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EL PODER DE UNA ESPOSA QUE ORA

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Una Reseña de Libro

Entregado al

El Dr. Gary Woods

Instituto Bíblico de Capacitación

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En Cumplimiento Parcial

De los Requisitos para

RS-751 Readings I

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Por

Harriet Bouchillon

20 de Febrero, 2008
El Poder de la Esposa que Ora

Omartian, Stormie. The Power of a Praying Wife. Eugene, Oregon: Harvest House
Publisher, 1997.

El Poder

El oración no es un medio para que una esposa adquiera poder o autoridad sobre su

esposo; sino es poner a un lado toda demanda de poder y depender del poder de Dios para

transformarla, su esposo, sus circunstancias y su matrimonio. “Es una herramienta apacible de la

restauración apropiada por medio de las oraciones de una esposa que anhela hacer lo correcto

más que estar en lo correcto, y dar vida más que desquitarse. Es una manera de invitar al poder

de Dios en la vida de su esposo para su más grande bendición, que en última instancia es suya

también” (p.130).

No es difícil para una mujer orar por sus hijos, porque ella tiene autoridad sobre ellos; sin

embargo, es diferente en el orar por su esposo. Ella no tiene ninguna autoridad sobre su esposo;

además, ella puede experimentar amargura, resentimiento o ira hacia él por sus palabras,

acciones, o negligencia. No obstante, por medio de la oración ella puede tomar del gran poder de

Dios para dañar los planes del enemigo, cuyo plan es dañar y destruir matrimonios. En cuanto

una esposa pone su vida ante de Dios en oración, muere a un deseo que ella incluso pueda tener

de huir de una matrimonio en problemas, y le da sus necesidades a El, El puede revivir, bendecir

y salvar su matrimonio.

Cuando un hombre y una mujer se unen en matrimonio, se convierten uno (Mat. 19:5).

Juntos tienen un poder y unidad que al enemigo no le gusta; él intenta destruir y debilitarlo por

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medio de la autoestima baja, falta de comunicación, orgullo, la necesidad de estar en lo correcto,

deseos egoístas, y sus mentiras. Una de sus mentiras es que no hay ninguna esperanza para el

matrimonio, que la felicidad vendrá por medio de estar casado con otra persona, etc. El ser

miserable en un matrimonio produce pensamientos que cualquier cosa sería mejor que la

presente experiencia, pero estos pensamientos surgen por no ver el matrimonio como Dios lo ve,

la manera que Dios quiere que se convierta. La oración ablanda el corazón hacia Dios y da una

visión para un matrimonio que viene de El.

No es la voluntad de Dios que un matrimonio muera y se desintegre, que haya una cuña

entre una esposa y su esposo. “La voluntad de Dios es romper todas estas barreras y levantarlo de

ese hoyo. Él puede sanar las heridas y poner de nuevo amor en su corazón. Nada ni nadie puede

hacerlo” (p. 20). En cuanto una esposa espera pacientemente en Dios por medio de la oración, El

puede hacer su esposo en una nueva creación en Cristo.

Orar por su esposo es un acto de amor, no egoísta, sacrificial por parte de la esposa que

no depende de que él también ore por ella. Su felicidad vendrá por medio de su propia relación

personal con el Señor. Ella puede tener compañeras de oración entre otras mujeres confiables y

santas, con el propósito de pedirle a Dios que cambie su corazón, para demostrar que es

necesario para ser una buena esposa, para verter su corazón y alma a El, y orar para que Dios

bendiga a su esposo. Sobre todo, ella debe tener paciencia y perseverancia para esperar en Dios

para realizar cambios en Su tiempo y en Su manera.

Su Esposa

En cuanto una esposa ora, ella descubrirá que ella es la que necesita cambiar, y es

cambiada, en lugar de su esposo. Conforme al Salmo 66:18, nuestro propio corazón tiene que

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estar bien antes de venir en oración delante de Dios. Los pecados de no perdonar, ira, odio, falta

de amor y venganza pueden estar presentes y necesitan ser confesados. “Uno de los regalos más

grandes que usted puede dar a su esposo es su propia plenitud. La herramienta más eficaz en

transformarlo puede ser su propia transformación” (p.27). El proceso de morir a uno mismo

puede ser doloroso. Por medio de la oración, una persona entra en la presencia de Dios, Dios

llena esa persona con Su Espíritu de amor, y un cambio milagroso sucede en su propio corazón.

En cuanto una esposa ora por su esposo el amor de Dios por él crecerá en su propio corazón.

Ella se convertirá no egoísta en sus motivos y amorosa en sus respuestas; será más fácil llegar a

los acuerdos. “El punto en todo esto es que como esposo y esposa no queremos tomar caminos

separados. Queremos estar en la misma senda juntos. Queremos ser compañeros profundamente

compatibles, de por vida, y tener el amor que dura toda una vida. La oración, como el lenguaje

supremo del amor, puede hacer que eso suceda” (p. 30). Por medio de la oración ella tiene el

poder y la autoridad de Dios en la vida de su esposo. Los treinta capítulos del Poder de una

Esposa en Oración proporcionan una guía provechosa que consiste de treinta áreas importantes

de enfoque en la oración para la esposa que invoca el nombre de Dios en oración por su esposo

diariamente por un mes.

El molestar y criticar no funcionan (Prov. 21:19); la oración es la única cosa que siempre

funciona. En lugar de tener la meta que su esposo cambie a lo que ella quisiera que él fuera o

piensa él debería ser, ella lo debe dejar a Dios de modo que El pueda hacer lo que Él quiere hacer

en la vida de su esposo. Salmo 62:5 dice, “Alma mía, en Dios solamente reposa, porque de él es

mi esperanza.” Una esposa debe dejar sus propias expectativas de perfección para su esposo:

expectativas que a menudo la molestan cuando él no vive de acuerdo a ellas, y le permiten que la

expectativa más grande sea de Dios y no de su esposo. Es también a menudo mejor escuchar que

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hablar y ofrecer consejo. “No son las palabras que hablamos que hacen la diferencia; es el poder

de Dios que las acompañan. Le sorprenderá cuánto poder tienen sus palabras cuando usted ora

antes de que las hable. Le sorprenderá aún más lo que puede suceder cuando usted se calla cierra

y permite que Dios obre” (p. 36). No importa si su esposo es creyente o no, ella puede orar por

él, recordando las palabras de 1 Pedro 3:1, 2: “sean ganados sin palabra por la conducta de sus

esposas.”

La esposa en oración debe pedir a Dios que le demuestre cómo alcanzar la meta de que su

casa sea un lugar de refugio, un santuario pacífico para su familia, un lugar para la creatividad y

la comunicación. Ella debe permitir que su esposo sea la cabeza del hogar de modo que ella

pueda ser el corazón. Efesios 5:33 enseña que el esposo debe amar a su esposa y que la esposa

debe respetar a su esposo. Es verdad que la pérdida de respecto parece preceder la pérdida de

amor. Es muy dañino para un hombre no sentir el respecto de su esposa y puede traer la derrota

a un matrimonio. Cuando una esposa ora por sí misma, ella debe pedir a Dios que la haga, en Su

poder, como el ejemplo de la mujer virtuosa de Proverbios 31. Al recordar que “le da ella bien y

no mal todos los días de su vida” (Prov. 31:12), ella debe también recordar que la mejor cosa que

puede hacer por él es orar por él.

Su Trabajo

Un esposo necesita oración para encontrar un equilibrio entre la holgazanería y el exceso

de trabajo. La identidad y el valor de un hombre a menudo están en su trabajo y él teme el

fracaso. Su temor puede producir holgazanería, o puede producir el extremo de trabajar

demasiado en un esfuerzo de demostrar su capacidad y recibir el elogio y la aceptación que él

necesita. Un hombre necesita tener un sentido de propósito en su trabajo, ver un futuro para sí

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mismo. Una esposa puede orar que el trabajo de su esposo tenga éxito, y prosperidad así como

una gran satisfacción. Ella puede orar para que su trabajo sea seguro y acertado, y para que sea

recompensando financieramente. Ella puede orar para que él vea que seguir a Dios es el camino

para el verdadero significado en la vida.

“Usted puede orar para que sus ojos sean abiertos para lo que Dios quiere que él haga, y
dónde Dios está guiando. Sus oraciones le pueden ayudar a sentirse apreciado y animado
para reconocer que él tiene valor sin importar lo que él hace. Usted le puede asegurar que
Dios lo ha dotado especialmente con capacidad y talento y tiene algo bueno para él.
Entonces ore para que Dios se lo revele y abra una puerta de oportunidad que ningún
hombre pueda cerrar” (p. 52).
Los siguientes versos son buenos para usar cuando ore por el trabajo de un esposo: Proverbios

22:29; Proverbios 23:4, 5; Mateo 16:26; Eclesiastés 10:18; Salmo 90:17.

Sus Finanzas

“Nada aplica más presión en un matrimonio que irresponsabilidad financiera, falta de

dinero, y deuda enorme. Solamente cuando reconocemos que todo lo que tenemos viene de Dios

y buscamos hacerle Señor sobre ello podremos evitar las trampas que el dinero, o la falta de ello,

trae” (p. 55). La esposa puede orar que su esposo se sienta recompensado por su trabajo, y al

mismo tiempo aprenda y practique los principios financieros establecidos en la Palabra de Dios.

Ella puede orar que su él esté dispuesto dar a Dios lo que Dios le ha dado a él y que él encuentre

su tesoro en Dios en lugar que en sus finanzas. Ella también puede orar por sabiduría en su

propio uso del dinero que Dios les ha dado. Lucas 12:29-31, Eclesiastés 5:19, Proverbios 28:7,

Salmo 37:25 y Filipenses 4:19 son versos para orar en cuanto a finanzas.

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Su Sexualidad

“Cosas malas surgen cuando la parte sexual de un matrimonio es descuida. . . No

comprometa o pierda lo que Dios tiene para su matrimonio al descuidar orar por esta área vital

de su vida” (p. 65). 1 Tesalonicenses 4:3-5, 1 Corintios 6:18-20, 1 Corintios 6:13, y Proverbios

5:15-18 son versos a utilizar al orar por la sexualidad de un esposo. La sexualidad es una parte

importante de la vida de un hombre y debe ser una alta prioridad de lo que es importante en un

matrimonio para una esposa. Para la esposa, el sexo surge del afecto para un esposo, mientras

que para el hombre es meramente una necesidad física. Una esposa debe suplir las necesidades

de su esposo y tener comunicación abierta con él al respecto. Ella debe ayudarle a sentirse

satisfecho y no insignificante; ella no debe abstenerse del sexo como forma de castigo. 1

Corintios 7:4-5 enseña que el sexo marital es parte del plan de Dios y se debe llevar a cabo

regularmente (a menos que se suspende temporalmente para ayunar y orar por semanas a la vez o

debido a una enfermedad física). Es para completarse el uno al otro dentro del matrimonio. El no

darle su lugar apropiado es abrir la puerta a la tentación. La esposa que ora debe entender el

aspecto sexual del matrimonio y de la sexualidad de su esposo y cubrirlo en oración. Ella debe

orar por la pureza en su matrimonio, por la buena comunicación, por la capacidad de comprender

a su esposo y suplir sus necesidades, y para que ella misma tenga como alta prioridad el seguir

siendo atractiva y deseable.

Su Afecto

1 Corintios 7:3 dice, “El esposo cumpla con la mujer el deber conyugal, y asimismo la

mujer con el esposo.” Mientras que una de las necesidades más grandes de una mujer es la

necesidad del afecto, un hombre a menudo no ve su importancia, pues él tiende a pensar que el

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sexo y el afecto son lo mismo. Un matrimonio que carece de afecto está necesitado de la

transformación del Espíritu Santo al El ayudar a la pareja para demostrarles cuánto se aman y se

cuidan. Es también importante que modelen a sus hijos la manera apropiada de relacionarse con

el cónyuge de modo que no tengan una perspectiva negativa del matrimonio. La esposa que ora

puede pedir a Dios que transforme este aspecto de su matrimonio y que cambie sus hábitos de

indiferencia o de estar sobreocupado que los hace ignorarse y no tratarse con afecto.

Sus Tentaciones

La tentación puede tomar muchas formas: alcohol y drogas, una lujuria por el dinero y el

poder, adicción a la comida, pornografía, e inmoralidad sexual para nombrar algunos. La oración

puede ayudar a fortalecer la resolución para decidir correctamente cuando el enemigo viene a

tentar en áreas de debilidad y de vulnerabilidad. La esposa que ora debe pedir que Dios

fortalezca a su esposo para resistir la tentación, para dominar su propio espíritu (Prov. 25:28), y

para odiar la maldad y desear lo bueno y correcto (Rom. 12:9). Ore para que él camine en el

Espíritu (Gal. 5:19-25).

Su Mente

2 Corintios 10:3-5 se enfoca en la importancia de “llevar cautivo todo pensamiento a la

obediencia a Cristo.” En Marcos 12:30 Jesús dice, “Y amaras al SEÑOR tu Dios con todo tu

corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente, y con todas tus fuerzas.” Un hombre cae

fácilmente preso a los pensamientos negativos tales como sentirse sin esperanzas, un fracaso, o

pensamientos y mentiras abrumadoras del enemigo que desalentarían y obstaculizarían la obra de

Dios que quisiera hacer por medio de su vida. Él también puede ser tentado para abrigar

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pensamientos pecaminosos que podrían conducir a la desobediencia voluntariosa de la Palabra de

Dios. La esposa que ora debe interceder por su esposo para que sea espiritualmente fuerte contra

cualquier pensamiento negativo y pecaminoso que le causaría pecar o ser ineficaz en su vida y su

testimonio. Ella debe orar que Filipenses 4:8 fuera su guía: “Todo lo que es verdadero, todo lo

honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud

alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.”

Sus Temores

En ocasiones un hombre puede ser atormentado por el temor del “que tal si,”

paralizándose y haciéndole ineficaz. Él puede temer al fracaso como padre, como esposo, como

el líder y el proveedor para su hogar. Su esposa debe orar que el único temor que él tenga sea el

temor del Señor mismo. Ella debe orar que él demande la promesa que, “Dios no nos ha dado un

espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio” (2 Tim. 1:7). Ore por él para

que sepa y confíe en las promesas de la Palabra de Dios.

Su Propósito

El propósito y el diseño de Dios para cada persona es que le glorifiquen y hagan Su

voluntad. La manera que se realiza este propósito es distinta para cada individuo. Una esposa

debe orar para que su esposo cumpla con el propósito que Dios tiene para su vida, que sea

moldeado y conformado según ese plan, y para que se someta a la dirección de Dios al vivir ese

plan para su vida. Cuando su esposo encuentra satisfacción en hacer y ser lo que Dios lo creó

para hacer y ser, ella también encontrará satisfacción. Él tendrá confianza, estará seguro y tendrá

un sentido de dirección interna. Cualquiera que sea el llamado de Dios en su vida, la esposa debe

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ser de apoyo en la oración por él y animándolo y ayudándolo de cualquier manera posible,

encuadrando su propio llamado dentro del de su esposo y complementando.

Sus Decisiones

“Nuestras vidas son tan afectadas por las decisiones que nuestros esposos toman. Somos

sabios si oramos para que tomen buenas decisiones” (p. 101). Una esposa debe orar para que su

esposo tenga una sabiduría que se fundamenta en el temor del Señor (Prov. 9:10) y para que

busque consejo piadoso (Sal. 1:1). Ella debe orar que su esposo no sea lo que la Biblia describe

como tonto, que es lo contrario a un hombre sabio; ore que no sea él uno que “confía en su

propio corazón” (Prov. 28:26), que menosprecia la sabiduría (Prov. 23:9), que habla en lugar de

escuchar (Prov. 18:2), que es contencioso (Prov. 20:3), o que es insolente y confiado (Prov.

14:16). Ore para que él no siga la sabiduría insensata del mundo (1 Cor. 3:19).

Su Salud

La esposa debe orar que su esposo entienda que su cuerpo es el templo del Espíritu Santo

(1 Cor. 3:16) y cuide de él por medio del descanso, dieta, y ejercicio apropiado. “La salud de su

esposo no es algo que se toma por asentado, no importa cual sea su edad o condición. Ore para

que él aprenda a tomar el cuidado apropiado de sí mismo, y si él se enferma, ore para que él sea

sanado” (p 104). Al orar ella por su salud, ella necesita entender y aceptar el hecho de que el

desenlace final en su vida es determinado por Dios.

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Su Protección

Al orar ella por su esposo, una esposa debe orar por protección contra cualquier daño. La

oración debe ser frecuente y continuamente puesto que los accidentes son repentinos e

inesperados. Aunque algo suceda, será confortante para ella saber que ha orado por la presencia

y el poder de Dios en medio de ello. La totalidad del Salmo 91 es bueno utilizar en la oración por

la protección de Dios.

Sus Pruebas

Las pruebas llegan a la vida de cada persona. La oración de la esposa por su esposo debe

ser para que él pueda hacer frente a las pruebas con la actitud y la respuesta apropiada, y no tener

que cosechar la pena de una respuesta negativa. Ella debe orar que él confíe en los propósitos, el

amor, y el cuidado de Dios en medio de la prueba (Rom. 8:28), que él crecerá a través de la

prueba (Rom. 8:18; 1 Ped. 1:6-7), y que él encontrará su fuerza en Cristo (Filipenses 4:13). “Es

la determinación de su esposo permanecer fuerte en la fe y esperar en Dios para contestar sus

oraciones que lo salvarán del calor y lo mantendrán a flote” (p. 114).

Su Integridad

“La integridad no es lo que usted parece ser cuando todos los ojos están en usted. Es

quién usted es cuando nadie lo está mirando. . . Es un estándar elevado de honradez, veracidad,

decencia, y honor que nunca es quebrantado. . . Un hombre de integridad dice algo y lo cumple...

Su meta es agradar a Dios y hacer lo correcto” (p. 117). Las oraciones de una esposa por la

integridad de su esposo le ayudarán a tener la fuerza para hacer lo correcta sin titubear, aun

cuando nadie está mirando.

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Su Reputación

Proverbios 31:23 dice que los esposos de la esposa virtuosa serán “conocidos en las

puertas, cuando se sienta con los ancianos de la tierra.” Proverbios 22:1 dice que “de más estima

es el buen nombre que las muchas riquezas,” y Eclesiastés 7:1 dice que “mejor es la buena fama

que el buen ungüento.” La reputación de un esposo puede ser protegida cuando su esposa ora por

él. La oración es su única defensa contra la ruina de su reputación por algo que él hace, por la

gente con quien se asocia, o por palabras calumniadoras habladas acerca de él.

Sus Prioridades

Para que la esposa pueda orar para que las prioridades de su esposo estén en orden,

primero Dios y después ella como sus prioridades principales, ella debe estar segura que sus

propias prioridades estén en orden. Ella debe tomar el tiempo para demostrarle que él tiene la

prioridad principal en su vida, que indica que él tiene la posición principal en su corazón. Al

amarlo más, él amará más a ella. “Ore para que su esposo ponga siempre primero a Dios, a usted

en segundo lugar, y a los hijos tercero. Entonces, no importa que otra cosa esté pasando en su

vida, sus prioridades estarán en orden y habrá mayor paz y felicidad para ambos” (p. 129).

Sus Relaciones

Un buen matrimonio necesita la influencia positiva de las buenas relaciones que edifican,

animan, e iluminan. No sólo puede la esposa orar para que Dios provee y preserve relaciones con

parejas piadosas que aman al Señor, sino también para que su esposo tenga amigos varones

piadosos. Ella debe orar por todas sus relaciones, ya sean familiares, amigos, compañeros de

trabajo, o jefes.

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Su Paternidad

La oración puede ayudar a un hombre a desarrollar una buena perspectiva en lo que

significa ser un buen padre. Su esposa debe orar que él dependa del Espíritu Santo para guiarlo,

que él conozca a su propio Padre Celestial más íntimamente, y para que él pase tiempo con Dios

y en Su Palabra. Al ser transformado a la semejanza de Cristo es cuando él tendrá la mejor

influencia sobre sus hijos. Ella debe orar que él entienda su influencia en las vidas de los hijos y

cómo él las va formando es aún más importante que su provisión material para ellos.

Su Pasado

Si un esposo tiene cosas de su pasado que lo obstaculizan para desarrollar todo su

potencial en el presente, su esposa debe orar para que él realice que Dios es el redentor y el

restaurador y que él puede superar sus pesares o amargura sobre el pasado. Ella debe orar que él

olvide “esas cosas que quedaron atrás” y se extienda “a lo que está delante,” y “prosiga a la meta,

al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús” (Filipenses 3:13-14).

Su Actitud

Un esposo que se permite tener una actitud constantemente negativa o es una persona

enojada, no perdonadora y negativa, puede tener un efecto muy negativo para el matrimonio y

para cada área de la vida. Su esposa debe orar para que él tenga un cambio de corazón y de

actitud. Ella debe orar para que él tenga un espíritu de gozo y un corazón de alabanza y de

agradecimiento.

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Su Matrimonio

La esposa debe orar por todos los aspectos del matrimonio, y específicamente que el

concepto del divorcio nunca entre en el matrimonio. Ore para que expectativas irreales sean

expuestas, que se resuelvan áreas de diferencia e incompatibilidad, y que un espíritu de unidad y

compromiso y un lazo de intimidad prevalezcan. “No descuide su matrimonio, no importa que

tan bien esté. . . Ore para que su matrimonio sea protegido contra cualquier persona o situación

que podrían destruirlo” (p. 155).

Sus Emociones

Una esposa puede descubrir que su esposo es controlado por la ira, depresión, celos,

ansiedad, u otras emociones negativas. Ella debe orar para que él pueda superar estas emociones

en lugar de ser dominado y manipulado por ellas. Al mismo tiempo, ella debe orar por sabiduría

para saber que puede hacer y decir ella para ayudarle a superar estas emociones destructivas.

Su Caminar

El deseo de Dios es que un hombre camine con fe en Su Palabra, en obediencia a Sus

mandamientos, y con arrepentimiento por cualquier acción tomada fuera de la voluntad de Dios

para su vida. El enfoque de la oración de una esposa debe ser para que su esposo camine en

rectitud moral; que él camine sin faltas; que él camine con consejeros piadosos; que su caminar

sea en obediencia, con integridad, y con gente de sabiduría; que él camine en una senda de

santidad. “Dios desea que cada paso de tu esposo sea guiado por El (Gal. 5:25), para que El

pueda caminar con él y conformarlo a Su imagen” (p. 165).

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Su Hablar

Una esposa debe escuchar la manera que su esposo habla. ¿Está siempre quejándose? ¿Él

habla negativamente, charla como un tonto, o habla palabras que traen destrucción o muerte al

oyente? ¿El es rápido para hablar sin pensar en el contenido o las consecuencias de sus

palabras? “Ore para que el Espíritu Santo redarguya su corazón, lo llene de su amor, paz, y gozo,

y le enseñe una nueva manera de hablar” (p. 171).

Su Arrepentimiento

Muchos hombres han caído debido a su orgullo o por rehusarse a confesar y arrepentirse

de su maldad. Hay tres maneras que Dios provee para un cambio de comportamiento: (1)

confesión, o admitir el mal hecho; (2) arrepentimiento, o estar apesadumbrado por la maldad

cometida; y (3) pidiendo perdón, o siendo limpiado y liberado de la maldad cometida. La esposa

que tiene un esposo con pecado no confesado debe orar para que él proceda al verdadero

arrepentimiento.

Su Liberación

Hay hábitos y circunstancias que pueden atar y controlan a una persona. En medio de las

circunstancias que parecen no ofrecer ninguna salida, Dios viene a liberar. A veces un esposo

tiene dificultad en admitir su necesidad de ayuda, y aquí es cuando las oraciones de una esposa

pueden ser poderosas. Dios nos ha mandado a que “estemos firmes en la libertad con que Cristo

nos hizo libres” (Gal. 5:1) y nos ha dado la armadura de Dios para soportar los ataques del

maligno. La esposa que ora puede orar para que su esposo se vista de toda la armadura de Dios.

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Su Obediencia

A veces una esposa puede ver a su esposo caminar por el sendero de la desobediencia a

Dios. La mejor cosa que ella puede hacer en ese momento es orar por él. Si en oración Dios le

indica hablar, ella estará mejor preparada para hablar porque ella oró primero. Ella debe animarle

a hacer lo correcto y orar que él hará lo correcto, pero deje que Dios le hable a él y obre en su

corazón y su vida.

Su Auto-Imagen

Una esposa debe interceder por un esposo con una baja auto-imagen. Ore para que él esté

libre para oír la voz de Dios en lugar de las mentiras del enemigo acerca de su valor. Ore para

que él tenga su identidad bien arraigada en el Señor. “Cuando nuestra auto-imagen está en Dios

de tal manera que nos perdemos en el proceso, somos libres. Queremos esa libertad para nuestros

esposos, así como para nosotras mismas” (p. 191).

Su Fe

Es posible que una esposa vea que su esposo tiene momentos de duda, no tanto en la

existencia de Dios sino en Su deseo de tener algún impacto inmediato en su vida. La verdad es

que él necesita realizar que la vida no esté fuera de control y que él puede tener fe y confiar en

Dios. Ella debe orar para que él tenga una fe cada vez mayor que pueda traer paz en medio de

cualquier circunstancia en su vida.

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Su Futuro

Cada persona tiene la necesidad de una visión para el futuro. Cuando un hombre no tiene

la certeza de una visión, parece exprimirles su vida misma. Esto podría llevarlo a la

desesperación, sintiendo que no hay esperanza para el futuro. Estos sentimientos no vienen de

Dios, que conoce el futuro que El tiene para él (Jer. 29:11). Una esposa puede orar para que la

visión de su esposo sea restaurada, para que él sea asegurado de un futuro prometedor, que él

utilizará las verdades de la Palabra de Dios contra cualquier mentira de desaliento. “Dios no

quiere que conozcamos el futuro; Él quiere que le conozcamos a Él. Él quiere que confiemos en

El para guiarnos paso por paso en el futuro. . . El Señor es el dador de la visión; ore para que su

esposo le busque para descubrirla. Con Dios, su futuro es seguro” (p. 201).

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