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Las Heroidas de Ovidio

Las Heroidas, uno de los poemas elegiacos que Ovidio compuso antes del destierro, es
una colección de cartas de amor escritas por los personajes femeninos de la mitología y
la literatura dirigidas a sus amados. Son veintiuna cartas en las que la ausencia, el
olvido, la distancia, el abandono o la pérdida funcionan como puntos de partida para que
las heroínas compongan las cartas y se lamenten de sus amores insatisfechos por
diversas causas. Las heroínas proceden de diferentes ciclos míticos (Homero, la tragedia
griega, los líricos griegos y la Eneida son las principales fuentes), aunque una de ellas
-la poetisa Safo- existió en la realidad, y tres de las cartas están compuestas por hombres
que contestan a sus amantes.

Ovidio adapta los personajes femeninos a su fina sensibilidad emotiva con la que se
desenvuelve magistralmente en el tema del amor. Sirva de ejemplo el caso de Penélope,
la cual expresa en su carta a Ulises unos refinados sentimientos amorosos que apenas se
esbozan en la Odisea, en donde la fidelidad de Penélope hacia Ulises está más en
relación con el honor que con los sentimientos amorosos.

“EL Bestiario Medieval”

El libro reune relatos sobre los diversos animales que habitaron el universo medieval, los
cuales han sido obtenidos de distintos bestiarios de la época (Physiologus) y otras fuentes de la
antigüedad (contenidas en la abundante bibliografía citada por el autor). La obra está
precedida por un estudio introductorio a cargo del autor, Ignacio Malaxecheverría, Doctor en
Filología Francesa, quien además hizo la traducción de las fuentes que componen esta obra

Isbn 8478444556    (isbn13: 9788478444557)

“Bestiario Medieval”. Ignacio Malaxccheverría (Introducción, Traducción y Notas).


Editorial Siruela, Madrid, 1999.
En la Edad Media - cuyo imaginario era alimentado por una notable inclinación hacia el
coleccionismo y una ávida curiosidad– los bestiarios eran motivo de frecuentación
permanente por parte de todos, y, según algunos medievalistas, aún de los niños.
Esas especies de enciclopedias copendiaban todo el conocimiento sobre animales
reales o imaginarios de los que se tenía noticia. Sin embargo es necesario hacer una
aclaración: lo que nuestra mentalidad puede llegar a denominar como imaginario no lo
era para aquellos hombres.Según la mentalidad medieval, si alguien mencionaba un
animal, por extraño que él pareciese, se creía en su real existencia y merecía
consignarse en esos textos, donde figuran y se describen las cualidades de unicornios
junto a salamandras, águilas y topos, agrupados sin ningún criterio de organización
sistemática.

Desde el siglo V- del que proviene El Fisiólogo griego y cuyo antecedente es la


Naturalis Historia de Plinio- se crearon múltiples Bestiarios, y ese conjunto constituye
“EL Bestiario Medieval” cuya temática se despliega tanto en los escritos que
mencionamos como en obras literarias. Sus componentes aparecen descriptos en los
relatos y las imágenes al minio que acompañan a muchos de los textos, así como en
la profusa iconografía pintada o esculpida de iglesias y monasterios.

¿Cuál es el interés que puede presentar hoy la lectura de estas obras? Quienes
sentimos una particular atracción por ese período de la historia, responderíamos sin
duda que la frondosa imaginación con que han sido creados, así como ese aire de
ingenuidad y de pureza con que aparecen esas textos o esas imágenes. Pero hay
además algo misterioso que las acompaña, y es que siempre llevan un significado
oculto que es necesario descifrar. Por esa razón constituyen una fuente ineludible para
una interpretación iconográfica e iconológica del Arte Medieval.
El Doctor en Filología Francesa Ignacio Malaxccheverría autor de la Introducción,
Traducción y Notas que acompañan a esta antología, propone lo que él denomina una
lectura “Moderna” de los bestiarios, queriendo significar con ello un enfoque desde la
antropología, la historia de las religiones y la psicología profunda. Sus aseveraciones
en los aspectos relacionados con el imaginario están respaldadas por un amplio y
agudo análisis de textos tales como los de Mircea Eliade, E. Cassirer, G. Durand, G.
Bachelard y C.G. Jung, entre muchos otros.
Cada uno de los seres que se mencionan en esta antología, está descripto en sus
características físicas y sus pautas de comportamiento; en muchos casos esas
descripciones vienen acompañadas de una enseñanza moral. Esto se explica porque
el animal, como la naturaleza, es percibido con cierto temor por la mentalidad de la
época. En cada uno de los artículos se citan textos de dispar procedencia, es decir,
son extractos de bestiarios diferentes, seleccionados con el criterio de brindar una
caracterización completa pero siempre evitando las reiteraciones.
Por otra parte, y este no es un mérito menor de la presente edición, el texto va
acompañado de la reproducción de 33 miniaturas provenientes del manuscrito
Ashmole 1511 del bestiario de Oxford. Su consulta y la confrontación de las
ilustraciones con los textos permiten una aproximación a la relación con la naturaleza y
con lo trascendente propia de la mentalidad de la Edad Media.

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