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Matrices Se? ai de viento d Gustaf y e Sobin Antologia : sombra poética, eee 1980-1998 Traduccién, prologo y seleccién: Tedi Lopez Mills nearest Quisiera agradecer al Fideicomiso para la Culeura México-Estados Unidos, al Fondo Nacional para Ia Cultura y las Artes, a le Fun dacién Cultural Bancomery ala Fundacion Rockefeller la beca que ime otorgaton durante un afto (1995-1996) para llevar a cabo esta antologia. También a Gustaf Sobin, por toda su atencidn, su gene- rosidad y sus observaciones acerca de mi trabajo. Tedi Lope: Mills ‘nn Fot de porada: Fragment de wna escultura gloromana, Museo Grane, AicenProvence, Gustaf Sabin (Goordinasion storia: Luis Coris Borg, CCados Gasees Torey Carlos Mapes ‘Disefio: Pablo Lata Gost Sobin, Macices de let y de soma: 1999 © 1999, Gustaf Sabin © 1999, por la raducein: Ted Lopes Mille © De est edt [tiores del Hotel Ambosunds Agus 155 Pedeeal de Son Ange, 01900 Masico DE. ISBN 968.6737.073, “Elciin nolcrntin seis con el apoyo del Fieicomisopurala Culture Méico- Eras Unico, cane objeto de difiniren taduccones mexicans lo poesia noe texmeriana contamporinea Trmpreo hecho en México INDICE Prélogo, 9 Wind Chrysalis Rattle (Cascabel de ta crislida del viento) Que es una crislida el universo, 17 Himno: para la serpiente, 19 Das veces, 21 Notas desde un huerto, 22 Todas las octavas simultineas, 24 Hélice, 27 Chaplade: verano, 28 Isaian, 30 Terra Alba, 31 Chaplade: otoo, 33 Hélice, 34 Calabrasion of the Sound Throtgh (Colebrariin del somide a través) Cesura: a mediados del verano, 36 Oda, 42 Fraseos, 46) Ca dor, 49 Leis Espaventaus, 5 Corezos en flor, 53 Mandolinas, 55 Ensayos repentinos acerca de las sombras y la sustancia, 57 Bronce: un ejercicio de estilo, 60 Violetas, 63 Laguna: reliquias, 67 ‘The Earth as Air (La tierra como aice) Madtigal, 72 Almendros florecientes: afuera y adentro, 74 Rebatio de alientos, 76 Once euartetas y una nota desde Ventadour, 80 Cuadernos 1980, 83 Rayo, 86 Mand, 92 Voyaging Portraits (Retratos viajantes) Ni de viento ni de anémonas, 94 Teiio, 96, Nilo, 98 Januarius, 104 Fragmento: de un almendro en flor, 107 ‘Una flora que empieza con viredos, 109 ‘Un aurorretrato como instrumento de sus sflabas, 111 Ferrara sin levadura, 125 De nuestro signo floral y ascendente, 129 Breaths' Burials (Entiervas del aire) ‘Como si estuviera escrito en un libro de vidrio, 131 Angustia y metifora, 133 Idioma, 134 Naar, 135 Un retrato sin rasgos, 137 Una especie de retrato 2 mediados de matzo, 139 Entierros del aliento, 141 Eckhart, 142 Vendimia, 144 San Verdin, 145 Towards the Bianched Alphabets (Hacia los alfabetor blanqueados) Bajo los huertos resplandecientes, 146 Pastoral, 148 Fugas: toda la noche el neolitico, 150 Réplica: Ars Poetica, 152 Hacia los alfabetos blanqueados, 155 Chasselas, 157 El guitarrista: una celebracidn en gris, 158 ‘Aura, aureola, 162 Garde Fou, 164 Oééss, 166 Rapwo, 168 Epllogo. Entrevista con Gustaf Sobi im PROLOGO 1 Los datos de la vida de Gustaf Sobin son como un ejercicio de austeridad. Nacis en Boston en 1935, se trasladé a Francia en 1962 se mudé a Provensa ~o mas precisamente al Vaucluse— en 1963. Eligié el regio de Petrarea, ese “valle estrecho, aunque soitario y deleitoeo.. a veinscineo lilémetros de Avifién, donde el Sorgue, rey de todas las fuente, tiene su origen”.' Su pueblo diminuto se llama Les Maquignons, que significa “comerciantesde aballos" "Es tuna ladera cubierta de vitedos y de una racién mesurada de casas, donde lo mucho vara el rigor con el que se suceden las estaciones. Sin embaigo, en el sgiovse inicié ahi un milagro quelveyo recorio, toda la comarca: San Vern maté a un dragén y en honor de esta hhazafia se exigié una capilla romanica en el siglo Xt El privilegio de vivir en un tesitorio donde és es el hecho hist rico mis reciente tere también algo de milagroso. Sobin esribe en tuna pequesiacabassasituadaa menos de un kilometro ce doncle cays el dragon. Esto bastaria para mitjgar la frogalidad biogréfica que parece condenarlo a ser duefo slo de una obra. Pero Sobin cultva $4 propio vaio, alejado.de Tos avatares de una geograia que convive tan estrechamente con I metéfora que el poema parece ser sélo om consecuencia de una causalidad natural. Su labor ha consistido, en parte en desviarlavetosimilinud deest ito. Su"paisajeseméntico", " Pesracca, “Epis a le posteidad’, de Levers from Porc, seession y traduccion de Mortis Bishop, Indiana Universi Pes, 1955, p 9. * Sega la propa explecion de Sebi, "mmaguignens” proviene deta ale ma, ‘que tant er el orgen dela palabra maquile. Los comerciantes magutllaban 2 sus eaballor afin de que lcieran mls sanos 0 mds jévenes, yas los vendlan & ‘un mejor precio, ‘como él lo llama, tiene trazos de un descframiento paleolégico, de ‘um intento de fabricar la {Srmula de una tabula rasa, pues Ia escrivura de Sobin se acumula en un lugar ya sobrescrito. Por eso sus poemas cstin atravesados por zonas de silencio. Por eso también quiz tien- den a prescindir de los nombres propios: sélo en la vaguedad del nombre genérico puededarseelsimulacrode una metéfora primigenta. El cediro, el ciprés, el pino contienen ya, en Provensa, Ia historia de tuna literature; el mero érbol, en cambio, puede funcionara la mane: 1a de un génesis antimitolégio del poema en tanto artefacto, del ‘poema como un acontecimiento del idioma y ya no sélo como una fenomenologia. En esto Sobin esti del lado contrario de su gran antecesor norte americano en Provenza. Erra Pound establecié las pautas de ese reinoliterario yescibié desde el centro de una cultura que, en cierea forma, invents, Sobin lo ha hecho desde sus orillas. Lo suyo es ‘menos la parifrasis de una tradiei6n que el intento de enmudecerla a fuerzade perpetrarel registio de wna vor auabuoe, En sus petit, cuya errancia rtmice sevincula con la tonalidad de William Cazlos Williams, todo parece haber quedado fuera, como si la omisién representara la Unica tictica posible para que el mundo sea una ‘experiencia impersonal que carece, digamos, de las referencias mas {ntimas a un canon, Lo que no se omite esl presencia casi tictil de ‘una estructura. Sobin abole la tradicidn en su nombre. Es Ia estruc- ‘ura la que remite a esa nostalgia oracular que persigue a la poesia, como st alguna ver hubiera poseido el poder de predeci la verdad; es la estructura, tambien, la que “desafia el peso de lo explicto". Lo ‘que queda adentto, el contenido, es sélo el efecto de una construc ci6n que, mallarmeanamente, buscael silencio, Eso que l Pound de los trovadores no hacia mas que tehuir. La conciencia lingifstica del mundo es un peculiar estado del ‘alma que nace mas bien en Francia. Sobin la incorpora pero con un, iro distinto, pues en su caso el paisae se convierte en el sitio donde ‘ranscurze la memoria, y no tanto la conciencia, de una lengua. La reorla del idioma equivaleentoncesala percepcién exaciade la nat raleza, y Ia percepeién a un recordatorio de los nombres y de las scciones que ocurren afuera. Extrafiamente, a pesar de su abstrac cin, la poesia de Sobin esti lena de sucesos, sus imagenes estén ancladas en los hechos. Todo es exterior; lo interno es slo la cap tacién semiintica de algo tan concrero como, por ejemplo, a sombra el almendro, que es la primera del alo, ola nieve arrastrada por viento o el crecimiento de los hongos, que él lama ‘la carne de la via", La abstraccién persistente es un resgo de temperamento, no eLresultado de una metafisica o de una estrategialiteratia. En cierto sentido, es la aemésfera que transmite Ia temperatura emocional del poema, su recipiente mis adecuado, pues las palabras tienen otto fin: deben moldear la circunstancia de la mesifora, no las veleidades sencimentales que crean la ficcién de una identidad. Es dif sabersi, en Sobin, las paradojas son un accidenteo una forma de realismo, lo abstracro que circunda # lo conereto, la estructura que es el andamiaje del silencio la imagen despojada de referentes poéticos que es el desafio alas metiforas de uns tradicién. {Be Provenes o son las trampas de una seorla? Supongo que uno puede escoger vivir en un lugar por la cantidad de literatura que con- siene;enesto, Provenza tiene pocos rivales. Uno también puede elegit tuna teoria sin darse cuenta de que al hacerlo se decide por un estilo. En Sobin las dos cosas se mezclan, ellugarylateorl, y desembocan, primero, en un destino, y luego en una especie de antinomia, una estécia regida por antipodas. De un lado, le ateadia provenzal, ese roto de paraiso secular donde la bellesa funciona ran perfectamente «que parece encarnar una prueba fisica dels existencia de Dios; done de hay tl proliferacién de tépicos culturales que se ha convertido en. tuno de los escenarios predilectos de los actores “sensibles” de Holly: wood: donde la naturaleza es tan textual que cualquier libro sale so- brand. Del otro, una teoria de la persecucién seméntica que esta- blece relaciones casi puritanas con la expresisn, que excluye sus propias certezas para revelar sélo los ttubeos, que restringe el alcan- ce de su conceimiento por temor a perder el vinculo moral con To que ignora. Esta ambivalencia le otorgaala obra de Sobin una cuali- dad quebradisa, fri como si cada poema viniers equipado con su propio mecanismo de autodestruccién. Pero, asimismo, consolida ‘unequilibrioy una reciprocidad el lugarylateora seredimen mutua- ‘mente, en todo caso, la paradoja que queda, la iltima, es el poems. Dentro de este juego dificil de balances, sigue habiendo un hecho insoslayable: Sobia es nomzamericano y, aunque cueste abajo sicuarlo en el abigarrado contexwo de la poesia de Estados Uniios, vale la pena porlo menos imaginarel nicho que ocupa. Hay una via cil lade los exsxiones narteamericanos expatriadas en Firopa. Fl propio Sobin reconoce que su primer ejemplo de literato fue Heming ‘way y que en él vislumbré las buenas costumbres que produce el cailio, Peto en realidad fue un francés, el poeta René Char, quien lo Hew’ a nbandonarsu pais, menos por uns preferencia geogrifica que por el deseo de estarcerea de un maestro. El exlio de Sobin, por lo dems, ocurrié fuera de época, cuando los poetas norteamericanos eran trotamundos, ya no expatriados, y cuando, como dice Eliot ‘Weinberger, “por primera ver en el siglo, la poesia norteamericana se estabe escrbiendo casi en su torlidad en Estados Unidos"? Sobin, por consiguiente, es una excepcién en esta historia ylo es en el omro sentido, el lierario. Los dos poetas norteamericanos que, > Eliot Weinbarger “La poesia noreamericans desde 1950: una muy brave Isola, publieado en Una anclgia de le poses nonzemerzana dade 1950, del ptopio Weinberger, Meee, Ediciones del Equlibrst, 1992, p.582.Cracasaesa fntclgladescubst le obra de Sobin, en taduccin de Mateo Aurelio Major. sequin lequedan mas préximos son George Oppeny Robert Dun- ‘ean, ambos excénticos en relacién con el mainstream. Menciona tambien a Creeley ya Snyder. Pero étas son preferencias, equivalen- tes a decit Manley Hopkins Valéry, no clavet para etucidar un contexto, El nicho de Sobin estt afuera, en la intemperi, en “la sucesion de olla", como el die, Su relacién con Estados Unidos es tan periffrica como Ta que tene con cuslquier otro pais, pues su cosmovisién no parece incluir Ia escueta categoria de lo nacio nal. Para el hay espacios y adentro el idioma que los abre o los cir cunscribe; hay, de un lado, aetos, objetos y palabras, ys del oto, silencio. O hay pasado, uns historia que ya se cont, no el presente cuya esfera de acontecimientos siempre esti reyida por una politica de interpretaciones. Elesiliode Sobin noes beligerante, Sureclamo a Estados Unidos, en todo caso, es que exté tan lejos de Italia y de Espatia y no en una orila de Francia, Sus diferencias son de carécter histérico: un pais sin Eded Media ni Renacimiento no es unacvilizacién, sino séloun tertitorio. ¥ tal situacion no puede més que reproducis nociones absolutas de To inmediato que valen slo st son un recurso, no si representan la Unica suma de posibilidades. Sobin, al esierse, ha quetido modifica esta magra intercesion del tiempo que consists en sersdlolos minutos que pasan, yalterarlaescenografiadesus recuer dos mas primarios y de su panorama inical a fin de que incluya, junto al Boston fortuito, délmenes, aeueductos romanos foralezas tmedievales. Ylo ha hecho con Ia modestia de un aprendiz que sabe aque siempre estar rezagado y que se conforma con Ta tarea sutil de smedir las sombras o la lus de un sitio ya colmado de proporciones, las largas caminatas por el Vaucluse han sido parte de este aprendizaje, En ellas Sobin ha descubiero no sélo algunas de les claves de su pottica, sino también unaaficin exploratora, la arqueo Josfa, quelehe permitido aduenaree de un tesorodignode un museo rminimalista: asas de vasljas romanas, pequefias caberns, troros de 8 frescos y de tumbas, Cada objeto encontrado revelael cédigo antiguo de una angedota que Sobin cuenta como si fuera un asunto de su propia vida. Incliso es el tema de su obra ensayistca.* Ya a estas aleuras Sobin se ha converido en un coleccionista respetable no tanto de objetos como de predieciones acerca de los que ain se po- Es un lector cuidadloso de archivos y un arduo observador de cuslquierirregularidad narrativaen la reconstruccfon drian encontr del mis minimo monumento. Esto basta para regularizar st mester de extranjeria, Es un hombre del Vaucluse. ‘Sus pesquisas incluyen otra dimensién més elemental: una arqueo- logiade a erosisn delas rocas, del lanco dilapidado de algin monte, de le rama pertrechada tras una malla de hiedea, de Ia cueva abierta, por el agua. Sobin es experto en los habitos mas inclementes de su regiGn que, en cierta forma, son la calea material del movimiento de sus poemas. En su estrofa, tan vertical como el deelive de un risco o lacaida de une cascada, esté Ia constancia de una evolucién nega tiva, de una degradacin por el simple ahinco de la temporalidad. La sintaxis eliptica el verso breve, la puntuacién nerviosa son signos de ‘una vision que también padece los efectos de lo que percibe. El ojo y elaliento los dos pilares de la poesia de Sobin~ se gastan en la ‘misma medida en que perticipan como testigos y transmisores, en ‘Que se enmarafian en un caos enunciativo que luego se desenreda, se aclara, en la superficie de la imagen, No hay cabida para la subje + Peérimamente se publica en Estador Unis el ibro de ensayosaxqueolé sheosde Sob: Luminous Debs Reading Anas in Provence end Longue, Cabo ‘menclonar, ademas, que Sinha publica dos novels: Venus Bae Bloomsbury, 1991)y Miro: Nov of Provence (Bloomsbury, 1992), Acsalment, prepara ina tividad y, hasta cierto punto, tampoco paraellirismo, pues el mundo no debe correr el riesgo de ser el postulade de una frase, de perder sucalidad extsinseca de aquello que Sobi llama lo “palpable”: una entided oblicua, nunca vista, sino sélo atisbada, El poema reconstruye asi una utopia precaria, pues en ver de aspirar a una toralidad aurosuficiente, busca establecer un régimen inestable de fragmentos. Como en el museo minimalist, las piezas, ‘nunca se unen, simplemente insindan, con su colocacién, el hueco dela figura completa. ¥ no hay truco; es decir, Sobin no utiliza esto ‘como un artificio para esquivar a su lector. Su fidelidad es prueba de ello. Cada poems, alo largo de sus libros, piensa lo mismo, dice slo to que sus palabras le permiten decir. Y éstas son de un registro voluntariamente reducid, porquelo opuesto, Iaamplitud, significa: ria quel vocabulatio yel mundo son dos cosas separadas y que uno puede llenar el poema hasta transformarlo en una especie de Deus ex machina, Nada més ajenoa Sobin que el poder del demiurgo, que la creacién coercitiva, En su caso los pedazos son una demostracion, ‘ica de uns faltacompleta de auroritarismo. Estal su honestidad que ‘nunca ha traicionado su primer instinto y, por tanto, su primer est {o, Sinembargo, hay una desesperanca, muy contenida, que conven «eal lector de que Sobin, si pudiera, revelaria toda la verdad. Es difcl hacerla seleccién de una obra tin cuidadosamente parecida asi misma. Los seis libros de Sobin son como un monolito inque- brantable.* Por fortuna, la imposicién de un método de lecaura me facilité Ia tara: ls antipodas que ya mencioné, el lugar y la eoria, * Los etlos de los libros son los siglencss Wind Chrysli's Rae (The Montemiora Foundation, 1980), Celeaion of he Sound Through (The Montenvors s aan ese°eer los poemas donde ambos exremos muestran ‘oda la densidad de su ambivalencn, Lo demis obedecié al gusto 0 Al previo, que fin de cuentas se asemejan mucho. El resultado, ‘scha al oxime Ia brevadad slabica de ingle con one en Mite a tao, que no eabe en sonotidades tan comprancian Mlintenciin feequelos paemastuvierin eames Fesonanca tense, per nccion generada por la esrecha contigo, pero st Teviodosiremediablemente mis largos. Evité cerns reiieceiones dk Sobin, como lade romper el verso 4 mite cn palabra. En Ida ato" OP I Prejico, Peo en gener opt por Rene lide. Cisoaueeslamormaneadequestlecorsdvenalawnn elusiva de esa obra, TLMd Ones pacts 1982 The Zonk os Ar New Decons, 196, Veragine Porras sacs Gone 198), Boat Burt New Biostar 1995), y Towards the Bical Ahab alsin Hovee Pus sng cas a8 Biter nso de ent thio peered selcln Publique on rnd Maes EEE POI ot de Soins Oday nea logan atte, Misica, Eldorado Eines Serine Bros ee 6 De Wind Chrysalid’s Rastle, 1980 QUE ES UNA CRISALIDA EL UNIVERSO, (Cumpleatios de Blake) Que es une crisilida el universo. ‘Que todas las casas que son, son emanaciones continuas. su ser es un devenir perpenio. = su devenit es el aliento del deseo. ¥ el deseo es perfecién, ‘Que todos los inerementos son equivalentes La esporaes al clavicordio del arbol El lavicordio es deseo. Que al crear extendemos la energla misma que nos crea Que esta extension es espacio, — Que el espacio, el espacio donde nos movernos, “ «sts echo de los crises diminutos que murmuram a el impulso que se hace percepuible. EL intento de elmacenar 0 aslar el impulso es tirania, No secuencia, sino desarrall. ‘Que el genesis es un viento. 1a rose se rina la noche nada, tt {Que los ojos son para siempre mas veloces que sus espejos ve Que la estructura es sombra. a debe incendiarse en flamas como gesto, Que la mi movimiento, ecto Que el pasado atin no ocurte. Que sélo la oxila es dominio. Sélo I orl desl, Que nuestro deseo es liviandad. Aceleracién. Y lo que llamamos “auuieud” es la velocided inconcebible de nuestra carne que pienen dentro de la misma cadencia espacial del uni La embestida de un solo susurro. {La linka, el rayo! ‘Que ka vida, en sus espasmos extiticos,toce el resplandor dela muerte, ‘Quelos sentidos tendrin I ridiscencia de sus sensaciones infinitas ‘Que nos convertimos, finalmente, en el espacio que hemos creado, ° Gineratrie florecente 9 genio de cade aliento nuestro, e HIMNO: PARA LA SERPIENTE lo mas dificil: ver ander el cuarzo negro cen cada cteatura cada cosa, la labor del santo, vivir su iluminacién y nunca aduefiarse de ella, poseerla oexpeletla hacia el mito: el de otzo. sino destripar las sombras enelhondo barranco. soltar ala serplente, ver no las escamas con su brillo veloz, sino la lama: Ta negra luz inmaculada de la que esti hecha y donde se mueve yes, la creacién ue se enrosca quimicamente alrededor de su creanien separado no enjaulado en los sentidos el frio prejuicio de Ia visién (el universo torcido hacia la perspectivade uno mismo) sino la cuerda, con sus ecos en la came didfana, Ja Hama, su resonancia, encarnada zumbando en cada luz, separada, de nadie sino del resplandor en cada uno que cada uno ve (sus cos, desnudos) en al otro. 19 dlsanto entrontzado en las mismas Hamas de la serpiente (ou mente, cegade por la luz, los huesos de su espejo, cegados) ve através de Ia forma de le serpiente Ia espiral negra extitica, alcuarze, el cuarzo floreciente en ambos que trepa, esencial (mientras Ia creaturaparpadea en el vient, ajena, y viaia hhacta su roca) Io ve: ‘sus milageos viven: asesinos, inocentes, guales. DOS VECES Ja tierra azul secolumpiaen Je mente, yla mente en la carne que belbucea: el espititu somatico. ve como sus palabras: humo y viento, se enroscan raidas alrededor de las uvas gordas oxidadas., ° ellargo cuerpo resinoso yace, inmévil, sobre alloy miembros, labios y 1 liquido espeso en la ceniza_velor del sol. NOTAS DESDE UN HUERTO entré en el huerto, el hielo repleto, la azul celestina del huerto floreciente. they palabras tan anchas, tan violentas que basten para comprender nuestra inocencia? ‘me aventure en el brillo ensordecedor: Ia sangre, Tn eangre tanida de estas ramas inmctas que se encumbran, como pias por el silencio. tuna abeja cincela su masa ftia, nebulosa, y afiade su octave. no hay polos disléeticos de enormidad; sélo estas vibraciones crudas, ensartadas; dirigidas con obstinacién hacia si mismas. algo dentro de mi se dirimia. los vestigios éseos de una vor perdida. los tkimos yy los primeros luchadores. no somos lo bastante humanos como para oir lo que oimos (para tocar lo que, con apecencia, sentimos). ‘oh dicha, su horrible enredo. el flujo amoniaco, ‘Un infiemo fue lo que hicimos ydesmenuzamos el eco. de estas palabras enramadas, leepo euférico que no pudimos arrebotar. sé veloz. en el viento las flores fosforecen, se adensan. algo en mi que no es mio tocaria la cuerda vy quebratia los anillos que me ensortijan en esta oreja de la oscuridad. TODAS LAS OCTAVAS SIMULTANEAS. para Rhiannon Vila tcrra como algo provisional. ‘Vi cada cosa en su soledad muda, extitica Alla fria. Muriecas veloces. Deun inframundo vino, cargando su linterna de semillas andientes. El giro germinal del mundo: su heliee. Salen encrespados los brazos el cabello, de las palabras que respira. Habla hasta que cante I lagatija. Hasta que brie fa daga del vient. Elalientode-lawida como un lengua. Cuando se abre el ojo, erece una estrella. Cuando la lengua toca, florece la carne. Ina forma siempre mi nena que las disoluciones exsensas Sacuel al viento para liberarlo de sus arbustos rojos. Al desprender, junté, Sélo el jibilo, con su oleaje cripsico, es coalescencia, es sabidurta Meconvertien el otro justo cuandola mafiana seconverta en mi Toda le fruta vidriosa pugné para liberarse. Arroja de los oboes del génesis los iones temblorosos. Vive la longitud, la sed de esta blanca vibracién, Alondras, por el sifon de sus voces, se ciernen. La terra indaga en el ojo de la raizindagance. 1La perspectiva, en sus cubos, en Ia longicud de su verbo, se derrumbara,finalmente, en su huero més hondo. Sin escribir, slo esperando: esperando el milagro recurtente: dl aliento en el eclipse de sus huesos. 4 Estuve en la orilla de la tierra, juntando sonido. Acostado, senti Ia longieud entera del viento, su iidiscencia dentro de mi. Padect la dicha de cada dedo. Ena larga vacilacion de una roca, vi meditar a sus lentos tendones. La creacién se arviesga en un arpa de arcilla roja, En medio del espacio voluptioso nos ha enjaulado una metifore. Me agiché pata el salto inmaculado. Las urracas desparraman el sol. Lo alimentan con libélulas. Los suefios eran reales: eran ventanas viscosas que miraban hacia nosotros que ya éramos otros. Buscabe sus voces (donde enconteé, en un huerto de peras, tun circulo de herramientas de pied). Al sentir e vacio, le di su nombre, Repeti sus silabes tuna y oera ver hasta que, en tejidos sucesivos, se convitis en une esfera, una escultura de sonido, erguida en el aire desalojado. ‘No las cosas, sino el flamento dichoto que las recorte, osclante, Nuestras minimas palabras caminan en cacla uno de nuestros, Bl viento cuyo iris somos. Cuyo tareamudeo, Lo que dices, dijo la vor con los ojos verdes, momentineos de un roble, es lo que oyes: me oyes decix. Garabates y se clews, furiosamente vertical, un muro de Tur. [Empezamos a igualamos: empezamos a morie dentro de nuestra propia bellera inconcebible. (Cada palabra esté ya bordeada de tierra nueva. De los carrillos azules del aliento se desenredan los planeta. 6 El lodo gutaral, los musgos silbantes, donde un solo paso, los cristales erizados de la bota, colma el universo. Ta roca de tierra atin reverbera en el hacha, sostenida vertical cen el aire oscuro. Muy en el fondo, Ios besos suefian. El anillo luminoso de la lampara es siempre més ancho que sus reflejos. Los ojos cerrados se exprimen en una estrella El amance es la belleza del amado. Estamos vivos entre dos pedregones resonantes de vasta negrura, Esto es, que no ers: una salpicadura de palabras en el humus del viento. El fururo siempre regresa Termina en el inicio: un dolor que desova su pequeno puso de sombra blanca, Tan oscuro que solo la luz era visible El polen es su propia deidad, 6 HELICE La bruma arde ‘en un susurro de bronce, Los campos son las facetas densas, inversidas de une estrella glauca. Las prucho ylas exhalo. Picl del viento. Donde se contrae cl espacio en su erisélida, En la respiracién de sus minerales ri espejo. Labio, ais. Yeltemblor bilanse de In expalda ciega, CHAPLADE: VERANO. rogresé de ordefiar sombras adelgazado por el aliento, elouo zumbaba, no queria escuchar su lengua, robe meescuchaste en el abismo repentino los catrizos de cabezas emplumadas donde ts largo cuerpo tiilabe: 1 pedernal besa la sombra a la que mats sopla una brisa desde la frente... el mismo, cuerpo errante Ia recibe: el don. del intervalo: su trazo perfecto. los rizos se abren, las sombras se alborotan: son pequetias ” cestacas negeas. ISAIAN discos de viento— jpalecadas! polo. olvo en la garganta de cada dedo, mientras las manos murmuran hierbas, trillan las repentinas lamparas espectrales del geano (su coro de holocausto) polvo. Polvo y sues, Y¥ este grano deslumbrante que \uerce al oo yoobliga al aliento blanco a alimentarse, fe TERRA ALBA hacia el rambo de una desaparicién: siibiras torrazas y tuna hoje tan Targa como Ta lengua. te conorco, porel resplandor det vor: ambarina, clistica. quimérica: por el vuclo de ‘sus astllas en la valla de cipreses. ° sefialaste el camino y de repente centr el viento. alguien (eras ti) estaba sentada con la falda extendida, debajo de un roble, Teyendo el calendario blanco. & smi mirada se aruga, regresa ene globo mojado del instante sraido por el viento, tu regalo ten mis dedos labrado en facetas, CHAPLADE: OTONO siempre el mismo aliento, bots, silbidos cen el huerto cuajado de viento; hhacia atris y hacia adelante son lo mismo. siempre los fos _létigos de las sombre, el hhoyo por donde se fueron las palabras. golpetean en Is orilla, ala espera de las respuestas de las manos. con cada particula pequesia_y tartamuda ‘an zumbando. sale, regresa, 5 en el mismo instante: ot; y entre tanto quiere vivie; entre tanto quiere un nombre donde vivir, HELICE Owio de avispas. Horo se esti pudriendo en los largos vientos; hrumean las puntas de los dedos. {Quien conocer las érbitas de las horas nuevas, las ruedas con cabellera castafia de sue himnos? Las oxstas de wvas retumban., Y porla oreja del clima trasluce Ia ras. Nuestras caras se funden, Las vitas, se encienden, % * Enun florecimiento de plumas intrincadas amea el crepisenlo, 6 De Celebration of the Sound Through, 1982 CESURA: A MEDIADOS DEL VERANO floca sobre Ia linea de mi mismo hacia afuera (la medida) hasa el retorno del primer escarceo. reduce el aire este mancjo de sonidos, adentro prospera vibrante, sobrevive ale reliquia blanca, con escamas de viento, mis all para los ojos Targos que dibujan con su gis através. todo el verano vacié las colinas (como si algo ‘menos que mis te pudiera aleanzar) a nunca supiste que eras yo; nunca lo fuiste. _salias yentrabas de wu propio je inquiew; no eras ni siquiera at. no habia un cuaro ran blanco que pudiera auapar a este Tayo, litigo fabuloso, se elev de tu cara, end todo. el pulso del viento: el oro del viento no era lo que exactamente lo que nunes imaginamos, es por eso que las rainas en las alas colinas se agachan tanto yo mnismo: ojosen-cl-follaje mantienen 38 a mi mente descuidada, alert, lejos dela colmena donde las mitades podrian tocarse. hacia abajo aun mis resplandeciente, de cada dedo, encima de los ojos, afuera hacia la cuesta alfabeto de vidrio deja pasar lo que dice (us 5 de arcilla). inds rapido: que nada se pierda (que pudiéramos ya, cen In resaca gris, ris allé de las evasiones de nuestros ojos, axisbarnos 2 nosotros mismos). las blancas sobre el negro (lineas de nuestra mente). un sacrificio en nombre delo nul, esa luz henchida, envion su fluider. singin numbo alejado de mi, aalvo ni ta que te mueves fuera de ti, mis alla de wus blancas respuestas. ODA para Charles Tomlinson deciamos estas cosas pare detenerlas, pera impedir que Tas dijera lo incesante (lo indecible). rotenido, Ins retiene: el oro del alientot los negros clefantes de Rembrandt. porque hemos aprendido acscurecer lo luminoso (a cireunsctibirlo) con sonido: aro para este de inversiones. imagenes. insignias € imagens lo tnico que sabemos; que sabremos buellas de una aseendencia obscructiva (dedos que aguijonean las espirales det cabello humeante. lo que llamamos lo mas sagrado seviene abajo. Jo que es s6lo nuestro en eriptas de susurros, chozas de lodo, nuestras blancas cuerdas acaparadas; todos nuestros demonios de alas brillantes Tastrados cn la sangre “ jamais de Toque sabemos; lo inico que jamss sabremos... pero el fulgor, el tiro vociferante de los miembros, hacia arriba... més hermosos que cualquier cosa que hayamos visto, la disminucion. hasta la inmensidad. los érboles_ extendldos de los instances en flor. cada circulo enunciado, recayendo, ranslucida, dentro del ojo misgente dela pérdida nunca ditemos logue diriamos. la tierra_celosa, su sintexis, nos mantiene doblados en nosotros rmismos, una red para voces ‘nos marchica en sus quimeras. 4 pero el sentido, siempre, se abulta hacia afuera. Io nulo, sunnioso, extra Ta vor dividida, excucha los incorvalos ‘que se derraman por el panal de sus octaves y las palabras, deshuesadas detodo salvo su aliento, ceoaendias, radiantes, por eso al sevolted. por eso asombrads, enfurecida, ella se denwo. y sinti6 que st encrespado cuerpo de caderas altas se disolvia palabra. alas. jalas! jgodo To que tenemos en ver de alas! FRASEOS herida pur, la blanca serra antes igual. sus colinas ton altas como sus praderas. las abejas encerradas cen tanta glicina, el humo freseo de conos _(calaboro alucinatorio). mas tarde Uegaron los primeros espefos: los frigiles _panales del aliento. todo dicho: dicho en vez de. abstruse. vocalslo abierto. hay eso. sdlo esoynoes nada, dices, al mirarlo con ojos entrecerrados, nada, noes nada. * girar la rama de una palabra: liberar sus silencios. las Cosas, Jas Cosas, entre las palabras, existen, se asoman. los cuerpos entrelassdos, anochecidos, ninguneades en. si mismos. al ojo es el que esculpe la manzana, se deleita con sus ciscaras blancas. cencas proyecciones: a cada instante: revocables. edla esta mano para agarrarte, sus dedos sin sortijas, que te sueltan. aun aquien Ta corilla, aun esto debe abrirse, _vaciarse, ccantarse hasta aque se libre desi hondura, la ” boca (la isla insonora). corretear tu nombre hasta In oscuridad: eapturar sus destellos amnésicos. 4 CA D'ORO abultado hacia afuera, el imborcadero reticla los sencidos. cormadas por el agua, las palabras resbalan, a1 mundo, en 6505 misculos de cabello, las sébanas verde lima con las que viajaste. alguna vez aines. el cielo desembrollado. en una LEIS ESPAVENTAUS* mutieca, : ava Jolaine I sobre el agua i tensa, mecida, alls, cascabeleando, | Ia barea blanca en sus brillantes andrajos de plistico: semblanza | en tanto semblanza, las gira. Ulkimas limparas de la terra. ode hilos, colgando de cafias, manojos diminutos de : oropel. | s6lo lo mudo es | cransicido (nos fla a través : de esos blancos —alequines perecoso, los rumbos ascendentes, destartalados de su corriente), no fue nadie (an cerca); un golpe de _vasijas de pléstico contra su montura, luego un espantapéjaros ‘que no lo era: rigida, miniscula, encima de la superficie | espumosa del grano, trasquilada por la brit, la devinaira, lectora de * *Bspantapajatoe” en provensal. 0 Pa residuos y de vapor. entte las mangas lavadas, color blanco humo, de un hombre muerte, silba... oa través de una gata plida, lo de las cebollas germinadas, este angel de Tas semillas, hundlido hhasta el sombrero, ahogado en un nimbo de flores. ‘camarén las bufandas las faldas se abren sobre los andamios provisionalés, mientras los fos, tus ojos en el reflejo (madona ombra) se entrecierran dorades. & CEREZOS EN FLOR por sus torsos grises aceitosos (en ingrévides ceascadas de lus) es lasierracpalabra Ja que Levanta, suelta a le tierra y la deja salir. elojo, por sl solo, seguisiay seguivia. pero ahi, la carne al vuelo en esos repentinos instantes bermejos, se hace afiicos y responde. (como los pétalos arrastrados por el viento lejos de donde te ibas moviendo). corazén de avispes, sus brazalewes Ge fries capullos blanco coral, son lo que hablas escrito: ese montén desombras alas que relatas.. 3 tun madrigal de ramas, de la més baja (que fluye encrespada, como una corriente revuelta) el tején comer —lunario~ del corazén de palomo. s6lo visible para tien el instante en que ese fésforo se esfuma (por los tendones del cerezo: los latidos, en la estela de los latidos, vivos en su corriente aniquilante). luenk es To casteths ‘como hilos, los pétalos, al socaire de los hondos surcos, se exsienden, lejos y mas lejos... “nunca” fue lo que quisieron decir esos juglares rotos por el viento. 5 MANDOLINAS ese rizado; lo enhebramos, mojado, hasta entiesarlo. tan, vidas (son lo que apuramos. hasta h quiewd... impelidos, nuestros mentones. encajados, hacia esa honda oscuridad sin hojas ala que estamos arados... yaclamos, ahi, en un oleaje de Angulos blancos, mientras soplaben los espejos encima de nosotros como pirpados. 6 ENSAYOS REPENTINOS ACERCA. DE LAS SOMBRAS Y LA SUSTANCIA. Ja sombra, adentro, se concibe a si misma como sustancia mientras que lo que desea (lo oo) aparece coma sustancia, es s6lo su respuesta arrasante. sila sombra apunta es porque la sombra se jal; jalada, Ia Tlamo “es”, “euya"” ‘cuando nunca es nuya sino el falgor que emites lo que arrastra la sombra hasta ac. soda nuestra ascuridad se pesa, se arriesgn enesas delgadas ssetas color blanco estat. 0, porque no quise: nunca pregunté por mi, sino que me sacié, siempre, con tus espejos quebrados. bajo tun pan de brisa y de miradas, deja i a los huesos ligeros. sila palabra es, si Sr el mundo es: esté fuera de cual- quier cosa que desee nombrar, enumerar, desarrollar. es la sombra dentrodela- came, reflejada, la que permite el pasaje; no es nada antes de ella o més alld; s6lo su “entre”. por los estrechos esa cottiente de humo que se condensa cen un murmuillo: Ia blance rima de su disolucién.. al mundo lo Tlenamos de nosotros; luego, inventamos un, agrial, sufcientemente los dedos se suercen ‘como garras para retener el humo enrollado de les sombras (como si pudieran), cuando las pestatias abanicadas se tocan: el humo cen cono las atraviesa. sin cesar, un alma se libra de si misma encima . de otra: nuestro paraiso s siempre nos apresuramos hacia lo mas hueco, el “corazén de los leprosos", este don de nuestra inutilidad. a flote en esas cenizas: seguimos hablando de roses. soylaméscara transparente que has hecho: en semi-cizculos, la ceniza frotada en los brazos, los hombros, tt larga cara incandescent enterrar nuestras sombras bajo las pescanas de ss reflejos, es lo que queremos decir: acerea de lo que BRONCE: UN EJERCICIO DE ESTILO (Li Shang-Yin) -euestr0s reflejos se descamaron como spectros: centre las puerias giratorias.. adentro, donde florecia el eer cen sus tallos altos, helados, tus rmangae ee secrujarons dos veces, ahora, hacia ninguna pare, vigjamos sobre el lomo vaporoso de rnuestras voces. las se congelaron. el fin para siempre. los deros de tu anillo dorado saltaron hacia atris. “por tan poco," el mito. el Principe © dispuso las colchas bordadas en plas. sus pesos rodaron hacia un lado y se abrieron.. fue, fuimes, yacimos callados bajo los rayos grises, superficiales, de nuestras parpados. un estruendo de conera al cristal; un dragén cuyas alas se montan prominentes sobre una mufeca almidonada... & sues mundo To que se convierte otra ver en voces, olas, las piletas puntiagudas de sus brocados espesos y suspendidos.. chirrido e peines: nada ue detenge... el coratén volaré, encapuchado, el aliento se romperd en sus escamas temblorosas... a medias volteada, en una ‘espuma de sombras... reflejada ya por encima de la pareja de pertos de mayélica. & VIOLETAS bere EW, ‘como si hubiera alguna forma de {ntercambio para propias sombras congeladas sobre ella, los jugueres gastados de la museca, Ja mandibula, Ta ingle, lo que ‘hay para apostar en conta. ..sioletas, cestrllas de lodo, mi vida revolotea elles. por nada, por nada, su. corazén, se detiene, huecos de aliento me jalan (algun juego cobsoleto de® & los aires), mi blanca bufanda hrelada de murmullos. muda, podadures, zorzal de roca, Ins silabas son lo que lugar de nosocras... (el oie, por si solo, volasia para “ siempre por los amargos minerales dels lus: si fallaca, si ‘por una ver [as palabras se terminaran)- sonido, en una de hueso, Adel azul gaseoso -yclaveteado de lodo. pores LAGUNA: RELIQUIAS dedos, como flotaran en us altas lincernas de cristal. tos de la luna, también, mudas intevcesiones, para 6 tamizar con ellas ta sal coagulada, desechos en al centro mismo: esa calula Preciose... “queria volar, como sila densidad contuviera al vuelo delo infintamente idéntico.... det nyo simulado, lagrima quebradisa, & nates. (oijase como si fueras mas allé de ti .~-probando piedras, eens enna 8 ojos de wus propias ofuscaciones) let alguna ver, en i | ; i j i Ia palma de las olas, las Terra agrietadas: eva, el mundo soplé a través n De The Earth as Air, 1984 —_-—_ MADRIGAL contigo se abre lo que sé del mundo, tiene eso de surgente, ola que se deshilacha, como la raya de una regla, contra los artecifes, una anchura que al cextenderse, se quiebra rendas opaces, pétalos - gastades, lo que el poema retendria tefidos veloces, esos al vuclo, sombras derramazan, luz de wus dedos, suck, azul ALMENDROS FLORECIENTES: AFUERA Y ADENTRO es un corazon el que escudtifa los pétalos hiimedos; los ojos entienden est. altares lavados de coral blanco, esa hondura_ascendente. la tracetia ingrivida del rostro perdido, siempre una metifora de distancia. que las flores no son nuestras, no florecen para nuestras voces, sino para las del aire doloroso, sus blancos patos. de sombras, la primera: arrojada como espuma sobre la tierra arada... retofios salvajes en sus comamentas, lastradas de viento, bestia abatida, su amor que brama sordamente en el rosa oscurecido por la lluvia. 4 meti los visagos, los capullos, ls perlas enraizadas del rodio, todo menos las abejas. que duremos mas que esta dulce primavera arcaica, nos alimentemos de su madera esbelta, sin medida alguna salvo la de nuestro propio abandono. tun cuenco de flores. cenla palma de su mirada: éstas, slo estas ventanas abiertas. 6 REBANO DE ALIENTOS snieves arrastradas corlan los altos precipicios, Robion ccroso debaio, soplé la ovejor transparente en sucltos, frense a mi... tierra fen ascenso, abanico de tordos, en sombras el hielo atesorado, os ataron inseparables, casaron para 6 siempre con estas cortienres sin hhuesos: as del intervalo arreado. aliento pastoreado hacia artiba, sobre las sallentes desgastadas, acribilladas por el viento, tus companas golpeaton silenciosas contra mi cuerno vaporaso, nada que no era dos veces... ereé, catbonizado, blanco, sobre los cardos de ojo espinoso, para decirte, mi angel desgreniado, acebo, hiedra, bellora, palabras ‘que nuns oftias. tun Gilkime pueblo se extendié en un, fresco de ‘angulos vidriados ante Jos gansos se moferon del pesebre cenjuto de la luna, easy no eras, eras la borla pesada de mi oscuridad deshecha... — iparedes agrietdas, sibanas ésperas! para poder acostarme cen ese aposento glacial, alo largo de 08 aceites frios, vellocinos veloces, que el aliento penetre enraizado resplandor que respira, ONCE CUARTETAS Y UNA NOTA, DESDE VENTADOUR nideeste mundo ni de otro, esa casa rota con sus libros y su viento, las campanas cosidas sobre los _velos que respiran, con suis canastas de alambre, planas como la luna, vinieron buscando la carne de Ia lluvia, esos lecrores de acequias, de mérgenes oscuras. como si escuchara en esa barca de sis arul y de sAamas arascadas, 1 sus propias olas mientras se elevaban. por encima del humo fijo de los almendros, el otro, el de los gitanos (cus conejos se rostizan en lalus sin viento...). intacto, convertido en monstruo por mis propias sombras, oh lisios embozados (los os era Brad soles oscilan sobre la piel de Ia acequia). 1 modo en que los ojos se deslizan, un instante mis despacio que la cara, el pelo jalado —como un trofeo encima delos hombros, despues. s6lo ci podias retire nt mirada de mi custodia (desmenuzatla fria, nebulosa, entre las sombras tiesas de tus dientes). ¢l corasén para siempre orrecido, encomendado a sus propias perdiciones: esa extrafia rosa inedmisible, valentin fois ria hacia tris, por el aro abovedado de sus brazos, chivrido, cuando las horquillas de pedreria azul se resbalan por debajo. ‘en estas sombras blancas, le luz del viento donde vivimos morisia sin Tas oles plegadas de palabras: esa cadencia que les damos. al atorarse los pétalos I en los rubioscafaverales: di, no digas nada; bastarta i que un brazo perdiera Ia vista con sus propios susurros. siempre hacia el final, los ‘gramécicos. albas, nuestras canciones del amanecer: gen qué tetrazas, ; con las aguas cinceladas i de que viola se entonarn nuestros corazones? & CUADERNOS 1980 (le jour de V’an) Iss colinas, les rosas se abrieron en la vela encendida, ramos como pesos que se mueven en un viento fuerte: erriticos, espléndidas. impelidos para siempre hecia ese instante que nos levaria. (hacia ~seguramente~ alguna pérdida mayor). hablabamos para que el aire misara hacia ares (ahi, donde las silabas, extendides ms all de nosotros, seapilarian: cn racimos). altares, nuestros hondos agregados, estrellas arden en las puntas de las varas chamuscadas. flows sonora, desde sus extremidades harapienas, mi nudo transparente. as cen una caligrafia de roca me esa habria recostado méscara dentro de tu levedad, exquisits ceniza (lo que esi entre vigjabamos alo largo de una rima trante, i nombrando, al avanzar, sélo lo ilegible. lo que nos sostiene). (la baraja Blanes de sus susuros) cempujetos hacia artiba, como aioe aaa dos olas encajadas, colgadas abt por en medio de lo eliminado, en la estela det raldo golpeteo de las alas ‘ojos contemplan Jo que el aliento destriparia. (las det angel expulsado), Jos cuerpos arrasan: para moler sus sombras adento. oe de la histeria, nuestra estrella: rmédula 4] vue: fa insignia de nuestros huecos. eee auie ia shines de un océano entero, al ‘al movernos pot los espejos mismos que ibamos creando. borde. (esas traiciones sucesivas, atcaicas). deberta haber palabras para decir tan poco. delgadas como aliento, las cremas, a musica, al moverse, siempre a un escaso aliento de sus arrecifes. 8 s RAYO hielo arado, donde un ojo nada, mésculo ‘escaso, por desu vanja atascada (mio, es mio, seguia Giciendo), ayo, péndulo suspendido Jos herrumbrosos retoiios anudados de viento. 56 4 i sélo ahi, donde el instante se bambolea, cuenco quel graio bordea, con un. alewo dentado quiebra, serugadas, las Tags, las ‘escamas desiertas del roble. hacia ‘qué, viajar adénde, el nervio del viento, el zarcillo blanco dela lu ensu cestaca encapuchada. centraria. alas rosas congeladas de Taco, la luz, por fin, adentr. coh mundo por donde se fue 4 mando, las cuevas Texas del aice boquiabiertas, es tun manto de quemados, de ecos raldos que ce sobre lo despojado. hilo, la secuencia, ayo soldado —alambre los abanicos negros, lavados del ciprés (mio, emo, decia, una mirada furtiva, amarrada 28 sus fuegos frfos). recojo amas, cargo piedras, bulbos, vellones.. que se traigan, coloquen, vibrantes, en. dl sonido; que la uz, hacia el aleimo attificio de la tur, se doble, sus a ere cence rscnar ne faceras envuelias dentro de la sombra ahuecada de la palabra y su relicario marchito. - MANA para Goel Turnbull todo el dia, en los barrancos, el sol cayo cen chubascos apretados, pilidas chispas alargadas. recogi Jo que habia ‘encontrado: los ‘esporangios de ojos dorados: la combustisn, ipolvo, la espuma de algin otro, algiin mundo atin no engendrado! Miranda. hharapos, por su celda azul, ruminndo. sonido antes que sentider molecular. que se derrame, incipiente, de nuestros dedos y desde la cuchilla dela ola lanzada se rompa. De Voyaging Portraits, 1988 NI DE VIENTO NI DE ANEMONAS se abren, una tras ota, nuestras ‘ilimas definiciones (el modo fen que crecen los cuartos, se alimenta el braro de sus propias palabras: espuma oscura, “flor inagotable”) las puntas del yo se Henan: fluyen, pero sélo hacia la emtincién (lo que los espejos absortos extraen en su trinsito). de otra manera, de esos eerpos opacos en sus campos méviles: ni una palabra. es sélo el destello que enuncia (0 promete hacerlo). tt Iejos, atin mas lejos ahora en estas vacas creaciones. en la ‘ransparencia manchada del verano, ni siquiera, * una sombra engatusada, lisa, alo largo de un parpado tembloroso... arrojado una y ora vez en esa pila hueca, el corazén da sus respuestas (pero sélo al caer, sélo como algo ligero, consumide como si mismo resuena), cusaria esa tela, ese agotamiento (la cabeza rendida de los evisu, inerustada: vvenerade), oh cuetpos que chocan contra su propia translucidez 6 j IDILIO los miisculos | rollizos de una boca... donde las hojas i del pino se erisan, como i amasa y lentejuelas agarra, sepiltanos en anules, arden, esa respiracion. pues los Taierra espejos. tantos es su propia nudillos para ese manojo de palabras: sendero que surge “mineral del sendero. viento por el que caigo, en el que duermo, un Isbulo envuelto en ““ gemela. donde prensados, los cuerpos se imprimen, imprimen desfiladeros, cardos, se elevan, con hiimedos costados, de fa imagen impelida de nuestros Propios miembros irvecuperables, NILO de trigo, de sus crujientes cespigas metdlicas, hh honda lanzadera de sus tallos rubios bulle: éstos, de éstas, de cual quier cosa que juntara elaliento, barca de unas, de unas, también, lo reeign cenvucltornn para Jolaine cdo si estuvieran cubiertos, esa luz, ese cabello suelo, se han hundido.n mundo acarreado, “se inicia con censo, mandato”, fue lo que trajimos: una oscura espuma que se quiebra, circulo tras cireulo, grupa y flor, resonantes, dentzo de domos agnzapados que circundan... cl eto mismo, entonces, repentina recepei6n, ese salvamenwo, esas campanas, cesbeltas, varadas... iempre," escribimos, “vial6 desde siempre para orillar el espacio, para someter 8 rnuestras imigenes..”), prendas al vuelo, sombras cexeavadas, la idea del arco, la ofivay clarmadn, quel aliento, por fin, deje su imprones; que los corazones, e508 espejos a medias, se pliegue porel aire desollado, lengua, munecs, robillo, pie: ese oro menguado, de ti como forma, volura, como por donde corren mis minimas palabras: se amontonan, ritmicas, onde cada susurro acrecentatia, oh hhartargo de cristales, fo hondamei inscrito. ) es donde, por fin, era, soy, seria. pronunela a aliento mientras rompe (donde el viento, de soslayo, atisbd entrada). oh grutas, pélipos, jaulas luminosas de luz: esos rrr cneenteenonicmnecnmrannieras mundos adentzo, os que nada est, finalmente, ods lejos... a8 JANUARIUS abajo, ahora, sobre rocas, los misculos sueltos del sol, sus calamares movedizos. Enero impelido: un espejo insepulto en e008 matorrales delgacios, retintincantes... esto: este Iaberinto por el que me muevo, me digo ami ‘mismo (como innumerables cuentas tiradas, el aliento, sus transparentes acrecencias). robills, hombros, dientes. pero guién, 104 de quiénes, hacia aut sierea elevada, en nombre de qué arbustos enunciados, prometidos, dadod? alas silabas las congregerla. hundisia la lama, 1os vellones, el viento, en cisculas labrades de sonido. mitigaria las sombros, aplacesta ta tierra, determinaria las profundidades, los pesos sintdeticos delo paleo. 19 asl ‘a rauds de mis propios mermullos, mis estaciones yacentes, me moverta mas all 8 de mi mismo. de roble » Pincarrasco, las octavas. de junipero ~sus bayas vidriosas~ las eampanas despedazadas. 06 FRAGMENTO: DE UN ALMENDRO EN FLOR ava Theo donde las abejas, boxean con la sombra de los retofios lanzados por el viento, la imagen se desprende, se prendas forjadas, nuestras pancallas tschonadas de aliento... dormirin, al socaire de tremor, se moverin con la fia escama sacudida de sus péalos. wed UNA FLORA QUE EMPIEZA CON VINEDOS por encima de los vinedos ondulantes, las lilas pellizean a la luz. derendria la expansién de la mafiana, esa imagen, esos imagenes extendidas como alambre, que corren chamuscadas contia el pelo, el calor, Ios blancos aposentos que urd clerineo. (guarda, guirdanos: nos estamos dejando calle, vaciando ln terra. cargados ie de miembros, del peso entrelarado, que labra el cliento, dispondriamos los vientos esbeltos.jalartamos, por encima de nuestros hombros, esas pintadas. juntariamos el acebo, la consuelda, el recto awe, bulboso, Aespedaza al gran neg). UN AUTORRETRATO COMO INSTRUMENTO DE SUS SILABAS (Dos fragmentos} ara Robere Duncan bat’ les matinaer. Rent Cian, Come exando la leche est ced por el jug del igo. EwreDocuss era MR, ris alld de Goult, donde cespumea el espliego y las lagartjas —entre el tomillo s0c0~ sisean, lei las piedras. lei los muros. vi intersticos, patentes. segut <1 juego bajo, traslapado de las lascas, sus intervalos ajustidos. mas alli de ‘Les Maquignons, apifiados cen la herrumbre roja de sus ocres desechos, entté enel i sive enrejado, en los huertos rayados por el viento. (no Tn cadencia, habia dicho, la eaida fia de sus cestacas descuartizadas, sino el alambre estitado, las lineas fn ritmo con los pliegues de la tierra rota, déetles con el contore onelutante dela tierra). no la forma, entonces, sino "Ip forma como cextensign del contenido". sino gestaluung, cada olen trasiego: la clevacién llamativa de sus ne innumerables facetas, una proclamacién fresca. por las noches lefa, quowr lis estello brikon forgo. dentro de los altos aposentos, encalados de ese eriadero abandonado, de piedra seca, let «a Blake, let a Char, mis primeros maestros. en aguas grucsas ascendian, las flamnas por las mangas Vidriosas de la limpata.. a la menor brisa, las sombras laxas palpitaban. let a Safoy a Pindaro, a Anacreonte a yaCanilo, —Hlegaron ‘Péjaros,Ilegaron carrizos. de Isaias brots el verano; de Parménides, la noche. de Dante, ese mineral, ese ben intellecto, y de Ibn’ Arabi, esas reciprocas estrellas suspendidas. legaron vientos, sal, médulas..pues ls lineas, al fluir —rransparentes— hacia el amanecer, hacia Je luz, otorgan & cada sustancia sus cuslidades, a cada reflejo ou luz, les profieren su temple; atemperan ala ver que refinan. —egaron, asi los, rios, —legaron peces y los na | lisios sacudidos por la lluvia. del T’ang, pues, las lunas, y del Sung, espajos. de Mallarmé, ese orrente de sombra titurada, y de Shakespeare, esa perla, su negra esfericidad. legs el trueno, legs cles de ‘Traherne, el salmo, quemado hasta un susurro de vidrio. de Hopkins, el arco, y de Wordsworth, verdoss, la aljabe, «pues las lineas, all Megat, ahora, sin eseribirse, al luir ~diafanas— hacia el mundo, infunden, as instilan. las ey centro, ahora, a los silabas se lenan. de primeros campos: esas frases liberadas de polvo y libéhulas. contiguas, ahora, a Williams, pues, tantas flores silvestres ese i con pétalos de viento, mientras que de Duncan: are exultante, ¥ de espacio més profindo. a ese Oppen, implacable, esa lama “8 — 7 del hacedor : ; oa atieae Iejano, esa gente, cerepuscular, que los apunta. lingtiistas, emo (Whorf, Sapie) : ; shora et {La traduecién de les oles) més minimo cambio de sintaxis, percepcién para DE. de tiempos verbales, que no se termine reacomodaria tee se spague Bae eaed anes esa — Ja tierra no se enrosque —ingerida— ‘emblara en los tejidos de sustantivos, sino absortos de un pastoreada aliento. Hevaria, nos vari, si pot los verbos, que se : ‘otorgue: se ofrezca hacia afuera. viento al a6 viento, espuma 1a espuma, en diapasén, sonoros; a través de cada particula medide, transmitidos. (pues sin duda poseer es interrumpir. almacenar, apilar, separar la materia de su propio ‘movimiento innato —su empuje, hacia~ es truncar vy matar) fue lo que me trajo, entonces, una sombra azul que se movia frente a Talus con cabeza de vidrio. un barboteo a través de Jos oblongos podados, luminosos de las terrazas de huertos. arriba, por encima de Venasque, donde flotan los aster hacia las i orillas mismas del campo, trepé. cspliego, olivo, membrillo en octavas escelonadas, legué por fin aeses olas en las donde las olas colgtban de Tos altos andamios del poema. eine Prackt ~ese esplendor~ das Werk der Wogen. donde toda Je matiana se ‘acumularon, se juntaron para su propia raduccién. en espera de lo Drever schligt es: el mar, en cal el poema de Helderlin, toda la maana, pendiente, acerca del modo, los varios modos (Angulos, trciones, tensiones) en que las oles podian romperse ~abrirse contra la costa espumeantes~ Fédier y Beauftes, toda J mafiana, pusieron a prucba predicados. Heidegger apartado, opaco (un. Bloque de AH oxrar, se rayos doblados hacia adentro) lucid solo el verbo: su movimiento recortado, atajado. el reverso de su mano abofetes sin animo las sombras secas, ais eine Prache! toda Ta manana, ese esplendor! cueva (“no, la de Platon”) donde las olas, en grandiosos invernaderos de agua, se acumularon: esperaron la tansicién. en sus clevadas pajareras aleteantes, su trinsito, sien ese vocablo, toda Europa, todo sire ~esa larga maiiana estuvieran retenidos, suspendidos. como si, finalments, en la rueda an, involuta de ese verbo: transfigurante (en todas los verbos, todas las maiianas, finalmente) el aliento se resbalaria, acelerando hacia el trayecto, ola 2 ola; la reeaca estallando contra la playa; cada cosa, hacia sus hondos proyectado; hacia el paralelo movedizo —su referente— postergada, ave retorné: a lo intacto, por fin, restaurada, cada cosa podria, a regenerarse. de ese Tenguaje perdido, esa resonancia enterrada, podria retofiar: Ibrotar fresca...._ que la tierra sea por el aliento sélo— su propio abasterca y siembre, reciba y difunda, articule sus espacios reciprocos. que se desprends, asi, de esa ‘lima hipnosis: la ultima, mirada blanca, monédica dela Gorgona. de sus gases, se salve. de ese destello y sus blancos fuegos instantineos: salva, salva 18 | | terram. fue lo que cantaron las oles. cantaron salu salve. To que las campanas, desde las crestas delas clas altas, tocaron, atrojadas hacta atris en sus prendas duras, gordo espumajo martillado. To que me trajo, entonces, por encima de los rebordes charos. me trajo para que yo trajera: impeli6 para que incisara, pastoreara, condujera las palabras hacia salvamento luminoso. _y me denuviera ahf, en esas sombras unidas y ast iluminadas. a4 FERRARA SIN LEVADURA. «la memoria de mis padres “igdio 131" clo encajaria ‘bajo los pérpados: dejaria recados. mis alla de los thimos hhuertos blancos, los vientas deserman sus andamios. no se llevarin nuestras caras, ahora, como alguna impronta apreciada. —“florecer" yimarchitarse” en una rama seméntica. nuestro mand, por fa, esti cayendo. hay que cavar peldafios, cincelar Te oscuridad. envuelvete aS la gasa continua de esta caligrafia arrasada, unay otra ver, pero zhacia qué? ninguna imagen es tan obstinada, tan quebradiza que baste para disipar esta dispersion, sll Emilia cae, sigue cayendo, suave sobre el trigo, encima de las torres de blancos | lirios y los buimedos jardines insondables, no hay fin, no hay fin para el olvido. —rocta mientras cae. a6 me lavé, me segui lavando. que el pelo ‘mane y los miembros por las rempladas uturales. que pronunciadas, puedan emerger. Fersara coreura. —ortiba, encima de cue portales abovedades, negros como un homo, se balanceaba el oro, _florecia en de aceites cOncavos. no hay fin, no hay Juz lumninose tan inmensurable que evite que nuestros mucrtos puedan recordar, recondarnos a nosotros. atravesar le aguja con estos fuegos opacos. sorber, de nuestros tartos sonoros, nuestro verbo indlinado, inaudible, recordar, recordarnos 1 nosotros para que el se agache y se cierna, envuelva i aestas sombras en una espuma de campanas cosidas. DE NUESTRO SIGNO FLORAL Y ASCENDENTE (Villa di Livia) emergiste de la leche espesa de ‘esas ruinas, retoflos duros y las trompetas viesas de ta bufanda, torcidas por el viento. encreteje y entons: el vapor se lanza —ndcar— pot la de nuestros reflejos. hasta nuestro corazon, se eleva, erizado, en. innumerables, repentinos zarcillos rojos. Villa ai Livia, y ese jardin acuoso: pera, laurel, pinzén. perfora y divide, ena luz desatada (tu pelo, ahora, ‘adn més claro) tus pulseras amontonadas Jaten, nuestras bocas abejo. étas flores, nuestras notas alas, flonecientes. te, wuesten signo y cascendente. en éstos, nuestros lgmentos Jijos, nuestro alienso se enciende, mientras los pétalos se estiran —fibrosos~ arden, De Breaths! Burials, 1995 eee gee C PEELE PEE COMO SI ESTUVIERA ESCRITO. EN UN LIBRO DE VIDRIO para Sarah y Charlie --como si estuviera escrito enun libro de vidrio, lei acerca de tantor stimeros hhundides, ojos que revoloteaban como eves en la base del ‘mundo, abi, Io que saliera, slo volveria aenmar, ea inextricable como ‘viento, pero Iastrado, como si elcomazén caminara de cabera, jhubo una ruta, pregunts la palabra ala palabra? la memoria hyd se inunds y el deseo demasiado repentino, conts corales, replicé con abelorios, mientras que cl alento, vaclante, colgaba centre las silabas. ANGUSTIA Y METAFORA sélo en el aire se disuelven los nudos, slo afvera, adeno, cn los érganos dispersan. terra invertida, como una vide que transcurtio atriburos, t elevabas, clevabas mientras me desplomaba, tu pelo -en. cespirales~ se endurecia, justo ahi, donde cesfurnaba. 355 IDIOMA ninguna obra, shora, para los vives, ascendié sobre tantas imégenes abandonadas. la euforia, una forma de desesperanza, hablaba sélo con la boca, empujando “nubes” centre sus dientes, deslizando “minerales”. “jsiguen ahi” preguntaba, ‘como si los labios sélo udieran germinar, irrumpir florecientes en su propio idioma abolido. +4 NACAR amanecer, y es como sila terra se resbalara por debajo de la vaina quebradiza de sus estrellas: toda esa inestabilidad innate, quello que lo “dado”, cada ‘vez, quitaba, nos dijste (como te decias at ‘mismo) que el cuerpo est ‘amontonado, los nervios anudados alrededor de algo demasiado tenue, evanescente, como para -que pueda pronunciarse. colécalo, entonces, en el intersticio. entre el ch. todos a6 arabescos intrincados, la blance letra dela alusion prolongada: et nombre sélo de la figura donde resplandecias ‘nacarade, ahora, en los rayos flagelados de su nimbo. UN RETRATO SIN RASGOS mno, no con lo que habias dicho, sino murmurado, tevolviste, volviste bella, abundance, shora, ante tus propias disoluciones, tu cuerpo llevado, por fin, hacia la pura ingravider de cada respiracién. ino es éste el sentido? esta twansliteracion de enda pane? jla linfapor finen florescencia? tr cencorvate, shora, contra nada. voltea mis hombros sobre e! bulto vaporoso de tantas slmohadas y deja que tus dientes coman 2 fondo de sus propios labios. si las ventanas, en ‘este instante, se abrieran de un tirdn, se cerrarian, 28 UNA ESPECIE DE RETRATO A MEDIADOS DE MARZO. por encima de las vallas chamuscadas de los vinedos, una Tuna chupa su propia oblea, ci también, como fucras delgado, te disuelves y no dejas nada, ahora, salvo esa méscara que hici velos respirararins: lo que extrajiste, modelaste, perforaste hasta formar algo tan completamente transparente que ni 60, ahora, necesitabas admictl. bulto sin ‘cuerpo, te movias sobre los cardos Mi ‘quemados, jhabias aleanzado, al fin, la consistencia perfecta? jel mismo peso que la malesa? —zque los tallos de cebolla que Te ofrecerias ese mismo instante al rostro abolido dele invisible? Me ENTIERROS DEL ALENTO sajno fue entierto To que quisiste decir, las tumbas recurrentes, del aliento? —cintaros, esas vasijas queridas, lo primero, que we trajo, atin, rartamudeante, ab tardio, anillos, cireulos, el intento patésico de lograr alguna circunseripeién, ilusotia. To que se apresusa, se apresura sin palabras ahora hacia su propio corazon. ahi, al troncharse el hilo, los épalos, en el mismo derramarian. 4 ECKHART _-sagrado, slguna vee, donde nos esfumamos y reaparecimos, como soliamos, en ninguna parte. en ninguna Parte, ahota, nos esfumamos en ninguna parte (la puerta dentro de la nue, nos enteramos, se habla disuelto semdntica). golpeamos el polvo, secudimos el viento. hasta cl fondo de las definiciones frescas, como por un embudo, aqui, nos dice, tado est, por fin, agus, sorbimos oe fuego, nos nutrimos del inewvalo, hurgamos, ahora, centre nuestros propios vestigios paces. @ VENDIMIA, con el orofo, los iiedos yacian ‘como una ondulada joyerta barraca. era terra, pero s6lo ‘en los interstcios, en sus pasajes mis angostos. jacaso los ojos, esas reliquias queridas, no buscaban su propio retrato perdido? gno moldeaban el aire ‘con esa anatomia abolida? entrar, pero. jdonde? alimentatse, pero jde qué? engatusado hasta torcer Ja mirada, ‘escuchaste al sliento prensar esos hinchados racimos de oro. Me SAN VERAN hhasta el final hubo milagros, jverdad? esas reliquias donde dragones con membranas, iridiscentes, dormfan. oh, soplabamos sobre cada arista, sobre cada guijarro caliente. pues el mundo es, primero, lo que noes. henchidos dentro de nnestras propias sombras, soliamos ~esta cescamas laminadas, nuestra slucinaroria, os De Towards the Blanched Alphabets, 1998, BAJO LOS HUERTOS RESPLANDECIENTES ora MW, sla tinta es para los fosforescentes ojales blancos, para rociar las paginas con un soplo de fonemas. un contramundo, lo lamaste: una ealigrafia erritica de sombras incubadas (fue lo que nos trajo, nos cargé, en corrientes ascuras, & caus de los paisajes waporasos de lo rigurosamente brescrito). tun garabato, entonces, para el primer avispén, traceria palida ppara el embate arracimado del 6 retofio. jse encrespa, se engancha? jnos envolvers, en este mismo instante, en los pliegues de nuestra propio dictado? aqut, aqui hay guid, y alls, el casco hueco de algin imperative ‘epentino. arrastra, shore, cen espirales hondas nuestros corazones hacia abajo, nos zesiene con el hechizo de sus nmeros movedios. piedras, muros, Ia luz escaloneda: a lo que los nudillos, por si solos, dan firmeza. pasaje, un pasaje, por fin, a cravés de lo inmensurable blanqueado. si, qui, en un temblor de capullos, brillo de vientos, nos jala ~en la espital concava de nuestros propios garabatos oscuros~ mis alli, Mr PASTORAL fue el modo en que yacian los dedos lacios, supinos sobre las espirales de ese hhueso acolchonado. pastoral, un plato vidviado en la alta flama de lo alucinatorio. To que esti alla, de repente, no esti: puertas, ventanas, muebles, no, nada més que la noche en el opaco ccabujén florante de cestcllas. a través de Tos susurr0s, ahora, te elevarias, contemplarias mientras el espejo languido se tommaria turgente, pues eta eso, ese berto vitreo ‘que aguijoneabas, moldeando las facetas lises dela a fijacion, aqui, pero sslo para esa perdicion fingida, esa expiracion simulada. aqui, contea la inmensidad expectante de ninguna pare, si ringuna parte es de nuevo, seguias Ja linea de un solo dedo mientras ef dedo mismo ~autleria indolenre— te engatusaba mis ali del bbuleo de tus propias viocerne. coma de flores al otro extrem de toda historia: si, aqui, aqui estin las colinas y aqui, la botintea perdida del cuerpo. respirala. si, respira ese retrato fragante antes de que el siseo lo arrastre dentio del chubasco duro de tantas

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