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ncertada.
Él, de nuevo al volante, se limitó a sonreír y entró en la parcela. El
camino de hormigón que partía de la puerta llevaba directamente a la
cochera, mientras que el resto del terreno estaba cubierto de césped. La
casa, que ocupaba el centro de la parcela, era de diseño moderno y estaba
distribuida en dos plantas
ncertada.
Él, de nuevo al volante, se limitó a sonreír y entró en la parcela. El
camino de hormigón que partía de la puerta llevaba directamente a la
cochera, mientras que el resto del terreno estaba cubierto de césped. La
casa, que ocupaba el centro de la parcela, era de diseño moderno y estaba
distribuida en dos plantas
ncertada.
Él, de nuevo al volante, se limitó a sonreír y entró en la parcela. El
camino de hormigón que partía de la puerta llevaba directamente a la
cochera, mientras que el resto del terreno estaba cubierto de césped. La
casa, que ocupaba el centro de la parcela, era de diseño moderno y estaba
distribuida en dos plantas
Cuando la puerta de la zona de llegadas se abri delante de ellos,
Emma escane rpidamente a la gente que aguardaba fuera, pero no vio a nadie que pareciera de la prensa, as que respir tranquila. Pese a todo, se cal la gorra y agach la cabeza. James le rode los hombros con un brazo, atrayndola contra su costado, y ella sonri a la vez que alzaba el rostro hacia l. Estaba guapsimo con la mandbula cubierta por aquella barba de varios das, las grandes gafas de aviador y el pelo revuelto. Pero cundo no estaba James guapo? Se dirigieron a la salida del aeropuerto mezclndose con el resto de gente. Haban estado temiendo el momento de poner un pie en Los ngeles por si la prensa, de algn modo, saba de su regreso, pero por ahora pareca que seguan en paradero desconocido para los paparazzi. Si Emma haba sido durante unas semanas la mujer ms buscada del planeta gracias a la aparicin de James en televisin ofreciendo una recompensa por ella, poco despus ambos se haban convertido en la pareja ms buscada cuando se descubri que, finalmente, James haba dado con ella y, en lugar de regresar a Los ngeles como una pareja feliz, haban desaparecido juntos. Durante los meses que haban pasado fuera, personas annimas que vivan o estaban de vacaciones en India, China, Tailandia y otros destinos exticos, haban compartido en las redes sociales fotos posando con la pareja que no hacan ms que avivar la expectacin de volver a saber de ellos. ?Menuda publicidad le estis haciendo a la pelcula. ?Les haba dicho un da Sean cuando hablaron con l por telfono.? No dejan de hablar de vosotros y la prensa se est rifando las entradas para las presentaciones de la pelcula, pues todos os esperan para la promocin. Pero su desaparicin y las fotos que ocasionalmente aparecan en la red no eran para nada una estrategia de marketing. Lo primero eran unos meses sabticos ms que merecidos y lo segundo lo segundo era inevitable, pues cuando alguien los reconoca y les peda una foto, no podan negarse sin parecer unos maleducados. Haban regresado en un par de ocasiones a los Estados Unidos, como cuando regresaron a Nueva York para pasar la Navidad con sus familias, pero nunca a Los ngeles, la meca del chismorreo. Al llegar a la salida del aeropuerto, un todoterreno deportivo de color negro los estaba esperando. El conductor les ayud a subir las maletas y despus le tendi las llaves a James. ?Bienvenidos a Los ngeles. Espero que tengan una buena estancia y que vean a muchos famosos. La pareja intercambi una mirada y sonri ante aquello. Le dieron las gracias al trabajador de la compaa de alquiler de vehculos y se montaron en el coche. ?Dnde vamos? ?interrog Emma al ver que no reconoca el camino que segua James. ?Tengo que pasar por un sitio ?respondi simplemente. La joven se acomod en su asiento y se relaj con la msica que sonaba por la radio. Cuando se fij en que estaban cerca de los Estudios Universales, pregunt: ?No vendremos a trabajar. ?No, mujer, s que ests cansada despus de unas vacaciones tan cortas. El coche comenz a serpentear por las calles residenciales que haba entre los estudios y el conocidsimo cartel de Hollywood. Se gir para mirar a James. ?A quin venimos a ver aqu? ?Ya lo vers. ?Se supone que es una sorpresa? ?interrog sonriendo ligeramente?. Para m? ?Claro, cario. Nos he comprado una casa.
?En serio? Espero que tenga al menos veinte dormitorios y treinta
cuartos de bao. ?Para qu quieres tantos cuartos de bao? ?Los actores hacemos pop como el resto de mortales. ?Si necesitas treinta baos para veinte dormitorios, es que haces ms pop de lo normal, creme. Continuaron ascendiendo por las calles de la colina hasta que James se detuvo frente a la puerta automatizada de una parcela. Se baj del coche, se dirigi hacia el buzn de la misma y, tras meter la mano, sac un mando. Para sorpresa de su acompaante, al pulsar el botn la puerta