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Otro de los asuntos en los que no están de acuerdo George Sand y Gustave Flaubert es en qué
debe ser más importante para el escritor su vida o su obra. George Sand da prioridad a la vida,
sus experiencias da fe de ello. Gustave Flauvert, que se sabe un gran artista, entiende que su
obra es merecedora de todos los sacrificios.

Estracto de las cartas recogidas por la magnífica edición de   


 .

18/09/1868 Sand escribe a Flaubert.

He retomado una novela sobre el   de la que había dejado una primera parte en mi
despacho, y me baño todos los días en un pequeño torrente helado que me vapulea y me hace
dormir como un bebe. ¡Qué bien se está aquí con estas dos niñitas (sus nietas) que ríen y
charlan de la mañana a la noche como pájaros, y qué estupidez ponerse a componer y tramar
 
 , cuando la realidad es tan cómoda y agradable! («) No hay nada más interesante en
mi vida que los  

21/12/1868 Sand a Flaubert.

A ti te exceptúo de todo esto (está criticando a los escritores franceses), tú que haces una vida
de excepción, y yo me exceptúo a causa de un fondo de bohemia despreocuopadaque he
conservado. Pero yo no sé insistir y pulir, y amo demasiado la vida, me distraigo demasiado
en los aliños, en todo lo que no es el plato principal, para ser verdaderamente una literata.
Tengo mis ataques, pero no me duran. ¡La existencia en que uno no sabe nada de su yo es tan
buena, y la vida en que uno no interpreta ningún papel, un espectásculo tan hermoso de ver y
escuchar! Cuando tengo que entregarme a fondo, saco fuerzas del coraje y la resolución, pero
ya no me divierto. De ti, trovador apasionado, sospecho que te divierte tu oficio más que nada
en el mundo. A pesar de lo que dices, bien podría ser que el  fuese tu única pasión, y que
tu enclaustramiento, que me enternece, tonta de mi, fuese tu jardín de las delicias. Ojalá fuese
así, pero reconócelo, para tranquilizarme.

El 1/01/1869. Noche de fin de año a la 1. (ya es significativo que esa madrugada se ponga a
escribir) Flaubert respode a Sand.

En cuanto a mi pasión por el trabajo, yo la compararía con un prurito. Me rasco gritando. Es


al a vez un placer y un suplicio. ¡Y no hago nada de lo que no quiero! Porque uno no escoge
sus temas. Ellos se imponen. ¿Encontraré alguna vez el mio? ¿Me caerá del cielo una idea que
encaje completamente con mi temperamento? ¿Podré hacer un libro donde me dé todo entero?

(«) ¿Qué ³el enclaustramiento al que me condeno es mi jardín de las delicias´? ¡No! Pero
¿Qué le voy a hacer? Embriagarse con tinta es mejor que embriagarse con aguardiente. ¡La
musa, por muy esquiva que sea, da menos dolores de cabeza que La Mujer! 
  
 
  . Hay que escoger. ¡Mi elección está hecha desde hace mucho!
Queda el tema de los sentidos. Siempre han sido mis servidores. Incluso en la época de mi
más tierna juventud, he hecho con ellos absolutamente lo que he querido. Estoy cerca de los
50 ¡y ya no es precisamente su fogosidad lo que me estorba!

Este régimen no es tan terrible; lo admito, hay momentos de vacío y de terrible


aburrimiento. Pero se van volviendo más y más raros a medida que uno envejece. En fin,
¡OO me parece un oficio para le cual no estoy hecho! ¡Y sin embargo!

El 17/01/1869 Sand a Flaubert.

(«) No hay ser más sereno y más feliz en su interior que este viejo trovador (habla de ella
misma) retirado de los asuntos del mundo, que canta de tanto en tanto su pequeño romance a
la luna, sin preocuparse de cantar bien o mal, porque canta lo que le pasa por la cabeza, y que,
el resto del tiempo, pasea deliciosamente. No ha estado tan bien como ahora (sigue hablando
de ella). Cometió la estupidez de ser joven, pero no hizo daño, ni conoció las    
 ,
ni vivió para la vanidad, goza de la felicidad de ser apacible y divertirse con todo.

El 26/02/1872 Flaubert a Sand.

He seguido sus consejos: me he   . Pero eso me divierte mediocremente.


Decididamente no me interesa otra cosa que la sacrosanta literatura.

El 28/02/1872 Sand a Flaubert.

Nosotros 5 (ella, su hijo Maurice, su nuera y sus 2 nietas) nos amamos apasionadamente, y la

   , como tú la llamas, es secundaria para mí en la vida. Siempre he amado
a alguien más que a ella, y a mi familia más que a nadie.

El 3/03/1872 Flaubert responde a Sand. Aquí parece que Gustave F. se asusta de sí mismo.

¡No! La literatura no es lo que amo más en el mundo. Me expliqué mal (en mi última carta).
Le hablaba a usted de distracciones, y de nada más. No soy tan repelente como para preferir
las frases a los Seres. Con la edad mi sensibilidad se exaspera. Pero la materia es sólida y la
máquina sigue funcionando. Por otra parte, después de la guerra de Prusia, no puede haber
peor embrutecimiento.

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