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¿Qué son los famosos ácaros de la alergia?

Los ácaros son pequeños artrópodos


microscópicos con un tamaño comprendido entre
0,25 y 0,35 micras, ciegos, fotofóbicos y
emparentados taxonómicamente con garrapatas,
arañas y el ácaro de la sarna.

Los ácaros del polvo habitan en casi todos los


lugares del mundo, prefiriendo las zonas de clima
templado y humedad relativa alta. Su hábitat más
frecuente es el polvo del interior de las casas.
Como dependen de la humedad y son algo fóbicos
a la luz, sus lugares favoritos para vivir son sofás,
colchones, almohadas, ropa de cama, peluches,
alfombras, cortinajes, etc. En estos lugares,
encuentran además su alimento favorito: las escamas de piel humana y animal.

Sus deposiciones (cada ácaro produce unas 20 partículas fecales cada día) y diversas partes de
su cuerpo contienen las partículas (alergenos) que, al volatilizarse y tomar contacto con la
mucosa nasal o bronquial, producirán en éstas una inflamación que derivará en rinitis alérgica
y/o en asma bronquial.

A diferencia de los pólenes, su estacionalidad es menos notoria y se los encuentra presentes


todo el año, sobretodo en zonas húmedas como la costa, donde su concentración (salvo
excepciones) es mucho mayor que en lugares del interior, donde el clima es más seco.

Tienen un ciclo de crecimiento (de huevo a adulto) de 25 días a 25º C. Su crecimiento resulta
óptimo a una temperatura de 20-30º C y a una humedad relativa del 70%-80%. Cada ácaro
hembra puede poner de 20 a 50 huevos, produciendo una nueva generación cada tres semanas.

Tienen preferencia por los sofás y los colchones pues ahí encuentran los tres factores que
necesitan, humedad y calor (procedente de la transpiración del que duerme) y comida
(escamas de piel humana).

La introducción en los últimos 50 años de cambios en la forma de construcción de las casas y en


los hábitos de limpieza ha potenciado la proliferación de los ácaros del polvo doméstico: uso de
aspiradores (los ácaros son aerosolizados cuando se pasa la aspiradora), la calefacción central,
los sistemas centralizados de ventilación y humidificación para ahorrar energía, el mayor tiempo
de permanencia dentro de la casas,...
Síntomas del paciente alérgico a los ácaros del polvo

El paciente alérgico o sensibilizado a los ácaros, al inhalar los alergenos desarrollará síntomas
de rinoconjuntivitis alérgica y/o asma bronquial durante todo el año, siendo algo más intensos
en invierno. Además, en los niños, en especial los lactantes, los ácaros son la causa de muchas
dermatitis atópicas.

Muchas personas que dicen resfriarse mucho o presentar muchas sinusitis durante el año,
esconden bajo estas manifestaciones una alergia a los ácaros del polvo. Estos son los síntomas
de rinitis, que empeoran con el polvo del interior de las casas y con los cambios de temperatura:

 Síntomas de secreción nasal mucosa blanquecina o aguachenta persistente fluctuante en el día.


Muchas veces empeora por las mañanas.
 Congestión nasal frecuente, que empeora durante las noches.
 Estornudos y picazón nasal frecuente.

Estos son los síntomas de obstrucción respiratoria asmática:

 Dificultad para respirar y sensación de opresión torácica.


 Silbidos en el pecho.
 Tos seca, más frecuente en las noches o tras hacer ejercicio.

¿Cuál es la causa de la alergia a ácaros?

El principal alergeno del polvo doméstico permaneció en la oscuridad hasta 1967, año en el que
se sugirió que la más importante fuente de alergia al polvo doméstico estaba formada por unos
ácaros del polvo pertenecientes al género Dermatophagoides. La descomposición de las partes
del cuerpo del ácaro y las proteínas que recubren las materias fecales producidas por estos
ácaros son su principal fuente de alergenos. Estas partículas continúan ocasionando síntomas
alérgicos incluso tras la muerte del ácaro.

Caminar, pasar la aspiradora, limpiar o cambiar la ropa de la cama, remueve los alergenos de los
ácaros, que pueden permanecer suspendidos en el aire de 20 a 30 minutos después de haber sido
agitados.

El sistema inmunitario del cuerpo está equipado para combatir sustancias que pueden dañar el
cuerpo, tales como virus o bacterias. Algunas sustancias que entran al cuerpo son inofensivas y
el cuerpo las ignora. Los alergenos son sustancias inofensivas que pueden causar reacciones
alérgicas en algunas personas porque el cuerpo los confunde con una sustancia dañina. Esto
causa que las células liberen sustancias como la histamina, que hacen que el cuerpo tenga una
reacción alérgica que puede causar rinitis, estornudos, picazón, hinchazón o asma.

No se sabe la razón por la cual algunas personas tienen alergias, pero se cree que el potencial
para desarrollar alergias es hereditario.

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