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Otro día
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veremos la resurrección de las mariposas disecadas
y aún andando por un paisaje de esponjas grises y barcos mudos
veremos brillar nuestro anillo y manar rosas de nuestra lengua.
¡Alerta! ¡Alerta! ¡Alerta!
A los que guardan todavía huellas de zarpa y aguacero,
a aquel muchacho que llora porque no sabe la invención del puente
o a aquel muerto que ya no tiene más que la cabeza y un zapato, 5
hay que llevarlos al muro donde iguanas y sierpes esperan,
donde espera la dentadura del oso,
donde espera la mano momificada del niño
y la piel del camello se eriza con un violento escalofrío azul.
El poeta expresa el mundo de la noche americana, de la vigilia, transmitiendo al panorama de la ciudad nocturna su
propia insatisfacción, la imposibilidad de soñar o de encontrar alivio o esperanza dentro de ese paisaje desolador e
inquietante: «no es sueño la vida. ¡Alerta!”; “al que le duele su dolor le dolerá sin descanso, y el que teme la muerte la
llevará sobre sus hombros».
1. Nos introduce el panorama desierto y decadente, introduciendo la figura de la luna (criaturas de la luna),
representando en la poesía lorquiana la muerte, y otras criaturas exóticas escalofriantes ( iguanas, cocodrilos).
2. Aparecen diversas imágenes incoherentes, que pretenden remarcar de nuevo el llanto, la muerte y la
desesperación que se vive. “muerto en el cementerio” “el niño lloraba”.
3. Nos explica que el sueño no es un lugar de evasión feliz. La realidad es cruda i dura (carne viva). También nos
habla de besos y dolor (durante esta etapa Lorca descubre su sexualidad más intima en un entorno civil
peyorativo). Al final de la estrofa nos vuelve a introducir el dolor i la muerte.
4. No introduce una idea de resurrección y venganza de los débiles. La figura del caballo, en la poesía lorquiana
representa, entre otras cosas, la vida; vinculada a esta idea de rebeldía. ( A Lorca le impactó mucho la sociedad
norteamericana debido a su industrialización y, sobre todo, el rechazo y el menosprecio de la minoría de color.)
5. Continua con la idea de renacimiento de lo marchito (“resurrección de mariposas disecadas”) y de lucha de los
débiles (“muchacho que llora” “aquel muerto”) contra la sociedad corrupta i decadente representada por las
imágenes de las criaturas de la noche ( iguanas, serpies, osos). Si los débiles se alzasen sociedad temblaría (“la
piel del camello se eriza”)
6. Finalmente, nos dice que no hemos de soñar, ya que el sueño es negativo (“si alguien cierra los ojos, azotadlo”),
y que hemos de vivir i afrontar la realidad, aunque esta sea dura i dolorosa (llaga encendida). Acaba con una
imagen de la decadencia nocturna general de la ciudad (copas falsas, el veneno y la calavera de los teatros).
Métrica