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Dewey, John - El Arte Como Experiencia
Dewey, John - El Arte Como Experiencia
19,
La cindad
v, Kandtnskv y F Marc
EL ARTE COMO EXPERIENCIA
Hljinetc azul
21. L \,,;ritt,genstl'in
çshseruaciones sobre los c%res
22. J{. Arnheím
c.onsidcracicnres sobre la edrlcación artística
2.3 J.
.'teoria de! ccnor
24. V. Kandinskv
Oe lo esptruual en el arte
2"'). V. Kandinsky
Puruoy Iinea sobre eí plano
26. .1. Costa
l-a esquemálica
27 N. Potter
Quê cs UH dtscúador
2H. E. Panofskv
Sobre cl estilo
31. A. C. Danto
La transfiuuractán dei íusiar cOIJ/ún
32. C. Geenberg
Arte y cultura
3,). P. Bourdtcu y A. Darbcl
E/ amor al arte
34. S. Dali
Carta ahierta a Sau-ador nalí
3'). V. Van Gogh
Cartas ti 'tbeo
36. L Shiner
La tnoención dei ar/e
37. A. C. Damo
Fi abuso de la betleza
,'>:.8. (l. Dtckíc
El círculo de! arte
40. S. Marchán tcomp.)
Real/virtual cri la estética ,li [as mies
41. M. Rothko
Escritos sobre arte (/934-1969)
42 E. H. Oombrtch y otros
Arte, percepcióny realídad
43. O. Caíabrese
Bítenguaje dei arfe
/i4. A. M'onegal
Política y tpotéuca de las unágenes de la guerra
tj5, J. Dewcy
n arte como experiencía
PAIDÓS
Barcelona. Buenos Aires s México
Título original: Arl as expericnce
Publicado originalmente cn inglês, en 1980, por Pcrigcc Books. The Berkley
Publishing Group, Nueva York
This edition publishcd hy arrangemenr with Perigee Books, a mcmber of Penguin
Group (USA)
A Albert C. Banzes,
en agradecimiento
cultura Libre
© 1934 hy]ohn Dewey
© dei prólogo para la edíción castcllana, jordi Claramonte
© de la traducción. jordi Clara monte
© 2008 de todas las cdlcioncs cn casrcllano,
Edictones Paidós Ibérica, S, A,
Av. Diagonal, 662-664 - 08034 Barcelona
www.paidos.com
ISBN,978-84-493-2118-4
Depósito legal: B. 10.551-2008
lmpreso cn Hurope. S. L.
Lima, 3 - 08030 Barcelona
L La criatura viviente . 3
2. La criatura viviente y «las cosas etéreas» 23
3. Cómo se tiene una experiencía . 41
4. EI acto de expresión 67
5. EI objeto expresivo . 93
6. Sustancia y forma . . 119
7. La historia natural de la forma . 151
8. La organización de las energias .. 183
9 La sustancia común de las artes 211
10. La sustancia variada de las artes 241
lI. La contríbución humana . 277
12. EI reto a la filosofia 307
13. Crítica y percepción 337
14. Arte y cívílizacíón 369
IX
A MODO DE PRÓLOGO:
ALGUNAS IDEAS PARA LEER CON DEWEY
1. Así define algunas tcortas de raíz analítica Ríchard Shusrerman en SlI muy reco-
mendable Estética pragamatista. Barcelona, Idca Books, 2002, pág. 50 Y ss.
XI
ticula a lo largo de todo el libro exceden el marco más común- denomino -autonomía relativa" 4 y para ello tuvo que aludir críti-
mente reconocido dei pragmatismo. No cabe duda, adernás, de camente, como hacemos ahora nosotros, ai trabajo de Dewey.
que dichos rasgos pueden haber dificultado la recepción de su
estética en el mundo intelectual norteamericano hasta el punto
de haber quedado -hasta la fecha- prácticamente fuera de las Para dar salida a ese doble ínterés es imprescindible que em-
principales corrientes de pensamiento estético. prendamos ajustes de envergadura en nuestros sistemas de pen-
Podemos decir sin temor a exagerar que la estética de De- samiento estético. Y resulta que Dewey y 5U estética son claves
wey, como la de Lukács.» que no queda tan lejos por otra parte, imprescindibles precisamente para el replanteamiento relacional
ha sido consistentemente ignorada durante más de cincuenta de nuestra epistemologia y nuestra teoria de la praxis: El media
anos,' aunquc quizá tanto con la de un autor como con la dei de expresion en el arte --dice Dewey- no es ni objetivo ni subje-
otro nos encontremos co un huen momento para pensar por quê tivo, es la materia de una nueua experiencia en que ambos ban
pueden ahora sernos interesantes. cooperado de tal manera que ninguno tiene existencia por sí mis-
mo. En ese sentido los agentes que son relevantes co el arte no
pueden ser sino los "modos de relación- que se proponen en
Este interes quizá provenga de la doble nccesidad que ahora cada obra de arte, modos de relacíón que afectan a la percepción y
experimentamos con toda claridad, neccsidad por un lado de la rearman, que desde su específica codíficación estética son ca-
pensar la medida en que toda la práctica artística de la moderni- paces de alcanzar la organización más general de la experíencia
dad, la dimensión toda de lo estético en nuestras vidas, es írre- infiltrándose desde lo más extraordinario a lo más cotidiano,
nunciablemente autónoma, co el sentido de funcionar según sus transformando el mundo --en tanto repertorio establecído de
propias normas internas, constituyendo por ello uno de los pun- gramáticas sítuacionales- callada y discretamente, sin pretender
tales de la libertad moderna ai no someterse a los dictados de la establecer nuevos catecismos que reemplacen a los ya existentes.
moral, la religiún o las convenciones de lo políticamente correc- En ese sentido, cuando todo apunta a que la mente podría cem-
to. Y ai mismo tiempo, ese interés puede proceder de la necesi- siderarse como un repertorio de procedimientos para tratar las si-
dad complementaria de pensar también cómo dicha autonomía tu aciones en que nos encontramos, el pensamiento hegemónico
no comparece por completo desconectada de nuestras posibili- ha transformado la mente en una cosa y los modos de accíón vi-
dades perceptivas y rclacíonales, puesto que no sanciona, o no vos y adaptativos en una sustancia subyacente que ejecuta, cem
deberia hacerlo, una fragmentación que nos aísla y nos confína. más o menos eficiencia, talo cual actividad.
Della Volpe agrupo ambas lineas de pensamiento en la que Sin caer en ningún orden de determinismo, puesto que no se
abandona jamás una concepción fundamentalmente actíva y ge-
2. Y dcberta ser obvio que los cuatro tomos de 511 monumental Estética no pueden nerativa de la mente y el organismo, podemos advertir que uno
obvíarsc hacíendo referencía de oídas a la disputa entre Luckács y Brechr o a SH supuesto
apoyo ai «realismo socialista ..,
de los rasgos centrales deI pensamiento estético de Dewey será
.1. Bastantes más si consideramos que fue publicada por vez prímcra cn el ano una suerte de naturalismo somático, que busca fundamentar sus
1954, siendo rraductda al castcllano en 19!í1. Bsa única traduccíón, que por lo demás ha
servido de base a esta edici6n, estaba plagacla de errores, imprcctstoncs y hasta de afirma-
ctoncs que sostcnían justo lo contrario que cl texto original. Obviamente hemos hecho lo 4. "Autonomia relativa" que mejor podrfa denomínarse -autonomía relacíonal- o -au-
posíble por corregírla y ofrcccr ai lcctor cn castcllano una versíón decente de la obra de tonomía moda!" en funcíón de xu engrana]e con los "modos de relactón- que constíruycn
Dcwcy. lo estético.
XII XIII
ideas sobre la estética en las necesidades naturales determinadas Pero ai mísmo tiempo, aclara Dewey, el arte nunca sirve a
por la constitución y las actividades dei organismo humano. este o aquel modo de vida, sino a aquello más vivo que hay en
Este organícismo o naturalismo somático sirve para definir el nosotros, a lo generativo: la fuerza activa de que hablaran Moritz
alcance de! concepto de "forma", obviamente central para toda re- y Goethe, la natura naturans de los renacentistas.
flexión estética. La "forma" que en Dewey se delimita a partir de su Por eso, si hay una -politica- dei arte se tratará de la que con-
funcionalidad vital está conectada con los ritmos fundamentales siste co hacernos más inteligentes, más sensibles y co mantencr
de relación del ente vivo en su intcracción constante y definitoria nuestras herramientas afiladas y listas para la accíón, como pedia
con 5U entorno. Y ésa es precisamente una de las direcciones co Ezra Pound.
las que la estética de Dewey ha ido ganando en importancia. Se trata, en términos de Castoriadis, de una politica de lo ins-
tituyente frente a lo instituido.
Y en esto nos situamos, antropológicamente, justo en ellado
En la medida en que todo arte surge como producto de la opuesto de lo que las "teorias instítucionalistas- dan en reconocer
interaccíón entre el organismo vivo y su media, en forma de una como arte. Determinada práctica artística no lo es por haber sido
c.anstante reorganización de las energias, las accíones y los mate- reconocida como tal por una institución: logicamente dicho reco-
nales, queda asegurada desde e! inicio una potente base sobre la nocimiento no puede sino ser una consecucncia> -y no una