mitad del siglo XIV, al comenzar el renacimiento. En
el se propiciaba el estudio de los escritores antiguos, griegos y latinos, y un
abandono de la filosofía medieval, a la que poco interesaban los problemas
humanos terrenales.
A través de un estudio severo de la literatura clásica, se intentaba
devolver al hombre su independencia y su amor a la vida terrenal,
aparentemente perdidos. Los defensores contemporáneos de las formas
populares de gobierno y del progreso social e individual son continuadores
de este movimiento renacentista. Los primeros humanistas aparecieron, sin
duda, en Grecia. Ya en el siglo V antes de Jesucristo, el filósofo griego
Protágoras había dicho que EL HOMBRE ES LA MEDIDA DE TODAS LAS
COSAS, y Sócrates abandono el estudio de la naturaleza, tema común
hasta entonces de la filosofía griega, para dedicarse exclusivamente al
estudio del hombre.

Algunos escritores franceses identificaron al humanismo con el


Renacimiento; además, preconizaban una vuelta a la sabiduría y a las
ciencias griegas y latinas. Ello no implicaba, sin embargo, el abandono de
la fe cristiana.

El concepto del hombre que tiene la filosofía humanista se enfoca a


lo que distingue mejor al hombre, la libertad, la creatividad, los valores, el
amor, actuar con un propósito y dirigirse hacia una meta, el sentido de la
vida, del sufrimiento y de la misma muerte.
CAPITULO I.

CORRIENTES HISTORICAS.

1.1. ORIGENES DE LA PRACTICA DE LA PSICOLOGIA


CLINICA.
Las raíces principales de la psicología clínica se sumergen en dos
campos de estudio. El primero es el estudio de la conducta anormal, incluso
el retraso y la debilidad mentales. Más tarde, en el siglo XVIII, algunos
médicos se interesaron por el comportamiento anormal que consideraron,
por primera vez desde Hipócrates y Galeno, como enfermedad y no como el
resultado de una posesión diabólica, maleficios de brujas u otras causas
místicas. El siglo XIX vio el principio de algunos intentos de clasificar estos
desórdenes y, al menos en Francia, de rudos intentos de tratamiento. A
pesar de que algunos psicólogos tuvieron que ver en estos intentos
tempraneros por descubrir la patología mental, muchos de los que tomaban
parte en ellos tenían la preparación del médico. Médicos franceses y
alemanes como Luis Rostan, Jean Charcot, Emil Kraepelin y Ernst
Kretschmer, y psicólogos, como Pierre Janet, iniciaron el proceso de
descubrimiento de los desórdenes específicos como fenómenos naturales y
trataron de encontrar la etiología de estas anormalidades mentales. Charcot,
Janet e Hippolyte Bernheim empezaron a tratar "histéricas"(personas con
serios males físicos sin patología orgánica aparente) mediante la hipnosis.
En los Estados Unidos, el interés por los niños con alguna incapacidad o
perturbación emocional llevó a Lightner Witmer a establecer la primera
clínica psicológica en 1896 en la Universidad de Pennsylvania. Por el mismo
tiempo, William James, psicólogo y filósofo, hizo perdurables contribuciones
en los campos de la personalidad normal y de la psicología anormal.

En otro campo general que alimentó a la psicología clínica fue el estudio


de las diferencias individuales. La primera gran figura en este campo fue un
inglés llamado Francis Galtón. Era un científico cuyos intereses abarcaban
muchos terrenos. Al rededor de 1880 sus estudios sobre las diferencias
individuales, en particular de grandes hombres, establecieron un campo de
investigación que ha tenido gran importancia desde entonces en la psicología
norteamericana. Poco después de Galton, un psicólogo norteamericano,
James Mckeen Catell, interesado por las diferencias individuales, público n
artículo importante en 1890 titulado "Medidas y pruebas mentales". Mediante
este trabajo y los de sus seguidores, el desarrollo de las pruebas
psicológicas llegó a ser uno de los aspectos más importantes de la psicología
norteamericana.

La confección de las pruebas, sin embargo, no quedo confinada en


América. En Francia, en 1905, Alfred Binet y Theóphile Simon publicaron
una prueba muy extensa para medir la habilidad de los escolares. A petición
de las autoridades escolares francesas, se hizo una prueba específicamente
planeada para diagnosticar a aquellos individuos con un retraso mental
suficiente para incapacitarlos de beneficiarse con la instrucción general de la
escuela. Esta prueba señalo el principio del uso de los instrumentos
psicológicos objetivos para diagnosticar la anormalidad mental. Se le conoce
originalmente como Escala de Inteligencia DE Binet-Simon, fue revisada
varias veces y es aún la prueba de uso fundamental en Norteamérica para
valuar la inteligencia de los niños. De ordinario, se le denomina "Prueba de
Inteligencia de Stanford-Binet Revisada".

1.2 TENDENCIAS GENERALES EN LA PSICOLOGIA


CLINICA MODERNA.
Antes de la segunda Guerra Mundial, la mayor parte de los psicólogos
clínicos se dedicaron, sobre todo, a los problemas de niños. Para ello
establecieron clínicas universitarias, clínicas públicas, clínicas móviles
administradas por los Ministerios de Salubridad y Educación, instituciones
para débiles mentales, clínicas para inválidos, clínicas para patología del
lenguaje e instituciones para niños delincuentes. Su tarea principal consistía
en administrar pruebas psicológicas relacionadas con la capacidad
intelectual y el éxito escolar, con aptitudes específicas (para la mecánica y la
música) e incapacidad específica (deficiencias en el lenguaje, memoria,
percepción acústica y visual).

Junto con los datos recopilados mediante estas pruebas, se obtenía un


estudio del caso, ya sea hecho directamente por el psicólogo clínico o
basado en la información proporcionada por los trabajadores sociales o por
los maestros. Los hechos reunidos eran aprovechables de ordinario
básicamente para hacer recomendaciones a los maestros, padres y
terapeutas encargados de realizar un entrenamiento específico de los
deficientes (profesores para la corrección del lenguaje, para sordos, ciegos,
etc). También hacían sus recomendaciones a los médicos, autoridades,
instituciones juveniles, juzgados y otras instituciones sociales.

La preparación universitaria de estos psicólogos clínicos, enfocada


directamente a su trabajo clínico, consistía, por lo general, en un curso sobre
la aplicación de la prueba Stanford.-Binet, un curso de pruebas colectivas,
otro de psicología anormal y, quizá, uno de psicología infantil o evolutiva.
Casi toda la preparación tenía lugar en el sitio de trabajo como en un campo
de experimentación. En muy pocos casos existían auténticos internados,
como en el Hospital Estatal de Worcester descrito por David Shakow en
1938.

En contadas ocasiones, los psicólogos clínicos realizaban una terapia


personal en forma prolongada. Cuando se daba psicoterapia, por lo general
solo en clínicas públicas, se usaba el método fundado en las descripciones
de la terapia de juego desarrollada por Anna Freud y Melanie Klein, quienes
aplicaban los métodos psicoanalíticos de Sigmund Freud. Ocasionalmente
los psicólogos clínicos que trabajaban con adolescentes delincuentes o
personas que sufrían de trastornos e el lenguaje, en especial tartamudos,
desarrollaban una especie de terapia de sentido común.

El trabajo con adultos era notablemente menos frecuente que el trabajo con
niños. En primer lugar, los psicólogos clínicos que trabajaban con adultos
tenían un puesto en una institución pública, por lo común dentro de un
manicomio, en donde su labor fundamental consistía en administrar pruebas
que ayudasen a los psiquiatras a establecer su diagnóstico. También podían
conseguir empleo en las cárceles, donde los psicólogos aplicaban pruebas
de inteligencia para intentar precisar que reclusos eran enfermos mentales, y
administraban pruebas especiales que ayudasen a colocar a los convictos en
los trabajos y cursos especiales del penal. En algunas ocasiones, estos
psicólogos daban terapia individual o de grupo. Pero en los manicomios la
terapia individual o de grupo era algo raro y, si se llegaba a dar, representaba
solo un mínimo aspecto de la labor del psicólogo. Aquellos psicólogos
clínicos que estaban colocados dentro de una institución se veían
complicados con frecuencia en problemas de selección o admisión de
candidatos, ayudantes y demás personal. Su función se reducía a aplicar
pruebas a los candidatos y evaluar la inteligencia, adaptación de la
personalidad o estabilidad emocional. Hacia el fin de la década del 30 se
empezó a poner atención en las pruebas de personalidad, particularmente
con los adultos recluidos en las clínicas de salud mental; pero todavía se
daba mucho mayor interés a las pruebas de habilidad y eficiencia, a las que
intentan determinar una pérdida de la capacidad mental como resultado de
una enfermedad mental o de una lesión cerebral, y a las de destrezas e
ineptitudes específicas. La mayor parte de los libros publicados en este
periodo en el campo de la psicología clínica proporcionaban instrucciones
sobre cómo aplicar, medir e interpretar las pruebas mentales.

CAPITULO II.

¿QUE ES LA PSICOLOGIA CLINICA?

La psicología clínica consiste en la aplicación de los principios


psicológicos al campo de la adaptación psíquica del individuo. Bajo el
término de adaptación psíquica se comprenden tanto los problemas que
tiene el hombre para lograr la felicidad -sentimientos de incomodidad,
frustración, desajuste, ansiedad o tensión- como sus relaciones con los
demás hombres y las exigencias, objetivos y costumbres del amplio medio
social en que vive.

Entre las profesiones que tienen alguna coincidencia con la psicología


clínica se pueden mencionar la psiquiatría, el trabajador social, la abogacía,
el especialista en perturbaciones del lenguaje y el consejero religioso.

La distinción entre la psicología clínica y otros campos profesionales se


pueden hacer basándose en que estos últimos enfocan un aspecto
específico de la adaptación, como, por ejemplo, la adaptación vocacional o
los trastornos del lenguaje. La psicología clínica y la psiquiatría, tienen que
tratar las características generales de las enfermedades mentales o de las
perturbaciones de la personalidad.

Es característico del psicólogo acercarse a los trastornos mentales como


al resultado de las primeras experiencias y aprendizajes, mientras que el
psiquiatra considera a muchos de estos trastornos como perturbaciones
específicas que requieren un tratamiento específico.
CAPITULO 3.
¿QUE HACE UN PSICOLOGO CLINICO?

Las actividades de un psicólogo clínico se pueden reducir a tres grandes


categorías de técnicas o destrezas. La primera es medir y evaluar la
inteligencia y las capacidades generales de un sujeto.

Esta actividad no solo incluye la evaluación del talento actual de una


persona, si no también una potencialización estimativa de sus
potencialidades, de su eficiencia y del efecto que otros problemas y
condiciones circundantes ejercen sobre el rendimiento intelectual.

El segundo campo de aplicación de las destrezas y técnicas clínicas es la


medida, descripción y evaluación de la personalidad. Estas pruebas
pretenden describir con la mayor perfección y cuidado posibles el estado
psicológico del individuo.

El término personalidad se usa ordinariamente para referirse a las formas


de conducta, pensamiento, reacción y experiencia estables y relativamente
uniformes que caracterizan a un individuo en particular. Excluye las
características personales estables que tienen que ver de manera genérica
con la inteligencia y las realizaciones y destrezas intelectuales.

Puede haber muchas diferencias entre las varias teorías sobre la


personalidad. Dos de las más importantes son: 1) el énfasis sobre cuáles son
los aspectos centrales de la conducta individual o de la personalidad total, y
2) los puntos de vista sobre cómo se desarrollan o adquieren esas
importantes características y como se relacionan entre sí.

El tercer gran campo de aplicación de la psicología clínica suele ser


designado también como psicoterapia. Este término se utiliza para describir
todas las técnicas de tratamiento psicológico. Entre ellas se incluye tanto el
tratar al paciente personalmente durante cierto tiempo y hacer
recomendaciones a los padres, maestros o al mismo paciente, como el iniciar
o poner en práctica una serie de medidas conducentes a modificar las
circunstancias que rodean a un individuo dentro de una institución. Técnicas
tendientes a mejorar la adaptación del sujeto.

El psicólogo clínico puede prestar atención a muchas otras cosas además


de estas tres tareas específicas. Muchos se dedican a la enseñanza y la
investigación.

También se dedican los psicólogos clínicos a edificar teorías nuevas o


más completas sobre la naturaleza del hombre y a ponerlas a prueba.

Muchos psicólogos clínicos se interesan también por otros campos de la


psicología como la psicofisiología, la psicología experimental, social,
industrial, etc. La preparación de la mayoría de los psicólogos comprende un
gran núcleo común de teoría fundamental y metodología, con lo que el que
se especializa en alguna rama de la psicología comparte de ordinario una
buena dosis de preparación, intereses y actividades con sus colegas de las
demás ramas.

Además de la docencia en colegios y universidades, los psicólogos


clínicos encuentran ocupación dentro de gran variedad de escenarios.
Trabajan para las escuelas de Medicina y las clínicas universitarias. Quizá la
mayor parte se encuentran empleados en las clínicas para enfermos
mentales. En estos hospitales no solo se dedican al trabajo de clínica e
investigación, sino que, además, dan clase, realizan intercambio de ideas
con otros profesionales y tienen que ver con la selección de personal. Otros
son contratados por los hospitales generales o por los centros de terapia
para niños o adultos. Además, muchos psicólogos escolares reciben
fundamentalmente preparación en psicología clínica.

Los psicólogos clínicos desempeñan también un papel importante en


otras instituciones públicas, como escuelas para retrasados mentales,
cárceles, reformatorios, centros de rehabilitación para jóvenes delincuentes e
instituciones para ciegos, mudos e inválidos. También la industria contrata un
número creciente de psicólogos clínicos para que hagan frente a los
problemas de selección de personal, orientación y psicoterapia, y para
realizar investigaciones acerca de la adaptación de los trabajadores.

Muchos psicólogos clínicos trabajan en equipo para los gobiernos federal


y estatales, universidades, colegios, escuelas de Medicina o clínicas públicas
pagadas total o parcialmente con los fondos públicos.
Muchos psicólogos clínicos realizan trabajos personales y cobran
directamente sus servicios; pero tal ejercicio privado de su profesión tiende a
cubrir una parte relativamente reducida de su tiempo e ingresos. Sólo un
corto número de psicólogos clínicos, depende del ejercicio privado de la
profesión como fuente principal de ingresos.
Puede ser que los psicólogos clínicos se asocien entre sí o con otros
profesionales en sus trabajos privados. En este caso, ellos se dedican a sus
actividades habituales de evaluación de la inteligencia, diagnóstico de la
personalidad y psicoterapia individual o de grupo.

La función del psicólogo clínico consiste en la prevención y terapéutica de


los desajustes de conducta, cualquiera que sea su grado de severidad.

También es de su incumbencia el tratamiento de otras desviaciones de


importancia social, como el alcoholismo, la delincuencia, etc. al igual que el
tratamiento de enfermedades mentales más graves como la psicosis, que el
principio parece no estar tan relacionada con factores del medio, dado que
su frecuencia se mantiene prácticamente constante.
CAPITULO 4.
LA INVESTIGACION EN LA PSICOLOGIA
CLINICA.

4.1 CORRIENTES DE INVESTIGACION EN LA


PSICOLOGIA CLINICA.
El análisis de la investigación que se ha hecho en el pasado, se apoya en
un estudio por años, que hizo Shofield, durante 5 años, a partir de 1949,
(Shofield, 1950,51,52,53,54). Este fue el periodo en el que la psicología
clínica se empezaba a desarrollar después de la Segunda Guerra Mundial.

Se hizo un análisis de los trabajos que aparecieron en las 6 revistas que


parecían contener el grueso de la literatura sobre investigación en psicología
clínica. Las revistas eran: JOURNAL OF CLINICAL PSYCHOLOGY,
JOURNAL OF CONSULTING PSYCHOLOGY, JOURNAL OF ABNORMAL
AND SOCIAL PSYCHOLOGY, JOURNAL OF APPLIED PSYCHOLOGY,
JOURNAL OF GENERAL PSYCHOLOGY Y JOURNAL OF PSYCHOLOGY.

Los análisis también incluyeron los muchos estudios sobre temas o áreas
específicas de la psicología clínica.

En 1949, aparecieron 86 estudios de investigación clínica en las 6 revistas


enumeradas. (Shofield, 1950). El mayor porcentaje equivalente a 17.4% del
total, fueron estudios sobre la validez de las técnicas proyectivas. Otro 11.6%
de los artículos trataba de estudios afines sobre la validación de otras
pruebas o patrones de diagnóstico. Por lo tanto, una parte muy importante de
la investigación en psicología clínica verso sobre la validación de las técnicas
de diagnóstico. Además, si se agrupan todos los estudios publicados sobre
diversas pruebas diagnósticas, entonces más de la mitad de los estudios de
1949 trataron de alguna fase de las pruebas diagnósticas o de problemas
afines. Esto refleja la importancia que los psicólogos clínicos de entonces les
atribuían a las pruebas de diagnóstico.

Se destaco en 1949 la investigación sobre psicoterapia y personalidad el


análisis de entrevistas grabadas de terapia y los estudios normativos sobre
personalidad empataron el segundo lugar en frecuencia (9.3%). Un poco más
del 7% de los estudios publicados trataban de la evaluación objetiva de la
terapia. Las únicas otras áreas en las que había por lo menos tres estudios
se referían a estudios normativos de inteligencia (4.7%) y al diagnóstico
diferencial de los débiles mentales.

A partir de 1949, algunas áreas de investigación cambiaron su posición


relativa mientras que otras áreas mantuvieron una constancia admirable. La
validación de las técnicas proyectivas fue el tema que predominó
constantemente en la investigación clínica desde 1949 hasta 1953,
abarcando una quinta parte de todos los estudios analizados.

El "estudio normativo de la personalidad" fluctúo entre 9.3% en 19449 y


4.7% en 1950, pero de 1951 a 1953 resultó ser el segundo lugar en
frecuencia de investigación. En dos años, aproximadamente, una sexta parte
de todos los estudios trataron sobre este tema. Sin embargo, los trabajos de
investigación incluidos en esta categoría manifiestan una variedad muy
considerable por lo que toca a contenido. Aquí se incluyen los estudios sobre
grupos de pacientes con desórdenes psicosomáticos, investigaciones de
personalidad respecto a convictos encarcelados, estudios sobre
esquizofrenia y rigidez, investigaciones sobre métodos factoriales para las
clasificaciones de problemas clínicos, y estudios sobre defensas
perceptuales en la esquizofrenia. Estos estudios se pueden considerar como
investigaciones normativas de personalidad solo en un sentido muy amplio.
Muchos de ellos también se basan en resultados obtenidos con instrumentos
específicos de diagnóstico.

Los trabajos de investigación, se concentraron con mucho en el área de


técnicas y procedimientos de diagnóstico. Como ya se dijo, la validación de
las técnicas proyectivas, especialmente la Rorschach, constituyo el tema
individual de más frecuente investigación en este campo. Por el contrario,
hubo menos investigación sobre psicoterapia y sobre los factores
relacionados con la perturbación emocional. Mientras que al análisis de
entrevistas grabadas obtuvo el segundo lugar como área de más frecuente
investigación en 1949, este tema estuvo representado en 1959 solamente
por un estudio. Este numero aumento a dos en 1951 y a tres en 1953. Por lo
contrario, las evaluaciones objetivas de la terapia continuaron siendo un área
muy importante de la investigación, estando entre los primeros siete temas
en frecuencia de publicación.

Si la investigación publicada se puede usar como criterio, entonces el uso


y valoración de la prueba Rorschach fue prácticamente la actividad más
importante del psicólogo clínico durante el primer periodo después de la
Segunda Guerra. Sin embargo, la calidad e importancia de la investigación
no fueron muy impresionantes, y no se advirtió ningún avance coherente ni
novedoso en este campo. Más bien gran parte de la investigación se oriento
a procurar validar algunas de las muchas hipótesis relacionadas con alguna
técnica específica, se utilizaron además muchos diseños de investigación y
la comparabilidad de los resultados fue bastante limitada. Buena parte de la
investigación también resulto de poco valor debido a las imperfecciones de la
nosología de diagnóstico y a la escasez de teoría.

Más de la mitad de estos estudios versan sobre métodos proyectivos


sobre estandarización, calificación y sobre el éxito que han tenido para
diferenciar las poblaciones clínicas o para poner pronunciamientos de
diagnósticos en términos psiquiátricos. Kelly (1954) llega a una conclusión
más crítica:

“En este estudio acerca de la teoría y técnica de valoración, el autor ha procurado


exponer el estado actual de las cosas lo más objetivamente que ha podido y según se
lo han permitido sus disposiciones obvias, al hacer esta evaluación lo primero que se
impone es la ausencia casi total de alguna teoría relevante y un número
desesperadamente grande de estudios que no han tenido éxito en su intento, a pesar
de tantos esfuerzos, un gran número de investigaciones parece que no han aportado
nada que valga la pena ni en la teoría ni en la práctica”.

CAPITULO 5.
METAS Y PROPOSITOS DE LA PSICOLOGIA.

Desde el punto de vista terapéutico, los experimentalistas critican mucho


alas terapias psicoanalíticas, con base en que la eficacia de estos enfoques
nunca se ha demostrado inequívocamente. En lugar de esto, se empeñan en
la terapia conductual, lo que, en apariencia, esta basado en principios
derivados de la experimentación y cuya investigación ha sido muy efectiva en
varios tipos de pacientes. Los que practican las terapias psicoanalíticas
critican el enfoque conductual con base en que constituye una forma de
intervención muy superficial y sostiene que, a pesar de la mejoría
sintomática, el individuo se queda con sus problemas subyacentes. Con tales
puntos de vista tan distintos acerca de la naturaleza del hombre, es poco
sorpresivo que la mayoría de la gente considere un acercamiento final entre
estos dos polos, en términos del trabajo clínico real, como una empresa sin
esperanza.

En la actualidad, parece que la psicología clínica se ha extendido de


manera muy sutil en un área muy extensa y mientras se desarrollan
diferentes practicantes se hacen cada vez más evidentes. Aparte de la
división obvia niño-adulto, existen los conflictos entre aplicación-
investigación, conductista-psicoanalítico y evaluación-tratamiento, que
dificultan la unidad de la disciplina. A pesar de la juventud de la psicología
clínica, muchas de las diferencias de opinión están a un nivel tan
fundamental que sugieren que cualquier intento para definir la función del
psicólogo clínico esta destinado a fallar desde el comienzo.

5.1 LAS FUNCIONES DEL PSICOLOGO CLINICO.


La falta de concordancia entre los psicólogos clínicos acerca del tipo de
servicios que deben proporcionar puede ser tanto un retroceso como un
beneficio oculto.

Aunque cada psicólogo individual establece una función única para sí


mismo en el contexto de su institución particular, se acepta generalmente
que hay cuatro servicios principales que el psicólogo clínico puede ofrecer:
evaluación, tratamiento, enseñanza e investigación.

5.1.1. EVALUACION.

Hasta hace poco, las pruebas se han considerado tanto por psicólogos y
psiquiatras como la función primaria del psicólogo clínico. Con su
entrenamiento en los módulos de investigación científica se considera como
la persona más capacitada para diseñar y administrar sistemas de
evaluación. Estas pruebas pueden utilizarse para proporcionar diagnósticos
psiquiátricos o para indicar el curso de acción más apropiado para un
individuo. Aunque podría esperarse que estos dos últimos aspectos se
consideren anónimos, el hecho de que una denominación diagnóstica, como
regla general, proporciona una guía deficiente de como debe tratarse al
individuo, hace que sea muy importante mantener esta distinción.

*LOS TESTS COMO IMPLEMENTOS DE DENOMINACION


DIAGNSOTICA.*

El acuerdo de lo psiquiatras respecto al diagnóstico específico es muy


acentuado. Los signos y los síntomas están tan poco definidos, que es difícil
colocar a una persona con seguridad en un grupo particular. En
consecuencia, el psiquiatra tiene que basarse en su "intuición clínica" la
mayor parte del tiempo, con la intención de llenar el espacio reservado para
el "diagnóstico" en los expedientes.

Así que un psicólogo clínico inicial se encontró a si mismo desempeñando


la función de técnico de laboratorio y también que sus funciones se limitaban
a la administración de equivalentes psicológicos de pruebas sanguíneas.

Al aceptar esta función, llega fácilmente a asimilarse a la estructura


central de la psiquiatría orientada medicamente, el "equipo psiquiátrico". Este
comité hasta cierto punto mal denominado, incluye los siguiente miembros:

1.- PSIQUIATRA. El jefe. Reúne la información de los otros, hace el


diagnóstico y decide la terapia.
2.- TRABAJADOR SOCIAL PSIQUIATRICO. Proporciona Detalles de la
situación familiar, y datos obtenidos con amigos y parientes del paciente.
3.-PSICOLOGO CLINICO. Proporciona material descriptivo relacionado a la
inteligencia y la personalidad.
4.-TERAPISTA OCUPACIONAL. Reporta el desempeño del paciente en
distintas actividades.
5.- ENFERMERA PSIQUIATRICA. Proporciona información de la conducta
general del paciente en el hospital, sus relaciones con otros pacientes y
enfermeras.

En este arcaico grupo de trabajo, el psiquiatra puede encontrarse incapaz


de formular un diagnóstico de un paciente en particular.

Kleinmuntz (1974) define el test psicológico como el procedimiento


sistemático o instrumento estandarizado diseñado para obtener una medida
objetiva de una muestra de comportamientos.

Por estandarizado se entiende que debe ser de tal naturaleza que se


administre de manera idéntica a todos los sujetos. Una medición objetiva es
una calificación a la que se llega por la agregación de ciertas respuestas
claramente especificadas con ciertas características en forma que evita
cualquier prejuicio del evaluador. La muestra de conducta implica la idea de
representatividad, Es obvio que no es posible registrar todo lo que una
persona dice, piensa o siente, en las ultimas situaciones diversas de su vida.
Así que deben tomarse muestras y hacer algunas generalizaciones de los
datos reunidos considerados como representativos.

5.2. TEST DE PERSONALIDAD.


a) Técnicas proyectivas. El test Rorschach de manchas de tinta consiste
en 10 manchas de tinta simétricas bilateralmente, cinco de las cuales se
componen de diferentes matices de gris, dos están hechas de grises y de
colores y tres están completamente coloreadas. Las tarjetas se presentan al
sujeto de una en una y se le indica que reporte lo que ve, lo que recuerde al
verlas o lo que para el signifique el diseño.

Aunque hay muchos sistemas de calificación, los más formales toman en


cuenta la localización (la parte de la mancha considerada para su respuesta),
el contenido (figuras humanas, diagramas anatómicos), y las determinantes
(forma, color) de la respuesta. Algunos proponentes conjeturan que la prueba
de Rorschach asocia algunas de estas características con tipos particulares
de trastornos. Por ejemplo, los obsesivocompulsivos tienen en apariencia un
alto porcentaje de respuestas que se basan de manera principal en la forma
y tienden a usar, áreas relativamente pequeñas de la mancha. Se supone
que los pacientes con daño cerebral orgánico tienen menos respuestas que
otros, utilizan por lo menos un minuto para cada respuesta, no hacen más de
una respuesta que incluya movimiento y repiten en forma continua los
mismos objetos.

El test Rorschach no se ha librado de críticas. Baughman (1951)


demostró en forma convincente que el número y tipo de respuestas
producidas por un sujeto están muy influidas por las características de la
persona que administra la prueba; el procedimiento no cubre los requisitos
de estandarización.

Otros críticos demostraron que hay poca correlación entre el diagnóstico


basado en este prueba y el diagnóstico basado en la entrevista psiquiátrica.
Además se ha demostrado que es un pronosticador deficiente en lo que se
refiere a la respuesta de la terapia.

Así que aunque pudiese utilizarse como instrumento para descubrir


material clínico importante para la psicoterapia, no cubre los requisitos de
una prueba diagnóstica.

b) Inventarios de autorreporte. Muchos de los cuestionarios de


personalidad existentes, se han usado también con propósitos diagnósticos.
La suposición básica hecha por quienes los han elaborado es que los
estados patológicos, son diferentes a los estados normales, en cuanto a
cantidad y cualidad. Esto no es una suposición aceptada en forma universal
y muchos investigadores sostienen que hay una distinción clara entre los
rasgos de personalidad y los síntomas diagnósticos.

Un ejemplo de esta prueba, es el Inventario de Personalidad Multifásico


Minnesota (MMPI) (Hathaway y Mckinley, 1951). Consiste en 550
enunciados afirmativos, impresos en tarjetas separadas, que se pide al
sujeto clasificar en tres categorías: Verdadero, Falso, o No Puedo Decir.

Además, el MMPI tiene 4 escalas de comprobación denominadas


calificaciones de pregunta, mentira, validez y corrección, que intentan
asegurar que las escuelas clínicas son un reflejo verdadero de las
características del individuo.

Muchos de los problemas asociados con el uso de este instrumento se


deben directamente al hecho de que al principio se validaron en contra de las
categorías diagnósticas kraepelianas.

También se ha criticado al test en base a una deficiente credibilidad test-


retest, en lo que se refiere a algunas de las escalas. El tamaño y
representatividad de la muestra normativa que proporciono los datos de
donde se derivaron las calificaciones estándar de preperfil, se ha descrito
como inadecuada (Anastasi, 1963). Otra razón para el desencanto con esta
técnica se refiere al hecho de que comprende una conglomeración de ítems
relacionados a los rasgos de personalidad y signos y síntomas de
psicopatología. Así que, el intérprete tiene que operar en forma simultánea
como asesor de personalidad y como diagnosticador.

5.3. TESTS DE INTELIGENCIA.


Además de su uso principal como un medidor del funcionamiento
intelectual, la Escala de Inteligencia para Adultos de Wechsler (WAIS)
(Wechsler, 1955) se ha empleado también como instrumento diagnóstico. El
test consiste en 11 subtests, 6 de los cuales son verbales (basados en
palabras) y cinco son de ejecución (de tipo perceptual/motor).

Un signo inespecífico de psicopatología se considera como el


diseminador o grado de variación, entre las calificaciones de los subtests.
Wechsler (1958) proporcionó algunos datos que obtuvo de esquizofrénicos y
grupos normales para apoyar su hipótesis de que unos límites de
calificaciones muy amplios indican trastornos psiquiátricos.
El enfoque propio de Wechsler a la cuestión de la interpretación clínica de
los patrones de calificación de los subtests esta basado más empíricamente.
El había descrito los patrones para los trastornos cerebrales orgánicos,
esquizofrenia, estados de ansiedad, delincuencia juvenil y deficiencia mental
basado en su investigación con esos grupos (Wechsler).

Como un test para diagnóstico, el WAIS ha sido atacado con base en que,
aunque podrían encontrarse rasgos estadísticos entre los grupos, el test no
permite al psicólogo clasificar a un paciente con cierto grado de confianza.
Una segunda limitación se refiere al hecho de que los grados de contabilidad
de los subtest no son suficientemente altos para permitir al clínico hacer
interpretaciones inequívocas (McNemar, 1957). Por último, el hecho de que
otros investigadores hayan obtenido datos en grupos patológicos que no
están deacuerdo con los hallazgos de Wechsler (rabin y Guertin, 1951),
ocasionaron el abandono gradual del WAIS como instrumento diagnóstico. A
pesar de todo, todavía se considera de valor clínico proporcionar hipótesis
que puedan comprobarse por instrumentos más especializados.

5.4. TESTS COGNOSCITIVOS.


El test de la Reja de Trastornos de Pensamiento Esquizofrénico (Bannster
y Fransella, 1967), es un test diagnóstico de la Teoría de Construcción
Personal de Kelly. Consiste de 8 fotos de busto, 4 de hombres y 4 de
mujeres. Se le proporciona al sujeto la primera construcción, "bondadoso", y
se le pide que diga cual de las personas de las fotos es la más bondadosa,
cual es la siguiente en orden decreciente y así hasta que haya ordenado las
8 fotos en relación a este concepto. Después se le pide que haga lo mismo
con otras cinco construcciones: "estúpido", "egoísta", "sincero", "malvado" y
honesto. Más tarde se repite la prueba completa, las dos calificaciones que
surgen de esto son la intensidad (I) (el grado en que las diferentes
construcciones se intercorrelacionan) y consistencia (C) (el grado de
concordancia entre los dos grupos de resultados).

En el estudio de validación preliminar, se demostró que las calificaciones


I/C podrían distinguir esquizofrénicos con trastornos de pensamiento de los
esquizofrénicos sin trastornos de pensamiento, deprimidos, neuróticos,
orgánicos y normales. Sin embargo, la investigación subsecuente ha sido
capaz de apoyar las firmes conclusiones echas por sus autores. En un
estudio de Foulds y sus colaboradores (1967), sólo el 50% de los
esquizofrénicos con trastornos de pensamiento tuvieron calificaciones dentro
de los límites requeridos. El estudio de Poole (1968), no encontró relación
significativa con este test, entre la evaluación clínica del trastorno del
pensamiento y las calificaciones.
Sin embargo, el hecho de que el test en si fue validado originalmente en
contra de impresiones clínicas dificulta la obtención de una conclusión firme
en cualquiera de las circunstancias.

5.5 TEST PERCEPTUALES.


Uno de los primeros test que se utilizaron en la práctica clínica fue el Test
Gestalt Visual Motor de Bender (Bender, 1938) o tes Bender Gestalt. En el se
presentan al sujeto 9 diagramas simples, individualmente, en tarjetas, con
instrucciones de que copie lo que ve. El diseño particular usado en este test
se construyo para ilustrar ciertos principios de la psicología Gestalt y, de
hecho, los resultados del test fueron analizados de origen, aunque en forma
poco sistemática, deacuerdo a los principios gestalistas.

La primera estandarización de este test se llevó a cabo por Pascal y


Suttell (1951), que produjeron una clave de calificación relativamente objetiva
basada en sus hallazgos y que tomaba en cuenta los errores que
diferenciaban a los normales de los anormales . Después llevaron a cabo un
estudio de validación cruzado con los normales, neuróticos y psicóticos y
distinguieron con éxito entre estos grupos. Otros investigadores han estado
más interesados en observar los signos característicos de los tipos de
trastornos particulares. Por ejemplo, Gobetz (1953) produjo una lista de
características de respuesta y sostenía que distinguía a los neuróticos de los
normales.

El problema principal con test como este es que, aunque se ha


demostrado que discriminan en firma significativa entre los diferentes grupos
diagnósticos, no resultan más confiables los hallazgos cuando se considera
al paciente individual. Y es aquí donde el clínico esta interesado.

5.6. TEST DE APRENDIZAJE/ MEMORIA.


El test de Aprendizaje de Nuevas Palabras Modificado por Walton-Black,
(Walton y Black, 1957), se diseño como test diferencial para daño cerebral.
El procedimiento se sigue en la forma siguiente: Se lee al paciente una
escala de palabras tomadas de vocabularios de algunos test de inteligencia,
de una en una en forma progresiva de dificultad y se le pide que proporcione
la definición de cada palabra. Esta parte del procedimiento se termina
cuando no puede proporcionar el significado de 10 palabras consecutivas.
Las 10 palabras se leen con sus definiciones, después de esto se presentan
una vez más las palabras solas y se le pide al sujeto que diga lo que significa
cada una.
La calificación se basa en el número de intentos que requiere el sujeto
para llenar el criterio.

Un problema con este test se refiere al hecho de que muchas personas


de edad que sufren de disfasia podrían clasificarse equivocadamente como
deteriorados intelectuales por un test que utiliza en forma exclusiva material
verbal. El segundo problema es que la administración del test, por necesidad,
no esta completamente estandarizada, ya que se usa con cada sujeto
palabras diferentes, es posible que algunos pudiesen recibir definiciones más
complejas y extensas que otros. A pesar de estas limitaciones, el test ha
resultado clínicamente más útil que muchos otros, para distinguir daño
cerebral.

Un segundo problema con los test psicológicos es la tendencia a


considerarlos como instrumentos clínicos válidos, solo porque pueden
diferenciar entre grupos de trastornos en un estudio inicial. El psicólogo
clínico, sin embargo, esta considerado en el caso individual.

El tercer problema concierne al criterio contra del cual se han validado la


mayoría de los test, en lo que a los trastornos orgánicos se refiere, la
situación es bastante directa en cuanto a que el conocimiento de la
ocurrencia de un traumatismo craneoencefálico severo puede considerarse
que proporciona evidencia bastante inequívoca de patología cerebral. Sin
embargo, por lo que respecta a otros trastornos, los estándares en contra de
los cuales se miden los test están, en general, en forma de promedios
psiquiátricos.

No hay evidencia que sugiera que el test podría mejorar al psiquiatra en


caso equívocos, Así, nunca se utilizará con el tipo de población con la que
se validó.

TEST COMO INDICADORES DE ACCION.

Hay una tendencia reciente en psicología clínica para evitar por completo
toda evaluación y considerarla como una práctica inútil y degradante. En sus
intentos por desechar cualquier idea persistente de que ellos son en alguna
forma profesionalmente inferiores a los psiquiatras, los psicólogos estado-
conscientes tienden a interrumpir su función psicométrica con su imagen de
técnico de laboratorio.
CAPITULO 6.
TERAPIAS.
Actualmente Se utilizan distintos tipos de terapia para el tratamiento de
los desordenes emocionales. La elección de la terapia depende parcialmente
de la naturaleza y gravedad del desorden y de características del paciente,
tales como edad y nivel intelectual.

Distintos terapeutas pueden tratar los mismos síntomas de la conducta en


forma bastante diferente; y distintos tipos de terapia pueden combinarse para
tratar a un mismo individuo.

Es muy difícil evaluar la eficacia relativa de diferentes tipos de terapia en


los desordenes emocionales.

Se podría señalar que hay escasas pruebas concluyentes para demostrar


que una terapia es mejor que otra en un caso dado, o aún que cualquier
terapia sea efectiva. A menudo, tanto los psicólogos clínicos como los
psiquiatras se encuentran en la posición de aplicar un procedimiento
terapéutico, porque sienten que no ocasionara ningún daño y puede hacer
algún bien. Pero no hay certeza sobre cuan positivamente actuará una
terapia dada y por qué.

6.1 TERAPIAS SOMATICAS.


Todas las terapias somáticas son administradas por un médico o bajo su
supervisión inmediata. En la utilización de estas terapias, los psicólogos
pueden colaborar con los médicos de varias maneras. El psicólogo clínico
puede ayudar a determinar cuales pacientes tienen más posibilidades de
beneficiarse con una terapia en particular y a evaluar el progreso en el curso
de la terapia. Algunas veces, la psicoterapia, conducida por un psicólogo, se
combina con terapia somática.

Quizá su contribución más importante, es dentro del campo de la


investigación.

Las terapias somáticas en sí mismas son bastante variadas, y se


agrupan solamente a causa de su naturaleza médica común. La introducción
de una nueva terapia somática, generalmente provoca la difusión de
optimismo y expectativas exageradas, solo para ser seguidos por el
escepticismo y una evaluación más moderada.

En la aplicación de cualquier terapia somática se debe considerar la


probabilidad de que existan efectos secundarios indeseables, de naturaleza
física y psicológica. Se han demostrado algunos de los efectos secundarios
de todas las terapias somáticas empleadas comúnmente, aunque la
incidencia y gravedad de dichos efectos varían según cada paciente, el nivel
de dosificación y otras circunstancias.

Entre las principales terapias somáticas se hallan la psicocirugía, la


terapia de choque y las múltiples terapias que integran el amplio campo de la
psicofarmacología.

6.1.1. PSICOCIRUGIA.

Aplicación de las técnicas quirúrgicas en el tratamiento de los desordenes


funcionales en contraste con los orgánicos.

Se han desarrollado varios procedimientos específicos para este


propósito. La técnica original, "lobotomía", implicaba el corte de
comunicación de algunas regiones corticotalámicas que relacionan el tálamo
con los lóbulos frontales de la corteza cerebral. Algunas experiencias
posteriores limitaron la operación a vías más estrechamente circunscriptas y
emplearon procedimientos quirúrgicos más simples. Se han propuesto
varias combinaciones de organismos neurológicos y psicológicos para
explicar los efectos terapéuticos de la psicocirugía.

Los efectos más claramente demostrados son una reducción de la


ansiedad y de la tensión emocional. No obstante, dicha mejoría puede estar
acompañada por uno o más efectos indeseables.

6.1.2. TERAPIA DE CHOQUE.

Bajo la categoría general de terapia de choque se agrupan una serie de


procedimientos para inducir artificialmente estados comatosos o
compulsivos. Las técnicas específicas fueron sugeridas específicamente por
observaciones accidentales hechas en el tratamiento de otros desordenes,
en pacientes humanos o en experimentación con animales.

Los agentes que se utilizan en esta terapia, son la insulina y la


electricidad.

6.1.3. TERAPIA POR COMA INSULINICO.

Se emplea generalmente con esquizofrénicos. Se administra insulina en


dosis suficientemente grandes para producir una hipoglucemia grave o déficit
de azúcar en la sangre. Cuando el cerebro se encuentra así desprovisto de
su principal alimento, el individuo entra en coma.

Cuando el paciente se recobra de cada periodo comatoso, presenta


confusión, amnesia. Desorientación y otras perturbaciones que desaparecen
gradualmente.

6.1.4. TERAPIA ELECTROCONVULSIVA. (TEC).

Los ataques convulsivos se inducen mediante el pasaje de corriente


eléctrica a través de la corteza cerebral.

El paciente no siente dolor, ya que el electrochoque produce


inconsciencia inmediata.

La TEC se emplea principalmente en casos en los cuales la depresión es


el rango principal o el síntoma fundamental.

Para decidir la utilización de cualquier terapia somática, el medico debe


considerar la posibilidad d efectos laterales nocivos y permanente frente a las
posibilidades de que el paciente permanezca en una situación de
perturbación seria o que aun empeore si no es tratado.

6,1.5. PSICOFARMACOLOGIA.

Las drogas se han utilizado de muchas formas y durante largo tiempo en


el tratamiento de los desórdenes mentales.

El estado de relajación producido por la droga permite que el paciente


reviva experiencias traumáticas que de otra manera podrían provocar
excesiva ansiedad.

A causa de que "imitan" los síntomas psicóticos, estas drogas se


denominan psicotomiméticas. Como las alucinaciones se encuentran entre
sus efectos usuales, también se les llama alucinógenas.

Existen también, con alta demanda el público, los tranquilizantes; sirven


más específicamente para contrarrestar delirios, alucinaciones y otros
desórdenes cognoscitivos.

Aún cuando indica que la introducción de tranquilizantes en hospitales


psiquiátricos superpoblados y carentes de personal fue una medida
inteligente, este tipo de estudios fracasa en la identificación de factores
específicos que causaron la mejoría.

No todos los tipos de casos se ayudan con estas drogas. Entre los que
por lo general no mejoran, o son afectados negativamente se encuentran los
pacientes depresivos, apáticos o aislados, y esquizofrénicos pasivos o
avanzados.

Hay algunas pruebas que sugieren que la diferencia en los efectos de los
tranquilizantes y sedativos como los barbitúricos, es sólo de grado (40). En
grandes dosis, afectan la actividad cognoscitiva y psicomotora, el estado de
vigilancia y otras funciones psicológicas.

Los energéticos psíquicos o antidepresivos son de utilización más


reciente. Se cree que estas drogas son útiles para el tratamiento de
pacientes depresivos. Sin embargo no deben considerarse como los
opuestos a los calmantes, ya que tienen efectos en común.

Cada droga debe examinarse individualmente respecto de su valor


terapéutico, sus efectos laterales y otras propiedades.

Las drogas psicoactivas, se emplean para volver accesibles a la terapia a


los pacientes aislados, no comunicativos, insensibles, excitados o agresivos.
Debería tenerse presente que reducir la ansiedad que surge de problemas
no resueltos, no es una solución.
6.2. TERAPIA AMBIENTAL.
Abarca cualquier manejo del ambiente del paciente fuera de la sesión
terapéutica formalmente programada. Su objetivo es mejorar el ajuste de la
conducta del individuo modificando aspectos físicos o interpersonales de su
ambiente o ambas cosas. La terapia ambiental puede aplicarse dentro de los
contextos comunes de la vida diaria, tales como el hogar, la esucela y erl
trabajo, o dentro de un marco institucional.

Las modificsciones terapéuticas ambientales, se utilizan más


comunmente con niños, aunque en ciertas situaciones son también utiles
como procedimiento complementario con los clientes adultos.

Los terapeutas no directivos, sostienen que cualu¿quier intento de influir


en el medio externo del cliente puede interferir en la psicoterapia.

En otros casos, el individuo puede ser guiado hacia actividades


recreativas, especialmente adecuadas a sus necesidades, clubes,
campamentos, algún deporte, hobby´ etc. Cada una de estas actividades
puede tener valor terapéutico para un individuo determinado.

Un aspecto importante de la terapia ambiental abarca el aconsejar a


personas significativas en la vida del cliente, tales como los padres, el
cónyuge, los maestros y los empleadores.

Algunas modificaciones ambientales pueden requerir los recursos


especializados de instituciones de servicios sociales. En la terapia ambiental,
los psicólogos a menudo colaboran estrechamente con los trabajadores
sociales.

6.2.1. AMBIENTES INSTITUCIONALES.

La internación en instituciones puede considerarse en si misma como una


forma de terapia ambiental. En una institución, es posible manejar todos los
aspectos del ambiente del individuo durante 24 horas diarias. No obstante,
hasta hace poco las instituciones habían sido organizadas para cumplir
principalmente una función de custodia más que terapéutica.

Actualmente, la atmósfera de los hospitales psiquiátricos esta cambiando


rápidamente, a medida que el concepto de comunidad terapéutica reemplaza
al de instituciones de custodia.

Se les da a los pacientes capacitación y experiencia en actividades


vocacionales adecuadas a sus habilidades.
Estas actividades proveen una práctica en las relaciones interpersonales,
así como oportunidades para ser creativo, obtener éxito y experimentar otras
satisfacciones.

Tratar a cada paciente como individuo y elevar su moral mejorando su


propia apariencia y su contorno son otros aspectos de la terapia ambiental.

Junto con la tendencia actual hacia la rehabilitación y la reasunción de la


vida en la comunidad normal, debería mencionarse el establecimiento de
hospitales diurnos, nocturnos, de fin de semana, casas de transición y otros
sistemas para el tratamiento institucional parcial.

La radical distinción entre atención a pacientes internados y externos esta


desapareciendo. En su lugar, actualmente se dispone de una amplia
variedad de programas terapéuticos, que van desde sesiones terapéuticas
de una hora a la hospitalización completa, que puede adaptarse a las
necesidades de cada paciente.

6.3. PSICOTERAPIA.
6.3.1. CARACTERISTICAS GENERALES.

El uso de métodos verbales en las relaciones interpersonales con la


intención de asistir a una persona o personas a fin de modificar las actitudes
y comportamientos que están intelectual, social o emocionalmente
desadaptadas.

En otros casos, la psicoterapia se ha descrito como una serie de


conversaciones muy especializadas con un clínico experto.

Con seguridad, la psicoterapia no es siempre estrictamente verbal,


especialmente cuando se aplica a niños pequeños, pero siempre implica
alguna forma de comunicación entre terapeuta y cliente.

La personalidad del clínico y su conducta hacia el cliente durante la


sesión son así una parte integral del proceso terapéutico, También se
reconoce, generalmente, que la psicoterapia es un proceso de aprendizaje.

El educando puede cometer errores sin peligro para si mismo. La


interacción del cliente con el terapeuta lo ayuda a comprender sus
reacciones para con la gente y lo capacita para desarrollar nuevas formas de
sentir y pensar acerca de los demás.

Varios psicólogos han intentado explicar el proceso de la psicoterapia


relacionándolo con los principios de aprendizaje. Desde el momento que los
psicólogos difieren en sus orientaciones teóricas con respecto tanto al
aprendizaje como a la psicoterapia, no se puede encontrar una explicación
de común aceptación. También deberá tenerse en cuenta que los
procedimientos terapéuticos se desarrollaron principalmente sobre una base
empírica y las formulaciones teóricas que las sostienen se desarrollaron más
tarde.

En la psicoterapia, el timing es importante. Si surge demasiada ansiedad


en la primera etapa de la terapia, puede ocurrir su condicionamiento en una
dirección equivocada. La misma situación terapéutica puede llegar a
provocar ansiedad y ser intolerable para el cliente. La ansiedad debe ir
surgiendo gradualmente y solo después de haber establecido una relación
terapéutica segura.

En el curso de la terapia, el concepto que tiene el paciente de si mismo,


tiende a cambiar en una tendencia favorable. Bajo la influencia de la actitud
receptiva del terapeuta, el cliente experimenta un sentimiento creciente de su
propio valor personal.

La extinción y el contra-condicionamiento han sido aplicados


exitosamente en la eliminación de fobias, compulsiones, tics motores y otros
síntomas específicos.

La objeción tradicionales que tal tipo de aproximación trata los síntomas


antes que las causas. Esta objeción, sin embargo, aparece estar basada en
una analogía inapropiada con las enfermedades orgánicas.

El objeto de la terapia es cambiar las respuestas desadaptadas. Que tales


cambios de la conducta se pueden efectuar con más éxito cuando las
respuestas son consideradas como síntomas de algún mecanismo de ajuste
subyacente, es algo que esta por ser demostrado. Estos mecanismos
subyacentes son, después de todo, hipótesis no verificables aportadas por el
terapeuta más que deducciones de hechos observables en el cliente.

6.3.2. CAMPO DE LA PSICOTERAPIA.

Muchos psicólogos clínicos, colocan una serie de limitaciones en cuanto


al tipo de cliente que aceptarán para la psicoterapia. Estos requisitos varían
de acuerdo con la orientación teórica del terapeuta y el tipo de psicoterapia
que practica.

La psicoterapia ha sido tradicionalmente empleada con neuróticos y con


personas esencialmente normales que deseaban ayuda en algunos de sus
problemas emocionales.

Debe recordarse que la terapia somática se usa en forma creciente con el


propósito de hacer accesible la psicoterapia a los psicóticos.
Dado que el nivel socioeconómico esta en si mismo relacionado con los
niveles educacional e intelectual, estos últimos factores dan cuenta, por lo
menos en parte, del uso más limitado de la psicoterapia para con los
pacientes de clase baja.

Las personas en niveles socioeconómicos más altos tienden a percibir la


terapia como un medio de mantener el status frente a su medio social
inmediato. También tienen una comprensión más correcta de la psicoterapia,
y un enfoque más racional de sus problemas emocionales que las personas
de un nivel socioeconómico inferior.

En el campo de la psicoterapia aún prosperan las "escuelas". Existen


corrientemente muchas variedades de psicoterapia, cada una con sus leales
adherentes.

Una investigación reciente señalaba 36 sistemas diferentes y que


ninguna forma es preferida universalmente.

6.3.3. PSICOANALISIS.

La teoría y técnica del psicoanálisis, se origino durante el ultimo cuarto del


siglo XIX por los trabajos de Freud, un médico vienés.

Su enfoque aún proporciona un sistema general para el psicoanálisis, aun


proporciona un sistema general para el psicoanálisis aunque se han
producido muchos cambios en los procedimientos terapéuticos específicos y
en las explicaciones teóricas. El objeto principal del psicoanálisis es hacer
aflorar los impulsos reprimidos y las experiencias olvidadas que se cree
subyacen a los síntomas de las conductas presentes. De esa manera se le
brinda al paciente un insight de las causas posibles de su conducta
desadaptada. También tiene posibilidades de revivir emocionalmente los
incidentes durante los cuales ocurrió la represión.

Entre las técnicas psicoanalistas, se encuentran la asociación libre y el


análisis de los sueños. En la primera se pide al cliente que informe sobre
todo lo que le viene a la mente, nada puede ser retenido, por más inútil,
absurdo o embarazoso que sea.

El análisis de los sueños se utiliza como fuente de indicios que llevan a


los impulsos inconscientes o reprimidos, que -sostienen- aparecen en los
sueños en forma desdibujada o simbólica.

En la relación cliente-terapeuta, los psicoanalistas se apoyan en el


proceso de transferencia, que es que en el curso de la terapia el paciente
identifica al terapeuta con alguna persona importante en su vida y proyecta
sobre el las emociones que siente hacia aquellas personas.
6.3.4. TERAPIA CENTRADA EN EL CLIENTE.

Fue descrita por Carl Rogers, norteamericano. Esta, reduce la


interpretación del terapeuta, a un mínimo. Su postulado básico, dice que: el
individuo tiene la capacidad para identificar las fuentes de sus problemas
emocionales y elaborar soluciones efectivas, una vez liberado de las
ansiedades y sentimientos de inseguridad que lo tornan impotente. El
terapeuta, establece un relación permisiva, de aceptación y no amenazante,
para poder lograr todo esto.

La aceptación de los otros y el respeto para con los demás aumenta con
la creciente aceptación de si mismo.

6.3.5. TERAPIA DE GRUPO.

El grupo, en terapia, fue adoptado primeramente para solucionar la falta


de terapeutas, pero después se reconocieron sus ventajas.

Un grupo de 5 a 10 personas se encuentra una o dos veces por semana


para analizar sus problemas emocionales. El terapeuta o guía, trata de crear
una atmósfera permisiva, que reduzca resistencias y defensas. Cada uno
describe tanto experiencias como dificultades, tal como las siente, y comenta
las experiencias de los demás. Hay una atmósfera informal, con el grupo
sentado al rededor de una mesa o en alguna otra distribución.

Ayuda a romper el fuerte sentimiento de aislamiento tan común en las


personas perturbadas emocionalmente.

Para asegurar efectividad, los miembros de un grupo se distribuyen según


varias características.

6.3.6. PSICODRAMA.

En el, el cliente representa en une escenario su parte, no ensayada, con


otros clientes como auditorio. El terapeuta asdigna los papeles, dirige la
realización e interpreta la conducta del individuo. Los papeles secundarios,
los hacen asistentes del terapeuta o los mismos clientes. El individuo puede
representarse a si mismo en situaciones realistas de las vida diaria. También
puede improvisar papeles imaginarios. Fue imaginado para proporcionar
liberación emocional y comprensión de uno mismo.

6.3.7. TERAPIA DE JUEGO.

Dado que los niños tienen dificultades para expresar verbalmente sus
problemas emocionales, frecuentemente se emplea la terapia de juego, ya
sea individual o en grupo. En la sesión de juego, tiene oportunidad de
representar dramaticamente su ansiedad, hostilidad, agresión y demás
sentimientos perturbadores. Entre muebles de juguete, arcilla, arena y
pintura sin pincel.

Mediante su actitud de aceptación, no amenazante, el terapeuta


establece una relación interpersonal cálida y firme con el niño, igual que en la
interacción verbal con clientes adultos. En este contexto, se libera
manipulando los materiales del juego.

6.4. EL MOVIMIENTO DE SALUD MENTAL.


Se caracteriza por un interés creciente en la prevención, en el desarrollo
de la salud mental positiva y un enfoque comprensivo que abarca todos los
aspectos de la vida diaria.

6.4.1. PREVENCION.

Uno de los objetivos del movimiento de salud mental es aumentar las


posibilidades de identificar y tratar los desordenes leves e incipientes. Este
enfoque, conocido como "prevención secundaria", trata de llegar al individuo
antes de que desarrollo dificultades más serias, para ello sirven las clínicas
comunitarias de salud mental.

Las personas perturbadas emocionalmente despiertan un rechazo


generalizado. Por sus mismas dificultades, carecen de atractivo social.

El estigma social que aún cae sobre la enfermedad mental, hace que el
individuo se resista a buscar ayuda profesional e impide que sus allegados lo
recomienden.

Las personas dichosas, bien adaptadas, pueden tener muchas


preocupaciones, pero saben como hacerles frente. La salud mental les ayuda
a reaccionar ante esos problemas, antes que su ausencia.

6.4.2. SALUD MENTAL POSITIVA.

Hay muchas personas esencialmente normales que tienen problema


emocionales en los que pueden ser auxiliados.

La salud mental significa más que la liberación de dificultades


emocionales. Es descrita con referencias a la creatividad, espontaneidad en
las relaciones interpersonales, personalidad integrada, percepción correcta
de si mismo y del ambiente, autonomía, autorrealización y desarrollo
continuo, riqueza de experiencias y dominio activo del medio.
Su objetivo es liberar al individuo de las tensiones y ansiedades
debilitantes de modo que pueda perseguir más eficazmente, sus propias
metas.

6.4.3. ENFOQUE COMPRENSIVO.

En cuanto a las funciones de servicio, el consultor psicológico, preparado


profesionalmente, extiende mucho sus operaciones trabajando con personal
de otros campos con un mínimo de entrenamiento en salud mental.

La prevención de desórdenes emocionales y el fomento de la salud


mental positiva, requieren un programa amplio y comprensivo.

En consecuencia, el trabajo directo con pacientes, puede llegar


únicamente a una porción muy pequeña de las personas que requieren
atención psicológica. Aún dejando de lado la escases e personal, es
probable que los psicólogos se desempeñen cada vez más como consultores
de salud mental en el futuro.
CAPITULO 7.
EL OFICIO DEL PSICOTERAPEUTA.
La Función psicoterapéutica es relativamente nueva entre los psicólogos
clínicos, pero es un oficio cuya importancia ha ido aumentando rápidamente
durante los últimos vente años.

Existen muchas corrientes o escuelas de psicoterapia. Entre otras están


los métodos terapéuticos de Freud, Adler, Jung, Rank, etc.

También hay diversos enfoques en la terapia de grupo, terapia de juego,


terapia breve y familiar. La orientación teórica por la que se incline el
psicólogo influirá en su elección del método terapéutico que usará y en las
características de su estilo de trabajo.

La psicoterapia, es muy antigua. Podemos suponer con todo derecho que


ya desde la más remota antigüedad alguien buscaba aliento, comprensión o
consejo en otras personas, o que comunicaba su frustración o su angustia a
alguien que lo quisiera escuchar con simpatía. A estas interacciones
interpersonales, se les puede considerar como el origen de la psicoterapia.
Siempre habría algún individuo sensible, perceptivo y empático que se
preocupaba por la persona perturbada y le ayudaba a adaptarse a la
situación que le brindaba la vida.

Estos individuos si desarrollaron sus propios métodos y ritos de


tratamiento para las diversas aflicciones humanas. No fue sino hasta mucho
más tarde cuando apareció un enfoque sistemático y mucho más planeado
de la psicoterapia.

7.1 EL PACIENTE O CLIENTE.


La psicoterapia se verifica cuando algún individuo tiene algún problema o
alguna dificultad en su adaptación, que le produce cierto malestar o que
resulta perturbadora para aquellos que viven con el. Las circunstancias en
que se inicia la psicoterapia varían con el tipo de problemas y con el contexto
ambiental específico.

Problemas como inhabilidad para concentrarse, fracaso escolar, timidez


excesiva, insatisfacción vocacional, nerviosismo, tensión, depresión,
ansiedad, falta de armonía marital, frigidez, homosexualidad, holgazanería,
inclinación al robo, enuresis, aislamiento social, pensamientos morbosos,
incendiario, insomnio, amnesia. Hostilidad, jaquecas, dolores de pecho, etc;
conducen a alguien al psicoterapeuta.

El cliente tiene que ser motivado a que busque e inicie la psicoterapia. Si


no la abadonará si se le impone, al poco tiempo de iniciarla.

7.2. QUIENES PRACTICAN LA PSICOTERAPIA.


Ha sido principalmente el cometido de los psiquiatras, psicólogos clínicos,
y trabajadores sociales psiquiátricos. La preparación de cada uno de ellos
incluye alguna instrucción y experiencia, en diversos grados, en las áreas de
psicopatología, teoría de la personalidad, entrevistas y psicoterapia.

También la practican los consejeros vocacionales , asesores vocacionales


y de rehabilitación, los psicólogos asesores, de escuelas y muchos médicos.

7.3. REQUISITOS PARA SER UN BUEN


PSICOTERAPEUTA.
El psicoterapeuta necesita saber mucho más acerca de las
psicopatologías y de las diversas manifestaciones del comportamiento mal
adaptado. Tiene que estar informado acerca de las teorías de personalidad y
de desarrollo, no solo por su relación con la psicopatología, sino para
comprender mejor el comportamiento y las conductas del individuo.

Necesita también estar bien informado acerca de los procedimientos


terapéuticos de las principales teorías de la psicoterapia, y acerca de los
diversos problemas con que suele tropezar ella.

Es mejor que sea emocionalmente maduro, que esté seguro de si mismo


y que sus condiciones de vida, fuera de la terapia sean tales que le
proporcionen adecuadamente los medios necesarios para vivir.

Debe tener simpatía y sensibilidad hacia los sentimientos y mentalidad del


paciente, necesita mantener una orientación objetiva y debe tener integridad
intachable, con un profundo sentido de responsabilidad hacia el paciente.

Tres características muy importantes del psicoterapeuta son: empatía,


genuinidad y cariño hacia el paciente; crear una atmósfera tranquila y de
confianza durante la terapia, mediante una aceptación y valoración objetiva
dl cliente.

7.4. ENTRENAMIENTO PARA LA PSICOTERAPIA.


Los programas especiales de entrenamiento en psicoterapia se reservan
para quienes han consumado su preparación en alguna otra carrera.
Médicos, trabajadores sociales y psicólogos, suelen recibir el entrenamiento
de psicoterapia después de haber completado la preparación ordinaria de su
profesión. En la mayoría de los programas de psicología clínica se incluye
cierto entrenamiento didáctico y práctico en psicoterapia o en modificación
del comportamiento. La cantidad de instrucción varía según las
universidades.

Muchos psicólogos han participado en programas postdoctorales de


entrenamiento.

La instrucción en psicoterapia es solo una parte del total de preparación


para un psicólogo clínico.

7.5. ASPECTOS COMUNES A TODA PSICOTERAPIA.


Todas las psicoterapias constan de un terapeuta, un paciente, un recinto
médico u oficina, y cierta interacción entre el terapeuta y el cliente. Este
ultimo, sea cual sea la orientación del terapeuta, anda en busca de ayuda
para sus dificultades psicológicas personales. El terapeuta, cualesquiera que
sean sus convicciones y preferencias teóricas, procura ofrecer al paciente un
ambiente en el que se espera que pueda resolver sus problemas, superar
sus dificultades y aumentar su nivel de adaptación.

La psicoterapia, aparece a los ojos del paciente como un instrumento que


le ayudara a resolver sus problemas. Al iniciar la psicoterapia, se le esta
ofreciendo al paciente cierta esperanza de que resolverá su caso; el
terapeuta parece ser un elemento común a todas las psicoterapias.

CAPITULO 8.
LA ENTREVISTA CLINICA Y EL ESTUDIO DE
CASOS.

El trabajo clínico específicamente en la entrevista, se utiliza principalmente


para tres fines generales:

1.- EVALUACION DEL DIAGNOSTICO.


2.- PRUEBA PSICOLOGICA.
3.- PRUEBA DE PSICOTERAPIA.

El diagnóstico se utiliza para obtener información acerca del problema del


cliente y para valorar la naturaleza de su dificultad.

Se suelen obtener diversos tipos de información mediante la entrevista;


esta información puede catalogarse de muy diversas maneras además de la
información obtenida del cliente. Este mismo constituye una fuente de datos
que difiere de la primera en muchas maneras; nos referimos ala conducta
que observa el cliente mientras interactúa con el entrevistador.

La forma que tome la entrevista dependerá de la finalidad que se le


asigne, para el pronóstico de la orientación teórica e identidad participantes
en ella y del contexto en que se verifique la entrevista.

8.1 EL PROCESO DE LA ENTREVISTA.


Primer paso: Hacer que el paciente se sienta a gusto; la armonía es tan
esencial aquí como en la aplicación de pruebas psicológicas.

Segundo, permitir que el cliente exponga su problema como el lo ve, así


como las razones que lo empujaron a buscar ayuda terapéutica.

La cuestión de tomar notas o de grabar la conversación variara de una


institución a otra.

Es solo uno de los instrumentos utilizados para ayudar y comprender al


paciente.

8.2. ENTREVISTAS ESTRUCTURADAS Y NO


ESTRUCTURADAS.
La mayoría de los clínicos suelen empieza la entrevista con el problema
del cliente . Sin embargo, en algunos contextos institucionales, tal vez
sientan una mayor necesidad de obtener cierto tipo de información, para lo
cual elaboran cuestionarios específicos.

8.3. VENTAJAS Y LIMITACIONES.


Ofrece al paciente la oportunidad de exponer todo lo que quiera. Sin
embargo, hasta cierto punto, el determina lo que va a decir, hasta donde lo
va a decir y cuanto de ello ocultara, esas serían las desventajas de la
entrevista, no obtener información exactamente completa.
CONCLUSIONES.

Comprender y tratar a los seres humanos es algo muy problemático. El


estudio del comportamiento humano requiere una compleja variedad de
métodos, puesto que muchos individuos no se dan cuenta de cual es su
verdadera motivación, no aciertan a recordar o tienen dificultad para
verbalizar sus propias experiencias y observan una conducta diferente,
según sean las circunstancias. Es preciso entender al hombre para poder
tratarlo.

Las enfermedades mentales, se ven favorecidas por las condiciones


ambientales. El ritmo de vida que la sociedad nos impone, nos deja una
tensión que requiere una personalidad muy equilibrada para poderla
sobrellevar.

Por ello, el número de personas que precisan ayuda psicológica, esta en


aumento.

La psicología clínica, aparece como una opción para poder lograr ese
equilibrio en nuestra personalidad. A través de los diversos tipos de terapias
que se manejan dentro de la psicología clínica, podemos establecer
métodos que nos permitan encontrar soluciones a los distintos problemas
que se presentan en la vida diaria.

A través del conocimiento del comportamiento individual, como se lo


plantea la psicología clínica, podemos llegar a obtener conclusiones
generalizadas, es decir, conclusiones universales que nos ayuden a dar una
salida a distintas situaciones problemáticas existentes en la vida del ser
humano. Con esto no queremos decir que deban tratarse todos los
problemas de todos los seres humanos por igual, pero lo que si podemos
hacer, es, a partir del conocimiento de determinada situación en un ser
humano, así como su reacción ante esta, podemos deducir posibles
reacciones de otros individuos, para así poder encontrar una solución acorde
a cada uno de ellos.

Por otro lado, como se menciono anteriormente, dentro de la


psicología clínica se siguen distintas corrientes psicológicas, siendo una de
ellas, la llamada trecera fuerza de la psicología: el humanismo.

Al igual que todas las demás corrientes psicológicas, el humanismo


tiene tanto ventajas como desventajas que deben ser tomadas en cuenta.
Como una de sus principales ventajas podemos situar el hecho de que su
objeto de estudio es el ser humano como tal; el humanismo se centra en
estudiar todos los aspectos relacionados intrínseca y extrínsecamente con el
ser humano. El humanismo retoma nuevamente la importancia que ejerce el
hombre sobre el mundo, lo coloca como el eje alrededor del cual gira el
universo.

Podríamos plantear al humanismo, como una buena opción para


quienes desean ayudar a otros por medio del uso de la psicología. Sin
embargo, actualmente, ante el ritmo de vida tan acelerado que llevamos,
parece estar desapareciendo nuevamente ese interes en el hombre, puesto
que el tener que vivir dentro de una sociedad que se autoconsidera
“moderna” y tecnológicamente avanzada, nos convierte en seres humanos
que olvidamos cual es nuestro verdadero papel y nos limitamos a vivir
deacuerdo al sistema establecido, haciendonos cada vez más, alienados y
esquizoides, olvideandonos de nuestro papel de sujeto, y tomando el papel
de objeto dentro de una sociedad que antepone su progreso tecnológico y
económico, al progreso emocional de los individuos que la conforman.
INDICE.

INTRODUCCION. ...............................................................................1

CAP 1.CORRIENTES HISTÓRICAS..................................................12

CAP.2. ¿QUÉ ES PSICOLOGÍA CLÍNICA?.......................................15

CAP. 3. ¿QUE HACE LA PSICOLOGIA CLINICA?............................16

CAP. 4 LA INVESTIGACION EN LA PSICOLOGIA CLINICA.............19

CAP. 5. METAS Y PROPOSITOS DE LA PSIC. CLINICA..................22

CAP. 6. TERAPIAS..............................................................................30

CAP. 7. EL OFICIO DEL PSICOTERAPEUTA.....................................41

CAP. 8. LA ENTREVISTA CLINICA Y EL ESTUDIO DE CASO..........44

CAP. 9. HISTORIA DEL HUMANISMO................................................46

CAP. 10. UNA CONCEPCION HUMANISTA DEL HOMBRE...............51

CAP.11. PRINCIPALES HUMANISTAS Y SUS OBRAS.......................57

CAP. 12. HUMANISMO MARXISTA......................................................62

CAP. 13. APLICACIÓN DEL PSICOANALISIS HUMANISTA A LA


TEORIA DE MARX................................................................................65

CAP. 14. ALIENACION, MARXISMO Y HUMANISMO..........................68

CAP. 15. EL HOMBRE COMO DEBE SER............................................72

CAP. 16. VALORES MORALES.............................................................75

CAP. 17. PERSONA Y PERSONALIDAD...............................................78

CAP. Q8. CRISIS DEL HUMANISMO.....................................................79

CONCLUSIONES....................................................................................80

BIBLIOGRAFIA...........................................................................................82

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