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Autores: Carlos Flores

Paulina Guevara
Fecha: 07/12/2010
Destinatario: Profesor Luis Aliaga H.

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Abstract.

After the discovery of America by Christopher Columbus, many conquerors


turned to the various territories of the Americas to explore and take possession
of it for the King of Spain.

Throughout the sixteenth century were brought one by one the various
aboriginal peoples. It arrived well as Chile.

The conquest of our country had unique characteristics and that lasted for many
years due to strong resistance opposed by the Araucanian.

Thus, in general, we understand Cologne to imperial expansion, social, political,


religious and cultural background was established in America during the
seventeenth, eighteenth and early nineteenth century.

In Chile, the colony begins after the Disaster Curalaba in 1598 with the
establishment of the natural border between the Spanish and Araucanian in the
Bío Bío River. The region is located south of the river was in the hands of the
Indians, while the land north was ruled by the Spanish beginning and the
Colony in Chile. Other Spanish enclaves were Valdivia and Chiloe.

This stage, which lasts until the Revolution of Independence, was characterized
by a constant change of governors, whose main concern was to continue the
war against the Araucanian and fight against frequent natural disasters
(earthquakes, most notably the place in 1647 under the Martin de Mujica
governance and Buitrón) facing the country.

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Resumen.

Después del Descubrimiento de América por Cristóbal Colón muchos


conquistadores se dirigieron a los distintos territorios del continente americano
para explorarlo y tomar posesión de él en nombre del rey de España.

A lo largo del siglo XVI fueron sometiendo uno a uno a los distintos pueblos
aborígenes. Es así como también llegaron a Chile.

La Conquista de nuestro país tuvo características particulares ya que se


extendió por muchos años debido a la fuerte resistencia que opusieron los
araucanos.

Es así como, de modo general, entendemos por Colonia a la extensión


imperial, social, política, religiosa y cultural que se estableció en América
durante los siglos XVII, XVIII e inicios del siglo XIX.

En Chile, la Colonia comienza tras el Desastre de Curalaba en 1598 con el


establecimiento de la frontera natural entre españoles y araucanos en el río Bío
Bío. La región ubicada al sur de dicho río quedó en manos de los indígenas,
mientras que las tierras ubicadas al norte fueron gobernadas por los españoles
comenzando así la Colonia en Chile. Otros enclaves españoles fueron Valdivia
y Chiloe.

Esta etapa, que se prolonga hasta la revolución de la Independencia, se


caracterizó por un constante cambio de gobernadores, cuya preocupación
principal fue proseguir la guerra contra los araucanos y luchar contra los
frecuentes cataclismos naturales (terremotos, donde destaca el producido en
1647 bajo la gobernación de Martín de Mújica y Buitrón) que sufría el país.

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Índice

Portada 1
Abstract 2
Resumen 3
Índice 4
Introducción 5
Desarrollo 6-13
Conclusión 14
Bibliografía 15
Enlaces Web

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Introducción

La colonia en Chile es un periodo en el que se desarrolla plenamente el


dominio español sobre las tierras conquistadas en el siglo XVI. Es un periodo
en el que nacen instituciones de administración, que se consideran la base
para las estructuras actuales de la sociedad chilena y de latinoamericana, y a
base de este dominio es que también se entiende el nacimiento de una nueva
raza que conforma la gran masa poblacional de América; hablamos del
mestizaje, mezcla entre español e indígena.

Como en toda periodo de la historia, en la colonia hay estilos de vida,


costumbres que marcan la época, y sucesos que van marcando el desarrollo
de la época posterior. Es en estos ámbitos en los que se centra este trabajo.

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Desarrollo.

La vida cotidiana durante la Colonia

Durante el siglo XVIII la vida familiar cambió rotundamente. Las reuniones


sociales adquirieron gran importancia entre la clase alta y media.

La vida durante el siglo XVIII

En las reuniones sociales las mujeres se dedicaban a jugar a la lotería, a las


prendas y al tonto (juego de naipes), mientras que los hombres jugaban ajedrez
y damas. Las familias, sin embargo, siguieron siendo muy numerosas, y los
matrimonios eran acordados.

La clase alta comenzó a buscar todo tipo de vestidos y muebles de lujo,


adquiriendo la moda femenina un sello propio, donde los colores oscuros
fueron reemplazados por otros más alegres y llamativos. Los hombres, en
cambio, mantuvieron el típico traje que se usaba en Europa: casaca y chaleco,
calzón corto, medias de seda, ligas de lujo, zapatos con hebillas, bastón y
espadín.

Los encuentros en la calle eran muy bien vistos, ya que después de la siesta
-cinco de la tarde- las tiendas se abrían y aparecían los paseantes por el
puente de los tajamares en Santiago, quienes habitualmente conversaban
sobre la guerra contra Inglaterra, noticias de España o los sucesos más
importantes que ocurrían en la ciudad.

Más tarde, estas mismas conversaciones pasarían a convertirse en importantes


tertulias en la casa de algún criollo acomodado.

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La educación

En el siglo XVI funcionaron escuelas donde enseñaban a leer y escribir a los


soldados y más tarde a criollos y mestizos. Eran escuelas básicas, y si alguien
quería seguir estudios superiores debía viajar a Perú.

En 1595 los dominicos fundaron el Colegio de Santo Tomás y los jesuitas el de


San Miguel, donde se impartían clases de latín, filosofía y teología. En 1608 se
creó el Seminario de Santiago, destinado a formar sacerdotes. Más tarde,
ambos colegios fueron elevados a la categoría de Universidades Pontificias, en
1619 y 1621, respectivamente, por autorización papal, aunque después
desaparecieron cuando se creó la Real Universidad de San Felipe, en 1738.

Las mujeres recibían instrucción en los conventos de monjas, donde aprendían


a leer, escribir, bordar, cocinar, cantar, e incluso, bailar.

La Colonia, organización y progreso

Tras la conquista del territorio hasta el Bíobío, los españoles emprendieron la


tarea de organizarlo administrativamente. Fue así como, de manera paulatina,
la sociedad en su conjunto asumió la tarea de establecer las bases de lo que a
futuro sería una nueva nación.

Índice de Temas:

1. Organización y progreso
2. Instituciones coloniales

Organización y progreso

Entre 1601 y 1810 se desarrolló en nuestro país el período histórico conocido


como Colonia. Durante esta época se forjaron los primeros rasgos de nuestra
nación y de la identidad chilena. El protagonismo de los descubridores y
conquistadores foráneos dio paso a una sociedad emergente que comenzaba a

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ordenarse tanto en el aspecto político como en el económico y cultural, siempre
bajo la atenta mirada de la corona española.

Poco a poco, los hombres nacidos en el territorio configuraban un nuevo grupo


humano. La población mestiza, fruto de la mezcla entre españoles e indígenas,
aumentaba gradualmente, consolidando las bases de la sociedad chilena. Dos
siglos de organización, conflictos indígenas, fundación de ciudades y progreso,
que serían la antesala de la vorágine independentista que se sucedería a partir
de 1810.

Institucionalidad colonial

Tras la conquista del territorio, fue necesaria la organización administrativa y el


establecimiento de pequeños núcleos sociales e instituciones que funcionaran
bajo los parámetros y las reglas de la corona española.

Una vez alcanzada la paz en gran parte del territorio (más adelante hablaremos
de lo sucedido al sur del río Bíobío), era imperativo otorgar un ordenamiento a
la población. Reglas que, también, consideraran la evolución de la sociedad y
el desarrollo de nuevos e importantes actores: los nacidos en el "Reino de
Chile". Ellos comenzaron a involucrarse en asuntos tan variados como la
economía, la política e, incluso, la defensa del país.

Debido a que la mayoría de los nuevos territorios conquistados estaba bajo la


jurisdicción hispana, las principales instituciones coloniales seguían estando en
el Viejo Continente. Después de la figura soberana y divina del rey venían el
Real y Supremo Consejo de Indias y la Casa de Contratación, importantes
organizaciones que regían las colonias españolas.

El Consejo de Indias aconsejaba al monarca en todos los asuntos relativos a


las colonias, preparaba la legislación que se aplicaría en América, proponía a
quienes ocuparían altos cargos y efectuaba los juicios y también intervenía en
los asuntos de carácter administrativo de la Iglesia americana.

La Casa de Contratación se encargaba de todos los asuntos de carácter


comercial y del control del paso de pasajeros al Nuevo Mundo.

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Administración americana

Si bien las instituciones coloniales más importantes de gobierno se


encontraban emplazadas en España, fue necesario también instalar una red
organizacional en América. Para hacer más efectiva la administración de las
colonias se crearon diferentes divisiones territoriales, como los virreinatos y las
capitanías generales.

Los virreinatos correspondían a los territorios más extensos y estaban


gobernados por el virrey. Este era la máxima encarnación del monarca en las
colonias, teniendo amplias atribuciones respecto de la conducción de la zona a
su cargo. Su deber era vigilar la administración en materias de gobierno,
judiciales, eclesiásticas y económicas. Tareas tan importantes como el reparto
de tierras, velar por la fundación de ciudades, impulsar obras públicas y revisar
el manejo del dinero fiscal se relacionaban directamente con el puesto.

Una división más pequeña en cuanto a territorio, pero no menos importante,


eran las gobernaciones, que también podían ser capitanías generales. Estas
últimas tenían la particularidad de ser territorios conquistados parcialmente, por
lo que estaban bajo el mando de un jefe militar, quien, además, detentaba el
poder civil y judicial. Chile era parte de esta categoría.

Finalmente, las presidencias eran pequeños gobiernos establecidos en tierras


ya pacificadas, como el caso de Quito (Ecuador) y Charcas (en el territorio
actual de Bolivia).

La Real Audiencia

La corona española designó a la Real Audiencia como el principal tribunal de


justicia civil y criminal en América. Su objetivo era velar por el cumplimiento y la
interpretación de las leyes; sin embargo, tras la promulgación de las leyes de
1542 y 154 (denominadas Nuevas Leyes), pudo involucrarse en asuntos de
gobierno. En este sentido, fiscalizaba la labor ejercida por los gobernadores y,
de paso, les restaba poder.

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Las reales audiencias estaban integradas por un presidente (que podía ser el
virrey, el gobernador o un oidor decano), cuatro oidores o jueces, relatores y un
fiscal. También formaban parte de ellas otros funcionarios con menores
responsabilidades, como el teniente del gran canciller, el alguacil mayor, los
escribanos, receptores y procuradores.

Los fallos de la Real Audiencia eran casi inapelables. La mayoría de los


procesos era finiquitada en esta instancia; solo los de mayor importancia y
controversia eran presentados ante el Consejo de Indias.

La primera Audiencia establecida en América fue la de Santo Domingo, en


1511. En nuestro país se instauró por primera vez en 1565, en la ciudad de
Concepción. Su objetivo fue seguir de cerca los acontecimientos ocurridos en
Arauco. Dejó de funcionar en 1573 y fue restablecida en 1604, fijando su sede
en Santiago. Allí funcionó hasta el año 1811, siendo reemplazada por la
institucionalidad republicana.

La Iglesia durante la Colonia

La institución religiosa tuvo un papel muy importante en la colonización


americana, especialmente en Chile. Los Reyes Católicos y sus sucesores
estuvieron obligados a promover la evangelización.

La Iglesia

Desde los comienzos de la época de la Conquista, los sacerdotes venían


dispuestos a evangelizar a los indígenas y convertirlos al cristianismo, con lo
que se cumplía el fin espiritual de la colonización.

En un principio, los sacerdotes que se radicaron en Chile fueron capellanes de


ejército, que incluso tuvieron que participar en combates más de alguna vez.
Más tarde, se dedicaron a convertir a los aborígenes sometidos tras dichas
guerras, y otros fueron misioneros en tierras de Arauco.

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La institución religiosa tuvo un papel muy importante en la colonización
americana, especialmente en Chile. Los Reyes Católicos y sus sucesores
estuvieron obligados a promover la evangelización y constituyeron un
Patronato Real sobre la Iglesia, por el que se aseguraba la retribución
(remuneración) del clero, la construcción de iglesias, catedrales, conventos y
hospitales. El clero también percibía en muchos casos el tributo del indígena y
disponía de haciendas trabajadas mediante encomendados, esclavos
indígenas o asalariados.

Dominicos, franciscanos y jesuitas

El clero, en esta época, comenzó a aumentar considerablemente. Solo en


Santiago, a mediados del siglo XVII, existían 200 religiosos. Para la Corona era
mucho más fácil "dar el pase a América" a las órdenes religiosas y no a
muchos sacerdotes en forma individual.

Los dominicos y los franciscanos comenzaron una labor misionera cerca de los
pueblos indígenas utilizando la persuasión para convencerlos, aunque también
existían algunos evangelizadores que solo vinieron a hacer fortuna a América.

Los franciscanos fueron los primeros en llegar a Chile, pero además de estas
órdenes aquí se encontraban los agustinos, los mercedarios y los jesuitas.
Estos últimos, gracias a la influencia del padre Luis de Valdivia y de la guerra
defensiva, consiguieron extenderse en la región araucana.

La hacienda colonial

Durante La Colonia las haciendas dejaron de ser simples unidades


autosuficientes, que se preocupaban de satisfacer las necesidades básicas de
sus inquilinos, convirtiéndose ahora en exportadoras.

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La hacienda colonial

Durante el siglo XVII, la hacienda se fue consolidando como unidad económica


de múltiples facetas, mientras la encomienda cedía como sistema de trabajo e
institución social. La hacienda se fue conformando en una segunda etapa
económica del período colonial, ya que fue sustituyendo a la explotación
minera del comienzo. La tierra empezó a adquirir un alto valor, lo que llevó a
una gran presión por ocupar los terrenos que quedaran disponibles.

El siglo XVIII se convirtió en el siglo del trigo, debido a la creciente importancia


que adquirió la agricultura y la cantidad de exportaciones de este cereal al
Perú. Las haciendas dejaron de ser simples unidades autosuficientes, que se
preocupaban de satisfacer las necesidades básicas de sus inquilinos,
convirtiéndose ahora en exportadoras. Las que se encontraban más cerca de
las rutas de acceso a los puertos, se encargaron de ampliar su superficie de
cultivos, con lo que pudieron llevar sus productos a Valparaíso y Concepción
en carretas tiradas por bueyes.

Esta consolidación de la hacienda hizo necesario contar con mayor cantidad de


mano de obra, para lo que se contrataron peones libres -en su mayoría
mestizos-, que trabajaban a cambio de alimentos y algo de dinero.

Además de bienes agrícolas, la hacienda encerraba faenas artesanales, para


satisfacer las necesidades de quienes tenían menos recursos, como los
aborígenes, los campesinos y los mestizos. Las mujeres se dedicaban a la
elaboración de ponchos y frazadas; se fabricaban objetos de cerámica con
greda y se trabajaba la madera, el hierro y el cuero.

Durante este siglo se estableció una nueva estructura social agraria, donde la
cabeza, en orden jerárquico, era el hacendado o patrón de la hacienda; bajo él

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se encontraba el resto, entre capataces, peones, inquilinos y vaqueros. En esta
nueva estructura, cada cual se distinguía del otro por su vestimenta.

Dentro de la misma hacienda, existía también un sistema de préstamo, donde


el patrón entregaba a crédito productos como azúcar, yerba mate, tabaco y
aguardiente. Los peones recibían esto a cambio de su trabajo futuro,
manteniéndose constantemente endeudados con su patrón, lo que los llevó a
estar siempre por debajo del hacendado, ejerciendo este un fuerte poder a
nivel social.

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Conclusión

La colonia en Chile es un periodo fundamental para entender nuestro desarrollo


como nación, es decir, nuestra conformación de la identidad nacional, del
nacimiento de nuestras costumbres y la formación de nuestra cultura. Es
tambien un periodo en el que, desde su estudio, puede entenderse el origen de
nuestra independencia y el origen de los caudillos que encabezaron el proceso
independentista de Chile y de America.

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Bibliografía y Enlaces Web.

http://www.icarito.cl/enciclopedia/segundo-ciclo-basico/historia-geografia-y-
ciencias-sociales/historia-de-chile-colonia/405.html

http://www.profesorenlinea.cl/chilehistoria/ColoniaChile.htm

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