LA MUERTE DE ACTEON:eutelequia 04/08/11 10:38 Pgina 41
La verdad est en la mirada, condicionada por ella; sa
sera la conclusin del pensador francs. Una mirada que arroja luz sobre aquello que quiere enfocar y que, en ltimo trmino, no hace sino devolverle una claridad que no le perteneca. Se manifiestan densidades y volmenes, se descubre un cuerpo, pero en el instante mismo en que des-cubrir supone cubrir de una determinada ideologa, arropar de discursos, de prcticas, sean cualitativas o cuantitativas, y que en el discurso mdico se identifican con especial facilidad a travs de sus documentos y testimonios histricos. Su obra El nacimiento de la clnica da buena cuenta de este paso desde la totalidad de lo visible a la estructura de lo enunciable, del enfermo a la enfermedad, del cuerpo aquejado al cuadro mdico: El nacimiento de la clnica poda subtitularse arqueologa de la mirada en la medida en que cada formacin mdico-histrica modulaba una luz primordial y constitua un espacio de visibilidad de la enfermedad, poniendo de relieve los sntomas, unas veces como la clnica, desplegndolos en capas de dos dimensiones, otras como la anatoma patolgica, replegndolos segn una tercera dimensin que devuelve al ojo la profundidad y al mal un volumen (la enfermedad como autopsia de lo vivo) (Deleuze, 1987: 86). La visin integra en un dominio, en un determinado campo del saber, el fenmeno observado, y a partir de aqu los fenmenos sufrirn el trastorno del lenguaje, se cargarn de los prejuicios de un campo de saber, se sedimentarn por el influjo de una disciplina. Vemos a travs de un lenguaje, se hace medicina dentro de un discurso. En lo que se enuncia, y en lo que se calla, se contornea una mirada, una prctica mdica, una ideologa de aquello que es, o debe ser, el cuerpo y la normalidad de los cuerpos: un orden que rodea los cuerpos, los penetra, los trabaja, que se aplica a su superficie, pero tambin se imprime hasta en los nervios y en lo que otro llamaba fibras blandas del cerebro. Un orden, por tanto, para el cual los cuerpos slo son superficies que es preciso atravesar y volmenes que deben trabajarse, un orden que es algo as como una gran nervadura de prescripciones, de modo que los cuerpos sean parasitados y atrave41