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Despierta

Despierta, levantate, sacude el concepto vacío,


La doctrina muerta, el testimonio perdido,
Te he visto veinte años ya, y no has crecido
¿serán tus raices moribundas?
¿serán tus columnas nauseabundas?
No lo puedo creer, me niego a aceptar,
Que la vasija esté vacía,
las lámparas desatendidas,
los travesaños rotos
apolilladas sus vigas.

Palpitas pero para entretenerte


Andas pero no avanzas
Corres para luego detenerte
Te bañas con tus mismas alabanzas,
Buscando heroes, soñando sueños,
Ignoras intencionalmente al pequeño
Exaltas al que mas alto grita
Aunque el buen mozo por mucho que agita
Nada estable logra perpetuar
Sinó en un anuncio su nombre dejar
O su foto en un panfleto estampar.

Iglesia hispana muestrame tu agenda,


No deseches tu estima en prebendas,
¿cuando sacudirás el infierno con tu oración?
¿cuando tus altares al perdido dará atención?
¿cuando tus pasillos dejarán de ser para modelar?
¿y sean transformados en un hospital?
Donde las heridas del alma sean sanadas
Donde comienzen nuevas alboradas
Donde caminen los mejores soldados
De esta agreste Guerra espiritual.

Tus ayunos sean para romper cadenas de maldad


No para la jactancia vana del mas “espiritual”
Tus vigilias sean terreno de preparación
Para desvencijar arrogantes potestades
Destruir los principados que en las edades
Se han apoderado de este territorio.

Destruye fortalezas autoproclamadas


Que desde la Cruz ya fueron desechadas
Redobla tambores de Guerra
Retoma con astucia certera
Los territorios perdidos
Las fronteras vencidas
Que no supieron dar tregua
A un destructor que a la legua
Conoce ya su condenado destino.

Fortalécete en la Santa Palabra,


Que en esta batalla encarnizada
Cada versículo será una espada
Cada capítulo sera endurecido escudo
Que hará rebotar al Diablo desnudo
Que no supo estimar su vestido de Gloria.

Mientras tanto para tu desfile triunfal


Desechando toda práctica vanal
Embellecete en la hermosura de Su Presencia
Busca en lo que haces la exelencia
Revistete con la sencillez y humildad
Que dá la Gloria al Creador de la humanidad.

Forja tus armas, traza el tejido,


Define tu objetivo no en el olvido
Ni en la rutina recalcitante
Que ahoga en tu ambiente desesperante
Las ovejas fieles que yo admiro
Por su paciencia y su suspiro
De esperar un mañana diferente.

La tierra se sacude, el Rey viene pronto,


Y sera una verguenza, sera muy tonto,
Que te entregues a una vaga espera,
Y no te decidas a mover tu frontera
No apenandote que el maligno
Sigue triturando aquellos que son dignos
Que en tu coraje y valentía
Les rescates con tu amor cada dia.

Javier Reyes.
Meriden CT. Enero 23, 2010.
(a la Iglesia hispana en Connecticut)

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