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Spleen IV, C.

Baudelaire
Cuando el cielo bajo y pesado como tapadera
Sobre el espritu gemebundo presa de prolongados tedios,
Y del horizonte, abarcando todo el crculo,
Nos vierte un da negro ms triste que las noches;
Cuando la tierra se cambia en un calabozo hmedo,
Donde la Esperanza, como un murcilago,
Se marcha batiendo los muros con su ala tmida
Y golpendose la cabeza en los cielorrasos podridos;
Cuando la lluvia, desplegando sus enormes regueros
De una inmensa prisin imita los barrotes,
Y una multitud muda de infames araas
Acude para tender sus redes en el fondo de nuestros cerebros,
Las campanas, de pronto, saltan enfurecidas
Y lanzan hacia el cielo su horrible aullido,
Cual espritus errabundos y sin patria
Ponindose a gemir porfiadamente.
Y largos cortejos fnebres, sin tambores ni msica,
Desfilan lentamente por mi alma; la Esperanza
Vencida, llora, y la Angustia atroz, desptica,
Sobre mi crneo prosternado planta su bandera negra.
Correspondencias
La Natura es un templo donde vividos pilares
Dejan, a veces, brotar confusas palabras;
El hombre pasa a travs de bosques de smbolos
que lo observan con miradas familiares.
Como prolongados ecos que de lejos se confunden
En una tenebrosa y profunda unidad,
Vasta como la noche y como la claridad,
Los perfumes, los colores y los sonidos se responden.
Hay perfumes frescos como carnes de nios,
Suaves cual los oboes, verdes como las praderas,
Y otros, corrompidos, ricos y triunfantes,
Que tienen la expansin de cosas infinitas,
Como el mbar, el almizcle, el benju y el incienso,
Que cantan los transportes del espritu y de los sentidos.

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