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Distinguir entre una deficiencia mental ligera y una neurosis que atenace y
estorbe el trabajo intelectual del que la sufre, o una deficiencia intelectual por
carencia o déficit de estimulación derivada de una desfavorable situación
socio-cultural, es a veces muy difícil y requiere toda la sagacidad técnica de
la Psiquiatría y la Psicología Clínica.
Por ser los oligofrénicos sujetos con déficit en las funciones intelectuales,
presentan necesariamente trastornos en el delicado engranaje entre las
funciones mentales jerárquicamente superiores y las inferiores. La
integración del plano afectivo-emocional con el cognoscitivo o intelectual, es
en ellos deficiente, con las características generales de la hipoevolución y
alteraciones cualitativas que se traducen en anomalías de la conducta que
para su corrección, exigen una descripción científica y la aplicación de
procedimientos de Pedagogía Especial y Psicoterapia. Esta labor, la dirige el
Psicólogo Clínico.
B) EL METODO CLINICO.
Las insuficiencias del método experimental, especialmente tal como era
practicado en los laboratorios de psicología entre fines del siglo XIX y
comienzos del XX, inclinaron a muchos psicólogos al empleo de un método
de enfoque opuesto, que en lugar de tender primordialmente al empleo de un
enunciado de leyes generales permitiese aprehender en su singularidad las
peculiaridades de un organismo individual. Tal es la característica
fundamental del método clínico. Derivado de la atención a los enfermos se
aplica a la consideración pormenorizada y prolongada de casos y situaciones
individuales, en las condiciones reales en que se verifican, y con la intención
de prestar ayuda.
Sin embargo, conviene completarla con otros medios, de los cuales los
más comúnmente empleados son los tests y las anamnesis.
CORRIENTES HISTORICAS.
El trabajo con adultos era notablemente menos frecuente que el trabajo con
niños. En primer lugar, los psicólogos clínicos que trabajaban con adultos
tenían un puesto en una institución pública, por lo común dentro de un
manicomio, en donde su labor fundamental consistía en administrar pruebas
que ayudasen a los psiquiatras a establecer su diagnóstico. También podían
conseguir empleo en las cárceles, donde los psicólogos aplicaban pruebas
de inteligencia para intentar precisar que reclusos eran enfermos mentales, y
administraban pruebas especiales que ayudasen a colocar a los convictos en
los trabajos y cursos especiales del penal. En algunas ocasiones, estos
psicólogos daban terapia individual o de grupo. Pero en los manicomios la
terapia individual o de grupo era algo raro y, si se llegaba a dar, representaba
solo un mínimo aspecto de la labor del psicólogo. Aquellos psicólogos
clínicos que estaban colocados dentro de una institución se veían
complicados con frecuencia en problemas de selección o admisión de
candidatos, ayudantes y demás personal. Su función se reducía a aplicar
pruebas a los candidatos y evaluar la inteligencia, adaptación de la
personalidad o estabilidad emocional. Hacia el fin de la década del 30 se
empezó a poner atención en las pruebas de personalidad, particularmente
con los adultos recluidos en las clínicas de salud mental; pero todavía se
daba mucho mayor interés a las pruebas de habilidad y eficiencia, a las que
intentan determinar una pérdida de la capacidad mental como resultado de
una enfermedad mental o de una lesión cerebral, y a las de destrezas e
ineptitudes específicas. La mayor parte de los libros publicados en este
periodo en el campo de la psicología clínica proporcionaban instrucciones
sobre cómo aplicar, medir e interpretar las pruebas mentales.
CAPITULO II.
Los análisis también incluyeron los muchos estudios sobre temas o áreas
específicas de la psicología clínica.
CAPITULO 5.
METAS Y PROPOSITOS DE LA PSICOLOGIA.
5.1.1. EVALUACION.
Hasta hace poco, las pruebas se han considerado tanto por psicólogos y
psiquiatras como la función primaria del psicólogo clínico. Con su
entrenamiento en los módulos de investigación científica se considera como
la persona más capacitada para diseñar y administrar sistemas de
evaluación. Estas pruebas pueden utilizarse para proporcionar diagnósticos
psiquiátricos o para indicar el curso de acción más apropiado para un
individuo. Aunque podría esperarse que estos dos últimos aspectos se
consideren anónimos, el hecho de que una denominación diagnóstica, como
regla general, proporciona una guía deficiente de como debe tratarse al
individuo, hace que sea muy importante mantener esta distinción.
Como un test para diagnóstico, el WAIS ha sido atacado con base en que,
aunque podrían encontrarse rasgos estadísticos entre los grupos, el test no
permite al psicólogo clasificar a un paciente con cierto grado de confianza.
Una segunda limitación se refiere al hecho de que los grados de contabilidad
de los subtest no son suficientemente altos para permitir al clínico hacer
interpretaciones inequívocas (McNemar, 1957). Por último, el hecho de que
otros investigadores hayan obtenido datos en grupos patológicos que no
están deacuerdo con los hallazgos de Wechsler (rabin y Guertin, 1951),
ocasionaron el abandono gradual del WAIS como instrumento diagnóstico. A
pesar de todo, todavía se considera de valor clínico proporcionar hipótesis
que puedan comprobarse por instrumentos más especializados.
Hay una tendencia reciente en psicología clínica para evitar por completo
toda evaluación y considerarla como una práctica inútil y degradante. En sus
intentos por desechar cualquier idea persistente de que ellos son en alguna
forma profesionalmente inferiores a los psiquiatras, los psicólogos estado-
conscientes tienden a interrumpir su función psicométrica con su imagen de
técnico de laboratorio.
CAPITULO 6.
TERAPIAS.
Actualmente Se utilizan distintos tipos de terapia para el tratamiento de
los desordenes emocionales. La elección de la terapia depende parcialmente
de la naturaleza y gravedad del desorden y de características del paciente,
tales como edad y nivel intelectual.
6.1.1. PSICOCIRUGIA.
6,1.5. PSICOFARMACOLOGIA.
No todos los tipos de casos se ayudan con estas drogas. Entre los que
por lo general no mejoran, o son afectados negativamente se encuentran los
pacientes depresivos, apáticos o aislados, y esquizofrénicos pasivos o
avanzados.
Hay algunas pruebas que sugieren que la diferencia en los efectos de los
tranquilizantes y sedativos como los barbitúricos, es sólo de grado (40). En
grandes dosis, afectan la actividad cognoscitiva y psicomotora, el estado de
vigilancia y otras funciones psicológicas.
6.3. PSICOTERAPIA.
6.3.1. CARACTERISTICAS GENERALES.
6.3.3. PSICOANALISIS.
La aceptación de los otros y el respeto para con los demás aumenta con
la creciente aceptación de si mismo.
6.3.6. PSICODRAMA.
Dado que los niños tienen dificultades para expresar verbalmente sus
problemas emocionales, frecuentemente se emplea la terapia de juego, ya
sea individual o en grupo. En la sesión de juego, tiene oportunidad de
representar dramaticamente su ansiedad, hostilidad, agresión y demás
sentimientos perturbadores. Entre muebles de juguete, arcilla, arena y
pintura sin pincel.
6.4.1. PREVENCION.
El estigma social que aún cae sobre la enfermedad mental, hace que el
individuo se resista a buscar ayuda profesional e impide que sus allegados lo
recomienden.
CAPITULO 8.
LA ENTREVISTA CLINICA Y EL ESTUDIO DE
CASOS.
La psicología clínica, aparece como una opción para poder lograr ese
equilibrio en nuestra personalidad. A través de los diversos tipos de terapias
que se manejan dentro de la psicología clínica, podemos establecer
métodos que nos permitan encontrar soluciones a los distintos problemas
que se presentan en la vida diaria.
INTRODUCCION. ...............................................................................1
CAP. 6. TERAPIAS..............................................................................30
CONCLUSIONES....................................................................................80
BIBLIOGRAFIA...........................................................................................82