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1
Michel, Onfray. Las sabidurías de la antigüedad. Contrahistoria de la filosofía I. Traducción de Marco
Aurelio Galmarini. Barcelona, Ed. Anagrama, 2007., pp. 55
Los textos de Oliva López y Rosalina Estrada, me han permitido formular
este punto de comparación. A pesar de que La Gaceta Médica es escrita por
Médicos oficialmente reconocidos; esta fuente permite entender la situación de los
viejos médicos; conocer la historia de los que perdieron por falta de educación.
Sus creencias y sus prácticas aún en el siglo XX siguen presentes, abría que
preguntarse ¿Cómo es que lograron sobrevivir a tan devastador enemigo, la
ciencia? Sin embargo, aspiro a reconstruir la mirada de los galenos, su realidad.
¿No es a partir de nuestra otredad y del contexto histórico como se construye una
realidad? Los galenos debieron mirarse, interpretarse (en relación con su
horizonte, en base a como se le enseño hacerlo); se enuncio y, explicó lo que no
conocía buscando en su memoria. La ciencia y los viejos médicos les permitieron
mirarse y construirse.
EL PECADO EN EL CUERPO
2
Ibíd., p. 35, 55
3
Ibíd., p. 50
mayor investigación científica. En 1867, con la República Restaurada, se dio
comienzo a una nueva etapa de la ciencia en México. Durante el gobierno de
Porfirio Díaz; la medicina adquirió un papel preponderante. Dentro de los ideales
políticos; la construcción de una Nación Moderna y civilizada, aceleró el proceso
en investigaciones científicas.
4
Gaceta Médica. Periódico de la Academia de Medicina de México. Tomo X. México. Imprenta de Ignacio
Escalante, Bajos de San Agustín, No. 1, 1875, p. 20-21
La realidad del galeno era más verdadera que la del yerbatero o cualquier
otra persona que no perteneciera al campo. Oliva López, acierta al citar a Thomas
S. Kuhn. “Lo que ve un hombre depende tanto de lo que mira como de lo que su
experiencia visual y conceptual previa lo han preparado a ver.” A lo largo de la
historia lo único que hacemos es pasar de una verdad a una verdad distinta. La
existencia particular de cada hombre interpreta el mundo, lo narra en función de
ideas que se vuelven eficaces para comprender su mundo; su experiencia le
permite hacer de su realidad un lugar habitable. La ciencia en ese momento
traducía una explicación plausible con su contexto social; por tal razón, las viejas
creencias en dones curativos o conocimientos empíricos eran resultado de la
ignorancia y la astucia de gente que se dedicaba a dañar y mentir sin
remordimiento alguno.
5
Ibíd., p. 22-23
6
Olivia López Sánchez. Enfermeras, mentirosas y temperamentales: La concepción médica del cuerpo
femenino durante la segunda mitad del siglo XIX en México. Ed. Centro de Estudios y Atención Psicológica
A. C./ Plaza y Valdés, México, 1998, pp.33 165p
7
Gaceta Médica. Periódico de la Academia de Medicina de México. Tomo X. México. Imprenta de Ignacio
Escalante, Bajos de San Agustín, No. 1, 1875, p.23
La práctica sexual de la mujer, fue juzgada por los iniciados a la ciencia
médica con la misma vara que el cristianismo. La lectura que hace el catolicismo
acerca del cuerpo, es la misma lógica de Platón: La prostitución del espíritu
corrompía su materia corporal. Mientras que, el filósofo buscaba alcanzar el
conocimiento pleno por medio de la expurgación de placeres carnales que le
distraían de la meditación y el dialogo; el cristianismo dio una nueva lectura a la
idea acerca del cuerpo: confundió la seducción y el pecado con la suciedad que
enfermaba la materia corpórea.
8
Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras. Gálatas Capítulo V; versículos 19-20
9
Rosalina E., Urroz. Medicina y moral: Las enfermedades venéreas durante el Porfiriato, en: Medicina,
Ciencia y Sociedad en México, siglo XIX. Editora Laura Cházarro G. Zamora Michoacán. Ed. El Colegio de
Michoacán. Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. 2002, p. 249.
*Nota periódica de la Gaceta Médica de México, t. III, núm. 5, 31 de mayo de 1908, pp. 295-307
vista médico”.10 La sugerencia a la abstinencia sexual; también se encuentra
dentro de las páginas de la biblia:
Pero digo: sigan andando por espíritu y no llevará a cabo ningún deseo carnal.
Porque la carne está contra el espíritu en su deseo, y el espíritu contra la
carne. Porque estos están opuestos el uno al otro, de manera que las
mismísimas cosas que ustedes quisieran hacer no las hacen.11
La concepción cristiana que se tiene del cuerpo y alma, alude a la taxonomía entre
lo sagrado y lo profano. Por un lado, la materia; lo palpable; lo carnal; pertenece al
campo de lo profano. El alma o espíritu obedece al campo sagrado, es por medio
de las virtudes que podemos lograr transmutar nuestra alma profanada por el
pecado original hacia algo sagrado. Si nuestra alma se encuentra limpia y no se
prostituye, entonces nuestro cuerpo estará sacralizado y libre de toda suciedad.
10
Ibíd., p. 253
11
Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras. Gálatas Capítulo V; versículos 16-17
CONCLUSIONES
La idea que se tenía acerca del cuerpo antes y después del proceso de
secularización cambio lentamente, las ideas positivistas se enclaustraron en el
pensamiento decimonónico mexicano, sí, las palabras para enunciar los hechos
biológicos intrínsecos a la vida; no son las mismas ni en tiempo, ni en lugar. El
cuerpo humano fue comparado con un reloj; y sin embargo, su significado
resonaba en la mente de la sociedad del siglo XIX, de igual manera que repicaba
en el pensamiento de los habitantes de México siglos anteriores. Veamos: sí
antes, lo que lo pervertía al cuerpo era el pecado sentido a través de malestares
físicos, ¿Cuál es la diferencia?, de aquello que causa dolor por excesos sexuales
que desgastan y provocan enfermedad en la cascara que recubre el espíritu.
Ciertamente, para cuando se atiende un caso médico de la época; la idea del alma
en el paciente, desaparece. Aquí podemos percibir el cambio que tuvo que darse
paulatinamente. La lógica cientificista comenzaba a construir un nuevo modelo de
realidad a partir de lo que conocía (del pensamiento religioso cristiano) y de lo que
iba aprendiendo (la ciencia). Los yerbateros, las parteras etc., ayudaron a construir
y reelaborar el viejo modelo que se conocía acerca de la vida, mirándola desde
otro horizonte. Los que perdieron en la ciencia médica, los otros, le permitieron al
galeno esculpir su identidad; pulió la imagen de lo que quería y pretendía ser;
diferenciarse de lo que lo hacía igual al médico tradicional; desempolvo la imagen
borrosa de lo que quería ser y reflejar.
BIBLIOGRAFÍA