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ORALIDAD: ESTRUCTURA Y REPRODUCCION DEL MITO. SERGIO PEREZ HI etnélogo contra Ia mirada preferentomente on aquello que los hombres no extiman nocesario perpetuar en piedra o en papel. Aun cuando los cbjetos asi enumerados parecen pertenecer todos al dominio del materialismo incorp6reo, silo uno de ellos hace coinciir su cardcter simbético con. lun modo de existencia estrictamente linguistico: el mito. Sin embargo, en elcato del mito,el and- Isis propuesto se ofectia scbre cualquier soporte: en su lengua de origen o en otra lengua, on Yer- siones recogidas por escrito o bien obtenidas mediante un informante. El inglista tiene tazones para inguietarse de tal indiferencia y a sus objeciones, tomadas con setiedad, se responde que lo fesencial del mito no reside en la lengua, en el conjunto de operaciones fonoidgicas 0 sntdctices, sino sobre Is lengua, en una distancis que elrlato establece frente al lengusjo articulado, El mito, sistema de sentides, parece separarse dela sere ilimitada de sus soporte lingUisticas y se site ala vecen el lenguaje “mds alla EL presente trabajo se propone reconsiderar unos minutos esa distancia entee Ia realidad se- ‘méntica del mito y su soporte formal. A propésito de la produeciSn y reproducciSn oral del mito, s¢ busca reexaminar la cuestién de si el sentido pusde separarse de sus medios y de i ese ente line Uistico escapa a ls determinaciones de lenguaj. ‘Comencemot por recordar brevemente Ia funcidn del mito: el mito es una cuestién epistemo- lgica y existencial. El mito plantea y resuelve por sus propios medics ciertas contradicciones insu perables que mancillan las précticas sociales y que, iresolubles conceptualmente, buscan una me- Giacion Wgica que las haga aceptables; su actividad consiste en agotar el impalso inicial que lo ‘genera estableciondo una serie interminable de mediaciones que recorten todas las posibilidades 16- Bicas de Ia situacién. So trata de una meditaciSn del pensamiento salvaje sobtc les problomas mis fencraes del ser, de la naturaleza, del parentesco o del engendramiento, problemas que presiden Clertas oposicionas reales resummidas en un lenguaje medio conceptual y medio perceptive. Su fin 19 et descrbir lo real sino justificar el ajuste Ge cuentas que los hombres e imponen y su misteio fe viene en parte de esa reflexidn, porque el oyente recibe un mensaje que no parece provenir de ‘aga sitio puesto que estd enlazado con el foco intangible que es la memo colectiva, ‘Su funcién descubre ademds otro de sus rasgos esenciales: en una caltura oral el mito transite ¥y conser la solucién que contioae; 6 e¢ al mismo tiempo la enciclopedia tribal active, el ligar onde se preservan las soluciones encontradas y uno de los medics de socializaciin que intervienen cn la reproduccién del grupo, para el cual, la informacién no sn estética ni iterasa, sino exsten cial y itl. Los mitos forman, con fa ley y los habitos, parte de la concienciaétiea que en el caso de luna cultura oral no se asienta sobre modelos visibles. El mito s6lo existe porque su narraciOn actu. liza la conciencia del grapo; cl mensaje memorizado contiene y conserva esas directrices sociales, or es0 los medios que aseguran su reproduccidn forman parte de su validez. El grupo social tiende szeercer en la narracion una censura preventiva (R. Jakobson); censura por adelantado, porgue el relato no exiete sino debido a £4 aceptacion y apropiacién por la comunidad; preventiva, porque olla no se aplica ni Ia concepcidn, aia la vida ombrionaria, ni la biogratia anterior dl texto, sino 2 sus posibilidades de existonci.E] mito no so confunde con Ia historia porque su tnica con- dicién de existencia es la actualizacién de un contenido idcolgico; para el rectante el pasedo no <, como para el historiador, un objeto sino un proyecto, una trasposiciin a presente del contenilo el mensaje. Aun admitiendo que esa narracion no tiene porque guardar una telacién inmediata ‘con Ia experiencia socil y quo puede transformala 0 invertiela, quoda que esa relaci6n modificada debe ser transmitida, eutilizada, El mito se apega al grupo, cscribe Claude Lévi Strauss, pero para ‘ompeender con exactitud lo que significa ese arraigo debe asumirse que tales textos fueron com- puestos oraiment, rectados oralmente y oralmente excuckados; que fueron memorizades y pen- sados acisticamente. No os puss de extrafiar que existan prescripeiones en la narraci6n del mito Relatar un mito, segin Platin, es recorter en orden, por medio de la palabra, una secvencia de acciones realizadss por uno o varios sujetes, natracin que debe someterse a dos exigencias bisicas 4) el mito debe relatarse hasta el fin; no os perritido abandonar el relato 2 mit2d del camino por. {que la conclusion es ‘a cabeza” y un mito no puede andar vagabundeando por ahi, sin cabeza; 3) cl relato ¢s un viaje peligroso que debe ser esuelto felizmente: el mito debe llegar a su término sano y salvo, sin porecer. A lo largo de La Repiblica, latin se ha interesado en el mito porque es constitutivo tanto del nomas (la ky pablica, Ia estructura familiar, la ientidad social) como det ‘rhes (la prictica individual, el habito prvado),’ pero las prescripciones anteriores muestran que las diroctivas contenidas s6lo son eficaces porque se nartan y se reproducen. La forma oral de la ‘ransmisiSn impone as{ sus propias exigencias y el problema inicial que su reproducsién plantea sel siguiente: {como hace una cultura oral para preservar su Klentidad cuando careve de medics ‘eseritos para su teumulaci6n? {Cémo puede documentarse ese saber en la memoria viva de los ind ‘iducs, nico soporte dela cultura oral? Pera esta cuestin s6lo hay una respucsta: los elementos lingUisticos deben ser ordenados en tuna secucneia ritmica independiente de las palabras a la cual éstasresponden avisticamente; la na racion debe sujetarse aun estilo (ilamemosleformnular) que ofte7ca cleta garaatia de que las pala. bras sendin recondadas y trantmitidas sin distorsion, A partir de esta idea puede deducire quo la ‘técnica do transmisiGn somete al relato a una creaciSn continua y determina cites earacteristicas que no deben ser asociadas a ningtin peasamiento colectiv. Fs neceserio subrayar detde el inicio que el orden discursive no se basta asf mismo para estos fines. La teproduccién oral sobre todo de granlee pasajee—supone un esfuerzo de memorizacicn para eotener el texto en un orden fjo de palabra, pero para lograr esto esfusrz0 ae requiero dol compaftaminto de alin sentimiento de places y debe apoyarse en una serie de estimules ritmicos ‘euyo cardcter es idéntico a los automatismos de las Tunciories bioldgicas: “en su manifestacion pr maria dentro del orden cultural, el ritmo te sustenta en movimiontes fsicos del cuerpo hurnano” ? La reproducsién ¢ lingietica pero ce complementa por modios no lingleticos. La narcacion es hable poeticada si convenimos en Hamar poesta 2 una creaci6n inmemorial estinada a preserva la memoria coketiva de ls culturas ora, pero von frecuencia requiere de tos ritmos de la danza, Ja melodia y los instrumentos musicales” La sintesis lograda est4 contenida en la nocion griepa de Mousiké, “evocadora do los encantos del arte postico poro tambisn de la severidad y ls rigores de Ja dscipling”:3 en ella, la boca, el cuerpo y la memoria alcanzan un resumen gobornado por perio. dos ritmicos cuya eficacia termina por incrementar la autoridad del recitante. En esta ssociacién resulta claro que la Mousiké es aun servidora de las palabras y sus rtmes estin destinades 2 obede- ‘er la pronunciacién cuantitaiva del relato* su funcion es aistir la preservacion de la estructura imétrica y 2 su sintaxis. Si ol mito os acompafado de danza y misica no es solo porque la plenitud el sentido eree un vacio de sonido que habria que colmar, sino porque el ritmo es un procedi 1 Of Bron, 3.1, (1982), ps 1 2 Maveloc (978), pig. 30 3 thi 4 Aqui cttucas que asignan ve Inet preeminente at transmis oral areeion un soporte visa pars la setencion del discus que cosiste sn nx on la estora uaa ere de lgaies cu Gterinad one (pot semple a secuencin de habteiones cn un edifice), asoeiando a cada Tuga vou imagen que merore ut See ‘mento del dseurse que hata de scr promurciae, cade se ata de vecanrir el scera gus rcere sieorden [gtd por ine objeto quis imaginscion ha dopontado, of Yeon F975), pa ea

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