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LA EDUCACIÓN COMO DERECHO EN EL MARCO JURÍDICO-NORMATIVO DEL

PAÍS

EL MARCO CONSTITUCIONAL Y LA EDUCACIÓN

En el texto de la Constitución Política de 1991 (C.P) la educación no está contemplada dentro del
capítulo que habla de los derechos fundamentales, 10 pero aparece en el capítulo de los derechos
socia- les, económicos y culturales, donde es considerada un derecho fundamental de los niños y
niñas:

ARTICULO 13. Todas las personas nacen libres e iguales ante la ley, recibirán la misma protección y
trato de las autoridades y gozarán de los mismos derechos, libertades y oportunidades sin ninguna
discriminación por razones de sexo, raza, origen nacional o familiar, lengua, religión, opinión política
o filosófica.

El Estado promoverá las condiciones para que la igualdad sea real y efectiva y adoptará medidas en
favor de grupos discriminados o marginados.

El Estado protegerá especialmente a aquellas personas que por su condición económica, física o
mental, se encuentren en circunstancia de debilidad manifiesta y sancionará los abusos o maltratos
que contra ellas se cometan.

Artículo 44. Son derechos fundamentales de los niños: la vida, la integridad física, la salud y la
seguridad social, la alimentación equilibrada, su nombre y nacionalidad, tener una familia y no ser
separados de ella, el cuidado y amor, la educación11 y la cultura, la recreación y la libre expresión de
su opinión. Serán protegidos con- tra toda forma de abandono, violencia física o moral,
secuestro, venta, abuso sexual, explotación laboral o económica y trabajos riesgosos. Gozarán
también de los demás derechos consagrados en la Constitución, en las leyes y en los tratados
internacionales ratificados por Colombia.
La familia, la sociedad y el Estado tienen la obligación de asistir y proteger al niño para
garantizar su desarrollo armónico e integral y el ejercicio pleno de sus derechos. Cualquier
persona puede exigir de la autoridad competente su cumplimiento y la sanción de los
infractores.

Los derechos de los niños prevalecen sobre los derechos de los demás.
Más adelante, en el artículo 67 se establece que:

Artículo 67.
 La educación es un derecho de la persona y un servicio público que tiene una función
social; con ella se busca el acceso al conocimiento, a la ciencia, a la técnica, y a los
demás bienes y valores de la cultura.

 La educación formará al colombiano en el respeto a los derechos humanos, a la paz y a


la democracia y en la práctica del trabajo y la recreación, para el mejoramiento
cultural, científico, tecnológico y para la protección del ambiente.

 El Estado, la sociedad y la familia son responsables de la educación, que será


obligatoria entre los cinco y los quince años de edad y que comprenderá, como
mínimo, un año de preescolar y nueve de educación básica.

 La educación será gratuita en las instituciones del Estado, sin perjuicio del cobro de
derechos académicos a quienes puedan sufragarlos.

 Corresponde al Estado regular y ejercer la suprema inspección y vigilancia de la


educación con el fin de velar por su calidad, por el cumplimiento de sus fines y por la
mejor formación moral, intelectual y física de los educandos, garantizar el adecuado
cubrimiento del servicio y asegurar a los menores las condiciones necesarias para su
acceso y permanencia en el sistema educativo.

La Nación y las entidades territoriales participarán en la dirección, financiación y administración


de los servicios educativos estatales, en los términos que señalen la Constitución y la ley.

La primera pregunta que se desprende de una lectura desprevenida de lo anterior es: la


educación, ¿es o no es un derecho fundamental?; y, si lo es, ¿por qué no se incluyó en el
capítulo de los derechos fundamentales? La segunda pregunta es: aún reconociendo a la
educación como un derecho fundamental, esta sólo puede garantizarse progresivamente;
entonces, ¿cuáles serían los contenidos mínimos exigibles del derecho? Y la tercera pregunta es:
¿cómo resolver la tensión entre la educación como derecho y la educación como servicio público
con función social? Estas tres preguntas son apenas el marco general de diferentes discusiones
sobre el derecho a la educación se ha suscitado en la sociedad colombiana en general y,
especialmente, en los sectores relacionados con la educación.
La Corte Constitucional de Colombia mediante varias sentencias se ha pronunciado frente a la
educación como derecho fundamental y para ello ha argumentado:
 El criterio empleado en este momento para determinar si un derecho es fundamental o
no consiste en que se otorga “el calificativo de fundamentales en razón de su
naturaleza, esto es, por su inherencia con respecto al núcleo jurídico, político, social,
económico y cultural del hombre. Un derecho es fundamental por reunir estas
características y no por aparecer reconocido en la Constitución Nacional como tal”
(Sentencia T-418, 12 de junio de 1992. Magistrado Ponente Simón Rodríguez).
La Educación es un Derecho Fundamental, por lo que es inherente, inalienable, esencial a la
persona humana, que realiza el valor y principio material de la igualdad consagrada en el
Preámbulo de la Constitución Nacional y en los artículos 5 y 13 de la misma carta política. La
educación está reconocida en forma expresa en el artículo 44 cuando hace referencia a los
derechos fundamentales de los niños, señalando entre otros, el “Derecho a la educación y a la
cultura”.

Y, aunque con estos argumentos parecieran resueltas gran parte de las discusiones, sucede
lo contrario. Aspectos como la educación privada y pública, los fines y objetivos de la educación,
los procesos de evaluación, los recursos financieros, la profesión docente, la promoción
automática, el estatuto docente, la gratuidad de la educación, la ley estatutaria de
educación, el proyecto alternativo de educación, entre otros muchos, que van exponiéndose
desde la argumentación más global a la más específica relacionada con el aula, se convirtieron
en temas obligados del quehacer educativo del país y en problemas ineludibles cuando se habla
del derecho a la educación.

LA LEY GENERAL DE EDUCACIÓN

La Ley General de Educación –Ley 115, del 8 de febrero de 1994– fue el resultado de una amplia
discusión y buscó integrar en ella elementos consecuentes con el desarrollo constitucional,
relacionados con la participación, la paz, los derechos humanos y la democracia.

La Ley señala las normas generales para regular el Servicio Público de la educación que cumple
una función social. Al respecto comenta Gustavo Dajer Chadid “...se suscitó una polémica en
torno a si el proyecto de ley debía ser tramitado como (ley) estatutaria. Se decidió que, como la
educación es un derecho y también un servicio público, al proyecto que continuó su curso en el
Congreso se le sustrajo la parte concerniente a derechos y así siguió su trámite seguro
como ley que regula el servicio presentamos otro proyecto de ley al cual se le dio la categoría de
ley estatutaria que regulara el derecho a la educación... Y el segundo, por motivos que
ignoramos, no logró ser tramitado en la Comisión Primera del Senado de la República” (Dajer
Chadid, 2001, p. 10).

Los temas sobre los cuales trata la ley son los siguientes:
 Definición del servicio educativo.
 Fines de la educación.
 Competencias generales de la comunidad educativa, la familia y la sociedad.
 Estructura del servicio educativo.
 Modalidades de atención a poblaciones.
 Organización para la prestación del servicio, dentro de la cual se destacan:
 La preparación del Plan Nacional de Desarrollo Educativo –Plan decenal de educación–, el
cual se hace en coordinación con las entidades territoriales y tiene un carácter
indicativo para la elaboración de los planes de desarrollo.
 La elaboración e implementación del Proyecto Educativo Institucional, cuya finalidad
es armonizar los fines y reglamentos de las instituciones escolares con el
ordenamiento constitucional y contextualizar la institución escolar en la comunidad
local o regional.
 La conformación del Gobierno Escolar, integrado por el rector, el consejo directivo y el
consejo académico, buscando la participación de la comunidad educativa en la toma
de decisiones de la institución escolar.
 La creación de la Junta Nacional de Educación (público de la educación. Simultáneamente
JUNE) y las Juntas Departamentales y Municipales.
 La organización periódica de foros educativos municipales, distritales,
departamentales y nacionales.
 La competencia del Congreso de la República, la nación y las entidades territoriales.
 Las funciones del Ministerio de Educación en la prestación del servicio de educación.
 Inspección y vigilancia.
 La financiación de la educación (en consonancia con la Ley 60 de 1993).
 Estímulos especiales para las instituciones escolares.
 El régimen laboral y de contratación.
 Los derechos académicos.
 Disposiciones especiales.
Los desarrollos planteados por esta Ley han sido implementados de manera parcial en algunos casos
y en otros quedaron desvirtuados por las dinámicas sociales, por ejemplo: la elaboración de
Proyectos Educativos Institucionales sufrió un revés con la implementación de la política de
integración de centros educativos que buscaba una mayor eficiencia de los recursos y la
administración educativa; los foros educativos, cuyo propósito era el de reflexionar sobre el estado
de la educación y hacer recomendaciones a las autoridades educativas para el mejoramiento y
cobertura de la educación, han hecho énfasis en experiencias significativas y en los desarrollos de
las áreas curriculares pero no han logrado incidir en la formulación de políticas educativas que
conlleven el mejoramiento de la educación; el Gobierno Escolar no logró consolidarse como un
espacio de participación e incidencia de la comunidad educativa.

EL PLAN DECENAL DE EDUCACIÓN

El objetivo más profundo del Plan Decenal de Desarrollo Educativo es el de concitar la


confluencia de voluntades y esfuerzos de toda la nación alrededor del proyecto educativo más
ambicioso de nuestra historia: la formación de seres humanos integrales, comprometidos socialmente en
la construcción de un país en el que primen la convivencia y la tolerancia, seres humanos con capacidad de
discrepar y argüir sin emplear la fuerza, seres humanos preparados para incorporar el saber científico y
tecnológico de la humanidad en favor de su propio desarrollo y del país.
En tomo del Plan Decenal de Desarrollo Educativo se aspira articular todas las ideas y acciones que le den
sentido a la gran revolución que implica la participación ciudadana en los asuntos esenciales de su destino y el
ejercicio de sus derechos fundamentales (Plan Decenal de Desarrollo Educativo 1996-2005).

PROPÓSITOS DEL PLAN DECENAL

 Convertir la educación en un propósito nacional y un asunto de todos.


 Lograr que la educación se reconozca como el eje del desarrollo humano, social, político, económico y
cultural de la nación.
 Desarrollar el conocimiento, la ciencia, la técnica y la tecnología.
 Integrar orgánicamente en un solo sistema la institucionalidad del sector educativo y las actividades
educativas de otros entes estatales y de la sociedad civil.
 Garantizar la vigencia del derecho a la educación.

OBJETIVOS
 Generar una movilización nacional de opinión por la educación.
 Lograr que la educación sirva para el establecimiento de la democracia, el fomento de la participación
ciudadana y la construcción de la convivencia pacífica.
 Formar ciudadanos que utilicen el conocimiento científico y tecnológico para contribuir desde su
campo de acción, cualquiera que sea, al desarrollo sostenible del país y a la preservación del ambiente.
 Afirmar la unidad y la identidad nacionales, dentro de la diversidad cultural bajo los siguientes
lineamientos:

a. Educar en el respeto a la igualdad y dignidad de todos los pueblos y culturas que


conviven en el país, teniendo en cuenta la libertad en la búsqueda del conocimiento y la expresión
artística.
b. Fomentar la difusión, investigación y desarrollo de los valores culturales de la nación.
c. Hacer que la educación sirva a la protección del patrimonio cultural como eje de la
identidad nacional.
d. Superar toda forma de discriminación y corregir los factores de inequidad que
afectan el sistema educativo.
 Organizar todos los esfuerzos de grupos sociales en un nuevo Sistema Nacional de Educación,
antes de dos años.
 Promover e impulsar la ciudad educadora para la educación extraescolar.
 Asegurar que todas las instituciones de educación básica tengan la posibilidad real de
proporcionar una educación completa y de calidad.
 Ofrecer a todos los colombianos y colombianas una educación de calidad en condiciones de
igualdad.

Decreto 1860 de Agosto 3 de 1994

El capítulo VI del Decreto número 1860 del 3 de agosto de 1994 por el cual se reglamenta
parcialmente la ley 115 de 1994 (Ley General de Educación), en los aspectos pedagógicos y
organizativos generales y establece el nuevo sistema de evaluación del rendimiento escolar y la
promoción de los estudiantes; plantea la siguiente concepción de evaluación:

 "La evaluación será continua, integral, cualitativa y se expresará en informes descriptivos que
correspondan a estas características". Art. 47.

Lo anterior significa que la evaluación debe hacerse durante todo el proceso pedagógico de
aprendizaje y desarrollo humano, reconociendo los caracteres o diferencias individuales que
distinguen a las personas.

Esta concepción está enmarcada en la humanización de la educación en tanto acaba con las
relaciones de poder mantenidas por la educación tradicional.
El espíritu que contiene los nuevos parámetros de la evaluación y la promoción están orientados
fundamentalmente a la potenciación de las capacidades de los educandos y a su formación
integral.

Los informes descriptivos deben presentarse en forma clara, para que los padres de familia, los
docentes y los estudiantes puedan apreciar los avances en su formación.

Son finalidades de la evaluación las siguientes:

- Determinar la obtención de los logros definidos en el Proyecto Educativo Institucional.

- Definir el avance en la adquisición de los conocimientos.

- Estimular el afianzamiento de valores y actitudes.

- Favorecer en cada alumno el desarrollo de sus capacidades y habilidades.

- Identificar características personales, intereses, ritmos de desarrollo y estilos de aprendizaje.

- Contribuir a la identificación de las limitaciones o dificultades para consolidar los logros del
proceso formativo.

- Ofrecer al alumno oportunidades para aprender del acierto, del error y, en general, de la
experiencia.

- Proporcionar a la docente información para reorientar o consolidar sus prácticas pedagógicas.

Medios para la evaluación

"La evaluación se hace fundamentalmente por comparación del estado de desarrollo formativo y
cognoscitivo de un alumno con relación a los indicadores de logro propuestos en el currículo". Art.
48.

 Es importante tener en cuenta la evaluación diagnóstica para conocer el estado inicial de los
estudiantes y poder determinar luego sus avances o dificultades.

La evaluación diagnóstica es aquella que tiene lugar antes de comenzar el proceso de aprendizaje
o en determinados momentos del curso de realización del mismo; nunca al final del proceso ni al
finalizar un tema, unidad, período o proyecto pedagógico. Debe emplearse para conocer y
determinar el nivel previo del estudiante en el aprendizaje y poder prever las posibles dificultades
y aciertos en el futuro.

También se emplea la evaluación diagnóstica para "la determinación de las causas subyacentes a
determinados errores o dificultades en el aprendizaje que se vayan produciendo a lo largo del
proceso. En este caso, su utilización tiene lugar no ya antes del proceso sino en el momento más
necesario dentro del desarrollo del mismo".

La evaluación diagnóstica puede ser utilizada para planear, seleccionar medios, adoptar
contenidos, preparar materiales, establecer avances en el aprendizaje, pero de ningún modo para
calificar el desempeño del alumno. Con este tipo de evaluación se descarta la medición de
conocimientos pretendiendo llegar más a la esencia de las potencialidades, dificultades y
necesidades del estudiante; elementos claves en la adquisición del conocimiento.

La evaluación debe basarse en pruebas de comprensión, análisis, discusión, crítica y en general,


de apropiación de conceptos.

Aquí la comprensión oral y escrita y la aplicación o transferencia de conocimientos se convierten


en indicios o evidencias fundamentales de la apropiación de aprendizajes, en tanto permiten
establecer la relación teórico-práctica y desarrollar la capacidad de argumentación y compromiso
con las ideas y proposiciones propias, conlleva a vivenciar los aprendizajes y a transformar la
realidad del sujeto que aprende.

Las modalidades de escritura que pueden emplearse en la evaluación son entre otras las
siguientes: Resumen, recensión (crítica o comentario de algún libro, periódico, revista, artículo,
etc.), desarrollo de respuestas a preguntas o cuestionarios, informes parciales o finales sobre
trabajos prácticos, elaboración de carteles, carteleras, afiches, artículos, cartas, poesías,
autoevaluaciones escritas, esquemas o cuadros sinópticos, mapas conceptuales, construcción de
párrafos, narraciones, cuentos, crónicas, reconstrucción de hechos, etc.

En las modalidades de expresión oral a nivel evaluativo pueden darse: Capacidad de expresión,
comprensión y producción oral, explicación, justificación, argumentación, crítica, dramatización,
debates, discusiones por grupos, exposiciones, juegos de roles, etc.

El proceso evaluativo deberá indagar sobre la capacidad argumentativa del estudiante en su


realización empírica-teórica y práctica.

En cuanto a la evidencia de transferencia o aplicación de conocimientos se pueden presentar:


Aplicar modelos, comprobar teorías, idear experimentos, establecer relaciones, deducir, imaginar,
inventar modelos, diseñar y elaborar propuestas y proyectos, etc.

En consecuencia se deben planear procesos de evaluación continua donde el proceso de


aprendizaje sea constantemente revisado y reajustado. Aquí la evaluación cobra un verdadero
sentido social y trasciende las dimensiones de la institución para atender a una realidad que la
clama a su servicio.

Es importante destacar el empleo de la observación y el diálogo, en tanto permiten obtener


información válida y confiable sobre los procesos formativos y cognoscitivos de los educandos,
siempre y cuando se haga de manera continua y sistemática.
Cabe anotar que solo es posible la observación continuada y el diálogo en un ambiente escolar
donde exista una verdadera interacción maestro-estudiante y donde se utilicen métodos
dinámicos y participativos de aprendizaje que permitan verificar cambios en los educandos y en su
entorno escolar.

La observación y el diálogo permiten apreciar las diferentes cualidades de los estudiantes y a


partir de éstas hacer apreciaciones conceptuales sobre la manera como los procesos educativos
están alcanzando la formación esperada en el educando, verificando la calidad con que se
cumplen los logros esperados.

El Decreto 1860 en su artículo 47 plantea:

«En el Plan de Estudios deberá incluirse el procedimiento de evaluación de los logros del alumno.
Entendido como el conjunto de juicios, sobre el avance en la adquisición de los conocimientos y el
desarrollo de las capacidades de los educandos atribuibles al proceso pedagógico»

Es fundamental resaltar que:

"las pruebas basadas exclusivamente en la reproducción memorística de palabras, nombres,


fechas, datos o fórmulas que no vayan ligadas a la constatación de conceptos y de otros factores
cognitivos, no deben ser tenidas en cuenta en la evaluación del rendimiento escolar". Parágrafo
Art. 48.

 La evaluación de tipo memorística, mecánica y repetitiva desaparece; como desaparecen las
valoraciones numéricas de los aprendizajes.

En este aspecto ya Piaget hacía referencia contra la supuesta objetividad de las notas en cifras:

"En lugar de evaluar los resultados de los alumnos mediante notas en cifras (escala de 0 a 10 ó de
10 a 20) algunas escuelas se han felicitado al sustituirlas por algunas apreciaciones cualitativas
("bien" o aún hay que hacer un esfuerzo, etc.) que se han revelado más estimulantes y finalmente
más objetivas que las "medias", pues se sabe bastante bien que el carácter numérico o
pseudomatemático es puramente simbólico".

Los resultados de la evaluación servirán al docente para programar las actividades grupales o
individuales que se consideren necesarias para superar las fallas o limitaciones en la consecución
de los logros por parte de los estudiantes. Igualmente podrá programar actividades de
consolidación en los avances de los estudiantes que muestren logros sobresalientes.

"Terminado el último período de evaluación de un determinado grado, se deberá analizar los


informes periódicos para emitir un concepto evaluativo integral de carácter formativo no
acumulativo". Art. 49.

 
Al Consejo Académico le corresponde conformar Comisiones de Evaluación integradas por un
número plural de docentes con el fin de analizar los casos persistentes de superación o
insuficiencia en la consecución de los logros, tal como lo plantea el Art. 50. Dichas comisiones de
evaluación se encargarán de analizar y proponer las actividades pedagógicas complementarias y
necesarias para superar deficiencias; actividades que deberán realizarse en forma simultánea con
las actividades académicas en curso. Si al finalizar el grado persisten las insuficiencias a pesar de
las actividades pedagógicas complementarias prescritas por la comisión de evaluación, estas
pueden programarse además para ser realizadas al finalizar el año lectivo, o antes de iniciar el
siguiente o si fuere necesario, paralelamente a éste en las horas que diariamente queden
disponibles después de cumplir la jornada escolar. También podrán recomendar la promoción
anticipada en los casos de superación de los logros previstos para un determinado grado.

Los criterios de evaluación y promoción de la institución educativa, deben estar establecidos en el


Proyecto Educativo Institucional (P.E.I.) y deben enmarcarse en la normatividad consagrada en el
Decreto 1290 de 2009.

La promoción debe ser un proceso permanente y flexible, que dé cuenta de los avances y logros
de los estudiantes.

Corresponde también al Consejo Académico conformar Comisiones de Promoción integradas por


docentes, con el fin de decidir al finalizar los grados, la promoción de los educandos que
presenten deficiencias en la obtención de los logros, deberán recomendar actividades
complementarias cuando se considere necesario y decidirán la promoción anticipada de los
alumnos que demuestren persistentemente la superación de los logros previstos para un
determinado grado, tal como lo aclara el Art. 52.

La promoción automática no existe, esta correspondió al Decreto 1469 de 1987 y fue de forzoso
cumplimiento hasta cuando se promulgó el Decreto 1860 del 3 de agosto de 1994, reglamentario
de la Ley 115 del mismo año que establece la promoción continua y flexible, fundamentada en el
reconocimiento de las diferencias individuales y del ritmo de aprendizaje propio de cada
estudiante.

Las Comisiones de Promoción también podrán determinar que un alumno ha reprobado cuando
éste ha dejado de asistir a las actividades por períodos que acumulados resulten superiores a la
cuarta parte del tiempo total previsto en el plan de estudios para un determinado grado o cuando
cumplidas las actividades complementarias especiales, persiste la insuficiencia en la satisfacción
de los logros.

En tal sentido

"la reprobación está prevista para aquellos estudiantes que por inasistencia o al terminar el grado
y a juicio de la Comisión de Promoción, presentan insuficiencias de tal magnitud que requieren de
todo un año lectivo para nivelarse y en consecuencia no podrían asistir simultáneamente al grado
siguiente. 

Igual tratamiento debe darse al grado 11º y/o último que ofrezca la institución.
"La reprobación de cualquier grado por inasistencia debe entenderse así: el tope del 25% de
inasistencia a las actividades académicas, puede determinar la reprobación de un grado, no tanto
por las fallas en sí, sino por su incidencia en la consecución de los logros del grado
correspondiente. Esta es la razón por la cual la norma deja en manos de la comisión de promoción
esta decisión".

Es importante resaltar que la evaluación operará mediante registro escolar que contenga además
de los datos académicos y de identificación personal, los informes descriptivos y los conceptos de
carácter evaluativo integral emitidos al final de cada grado. Solo para los efectos de transferencia
de los estudiantes a otros establecimientos se emplearán los términos Excelente, Bien e
Insuficiente en la valoración de logros de cada asignatura y proyecto pedagógico. Art. 51.

Por lo tanto a pesar del parágrafo correspondiente al anterior artículo que plantea que se podrá
establecer un sistema de transición en la evaluación, utilizando equivalencias cuantitativas a las
categorías de Excelente, Bueno e Insuficiente, lo cual debe estar consignado en el Proyecto
Educativo Institucional; éste no plantea que se deban omitir los informes descriptivos sobre los
avances y/o dificultades de los estudiantes, como tampoco autoriza dentro de la evaluación
acciones tales como pérdida de áreas o asignaturas, habilitaciones, promedio de áreas, asignación
de porcentajes para los diferentes períodos o semestres académicos.

Por último es importante anotar que los resultados de la evaluación deben retroalimentar
continuamente los procesos de adecuación, ajuste y rediseño del plan de estudios y del currículo
en general y debe fundamentalmente superar la dimensión cuantitativa y el carácter estrecho y
represivo que la ha caracterizado; promoviendo la participación y fomentando la autoevaluación y
la coevaluación.

La autoevaluación no debe ser entendida como la simple asignación por parte del estudiante de
una nota (número o letra) o un concepto, sino como un proceso de autoreflexión y valoración
sobre lo que el estudiante hace y deja de hacer, lo cual debe implicar un serio compromiso
hacia el futuro en aras de su formación personal.

«El término autoevaluación [De Alba, 1991,75] se empezó a emplear para la evaluación del
aprendizaje, entendida como un proceso de reflexión y análisis crítico referido a una situación,
problemática o proceso social, a partir de concepciones y valoraciones iniciales que se van
reformulando en el proceso mismo.»

 Los procesos de autoevaluación y de coevaluación han llevado a un replanteamiento de las


categorías utilizadas tradicionalmente en el ámbito escolar: buen estudiante, disciplinado,
participativo, etc. categorías a las cuales no es posible reducir la complejidad de la vida escolar y
sus prácticas pedagógicas; dando en cambio paso a la reflexión y al análisis crítico de cada uno de
los participantes en el proceso y a la toma de conciencia sobre sus propios avances y/o
dificultades lo cual implica un compromiso con su propia formación académica y personal y una
cooperación constante con el grupo al que se pertenece.

La coevaluación debe ser un proceso de reflexión y análisis conjunto donde el grupo o los
diferentes equipos de trabajo argumenten sobre los logros y/o dificultades y se propongan
alternativas de superación y consolidación grupal y personal. Aquí es importante tener en cuenta
las percepciones de los padres de familia y de los docentes y directivos para que se dé realmente
una evaluación participativa que busque dinamizar y cualificar el proceso pedagógico y la
formación integral de los estudiantes.

Se debe crear conciencia en docentes, estudiantes y padres de familia que cada persona tiene un
nivel de logro diferente lo cual individualiza el proceso evaluativo y a la vez hace necesaria la
toma de conciencia sobre la responsabilidad que cada estudiante tiene con su propio aprendizaje y
con su propia formación.

Vale la pena explicar a los estudiantes y a sus respectivos padres que si bien hay grados en que la
promoción es automática, los logros que no se hayan alcanzado en éstos, repercutirán en el
desempeño de grados posteriores y en el momento de definir la promoción en los grados que
determina el Decreto 1860 y el Proyecto Educativo Institucional.

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