Te has hecho alguna vez esta pregunta: Cmo consigui mi
iglesia a los hermanos que nos ministran? Seguramente no fue a travs de un anuncio en el peridico, tampoco fue por medio de una agencia de empleo. Cmo los conseguimos, entonces? La respuesta la encontramos en Efesios 4:11: Y l mismo constituy a unos apstoles, a otros profetas, a otros evangelistas, a otros pastores y maestros. Ha sido Jess quien ha dado estos regalos a la iglesia! Este da, celebramos el Da del Ministerio Cristiano. Hoy damos gracias al Seor por nuestros hermanos que nos ministran todo el ao en uno de los cinco ministerios bsicos de la iglesia. Has pensado en todas las horas de preparacin de los ministros de alabanza antes de ministrar el domingo? En todas las semanas que tu lder de Clula ha ido a ministrarte bendicin del Seor, haya o no buen tiempo? Y es solo a manera de ejemplo, porque nos faltara el espacio para hablar del trabajo de los maestros de Escuela Dominical, de las brigadas del ministerio de Servicio (Accin Social) y de muchos ministerios ms que bendicen nuestra iglesia. Hoy, su iglesia les ofrece un merecido reconocimiento, pero no olvides que la iglesia no es un edificio; la iglesia en un Cuerpo. T y yo somos la iglesia. Qu podemos hacer para mostrar nuestra gratitud y aprecio a quienes Dios usa para ministrarnos? Hay 3 maneras prcticas: 1. Reconoce su trabajo. Muchas veces no valoramos el trabajo que nuestros hermanos hacen. Sabes lo que significa hacer comida para 300 personas, como lo hacen las hermanas del ministerio de Comunin? Muchas veces simplemente nos sentamos a la mesa y ni siquiera damos gracias a las hermanas que trabajaron durante horas para preparar esa deliciosa comida? 2. Alintales con tus palabras. Felicita a cada hermano que veas con un distintivo de ministerio. Dile en tus propias palabras como aprecias su ministerio. 2. Colabora en los ministerios. En ocasiones pensamos que ellos tienen la obligacin de hacer algo; en realidad, la responsabilidad es de todos, pero hay quienes nos coordinan para hacer esa tarea. Cuando se pida tu ayuda hazlo de buena voluntad, recuerda que la obra de Dios nos corresponde a todos. Este da damos gracias al Seor por todos los hermanos que nos ministran en San Pablo. No olviden que su trabajo tiene grande galardn! Hay alguien que ve lo que ustedes hacen. Hay alguien que nunca olvida el trabajo que hacen en su nombre.