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Leticia Quiriz Montiel

José Roberto Pérez Castro

La clase obrera va al paraíso en contexto del trabajo enajenado de Carlos Marx

Con este ensayo se pretenden analizar algunos puntos de la película “La clase obrera va al paraíso”
en términos de “El trabajo enajenado” de Carlos Marx. La película contiene muchos elementos
que caracterizan el trabajo enajenado, y este análisis ayudará a caracterizar a los personajes de la
película en el trabajo enajenado.

La película comienza cuando el personaje principal, cuyo nombre es Lulú, despierta y comienza a
discutir con su esposa de que la vida en general se puede expresar en términos de trabajos de
producción, este es el primer indicio de que Lulú tiene un serio problema de un trabajo enajenado
pues Marx argumenta que la enajenación del trabajo consiste primeramente “en que el trabajo es
externo al trabajador, es decir, no pertenece a su ser; en que en su trabajo, el trabajador no se
afirma, sino que se niega; no se siente feliz, sino desgraciado; no desarrolla una libre energía física
y espiritual, sino que mortifica su cuerpo y arruina su espíritu.” A Lulú lo domina tanto el trabajo,
que todo lo que pasa cree que es como en su trabajo, y está molesto, irritante y se siente hasta
cierto punto desgraciado debido a que tiene que trabajar como loco para ganar más dinero en el
destajo.

Lulú se dirige hacia su trabajo y en la entrada de la fábrica encuentra estudiantes que les dicen a
todos los trabajadores que cuando culmine su jornada de trabajo, volverá a ser de noche
nuevamente y ellos nunca verán la luz del sol ni podrán convivir con sus familiares o amigos. Los
estudiantes tratan de concientizar a los trabajadores de que las condiciones de trabajo que tienen
son muy estrictas con respecto a su humanidad, que ellos deben de pelear por mejores
condiciones de trabajo, ya que no son máquinas y necesitan tener convivencia en la sociedad.
Ante esto, Lulú les grita que dejen de molestas porque él ya quiere comenzar a trabajar y a ganar
dinero. Marx dice que hay una “relación del trabajador con el producto del trabajo como con un
objeto ajeno y que lo domina. Esta relación es, al mismo tiempo, la relación con el mundo exterior
sensible, con los objetos naturales, como con un mundo extraño para él y que se le enfrenta con
hostilidad”. Por lo que podemos concluir claramente que el objeto, lo que produce en la fábrica,
domina a Lulú y que la naturaleza es extraña para él.

Al llegar a la fábrica, todos los días hacen que se reproduzca una voz que los incita a trabajar más y
que si generan más producción lograran conseguir más dinero para ellos. Esto en beneficio del
patrón pues les pagan más por producir más, pero el pago por las piezas no es mayor. Marx lo
explica así: “El obrero es más pobre cuanta más riqueza produce, cuanto más crece su producción
en potencia y en volumen. El trabajador se convierte en una mercancía tanto más barata cuantas
más mercancías produce.” Lulú se burlaba de sus compañeros porque él como trabajador era el
que más producía y nadie le seguía el ritmo. Solo él lograba tener una producción que lo hacía
ganar un poco más de su sueldo base. El supervisor de la misma forma, les decía a los obreros que
trabajaran más o no lograrían el número de piezas al que estaban obligados a producir, podemos
inferir que la mercancía del supervisor eran los obreros y su producción era el lograr que los
obreros aumentaran la producción así que, nuevamente el supervisor tenía la misma forma de
trabajo que los obreros.
Leticia Quiriz Montiel
José Roberto Pérez Castro

Al marcar la hora de la comida, Lulú no come, pues él dice que no lo necesita pues no quiere que
las idas al baño bajen su producción. Además menciona que ha estado envenenado, que ha tenido
problemas en los huesos debido a que ha trabajado alrededor de treinta años en la fábrica y, que
por tanto, eso lo había hecho muy fuerte. En la conversación mentía a sus compañeros acerca de
lo que realizaba con su familia, pues les decía que cumplía con sus relaciones maritales y una
buena manutención, pero en su casa le reclamaban que no lo hacía. Marx explica que “Como
quiera que el trabajo enajenado convierte a la naturaleza en algo ajeno al hombre, lo hace ajeno
de sí mismo, de su propia función activa, de su actividad vital, también hace del género algo ajeno
al hombre; hace que para él la vida genérica se convierta en medio de la vida individual. En primer
lugar hace extrañas entre sí la vida genérica y la vida individual, en segundo término convierte a la
primera, en abstracta, en fin de la última, igualmente en su forma extrañada y abstracta.”

Durante la película se aprecian dos relaciones, la relación que tiene Lulú con la actividad que
realiza, en la cual se aprecia claramente la enajenación con la actividad, pues desde el principio
siempre relaciona a una actividad una forma de producción, además de dañarse a sí mismo por la
relación que establece con su actividad, siempre tratar de producir más, siempre pensar en
procesos. La segunda relación que podemos apreciar en la película es la relación que tiene Militina
con el objeto que produce, se empieza a cuestionar sobre su uso, para qué sirve, por qué
producirlo y más interrogantes que no son capaces de contestarse, pues al estar enajenados con el
objeto, no pueden verse reflejados con él. Marx menciona otra forma de relación la del hombre
con el hombre. Esta relación no se puede apreciar pues nunca el dueño de la fábrica tiene relación
directa con la clase obrera, pero es una característica implícita que nos lleva a poder inferir que el
dueño de la fábrica, también tiene una enajenación.

Como conclusión podemos decir que los modos de producción en el capitalismo producen
enajenación que produce daños físicos y psicológicos en todas las personas involucradas.

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