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Miraré la bondad de Dios

Hubiera yo desmayado si no creyese que veré la bondad


de Jehová en la tierra de los vivientes Salmo 27:13

Quien escribe estas palabras es David, un campeón del Antiguo


Testamento, sus cánticos inspirados en medio de la adversidad
no hacen otra cosa que expresarnos su fe, y en ellos nos enseña
las pruebas por las que se encontraba pasando, dando rienda
suelta a su dolor, sus quejas, sus sentimientos, pero sobre todo
a su fe y mediante esta fe obtenía la victoria. Desde su juventud
enfrentó grandes pruebas, una de estas fue aquel gigante
llamado Goliat a quien venció con tan solo honda y piedra, más
lo hizo confiando en el nombre de su Dios. También pasó por
grandes aflicciones, en una tribulación lloró hasta que le faltaron
las fuerzas para llorar, pues unos merodeadores se habían
llevado a su familia y las familias de sus tropas, pero se levantó
y se fortaleció en Jehová su Dios quien le dio la victoria. 1 de
Samuel 30:4,6

Miraré la bondad de Dios para no desmayar

¿Siente que la prueba se ha estado prolongando en su vida?


¿Siente que desmaya ante su peso agobiante? Otras personas
antes que usted han pasado por estas circunstancias, note lo
que dice David: "Hubiera yo desmayado". Los personajes
Bíblicos eran personas igual a nosotros, enfrentaban las mismas
necesidades o perores. David se encontraba huyendo a causa
de la persecución del rey Saúl, ¿Qué le había hecho David al
rey? Solamente el bien y por este bien el rey le pagaba con un
mal, ¿no se identifica usted también con David? Lo cierto es que
será mejor identificarnos con David y no con el rey Saúl ¿No le
parece? La palabra de Dios nos enseña que es mejor padecer
haciendo el bien, si la voluntad de Dios así lo quiere, que
haciendo el mal (1 de pedro 3:17) Esta persecución del rey Saúl
sobre David duró casi diez años. El rey Saúl, salía cada día con
su ejército buscado a David para quitarle la vida, David huía de
un lugar a otro, de un desierto a otro, hasta llegar a pedir asilo
en Moab. Solo la mano del Señor le sostuvo durante esos años
de prueba.

Con pruebas mucho más pequeñas y menos prolongadas que


las que enfrentó David, nosotros nos desesperamos y algunas
veces desmayamos. Las dificultades de las cosas cotidianas
desean hacernos desmayar, como son la escasez, la pobreza,
el desempleo, la enfermedad, y las dificultades en la familia.
Todos pasamos por luchas y tribulaciones las cuales desean
llevarnos al desaliento pero la fe que Dios nos ha dado nos
hace levantarnos y seguir adelante. No dejes que los
momentos difíciles te hagan desmayar, no te refugies en el
dolor, o en el sufrimiento, eso no es lo que el Señor desea, él
tiene grandes victorias para ti, pero necesitas dejar de mirar
lo fuerte de la tempestad y comenzar a mirar la bondad de
Dios, mira como el señor te está hablando en estos momentos
para darte el ánimo y las fuerzas que tu necesitas.

Mirare la bondad de Dios por encima de toda


circunstancia adversa

David continúa diciendo: "hubiera yo desmayado sino creyese


que veré la bondad de Jehová". La bondad que David esperaba
mirar en un futuro, era el propósito que Dios tenía para su vida,
el cual era llegar a ser rey sobre el pueblo de Israel, David
aunque huyendo contaba con una palabra profética de Dios, la
cual le había sido dada por el profeta Samuel, esa palabra le
hacía esperar y fue su consuelo en los tiempos de aflicción. De
Saúl miraba tan solo la persecución, el mal trato, la injusticia,
sus deseos de quererle quitar la vida, pero a través de la fe, él
miraba la bondad de Dios que se cumpliría en él. Como se dará
cuenta, lo primero que hay que hacer mientras pasamos por los
momentos de dificultad, es creer en las promesas que Dios tiene
para nosotros, solo que lo fuerte de la prueba y de la lucha,
desean que nos enfoquemos solo en lo que nos rodea y al igual
que el apóstol Pedro cuando iba caminando sobre las aguas
para ir hasta donde estaba Jesús, dejó de mirar al Señor y se
enfocó en la tempestad y el resultado fue que comenzó a
hundiese. Nosotros también nos enfocamos muchas veces en la
tormenta, pero ¿puede usted mirar más allá de la prueba?
¿Puede usted arrodillarse en estos momentos y adorar a Dios?
Miemos el ejemplo de aquel hombre llamado Job quien había
perdido todas sus riquezas, y a todos sus hijos en un solo día y
después de esto tubo la fe para adorar a Dios.

También el apóstol Pablo quien pasó por persecuciones, sin


embargo a través de la fe, logra mirar aun mas allá de este
tiempo presente, y nos dice en la carta a los Romanos 8:18.
"Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente
no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha
de manifestarse". El peso de la prueba nos quiere hacer
desmayar pero la fe nos fortalece y nos hace mirar la bondad de
Dios, bondad que disfrutaremos si no desmayamos.
Miraré la bondad de Dios a través de la fe

Esta es la clase de fe que agrada a Dios, porque sin fe es


imposible agradarle. Hebreos 11:6

Es pues la fe la certeza de lo que se espera la convicción de lo


que no se ve. Hebreos 11:1

Esta fe es la que te hace mirar la mano de Dios que obrará a tu


favor, fe como la de la mujer que estaba enferma de flujo de
sangre que decía entre si: si tan solo tocare su manto seré sana

Fe que te hace mirar su misericordia, fe que hará levantarte del


polvo de la tierra para hacerte un vencedor con su ayuda, fe que
te hace mirar su cuidado que tiene para contigo, fe que te hace
mirar sus bendiciones no importando en las circunstancias en
las cuales te encuentres, f e que te hace mirar las glorias
venideras que en ti se han de manifestar.

Fe como la de aquel libertador llamado Moisés quién en los


momentos mas difíciles de su vida se sostuvo como viendo al
Dios invisible. Hebreos 11:27 Fe pequeña, tan pequeña como
la de un grano de mostaza, pero puesta en el Dios vivo que
hizo los cielos y la tierra. Fe como la del ciego Bartimeo quien
no mirando a Jesús pero sabiendo que él pasaba por aquel
lugar clamó hasta detenerlo y recibir el milagro que esperaba.
La fe que vence al mundo, la fe que te hace fuerte en medio
de la batalla espiritual, la fe que te hace sacar fuerzas donde
no hay ningunas. Fe que te hará mirar la bondad de Dios, fe
que te hará decir: "Jehová cumplirá su propósito en mí".
Deposita tu fe en el señor Jesús quien te ayudará, si, él te
ayudará pues el señor Jesús te ama y lo ha demostrado
muriendo por ti en la cruz del calvario.

Miraré la bondad de Dios hasta verla cumplida en mi vida

Hubiera yo desmayado si no creyese que veré la bondad de


Jehová en la tierra de los vivientes.

Vemos a David expresando palabras proféticas en el salmo 23


donde dice: "Jehová es mi pastor y nada me faltará" y ya casi al
final del salmo sigue diciendo: "ciertamente el bien y la
misericordia me seguirán todos los días de mi vida. Nosotros
podemos ver ahora a través de las escrituras como se
cumplieron estas palabras en el rey David".
Estas palabras proféticas no solamente tienen el propósito de
bendecir nuestra vida y la vida de nuestra familia, sino que Dios
desea bendecir también a su pueblo note como la vida de David
impactó a la nación de Israel, y aun hoy en día su vida sigue
siendo de bendicen para todo creyente. De igual manera el
Señor desea usar tu vida para bendecir a su iglesia y alcanzar a
aquellos que todavía no le conocen.

"Hoy Miraré la bondad de Dios hasta verla cumplida en


mi vida".

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