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Cuando se aplica un esfuerzo axial (tensión o compresión) sobre una barra, varía
la longitud de la barra, alargándola o acortándola en una magnitud que llamamos
δ, la cual dependerá de la longitud inicial, la magnitud del esfuerzo y el tipo de
material de la barra, dando lugar a la denominada deformación unitaria, es decir, la
variación de la longitud por unidad de longitud; esta deformación unitaria se
representa mediante la letra épsilon (ε) y se determina mediante la fórmula ε = δ /
L la cual es una cantidad adimensional que se expresa simplemente con un
número (sin importar el sistema que se esté usando) y suele ser muy pequeño,
porque las barras hechas de materiales estructurales (que se usan para
estructuras) sólo sufren pequeños cambios de longitud al ser cargadas. En la
práctica se puede encontrar que ε se reporta como mm/m, µ/m, in/in, etc., o en
porciento (sobre todo cuando es muy grande)
σ
Plasticidad o fluencia perfecta
Estricción
Esfuerzo último
Límite
Proporcional
Deformación
La región elástica o lineal se apega a la Ley de Hooke de la elasticidad de los
cuerpos; la pendiente dependerá del tipo de material, entre más resistente sea, la
pendiente será mayor y se llama módulo de elasticidad y es la región que nos
interesa para trabajar en ella; termina e un punto llamado Límite Proporcional. Con
un incremento en el esfuerzo más allá del límite proporcional, la deformación
unitaria tiende a crecer con más rapidez, disminuyendo la pendiente hasta hacerse
horizontal (pendiente cero), en este momento, la probeta tiende a alargarse
considerablemente sin un incremento perceptible del esfuerzo, dando lugar a la
plasticidad o fluencia del material. El punto donde la pendiente se hace cero, se
llama punto o esfuerzo de fluencia, donde ocurren cambios en la estructura
cristalina del material y dan lugar a deformaciones permanentes. Después de la
región plástica, el material empieza a endurecerse (también por cambios en la
estructura cristalina), requiriéndose mayores esfuerzos para mayores
deformaciones hasta alcanzar un máximo, llamado esfuerzo último, para tener un
alargamiento adicional con reducción de carga y ocurre la fractura o falla. Este
diagrama no está a escala.
Cuando una probeta se estira, sufre una contracción lateral; esta variación en su
diámetro es muy pequeña para que tenga un efecto significativo en los valores
calculados hasta terminar la zona de fluencia, pero más allá de este punto la
reducción del área comienza a modificar la forma de la curva, de tal manera que
cerca del esfuerzo último, la reducción del área de la barra resulta visible y ocurre
una estricción. Los metales, como el acero estructural, que sufren grandes
deformaciones permanentes antes de fallar, se clasifican como dúctiles. Una
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característica deseable de los materiales dúctiles es que ocurra en ellos una
deformación visible si las cargas alcanzan grandes valores ya que pueden
tomarse medidas correctivas antes de que ocurra la falla. Los materiales dúctiles
son capaces de absorber grandes cantidades de energía de deformación antes de
fracturarse. Aunque pueden tener considerable ductilidad, las aleaciones de
aluminio no poseen un punto claramente definido de fluencia, pero tienen una
región lineal inicial con un límite proporcional reconocible. La ductilidad de un
material en tensión puede caracterizarse por su alargamiento y la reducción de su
área transversal donde ocurre la fractura. El porcentaje de alargamiento se define
y calcula mediante la fórmula:
L f − Lo
% de alargamiento = 100
Lo
en donde Lo es la longitud calibrada inicial y Lf es la distancia entre las marcas de
calibración en la fractura. El porcentaje de reducción del área mide la cantidad de
estricción que se presenta y se define y calcula mediante:
Ao − A f
% de reducción de área = 100
Ao
Los materiales que fallan en tensión a valores relativamente bajos de la
deformación unitaria se clasifican como frágiles, algunos ejemplos son: concreto,
hierro fundido, vidrio, cerámicas y diversas aleaciones metálicas. Los materiales
frágiles fallan con poco alargamiento después de que se ha excedido el límite
proporcional; la reducción de área es insignificante por lo que el esfuerzo nominal
de fractura es el mismo que el esfuerzo último verdadero. Los aceros al alto
carbono tienen esfuerzos de fluencia muy altos (más de 100 ksi en algunos casos)
pero su comportamiento es frágil y la fractura ocurre con alargamientos de sólo un
bajo porcentaje. El vidrio ordinario es un material frágil casi ideal, porque no
exhibe ductilidad alguna, su gráfica esfuerzo-deformación unitaria es
prácticamente un línea recta, su falla ocurre antes de que tenga lugar alguna
fluencia. Las fibras de vidrio pueden desarrollar enormes resistencias y se han
alcanzado esfuerzos últimos de más de 1 000 000 psi (7 GPa). Muchos tipos de
plástico se usan con fines estructurales debido a su bajo peso, resistencia a la
corrosión y buenas propiedades aislantes; sus propiedades mecánicas varían
considerablemente, algunos son dúctiles, otros frágiles; por eso, al diseñar con
plásticos es importante tener en cuenta que los cambios de temperatura y el paso
del tiempo afectan sus propiedades en forma notoria; por ejemplo, el esfuerzo
último de tensión de algunos plásticos se reduce a la mitad al elevarse la
temperatura de 50 a 120 oF (10 a 49 oC); un plástico cargado puede estirarse
gradualmente con el paso del tiempo hasta que pierde su capacidad de servicio;
por ejemplo, una barra de PVC sometida a una carga de tensión que le produce
una deformación unitaria inicial de 0.005 puede adquirir el doble de esta
deformación después de una semana, aún cuando la carga permanezca
constante. Este fenómeno se conoce como flujo plástico. Un material reforzado
con filamentos consta de un material base (matriz) en que están embebidos
(incrustados) filamentos o fibras de alta resistencia, resultando un material con
resistencia mucho mayor que la del material base; por ejemplo: matriz plástica con
fibra de vidrio. Este tipo de materiales se usa en estructuras que requieren alta
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resistencia y poco peso, como son los aviones, botes y vehículos espaciales, entre
otros.
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Se dice que los materiales que tienen las mismas propiedades en todas
direcciones son isótropos; si las propiedades difieren en varias direcciones, el
material es anisótropo y, cuando las propiedades en una dirección especial son
las mismas en todo el material y las propiedades en todas las direcciones
perpendiculares a esa dirección son las mismas, pero diferentes de las primeras
propiedades, el material se llama ortotrópico, como es el caso de los plásticos
reforzados con fibras y el concreto reforzado con barras paralelas de acero.
Estas ecuaciones se pueden usar para los cambios de volumen, tanto en tensión
como en compresión, sólo hay que usar los signos algebraicos adecuados
(positivo o negativo) según sea el caso.