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HISTORIA FAMILIAR

Y LA OBRA DEL TEMPLO


La Bendición mayor para un miembro de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los
Ultimos Días, es verse las manos todos los días y observar que en cada una de las
facciones se graban los nombres de aquellos que esperan la oportunidad de que una
ordenanza se realice por ellos. Recientemente llegó un hermano al centro de historia,
con el fin de buscar más nombres de sus antepasados. Sin embargo tuvo el sentimiento
de pedirme que le enseñara su árbol familiar y cuando lo vimos había una cantidad de
personas por quienes supuestamente ya se había trabajado, pero en el diagrama
aparecía como que no se habían realizado las ordenanzas.

Testifico que sé con todo mi corazón que esta es una obra de fe (acción), la amo,
la he visualizado como la hermosa bendición de no ser desconocido en aquel
mundo, de no tener miedo de llegar allá porque me esperan y me aman. El
Salvador Jesucristo nos invita a trabajar por nuestros antepasados, porque su
misericordia se extendió llevándoles el evangelio a su mundo. Anímense,
veanse las manos, desarrollen amor, desarrollen fe, utilicen su conocimiento y
vean más allá de la visión de este mundo, en el nombre de Jesucristo lo
comparto.Amen

El me replicó diciéndome, pero eso ya se hizo, al explicarle que no se encontraba en los


registros como terminado, comprendió el porque la insistencia en su mente de ver el árbol
familiar, sus bisabuelos estaban reclamando su oportunidad, porque estaban todos los
datos pero nadie hacia lo necesario para darle fin al proceso del inicio de su salvación. En
nuestras manos se encuentra la oportunidad que ellos necesitan, solamente depende de
buscarlos, pues un día dieron su vida por nosotros al venir a esta tierra en un tiempo de
oscuridad y solo quedan sus registros para que reciban las ordenanzas salvadoras y
exaltadoras, por causa de que en su tiempo aún no había sido restaurado el evangelio de
Jesucristo. No desperdiciemos los recursos que el señor ha puesto para comprometernos
con nuestros antepasados, no los dejemos solos con el sufrimiento inmenso de escuchar el
evangelio en donde viven siendo impotentes de hacer convenios con el señor por si
mismos.

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