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ANALISIS SOBRE LA SITUACION DE LA MUJER MUSULMANA.

Es lamentable observar pasivamente la triste vida de la mujer musulmana,


en especial la afganistana. Sus derechos como ser humano quedaron a un
lado, y por el contrario lejos de tratarlas como un animal, se les concibe
como un objeto inerte, sin sentimientos, emociones, y necesidades básicas.
Su papel en la sociedad afaganistana solo radica es servir fielmente a sus
esposos, ya que desde muy pequeñas son entregadas como formas de pago
o acordada para matrimonio, lo cual representa el fin de cualquier
esperanza de poder estudiar o realizar otra actividades que les satisfagan.

Viven en una sociedad donde las protegen tanto, para que no se les vea
sus físico y no despierten tentaciones en los hombres mediante el uso de
vestimentas como la burka, que al mismo tiempo la justicia las desprotege;
sin derecho alguno de herencia al fallecer sus esposos, o posibilidad del
trabajo o medio para subsistir, llegando algunas a tal punto de
desesperación que deciden prostituirse, mendigar o en el más grave de los
casos, a suicidarse.

Personalmente no es claro el fundamento lógico-racional para que se


suscite esta paradoja tan grande con la mujer musulmana, pareciera que
para la sociedad son importantes en el hogar; en el caso de crianza y
cuidados de sus esposos, pero a la vez son discriminadas y llevan consigo
todos los días un velo (burka), como si representara un castigo por el simple
hecho de ser mujer, y no solo eso, se le castiga como el peor de los
criminales cuando cometen algún tipo de error.

El mensaje es claro. Todos los hombres y mujeres que tenemos la


posibilidad de desarrollar nuesta libre expresión y que agradecemos se nos
respeten nuestros derechos humanos, estamos llamados a velar porque en
pleno siglo XXI, no se continúe en ningún lugar de la tierra, cometiéndose
tan grandes atropellos contra este ser tan hermoso que es la mujer.

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