Está en la página 1de 54

AMPARO

UNIVERSIDAD MEXICANA DE EDUCACIÓN A


DISTANCIA

Profesor: Lic. Salvador Terán Rojas


Alumna: Wendy Quintana Reyes.
JDS083272
UNIDAD II ANTECEDENTES HISTÓRICOS DEL JUICIO DE AMPARO EN MÉXICO

Desarrolle una línea de tiempo en la que incluya la descripción de los principales


antecedentes históricos mundiales del Juicio de Amparo.

En la época precolonial y colonial.

Durante la época precolonial no es posible descubrir ninguna institución


consuetudinaria o de derecho escrito que sea antecedente de garantías
individuales, los regímenes sociales en los que estaban estructurados los
principales pueblos prehispánicos se desarrollaron en formas primitivas,
rudimentarias en donde las autoridades supremas las cuales tenían facultades
omnímodas era el Rey o el Emperador, es decir, los jefes máximos de los pueblos.

En la etapa colonial, el derecho colonial se integró con el derecho español y por


las costumbres indígenas (principalmente), fue al consumarse la conquista de
México y al iniciarse la colonización de las tierras dominadas, la penetración
jurídica española se encontró con un conjunto de hechos y prácticas sociales
autóctonas, las cuales en vez de quedar eliminadas por el derecho peninsular,
fueron consolidadas por diversas disposiciones reales y posteriormente por la
recopilación de Leyes de indias de 1681.

Órgano de control en la Constitución de 1824.

En el México independiente, la Revolución Francesa, la declaración de los


derechos del hombre y el sistema Inglés y Norteamericano influyeron en los
legisladores, apartándose del Derecho Natural preconizado por los españoles,
para estructurar al naciente Estado, particularmente en otorgar garantías
individuales, articulándose constitucionalmente (1857) en un derecho positivo
escrito, plegado en su contenido dispositivo que se consideró como Ley Suprema.
Ya el Decreto Constitucional para la Libertad de la América Mexicana, más
conocida como la Constitución de Apatzingán de 1814, que no tuvo vigencia,
contenía un capítulo dedicado a las garantías individuales pero no ofreció ningún
medio para hacerlas respetar, evitando sus posibles violaciones, por la idea que la
mera inserción de los derechos del hombre en la Ley suprema bastaba para
provocar su respeto por parte de las autoridades. Siendo la Constitución de 1824
un ordenamiento jurídico cuya vigencia se prolongó por espacio de doce años, que
tuvo el mérito de ser el primer ordenamiento que estructuró a nuestra patria que
acababa de haber sido testigo de la consumación de la guerra de independencia,
no sería correcto omitir lo que al respecto de nuestro tema de estudio tiene que
decirnos ésta. Esta Constitución en lo relativo a las Garantías Individuales está
muy por debajo de la Constitución de Apatzingán en cuanto a los apartados que
tenía ésta, en la ya mencionada materia y por consiguiente no consigna en ella un
medio efectivo para tutelarlas. Pero no podemos dejar de tomar en cuenta una
porción de esta Constitución, que para ser más exacto se trata de la última parte
del inciso sexto de la fracción V del artículo 137 en donde se consagra una
facultad que le es imputada a la Suprema Corte de Justicia, que consiste en:
"Conocer de las infracciones de la Constitución y Leyes generales, según se
prevenga por la Ley", que es una atribución que podría suponerse, que podía
implicar un verdadero control de constitucionalidad y de legalidad, según el caso,
ejercitado por dicho alto cuerpo jurisdiccional.

La Constitución de 1824, dio prioridad a las bases del funcionamiento de los


órganos gubernamentales, pero colocó los derechos del hombre en preceptos
aislados sin mayor preponderancia, aunque sí invistió a la Corte Suprema de
Justicia para conocer de las infracciones a la misma, nunca se expidió la Ley
respectiva. Pero el verdadero antecedente se da con el proyecto de la
Constitución yucateca de 1840, donde Manuel Crescencio Rejón propuso la
creación del medio controlador o conservador del régimen constitucional que él
mismo llamó Amparo, ejercido por el Poder Judicial extensivamente a todo acto
anticonstitucional, el cual fructificó finalmente en la Constitución de 1857 y de 1917
pero con la acotación de que solamente se aplicaría al goce de las garantías
individuales. El control constitucional ejercido mediante el Amparo, dentro del
sistema concebido por Rejón en el proyecto de Constitución yucateca de 1840,
operaba sobre dos principios que caracterizan actualmente a la institución, en
cuanto a la procedencia del Juicio Amparo: el de la iniciativa o instancia de la parte
agraviada (gobernador en particular) y el de relatividad de las decisiones
respectivas, además de su carácter jurisdiccional estableciéndose por vía activa,
que es la que promueve el Juicio de Amparo mexicano.

Órgano de control en la Constitución de 1836.

Las Siete Leyes Constitucionales de 1836, organizaron un poder: El Supremo


Poder Conservador, encargado de velar por el fiel cumplimiento de la Constitución.
Establecieron así un sistema de control de la supremacía constitucional mediante
intervención de un órgano político, con todas las deficiencias y desventajas
inherentes a tal sistema, agravadas con las que resultan de las condiciones de
nuestra vida política propia. Allí donde las autoridades son en general arbitrarias y
tienen poco respeto por la Ley y por las autoridades judiciales, resulta por demás
utópica la tentativa de atribuir a un poder integrado por cinco individuos la facultad
de nulificar, para controlar la constitucionalidad de Leyes y actos, los actos de
todas las autoridades del país, sean judiciales, ejecutivas o legislativas. En 1849,
integrada una comisión con el objeto de reformar las Siete Leyes, surge un
esbozo, muy vago desde luego, del Juicio de Amparo, porque uno de los
miembros de la comisión, en su voto particular, insinuó que la Suprema Corte de
Justicia sustituyera al Supremo Poder Conservador en la facultad de estimar la
constitucionalidad de las Leyes, a petición de determinado número de Diputados y
Senadores. Mariano Azuela Rivera, en su texto “Amparo” comenta, que esto
significa un esbozo del Juicio de Amparo en la pretendida reforma a las Siete
Leyes, en cuanto entraña una sugestión en el sentido de que el sistema de control
por intervención de un órgano político sea sustituido por el de un órgano
jurisdiccional. La evolución general del sistema de control de la constitucionalidad
en México, a través de las diversas Constituciones, viene a tener lugar
precisamente en esta forma: de un sistema de control de la constitucionalidad por
un órgano político se pasa, a un sistema mixto en el que el control de la
constitucionalidad es distribuido entre un órgano jurisdiccional (la Suprema Corte
de Justicia), y órganos políticos (el Congreso General y las Legislaturas de los
Estados), para pasar finalmente, ya en la Constitución de 1857, a un sistema de
control puramente jurisdiccional.

Órgano y medio de control en la Constitución de Yucatán de 1840.

Dentro de la reseña cronológica de la creación y evolución del Amparo, destaca la


referencia al proyecto de Constitución para el Estado de Yucatán, en 1840, por
don Manuel Crescencio Rejón; proyecto que tiene gran importancia por la
influencia que pudo ejercer en proyectos y Leyes ulteriores, porque en él se hacía
por primera vez una enumeración sistemática de los Derechos Fundamentales del
individuo, y sobre todo, se procuraba establecer un procedimiento mediante el cual
dichos derechos fundamentales fueran objeto de garantía. El “Proyecto de Rejón”,
se encontraba influido por el comentario que de la Constitución Federal de los
Estados Unidos de Norteamérica había hecho Tocqueville, en una obra que tuvo
gran difusión en México: “La Democracia en América”, al citarla para demostrar las
excelencias del sistema americano, para adoptarlo en el Estado de Yucatán. Este
proyecto tiene gran importancia, dado que significa el primer ensayo definido y
desarrollado de un sistema de control jurisdiccional de la constitucionalidad de
Leyes y actos en general. Es imposible, sin embargo, que el sistema funcione
como control de la constitucionalidad de los actos de autoridades Federales,
cuando lo establece la Constitución de un Estado. Pero haciendo abstracción de
esta restricción fundamental, el sistema puede ser considerado como medio de
garantizar los derechos individuales respecto de toda clase de autoridades locales,
lo mismo ejecutivos y judiciales que legislativas.

A finales del año de 1840, en el Estado de Yucatán hubo bastantes movimientos y


los jurídicos no eran la excepción pues se acordó la inserción de varias garantías
individuales (religiosa, de tránsito, etcétera) que, por consiguiente generaron la
creación de un medio de control de la constitución llamado Amparo. La razón por
la cual aparece el Amparo en una entidad federativa es que en aquel entonces se
libraba una lucha entre los simpatizantes del restablecimiento del sistema federal y
los conservadores y en el estado de Yucatán regía un gobierno partidario de la
Unión Federal. Manuel Crescencio Rejón, Darío Escalante y Pedro C. Pérez,
propusieron la inserción en dicha constitución de crear un medio de control al que
nombraron Amparo, en donde era competente la Corte de Justicia del Estado y se
podía promover contra Leyes o decretos de la legislatura que fueran contrarios a
la Constitución local o contra los actos del ejecutivo, cuando se hubiere infringido
la Constitución o las Leyes también tenían competencia para conocer del juicio los
jueces de primera instancia cuando se promovía en contra de actos del Poder
Judicial; contra los actos de los jueces de primera instancia conocían los
superiores de los mismos. Los principios básicos que regían este juicio eran: la
necesidad de que sea, precisamente, la parte agraviada quien solicite el Amparo
contra los actos que se han mencionado y, asimismo, que el Amparo sólo surtía
efecto en relación con la persona que lo solicitase y únicamente contra los actos
que reclamara, subsistiendo este principio hasta la actualidad. En las
relacionadas condiciones, la constitución Yucateca constituye un verdadero
antecedente de nuestro Juicio de Amparo, siendo Crescencio Rejón su máximo
exponente. "En el ámbito nacional el Amparo fue establecido en el Acta de
reformas de 18 de mayo de 1847, que debe su nombre a que dicho documento
introdujo modificaciones a la Constitución Federal de 1824, cuya vigencia había
sido restablecida".

Proyecto de minoría y mayoría de 1842.

En 1842 fue designada una comisión compuesta por siete miembros, para
formular un proyecto de nueva Constitución (para reformar las Siete Leyes de
1836). Se formularon dos proyectos, o, mejor dicho, cuatro de los miembros de la
comisión se pronunciaron por un proyecto centralista y los tres restantes por un
proyecto federalista. El Proyecto de minoría tiene también gran importancia porque
constituye un antecedente del Acta de Reformas en lo que se refiere al
establecimiento de un Sistema de Control Jurisdiccional de la Supremacía
Constitucional. El Proyecto de la minoría consignaba una enumeración muy
amplia de derechos individuales fundamentales y establecía, además, un
procedimiento para garantizar el goce efectivo de dichos derechos por parte de los
individuos que eran sus titulares. Después de haber enumerado los derechos
fundamentales (artículo 5°), determinaba que la Suprema Corte de Justicia de la
Nación podría otorgar su protección a quienes la solicitaran contra cualquier acto
de las autoridades legislativas o ejecutiva de los Estados que fuera contrario a la
Constitución. La Ley o acto de que se tratara debería ser reclamado, según
disposición del Proyecto, dentro de un término de quince días a partir de la fecha
de su publicación (artículo 81, fracción I). Este término será conservado en la Ley
de Amparo como término para promover el recurso contra cualquier acto contrario
a la Constitución, salvo en casos especiales de excepción. Pero, además,
determinaba que si una Ley dictada por el Congreso General era reclamada por
contraria a la Constitución, la calificación de su constitucionalidad o
inconstitucionalidad la harían las Legislaturas de los Estados (artículo 81, fracción
II). Y a la inversa, cuando una Ley dictada por la Legislatura de algún Estado fuera
contraria a la Constitución, el Congreso General haría la calificación respectiva
(artículo 81, fracción IV en relación con el artículo 35, fracción II). De suerte que, el
sistema, viene a ser un sistema mixto de control de la supremacía constitucional
por intervención de un órgano jurisdiccional respecto de autoridades locales y por
intervención de órganos políticos (Congreso General y Legislaturas de los
Estados) respecto de Leyes federales y Leyes locales. La minoría estaba
integrada por: Mariano Otero, Muñoz Ledo y Espinosa de los Monteros. Esto tiene
interés, porque los tres formaron parte de la Comisión de Constitución que
funcionó en 1847, es decir, de la que derivó el Acta de Reformas, en donde se
creó el Juicio de Amparo. En un sistema tal como el que establecía el Proyecto de
Minoría de 1842, que es el mismo que establecerá las Actas de Reforma de 47,
son el Congreso y las Legislaturas locales los que califican la constitucionalidad de
Leyes federales y locales. La función de la Corte se restringía a remitir el
conocimiento de la constitucionalidad de la Ley a las Legislaturas de los Estados.
Tal como el sistema para efecto de examinar la constitucionalidad de Leyes
federales, de Leyes expedidas por el Congreso de la Unión. Las Actas de
Reforma de 1847 fueron formuladas por Mariano Otero. Formaban parte de la
comisión los mismos que habían integrado la minoría en la comisión constitucional
de 1842, además de Manuel Crescencio Rejón. Otero insiste sobre la necesidad
de que la Constitución Federal de 1824, que iba a ser restaurada, fuera adicionada
y reformada especialmente desde el punto de vista del reconocimiento de
derechos individuales fundamentales y de organización de un procedimiento
encaminado a garantizar efectivamente el goce de esos derechos. Dicho
Proyecto, fue aprobado por el Congreso, era un sistema enteramente similar al
consignado en el Proyecto de la minoría de 42, en los siguientes términos: Los
tribunales de la Federación, ampararán al individuo en el goce de los derechos
individuales declarados en su favor contra todo acto de los poderes Legislativo o
Ejecutivo, ya de la Federación, ya de los Estados, que violen en su perjuicio
dichos derechos, en el concepto de que la función de los tribunales federales se
restringirá a proteger al individuo en el caso especial que motive su queja sin
hacer ninguna declaración general acerca de la Ley o acto reclamados (significa
una superación de los preceptos del Proyecto de la minoría de 42, ya sea porque
en el Proyecto de minoría el individuo no se encontraba protegido sino respecto de
poderes locales y no con relación a poderes federales o porque consigna en su
artículo 25 que comentamos, el principio que se denomina la autoridad relativa de
la cosa juzgada).

Bases Orgánicas de 1843.

Puede sostenerse que el proyecto de Constitución de 1942 elaborado por la


Comisión del Congreso Extraordinario Constituyente, no llevo a aplicarse por
decreto de Santa Anna, nombrado a nueva junta. Donde ésta estaba integrada
por colaboradores de don Benito Juárez quien se encarga de elaborar un nuevo
proyecto Constitucional, que se convirtió en las "Bases de Organización Política de
la República Mexicana expedidas el 12 de junio de 1843. Dicho documento adoptó
el régimen central sin implantar uno de protección o preservación”. Sin embargo el
Art. 66, fracción XVII, permaneció latente un control por el órgano "Supremo Poder
Conservador" el cual tenía la facultad de aprobar o reprobar decretos, por
disposición de Congreso, los cuales fueran contrarias a la Constitución.

Actas de Reforma de 1847.

Generalmente se considera que el Juicio de Amparo nace juntamente con el Acta


de Reformas de 1847. Pero esta Acta de Reformas tiene a su vez raíces en
proyectos anteriores como lo es la Constitución Mexicana de 1824. Dicha
constitución no contenía ningún precepto general en virtud el cual se autorizara la
intervención del Poder Judicial Federal para controlar la supremacía
constitucional; hablaba apenas de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación
conocería “de las infracciones de la Constitución y Leyes generales” (artículo 137,
fracción V, inciso 6°), cuyo texto, si bien es cierto que no se puede obtener para
citarlo textualmente, si estuvo a la vista, la crítica y/o análisis de su contenido,
aduciendo que estaba formulado en términos muy vagos para que pudiera servir
de fundamento a una facultad ejercida por el Poder Judicial Federal, para controlar
efectivamente la sumisión de las autoridades a la Constitución. La expresión
“conocer de las infracciones de la constitución” más bien podía referirse a un juicio
de responsabilidad que considerarse como un procedimiento reparador de los
agravios que la Constitución sufriera. Nacido como sistema de control de la
supremacía constitucional, por intervención de un órgano político con las Siete
Leyes Constitucionales de 1836 que crearon el Supremo Poder Conservador,
pasó después a ser un sistema mixto donde el control de la supremacía
constitucional era desarrollado al mismo tiempo por el Poder Judicial y por
Poderes Legislativos, es decir, pasó a ser un sistema de control en parte por
medio de un órgano jurisdiccional y en parte por medio de un órgano político, para
culminar finalmente, en la Constitución de 1857 –que es seguida en sus
lineamientos fundamentales por la Constitución actual–, en un sistema de control
puro por un órgano jurisdiccional.

Según León Duguit, referido por Azuela, son tres los elementos que integran la
función jurisdiccional:

1. Planteamiento de un problema de derecho ante una autoridad.


2. Solución del problema. 3. Decisión, derivada lógicamente de la solución del
problema de que se trata.

Es evidente que los tres elementos concurren en el caso de la tramitación y


resolución de un Juicio de Amparo. Podría también hablarse de que la
organización del Juicio de Amparo, en cuanto supone posibilidad de la autoridad
judicial federal de anular actos de otros poderes, implica desconocimiento de la
soberanía de esos poderes dentro del Estado. Así se ha dicho que en virtud de la
atribución de tal función al Poder Judicial Federal, tal poder resulta soberano en
relación con los demás, Esto no es posible, dado que los poderes, una vez
constituidos, no son soberanos en el sentido de ilimitados, porque están acotados
por las normas constitucionales. La norma suprema es la Constitución, todos los
poderes del Estado deben acatarla. Las normas generales de organización del
Juicio de Amparo, en el Proyecto de Constitución de 1857, fueron pocas, en
relación con las contenidas por la Constitución vigente. Se estableció tan sólo la
procedencia general de Juicio de Amparo, al determinarse que el Poder Judicial
de la Federación conocería de controversias suscitadas con motivo de actos de
cualquier autoridad violatorias de garantías individuales, de actos de autoridades
federales violatorios de las soberanías locales, y de actos de autoridades locales
violatorios de la soberanía federal (artículo 101). Se Estableció que la controversia
adoptaría en todo caso la forma de un juicio seguido, “a petición de la parte
agraviada, por medio de procedimientos y formas del orden jurídico, que
determinara una Ley”.
La Constitución Política de la República de 1857, por su parte, comienza con una
sección I del título I, sobre "Los derechos del hombre", en que el pueblo mexica no
reconoce que esos derechos son “La base y el objeto de las instituciones sociales”
y en consecuencia declara que todas las Leyes y todas las autoridades del país,
deben respetarse y sostener las Garantías que otorga la Constitución, expresadas
en 29 artículos.

Constitución Mexicana de 1917.

Haciendo algunas observaciones relativas al período comprendido entre la


Constitución de 1857 y la actual, se observa que la primera establecía
naturalmente que una Ley Orgánica reglamentaría los preceptos fundamentales
adoptados. La primera Ley de Amparo fue dictada en 1861, pero no fue aplicada
en virtud de las condiciones de guerra en que se encontraba el país. La segunda
Ley surgió en 1869, y ya pudo ser aplicada. Con posterioridad todavía se dictó una
Ley en 1888, después fueron los Códigos Federales de Procedimientos Civiles los
que reglamentaron el Juicio de Amparo. En la Constitución vigente, se adopta un
sistema que en sus lineamientos generales es esencialmente idéntico al
establecido en la de 1857, solo que en la actual, consigna las bases de
organización del Juicio de Amparo mucho más amplias que la contenida en
aquélla. La actual Constitución, tiene resuelto el problema de la exacta aplicación
de la Ley como garantía individual en forma afirmativa. Los preceptos
constitucionales de acuerdo con los cuales en materia judicial el principio general
es que el Amparo solo procede contra la sentencia definitiva y los preceptos que
establecen en qué casos procede el Amparo contra esa sentencia, así como a la
excepción el principio en el sentido de que puede proceder el Amparo contra actos
de autoridad judicial promovido por personas extrañas al juicio o por las partes
mismas en el juicio, siempre que se trate de actos de imposible reparación.
Después de aprobada la Constitución de 1857, las Leyes orgánicas de Juárez y de
Porfirio Díaz se limitaron a desarrollar la fracción I del artículo 101, es decir, la
protección de las garantías individuales. Incluso en la época actual existen
ejecutorias de la Corte en el sentido de que las fracciones I y III del artículo 103
Constitucional solamente funcionan cuando violan alguna garantía individual. El
Juicio de Amparo, se atribuye al Poder Judicial de la Federación la función política
de amparar al individuo contra Leyes o actos de autoridad violatorios de los
derechos fundamentales, planteándose así el problema relativo a determinar si la
atribución de una facultad en tal sentido al Poder Judicial de la Federación, implica
infracción al principio de separación de poderes. La solución del problema, desde
el punto de vista lógico dependerá, de la determinación de la naturaleza jurídica de
la actividad que el Poder Judicial de la Federación desarrolle cuando resuelva un
Juicio de Amparo.

En resumen, el Estado de Yucatán en su descontento por el régimen centralista


enmarcado en la entonces vigente Constitución de 1836, comúnmente conocida
como Las Siete Leyes de 1836, amenazó con su intención de separarse de la
República mexicana. Con la consiguiente preocupación, se le otorgó la facultad de
legislar su propio régimen jurídico, como si se tratase de un Estado federalista
dando origen a la Constitución de Yucatán del 31 de marzo de 1841.

Esta constitución tuvo a bien recoger un proyecto en el artículo 53, elaborado


por Manuel Crescencio Rejón, que expresaba textualmente: "Corresponde a este
tribunal (la Corte Suprema de Justicia) reunido: 1º. Amparar en el goce de sus
derechos a los que pidan su protección contra las providencias del Gobernador ó
Ejecutivo reunido, cuando en ellas se hubiese infringido el Código Fundamental ó
las leyes, limitándose en ambos casos a reparar el agravio en la parte que
procediere".

Así se habló por primera vez en el derecho legislado, del amparo decretado
por órganos jurisdiccionales para combatir agravios contra las garantías
individuales, en el proyecto de Rejón y en la Constitución yucateca de 1841.

Tiempo después este juicio se plasmó con la colaboración de Mariano Otero


en el congreso constituyente, sobre el artículo 25 del Acta de Reformas 1847, con
lo que se estableció el juicio de Amparo a nivel Federal, para después plasmarse
en la Constitución Federal de 1857 y 60 años más tarde en la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos de 1917, actualmente vigente en el país.

Precediendo de los antecedentes extranjeros, remotos o cercanos a nuestro


juicio constitucional, cuya procedencia pudiera ser evidente o hipotética, es factible
advertir que el medio de control surgió a través de las distintas etapas que lo
vieron conformado, según las siguientes referencias:

a) La Constitución de 1824 no estableció un sistema específico de control


constitucional; pero en el artículo 137, inciso V, párrafo sexto, se introduce un
diseño del mismo, al determinar como atribución de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación la de conocer: “…de las infracciones de la Constitución y leyes
generales, según se prevenga por la ley”.

b) La constitución centralista de 1836, que sustituyó a la de 1824, conocida


como las Siete Leyes Constitucionales, instituyó en la segunda de ellas el
organismo denominado Supremo Poder Conservador, otorgándole facultades
absolutas, entre ellas, la de poder declarar la nulidad de una ley o decreto que
fuera contrario a la Constitución. Las sentencias que se promulgaban tenían
efectos erga omnes, pero su calidad política y la falta de una reglamentación
procesal adecuada, hundieron en el descrédito a la institución de referencia.

c) La aversión hacia el Supremo Poder Conservador y la influencia del


escritor francés Alexis de Toqueville, en su obra La Democracia en América,
fueron los factores decisivos que condujeron hacia la creación del juicio de
amparo.1, 2
UNIDAD V AMPARO CONTRA LEY, REGLAMENTO O TRATADO INTERNACIONAL

Realice un cuadro sinóptico en el que describa características y diferencias de las


leyes y reglamentos autoaplicativos y las leyes y reglamentos heteroaplicativos.

La doctrina jurídica ha establecido dos tipos de ordenamientos legales que pueden afectar
la esfera jurídica del particular, estos son, los autoaplicativos y los heteroaplicativos. Los
primeros se han caracterizado por que desde el momento mismo en que entran en vigor
inciden en forma inmediata la esfera jurídica del particular, mientras que los
heteroaplicativos necesitan un acto posterior de ejecución para afectar la citada esfera de
derechos.

Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
VI, Julio de 1997
Página: 5
Tesis: P./J. 55/97
Jurisprudencia
Materia(s): Constitucional, Común

LEYES AUTOAPLICATIVAS Y HETEROAPLICATIVAS. DISTINCIÓN BASADA EN EL


CONCEPTO DE INDIVIDUALIZACIÓN INCONDICIONADA.

Para distinguir las leyes autoaplicativas de las heteroaplicativas conviene acudir al


concepto de individualización incondicionada de las mismas, consustancial a las normas
que admiten la procedencia del juicio de amparo desde el momento que entran en vigor,
ya que se trata de disposiciones que, acorde con el imperativo en ellas contenido,
vinculan al gobernado a su cumplimiento desde el inicio de su vigencia, en virtud de que
crean, transforman o extinguen situaciones concretas de derecho. El concepto de
individualización constituye un elemento de referencia objetivo para determinar la
procedencia del juicio constitucional, porque permite conocer, en cada caso concreto, si
los efectos de la disposición legal impugnada ocurren en forma condicionada o
incondicionada; así, la condición consiste en la realización del acto necesario para que la
ley adquiera individualización, que bien puede revestir el carácter de administrativo o
jurisdiccional, e incluso comprende al acto jurídico emanado de la voluntad del propio
particular y al hecho jurídico, ajeno a la voluntad humana, que lo sitúan dentro de la
hipótesis legal. De esta manera, cuando las obligaciones derivadas de la ley nacen con
ella misma, independientemente de que no se actualice condición alguna, se estará en
presencia de una ley autoaplicativa o de individualización incondicionada; en cambio,
cuando las obligaciones de hacer o de no hacer que impone la ley, no surgen en forma
automática con su sola entrada en vigor, sino que se requiere para actualizar el perjuicio
de un acto diverso que condicione su aplicación, se tratará de una disposición
heteroaplicativa o de individualización condicionada, pues la aplicación jurídica o material
de la norma, en un caso concreto, se halla sometida a la realización de ese evento.
Cuadro sinóptico de las diferencias y características:

AUTOAPLICATIVAS HETEROAPLICATIVAS
Con su sola entrada en vigor causan Causan perjuicio en su primer acto de
perjuicio al quejoso aplicación, esto es, cuando la autoridad
intenta aplicarlas.
Cuando las obligaciones derivadas de la Cuando las obligaciones de hacer o de no
Ley nacen con ella misma, hacer que impone la Ley o precepto
independientemente de que no se actualice normativo, no surgen en forma automática
condición alguna, se estará en presencia con su sola entrada en vigor, sino que se
de una Ley autoaplicativa o de requiere para actualizar el perjuicio de un
individualización incondicionada acto diverso que condicione su aplicación,
se tratará de una disposición
heteroaplicativa o de individualización
condicionada, pues la aplicación jurídica o
material de la norma, en un caso concreto,
se halla sometida a la realización de ese
evento.
Pueden atacarse a través del Juicio de Debe promoverse el Juicio de Amparo en
Amparo dentro de los 30 días hábiles su contra, dentro de los 15 días hábiles
siguientes a la fecha en que entró en vigor siguientes a la notificación de la orden de
la Ley o bien dentro de los 15 días hábiles ejecución de la Ley emanada de autoridad.
siguientes a la fecha en que fue notificado
el primer acto de autoridad fundado en
dicha Ley.

UNIDAD VII PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES DEL JUICIO DE AMPARO

Transcriba el artículo 107 de la Ley Fundamental; posteriormente correlacione cada uno


de los principios constitucionales del Juicio de Amparo con el numeral de la Ley
Reglamentaria que corresponda.

Artículo 107. Todas las controversias de que habla el Artículo 103 se sujetarán a los
procedimientos y formas del orden jurídico que determine la ley, de acuerdo a las bases
siguientes:

I. El juicio de amparo se seguirá siempre a instancia de parte agraviada;


En el artículo 4 de la Ley de Amparo, artículo 4 dice lo siguiente:

Artículo 4o.- El juicio de amparo únicamente puede promoverse por la parte a quien
perjudique la ley, el tratado internacional, el reglamento o cualquier otro acto que se
reclame, pudiendo hacerlo por sí, por su representante, por su defensor si se trata de un
acto que corresponda a una causa criminal, por medio de algún pariente o persona
extraña en los casos en que esta ley lo permita expresamente; y sólo podrá seguirse por
el agraviado, por su representante legal o por su defensor.

II. La sentencia será siempre tal, que sólo se ocupe de individuos particulares, limitándose
a ampararlos y protegerlos en el caso especial sobre el que verse la queja, sin hacer una
declaración general respecto de la ley o acto que la motivare.

Artículo 76.- Las sentencias que se pronuncien en los juicios de amparo sólo se ocuparán de
los individuos particulares o de las personas morales, privadas u oficiales que lo hubiesen
solicitado, limitándose a ampararlos y protegerlos, si procediere, en el caso especial sobre el que
verse la demanda, sin hacer una declaración general respecto de la ley o acto que la motivare.

En el juicio de amparo deberá suplirse la deficiencia de la queja de acuerdo con lo que


disponga la Ley Reglamentaria de los Artículos 103 y 107 de esta Constitución. Cuando
se reclamen actos que tengan o puedan tener como consecuencia privar de la propiedad
o de la posesión y disfrute de sus tierras, aguas, pastos y montes a los ejidos o a los
núcleos de población que de hecho o por derecho guarden el estado comunal, o a los
ejidatarios o comuneros, deberán recabarse de oficio todas aquellas pruebas que puedan
beneficiar a las entidades o individuos mencionados y acordarse las diligencias que se
estimen necesarias para precisar sus derechos agrarios, así como la naturaleza y efectos
de los actos reclamados.

Artículo 227.- Deberá suplirse la deficiencia de la queja y la de exposiciones, comparecencias y


alegatos, en los juicios de amparo en que sean parte como quejosos o como terceros, las
entidades o individuos que menciona el artículo 212; así como en los recursos que los mismos
interpongan con motivo de dichos juicios.

En los juicios a que se refiere el párrafo anterior no procederán, en perjuicio de los


núcleos ejidales o comunales, o de los ejidatarios o comuneros, el sobreseimiento por
inactividad procesal ni la caducidad de la instancia, pero uno y otra sí podrán decretarse
en su beneficio. Cuando se reclamen actos que afecten los derechos colectivos del núcleo
tampoco procederán el desistimiento ni el consentimiento expreso de los propios actos,
salvo que el primero sea acordado por la Asamblea General o el segundo emane de ésta.

Artículo 231.- En los juicios de amparo promovidos por las entidades o individuos que
especifica el artículo 212, o en que los mismos sean terceros perjudicados, se observarán las
siguientes reglas:

I.- No procederá el desistimiento de dichas entidades o individuos salvo que sea acordado
expresamente por la Asamblea General;
II.- No se sobreserá por inactividad procesal de los mismos;

III.- No se decretará en su perjuicio la caducidad de la instancia; pero sí podrá decretarse en su


beneficio, y;

IV.- No será causa de improcedencia del juicio contra actos que afecten los derechos colectivos
del núcleo, el consentimiento expreso de los propios actos, salvo que emane de la Asamblea
General.

III. Cuando se reclamen actos de tribunales judiciales, administrativos o del trabajo, el


amparo sólo procederá en los casos siguientes:

a) Contra sentencias definitivas o laudos y resoluciones que pongan fin al juicio, respecto
de las cuales no proceda ningún recurso ordinario por el que puedan ser modificados o
reformados, ya sea que la violación se cometa en ellos o que, cometida durante el
procedimiento, afecte a las defensas del quejoso, trascendiendo al resultado del fallo;
siempre que en materia civil haya sido impugnada la violación en el curso del
procedimiento mediante el recurso ordinario establecido por la ley e invocada como
agravio en la segunda instancia, si se cometió en la primera. Estos requisitos no serán
exigibles en el amparo contra sentencias dictadas en controversias sobre acciones del
estado civil o que afecten al orden y a la estabilidad de la familia;

b) Contra actos en juicio cuya ejecución sea de imposible reparación, fuera de juicio o
después de concluido, una vez agotados los recursos que en su caso procedan, y

c) Contra actos que afecten a personas extrañas al juicio;

Artículo 114.- El amparo se pedirá ante el juez de Distrito:

I.- Contra leyes federales o locales, tratados internacionales, reglamentos expedidos por el
Presidente de la República de acuerdo con la fracción I del artículo 89 constitucional, reglamentos
de leyes locales expedidos por los gobernadores de los Estados, u otros reglamentos, decretos o
acuerdos de observancia general, que por su sola entrada en vigor o con motivo del primer acto de
aplicación, causen perjuicios al quejoso:

II.- Contra actos que no provengan de tribunales judiciales, administrativos o del trabajo.

En estos casos, cuando el acto reclamado emane de un procedimiento seguido en forma de


juicio, el amparo sólo podrá promoverse contra la resolución definitiva por violaciones cometidas en
la misma resolución o durante el procedimiento, si por virtud de estas últimas hubiere quedado sin
defensa el quejoso o privado de los derechos que la ley de la materia le conceda, a no ser que el
amparo sea promovido por persona extraña a la controversia.

III.- Contra actos de tribunales judiciales, administrativos o del trabajo ejecutados fuera de juicio
o después de concluido.

Si se trata de actos de ejecución de sentencia, sólo podrá promoverse el amparo contra la


última _ resolución dictada en el procedimiento respectivo, pudiendo reclamarse en la misma
demanda las demás violaciones cometidas durante ese procedimiento, que hubieren dejado sin
defensa al quejoso.
Lo anterior será aplicable en materia de extinción de dominio.

Tratándose de remates, sólo podrá promoverse el juicio contra la resolución definitiva en que se
aprueben o desaprueben;

IV.- Contra actos en el juicio que tengan sobre las personas o las cosas una ejecución que sea
de imposible reparación;

V.- Contra actos ejecutados dentro o fuera de juicio, que afecten a personas extrañas a él,
cuando la ley no establezca a favor del afectado algún recurso ordinario o medio de defensa que
pueda tener por efecto modificarlos o revocarlos, siempre que no se trate del juicio de tercería;

VI.- Contra leyes o actos de la autoridad federal o de los Estados, en los casos de las fracciones
II y III del artículo 1o. de esta ley.

VII.- Contra las resoluciones del Ministerio Público que confirmen el no ejercicio o el
desistimiento de la acción penal, en los términos de lo dispuesto por el párrafo cuarto del artículo
21 Constitucional.

IV. En materia administrativa el amparo procede, además, contra resoluciones que


causen agravio no reparable mediante algún recurso, juicio o medio de defensa legal. No
será necesario agotar éstos cuando la ley que los establezca exija, para otorgar la
suspensión del acto reclamado, mayores requisitos que los que la Ley Reglamentaria del
Juicio de Amparo requiera como condición para decretar esa suspensión;

Artículo 136.- Si el acto reclamado afecta la libertad personal, la suspensión sólo producirá el
efecto de que el quejoso quede a disposición del juez de Distrito únicamente en cuanto a ella se
refiera, quedando a disposición de la autoridad que deba juzgarlo, cuando el acto emane de un
procedimiento del orden penal por lo que hace a la continuación de éste.

Cuando el acto reclamado consista en la detención del quejoso efectuada por


autoridades administrativas distintas del Ministerio Público como probable responsable de
algún delito, la suspensión se concederá, si procediere, sin perjuicio de que sin dilación sea
puesto a disposición del Ministerio Público, para que éste determine su libertad o su
retención dentro del plazo y en los términos que el párrafo séptimo del artículo 16
constitucional lo permite, o su consignación.

V. El amparo contra sentencias definitivas o laudos y resoluciones que pongan fin al


juicio, sea que la violación se cometa durante el procedimiento o en la sentencia misma,
se promoverá ante el tribunal colegiado de circuito que corresponda, conforme a la
distribución de competencias que establezca la Ley Orgánica del Poder Judicial de la
Federación, en los casos siguientes:

a) En materia penal, contra resoluciones definitivas dictadas por tribunales judiciales,


sean éstos federales, del orden común o militares. b) En materia administrativa, cuando
se reclamen por particulares sentencias definitivas y resoluciones que ponen fin al juicio
dictadas por tribunales administrativos o judiciales, no reparables por algún recurso, juicio
o medio ordinario de defensa legal;
c) En materia civil, cuando se reclamen sentencias definitivas dictadas en juicios del
orden federal o en juicios mercantiles, sea federal o local la autoridad que dicte el fallo, o
en juicios del orden común. En los juicios civiles del orden federal las sentencias podrán
ser reclamadas en amparo por cualquiera de las partes, incluso por la Federación, en
defensa de sus intereses patrimoniales, y

d) En materia laboral, cuando se reclamen laudos dictados por las Juntas Locales o la
Federal de Conciliación y Arbitraje, o por el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje de
los Trabajadores al Servicio del Estado;

La Suprema Corte de Justicia, de oficio o a petición fundada del correspondiente Tribunal


Colegiado de Circuito, o del Procurador General de la República, podrá conocer de los
amparos directos que por su interés y trascendencia así lo ameriten.

Artículo 158.- El juicio de amparo directo es competencia del Tribunal Colegiado de Circuito
que corresponda, en los términos establecidos por las fracciones V y VI del artículo 107
constitucional, y procede contra sentencias definitivas o laudos y resoluciones que pongan fin al
juicio, dictados por tribunales judiciales, administrativos o del trabajo, respecto de los cuales no
proceda ningún recurso ordinario por el que puedan ser modificados o revocados, ya sea que la
violación se cometa en ellos o que, cometida durante el procedimiento, afecte a las defensas del
quejoso, trascendiendo al resultado del fallo, y por violaciones de garantías cometidas en las
propias sentencias, laudos o resoluciones indicados.

Para los efectos de este artículo, sólo será procedente el juicio de amparo directo contra
sentencias definitivas o laudos y resoluciones que pongan fin al juicio, dictados por tribunales
civiles, administrativos o del trabajo, cuando sean contrarios a la letra de la ley aplicable al caso, a
su interpretación jurídica o a sus principios generales de Derecho a falta de ley aplicable, cuando
comprendan acciones, excepciones o cosas que no hayan sido objeto del juicio, o cuando no las
comprendan todas, por omisión o negación expresa.

Cuando dentro del juicio surjan cuestiones, que no sean de imposible reparación, sobre
constitucionalidad de leyes, tratados internacionales o reglamentos, sólo podrán hacerse valer en
el amparo directo que proceda en contra de la sentencia definitiva, laudo o solución que pongan fin
al juicio.

VI. En los casos a que se refiere la fracción anterior, la ley reglamentaria de los artículos
103 y 107 de esta Constitución señalará el trámite y los términos a que deberán
someterse los tribunales colegiados de circuito y, en su caso, la Suprema Corte de
Justicia, para dictar sus respectivas resoluciones;

CAPITULO IV
De la substanciación del juicio

Artículo 177.- El Tribunal Colegiado de Circuito examinará, ante todo, la demanda de amparo;
y si encuentra motivos manifiestos de improcedencia, la desechará de plano y comunicará su
resolución a la autoridad responsable.
Artículo 178.- Si hubiere irregularidad en el escrito de demanda, por no haber satisfecho los
requisitos que establece el artículo 166, el Tribunal Colegiado de Circuito señalará al promovente
un término que no excederá de cinco días, para que subsane las omisiones o corrija los defectos
en que hubiere incurrido, los que se precisarán en la providencia relativa.

Si el quejoso no diere cumplimiento a lo dispuesto, se tendrá por no interpuesta la demanda y


se comunicará la resolución a la autoridad responsable.

Artículo 179.- Si el Tribunal Colegiado de Circuito no encuentra motivo alguno de


improcedencia o defecto en el escrito de demanda, o si fueron subsanadas las deficiencias a que
se refiere el artículo anterior, admitirá aquélla y mandará notificar a las partes el acuerdo relativo.

Artículo 180.- El tercero perjudicado y el agente del Ministerio Público que hayan intervenido en
el proceso en asuntos del orden penal, podrán presentar sus alegaciones por escrito directamente
ante el Tribunal Colegiado de Circuito, dentro del término de diez días contados desde el día
siguiente al del emplazamiento a que se refiere el artículo 167.

Artículo 181.- Cuando el Ministerio Público solicite los autos para formular pedimento, deberá
devolverlos dentro del término de diez días, contados a partir de la fecha en que los haya recibido.
Si no devolviere los autos al expirar el término mencionado, el Tribunal Colegiado de Circuito
mandará recogerlos de oficio.

Artículo 182.- La Suprema Corte de Justicia podrá ejercitar la facultad de atracción contenida
en el párrafo final de la fracción V del artículo 107 constitucional, para conocer de un amparo
directo que originalmente correspondería resolver a los Tribunales Colegiados de Circuito, de
conformidad al siguiente procedimiento:

I.- Cuando la Suprema Corte ejerza de oficio la facultad de atracción, se lo comunicará por
escrito al correspondiente Tribunal Colegiado de Circuito, el cual en el término de quince días
hábiles remitirá los autos originales a la Suprema Corte, notificando personalmente a las partes
dicha remisión;

II.- Cuando el Procurador General de la República solicite a la Suprema Corte de Justicia que
ejercite la facultad de atracción, presentará la petición correspondiente ante la propia Suprema
Corte y comunicará dicha petición al Tribunal Colegiado de Circuito del conocimiento; recibida la
petición, la Suprema Corte mandará pedir al Tribunal Colegiado de Circuito, si lo estima pertinente,
que le remita los autos originales, dentro del término de quince días hábiles; recibidos los autos
originales, en su caso, la Suprema Corte de Justicia, dentro de los treinta días siguientes, resolverá
si ejercita la facultad de atracción, en cuyo caso lo informará al correspondiente Tribunal Colegiado
de Circuito y procederá dictar la resolución correspondiente; en caso negativo, notificará su
resolución al Procurador General de la República y remitirá los autos, en su caso, al Tribunal
Colegiado de Circuito para que dicte la resolución correspondiente;

III.- Si un Tribunal Colegiado de Circuito decidiera solicitar a la Suprema Corte de Justicia que
ejercite la facultad de atracción, expresará las razones en que funde su petición y remitirá los autos
originales a la Suprema Corte; la Suprema Corte, dentro de los treinta días siguientes al recibo de
los autos originales, resolverá si ejercita la facultad de atracción, procediendo en consecuencia en
los términos de la fracción anterior.

Una vez decidido que la Suprema Corte de Justicia se avoca al conocimiento del amparo
directo respectivo, se mandará turnar el expediente, dentro del término de diez días, al Ministro
relator que corresponda a efecto de que formule por escrito, dentro de los treinta días siguientes, el
proyecto de resolución relatada en forma de sentencia; se pasará copia de dicho proyecto a los
demás ministros, quedando los autos a su disposición, para su estudio, en la Secretaría.
Cuando por la importancia del negocio o lo voluminoso del expediente, el Ministro relator estime
que no sea bastante el plazo de treinta días para formular proyecto, pedirá la ampliación de dicho
término por el tiempo que sea necesario.

Formulado el proyecto de sentencia, se señalará día y hora para su discusión y resolución, en


sesión pública, pudiendo aplazarse la resolución por una sola vez.

Artículo 182-Bis.- (Se deroga).

Artículo 183.- Cuando el quejoso alegue entre las violaciones de fondo, en asuntos del orden
penal, la extinción de la acción persecutoria, el tribunal de amparo deberá estudiarla de
preferencia; en el caso de que la estime fundada, o cuando, por no haberla alegado el quejoso,
considere que debe suplirse la deficiencia de la queja, conforme al artículo 76 Bis, se abstendrá de
entrar al estudio de las otras violaciones. Si encontrare infundada dicha violación, entrará al
examen de las demás violaciones.

Artículo 184. Para la resolución de los asuntos en revisión o en materia de amparo directo, los
tribunales colegiados de circuito observarán las siguientes reglas:

I. El Presidente turnará el expediente dentro del término de cinco días al Magistrado relator que
corresponda, a efecto de que formule por escrito, el proyecto de resolución redactado en forma de
sentencia;

II. El auto por virtud del cual se turne el expediente al Magistrado relator tendrá efectos de
citación para sentencia, la que se pronunciará dentro de los quince días siguientes, por unanimidad
o mayoría de votos, y

III. Las sesiones de los tribunales colegiados de circuito que resuelvan los juicios o recursos
promovidos ante ellos, deberán ser videograbadas, con el fin de integrar un archivo digital que
puede ser difundido posteriormente. Estas grabaciones y su difusión se realizarán bajo los
lineamientos que al efecto formule el Consejo de la Judicatura Federal, y de conformidad con la
Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, protegiendo en
todo momento los datos personales.

Artículo 185.- Atraído, en su caso, un amparo directo por la Suprema Corte de Justicia, y hecho
el estudio del asunto en los términos del artículo 182, el presidente de la Sala citará para la
audiencia en que habrá de discutirse y resolverse, dentro del término de diez días contados desde
el siguiente al en que se haya distribuido el proyecto formulado por el Ministro relator.

En cada Sala se formará una lista de los asuntos que deban verse en la audiencia, la cual se
fijará el día anterior en lugar visible y surtirá los efectos de notificación del auto en que se cite para
resolver.

Los asuntos se fallarán en el orden en que se listen. Si no pudieren despacharse en la


audiencia todos los asuntos listados, los restantes figurarán en la lista siguiente en primer lugar, sin
perjuicio de que las salas acuerden que se altere el orden de la lista, que se retire algún asunto, o
que se aplace la vista del mismo, cuando exista causa justificada.

Ningún aplazamiento excederá del término de sesenta días hábiles.

Artículo 186.- El día señalado para la audiencia, el secretario respectivo dará cuenta del
proyecto de resolución a que se refiere el artículo 182, leerá las constancias que señalen los
ministros y se pondrá a discusión el asunto. Suficientemente debatido, se procederá a la votación
y, acto continuo, el Presidente hará la declaración que corresponda.
El ministro que no estuviere conforme con el sentido de la resolución, podrá formular su voto
particular, expresando los fundamentos del mismo y la resolución que estime debió dictarse.

La resolución de la sala se hará constar en autos bajo la firma del presidente y del secretario.

Artículo 187.- Toda ejecutoria que pronuncien las salas deberá ser firmada por el Ministro
Presidente y por el ponente, con el secretario que dará fe, dentro de los cinco días siguientes a la
aprobación del proyecto correspondiente, siempre que se hubiese aprobado sin adiciones, ni
reformas.

Si no fuere aprobado el proyecto, pero el Ministro ponente aceptare las adiciones o reformas
propuestas en la sesión, procederá a redactar la sentencia con base en los términos de la
discusión. En este caso, así como cuando deba designarse a un Ministro de la mayoría para que
redacte la sentencia de acuerdo con el sentido de la votación y con base en los hechos probados y
los fundamentos legales que se hayan tomado en consideración, la ejecutoria deberá ser firmada
por todos los Ministros que hubiesen estado presentes en la votación, dentro del término de quince
días.

Artículo 188.- Si el proyecto del magistrado relator fue aprobado sin adiciones ni reformas, se
tendrá como sentencia definitiva y se firmará dentro de los cinco días siguientes.

Si no fuere aprobado el proyecto, se designará a uno de los de la mayoría para que redacte la
sentencia de acuerdo con los hechos probados y los fundamentos legales que se hayan tomado en
consideración al dictarla, debiendo quedar firmada dentro del término de quince días.

Artículo 189.- Cuando por cualquier motivo cambiare el personal de la Sala que haya dictado
una ejecutoria conforme a los artículos anteriores, antes de que haya podido ser firmada por los
ministros que la hubiesen dictado, si fué aprobado el proyecto del ministro relator, la sentencia será
autorizada válidamente por los ministros que integran aquélla, haciéndose constar las
circunstancias que hubiesen concurrido.

Cuando hubiere sido desechado el proyecto y fuere necesario redactar la sentencia, se dará
cuenta nuevamente con el asunto de la Sala integrada con el nuevo personal, para el solo efecto
de que designe al ministro que deba redactarla, de acuerdo con las versiones taquigráficas y
constancias del expediente.

Artículo 190.- Las sentencias de la Suprema Corte de Justicia o de los Tribunales Colegiados
de Circuito, no comprenderán más cuestiones que las legales propuestas en la demanda de
amparo; debiendo apoyarse en el texto constitucional de cuya aplicación se trate y expresar en sus
proposiciones resolutivas el acto o actos contra los cuales se conceda el amparo.

Artículo 191.- Concluida la audiencia del día en cada una de las Salas, el secretario de
Acuerdos respectivo fijará en lugar visible una lista, firmada por él, de los asuntos que se hubiesen
tratado, expresando el sentido de la resolución dictada en cada uno.

VII. El amparo contra actos en juicio, fuera de juicio o después de concluido, o que
afecten a personas extrañas al juicio, contra leyes o contra actos de autoridad
administrativa, se interpondrá ante el juez de Distrito bajo cuya jurisdicción se encuentre
el lugar en que el acto reclamado se ejecute o trate de ejecutarse, y su tramitación se
limitará al informe de la autoridad, a una audiencia para la que se citará en el mismo auto
en el que se mande pedir el informe y se recibirán las pruebas que las partes interesadas
ofrezcan y oirán los alegatos, pronunciándose en la misma audiencia la sentencia;
Artículo 114.- El amparo se pedirá ante el juez de Distrito:

I.- Contra leyes federales o locales, tratados internacionales, reglamentos expedidos por el
Presidente de la República de acuerdo con la fracción I del artículo 89 constitucional, reglamentos
de leyes locales expedidos por los gobernadores de los Estados, u otros reglamentos, decretos o
acuerdos de observancia general, que por su sola entrada en vigor o con motivo del primer acto de
aplicación, causen perjuicios al quejoso:

II.- Contra actos que no provengan de tribunales judiciales, administrativos o del trabajo.

En estos casos, cuando el acto reclamado emane de un procedimiento seguido en forma de


juicio, el amparo sólo podrá promoverse contra la resolución definitiva por violaciones cometidas en
la misma resolución o durante el procedimiento, si por virtud de estas últimas hubiere quedado sin
defensa el quejoso o privado de los derechos que la ley de la materia le conceda, a no ser que el
amparo sea promovido por persona extraña a la controversia.

III.- Contra actos de tribunales judiciales, administrativos o del trabajo ejecutados fuera de juicio
o después de concluido.

Si se trata de actos de ejecución de sentencia, sólo podrá promoverse el amparo contra la


última _ resolución dictada en el procedimiento respectivo, pudiendo reclamarse en la misma
demanda las demás violaciones cometidas durante ese procedimiento, que hubieren dejado sin
defensa al quejoso.

Lo anterior será aplicable en materia de extinción de dominio.

Tratándose de remates, sólo podrá promoverse el juicio contra la resolución definitiva en que se
aprueben o desaprueben;

IV.- Contra actos en el juicio que tengan sobre las personas o las cosas una ejecución que sea
de imposible reparación;

V.- Contra actos ejecutados dentro o fuera de juicio, que afecten a personas extrañas a él,
cuando la ley no establezca a favor del afectado algún recurso ordinario o medio de defensa que
pueda tener por efecto modificarlos o revocarlos, siempre que no se trate del juicio de tercería;

VI.- Contra leyes o actos de la autoridad federal o de los Estados, en los casos de las fracciones
II y III del artículo 1o. de esta ley.

VII.- Contra las resoluciones del Ministerio Público que confirmen el no ejercicio o el
desistimiento de la acción penal, en los términos de lo dispuesto por el párrafo cuarto del artículo
21 Constitucional.

Artículo 115.- Salvo los casos a que se refiere la fracción V del artículo anterior, el juicio de
amparo sólo podrá promoverse, contra resoluciones judiciales del orden civil, cuando la resolución
reclamada sea contraria a la ley aplicable al caso o a su interpretación jurídica.

VIII. Contra las sentencias que pronuncien en amparo los Jueces de Distrito o los
Tribunales Unitarios de Circuito procede revisión. De ella conocerá la Suprema Corte de
Justicia:
a) Cuando habiéndose impugnado en la demanda de amparo, por estimarlos
directamente violatorios de esta Constitución, leyes federales o locales, tratados
internacionales, reglamentos expedidos por el Presidente de la República de acuerdo con
la fracción I del Artículo 89 de esta Constitución y reglamentos de leyes locales expedidos
por los gobernadores de los Estados o por el Jefe del Distrito Federal, subsista en el
recurso el problema de constitucionalidad;

b) Cuando se trate de los casos comprendidos en las fracciones II y III del artículo 103 de
esta Constitución. La Suprema Corte de Justicia, de oficio o a petición fundada del
correspondiente Tribunal Colegiado de Circuito, o del Procurador General de la República,
podrá conocer de los amparos en revisión, que por su interés y trascendencia así lo
ameriten.

En los casos no previstos en los párrafos anteriores, conocerán de la revisión los


tribunales colegiados de circuito y sus sentencias no admitirán recurso alguno;

Artículo 84.- Es competente la Suprema Corte de Justicia para conocer del recurso de revisión,
en los casos siguientes:

I.- Contra las sentencias pronunciadas en la audiencia constitucional por los jueces de Distrito,
cuando:

a) Habiéndose impugnado en la demanda de amparo, por estimarlos inconstitucionales, leyes


federales o locales, tratados internacionales, reglamentos expedidos por el Presidente de la
República de acuerdo con la fracción I del artículo 89 constitucional y reglamentos de leyes locales
expedidos por los gobernadores de los Estados, o cuando en la sentencia se establezca la
interpretación directa de un precepto de la Constitución, subsista en el recurso el problema de
constitucionalidad;

b) Se trate de los casos comprendidos en las fracciones II y III del artículo 103 constitucional;

II.- Contra las resoluciones que en materia de amparo directo pronuncien los Tribunales
Colegiados de Circuito, siempre que se esté en el caso de la fracción V del artículo 83.

III.- Cuando la Suprema Corte de Justicia estime que un amparo en revisión, por sus
características especiales, debe ser resuelto por ella, conocerá del mismo, bien sea procediendo al
efecto de oficio o a petición fundada del correspondiente Tribunal Colegiado de Circuito o el
Procurador General de la República, aplicándose en lo conducente lo dispuesto por el artículo 182
de esta ley.

Si la Suprema Corte de Justicia considera que el amparo cuyo conocimiento por ella hubiere
propuesto el Tribunal Colegiado de Circuito o el Procurador General de la República, no reviste
características especiales para que se aboque a conocerlo, resolverá que sea el correspondiente
Tribunal Colegiado el que lo conozca.

IX. Las resoluciones que en materia de amparo directo pronuncien los Tribunales
Colegiados de Circuito no admiten recurso alguno, a menos de que decidan sobre la
inconstitucionalidad de una ley o establezcan la interpretación directa de un precepto de la
Constitución cuya resolución, a juicio de la Suprema Corte de Justicia y conforme a
acuerdos generales, entrañe la fijación de un criterio de importancia y trascendencia. Sólo
en esta hipótesis procederá la revisión ante la Suprema Corte de Justicia, limitándose la
materia del recurso exclusivamente a la decisión de las cuestiones propiamente
constitucionales;

Artículo 85.- Son competentes los Tribunales Colegiados de Circuito para conocer del recurso
de revisión, en los casos siguientes:

I.- Contra los autos y resoluciones que pronuncien los jueces de Distrito o el superior del tribunal
responsable, en los casos de las fracciones I, II y III del artículo 83, y

II.- Contra las sentencias pronunciadas en la audiencia constitucional por los jueces de Distrito o
por el superior del tribunal responsable, siempre que no se trate de los casos previstos en la
fracción I del artículo 84.

III.- (Se deroga).

Las sentencias que pronuncien los Tribunales Colegiados de Circuito al conocer de la


revisión, no admitirán recurso alguno.

X. Los actos reclamados podrán ser objeto de suspensión en los casos y mediante las
condiciones y garantías que determine la ley, para lo cual se tomará en cuenta la
naturaleza de la violación alegada, la dificultad de reparación de los daños y perjuicios
que pueda sufrir el agraviado con su ejecución, los que la suspensión origine a terceros
perjudicados y el interés público.

Dicha suspensión deberá otorgarse respecto de las sentencias definitivas en materia


penal al comunicarse la interposición del amparo, y en materia civil, mediante fianza que
dé el quejoso para responder de los daños y perjuicios que tal suspensión ocasionare, la
cual quedará sin efecto si la otra parte da contrafianza para asegurar la reposición de las
cosas al estado que guardaban si se concediese el amparo, y a pagar los daños y
perjuicios consiguientes;

CAPITULO III
De la suspensión del acto reclamado

Artículo 170.- En los juicios de amparo de la competencia de los Tribunales Colegiados de


Circuito, la autoridad responsable decidirá sobre la suspensión de la ejecución del acto reclamado
con arreglo al artículo 107 de la Constitución, sujetándose a las disposiciones de esta ley.

Artículo 171.- Cuando se trate de sentencias definitivas dictadas en juicios del orden penal, al
proveer la autoridad responsable, conforme a los párrafos primero y segundo del artículo 168 de
esta ley, mandará suspender de plano la ejecución de la sentencia reclamada.

Artículo 172.- Cuando la sentencia reclamada imponga la pena de privación de la libertad, la


suspensión surtirá el efecto de que el quejoso quede a disposición del Tribunal Colegiado de
Circuito competente, por mediación de la autoridad que haya suspendido su ejecución, la cual
podrá ponerlo en libertad caucional si procediere.
Artículo 173.- Cuando se trate de sentencias definitivas o de resoluciones que pongan fin al
juicio, dictadas en juicios del orden civil o administrativo, la suspensión se decretará a instancia del
agraviado, si concurren los requisitos que establece el artículo 124, o el artículo 125 en su caso, y
surtirá efecto si se otorga caución bastante para responder de los daños y perjuicios que pueda
ocasionar a tercero.

En los casos a que se refieren las disposiciones anteriores, son aplicables los artículos 125
párrafo segundo, 126, 127 y 128.

Cuando se trate de resoluciones pronunciadas en juicios del orden civil, la suspensión y las
providencias sobre admisión de fianzas y contrafianzas, se dictarán de plano, dentro del preciso
término de tres días hábiles.

Artículo 174.- Tratándose de laudos o de resoluciones que pongan fin al juicio, dictados por
tribunales del trabajo, la suspensión se concederá en los casos en que, a juicio del presidente del
tribunal respectivo, no se ponga a la parte que obtuvo, si es la obrera, en peligro de no poder
subsistir mientras se resuelve el juicio de amparo, en los cuales sólo se suspenderá la ejecución en
cuanto exceda de lo necesario para asegurar tal subsistencia.

La suspensión surtirá efectos si se otorga caución en los mismos términos del artículo anterior,
a menos que se constituya contrafianza por el tercero perjudicado.

Artículo 175.- Cuando la ejecución o la inejecución del acto reclamado pueda ocasionar
perjuicios al interés general, la suspensión se concederá o negará atendiendo a no causar esos
perjuicios.

En estos casos la suspensión surtirá sus efectos sin necesidad de que se otorgue fianza.

Artículo 176.- Las cauciones a que se refieren los artículos 173 y 174 de esta ley se harán
efectivas ante la misma autoridad responsable, tramitándose el incidente de liquidación en los
términos establecidos por el Artículo 129.

XI. La suspensión se pedirá ante la autoridad responsable cuando se trate de amparos


directos promovidos ante los Tribunales Colegiados de Circuito y la propia autoridad
responsable decidirá al respecto. En todo caso, el agraviado deberá presentar la
demanda de amparo ante la propia autoridad responsable, acompañando copias de la
demanda para las demás partes en el juicio, incluyendo al Ministerio Público y una para el
expediente. En los demás casos, conocerán y resolverán sobre la suspensión los
Juzgados de Distrito o los Tribunales Unitarios de Circuito;

Artículo 167.- Con la demanda de amparo deberá exhibirse una copia para el expediente de la
autoridad responsable y una para cada una de las partes en el juicio constitucional; copias que la
autoridad responsable entregará a aquéllas, emplazándolas para que, dentro de un término
máximo de diez días, comparezcan ante el Tribunal Colegiado de Circuito a defender sus
derechos.

Artículo 168.- Cuando no se presentaren las copias a que se refiere el artículo anterior, o no se
presentaren todas las necesarias en asuntos del orden civil, administrativo o del trabajo, la
autoridad responsable se abstendrá de remitir la demanda al Tribunal Colegiado de Circuito, y de
proveer sobre la suspensión, y mandará prevenir al promovente que presente las copias
omitidas dentro del término de cinco días. Transcurrido dicho término sin presentarlas, la autoridad
responsable remitirá la demanda, con el informe relativo sobre la omisión de las copias, a dicho
Tribunal, quien tendrá por no interpuesta la demanda.

En asuntos del orden penal, la falta de exhibición de las copias de la demanda de amparo no
será motivo para tenerla por no interpuesta. En este supuesto, el tribunal que conozca del amparo
mandará sacar las copias oficiosamente.

XII. La violación de las garantías de los artículos 16, en materia penal, 19 y 20 se


reclamará ante el superior del tribunal que la cometa, o ante el Juez de Distrito o Tribunal
Unitario de Circuito que corresponda, pudiéndose recurrir, en uno y otro caso, las
resoluciones que se pronuncien, en los términos prescritos por la fracción VIII.

Si el Juez de Distrito o el Tribunal Unitario de Circuito no residieren en el mismo lugar en


que reside la autoridad responsable, la ley determinará el juez o tribunal ante el que se ha
de presentar el escrito de amparo, el que podrá suspender provisionalmente el acto
reclamado, en los casos y términos que la misma ley establezca;

Artículo 36.- Cuando conforme a las prescripciones de esta ley sean competentes los jueces
de Distrito para conocer de un juicio de amparo, lo será aquél en cuya jurisdicción deba tener
ejecución, trate de ejecutarse, se ejecute o se haya ejecutado el acto reclamado.

Si el acto ha comenzado a ejecutarse en un Distrito y sigue ejecutándose en otro, cualquiera de


los jueces de esas jurisdicciones, a prevención, será competente.

Es competente el juez de Distrito en cuya jurisdicción resida la autoridad que hubiese dictado la
resolución reclamada, cuando ésta no requiera ejecución material.

Artículo 37.- La violación de las garantías de los artículos 16, en materia penal, 19 y 20
fracciones I, VIII y X, párrafos primero y segundo de la Constitución Federal, podrá reclamarse ante
el juez de Distrito que corresponda o ante el superior del tribunal que haya cometido la violación.

Artículo 38.- En los lugares en que no resida juez de Distrito, los jueces de Primera Instancia
dentro de cuya jurisdicción radique la autoridad que ejecuta o trate de ejecutar el acto reclamado
tendrán facultad para recibir la demanda de amparo, pudiendo ordenar que se mantengan las
cosas en el estado en que se encuentren por el término de setenta y dos horas, que deberá
ampliarse en lo que sea necesario, atenta la distancia que haya a la residencia del juez de Distrito;
ordenará que se rindan a éste los informes respectivos y procederá conforme a lo prevenido por el
artículo 144. Hecho lo anterior, el juez de Primera Instancia remitirá al de Distrito, sin demora
alguna, la demanda original con sus anexos.

Artículo 39.- La facultad que el artículo anterior reconoce a los jueces de primera instancia para
suspender provisionalmente el acto reclamado, sólo podrá ejercerse cuando se trate de actos que
importen peligro de privación de la vida, ataques a la libertad personal fuera de procedimiento
judicial, deportación o destierro, o de alguno de los prohibidos por el artículo 22 de la Constitución
Federal.

XIII. Cuando los Tribunales Colegiados de Circuito sustenten tesis contradictorias en los
juicios de amparo de su competencia, los Ministros de la Suprema Corte de Justicia, el
Procurador General de la República, los mencionados Tribunales o las partes que
intervinieron en los juicios en que dichas tesis fueron sustentadas, podrán denunciar la
contradicción ante la Suprema Corte de Justicia, a fin de que el Pleno o la Sala
respectiva, según corresponda, decidan la tesis que debe prevalecer como jurisprudencia.

Cuando las Salas de la Suprema Corte de Justicia sustenten tesis contradictorias en los
juicios de amparo materia de su competencia, cualquiera de esas Salas, el Procurador
General de la República o las partes que intervinieron en los juicios en que tales tesis
hubieran sido sustentadas, podrán denunciar la contradicción ante la Suprema Corte de
Justicia, que funcionando en pleno decidirá cuál tesis debe prevalecer.

La resolución que pronuncien las Salas o el Pleno de la Suprema Corte en los casos a
que se refieren los dos párrafos anteriores, sólo tendrá el efecto de fijar la jurisprudencia y
no afectará las situaciones jurídicas concretas derivadas de las sentencias dictadas en los
juicios en que hubiese ocurrido la contradicción, y

Artículo 197.- Cuando las Salas de la Suprema Corte de Justicia sustenten tesis contradictorias
en los juicios de amparo de su competencia, cualquiera de dichas Salas o los ministros que las
integren, el Procurador General de la República o las partes que intervinieron en los juicios en que
tales tesis hubieran sido sustentadas, podrán denunciar la contradicción ante la misma Suprema
Corte de Justicia, la que decidirá funcionando en Pleno cuál es la tesis que debe observarse. El
Procurador General de la República, por sí o por conducto del agente que al efecto designe, podrá,
si lo estima pertinente, exponer su parecer dentro del plazo de treinta días.

La resolución que se dicte no afectará las situaciones jurídicas concretas derivadas de los
juicios en los cuales se hubiesen dictado las sentencias que sustentaron las tesis contradictorias.

El Pleno de la Suprema Corte deberá dictar la resolución correspondiente dentro del término de
tres meses, y deberá ordenar su publicación y remisión en los términos previstos por el artículo
195.

Las salas de la Suprema Corte de Justicia y los ministros que las integren, los Tribunales
Colegiados de Circuito y los magistrados que los integren, y el Procurador General de la República,
con motivo de un caso concreto podrán pedir al Pleno de la Suprema Corte o a la sala
correspondiente que modifique la jurisprudencia que tuviesen establecida, expresando las razones
que justifiquen la modificación; el Procurador General de la República, por sí o por conducto del
agente que al efecto designe, podrá, si lo estima pertinente, exponer su parecer dentro del plazo de
treinta días. El Pleno o la Sala correspondiente resolverán si modifican la jurisprudencia, sin que su
resolución afecte las situaciones jurídicas concretas derivadas de los juicios en las cuales se
hubiesen dictado las sentencias que integraron la tesis jurisprudencial modificada. Esta resolución
deberá ordenar su publicación y remisión en los términos previstos por el artículo 195.

Artículo 197-A.- Cuando los Tribunales Colegiados de Circuito sustenten tesis contradictorias
en los juicios de amparo de su competencia, los ministros de la Suprema Corte de Justicia, el
Procurador General de la República, los mencionados Tribunales o los magistrados que los
integren, o las partes que intervinieron en los juicios en que tales tesis hubieran sido sustentadas,
podrán denunciar la contradicción ante la Suprema Corte de Justicia, la que decidirá cual tesis
debe prevalecer. El Procurador General de la República, por sí o por conducto del agente que al
efecto designe, podrá, si lo estima pertinente, exponer su parecer dentro del plazo de treinta días.

La resolución que se dicte no afectará las situaciones jurídicas concretas derivadas de los
juicios en los cuales se hubiesen dictado las sentencias contradictorias.
La Suprema Corte deberá dictar la resolución dentro del término de tres meses y ordenar su
publicación y remisión en los términos previstos por el artículo 195.

XIV. Salvo lo dispuesto en el párrafo final de la fracción II de este artículo, se decretará el


sobreseimiento del amparo o la caducidad de la instancia por inactividad del quejoso o del
recurrente, respectivamente, cuando el acto reclamado sea del orden civil o
administrativo, en los casos y términos que señale la ley reglamentaria. La caducidad de
la instancia dejará firme la sentencia recurrida.

Artículo 74.- Procede el sobreseimiento:

I.- Cuando el agraviado desista expresamente de la demanda;

II.- Cuando el agraviado muera durante el juicio, si la garantía reclamada solo afecta a su
persona;

III.- Cuando durante el juicio apareciere o sobreviniese alguna de las causas de improcedencia
a que se refiere el Capítulo anterior;

IV.- Cuando de las constancias de autos apareciere claramente demostrado que no existe el
acto reclamado, o cuando no se probare su existencia en la audiencia a que se refiere el artículo
155 de esta ley.

Cuando hayan cesado los efectos del acto reclamado o cuando hayan ocurrido causas notorias
de sobreseimiento, la parte quejosa y la autoridad o autoridades responsables estén obligadas a
manifestarlo así, y si no cumplen esa obligación, se les impondrá una multa de diez a ciento
ochenta días de salario, según las circunstancias del caso.

V.- En los amparos directos y en los indirectos que se encuentren en trámite ante los Jueces de
Distrito, cuando el acto reclamado sea del orden civil o administrativo, si cualquiera que sea el
estado del juicio, no se ha efectuado ningún acto procesal durante el término de trescientos días,
incluyendo los inhábiles, ni el quejoso ha promovido en ese mismo lapso.

En los amparos en revisión, la inactividad procesal o la falta de promoción del recurrente


durante el término indicado, producirá la caducidad de la instancia. En ese caso, el tribunal revisor
declarará que ha quedado firme la sentencia recurrida.

En los amparos en materia de trabajo operará el sobreseimiento por inactividad procesal o la


caducidad de la instancia en los términos antes señalados, cuando el quejoso o recurrente, según
el caso, sea el patrón.

Celebrada la audiencia constitucional o listado el asunto para audiencia no procederá el


sobreseimiento por inactividad procesal ni la caducidad de la instancia.

XV. El Procurador General de la República o el Agente del Ministerio Público Federal que
al efecto designare, será parte en todos los juicios de amparo; pero podrán abstenerse de
intervenir en dichos juicios, cuando el caso de que se trate carezca a su juicio, de interés
público.

Artículo 5o.- Son partes en el juicio de amparo:

I.- El agraviado o agraviados;

II.- La autoridad o autoridades responsables;

III.- El tercero o terceros perjudicados, pudiendo intervenir con ese carácter:

a).- La contraparte del agraviado cuando el acto reclamado emana de un juicio o controversia
que no sea del orden penal, o cualquiera de las partes en el mismo juicio cuando el amparo sea
promovido por persona extraña al procedimiento;

b).- El ofendido o las personas que, conforme a la ley, tengan derecho a la reparación del daño
o a exigir la responsabilidad civil proveniente de la comisión de un delito, en su caso, en los juicios
de amparo promovidos contra actos judiciales del orden penal, siempre que éstas afecten dicha
reparación o responsabilidad;

c).- La persona o personas que hayan gestionado en su favor el acto contra el que se pide
amparo, cuando se trate de providencias dictadas por autoridades distintas de la judicial o del
trabajo; o que, sin haberlo gestionado, tengan interés directo en la subsistencia del acto reclamado.

IV.- El Ministerio Público Federal, quien podrá intervenir en todos los juicios e interponer
los recursos que señala esta Ley, inclusive para interponerlos en amparos penales cuando
se reclamen resoluciones de tribunales locales, independientemente de las obligaciones
que la misma Ley le precisa para procurar la pronta y expedita administración de justicia.
Sin embargo, tratándose de amparos indirectos en materias civil y mercantil, en que sólo
afecten intereses particulares, excluyendo la materia familiar, el Ministerio Público Federal
no podrá interponer los recursos que esta ley señala.

(Antes: IV. El Ministerio Público Federal, quien podrá abstenerse de intervenir cuando el caso
de que se trata carezca, a su juicio, de interés público. En los asuntos en que intervenga lo hará en
los términos de esta Ley y podrá interponer los recursos que señala la misma.)

XVI. Si concedido el amparo la autoridad responsable insistiere en la repetición del acto


reclamado o tratare de eludir la sentencia de la autoridad federal, y la Suprema Corte de
Justicia estima que es inexcusable el incumplimiento, dicha autoridad será
inmediatamente separada de su cargo y consignada al Juez de Distrito que corresponda.
Si fuere excusable, previa declaración de incumplimiento o repetición, la Suprema Corte
requerirá a la responsable y le otorgará un plazo prudente para que ejecute la sentencia.
Si la autoridad no ejecuta la sentencia en el término concedido, la Suprema Corte de
Justicia procederá en los términos primeramente señalados.

Cuando la naturaleza del acto lo permita, la Suprema Corte de Justicia, una vez que
hubiera determinado el incumplimiento o repetición del acto reclamado, podrá disponer de
oficio el cumplimiento substituto de las sentencias de amparo, cuando su ejecución afecte
gravemente a la sociedad o a terceros en mayor proporción que los beneficios
económicos que pudiera obtener el quejoso. Igualmente, el quejoso podrá solicitar ante el
órgano que corresponda, el cumplimiento substituto de la sentencia de amparo, siempre
que la naturaleza del acto lo permita.

La inactividad procesal o la falta de promoción de parte interesada, en los procedimientos


tendientes al cumplimiento de las sentencias de amparo, producirá su caducidad en los
términos de la ley reglamentaria.

Artículo 108.- La repetición del acto reclamado podrá ser denunciada por parte interesada ante
la autoridad que conoció del amparo, la cual dará vista con la denuncia, por el término de cinco
días, a las autoridades responsables, así como a los terceros, si los hubiere, para que expongan lo
que a su derecho convenga. La resolución se pronunciará dentro de un término de quince días. Si
la misma fuere en el sentido de que existe repetición del acto reclamado, la autoridad remitirá de
inmediato el expediente a la Suprema Corte de Justicia; de otro modo, sólo lo hará a petición de la
parte que no estuviere conforme, la cual lo manifestará dentro del término de cinco días a partir del
siguiente al de la notificación correspondiente. Transcurrido dicho término sin la presentación de la
petición, se tendrá por consentida la resolución. La Suprema Corte resolverá allegándose los
elementos que estime convenientes.

Cuando se trate de la repetición del acto reclamado, así como en los casos de inejecución de
sentencia de amparo a que se refieren los artículos anteriores, la Suprema Corte de Justicia
determinará, si procediere, que la autoridad responsable quede inmediatamente separada de su
cargo y la consignará al Ministerio Público para el ejercicio de la acción penal correspondiente.

XVII. La autoridad responsable será consignada a la autoridad correspondiente, cuando


no suspenda el acto reclamado debiendo hacerlo, y cuando admita fianza que resulte
ilusoria o insuficiente, siendo en estos dos últimos casos, solidaria la responsabilidad civil
de la autoridad con el que ofreciere la fianza y el que la prestare;

CAPITULO II

De la responsabilidad de las autoridades

Artículo 204.- Las autoridades responsables que en el juicio de amparo o en el incidente de


suspensión rindan informes en los que afirmaren una falsedad o negaren la verdad, en todo o en
parte, serán sancionadas en los términos que señala el Código Penal aplicable en materia federal
para las autoridades que lleven a cabo esas afirmaciones o negativas al enviar información a otra
autoridad.

Artículo 205.- La autoridad responsable que maliciosamente revocare el acto reclamado, con el
propósito de que se sobresea en el amparo sólo para insistir con posterioridad en dicho acto, será
castigada con las sanciones previstas en el Código Penal aplicable en materia federal para los
responsables del delito de abuso de autoridad.
Artículo 206.- La autoridad responsable que no obedezca un auto de suspensión debidamente
notificado, será sancionada en los términos que señala el Código Penal aplicable en materia
federal para el delito de abuso de autoridad, por cuanto a la desobediencia cometida;
independientemente de cualquier otro delito en que incurra.

Artículo 207.- La autoridad responsable que en los casos de suspensión admita fianza o
contrafianza que resulte ilusoria o insuficiente, será sancionada en los términos previstos por el
Código Penal aplicable en materia federal para los delitos cometidos contra la administración de
justicia.

Artículo 208.- Si después de concedido el amparo, la autoridad responsable insistiere en la


repetición del acto reclamado o tratare de eludir el cumplimiento de la sentencia de la autoridad
federal, inmediatamente será separada de su cargo y consignada al juez de Distrito que
corresponda, para que la juzgue por la desobediencia cometida, la que será sancionada en los
términos que el Código Penal aplicable en materia federal señala para el delito de abuso de
autoridad.

Artículo 209.- Fuera de los casos señalados en los artículos anteriores, cuando la autoridad
responsable se resista a dar cumplimiento a los mandatos u órdenes dictados en materia de
amparo será sancionada en la forma precisada en el Código Penal aplicable en materia federal
para los delitos cometidos contra la administración de justicia, por los actos u omisiones ahí
previstos.

Artículo 210.- Siempre que al concederse definitivamente al quejoso el amparo de la Justicia


Federal apareciere que la violación de garantías cometida constituye delito, se hará la
consignación del hecho al Ministerio Público. 3

UNIDAD X CAPACIDAD, LEGITIMACIÓN Y REPRESENTACIÓN EN EL AMPARO

Explique y fundamente si un menor de edad puede interponer un Juicio de Amparo


y qué sería lo procedente.

En lo que corresponde a la capacidad en el juicio de amparo tenemos que:

Capacidad del quejoso.- Por lo general, la capacidad de ejercicio, y particularmente en su


aspecto de potestad de la persona para ocurrir por sí ante los tribunales en demanda de
justicia, siempre se presume, esto es, que sólo las excepciones a la misma se consignan
en la ley. En derecho común, todo individuo que tiene el pleno ejercicio de sus derechos
civiles puede comparecer por si mismo en juicio, es decir, está dotado de capacidad.

Es pues, un principio general que todo gobernado que se vea afectado por cualquier
contravención precita en el artículo 102 constitucional, puede intentar la acción de amparo
y, por ende, comparecer por sí mismo ante las autoridades respectivas y figurar en el
juicio correspondiente como quejoso, lo que está corroborado tácitamente por el artículo
4° de la Ley de Amparo.
Capacidad del menor de edad.- Ahora bien, la ley común consigna, junto a esa capacidad
general o presunta, algunas excepciones con diversa fundamentación que no es del caso
exponer. Así, por ejemplo, establece que el menor de veintiún años (actualmente, pro las
reformas constitucionales introducidas en materia de ciudadanía, este límite cronológico
debe entenderse reducido a dieciocho años), emancipado o no, no tiene capacidad
procesal, esto es, potestad jurídica para comparecer por sí mismo en juicio, sino que
necesita en este caso de un tutor que lo represente o de la actuación de los que sobre él
ejercen la patria potestad, aconteciendo igualmente lo primero con las personas que se
encuentren en estado de interdicción.

Este principio de derecho común, ¿es aplicable al juicio de amparo? ¿Puede el menor de
edad, emancipado o no, intentar la acción respectiva?

Evidentemente que nuestra Ley de Amparo consagra una excepción a él contenida en el


artículo 6° que dice:

Artículo 6o.- El menor de edad podrá pedir amparo sin la intervención de su legítimo
representante cuando éste se halle ausente o impedido, pero en tal caso, el juez, sin perjuicio de
dictar las providencias que sean urgentes, le nombrará un representante especial para que
intervenga en el juicio.

Si el menor hubiere cumplido ya catorce años, podrá hacer la designación de representante en


el escrito de demanda.

Como se puede observar de la transcripción de ese precepto, la salvedad establecida


tiene una gran relatividad, pues si bien es verdad que el menor de edad puede, sin la
intervención de su representante legal, deducir la acción de amparo, una vez entablada
ésta, deja de tener capacidad jurídica, puesto que, como el propio precepto lo dispone, el
juez del conocimiento del amparo le debe nombrar una persona que se encargue de
representarlo en toda la prosecución del juicio, nombramiento en el que el menor quejoso
tiene injerencia si hubiere ya cumplido los catorce años. 4

UNIDAD XIV TRAMITACIÓN DEL AMPARO INDIRECTO

Explique la substanciación del Juicio de Amparo Indirecto.

El trámite o substanciación del amparo indirecto se inicia con la demanda y concluye con
la sentencia definitiva que se dicta en el amparo.

Etapas en el trámite del amparo indirecto:

Demanda:

Es el acto procesal del demandante en virtud del cual ejercita el derecho de acción de
amparo para solicitar la protección de la Justicia Federal, al estimar que uno o varios
actos reclamados, de una o varias autoridades responsables, violan sus garantías
individuales o sus derechos derivados de la distribución competencial entre Federación y
Estados.

La forma debe de ser escrita y reunir los requisitos establecidos en el artículo 116 de la
Ley de Amparo.

Respecto de los actos que emanan peligro para el quejoso, especificados por la Ley de
Amparo, se permite que la demanda de amparo se formule por comparecencia, es decir,
la demanda se formulara verbalmente y se levantara acta de comparecencia y de lo
manifestado por el quejoso, de acuerdo al artículo 117 de la Ley de Amparo.

Otra excepción es que la demanda de amparo indirecto debe presentarse por escrito, se
previene en los artículos 118 y 119 de la Ley de Amparo la posibilidad de que la demanda
de amparo, en casos urgentes, se plantee por telégrafo.

El contenido de la demanda se encuentra establecido en el artículo 116 de la Ley de


Amparo; en el cual prevé como requisitos:

1.- Nombre y domicilio del quejoso y de quien promueve en su nombre;

2.- El nombre y domicilio del tercero perjudicado;

3.- La autoridad o autoridades responsables; el quejoso deberá señalar a los titulares de


los órganos de Estado a los que la ley encomiende su promulgación, cuando se trate de
amparos contra leyes;

4.- La ley o acto que de cada autoridad se reclame; el quejoso manifestará, bajo protesta
de decir verdad, cuáles son los hechos o abstenciones que le constan y que constituyen
antecedentes del acto reclamado o fundamentos de los conceptos de violación;

5.- Los preceptos constitucionales que contengan las garantías individuales que el
quejoso estime violadas, así como el concepto o conceptos de las violaciones, si el
amparo se pide con fundamento en la fracción I del artículo 1o. de esta ley

6.- Si el amparo se promueve con fundamento en la fracción II del artículo 1o. de esta
Ley, deberá precisarse la facultad reservada a los Estados que haya sido invadida por la
autoridad federal, y si el amparo se promueve con apoyo en la fracción III de dicho
artículo, se señalará el precepto de la Constitución General de la República que contenga
la facultad de la autoridad federal que haya sido vulnerada o restringida.

La frase “bajo protestad de decir verdad” es un requisito en la demanda de amparo que no


debe omitirse. Responsabiliza al quejoso en el sentido que se deberá conducir con
veracidad en la narración de los hechos que apoyan la demanda de amparo. Es una
advertencia de importancia a todo quejoso pues, si actúa falsamente se hace acreedor a
la responsabilidad prevista por el artículo 211 de la Ley de Amparo.

Se deberá especificar en la demanda los hechos narrándolos en forma cronológica y


aludiendo a los documentos que respalden su veracidad, en el caso de que haya esos
documentos. Además se establecerán los preceptos que contienen las garantías
individuales violadas, los actos reclamados, los conceptos de violación y los preceptos de
la Constitución que contienen la facultad federal.

Documentos que deben acompañarse:

El artículo 120 de la Ley de Amparo, señala la necesidad de que la demanda de amparo


indirecto se acompañen copias de la demanda para las partes y copias para integrar los
cuadernos correspondientes a los incidentes y de suspensión.

Es conveniente que el quejoso examine cuidadosamente el número de autoridades


responsables, el de terceros perjudicados y que exhiba todas y cada una de las copias
que exige el precepto para dar cumplimiento al precepto anterior.

Es necesario que se acompañen los documentos necesarios para acreditar la


personalidad de la persona que represente al quejoso, cuando éste no actúe por su propio
derecho.

Autoridad ante quien se presenta la demanda.

La demanda de amparo indirecto debe presentarse ante el Juez de Distrito que deberá
conocer de la tramitación del juicio correspondiente.

Si el quejoso autoriza a algún abogado o pasante de derecho, en los términos del artículo
27 de la Ley de Amparo, es pertinente que exhiba la cédula profesional o el documento
que autoriza al Pasante de Derecho.

Ampliación y corrección de la demanda

Si el quejoso se encuentra dentro del término legal para interponer el amparo y ha


ejercitado la acción de amparo en un escrito de demanda que quiere corregir o ampliar
puede hacerlo ya que, no hay disposición legal que se lo prohíba. Únicamente deberá
adjuntar el número de copias necesarias para el traslado y para los incidentes de
suspensión, tal y como lo determina el artículo 120 de la Ley de Amparo.

Fuera del término legal para interponer amparo, la demanda de amparo no podrá
corregirse ni ampliarse pues, ha precluido el derecho para hacerlo; no obstante la regla
general asentada, debemos de prever el caso de que la autoridad responsable, al rendir
su informe justificado, aluda a otros actos reclamados, a otras autoridades y a otros
fundamentos de sus actos reclamados, o bien, a otros hechos que el quejoso desconocía.

Indivisibilidad

Si los actos reclamados forman una unidad que no puede desmembrarse la demanda es
indivisible para los efectos de su admisión o desechamiento.

Auto Inicial:
La demanda presentada ante el Juez de Distrito o ante el Juzgado en competencia
auxiliar o concurrente, debe ser examinada para que se dicte el correspondiente auto
inicial.

El auto inicial decide si se admite, si se ordena aclarar o se desecha la demanda de


amparo indirecto.

Por lo tanto hay tres tipos de autos iniciales:

1.- Auto que admite la demanda de amparo.

2.- Auto que ordena aclarar la demanda de amparo.

3.- Auto que desecha la demanda de amparo.

Auto que admite

La admisión de la demanda de amparo indirecto, por el Juez de Distrito, está prevista en


el artículo 147 de la Ley de Amparo.

Puntualizando sobre el auto admisorio lo siguiente:

1.- El auto admisorio se dicta cuando no hay motivo de improcedencia que se desprenda
de la misma demanda de amparo en forma manifiesta o notoria, indiscutible. Si el motivo
de improcedencia requiere de mayores elementos de juicio o es deudoso, no debe
desecharse la demanda, sino que se admite sin perjuicio de que en el curso del juicio se
dicte sentencia de sobreseimiento.

2.- El auto admisorio deberá emitirse cuando la demanda reúna los requisitos del artículo
116 de la Ley de Amparo, cuando se han exhibido la copias que aprecia el artículo 120 de
la misma ley y cuando se han exhibido los documentos comprobatorios de la personalidad
y no existe motivo de improcedencia.

3.- El auto admisorio también ha de dictarse cuando ya se han satisfecho los requisitos
omitidos conforme al artículo 116 de la citada ley, cuando ya se han exhibido las copias
faltantes de la demanda y cuando ya se han exhibido los documentos acrediticios de la
personalidad.

4.- El contenido del auto admisorio de la demanda es el siguiente:

Se manifiesta que se admite la demanda de amparo interpuesta, se ordena requerir a la


autoridad o autoridades responsables para que rindan el informe justificado respectivo, si
hubiere tercero perjudicado determinará que se le haga saber la demanda y se ordenará
que le entregue una copias de la demanda por conducto del actuario o del secretario del
juzgado de Distrito; así mismo se señalará día y hora para la celebración de la audiencia.

Si se solicitare la suspensión ordenará que se formulen los incidentes correspondientes,


por cuerda separada.
Auto aclaratorio

El artículo 146 de la Ley de amparo contiene los diversos supuestos en que procede que
el juez de Distrito ordene aclarar la demanda de amparo, o bien, ordene se exhiban las
copias que deben acompañarse a la demanda.

Artículo 146.- Si hubiere alguna irregularidad en el escrito de demanda, si se hubiere


omitido en ella alguno de los requisitos a que se refiere el artículo 116 de esta ley; si no se
hubiese expresado con precisión el acto reclamado o no se hubiesen exhibido las copias
que señala el artículo 120, el Juez de Distrito mandará prevenir al promovente que llene
los requisitos omitidos, haga las aclaraciones que corresponda, o presente las copias
dentro del término de tres días, expresando en el auto relativo las irregularidades o
deficiencias que deban llenarse, para que el promovente pueda subsanarlas en tiempo.

Si el promovente no llenare los requisitos omitidos, no hiciere las aclaraciones


conducentes o no presentare las copias dentro del término señalado, el juez de Distrito
tendrá por no interpuesta la demanda, cuando el acto reclamado sólo afecte al patrimonio
o derechos patrimoniales del quejoso.

Fuera de los casos a que se refiere el párrafo anterior, transcurrido el término señalado
sin haberse dado cumplimiento a la providencia relativa, el juez mandará correr traslado al
Ministerio Público, por veinticuatro horas, y en vista de lo que éste exponga, admitirá o
desechará la demanda, dentro de otras veinticuatro horas, según fuere procedente.

Constituyen supuestos de un acto aclaratorio de la demanda de amparo indirecto, lo


siguiente:

1.- La presencia de alguna irregularidad en el escrito de demanda. En este caso, el Juez


de Distrito debe especificar en qué consiste dicha irregularidad.

2.- La omisión de algunos de los requisitos previstos por el artículo 116 de la Ley de
Amparo.

3.- La falta de precisión del acto reclamado.

4.- La falta de exhibición de todas las copias que marca el artículo 120 de la Ley de
Amparo.

Auto de desechamiento

El auto de desechamiento de la demanda de amparo se encuentra previsto por el artículo


145 de la Ley de Amparo; el cual dice lo siguiente:

Artículo 145.- El juez de Distrito examinará ante todo, el escrito de demanda; y si


encontrare motivo manifiesto e indudable de improcedencia, la desechará de plano, sin
suspender el acto reclamado.
No es cualquier motivo de improcedencia, debe ser un motivo manifiesto e indudable, es
decir que no requiera prueba posterior por la que pudiera ser desvirtuado, que se
desprenda de la propia demanda de amparo.

El desechamiento se produce de plano, es decir, sin substanciación alguna, sin que se le


dé al quejoso oportunidad de formular opinión alguna. Por supuesto, que si el quejoso
considera que es inadecuado el criterio del juez de Distrito, podrá interponer el recurso de
revisión, de acuerdo a lo previsto por el artículo 83 fracción I de la Ley de amparo.

El Juez de Distrito deberá de fundar y motivar el auto de desechamiento de la demanda


de amparo.

Informe Justificado:

Es el acto procesal escrito, de la autoridad responsable por el que da contestación a la


demanda de amparo y por el que se acompañan los documentos acrediticios relativos al
acto reclamado.

Es un informe con justificación ya que se adjuntan los documentos respaldadores del


acto de autoridad que se imputa a la autoridad responsable.

Contenido del informe justificado

La autoridad responsable, al producir su informe deberá indicar si es cierto o no el acto


reclamado si los hechos que constituyen antecedentes del acto reclamado o fundamentos
de los conceptos de violación son o no ciertos, si se verificaron conforme a la versión que
de ellos da el quejoso, expondrán los argumentos contarios a los expuestos por el
quejoso, en los conceptos de violación. Además expondrán las razones que en concepto
de ella fundan la constitucionalidad y la legalidad del acto reclamado. Igualmente hará
valer cualquier causa de improcedencia o de sobreseimiento.

Artículo 149.- Las autoridades responsables deberán rendir su informe con justificación
dentro del término de cinco días, pero el juez de Distrito podrá ampliarlo hasta por otros
cinco si estimara que la importancia del caso lo amerita. En todo caso, las autoridades
responsables rendirán su informe con justificación con la anticipación que permita su
conocimiento por el quejoso, al menos ocho días antes de la fecha para la celebración de
la audiencia constitucional; si el informe no se rinde con dicha anticipación, el juez podrá
diferir o suspender la audiencia, según lo que proceda, a solicitud del quejoso o del
tercero perjudicado, solicitud que podrá hacerse verbalmente al momento de la audiencia.

Las autoridades responsables deberán rendir su informe con justificación exponiendo las
razones y fundamentos legales que estimen pertinentes para sostener la
constitucionalidad del acto reclamado o la improcedencia del juicio y acompañarán, en su
caso, copia certificada de las constancias que sean necesarias para apoyar dicho informe.

Cuando la autoridad responsable no rinda su informe con justificación se presumirá cierto


el acto reclamado, salvo prueba en contrario, quedando a cargo del quejoso la prueba de
los hechos que determinen su inconstitucionalidad cuando dicho acto no sea violatorio de
garantías en sí mismo, sino que su constitucionalidad o inconstitucionalidad dependa de
los motivos, datos o pruebas en que se haya fundado el propio acto.

Si la autoridad responsable no rinde informe con justificación, o lo hace sin remitir, en su


caso, la copia certificada a que se refiere el párrafo segundo de este artículo, el juez de
Distrito le impondrá, en la sentencia respectiva, una multa de diez a ciento cincuenta días
de salario. No se considerará como omisión sancionable, aquélla que ocurra debido al
retardo en la toma de conocimiento del emplazamiento, circunstancia que deberá
demostrar la autoridad responsable.

Si el informe con justificación es rendido fuera del plazo que señala la ley para ello, será
tomado en cuenta por el juez de Distrito siempre que las partes hayan tenido oportunidad
de conocerlo y de preparar las pruebas que lo desvirtúen.

Término para rendir el informe justificado

El término para rendir el informe justificado es de cinco días y puede ser ampliado hasta
por cinco días más a discreción del Juez de Distrito.

Artículo 149.- Las autoridades responsables deberán rendir su informe con justificación
dentro del término de cinco días, pero el juez de Distrito podrá ampliarlo hasta por otros
cinco si estimara que la importancia del caso lo amerita. En todo caso, las autoridades
responsables rendirán su informe con justificación con la anticipación que permita su
conocimiento por el quejoso, al menos ocho días antes de la fecha para la celebración de
la audiencia constitucional; si el informe no se rinde con dicha anticipación, el juez podrá
diferir o suspender la audiencia, según lo que proceda, a solicitud del quejoso o del
tercero perjudicado, solicitud que podrá hacerse verbalmente al momento de la audiencia

Falta de informe

Produce las consecuencias del artículo 149 tercer párrafo el cual dice:

Cuando la autoridad responsable no rinda su informe con justificación se presumirá cierto


el acto reclamado, salvo prueba en contrario, quedando a cargo del quejoso la prueba de
los hechos que determinen su inconstitucionalidad cuando dicho acto no sea violatorio de
garantías en sí mismo, sino que su constitucionalidad o inconstitucionalidad dependa de
los motivos, datos o pruebas en que se haya fundado el propio acto.

Si la autoridad responsable no rinde informe con justificación, o lo hace sin remitir, en su


caso, la copia certificada a que se refiere el párrafo segundo de este artículo, el juez de
Distrito le impondrá, en la sentencia respectiva, una multa de diez a ciento cincuenta días
de salario. No se considerará como omisión sancionable, aquélla que ocurra debido al
retardo en la toma de conocimiento del emplazamiento, circunstancia que deberá
demostrar la autoridad responsable.

1.- La contumacia o rebeldía de la autoridad respónsale, al no rendir el informe no da


lugar a que se tenga por admitidos todos los hechos de la demanda. Solamente da lugar a
una presunción juris tantum en el sentido de que es cierto el acto reclamado.
2.- Como se trata de una presunción juris tantum, la autoridad responsable o el tercero
perjudicado o el Ministerio Público pueden probar en contra de esa presunción.

3.- El quejoso tiene expresamente a su cargo la prueba de los hechos que determinan la
inconstitucionalidad del acto reclamado cuando dicho acto no sea violatorio de garantías
en sí mismo, cuando su constitucionalidad o inconstitucionalidad depende de los motivos,
datos o pruebas en que se haya fundado el propio acto. Como no es sencillo determinar
cuando un acto es en sí mismo violatorio de garantías individuales, es aconsejable que el
quejoso presente copias certificadas de constancias en la que aparezca la realización del
acto reclamado, así como todos los motivos, datos o pruebas en que se fundó el propio
acto.

4.- Si el acto reclamado es negativo, por ejemplo que la autoridad responsable no haya
dado respuesta a una petición formulada por el quejoso en ejercicio del derecho de
petición del artículo 8° constitucional o bien, que la autoridad no haya fundado ni motivado
el acto reclamado la falta de informe justificado da lugar a que se considere que es cierto
el acto negativo atribuido a la autoridad. En este caso no hay carga de la prueba para el
quejoso pues, se trata de actos violatorios de garantías en sí mismos.

Pruebas en el ampro indirecto:

En el juicio de amparo, el quejoso habrá de demostrar los hechos constitutivos de la


acción de amparo que ha ejercitado.

La autoridad responsable, el tercer perjudicado en su caso tendrá que demostrar los


hechos que constituyan excepciones o defensas a la pretensión del actor del amparo.

El Ministerio Público en su carácter de parte como parte reguladora en el juicio de


amparo, podrá aportar probanzas que tiendan al descubrimiento de la verdad para que el
amparo se resuelva en forma favorable a los intereses sociales que representa.

En todo juicio de Amparo existen tres etapas probatorias:

1.- Ofrecimiento de pruebas

2.- Admisión de pruebas

3.- Recepción de pruebas

El quejoso, la autoridad responsable, el tercero perjudicado y el Ministerio Público podrán


ofrecer pruebas, se encuentra previsto en el artículo 150 de la Ley de Amparo:

Artículo 150.- En el juicio de amparo es admisible toda clase de pruebas, excepto la de


posiciones y las que fueren contra la moral o contra derecho

Se admiten todas las pruebas previstas por el artículo 93 del Código Federal de
Procedimientos Civiles, con excepción de la confesional; por las siguientes razones:
1.- Se distraería constantemente a los funcionarios públicos del desempeño de sus tareas
normales para que acudieran ante el Poder Judicial de la Federación a absolver las
posiciones que se les formularan;

2.- Siendo considerable el número de asuntos que se tramitan en las dependencias


oficiales, los funcionarios públicos no recordarían todos los detalles del asunto en el que
se le citara para absolver posiciones;

3.- La pruebas de posiciones, no es indispensable, pues puede obtenerse la finalidad que


a esa prueba le correspondiera con la posibilidad de que el quejoso obtenga todas las
copias o documentos que requiera de la autoridad, mediante la solicitud de esas copias o
documentos.

Audiencia Constitucional:

Conforme al artículo 147 de la Ley de Amparo, si se admite la demanda de amparo, en el


auto inicial se señalará día y hora para la celebración de la audiencia a más tardar dentro
del término de treinta días.

En la audiencia del juicio deben ofrecerse y rendirse las pruebas con excepción de la
documental, que podrá presentarse con anterioridad de acuerdo al artículo 151 de la Ley
de Amparo.

Intervención del Ministerio Público:

Es una parte equilibradora pues, representa el interés social y puede adherirse a las
pretensiones del quejoso, o a las de la autoridad responsable o a las del tercero
perjudicado, o puede sustentar un punto de vista independiente, diferente al de las demás
partes.

Su intervención es forzosa en el caso previsto por el último párrafo del artículo 146 de la
Ley de Amparo.

Fuera de los casos a que se refiere el párrafo anterior, transcurrido el término señalado
sin haberse dado cumplimiento a la providencia relativa, el juez mandará correr traslado al
Ministerio Público, por veinticuatro horas, y en vista de lo que éste exponga, admitirá o
desechará la demanda, dentro de otras veinticuatro horas, según fuere procedente. 5

UNIDAD XV AMPARO DIRECTO

Explique la substanciación del Juicio de Amparo Directo.

En el amparo uniinstancial el procedimiento implica, por tanto, una seria u sucesión


ordenada de actos jurídicos realizados por el quejosos, autoridad responsable, tercero
perjudicado, ministerio público federal y órgano jurisdiccional de control, o sea, suprema
corte y tribunales colegiados de circuito, tendientes a lograr un fin común, consistente en
una sentencia o resolución definitiva, en que se otorgue o niegue la protección federal o
se sobresea el juicio respectivo.
El procedimiento en el amparo directo se inicia con el ejercicio de la acción constitucional
ante la Supremo Corte o ante los Tribunales Colegiados de Circuito, en los casos de
procedencia establecidos por los artículos 158 de la Ley, reglamento de las fracciones V y
VI del artículo 107 de la Constitución.

Demanda de amparo

Su contenido.

Como toda demanda la de amparo directo tiene un contenido determinado, que está
constituido por todos aquéllos datos o elementos que concurren en al integración
específica del juicio de garantías correspondiente y que se señalan en el artículo 166 de
la Ley de Amparo y que son:

1.- Nombre y domicilio del quejoso y de quien promueva en su nombre (fracción I)

2.- El nombre y domicilio del tercero perjudicado (fracción II)

3.- Autoridad o autoridades responsables (fracción III)

4.- Acto reclamado; y si se reclamaren violaciones a leyes del procedimiento se precisará


cuál es la parte de éste en que cometió la violación y el motivo por el cual se dejó son
defensa al agraviado. (fracción IV)

5.- Fecha en que se haya notificado la sentencia o laudo al quejoso o en que haya tenido
conocimiento de la resolución recurrida (fracción V)

6.- Preceptos constitucionales cuya violación se reclame y el concepto o conceptos de la


misma violación (fracción VI)

7.- Ley que en concepto del quejoso se haya aplicado inexactamente o la que dejó de
aplicarse cuando las violaciones reclamadas se hagan consistir en inexacta aplicación de
las leyes del fondo. Lo mismo se observará cuando la sentencia de funde en los principios
generales del derecho.

Cuando se trate de inexacta aplicación de varias leyes de fondo, deberá cumplirse con
esta prescripción en párrafos separados y numerados (fracción VII)

8.- Los datos necesarios para precisar la cuantía del negocio, cuando ésta determine la
competencia para conocer del negocio (fracción VIII)

Forma.

En cuanto a su forma, este precepto establece, por modo absoluto, que la demanda de
amparo directo debe formularse por escrito.

Presentación.
Es el acto material por medio del cual el agraviado deposita el escrito respectivo ante el
órgano que la ley determina, el ordenamiento reglamentario de los artículos 103 y 107
constitucionales contiene algunas reglas sobre el particular:

 Puede realizarse directamente ante la Suprema Corte o ante el Tribunal Colegiado


de Circuito respectivo, o indirectamente, por conducto del Juez de Distrito o de la
misma autoridad responsable.
 Presentada la demanda ante la autoridad responsable, ésta tiene la obligación de
hacer constar al pie del escrito de la misma, la fecha en que fue notificada al
quejoso la resolución reclamada y la de presentación del escrito.
 Cuando la presentación se haga directamente o indirectamente, el agraviado tiene
la obligación de comunicar a la autoridad responsable la interposición del amparo,
acompañándole una copia de la demanda para cada una de las partes.

Obligación de la autoridad responsable inmediata a la presentación de la demanda.

El artículo 163 de la Ley de Amparo, se´gun las reformas de 1967, impone a la autoridad
responsable obligación de remitir los autos originales en que se haya dictado la sentencia
o el laudo laboral definitivos reclamados, a la Suprema Corte o al Tribunal Colegiado de
Circuito que corresponda, a menos que exista inconveniente legal para su envío.

Proveídos judiciales iniciales.

a).- Cuando la demanda de amparo directo se presenta ante la autoridad responsable


para que sea remitida a la Suprema Corte o al Tribunal Colegiado de circuito que
corresponda, aquélla dicta un auto en el que se contiene la declaración de que se tiene
por interpuesto el amparo contra el laudo o sentencia de que se trate.

b).- En el caso de que por conducto del Juez de Distrito que corresponda arribe a la
Suprema Corte o a un Tribunal Colegiado de circuito la demanda de amparo directo, dicho
funcionario judicial federal provee en el sentido de tener por presentado dicho libelo,
ordenando su remisión a una o a otro.

c).- Si la demanda de amparo se presenta directamente ante la Suprema Corte o ante un


Tribunal Colegiado de Circuito, éstos dictan un acuerdo análogo al anterior, teniendo por
comparecido al quejoso reclamando la protección de la justicia federal contra el laudo o la
sentencia civil o penal impugnados.

Informe Justificado

Es aquél acto por virtud del cual la autoridad responsable demuestra o defiende la
constitucionalidad de los actos reclamados, atacando las consideraciones hechas por el
agraviado, surtiendo por consiguiente, efectos de contestación de demanda. Es el artículo
169 de a Ley de Amparo el que hace referencia al informe justificado y a su contenido
substancial, en el sentido de que es mediante él como la autoridad responsable expone,
de manera clara y breve, las razones que funden la constitucionalidad del acto reclamado.
En el caso de que tratamos, la autoridad responsable debe demostrar que el acto
impugnado por el quejoso no adolece de las violaciones constitucionales que éste alega.
Ahora bien, desde el punto de vista del amparo directo, dicho informe debe referirse a las
violaciones procesales o de fondo hechas valer por el agraviado, demostrando
jurídicamente que no se cometieron y evidenciando que su actuación se ajustó a lo
previsto por las normas adjetivas o sustantivas aplicables, respectivamente, al
procedimiento en que se dictó la sentencia o laudo impugnados y a la cuestión
substancial debatida entre las partes.

Autos de admisión de aclaración y de desechamiento definitivo de la demanda de


amparo directo.

Es a virtud de estos proveídos como la Suprema Corte o el Tribunal Colegiado de Circuito


respectivo ya toman injerencia directa y exclusiva en el procedimiento del amparo
uniinstancial, al dictar un acuerdo, cuyo contenido tiene influencia decisiva en el éxito o
fracaso de la acción constitucional intentada.

Son tres las especies de autos que, desde el punto de vista de su substancia, pueden
dictar los mencionados órganos judiciales: de admisión, de aclaración y de
desechamiento definitivo de la demanda de amparo directo, proveídos que tienen lugar
una vez rendido el informe con justificación por la autoridad responsable.

a).- Es el artículo 177 de la Ley de Amparo el precepto que se refiere al auto de


desechamiento de la demanda de amparo directo:

Artículo 177.- El Tribunal Colegiado de Circuito examinará, ante todo, la demanda de amparo;
y si encuentra motivos manifiestos de improcedencia, la desechará de plano y comunicará su
resolución a la autoridad responsable.

Para que la Suprema Corte o el Tribunal Colegiado de Circuito dicten un auto de


desechamiento de plano de la demanda de amparo, se requiere que los motivos de
improcedencia constitucional o legal sean manifiestos, esto es, notorios o evidentes por sí
mismos, sin necesidad de que exijan ulterior comprobación.

b).- El auto de aclaración de la demanda de amparo directo se pronuncia cuando el


promovente no llene los requisitos que debe reunir dicho ocurso según el artículo 166 de
la Ley de Amparo o no manifieste en él con la debida claridad las circunstancias o
elementos a que este precepto alude.

El auto dictado por la Suprema Corte o el Tribunal Colegiado de Circuito en el que se


ordena la demanda de amparo directo o subsanar las omisiones en que el quejoso
hubiere incurrido, implica un desechamiento provisional del mencionado ocurso,
subsistente mientras el agraviado no aclare su demanda o no llene los requisitos faltantes
dentro del plazo de cinco días, contados desde el día siguiente a aquél término, sin que el
quejoso hubiese realizado los actos mencionados, la consecuencia de tal situación estriba
en el desistimiento legal de la acción de amparo, por más que el desistimiento engendra
la pérdida de la acción de amparo y no solamente la renuncia de la instancia, ay que el
quejoso no puede volver a ejercitar aquélla.

c).- Por último, el auto de admisión de la demanda de amparo directo tiene lugar cuando
la Suprema Corte o los Tribunales colegiados de Circuito no encuentren motivo alguno de
improcedencia o defecto en el escrito correspondiente, o cuando el quejoso hubiere
llenado o subsanado las deficiencias a que alude el artículo 178 de la Ley de Amparo (art.
179). El auto de admisión de la demanda de amparo implica que la Suprema Corte o
dichos Tribunales asumen ya plenamente la facultad de decir el derecho sobre la acción
constitucional ejercitada, bien sea sobreseyendo el juicio respectivo, o bien negando o
concediendo la protección federal.

Otros actos pre-resolutivos

a).- Una vez que la Suprema Corte o el Tribunal Colegiado correspondiente admitan la
demanda de amparo, en el proveído respectivo se ordena pasar el expediente al
Procurador General dela República para que este funcionario por sí o por medio del
agente que al efecto designe o en general, haya designado, pida en su caso, dentro del
término de diez días lo que a su representación convenga y si los autos no fueren
devueltos al fenecer dicho término, la Corte o el Tribunal, mandarán recogerlos a
instancias de cualquiera de las partes en asuntos del orden civil o del trabajo, o de oficio a
solicitud de alguna de las partes en los de orden penal.

La intervención del Ministerio Público Federal en el amparo directo, que se manifiesta en


la formulación de su pedimento, está sujeta al ejercicio de la facultad que le otorga el
artículo 5°, fracción IV, de la ley, en el sentido de que dicha institución puede abstenerse
de intervenir en el juicio constitucional cuando, en su concepto, éste, en el caso concreto
de que se trate carezca de interés público.

b) Otros actos procesales que se registran en la tramitación del amparo uniinstancial


durante el período comprendido entre la admisión de la demanda y la resolución del orden
civil (lato sensu), del trabajo y judicial-administrativos, así como del Ministerio Público que
haya intervenido en el proceso del que emane la sentencia penal definitiva reclamada.

Resolución del juicio de amparo directo

En el juicio de amparo uniinstancial, existe el fenómeno jurídico que denominamos de


colaboración, entre el presidente de la Suprema Corte y las Salas de éste, o entre el
presidente del Tribunal Colegiado de Circuito correspondiente y este mismo órgano.

La injerencia que tienen dichos funcionarios en la tramitación del juicio de amparo directo,
concluye con los actos a que hemos aludido con antelación, todos ellos de carácter pre-
resolutivo.

a).- Por la Suprema Corte.

Una vez que el procedimiento en el juicio de amparo directo llega al estado de resolución
o sentencia, es a la Sala respectiva a la que toca pronunciarla. Cuando se formula el
proyecto de sentencia, se celebra la audiencia de resolución a la que alude el artículo 185
de la ley. El desarrollo de dicha audiencia, en cuanto a los actos que en ella tienen lugar,
está regulado en detalle por los artículos 186, 187, 188, 189 y 191 del ordenamiento sobre
la materia a cuyas disposiciones nos remitimos.

b).- Por los Tribunales Colegiados de Circuito.

Una vez que haya sido devuelto o recogido el expediente relativo al amparo directo de
que se trate con o sin pedimento del Ministerio Público Federal, el presidente del Tribunal
Colegiado de circuito lo debe turnar, dentro del término de cinco días, el magistrado
relator que corresponda, a efecto de que formule, por escrito el proyecto de resolución
redactado el forma de sentencia (art. 184 frac. I) teniendo el proveído respectivo efecto de
citación para sentencia, la que se pronunciará, sin discusión pública, dentro de los quince
días siguientes, por unanimidad o mayoría de votos. (art. 184, fracc III).

En caso de que se retire un proyecto de sentencia para mejor estudio, se volverá a listar y
discutir en un plazo no mayor de diez días, son que el retiro del negocio de que se trate
pueda realizarse más de una vez (art. 10 bis del capítulo III bis de la Ley Orgánica del
Poder Judicial de la Federación).

Alcance y cumplimiento de las ejecuciones en amparo directo o uni-instancial.

El alcance de la sentencia que se pronuncia en el amparo directo o uni-instancial y por


ende su cumplimiento por parte del tribunal ad quem, es decir, por la autoridad judicial
responsable, presentan muy variados matices.

a).- Violaciones procesales. Cuando en el proceso en que se dictó el fallo definitivo


reclamado se hayan cometido violaciones durante su secuela, la ejecutoria de amparo,
que las haya declarado, tiene el alcance de dejar insubsistente dicho fallo, obligando al
tribunal responsable a reponer tal procedimiento para reparar las infracciones en que en
él se hayan cometido. Esta hipótesis acaece en lo que concierne a las diversas
contravenciones que se cometen durante la secuela procesal y a las que aluden los
artículos 159 y 160 de la Ley de Amparo.

b).- Falta de estudio de pruebas. Si en la sentencia definitiva reclamada se dejaron de


analizar las probanzas rendidas por el quejoso, el amparo que a éste se conceda en la
ejecutoria respectiva tiene el efecto de dejar insubsistente dicha sentencia y de obligar al
tribunal responsable dictar nuevo fallo en que pondere con plena jurisdicción las
probanzas cuyo examen omitió.

c).- Valoración ilegal de pruebas. Cuando en el fallo combatido en amparo directo el


tribunal responsable no haya valorado las pruebas rendidas por el quejoso con arreglo a
la ley y a la jurisprudencia, la ejecutoria constitucional tiene el efecto de obligar a dicho
tribunal a pronunciar una nueva sentencia en que valorice correctamente tales probanzas,
decidiendo la controversia conforme al resultado de su análisis. En esta hipótesis la
jurisdicción del tribunal responsable es menos amplia que la hipótesis inmediata anterior,
ya que en la ejecutoria de amparo se le constriñe a valorar las probanzas conforme a la
ley y a la jurisprudencia, quedando insubsistente la indebida valoración que a las mismas
dio en la sentencia reclamada.

d).- Omisión de estudiar todos los agravios en apelación y de resolver rodas las
cuestiones que forman la litis. Si el tribunal ad quem dejó de ponderar todos los agravios
expresados en apelación por el apelante-quejoso, el efecto del amparo que se conceda
consiste en dejar insubsistente el fallo reclamado y en que se pronuncie uno nuevo en el
que se estudien todos y cada uno de tales agravios. El mismo efecto se registra cuando
en la sentencia definitiva reclamada no se hayan resuelto todos los puntos contenciosos
que hayan formado la litis en el juicio o proceso en el que tal sentencia se hubiese
pronunciado, estribando el alcance del amparo que se otorgue en que se examinen y
decidan todos los puntos o cuestiones mencionadas.

c).- Aplicación indebida de preceptos de fondo. Si en el fallo combatido en amparo directo


se inaplicaron o se desaplicaron los preceptos sustantivos conducentes para resolver la
controversia planteada en el juico en que el fallo reclamado se hubiese dictado, es decir,
si éste violó las disposiciones legales de fondo al dirimir tal controversia, la protección
federal tiene el efecto de que el tribunal responsable, dejando insubsistente dicho fallo,
dicte nueva sentencia en que aplique correctamente las disposiciones contravenidas o no
aplicadas en el fallo anterior, acatando las consideraciones formuladas en la ejecutoria
constitucional por la Suprema Corte o por el Tribunal Colegiado de Circuito que
corresponda. Es en esta hipótesis en donde estos órganos judiciales federales asumen
jurisdicción para determinar el sentido de la decisión definitiva de la controversia
fundamental. 6

UNIDAD XVIII RECURSOS EN EL AMPARO

Elabore una promoción en la que interponga un recurso de queja.

AMPARO NÚM: 59/2010

QUEJOSO: JUAN PÉREZ ESTAÑO.

QUEJA.

C. JUEZ QUINTO EN MATERIA PENAL

DE DISTRITO.

Presente
WENDY QUINTANA REYES, en mi carácter de apoderada legal, con personalidad
acredita en autos en términos del artículo 27 de la Ley de Amparo, dentro del expediente
citado al rubro, respetuosamente comparezco a exponer:

Que en este acto y a nombre de mi representado, acudo a interponer el recurso de queja


en términos de los artículos 82, 95 fracción XI y 97 fracción IV de la Ley de Amparo,
respecto del auto que concedió al quejoso la suspensión provisional de los afectos del
acto reclamado, mismo que fue notificado el día de hoy, en los términos siguientes:

AGRAVIOS

ÚNICO.- La razón de mi inconformidad, radica en los términos en que se concedió la


suspensión, dado que una de las condiciones para que la misma surta efectos es que el
quejoso se presente a rendir declaración preparatoria ante el juez responsable; lo cual
deviene en condición imposible, dado que el quejoso tiene su trabajo en esta ciudad, y
son nueve los jueces responsables, que por su parte, radican en el Distrito Federal, nueve
jueces sin que el quejoso conozca cuál de ellos expidió la mencionada orden de
aprehensión, y más aún, sin que el quejoso haya cometido delito alguno, sino que acudió
a demandar el Amparo y Protección de la Justicia Federal precisamente porque se le
infringieron molestias o amenazas antijurídicas diciéndole que eran derivadas de una
orden de aprehensión; como la razón de la existencia del juicio de amparo y
específicamente de la suspensión, radica en que no se causen molestias
inconstitucionales al quejoso, conservándose la materia del juicio para la audiencia
constitucional, considero que la condición de presentarse a rendir preparatoria ante dicha
autoridad debe ser eliminada, porque su rigidez, contraria al artículo 136 de la Ley de
Amparo, haría prácticamente nugatoria la suspensión.

Apoya mi parecer el siguiente criterio jurisprudencial:

“ORDEN DE APREHENSIÓN, EL JUEZ DE DISTRITO NO DEBE IMPONERLE AL


QUEJOSO LA OBLIGACIÓN DE ACUDIR ANTE EL JUEZ RESPONSABLE A QUE SE LE
TOME SU DECLARACIÓN PREPARATORIA, COMO REQUISITO DE EFECTIVIDAD
PARA QUE SURTA SUS EFECTOS LA SUSPENSIÓN PROVISIONAL, EN LOS CASOS
DE LA HIPÓTESIS PREVISTA EN EL PÁRRAFO CUARTO DEL ARTICULO 136 DE LA
LEY DE AMPARO. La determinación del juez de Distrito en el sentido de ordenar al
promovente del amparo de acudir ante el juez de la causa a rendir su declaración
preparatoria, para que surta efectos la suspensión provisional, no se ajusta a lo dispuesto
en el párrafo cuarto del artículo 136 de la Ley de Amparo, pues si bien es cierto que en él
no se especifican las medidas que habrán de tomarse en tratándose de órdenes de
aprehensión que se decreten por delitos que admitan la libertad provisional bajo caución
y, por ende, el resolutor federal tiene facultades discrecionales al respecto, ello no
significa que tal atribución sea omnímoda, pues su límite se desprende de la redacción del
propio párrafo en comentario, esto es, que el quejoso pueda ser devuelto al órgano
judicial en caso de que se le negara el amparo solicitado; por lo tanto, el juez de Distrito,
no debe tomar medidas tan inocuas que permitan que el reo pueda sustraerse con
facilidad de la acción de las autoridades que habrán de devolverlo ante la responsable, en
caso de negarse el amparo, sino que éstas deben ser suficientes y eficaces para poder
cumplir con el objetivo de la devolución antes citada; sin embargo en el otro extremo, tales
medidas no deben llegar al grado de rigidez tal, que obliguen a acudir ante el juez de la
causa a declarar, pues ello haría nugatoria la providencia suspensional y su teleología y
significa un exceso a los límites que dispone el párrafo antes invocado, porque éste sólo
prevé, que las medidas de aseguramiento se tomen, para que sea devuelto el quejoso a
la responsable hasta que después de seguido el juicio de amparo en toda su secuela, se
le negara al quejoso la protección constitucional.”

Novena Época Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito Fuente: Semanario Judicial


de la Federación y su Gaceta Tomo: II, Diciembre de 1995 Tesis: XIV.2o.6 P Página: 546

SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO DEL DECIMO CUARTO CIRCUITO.

Queja 26/95. Carlos de la Rosa Palmero. 28 de septiembre de 1995. Mayoría de votos.


Ponente: Fernando A. Yates Valdez. Disidente: Pablo V. Monroy Gómez. Secretario:
Gonzalo Eolo Durán Molina.

Véase: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Epoca, tomo V, Mayo


de 1997, pág. 226, tesis por contradicción 1a./J.16/97.

En mérito de lo anterior, y toda vez que no existen las condiciones para que el quejoso
acuda a rendir la declaración preparatoria en los términos ordenados en el acuerdo que
se recurre, solicito a ese H. autoridad se deje sin efectos dicha determinación y se dicte
un nuevo acuerdo en el que se las medidas precautorias que no nulifiquen la suspensión
provisional otorgada.

Por lo anteriormente expuesto y fundado, respetuosamente solicito:

PRIMERO: Se me tenga interponiendo en tiempo y forma el presente recurso de queja y


se turne al H. Tribunal Colegiado de Circuito en turno para su resolución en el término
legal.

SEGUNDO: Justa y legal mi solicitud, espero proveído de conformidad.

Protesto lo necesario

WENDY QUINTANA REYES

Apoderada Legal

Chihuahua, Chih. a 17 de junio de 2010.


UNIDAD XIX SUSPENSIÓN

Investigue y explique la procedencia, requisitos y efectos jurídicos tratándose de


decretar conceder la suspensión provisional del acto reclamado.

Criterios relevantes para conceder o no la suspensión:

La suspensión no es un acto automático o una concesión graciosa basada a capricho, al


ser una institución noble y de trascendencia jurídica, el Juzgador Constitucional debe
atender:

· A la naturaleza de la violación alegada (pues será distinta una violación a la libertad


frente a una violación patrimonial);

· A la dificultad de la reparación de los daños y perjuicios que pueda sufrir el agraviado


con la ejecución de los actos reclamados (entendiéndose que a mayor dificultad debe
haber mayor operancia de la suspensión);

· A los daños y perjuicios que pueda sufrir el tercero perjudicado con esa medida (los que
deben garantizarse mediante una fianza) y al interés público (o sea, cuando la sociedad
está interesada en la subsistencia de los actos reclamados).

Tipos de Suspensión

Por virtud de la suspensión, y el tracto procesal, el acto que se reclama queda en


suspenso, mientras se decide si es violatorio de la Constitución; es un medio de
protección que, dentro del procedimiento del amparo, concede la ley a los quejosos frente
al acto de autoridad, toda vez que el Juez, ante quien se presenta la demanda, antes de
estudiar a fondo el caso que se lleva a su consideración, de recibir prueba alguna y de
saber de un modo cierto si existe una violación constitucional, suspende la ejecución del
acto (suspensión provisional); posteriormente, mediante un procedimiento sumarísimo,
que se reduce a una audiencia en que se oye al quejoso, a la autoridad responsable y al
Ministerio Público, determina si esa suspensión se concede en forma definitiva hasta en
tanto se resuelva el juicio de garantías.

De acuerdo al contenido de los preceptos 122, 123, 124, 125 y 131 de la Ley de Amparo,
la suspensión del acto reclamado en el juicio de garantías, desde el punto de vista de su
procedencia, puede clasificarse en suspensión de oficio y suspensión a petición de
parte.

Es de oficio por disposición legal cuando:

I.- Cuando se trate de actos que importen peligro de privación de la vida, deportación o
destierro o alguno de los prohibidos por el artículo 22 de la Constitución Federal;
II.- Cuando se trate de algún otro acto, que, si llegare a consumarse, haría físicamente
imposible restituir al quejoso en el goce de la garantía individual reclamada.
La suspensión a que se refiere este artículo se decretará de plano en el mismo auto en
que el juez admita la demanda, comunicándose sin demora a la autoridad responsable,
para su inmediato cumplimiento, haciendo uso de la vía telegráfica, en los términos del
párrafo tercero del artículo 23 de esta ley.

Los efectos de la suspensión de oficio únicamente consistirán en ordenar que cesen los
actos que directamente pongan en peligro la vida, permitan la deportación o el destierro
del quejoso o la ejecución de alguno de los actos prohibidos por el artículo 22
constitucional; y tratándose de los previstos en la fracción II del artículo 123 de la ley de
amparo, serán los de ordenar que las cosas se mantengan en el estado que guarden,
tomando el juez las medidas pertinentes para evitar la consumación de los actos
reclamados.

Fundamento Constitucional:

El artículo 107, fracción X, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos


establece:

"Artículo 107. Todas las controversias de que habla el artículo 103 se sujetarán a los
procedimientos y formas del orden jurídico que determine la ley, de acuerdo a las bases
siguientes:

"...

"X. Los actos reclamados podrán ser objeto de suspensión en los casos y mediante las
condiciones y garantías que determine la ley, para lo cual se tomará en cuenta la
naturaleza de la violación alegada, la dificultad de reparación de los daños y perjuicios
que pueda sufrir el agraviado con su ejecución, los que la suspensión origine a terceros
perjudicados y el interés público.

"Dicha suspensión deberá otorgarse respecto de las sentencias definitivas en materia


penal al comunicarse la interposición del amparo, y en materia civil, mediante fianza que
dé el quejoso para responder de los daños y perjuicios que tal suspensión ocasionare, la
cual quedará sin efecto si la otra parte da contrafianza para asegurar la reposición de las
cosas al estado que guardaban si se concediese el amparo, y a pagar los daños y
perjuicios consiguientes."

Ley de Amparo:

De conformidad con la Ley Reglamentaria de los Artículos 103 y 107 de la constitución


Política de los Estados Unidos Mexicanos (Ley de Amparo), los artículos 122, 124, 125 y
131 de la Ley de Amparo disponen:

"Artículo 122. En los casos de la competencia de los Jueces de Distrito, la suspensión del
acto reclamado se decretará de oficio o a petición de la parte agraviada, con arreglo a las
disposiciones relativas de este capítulo."

“Artículo 123.- Procede la suspensión de oficio:


“I.- Cuando se trate de actos que importen peligro de privación de la vida, deportación o
destierro o alguno de los prohibidos por el artículo 22 de la Constitución Federal;”

“II.- Cuando se trate de algún otro acto, que, si llegare a consumarse, haría físicamente
imposible restituir al quejoso en el goce de la garantía individual reclamada.
La suspensión a que se refiere este artículo se decretará de plano en el mismo auto en
que el juez admita la demanda, comunicándose sin demora a la autoridad responsable,
para su inmediato cumplimiento, haciendo uso de la vía telegráfica, en los términos del
párrafo tercero del artículo 23 de esta ley.”

“Los efectos de la suspensión de oficio únicamente consistirán en ordenar que cesen los
actos que directamente pongan en peligro la vida, permitan la deportación o el destierro
del quejoso o la ejecución de alguno de los actos prohibidos por el artículo 22
constitucional; y tratándose de los previstos en la fracción II de este artículo, serán los de
ordenar que las cosas se mantengan en el estado que guarden, tomando el juez las
medidas pertinentes para evitar la consumación de los actos reclamados.”

"Artículo 124. Fuera de los casos a que se refiere el artículo anterior, la suspensión se
decretará cuando concurran los requisitos siguientes:

"I. Que la solicite el agraviado.

"II. Que no se siga perjuicio al interés social, ni se contravengan disposiciones de orden


público.

"Se considerará, entre otros casos, que sí se siguen esos perjuicios o se realizan esas
contravenciones, cuando, de concederse la suspensión se continúe el funcionamiento de
centros de vicio, de lenocinios, la producción y el comercio de drogas enervantes; se
permita la consumación o continuación de delitos o de sus efectos, o el alza de precios
con relación a artículos de primera necesidad o bien de consumo necesario; se impida la
ejecución de medidas para combatir epidemias de carácter grave, el peligro de invasión
de enfermedades exóticas en el país, o la campaña contra el alcoholismo y la venta de
sustancias que envenenen al individuo o degeneren la raza; o se permita el
incumplimiento de las órdenes militares;

"III. Que sean de difícil reparación los daños y perjuicios que se causen al agraviado con
la ejecución del acto.

"El Juez de Distrito, al conceder la suspensión, procurará fijar la situación en que habrán
de quedar las cosas y tomará las medidas pertinentes para conservar la materia del
amparo hasta la terminación del juicio."

"Artículo 125. En los casos en que es procedente la suspensión pero pueda ocasionar
daño o perjuicio a tercero, se concederá si el quejoso otorga garantía bastante para
reparar el daño e indemnizar los perjuicios que con aquélla se causaron si no obtiene
sentencia favorable en el juicio de amparo.
"Cuando con la suspensión puedan afectarse derechos del tercero perjudicado que no
sean estimables en dinero, la autoridad que conozca del amparo fijará discrecionalmente
el importe de la garantía."

"Artículo 131. Promovida la suspensión conforme al artículo 124 de esta ley, el Juez de
Distrito pedirá informe previo a la autoridad responsable, quien deberá rendirlo dentro de
las veinticuatro horas. Transcurrido dicho término, con informe o sin él, se celebrará la
audiencia dentro de setenta y dos horas, excepto el caso previsto en el artículo 133, en la
fecha y hora que se hayan señalado en el auto inicial, en la que el Juez podrá recibir
únicamente las pruebas documental o de inspección ocular que ofrezcan las partes, las
que se recibirán desde luego; y oyendo los alegatos del quejoso, del tercero perjudicado,
si lo hubiera, y del Ministerio Público, el Juez resolverá en la misma audiencia,
concediendo o negando la suspensión o lo que fuere procedente con arreglo al artículo
134 de esta ley.

"Cuando se trate de alguno de los actos a que se refiere el artículo 17 de esta ley, podrá
también el quejoso ofrecer prueba testimonial.

"No son aplicables al incidente de suspensión las disposiciones relativas a la admisión de


pruebas en la audiencia constitucional; no podrá exigirse al quejoso la proposición de la
prueba testimonial, en el caso, a que se refiere el párrafo anterior."

Tramitación:

La suspensión del acto reclamado se tramita por incidente.

A la presentación de la demanda deberá el peticionario agregar las copias necesarias


para integrar el incidente de suspensión el cual es en cuerda separada del principal y por
duplicado.

Puede promoverse la suspensión del acto reclamado desde el inicio de la demanda, sin
embargo aún y cuando de inicio no se haya promovido dicha suspensión, podrá
interponerse en cualquier momento, siempre y cuando existan los re4quisitos citados en
el artículo 124 de la ley de amparo.

De inicio se dicta la suspensión provisional en la cual las autoridades se limitan


exclusivamente a manifestar si son ciertos o no los actos reclamados, , pues en términos
del artículo 131 de la ley de la materia, las autoridades responsables únicamente están
obligadas a informar si el acto reclamado es cierto o no, sin que tengan que acompañar
las constancias respectivas (de las que se desprenderían la existencia y los datos de
identificación del bien respectivo), y como se dijo en párrafos anteriores, aunque dichas
constancias obren en el juicio principal no se pueden tomar en cuenta en el incidente de
suspensión, sin embargo, sobre la procedencia de la suspensión definitiva a petición de
parte, cuya resolución se dicta en el incidente del juicio de garantías en la audiencia que
establece el artículo 131 de la Ley de Amparo, y su objeto, en algunos casos, es
prolongar la situación jurídica creada por la suspensión provisional, pero generalmente
altera esa situación en razón de que el Juez de Distrito ya cuenta con elementos distintos
de los que se le habían hecho saber en la demanda de amparo, especialmente, el informe
previo de la autoridad responsable, en el que se asienta si son ciertos o no los actos
reclamados y las razones que se tuvieron en cuenta para dictarlo, en su caso, elementos
que servirán al Juez para determinar si se satisfacen los requisitos del artículo 124 de la
citada disposición legal para decretar tal medida cautelar.

Algunas consideraciones relevantes:

Previo al análisis que realiza el Juez de Amparo de los requisitos señalados por ley para
conceder la suspensión existen ciertos actos reclamados que deben importar un
detrimento al interés jurídico del promovente.

Lo anterior se sustenta en que por técnica constitucional, el juicio de amparo procede por
razón de relatividad de las sentencias de amparo, esto es, se limita a acaparar a
individuos que resienten una afectación de un acto de autoridad. Por lo tanto, el juzgador
de amparo debe verificar si el quejoso acredita que tiene "interés jurídico" para solicitar la
medida cautelar.

Por interés jurídico, debe entenderse el que resulta de la afectación de los derechos de
propiedad y posesión que el quejoso dice tener en la finca que menciona, a consecuencia
de las resoluciones dictadas por las autoridades responsables, que son materia de la
demanda de garantías.

Par acreditar dicho interés debe acreditarse fehacientemente, lo anterior si consideramos


que el Tribunal Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, determinó que las
pruebas ofrecidas en el cuaderno principal no pueden ser tomadas en el incidente de
suspensión, salvo que se solicite la compulsa, o bien, se solicite copia certificada de los
documentos y se exhiba al expediente de suspensión, como excepción debe considerarse
que el único caso en que se puede tomar en cuenta el mismo elemento probatorio ‘para
ambos cuadernos’ es: cuando se ordena proveer sobre la suspensión provisional en el
auto admisorio de la demanda pues, en esa hipótesis, el juzgador está obligado a apreciar
las pruebas que se acompañaron a aquélla y valorarlas, para determinar si es o no
procedente la suspensión provisional solicitada como se advierte de la tesis de
jurisprudencia emitida al efecto, cuyos datos de identificación, son los siguientes:

"Novena Época
"Instancia: Pleno
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
"Tomo: VI, diciembre de 1997
"Tesis: P./J. 92/97
"Página: 20
"PRUEBAS EN EL JUICIO DE AMPARO INDIRECTO Y EN EL INCIDENTE DE
SUSPENSIÓN. SU OFRECIMIENTO Y DESAHOGO. De conformidad con los artículos
2o., 131, 150 y 151 de la Ley de Amparo, las reglas para el ofrecimiento de pruebas en el
cuaderno principal del juicio de garantías difieren de las relativas al incidente de
suspensión. Ello implica que las ofrecidas y desahogadas en un cuaderno no pueden ser
tomadas en consideración en el otro, salvo por dos condiciones: que se pida la compulsa
respectiva, o que se solicite la expedición de copias certificadas, y obtenidas éstas se
exhiban en el expediente en el que deban surtir sus efectos. Esta regla trae como
consecuencia la improcedencia del ofrecimiento con la pretensión de que en un cuaderno
‘se tengan a la vista al momento de resolver’, las existentes en el otro, porque, de actuar
así, ello puede repercutir en la debida marcha del proceso, sea del juicio principal o en el
incidente de suspensión, pues la circunstancia de que uno y otro se tramiten por cuerda
separada, les incorpora autonomía e independencia por cuanto hace a sus elementos
probatorios. Además, dada la naturaleza de ambos, pudiera no coincidir en un mismo
estadio procesal, de modo tal que si uno de ellos se encontrara en revisión y el otro aún
en primera instancia, en éste sería imposible resolver por la falta de elementos. De ahí
que, indefectiblemente, deben ofrecerse y desahogarse en el cuaderno respectivo los
medios de prueba cuya valoración se pretenda. Se hace la aclaración de que el único
caso en que se puede tomar en cuenta el mismo elemento probatorio ‘para ambos
cuadernos’ es cuando se ordena proveer sobre la suspensión provisional en el auto
admisorio de la demanda pues, en esa hipótesis, el juzgador está obligado a apreciar las
pruebas que se acompañaron a aquélla y valorarlas, para determinar si es o no
procedente la suspensión provisional solicitada. Esto último obedece a que es en dicho
momento cuando el juzgador, además de las copias destinadas a integrar el incidente de
suspensión, también tiene a la vista el original de la demanda y, en su caso, los
documentos que se acompañan a esta última, razón por la que está en aptitud de valorar,
de manera directa, el material probatorio aportado por el promovente del juicio y resolver
lo conducente, tanto en el cuaderno principal como en los incidentales, aunque con
posterioridad a ese momento se haga la separación formal y material del original de la
demanda de amparo y sus copias.”

Condiciones de procedencia de la suspensión a petición de parte:

La procedencia de dicha suspensión se funda en tres condiciones genéricas,


necesariamente concurrentes:

1.- Certeza de los actos reclamados

2.- Susceptibilidad de paralización de los actos reclamados conforme a su naturaleza

3.- Satisfacción de los requisitos previstos en el artículo 124 de la Ley de Amparo que
son:

a) Solicitud de la suspensión
b) No contravención a normas de orden público (art. 124, fracc II, de la Ley de
Amparo)
7
c) No afectación al interés social (art. 124, fracc II, de la Ley de Amparo).

UNIDAD XXII RESPONSABILIDAD EN EL AMPARO

Explique la responsabilidad en los Juicios de Amparo en la que pueden incurrir: a)


El quejoso; b) Las autoridades responsables; y c) Los funcionarios que conozcan
del juicio.

Responsabilidad en el juicio de amparo

La responsabilidad en el juicio de amparo importa la imposición de una sanción en contra


de quien viole las disposiciones de la ley de amparo y perturbe el leal desarrollo del juicio
de garantías pudiendo ser exigida a los siguientes sujetos:

A los jueces federales, ministros, magistrados de tribunales de circuito, jueces de distrito y


jueces del fuero común y funcionario de cualquier índole que actué en auxilio de la
justicia federal dando lugar entonces a la responsabilidad oficial tanto política como
administrativa aun cuando puede llegar a convertirse en responsabilidad penal si con su
conducta se comete un delito sancionado por la ley penal.

Responsabilidad exigida a una autoridad responsable

Las autoridades responsables son sujetos de responsabilidad por la falta de acatamiento


de determinadas resoluciones que imponen el juez que este conociendo de un juicio. La
exigencia de esta responsabilidad se hace de oficio aun para que cuando prospere se
requiere reunir las siguientes condiciones.

-Que se le haya requerido del desarrollo de una conducta en una resolución judicial,

-que señale el termino legal para concluir con la conducta exigida

- que en esa resolución de le aperciba sancionarla para el caso de desacato a el mandato


judicial.

Sanción por no remitir el expediente al juez de distrito

La resolución que ahora se transcribe deviene del incumplimiento de la responsable al no


acatar la orden de remitir un expediente que la obligación de remitir el expediente esta
contenía requirió el juez de distrito para resolver el juicio de amparo, imponiéndose una
multa como sanción. La obligación de remitir el expediente esta contenía en el artículo
149 de la ley de amparo.

Sanción por no cumplir con la sentencia


En la resolución que ahora transcribo se encuentran las siguientes peculiaridades.

- se sanciona a la autoridad responsable

- se hace un requerimiento a su superior jerárquico

-se aperciben a ambas autoridades la responsable y superior

Responsabilidad de los jueces federales

Los jueces federales tienen encomendada una tarea de suma importancia. Velar porque
las autoridades públicas respeten los derechos de los gobernadores no contrariando las
garantías de que son titulares y para el caso de que las ayan conculcado, decretaran la
nulidad de ese acto para reponer al quejoso en el pleno goce y disfrute de tales garantías.

Clases de responsabilidad oficial

Existe dos tipos de responsabilidad a saber las responsabilidades políticas que da pauta
al juicio político que se prevé en los artículos 109, y 110, la exigencia de esta clase de
responsabilidad procede contra actos u omisiones que reduen de perjuicio de los
intereses públicos fundamentales y en el caso de los servidores públicos de la judicatura,
prospectan contra los ministros de la suprema corte, magistrados de tribunales y jueces
de distrito.

La responsabilidad administrativa

La responsabilidad de los jueces federales proviene de diversas conductas, cuando la


responsabilidad es de índole administrativa deberá denunciarse al servicio público que
incurrió en la conducta que da pauta a la sanción mediante el procedimiento que se prevé
en la ley orgánica de la federación articulo 129 a 140 que sintetizo para su conocimiento
ya que esta materia es desconocida y no se estudia en las facultades y escuelas de
derecho del país.

La responsabilidad penal de las autoridades responsables

Conforme a la ley de amparo las autoridades responsables tienen la obligación de acatar


las resoluciones que emanen de la autoridad judicial federal. De lo contrario seria obsiosa
la actuación del poder judicial de la federación de materia de defensa de los derechos de
los gobernadores ahora bien cuando la autoridad responsable no cumple con las
resoluciones que emanan de un juicio de amparo sea que se hayan dictado en el
cuaderno principal o en el de suspensión dicha autoridad para ser denuncia por delito
como sucede cuando la responsable no cumple con la interlocutoria suspensiones.

Responsabilidad de las partes.


Por cuanto a la responsabilidad de las partes previstas en el Capítulo III del Título Quinto
de la Ley de Amparo, el mismo, al referirse a las partes, lo hace únicamente por cuanto al
quejoso y el tercero perjudicado, no estableciéndose una responsabilidad a la autoridad
responsable como parte, atendiendo a que la misma se aborda en el apartado específico
de la responsabilidad de las autoridades. No obstante, destaca el hecho de que no se le
responsabilice al Ministerio Público Federal como parte.

En el contenido del artículo 211 de la Ley de la materia, específicamente se establece por


cuanto a la responsabilidad de las partes que se impondrá sanción de seis meses a tres
años de prisión y multa de diez a noventa días de salario: Al quejoso en un Juicio de
Amparo que al formular su demanda afirme hechos falsos u omita los que le consten en
relación con el Amparo, siempre que no se reclamen algunos de los actos a que se refiere
el artículo 17 de la Ley de Amparo. Al quejoso o tercero perjudicado en un Juicio de
Amparo, que presente testigos o documentos falsos, y Al quejoso en un Juicio de Amparo
que para darle competencia a un Juez de Distrito, designe como autoridad ejecutora a
una que no lo sea, siempre que no se reclamen algunos de los actos a que se refiere el
artículo 17 del citado ordenamiento.

BIBLIOGRAFÍA

1.- Guía de autoestudio. UNIVERSIDAD MEXICANA DE EDUCACIÓN A DISTANCIA. AMPARO.

2.- Gudiño Pelayo, José de Jesús. Introducción al amparo mexicano. 2002, México, D F.; Noriega
Editores

3.- Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, Ley de Amparo.

4.- El juicio de amparo. Ignacio Burgoa. Editorial Porrúa.

5.- Ley de Amparo. Arellano García, Carlos; Práctica Forense del Juicio de Amparo. Editorial Porrúa.

6.- Ignacio Burgoa. El juicio de Amparo. Editorial Porrúa.

7.- Ignacio Burgoa. El juicio de Amparo. Editorial Porrúa.

También podría gustarte